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ESPECIALIZACION EN DERECHO LABORAL - UBP

MODULO I – FUENTES DEL DERECHO LABORAL


ACTIVIDAD N° 1
María José Gutiérrez

1) CASO VIZZOTI C.A C/ AMSA S.A S/DESPIDO (2004)


Al elegir este fallo consideré interesante investigar sobre la evolución jurisprudencial
de nuestra Suprema Corte de la Nación hasta llegar a la formación de una doctrina en
la cual determina la inconstitucionalidad del tope indemnizatorio que dispone la Ley de
Contrato de Trabajo (LCT).
En el marco de una acción judicial por despido incausado, el Sr. Vizzoti demanda a su
empleador Amsa S.A solicitando se declare la inconstitucionalidad del tope de la base
de cálculo indemnizatorio por antigüedad establecido por el art. 245 de la LCT, en la
cual establece que dicha base no podrá exceder el equivalente de 3 veces el importe
mensual de la suma que resulte del promedio de todas las remuneraciones previstas
en el Convenio Colectivo de Trabajo aplicable al trabajador al momento de del despido
por la jornada legal o convencional, excluida la antigüedad.
El Sr. Vuzzoti alegó que se veía perjudicado, ya que de aplicar dicho tope a la base de
cálculo su indemnización por antigüedad se veía notablemente disminuida y por tal
motivo solicito la inconstitucionalidad de la norma y reclamó la diferencia generada
entre su salario real y el tope indemnizatorio de la actividad.
La CSJN hizo lugar al recurso, y en consecuencia dictó la inconstitucionalidad parcial
del art. 245 LCT, esta fundó su decisión propósito del instituto de esta indemnización
por despido injustificado es reparar, su importe debe guardar una razonable
vinculación y proporción con los elementos fácticos que el propio legislador eligió
como significativos para calcular la prestación. La Corte se apoya entonces en el
artículo 14 bis de la Constitución -y en Tratados y Convenios Internacionales- para
sostener que el trabajador es un sujeto de tutela preferente. Determinó que
correspondía aplicar la limitación en la base de cálculo prevista en los párrafos 2º y 3º
del art. 245 LCT, es decir en el tope indemnizatorio, pero sólo hasta el 33% de la mejor
remuneración mensual, normal y habitual computable. 

Puedo observar que la CSJN decidió aplicar una fuente formal nacional, la CN (art. 14
BIS) y Tratados Internacionales con jerarquía constitucional, en tanto dispone la
protección del trabajador contra el despido arbitrario, siendo esta la norma máxima de
derecho positivo y es fuente de derecho aun cuando esta no se encuentre
expresamente mencionada en el art. 1 de la LCT. Conforme al art. 31 de la CN nuestra
constitución es fundamental y la primera en respetarse, sin bien en el orden de prelación
de las fuentes se debe tener en cuenta el principio de la norma mas favorable.

El art. 14 BIS agregado con la reforma de 1957, consagra el constitucionalismo social en


nuestro país y recepciona la estructura liminar del derecho del trabajo y de la seguridad
social, estableciendo las garantías básicas para proteger a los trabajadores.
2) CASO MORON, HUMBERTO JOSE C/ GRUPO ASEGURADOR LA
SEGUNDA Y OTROS S/RECURSO EXTRAORDINARIO DE
INCONSTITUCIONALIDAD (2017)
Elegi este fallo porque me pareció interesante esta distinción que realizó la CSJN
sobre la presunción de la existencia de un contrato de trabajo establecido en el art.
23 de la LCT y su diferencia respecto a los contratos comerciales
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
vLa Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza había dejado sin efecto el fallo de la
instancia anterior y había considerado probado que el actor, un productor de seguros
había
prestado servicios para el grupo empresario demandado entre los años 1971 y 2011
en el
marco de un contrato de trabajo que no había sido debidamente registrado,
desestimando la
defensa de la demandada basada en la calidad de trabajador autónomo y en la
existencia de
un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia.
Para resolver de esta manera tuvo en cuenta que el demandante no sólo había
probado la prestación de servicios, sino que también había aportado pruebas
concretas de
la dependencia por lo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación finalmente dejó
sin
efecto el fallo del tribunal provincial
En este caso, la parte actora Morón, Humberto José, productor asesor de seguros,
había prestado servicios para el grupo empresario demandado “Grupo Asegurador La
Segunda” entre los años 1971 y 2011 en el marco de un contrato de trabajo que no
había sido debidamente registrado, desestimando los fundamentos de la defensa de la
demandada, la cual se basaba en la calidad de trabajador autónomo y en la existencia
de un vínculo comercial del tipo del contrato de agencia. Por su parte, la demandada
expuso sus hechos con sustento en que: a) no se tuvo en cuenta la regulación de la
figura del PAO del art. 11 de la ley 22.400; b) el actor, no acreditó haber laborado de
modo subordinado e intuito personae, pues no recibía - instrucciones ni prestaba
servicios en forma personal, sino que lo había hecho, sin formular reclamo alguno
durante 40 años, a través de una organización empresarial propia, por medio de
empleados bajo su dependencia y en un inmueble que pertenecía a su esposa, todo lo
cual hacía inaplicable la presunción del art. 23 de la LCT, además el vínculo había
correspondido a un contrato comercial de agencia, que no remuneraba una prestación
personal sino la concreción de negocios, como lo evidenciaba el hecho de que las
comisiones se pagaban una vez percibidas las primas por parte de los clientes.
La CSJN sostuvo que no había relación laboral entre las partes, y que la sentencia de
la Corte Provincial era arbitraria porque sobrevaloraba ciertas cuestiones secundarias
u opinables y subestimaba otras que si eran relevantes ya que daban cuenta del alto
grado de independencia con que el actor cumplio sus funciones.
La presunción del art. 23 de la LCT es usado como fundamento que afirma la
arbitrariedad de la sentencia de la Corte Provincial, ya que consideró que el actor no
acredito haber estado subordinado al demandado, no recibía instrucciones de aquel ni
prestaba servicios en forma personal, resultando inaplicable la presunción del art. 23
de la ley.
La CSJN consideró que era de aplicación el art. 1251 del CCYCN porque el PAO actúa
de forma autónoma y no en relación de dependencia, obligándose a prestar servicios
a favor de otra, a cambio de una remuneración.
Aquí se evidencia que la CSJN utilizo la fuente formal LCT, quien en su art. 1 la
establece como fuente.

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