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1 Lobo, B. L.G. (2015) Homero, Educador Del Pueblo Griego
1 Lobo, B. L.G. (2015) Homero, Educador Del Pueblo Griego
pueblo griego
Luis Gustavo Lobo Bejarano
Investigador académico
Costa Rica
L
a figura borrosa de Homero, Homero creó un concepto muy parti-
que se confunde con la leyenda cular de nobleza. Es la “nobleza ho-
en las brumas de la historia de mérica” a la que alude Jaeger en su
la humanidad, es –fundamentalmente– obra Paideia: Los ideales de la cultu-
la figura formadora del pueblo griego. ra griega. Ahora bien, el griego puso
muy en alto ese concepto de nobleza,
Su retrato: un aedo viejo, en cuyos considerándolo fundamental para la
ojos no fulgura la luz del sol y en cuya educación y esa educación es la base
frente hay una luminosidad particular y del ideal del hombre griego. Dicho
sosteniéndose en un cayado por el peso concepto es la areté.
abrumador de los años, así le pinta la
historia con tenues trazos que semejan La nobleza no sólo implica nacer de
un boceto de la efigie de un poeta… cuna ilustre, sino una búsqueda cons-
tante de la belleza. El griego ha busca-
Este hombre, se supone sea el autor do, constantemente, la belleza física y
de dos epopeyas inmortales: La Ilía- moral. Esa condición es fundamental
da y La Odisea. en el hombre griego para no sólo lo-
grar la belleza sino para hacerse acree-
Pero… ¿Existió realmente Homero? dor a una areté que pueda conducir a
la misma gloria que ésta propicia.
Esa es una cuestión que no podemos
dilucidar tan fácilmente. En sí, Ho- Ciertamente, la condición de nobleza
mero es la encarnación del espíritu la proporciona nacer en un abolengo
del pueblo griego. ilustre, mas para el griego esto no es
lo único. Dicha condición puede darse Ilíada y La Odisea. Tales ejemplos, a sa-
en las personas humildes “honrando a ber, los encontramos en personajes como
los dioses, a los padres, a los extran- Aquiles, Patroclo, Héctor y Odiseo.
jeros, observando reglas de prudencia
para la vida, así se puede lograr una Todos ellos están identificados por una
buena areté.” (Jaeger, 1974, p. 19) personalidad heroica y los cuatro son
–a su modo– poseedores de un dramá-
Si se toma en cuenta que la areté es la tico destino, de los cuales el único que
“excelencia humana” y además “la su- tiene un final venturoso es Odiseo.
perioridad de los seres no humanos”,
Todos los casos reúnen las caracterís-
como “el valor y la rapidez de los ca-
ticas necesarias para cumplir, debida-
ballos nobles” o bien “la fuerza de los
mente, con su areté. Todos son nobles.
dioses” (Jaeger, 1974, p. 20, ver notas
Nobleza de abolengo y nobleza moral.
2, 3 y 4), entonces tendremos que la
Esto es lo que entendemos por noble-
areté es la excelencia en sí misma. Es
za homérica (Jaeger, 1974, cap. II).
esa excelencia que tienen de forma in-
herente los seres superiores, represen- ¿Y la mujer? Jaeger (p. 36) señala que
tados, en este caso, por los habitantes la areté de la mujer “es la hermosura”.
del Olimpo. Es un hecho interesante Así en el caso de la mujer esta nobleza
de observar, según acota Jaeger, que viene dada por su belleza como en el
seres no humanos como los caballos hombre los elementos más relevantes
nobles, también posean areté. son el heroísmo y el valor.
Esto lo podemos resumir en una pre- Por eso, los tipos homéricos modelos
misa: la mayor excelencia puede ser para el griego son héroes que sufren,
obtenida por hombres e incluso, si es que lloran la muerte de sus seres queri-
posible que los hombres lo hagan, ¿por dos (Ilíada, XVlll, 22 ss), que mueren
qué no lo van a hacer también los ani- heroicamente defendiendo sus ideales
males? No se trata, en consecuencia, (Ilíada, XXll, 361-64), o que después
de una facultad selectiva, que pertene- de padecer grandes infortunios, regre-
ce únicamente a los seres considerados san a su hogar (Cfr. Odisea).
como superiores. Por tanto, la areté
es una cualidad que viene inherente a Lo más importante es que son humanos.
cualquier ser vivo, así sea o no humano. Ese sentido de humanidad, esa con-
ciencia de que se va a morir, como en
Hay ejemplos de areté, pudiéndose ha- el caso de Aquiles, hace que el héroe y,
blar de verdaderos modelos para el hom- por supuesto, su areté, no se encuentren
bre griego, en las obras que marcan un tan lejos del ideal griego. Ese es, quizás,
hito en la historia de la humanidad: La uno de sus puntos más importantes.