Está en la página 1de 3

Universidad Autónoma de Baja California - UABC

Tijuana, Baja California, 20 de agosto de 2019


Contexto Nacional y Sistema Educativo
Docente: Dra. Karla Castillo Villapudua
Estudiante: Paulino Eleazar Ek Martín

Formación docente transformadora para liberar la educación. Paulo


Freire y la Pedagogía del oprimido

En este primer capítulo de la obra de Paulo Freire, nos comparte una nueva forma

de visualizar a la cosmovisión de la educación: el llevar a cabo la acción

transformadora para liberar la educación transfigurando el pensamiento crítico y la

conciencia del problema de la humanización en un estado autónomo, es decir,

desempeñar la libre expresión de docentes y alumnos para el análisis y la

construcción de un currículum digno y justo para cada contexto abocando sus retos

con la finalidad de alcanzar una formación de calidad. Punto principal que

respondería a una de las preguntas que plantea Freire y la realidad latinoamericana

del siglo XXI: ¿Cuál es el papel que debe desempeñar el docente en su actuar

educativo, desde nuestros contextos complejos de desigualdad, violencia e

injusticia?

Una transformación en donde seamos capaces de ser críticos de sí mismos y

de las cuestiones de enseñanza-aprendizaje que nos conlleve a conocimientos

significativos y/o vivenciales del entorno real del educando; una liberación que nos

permita ser reflexivos para argumentar nuestras opiniones en el mundo de la

educación contemporánea logrando deshacernos de los temores de la violencia

simbólica que favorezca, a través del disciplinamiento, el acto educativo

transformador de México. También nos plantea el diálogo en la formación docente

como un puente para la transformación. Una dialogicidad que produzca la voz de los

sujetos quienes practican el proceso de construcción de conocimiento dentro y fuera

del aula, es decir: los docentes, los alumnos, los padres de familia y demás actores
que intervienen en la educación, y no únicamente del sistema opresor cayendo en el

silencio, para que, de esta manera, hagamos hincapié en la palabra, en el trabajo,

en la acción y en la reflexión.

Freire indica que nos favorece un diálogo humilde, sin arrogancia como

herramienta principal del cambio. Este cambio se lograría con la idea de practicar a

“la voz de ya” el pensamiento crítico y la dinamización de la metacognición y la

autorregulación, con el propósito principal de trascender para toda la vida del ser

humano en materia de calidad de vida y obtener crecimiento personal pertinente. Un

crecimiento real que no indique solamente la cuestión económica, ambiental y social,

sino con mayor énfasis en el desarrollo humano; ser cada día menos cohibido y más

colaborativo con las relaciones humanas expresando nuestras experiencias y

creando nuestro mundo con interrogantes propias sobre la vida y la formación

problematizándolas y decodificándolas críticamente.

También argumenta que hay que tomar en cuenta la interculturalidad, hay que

aprender a aprender de distintas culturas, tradiciones, costumbres, creencias,

conocimientos y visiones a partir de una “ecología de saberes” para enriquecer el

conocimiento y comprensión de nuestro contexto teniendo en mente que “hay

diversas formas de conocimiento de la materia, la sociedad, la vida y el espíritu” (De

Souza, 2010, p. 50). De esta manera, los niños y las niñas con códigos culturales

propios y aplicados en el programa educativo haciendo a un lado, la violencia

simbólica, y no cayendo en los actores del fracaso, logramos un modelo incluyente

sin exclusión, pero recordando que el “currículum de formación docente nunca es un

mero agregado neutral” (Apple, 1996).

Por otra parte, Giroux (1999) sostiene que tenemos que pensar que lo

pedagógico sea más político con el desafío de unir cultura y política para transformar
el pensamiento y lógicas de la formación docente, quitándonos el temor de la

violencia simbólica y manteniendo el equilibrio de expresión de ideas entre todos los

actores del proceso educacional, para fortalecer la liberación de la educación con

pensamiento crítico y con perfil de compromiso que nos guie realmente a percibir un

desarrollo humano dentro de una sociedad más justa.

Referencias bibliográficas:

Apple, M. W. (1996). Política cultural y educación. Madrid: Ediciones Morata.

De Souza B. (2010). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo:


Ediciones Trilce.

Giroux, H. (1999). Pedagogía crítica como proyecto de profecía ejemplar: cultura y


política en el nuevo milenio. En: La Educación en el Siglo XXI. Los retos del
futuro inmediato. F. Imbernón (coord.). Barcelona: Graó.

También podría gustarte