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¿Cuáles son las apuestas latinoamericanas en educación crítica, aporte de la

educación crítica estadounidense, que presenten mayor impacto social,


cultural y político?

Las Pedagogías Críticas Latinoamericanas, se ocupan de desvelar y problematizar los elementos


culturales funcionales al proyecto histórico de los sectores dominantes, pero también de reafirmar
y potenciar los componentes culturales disruptivos que permiten la germinación de una nueva
cultura, preocupada de todos los seres humanos, una cultura justa, solidaria, comprometida con el
otro.

La educación crítica desde la perspectiva latinoamericana concentra su labor en la construcción de


un sujeto con tres elementos, a saber: la acción pedagógica, la acción educativa y el
conocimiento. La visión pedagógica busca recrearse mediante una hermenéutica crítica sostenida
en los planteamientos de Paulo Freire, debido a ello, se hace necesaria una interpretación de la
historia de la educación.

Las apuestas latinoamericanas en una educación crítica apuntan en cabeza de Freire concientizar a
los sujetos frente a su realidad histórica, busca su alfabetización, y desarrolla su capacidad crítica
así mismo se enfoca en transformar el acto educativo desde la humanización, concienciación,
resistencia y emancipación de sus agentes. Es así como la praxis social y el análisis crítico de la
realidad apuntan a transformar el acto educativo, es importante tener presente la formación del
docente en todo el proceso dado que es lo que conlleva a un buen desarrollo de su práctica
pedagógica. En este sentido, no basta con afirmar que la pedagogía crítica emerge sobre la
reflexión del acto educativo instrumental; su pretensión final es transformar la práctica
pedagógica de sus condicionamientos ideológicos superando su identidad como transmisora de
contenidos y reproductora de una cultura en términos de semi formación de los sujetos con
respecto a ella (ADORNO, 2005, p. 15-16)

Ahora bien, al hablar de la educación crítica estadounidense se debe tener en cuenta los
diferentes aportes que esta ha tenido a lo largo de la historia, pero en este espacio me enfocare
en esos que son de gran impacto en el ámbito social, cultural y político y que han permitido una
transformación en la educación; esta reflexión está marcada por la historia y las experiencias, se
trasforma, así como se trasforma el mundo en el que la reflexión acontece. Freire reclama su
derecho (y hasta su deber) a repensar, reelaborar y reinventar su pensamiento. Al momento de
interpretar su obra este es un punto clave para tener en cuenta: la reelaboración y la reinvención
constante del pensamiento que intentamos abordar.

La educación es una actividad eminentemente política: hay relaciones de poder y de saber. El


proceso educativo puede tomar características opresivas o liberadoras; esto depende de la opción
que tomen educadores y/o educandos. Si tomamos la segunda opción debemos aceptar que el
sistema educativo tiende a reproducir la opresión imperante en el sistema social; la educación
“bancaria” no hace más que consolidar las relaciones de poder existentes y el sistema de opresión.
Por lo tanto, necesita ser modificada, trasformada, reemplazada por un modelo pedagógico que
permita la liberación de los oprimidos (y la de los opresores); este modelo tendrá como
eje el segundo núcleo de pensamiento. La educación debe ser un proceso dialógico, en que el
poder y el saber circulen de manera horizontal, democrática, en las que todos sean
educadores y educandos alternativamente. Para que el diálogo sea posible, para que no sea una
mera enunciación formal sino un hecho real de comunicación, intercambio, creación y recreación
de conocimientos debemos partir del universo de significado del alumno, de su lenguaje,
surgidos de su experiencia cotidiana, de otra forma la trasformación del proceso y el diálogo
mismo no serán más que una ficción.

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