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Versión para profesionales

Drepanocitosis
(Enfermedad de la Hb S)
Por Evan M. Braunstein
, MD, PhD, Johns Hopkins University School of Medicine
Última modificación del contenido sep. 2020

La drepanocitosis (una hemoglobinopatía) causa una anemia hemolítica crónica que afecta casi
exclusivamente a individuos de raza negra. Es causado por herencia homocigota de genes para la
hemoglobina (Hb) S. Los eritrocitos en forma de hoz ocluyen el vaso y son propensos a la hemólisis, lo
que provoca crisis de dolor intenso, isquemia orgánica y otras complicaciones sistémicas. Las
exacerbaciones agudas (crisis) pueden ser frecuentes. A veces aparece una infección, una aplasia de la
médula ósea o el compromiso agudo pulmonar (síndrome torácico agudo), que pueden ser fatales.
Ocurre anemia, y las células falciformes suelen ser evidentes en el frotis periférico. El diagnóstico
requiere electroforesis de la hemoglobina. Las crisis dolorosas se tratan con analgésicos y otras
medidas de apoyo. A veces se requieren transfusiones. Las vacunas contra infecciones bacterianas, la
profilaxis antibiótica y el tratamiento intensivo de las infecciones prolongan la supervivencia. La
hidroxiurea puede reducir la frecuencia de las crisis y del síndrome torácico agudo.

Las hemoglobinopatías son trastornos genéticos que afectan la molécula de hemoglobina. La


hemoglobina S fue la primera hemoglobina anormal que se identificó. Los homocigotos
(alrededor del 0,3% de la población negra de los Estados Unidos) tienen anemia drepanocítica;
por lo general, los heterocigotos (8-13% de los individuos de raza negra) no presentan anemia
pero tienen mayor riesgo de experimentar otras complicaciones.

Fisiopatología
  
Las moléculas de hemoglobina (Hb) están formadas por cadenas polipeptídicas cuya estructura
química está controlada genéticamente. La molécula de hemoglobina normal del adulto (Hb A)
consiste en 2 pares de cadenas denominadas alfa y beta. La sangre normal de adultos también
contiene ≤ 2,5% de hemoglobina A2 (compuesto de cadenas alfa y delta) y < 2% de hemoglobina
F (hemoglobina fetal), que tiene cadenas gamma en lugar de cadenas beta (véase también
Hemoglobinopatías en el embarazo). La hemoglobina F predomina durante la gestación y
disminuye gradualmente, particularmente en los primeros meses de vida; su concentración
aumenta en ciertos trastornos de la síntesis de hemoglobina y en la anemia aplásica y las
neoplasias mieloproliferativas.
Algunas hemoglobinopatías causan anemias graves en pacientes homocigotos pero leves en los
heterocigotos. Algunos pacientes son heterocigotos compuestos para 2 hemoglobinopatías
diferentes y tienen anemia de gravedad variable.
Las diferentes hemoglobinas, distinguidas por su movilidad elecroforética, se designan
alfabéticamente en orden de descubrimiento (p. ej., A, B, C), aunque la primera hemoglobina
anormal, la hemoglobina de los drepanocitos, se designó Hb S (por Sickle cell, célula falciforme).
Las hemoglobinas estructuralmente distintas con la misma movilidad electroforética se
denominan según la ciudad o localidad donde fueron descubiertas (p. ej., Hb S Memphis, Hb C
Harlem). La descripción convencional de la composición de hemoglobina de un paciente ubica
en primer lugar la hemoglobina de mayor concentración (p. ej., AS en el rasgo drepanocítico).
En los Estados Unidos, anemias importantes son causadas por mutaciones genéticas que
producen enfermedad por Hb C o por Hb S y por las talasemias. La inmigración de personas
procedentes del sudeste asiático ha hecho que la enfermedad de Hb E sea común.
En la hemoglobina S, el ácido glutámico es sustituido por valina en el 6.° sitio aminoácido de la
cadena beta. La Hb S oxigenada es mucho menos soluble que la Hb A oxigenada; forma un gel
semisólido que hace que los eritrocitos sufran una deformación falciforme (drepanocitos) en
lugares de baja PO2. Los eritrocitos distorsionados, poco flexibles, se adhieren al endotelio
vascular y taponan las pequeñas arteriolas y los capilares, con el consiguiente infarto. La
vasooclusión también causa lesión endotelial, lo que resulta en inflamación y puede conducir a
trombosis. Como los drepanocitos son frágiles, el traumatismo mecánico de la circulación causa
hemólisis (véase Generalidades sobre la anemia hemolítica). La hiperactividad medular crónica
compensatoria deforma los huesos.
Exacerbaciones agudas
Las exacerbaciones agudas (crisis) son intermitentes y, a menudo, se producen sin ninguna
razón conocida. En algunos casos, la crisis parece precipitarse por
Fiebre
Infección viral
Traumatismo local
La crisis vasoclusiva (crisis dolorosa) es el tipo más común; es causada por isquemia, hipoxia e
infarto tisular, en general óseo, pero también esplénico, pulmonar o renal.
Las crisis aplásicas aparecen cuando la eritropoyesis medular se enlentece en caso de infección
aguda secundaria a parvovirus humano, durante la cual puede haber eritroblastopenia aguda.
El síndrome torácico agudo se debe a la oclusión microvascular pulmonar y es una causa de
muerte frecuente, con tasas de mortalidad de hasta el 10%. Se observa en todos los grupos
etarios, pero es más frecuente en la infancia. Los episodios reiterados predisponen a
hipertensión pulmonar crónica.
La crisis de secuestro típicamente ocurre en niños, cuyo bazo aún no se ha vuelto fibrótico
debido a infartos esplénicos repetidos. El secuestro agudo de células falciformes en el bazo
exacerba la anemia.
El secuestro hepático puede ocurrir en niños o adultos, causando dolor en el cuadrante superior
derecho. Puede producirse un agrandamiento rápido del hígado.
En los hombres jóvenes, es muy frecuente el priapismo, una complicación grave que puede
causar disfunción eréctil.
Complicaciones
El daño esplénico crónico puede generar un autoinfarto y aumenta la susceptibilidad a la
infección, en particular infecciones neumocócicas y por Salmonella (incluida osteomielitis por
Salmonella). Estas infecciones son especialmente frecuentes en la primera infancia y pueden
provocar la muerte.
La isquemia recurrente y el infarto pueden causar disfunción crónica de múltiples sistemas
orgánicos diferentes. Las complicaciones incluyen accidente cerebrovascular isquémico,
convulsiones, necrosis avascular de las caderas, defectos de concentración renal, enfermedad
convulsiones, necrosis avascular de las caderas, defectos de concentración renal, enfermedad
renal crónica, insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar, fibrosis pulmonar y retinopatía.
Heterocigotos
Los pacientes que son heterocigotos (Hb AS) no experimentan hemólisis ni crisis dolorosas. Sin
embargo, sí tienen un mayor riesgo de enfermedad renal crónica y embolia pulmonar. Además,
puede ocurrir rabdomiólisis y muerte súbita durante el ejercicio agotador sostenido. Es
frecuente la menor capacidad de concentración de la orina (hipostenuria). Puede haber
hematuria unilateral (por mecanismos desconocidos y, en general, del riñón izquierdo), pero es
autolimitada. Es posible observar necrosis papilar renal típica, pero es menos frecuente que en
los pacientes homocigotos y existe una asociación con el extremadamente raro carcinoma
medular de riñón.

Signos y síntomas
  
La mayoría de los síntomas afectan solo a pacientes homocigotos y se deben a
Anemia
Eventos vasooclusivos que provocan isquemia e infarto
Por lo general, la anemia es grave, pero varía mucho entre los pacientes y suele ser compensada;
son comunes la ictericia leve y la palidez.
La hepatoesplenomegalia es frecuente en los niños pero, dados los infartos reiterados y la
consiguiente fibrosis (autoesplenectomía), el bazo suele estar atrofiado en los adultos. Es común
la cardiomegalia y los soplos eyectivos sistólicos (flujo). Son frecuentes la colelitiasis y las úlceras
crónicas en sacabocados alrededor de los tobillos.
Las crisis vasoclusivas dolorosas causan dolor intenso en los huesos largos, las manos y los pies,
la espalda y las articulaciones. El dolor en la cadera puede deberse a necrosis avascular de la
cabeza femoral. El dolor abdominal intenso puede acompañarse o no de vómitos, y suele
asociarse con dorsalgia y artralgias.
El síndrome torácico agudo se caracteriza por fiebre, dolor torácico e infiltrados pulmonares de
comienzo súbito. Puede seguir a una neumonía bacteriana. La hipoxemia puede manifestarse
rápidamente y causar disnea.

Diagnóstico
  
Estudios de DNA (diagnóstico prenatal)
Frotis de sangre periférica
Estudios de solubilidad
Electroforesis de hemoglobina (o enfoque isoeléctrico en capa fina)
El tipo de estudio realizado depende de la edad del paciente. Los estudios de DNA pueden
utilizarse para el diagnóstico prenatal o para confirmar un diagnóstico del genotipo del
drepanocito. La mayoría de los estados de Estados Unidos cuentan con programas de detección
en recién nacidos basados en electroforesis de hemoglobina. La detección y el diagnóstico en
niños y adultos consiste en examen del frotis periférico, pruebas de solubilidad de la
hemoglobina y electroforesis de la hemoglobina.
Detección prenatal
Detección prenatal
La sensibilidad del diagnóstico prenatal ha mejorado mucho con la tecnología de PCR
(polymerasechain reaction). Se la recomienda para las familias con riesgo de drepanocitosis (p.
ej., parejas con antecedentes personales o familiares o con antecedentes étnicos sugestivos).
Pueden obtenerse muestras de DNA por biopsia de vellosidades coriónicas a las 10-12 semanas
de gestación. También se puede investigar el líquido amniótico a las 14-16 semanas. El
diagnóstico es importante para el asesoramiento genético.
Pruebas de cribado neonatal
En la actualidad, se recomienda el estudio universal que consiste, frecuentemente, en alguna de
una serie de pruebas de detección sistemática neonatal. Para distinguir entre las hemoglobina F,
S, A y C, las pruebas recomendadas son electroforesis de hemoglobina usando acetato de
celulosa o agar citrato ácido, enfoque isoeléctrico en capa fina o fraccionamiento de
hemoglobina por cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC). Puede ser necesario repetir
las pruebas a los 3-6 meses de edad para confirmar el diagnóstico. Los estudios de solubilidad
para Hb S no son fiables durante los primeros meses de vida.
Detección y diagnóstico en niños y adultos
Los pacientes con antecedentes familiares de drepanocitosis o rasgo drepanocítico deben ser
estudiados con frotis periférico, pruebas de solubilidad de hemoglobina y electroforesis de
hemoglobina.
Los pacientes con signos o síntomas sugestivos del trastorno o sus complicaciones (p. ej., escaso
crecimiento, dolor óseo agudo y sin causa reconocida, necrosis aséptica de la cabeza femoral,
hematuria sin causa reconocida) y pacientes de raza negra con anemia normocítica (en
particular, si hay hemólisis) requieren pruebas de laboratorio para anemia hemolítica,
electroforesis de hemoglobina y examen de eritrocitos para detectar deformación falciforme. Si
hay drepanocitosis, el recuento de eritrocitos suele ser entre 2 y 3 millones/microL (2 y 3 x
1012 /L) con reducción proporcional de Hb; las células son normocíticas (la microcitosis sugiere
una alfa- o beta-talasemia coexistente). En sangre periférica, aparecen eritrocitos nucleados, y es
frecuente la reticulocitosis ≥ 10%. Los frotis teñidos y secos pueden mostrar drepanocitos (forma
semilunar, a menudo con extremos elongados o puntiagudos).

Drepanocitos

CON AUTORIZACIÓN DEL EDITOR.


PUBLICADO POR TEFFERI A, LI C. EN
ATLAS OF CLINICAL HEMATOLOGY.
EDITADO POR JO ARMITAGE.
PHILADELPHIA, CURRENT MEDICINE,
2004.

El estado homocigoto se diferencia de otras hemoglobinopatías drepanocíticas por la


electroforesis, que muestra sólo Hb S con una cantidad variable de Hb F. El heterocigoso se
diferencia por la presencia de más Hb A que Hb S en la electroforesis Debe distinguirse la
diferencia por la presencia de más Hb A que Hb S en la electroforesis. Debe distinguirse la
hemoglobina S de otras hemoglobinas con un patrón electroforético similar que muestre la
morfología patognomónica de los eritrocitos.
No se realiza un estudio de médula ósea para el diagnóstico. Si se lo necesita para diferenciar
otras anemias, se puede ver hiperplasia, con predominio de normoblastos; la médula ósea
puede tornarse aplásica durante la deformación falciforme o las infecciones graves. La
eritrosedimentación, si se determina para descartar otros trastornos (p. ej., artritis reumatoide
juvenil que causa dolor en manos y pies), es baja.
Los hallazgos incidentales en las radiografías pueden consistir en ensanchamiento de los
espacios diploicos del cráneo y un aspecto en rayos de sol de las trabéculas diploicas. A
menudo, los huesos largos presentan adelgazamiento cortical, densidades irregulares y
neoformación ósea dentro del conducto medular.
La hematuria sin causa reconocida, aun en pacientes en quienes no se sospecha drepanocitosis,
debe instar a considerar rasgo drepanocítico.
Evaluación de las exacerbaciones
Si los pacientes con diagnóstico de drepanocitosis tienen exacerbaciones agudas, como dolor,
fiebre u otros síntomas de infección, se considera una crisis aplásica, y se realizan un
hemograma completo y un recuento de reticulocitos. El recuento de reticulocitos < 1% sugiere
una crisis aplásica, en particular cuando la hemoglobina desciende por debajo de la
concentración habitual del paciente. En una crisis dolorosa sin aplasia, aumenta el recuento de
leucocitos, a menudo con una desviación a la izquierda, en particular durante la infección
bacteriana. El recuento de plaquetas generalmente aumenta, pero puede disminuir en el
síndrome torácico agudo. Si se mide, la bilirrubina sérica suele estar elevada (p. ej., 2-4 mg/dL
[34-68 micromol/L]), y la orina puede contener urobilinógeno.
En pacientes con dolor torácico o dificultad respiratoria se deben tener en cuenta el síndrome
torácico agudo y la embolia pulmonar; hay que realizar una radiografía de tórax y una oximetría
de pulso. Debido a que el síndrome torácico agudo es la principal causa de muerte en la
enfermedad de células falciformes, el reconocimiento y el tratamiento temprano son
fundamentales. La hipoxemia o los infiltrados parenquimatosos pulmonares en la radiografía de
tórax sugieren un síndrome torácico agudo o una neumonía. La hipoxemia sin infiltrados
pulmonares sugiere una embolia pulmonar.
En pacientes con fiebre se debe tener en cuenta la infección y el síndrome torácico agudo; se
realizan radiografías de tórax y otros estudios diagnósticos apropiados.

Pronóstico
  
La expectativa de vida de los pacientes homocigotos ha aumentado sostenidamente hasta > 50
años. Las causas frecuentes de muerte son el síndrome torácico agudo, las infecciones
intercurrentes, las embolias pulmonares, el infarto de un órgano vital y la enfermedad renal
crónica.

Tratamiento
  
Antibióticos de amplio espectro (en caso de infección)
Analgésicos e hidratación IV (en crisis dolorosas vasooclusivas)
En ocasiones, transfusiones
Vacunaciones, suplementos de ácido fólico e hidroxiurea (para el mantenimiento de la
salud)
La terapia consiste en medidas habituales de mantenimiento de la salud, así como en el
tratamiento específico de las complicaciones a medida que aparecen. El tratamiento de las
complicaciones es de sostén. No existe ningún fármaco antidrepanocítico eficaz in vivo. La
esplenectomía carece de utilidad.
Las indicaciones de internación son una presunta infección grave (incluida sistémica), la crisis
aplásica, el síndrome torácico agudo y a menudo el dolor resistente al tratamiento o la
necesidad de transfusión. La fiebre sola puede no ser un motivo de hospitalización. Sin
embargo, debe internarse los pacientes que impresionan comprometidos y tienen una
temperatura > 38° C, de manera que puedan obtenerse los cultivos de múltiples zonas y
administrarse antibióticos IV.
Antibióticos
Los pacientes con presuntas infecciones bacterianas graves o síndrome torácico agudo
requieren de inmediato antibióticos de amplio espectro.
Analgésicos
Las crisis dolorosas se tratan con administración generosa de analgésicos, en general opiáceos.
La morfina IV (continua o en bolo) es eficaz y segura; es preferible evitar la meperidina. Durante
las crisis, el dolor y la fiebre pueden persistir hasta por 5 días. Los medicamentos
antiinflamatorios no esteroides a menudo son útiles para reducir los requerimientos de
opioides; sin embargo, deben usarse con precaución en pacientes con enfermedad renal.
Hidratación intravenosa
Si bien la deshidratación contribuye a la deformación falciforme y puede precipitar una crisis, no
se sabe con certeza si la hidratación enérgica es útil durante las crisis. No obstante, mantener
una volemia normal ha sido el pilar del tratamiento.
Transfusión
En muchas situaciones se usa la transfusión, aunque no se ha demostrado su eficacia. Sin
embargo, la terapia transfusional crónica está indicada para la prevención de trombosis cerebral
recurrente, especialmente en niños en un esfuerzo por mantener el porcentaje de HbS menor
del 30%.
En el contexto agudo, las indicaciones específicas para la transfusión incluyen
Secuestro esplénico agudo
Crisis aplásicas
Signos o síntomas cardiopulmonares (p. ej., insuficiencia cardíaca de alto gasto, hipoxemia
con PO2 < 65 mmHg)
Uso preoperatorio
Priapismo
Eventos potencialmente letales que se beneficiarían con una mejor administración de
oxígeno (p. ej., sepsis, infección grave, síndrome torácico agudo, accidente cerebrovascular,
g (p j p g g
isquemia aguda de órganos)
A veces, embarazo
La transfusión no es útil durante una crisis dolorosa no complicada.
Se puede realizar una transfusión simple cuando el objetivo es corregir la anemia, como durante
la crisis aplásica o el secuestro esplénico o hepático. La exanguinotransfusión se realiza durante
eventos agudos graves como el síndrome torácico agudo o un accidente cerebrovascular para
disminuir el porcentaje de Hb S y prevenir la isquemia. Se puede realizar con modernos
aparatos de aféresis. Si la hemoglobina inicial es baja (< 7 g/dL [< 70 g/L]), este proceso no puede
iniciarse antes de transfundir, primero, eritrocitos. La exanguinotransfusión parcial minimiza la
acumulación de hierro y la hiperviscosidad.
Tratamientos curativos
El trasplante de células madre hematopoyéticas sigue siendo el único tratamiento eficaz para la
enfermedad drepanocítica. Debido a los riesgos asociados con esta terapia, generalmente se
restringe a pacientes con complicaciones avanzadas de la enfermedad.
La terapia génica o las técnicas de edición génica que reducen la cantidad de Hb S se
encuentran actualmente en ensayos clínicos. Este campo está evolucionando rápidamente y el
uso de la terapia de células madre para tratar la enfermedad de células falciformes
probablemente se expandirá en el futuro cercano.
Mantenimiento de la salud
Para el tratamiento a largo plazo, las siguientes intervenciones han reducido la mortalidad, en
particular durante la infancia:
Vacunas contra neumococo, Haemophilus influenzae, gripe (a virus inactivados, no vivos) y
meningococo
Indentificación y tratamiento tempranos de infecciones bacterianas graves
Profilaxis antibiótica, incluida profilaxis continua con penicilina oral de los 4 meses a los 6
años de edad
Uso de suplementos de hidroxiurea y ácido fólico
Por lo general, se prescribe ácido fólico suplementario, 1 mg por vía oral 1 vez al día.
La hidroxiurea, al aumentar la Hb F y por consiguiente reducir los drepanocitos, disminuye las
crisis dolorosas (en un 50%), así como el síndrome torácicio agudo y los requerimientos de
transfusión. Está indicado en pacientes con crisis recurrentes de dolor u otras complicaciones.
La dosis de hidroxiurea es variable y se ajusta sobre la base de los recuentos sanguíneos y los
efectos adversos. La hidroxiurea causa neutropenia y trombocitopenia. También es un
teratógeno, y no debe administrarse a mujeres en edad fértil.
Los estudios de flujo Doppler transcraneano en los niños pueden ayudar a predecir el riesgo de
accidente cerebrovascular, y muchos expertos recomiendan el cribado anual para niños de 2 a
16 años. Los niños con alto riesgo parecen beneficiarse con la exanguinotransfusión crónica
profiláctica para mantener la hemoglobina S < 30% del total de la Hb; la sobrecarga de hierro es
común y debe ser evaluada y tratada.
Recientemente se han puesto a disposición tres fármacos para tratar la drepanocitosis. Tanto la
L-glutamina como el crizanlizumab actúan sobre la vasoclusión y se encontró que disminuyen
las crisis de dolor en estudios controlados y aleatorizados. Voxelotor funciona estabilizando la
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hemoglobina oxigenada y se demostró que aumenta los niveles de hemoglobina. Si bien estos
fármacos se están incorporando actualmente en los regímenes de tratamiento para los
pacientes con células falciformes, los datos sobre su eficacia siguen siendo limitados.

Conceptos clave
  

Los pacientes homocigotos para la hemoglobina S tienen una cadena beta anormal,
lo que resulta en glóbulos rojos frágiles, relativamente inflexibles que pueden tapar
los capilares, y causar un infarto del tejido, que son propensos a la hemólisis y
producen anemia.
Los pacientes tienen varias exacerbaciones agudas que incluyen crisis dolorosas,
crisis de secuestro, crisis aplásticas y el síndrome torácico agudo.
Las consecuencias a largo plazo incluyen hipertensión pulmonar, enfermedad renal
crónica, accidente cerebrovascular, necrosis aséptica, y un mayor riesgo de infección.
Diagnóstico con electroforesis de hemoglobina.
Para las crisis agudas, administrar analgésicos opiáceos para el dolor, comprobar si
hay empeoramiento de la anemia (lo que sugiere una crisis aplásica o de secuestro) y
los signos de síndrome torácico agudo o infección, restaurar el volumen
intravascular normal utilizando solución fisiológica al 0,9% y luego dar líquidos de
mantenimiento.
Prevenir la infección mediante el uso de vacunas y antibióticos profilácticos; limitar
las crisis dolorosas y el riesgo de síndrome torácico agudo administrando
hidroxiurea.

Más información
  
El siguiente es un recurso en inglés que puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es
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