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“Sed”: una aproximación desde la retórica general

Para la realización de las actividades de aprendizaje de la materia Modelos de

interpretación y crítica de la poesía contemporánea, escogí el poema “Sed” –que

aparece completo en el anexo que acompaña a este trabajo–, perteneciente al libro

Habitante de la nada (1959), de Susana Thénon. En esta primera entrega propongo la

identificación del grado cero, metáboles y ethos para revelar una forma de especificidad

estructural del poema elegido.

Siguiendo el orden de análisis que propone el Grupo , comienzo con la

identificación del grado cero, definido en Retórica fundamental desde dos aristas: una

intuitiva en la que éste es “un discurso ingenuo>> y sin artificios” (77) y otra de

sentido unívoco en el que “Se puede, igualmente concebir el grado cero como el límite

hacia el cual tiende, voluntariamente, el lenguaje científico” (77). Siguiendo el

razonamiento anterior, los semas que conforman el grado cero del poema de Thénon son

sed y castigo, –que, al final, conforman un sema indirecto que es la carencia– ya que –

como se verá más adelante en el plano de los metaplasmos y metataxis– el texto, en

general, gira en torno a la desviación y entrelazamiento de estos semas.

El poema trabaja mayormente en función del uso de metaplasmos, ya que

se identificaron 25 incurrencias en este nivel, además, con una tendencia total a

la adjunción mediante el uso de signos de puntuación –coma, dos puntos y

seguido, puntos y punto final–, aunadas al uso correcto de mayúsculas al

principio de cada verso y después de los puntos y aparte (versos 4, 8, 11 y 15).

Lo anterior puede traducirse como una apuesta por la legibilidad y la sensación

de orden que la estructura del texto expone. De tal manera que el poema

mantiene un código de lectura apegado a las normas tradicionales


gramaticalmente hablando. Sin embargo, algunos de estos procesos de adjunción

se transforman deliberadamente en desvíos gracias a la aliteración de los

fonemas /s/ (título, verso 1 con 3 apariciones, verso 3 con 4 apariciones), /a/

(verso 1 con 3 apariciones, verso 2 con 6 apariciones, verso 4 con 8 apariciones,

verso 5 con dos apariciones, verso 11 con 7 apariciones y verso 15 con 4

apariciones) y, finalmente el fonema /l/ en el verso 5 con dos apariciones

contiguas. Por otra parte, la rima asonante compuesta de forma casi indirecta,

debido a la distancia que guarda entre versos (6, 11 y 15) confiere al poema un

ritmo presente, aunque atenuado.

En el plano de la metataxis se identificaron 18 incursiones, 15 de ellas

por supresión –una en cada verso– y, además, componen el primer desvío

evidente en el texto: el encabalgamiento en los 15 versos que conforman al

poema, fenómeno que se relaciona directamente con otro tipo de metataxis por

adjunción que es la métrica, pues se identificó un equilibrio entre versos de arte

mayor y menor con una preponderancia al uso de heptasílabos (versos 7, 9, 10,

12 y 13) y eneasílabos (versos 1, 3, 4 y 15). Otro tipo de metataxis por adjunción

es el paralelismo conformado por los versos 8 y 11: “Si un castigo has creado

[…] Si un castigo has creado” (64), figura que otorga orden y continuidad al

poema. Por último, hay metataxis por permutación en el siguiente hipérbaton:

“Mucho tiempo hace que la sal/ha fondeado en tu entraña”, figura que crea una

atmósfera de solemnidad sobre el inminente paisaje yermo de lo expresado.

En cuanto a los metasememas, su aparición es menor (4 incursiones),

pero no por ello su presencia es menos potente. En primer lugar, se localizan dos

metasememas por supresión. Se trata de 3 comparaciones que emplean el

genitivo para crear un símil. Los dos primeros recaen directamente en el cambio
de percepción de la palabra sed, abriendo su significado más allá de lo literal. El

primero se encuentra en el verso 3: “tuya es la sed de los veranos” (64); el

segundo, en el verso siguiente: “[…]la garganta del mediodía” (64). La cercanía

entre estos metasememas acentúa el desvío que opera en el sema sed ya que

hacen evidente el proceso de resignificación de la palabra, que ya no se refiere

solamente a la falta de agua en el cuerpo. El tercer metasemema por supresión

comparativa está en el verso 8: “el rojo labio de nuestros actos impunes”.

Aunque ya no comporta en su estructura la palabra sed, sirve de introducción al

sema del castigo. Un último metasemema por supresión-adjunción es el

oxímoron formado en los versos 10 y 11: “… [silencio/que grita]” (64). La

evidente cercanía entre estas dos palabras contrarias efectivamente crea un

nuevo significado y opera en la subjetividad del poema como un mecanismo de

apertura de la imagen poética.

Por último, en nivel de los metalogismos hay tres procedimientos por

adjunción: dos hipérboles y un pleonasmo. La primera está compuesta por los

dos primeros versos: “Sé que tu sed se ha dilatado/más allá del lejano hilo de

agua” (4), promoviendo una idea de sed insuperable. La otra se encuentra en el

verso 11: “[…] más alto que las palabras” (64). Ambas comparten la superación

del límite. Finalmente, el pleonasmo abarca los versos que van del 5 al 8:

“Mucho tiempo hace que la sal/ha fondeado en tu entraña/ y es allí donde

abreva/el rojo labio de nuestros actos impunes”, siendo este metalogismo el más

extenso de los metáboles y funcionando al mismo tiempo como punto de origen

de la tragedia que despliega el poema: una entraña seca.

Finalmente, el ethos del poema se dirige hacia la experiencia subjetiva de

la sed como sinónimo de carencia y el castigo como la única acción posible bajo
ese estado carente en que el locutor presenta al alocutor del poema. De tal

manera que dicho ethos también construye la sensación de derrota que se

intensifica en las dos últimas estrofas del poema y que son, al mismo tiempo las

que introducen el paralelismo sintáctico.


Bibliografía.

Beristáin, Helena. Diccionario de retórica y poética. Porrúa, 2001.

Grupo . Retórica general. Paidós, 1987.

Osorio de Ita, Gustavo. “Fundamentos de la neoretórica” (Presentación Power Point).

Thénon, Susana. La morada imposible. Corregidor, 2012.


Anexo.

“Sed”

(1)Sé que tu sed se ha dilatado


(2)más allá del lejano hilo de agua:
(3)tuya es la sed de los veranos,
(4)la que anida en la garganta del mediodía.
(5)Mucho tiempo hace que la sal
(6)ha fondeado en tu entraña
(7)y es allí donde abreva
(8)el rojo labio de nuestros actos impunes.

(9)Si un castigo has creado


(10)es el de tu silencio
(11)que grita más alto que las palabras.

(12)Si un castigo has creado


(13)es el de permanecer
(14)como una ciega
(15)en una selva de miradas.

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