NO HAY SUEÑOS IMPOSIBLES

El amor es la magia que nos permite creer que no hay sueños imposibles. El amor es el
tesoro anhelado, la hermosa perla que nos convierte en exploradores incansables del
mundo. El amor es la esperanza que nos invita a buscar la mano que armonizará con las
formas de la nuestra; los ojos que reflejen el color más puro de las almas que se besan. El
amor es el deseo de compartir junto al alma gemela una caricia, un atardecer, una brisa...
El amor entre dos personas que eligen estar juntas también es transformar la cotidiana
expresión de la vida en asombros infinitos.

Poncho es un explorador, un buscador acérrimo de espacios que dan forma a la belleza. Esa
fue y es la impresión que en mí prevalece de su ser desde que visitamos junto a personas
queridas la colección Menill y nos reconocimos en este espacio como buscadores todos.
¿Buscadores exactamente de qué? De la belleza de las cosas simples, de la sonrisa inquieta
de nuestros hijos por la mañana, del amor definitivo que nos acompañará, incluso cuando
las arrugas salgan...

Hoy Poncho descubre la posibilidad de la felicidad en Caro y juntos harán de la vida en

pareja un nuevo territorio en el que el cariño, la pasión y la lealtad harán florecer los
senderos de su nuevo camino juntos .

Caro, Poncho:
Que la vida les otorgue tesoros como la risa compartida, los abrazos largos en los
atardeceres de verano y el amor que entrelaza espíritus como el de Poncho y Caro para que
juntos hagan echen raíces en el territorio fecundo que significa formar una familia.

Con mi cariño incondicional,

Mafalda