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Shock
F.J. Montero Pérez, F. Gracia García, J.M. Torres Murillo,
J.M. Dueñas Jurado, M.J. Clemente Millán y L. Jiménez Murillo
TRATAMIENTO
Los objetivos terapéuticos en las primeras 6 horas son maximizar la oxi-
genación, establecer una adecuada ventilación, normalizar la alteración
hemodinámica y tratar la causa del shock.
Aunque la estrategia terapéutica encaminada a conseguir unos
determinados objetivos cuantitativos no ha demostrado mejorar la
supervivencia, a título orientativo estos son los siguientes:
• PaO 2 >60 mmHg o, idealmente, saturación venosa central (cava
superior) ≥70%, o saturación venosa mixta ≥65%.
• Presión arterial sistólica (PAS) por encima de 90 mmHg o presión
arterial media (PAM) igual o superior a 65 mmHg.
• Diuresis
Presión venosa central (PVC) entre 10 y 15 cmH2O.
• Corrección>1 ml/kg/h.
• tración séricadedela acidosis
lactato.
metabólica y normalización de la concen-
MEDIDAS GENERALES
• Canalización de dos vías venosas periféricas con Abocath del n.° 14.
Si no puede canalizarse una vena periférica, el acceso alterna
tivo transitorio es una vía intraósea, por ser más rápido que la vía
venosa central. Tan pronto se disponga de las garantías de seguridad
adecuadas, debe intentarse una vía venosa central (yugular, subclavia
o femoral).
• Monitorización continua de la presión arterial y del ritmo y la
frecuencia cardíacos.
• Monitorización continua de la saturación periférica de oxígeno
(SpO2), medida por pulsioximetría.
• Sondaje vesical, con medición de la diuresis horaria.
• Medición horaria de la PVC.
2. Urgencias cardiovasculares
• La colocación del paciente en posición de Trendelenburg en caso
de shock hipovolémico no está indicada actualmente, por su escaso y
transitorio beneficio hemodinámico, y por sus posibles efectos
secundarios (ansiedad, compromiso de la ventilación, aumento de
la presión intracraneal, aumento de la presión intratorácica que
disminuye el retorno venoso cardíaco, posibilidad de aspiración
broncopulmonar, etc.).
TRATAMIENTO REANIMADOR
Simultáneamente a las medidas generales se inicia el tratamiento de
reanimación basado en el A-B-C-D, encaminado a asegurar la permea-
bilidad de la vía aérea (A), mejorar la oxigenación y la ventilación (B),
corregir el deterioro hemodinámico (C) y tratar el dolor (D).
Dopamina
La dopamina (ampollas con 200 mg) se administra inicialmente en dosis
de 5 µg/kg/min, por vía intravenosa, para lo cual se diluye 1 ampolla
(200 mg) en 250 ml de solución glucosada al 5% y se infunde a una
2. Urgencias cardiovasculares
velocidad de 10 gotas/min (30 ml/h) para un paciente con un peso de
70 kg. Esta dosis puede incrementarse progresivamente hasta conseguir
una PAS superior a 90 mmHg o una diuresis mayor de 35 ml/h, hasta un
máximo de 20 µg/kg/min, es decir, 40 gotas/min (120 ml/h).
Noradrenalina
La noradrenalina (ampollas con 10 mg) se administra inicialmente en
dosis de 0,05 µg/kg/min, por vía intravenosa, para lo cual se diluye
1 ampolla (10 mg) en 250 ml de solución glucosada al 5% y se infunde a
una velocidad de 2 gotas/min (6 ml/h) para un paciente con un peso de
70 kg. Esta dosis puede incrementarse progresivamente hasta una dosis
máxima de 0,5 µg/kg/min, es decir, 18 gotas/min (54 ml/h).
Adrenalina
La adrenalina (ampollas con 1 mg al 1/1000) se administra inicialmente
en dosis de 0,05 µg/kg/min, por vía intravenosa, para lo cual se diluyen
9 ampollas (9 mg) en 250 ml de solución glucosada al 5% y se infunde
a una velocidad de 2 gotas/min (6 ml/h) para un paciente con un peso
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Dobutamina
La dobutamina (ampollas con 250 mg) se administra inicialmente
en dosis de 5 µg/kg/min, por vía intravenosa, para lo cual se dilu-
ye 1 ampolla (250 mg) en 250 ml de solución glucosada al 5% y se
infunde, para un paciente con un peso de 70 kg, a una velocidad de
7 gotas/min (21 ml/h). Esta dosis puede incrementarse hasta un máxi-
mo de 20 µg/kg/min, es decir, 28 gotas/min (84 ml/h) de la solución
preparada. Está contraindicada si la PAS es <80 mmHg.
TRATAMIENTO ESPECÍFICO
Shock cardiogénico
Se aplica el mismo tratamiento general y reanimador antes descrito,
a excepción de la administración de cargas de volumen, que están
contraindicadas (excepto en el infarto de ventrículo derecho), ya que
pueden agravar este tipo de shock. Asimismo, en cuanto al tratamiento
vasopresor es preferible la noradrenalina a la dopamina por la menor
incidencia de arritmias y la menor mortalidad. El tratamiento etiológico
del shock cardiogénico (infarto agudo de miocardio, arritmias, etc.) se
describe en los capítulos 7 a 11.
Shock hipovolémico
Se aplican las mismas medidas generales y reanimadoras descritas ante-
riormente, con especial hincapié en la infusión de líquidos, y se valora
la respuesta mediante la presión arterial, la diuresis y la PVC. Cuando la
hipovolemia es secundaria a pérdida hemática y el hematocrito es <27%,
se administran hematíes o, en su defecto, sangre total.
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Capítulo 4 Shock 53
Shock obstructivo
Se administra el tratamiento general y reanimador ya descrito, a la vez
que se trata la causa desencadenante (taponamiento cardíaco, trombo
embolia pulmonar, neumotórax a tensión), que se describe en los capí
tulos 14, 22 y 27 respectivamente.
Shock anafiláctico
Además de continuar con las medidas generales y reanimadoras ya
comentadas, el tratamiento farmacológico del shock anafiláctico se basa
en la administración de los fármacos que se comentan a continuación.
Adrenalina
• La
2. Urgencias cardiovasculares
adrenalina (ampollas de 1 ml con 1 mg al 1/1000) es el fármaco
de primera elección en el tratamiento del shock anafiláctico. Se
administra en dosis de 0,4 ml (0,4 mg) por vía intramuscular. Si no
hay mejoría, puede repetirse la dosis con intervalos de 20 minutos,
hasta un máximo de tres dosis.
• En los casos muy graves debe utilizarse la vía intravenosa, adminis-
trando la misma dosis al 1/10.000, para lo cual se diluye 1 ampolla
de 1 mg en 9 ml de solución salina fisiológica y se administran dosis
de 4 ml (0,4 mg), que pueden repetirse cada 10 minutos hasta
un máximo de 3 dosis.
• Si no hay respuesta, o si esta es transitoria, se administra adrenalina
en infusión intravenosa continua, para lo cual se diluyen 3 ampo-
llas (3 mg) del fármaco en 250 ml de solución glucosada al 5% y
se infunde a un ritmo de 1-10 µg/min, es decir, 5-50 µgotas/min
(5-50 ml/h), empezando por 1 µg/min (5 ml/h) e incrementando
1 µg/min cada 5 minutos hasta obtener la respuesta deseada. Si no es
posible disponer de una vía venosa, la administración de adrenalina
puede realizarse en el plexo venoso de la base de la lengua o por vía
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Antihistamínicos
La dexclorfeniramina (ampollas con 5 mg), antihistamínico H1, se
administra en dosis de 5 mg/8 h por vía intravenosa o intramuscular,
asociada a antihistamínicos H2, como ranitidina (ampollas con 50 mg),
en dosis de 50 mg/8 h por vía intravenosa.
Corticoides
Los corticoides, como la metilprednisolona (viales con 40, 125, 500 y
1000 mg) se administran en dosis inicial de 125 mg en bolo intravenoso,
para continuar posteriormente con 40 mg/6 h por vía intravenosa, en
función de la respuesta clínica. Debe recordarse que el efecto máximo
de los corticoides aparece a las 6 horas de su administración, por lo que
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54 Capítulo 4 Shock
Shock séptico
Resucitación inicial
• Este tipo de shock precisa la administración de cargas de volumen
con solución salina fisiológica y fármacos vasopresores en la dosis
referida, de los que la noradrenalina es de elección.
• Si1 hora a
persiste la hipotensión (PAS <90 mmHg) durante más de
pesar de estas medidas, se recomienda la administración
de corticoides, como hidrocortisona (viales con 100 y 500 mg), en
dosis máxima de 100 mg/8 h, por vía intravenosa, durante 5-7 días.
• Si el paciente presenta unos valores séricos de lactato ≥4 mmol/l
se requiere igualmente reposición de volumen, aunque la presión
arterial sea normal.
Tratamiento antibiótico
Es fundamental la administración de la primera dosis intravenosa del
antibiótico elegido lo más pronto posible (de elección en la primera
hora tras el establecimiento del diagnóstico), tomando como base los
datos clínicos recogidos, sin esperar a extraer las muestras para cultivos.
Inicialmente, la elección del fármaco se hace de forma empírica en
función de las características del paciente, los microorganismos más
probables, el foco de sepsis y su adquisición fuera o dentro del hos-
pital. En el shock séptico sin foco evidente, los patógenos implicados
con más frecuencia son enterobacterias (Escherichia coli, Klebsiella),
Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus; menos frecuentes son
otros bacilos gramnegativos, Neisseria meningitidis, Streptococcus spp.,
Enterococcus spp., estafilococo coagulasa negativo, Clostridium spp. y
Candida spp.
Como norma general, salvo que exista una clara identificación
del foco séptico, en cuyo caso se remite al lector a la antibioticoterapia
indicada en los capítulos respectivos, el tratamiento empírico dependerá
de que se trate de una de las siguientes circunstancias:
• Origen extrahospitalario y sin tratamiento previo: puede emplear-
se la asociación de meropenem o piperacilina-tazobactam con
amikacina. Si el paciente tiene antecedentes de colonización por
S. aureus resistente a la meticilina (SARM), es mayor de 65 años
y procede de una residencia geriátrica con endemia de SARM, se
halla en programa de hemodiálisis o la prevalencia de SARM en la
comunidad es alta, debe considerarse la adición de un antibiótico
activo frente a SARM (linezolid o daptomicina).
• Origen intrahospitalario o paciente con tratamiento antibiótico
previo: puede emplearse la asociación de meropenem, amikacina
y linezolid o daptomicina.
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Capítulo 4 Shock 55
2. Urgencias cardiovasculares
diluidos en 50 ml de solución salina fisiológica e infundidos en
30 minutos.
Otros antibióticos, preparados y dosis utilizadas por vía intravenosa
en los pacientes con sepsis grave o shock séptico son:
• Vancomicina (viales con 500 mg y 1 g), en dosis de 1 g/12 h, diluido
en 100 ml de solución salina fisiológica e infundido en 60 minutos.
• Teicoplanina (viales con 200 y 400 mg), en dosis de 400 mg/12 h,
hasta tres dosis consecutivas, continuando con 400 mg/24 h los días
sucesivos.
• Ceftriaxona (viales intravenosos con 1 y 2 g), en dosis de 2 g/24 h.
• Cefepima (viales intravenosos con 1 y 2 g), en dosis de 2 g/12 h.
• Tobramicina (bolsas y frascos de 100 ml con 100 mg), en dosis única
diaria de 5 mg/kg (para un paciente de 70 kg, aproximadamente,
350 mg/24 h) infundidos en 20 minutos.
Control del foco séptico
Después de la resucitación inicial y del tratamiento antibiótico, el tercer
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• Administración
<180 mg/dl.
de insulina intravenosa para mantener una glucemia