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“UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL PERÚ”

Docente:

Brayan Marco Ortega Gonzales

Tarea Académica:

“Informe sobre el análisis de la sentencia Exp. 04650-2007 “

Integrantes:

Carbajal Inca, Frank Marco

Calderón Chalco, Gabriel Alejandro

Condori Mamani, Estefany Nataly

De la Cruz Pari, Vivian Fernanda

Huamani Quilluya, Evelyn Jenny

Justo Aymachoque, Naomi Liz

Leon Canaza, Paul Crisber

Malaga Chavez, Merly Cinthya

Pacheco Guzman, Susana Del Rosario

Peña Mendoza, Dennis Sandro

AREQUIPA

2022
Índice

1. Introducción.....................................................................................................................1

2. Marco Teórico.................................................................................................................3

3. Cuerpo.............................................................................................................................6

3.1. Análisis del Antecedente:.........................................................................................6

3.2. Análisis de los Fundamentos:...................................................................................7

3.2.1. Fundamento 1:...................................................................................................7

3.2.2. Fundamento 2:...................................................................................................9

3.2.3. Fundamento 3:.................................................................................................10

3.2.4. Fundamento 4:.................................................................................................12

3.2.5. Fundamento 5..................................................................................................14

3.2.6. Fundamento 6..................................................................................................16

3.2.7. Fundamento 7..................................................................................................16

3.2.8. Fundamento 8..................................................................................................18

4. Bibliografía....................................................................................................................20
1. Introducción

Este informe busca analizar los distintos puntos teóricos y prácticos de la sentencia del

TC Exp. N°. 04650-2007- PA; referidos al recurso de agravio constitucional interpuesto

por Cooperativa de Ahorro y Crédito de Sub-Oficiales de la Policía Nacional del Perú

“Santa Rosa de Lima Ltda.”, contra la sentencia de la Sala de Derecho Constitucional y

social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fojas 39 del segundo cuaderno,

su fecha 9 de mayo de 2007, que declaró improcedente la demanda de autos.

En esta sentencia tendremos puntos clave para su mismo desarrollo, estas son la

contextualización de derechos constitucionales, derecho al debido proceso y la tutela

procesal efectiva, además que analizaremos la efectividad de un amparo contra amparo y

la aplicación del precedente vinculante.

Un primer concepto concerniente a los derechos constitucionales es que estos son los

que permiten una adecuada relación entre ciudadano y Estado. Sin embargo, los

derechos constitucionales van más allá de dicho concepto, es así que: Según el autor

Roberth Alexy estos “han adquirido un efecto de irradiación sobre todo el ordenamiento

jurídico, lo que ha derivado en la ubicuidad de los derechos constitucionales”. Es decir

que estos tendrán la capacidad de ser usados y requeridos en todo momento y lugar.

Dentro del ordenamiento procesal constitucional el amparo contra amparo será aquella

modalidad de “acción de garantía ejercida contra resoluciones judiciales, con la

particularidad que sólo protege los derechos constitucionales que conforman el debido

proceso y la tutela jurisdiccional efectiva”. Comprendamos entonces que una

interposición de una demanda de amparo para enervar lo dado en otro proceso de

amparo, tendrán la necesaria característica de ser usados en los dos puntos,

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mencionados por el Tribunal Constitucional, protección de derechos constitucionales y la

tutela jurisdiccional efectiva.

A continuación, desarrollaremos el informe analizando el marco teórico, los antecedentes

y fundamentos en dicha sentencia.

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2. Marco Teórico

El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de interpretación y control de la


constitucionalidad. Es autónomo e independiente, porque en el ejercicio de sus
atribuciones no depende de ningún órgano constitucional. Se encuentra sometido sólo a
la Constitución y a su Ley Orgánica - Ley Nº 28301. Bajo este contexto, al Tribunal
Constitucional se le ha confiado la defensa del principio de supremacía constitucional, es
decir, como supremo intérprete de la Constitución, cuida que las leyes, los órganos del
Estado y los particulares, no vulneren lo dispuesto por ella. Interviene para restablecer el
respeto de la Constitución en general y de los derechos constitucionales en particular.

De acuerdo al artículo 202 de la Constitución, corresponde al Tribunal Constitucional,


Conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de los procesos de
hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento.

Dentro de los casos que tiene bajo su competencia, tenemos a los Procesos de tutela de
derechos, los cuales tienen por objeto la tutela jurisdiccional de los derechos
constitucionales. Corresponden a este tipo de procesos: el proceso de hábeas corpus, el
proceso de amparo, el proceso de hábeas data y el proceso de cumplimiento.

En el presente caso estamos frente a un proceso de Acción de Amparo, Según lo


establecido en el artículo 200 inciso 2 de la Constitución de 1993, el proceso de amparo
es un instituto procesal que tiene por finalidad proteger los derechos fundamentales no
protegidos por el hábeas corpus, el hábeas data ni el proceso de cumplimiento. Se
constituye en el principal mecanismo de tutela de los derechos constitucionales. Este
protege los otros derechos reconocidos en el artículo 2 de la Constitución, entre los que
se encuentran: el derecho a la vida, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la
libertad de conciencia y religión, el derecho a la igualdad y no discriminación, las
libertades de expresión e información, la libertad de contratación, la libertad de trabajo, el
derecho de propiedad y herencia, identidad, medio ambiente, el trabajo, la salud, la
educación y la seguridad social, así como la libertad de empresa, etc. Además, el artículo
37 del Codigo Procesal Constitucional. enunciativamente complementa y precisa este
listado de los derechos protegidos por el proceso de amparo.

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De acuerdo al Código Procesal Constitucional., antes de interponer la demanda de
amparo es necesario agotar las vías previas administrativas que puedan existir. Estas
deben estar reguladas por la ley y ceñirse al respeto, no solo de la ley sino del debido
proceso (artículo 45). No obstante, el mismo Código Procesal Constitucional. ha previsto
causales de exoneración a dicha obligación.

La demanda puede ser interpuesta por el propio afectado o por su representante


(legitimación activa). Si se trata de la defensa del derecho al medio ambiente u otros
derechos difusos, lo puede hacer cualquier persona o entidades sin fines de lucro cuyo
objeto sea la defensa de esos derechos (artículos 39 y 40). Incluso cualquier persona
puede interponer la demanda en nombre de quien se encuentre imposibilitado de hacerlo,
aun cuando no cuente con representación expresa, a condición de que cuando el
afectado pueda hacerlo ratifique la demanda y las actuaciones procesales efectuadas por
el procurador oficioso (artículo 41).

La demanda, esencialmente, debe contener la identificación del agraviado y de los


derechos lesionados o amenazados, así como los datos de la autoridad o persona que
lesionó o amenazó el derecho y la narración de los hechos que constituyen el acto lesivo
(artículo 42).

El competente es el juez constitucional, civil o mixto del lugar donde se afectó el derecho
o donde tiene su domicilio el afectado, a elección del demandante. Tratándose del amparo
contra resoluciones judiciales, la demanda se interpone como primera instancia ante la
Sala Civil respectiva (artículo 51).

Admitida a trámite la demanda, el juez correrá traslado al demandado con un plazo de


cinco días para que la conteste. Luego de admitida la demanda a trámite, el demandante
puede solicitar medidas cautelares o de suspensión del acto lesivo, para lo cual deberá
acreditar apariencia de derecho, peligro en la demora y que el pedido cautelar sea
adecuado o razonable para garantizar la eficacia de la pretensión, es decir, la protección
del derecho fundamental amenazado o vulnerado (artículo 15).

Con la contestación, el demandado puede proponer excepciones o defensas previas, las


cuales son trasladadas al demandante en el plazo de dos días, luego de los cuales el juez
dictará un auto de saneamiento procesal. El auto de saneamiento procesal puede ser

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apelado por las partes y se concede con efecto suspensivo cuando se acoge alguna
excepción, en caso contrario la apelación no tiene efecto suspensivo.

Luego del saneamiento, el juez tiene cinco días para resolver el fondo de la demanda.
Aunque puede citar a una audiencia a las partes para esclarecer los hechos de la
controversia, el juez puede emitir sentencia en la misma audiencia o dentro de los cinco
días (artículo 53). Si esta es favorable al demandado puede solicitarse su ejecución
inmediata (artículo 22).

La sentencia puede ser apelada dentro de los tres días de notificada, y el expediente se
eleva al superior en grado dentro de los tres días de notificado el concesorio de la
apelación. Recibido el expediente, la sala superior concede un plazo de tres días al
apelante para que exprese agravios. Recibidos o no estos, se corre traslado a la otra
parte señalando fecha y hora para la vista de la causa. Las partes y sus abogados pueden
solicitar hacer uso de la palabra. La sala superior expedirá sentencia dentro de los cinco
días de realizada la vista de la causa (artículos 57 y 58).

Si la sentencia de segunda instancia declara infundada o improcedente la demanda,


dentro de los diez días de notificado, el demandado podrá interponer recurso de agravio
constitucional a fin de que el TC se pronuncie en última y definitiva instancia (artículo
202.2 de la Constitución y artículos 18 y 20 del Código Procesal Constitucional.).

Resuelta la demanda en última instancia, si es declarada fundada retorna al juzgado de


primera instancia que admitió la demanda, a fin de que se decrete la ejecución de lo
ordenado en la sentencia (artículo 59). Si luego de ejecutada la sentencia sobreviniera un
acto sustancialmente homogéneo al declarado lesivo, podrá ser denunciado ante el juez
de ejecución a fin de que se declare la homogeneidad y se amplíe la protección del
amparo, incorporando y ordenando la represión del acto lesivo sobreviniente (artículo 60
del mismo Código Procesal Constitucional.).

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3. Cuerpo

3.1. Análisis del Antecedente:

El 30 de diciembre del 2004 la recurrente realiza una demanda de amparo contra los
vocales integrantes de la tercera sala civil de la corte superior de justicia de Lima,
también a la favorecida en dicho proceso, la señora Rosa Sihuay Mueras de Gutarra,
pidiendo la nulidad y que se deje sin efecto legal la resolución emitida por dicha sala,
aduce a que vulnera sus derechos constitucionales al debido proceso y tutela
procesal efectiva.

Y esto lo defiende mencionando que la beneficiaria de dicha resolución a los 12 días


de haber interpuesto la demanda, solicito el reintegro de sus beneficios laborales,
desde su punto de vista esto volvería improcedente el proceso de amparo, y debido a
que fue favorecida, las instancias judiciales habrían violado el derecho al debido
proceso.

Luego la procuradora a cargo de los asuntos judiciales se apersona y contesta la


demanda solicitando que en su oportunidad se declare improcedente ya que va en
contra de lo establecido en el código procesal constitucional Art 5.6.

Cabe aclarar que:

El amparo y el hábeas corpus han sido consagrados en el ordenamiento jurídico


peruano como mecanismos de protección de los derechos, los que proceden contra
autoridades y particulares. (Otsu, 2007, pág. 140)

En la presente demanda podemos encontrar que se está pidiendo la nulidad de una


resolución, debido a que afecta el derecho constitucional del debido proceso que se
encuentra en el Art. 139, inciso 3 de la constitución política del Perú, pero esta
entra en conflicto con el Código procesal Constitucional, donde el Art. 5 inciso 6
menciona que “Se cuestione una resolución firme recaída en otro proceso
constitucional o haya litispendencia” como una causal de improcedencia

Y en el 17 de marzo de 2006 la sexta sala Civil de la corte superior de Justicia de


Lima termina por declarar improcedente la demanda por que en el presente caso
es de aplicación el Art. 5.6, donde no proceden los procesos constitucionales
contra lo resuelto en otro proceso constitucional.

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Debido a ello se declara improcedente la demanda de la señora Rosa Sihuay, ya que va
en contra del código procesal constitucional, donde ya se había resuelto su caso.

Además, se termina confirmando por la sala de derecho constitucional y Social de


la corte suprema de justicia de la república, que en el presente caso los órganos
judiciales han actuado conforme a sus prerrogativas y el proceso de amparo no se
puede usar como una instancia adicional.

También se podría ver de otra forma conforme a lo siguiente:

El CPC mantiene la tesis permisiva, regulando en el artículo 4 los supuestos de


procedencia de amparo y hábeas corpus respecto de resoluciones judiciales firmes.
En él se indican los presupuestos del amparo, que procede respecto de
resoluciones judiciales firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal
efectiva y se configura como una causal de improcedencia si el agraviado dejó
consentir la resolución que lo afecta. (Otsu, 2007, pág. 147)

Esto sería aplicable debido a que quizás si realizo la demanda en el tiempo


estimado, pero ella tuvo acceso a todos los medios de defensa y se entiende que
consiente la sentencia debido a que no presente el respectivo recurso de queja
ante la denegatoria de su recurso extraordinario ante el Tribunal constitucional.

También cabe aclarar que:

Se habilitaba la posibilidad de interponer demandas de amparo contra amparo, bajo las


siguientes reglas:

a) Cuando la violación al debido proceso resulte manifiesta y esté probada de modo


fehaciente por el actor (Barrera, 2007, pág. 129)

En este caso no se presenta una prueba de modo fehaciente lo único que se menciona es
que el único propósito que se tuvo es dilatar su reincorporación a su centro laboral.

3.2. Análisis de los Fundamentos:

3.2.1. Fundamento 1:

Conforme se desprende del petitorio de la demanda, la recurrente cuestiona una


resolución judicial firme recaída en un proceso constitucional de amparo, en el que fue

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emplazada y finalmente vencida. Dicha resolución de fecha 23 de septiembre de 2004 con
firma la sentencia de primera instancia que declara fundada la demanda de acción de
amparo interpuesta por la señora Rosa Sihuay Mueras de Gutarra y dispone su reposición
al cargo del que había sido arbitrariamente despedida por la ahora demandante.

La Cooperativa recurrente alega que en el referido proceso de amparo las estancias


judiciales no habrían tomado en cuenta el hecho que la referida trabajadora, durante el
trámite del proceso de amparo ha acudido en paralelo a la vía judicial ordinaria. Al
interponer una demanda por pago de beneficios sociales, lo que invalidaría su actuación
mediante el proceso de amparo. Agrega que las instancias judiciales, pese a que fueron
alertadas oportunamente de dicha situación, no habrían respondido sus argumentos,
violando sus derechos al debido proceso y a la tutela judicial efectiva.

Análisis:

En este primer fundamento la demanda de amparo la interpone la empleadora Rosa


Sihuay de Gutarra alegando que se violaron sus derechos fundamentales y dispone su
reposición al cargo del que había sido arbitrariamente despedida por la ahora
demandante.

“[…] en un proceso de amparo puede darse vicios procesales como consecuencia


de la inobservancia de derechos fundamentales procesales o sustantivos, configurando lo
primero un error in procedendo y, lo segundo, un error in iudicando” (Mendoza E. 2007,
Pág. 232)

Aquí hay un punto por analizar, la resolución judicial; en efecto al tramitarse una primera
acción de amparo por la cual se logró la reposición de un trabajador a través de una
sentencia sustentada en el error y resolviendo un punto no controvertido ni demandado, la
Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Rosa decidió interponer un proceso de amparo
contra resoluciones judiciales, en el cual el Juzgado Constitucional y el Superior en grado
lo declararon improcedente

Ahora, ya en el caso como tal, tenemos que la Sra. Rosa Sihuay de Gutarra fue destituida
de su cargo, no obstante, se cuestionó una resolución judicial en un proceso
constitucional de amparo, en el que fue emplazada y finalmente vencida.

También se habla por parte de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Rosa que no
procedería que el amparo procedería ya que, si nos estamos refiriendo a este último
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proceso de amparo las estancias judiciales no habrían tomado en cuenta el hecho que la
referida trabajadora, durante el trámite del proceso de amparo ha acudido en paralelo a la
vía judicial ordinaria.

3.2.2. Fundamento 2:

Tal como se observa, en el presente caso se trata de una demanda de amparo contra lo
resuelto en un anterior proceso constitucional. Sobre el particular, si bien el artículo 5.6
del Código Procesal Constitucional establece que no proceden los procesos
constitucionales (incluido el proceso de amparo) contra lo resuelto en otro proceso
constitucional. este Tribunal ha interpretado dicho precepto de conformidad con la
Constitución. Al establecer que ello está supeditado a que en el proceso en cuestión se
haya respetado de manera escrupulosa los derechos constitucionales de las partes o
incluso. llegado el caso, de los terceros con interés, puesto que, si ello no ocurriera, el
“amparo contra amparo” no sólo resultaría procedente, sino que constituiría una vía
constitucionalmente habilitada para restablecer el ejercicio efectivo de los derechos
conculcados.

Análisis:

En este segundo fundamente la demanda de Amparo contra lo resuelto en un proceso


anterior, no podría proceder. Según nos menciona el Artículo 5.6 del código procesal
“debe ser interpretado como la prohibición de interponer una demanda de amparo para
cuestionar una resolución firme recaída en otro proceso constitucional llevado
regularmente, con sujeción estricta a las exigencias del debido proceso.” Como se
menciona en este fundamento el tribunal interpretó dicho precepto.

Sin embargo, para este fundamento el Dr. Mendoza Escalante explica que

[…] la lesión de derechos fundamentales derivado de procesales tiene como


mecanismo de resolución el denominado «amparo contra amparo» que ha quedado
establecido que el objeto del amparo contra amparo es la protección de derechos
fundamentales procesales. Como consecuencia de la incorrección en la
interpretación de derechos fundamentales sustantivos puede ser también reparada

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por el proceso de amparo. Tal constituye la ampliación del objeto del amparo contra
amparo incorporada en junio de 2007 (pág. 233)

Por lo tanto, este “amparo contra amparo” no procedería ya que, no proceden los
procesos constitucionales (incluido el proceso de amparo) contra lo resuelto en otro
proceso constitucional. Además, Al establecer que ello está supeditado a que en el
proceso en cuestión se haya respetado de manera escrupulosa los derechos
constitucionales de las partes.

También se hablaría en este fundamento que, llegado el caso, de los terceros con interés,
puesto que, si ello no ocurriera, el “amparo contra amparo” no sólo resultaría procedente,
sino que constituiría una vía constitucionalmente habilitada para restablecer el ejercicio
efectivo de los derechos conculcados.

3.2.3. Fundamento 3:

Con respecto a lo señalado en el expediente Nº 4853-2004-AA/TC, modificada por el


fundamento 8 de la sentencia recaída en la sentencia Nº 3907-2007-PA/TC se han
establecido una serie de reglas constitutivas de precedentes vinculantes, así como
criterios doctrinales de observancia obligatoria en materia de amparo contra amparo.
Conforme desprenden de ellas, la procedencia de dicho régimen especial, el cual se
encuentra sujetas a la misma línea de razonamiento: a. Su procedencia se condiciona a
los casos en que la vulneración constitucional resulte evidente o manifiesta. b. Su
habilitación solo opera para una sola y única oportunidad. c. Resulta pertinente tanto
contra resoluciones judiciales estimatorias como contra las desestimatorias. d. Su
habilitación se condiciona a la vulneración de uno de los derechos constitucionales
independiente de la naturaleza de los mismos. e. Procede en defensa de la doctrina
vinculante establecida en el TC. f. Se habilita en defensa de terceros que no han
participado en el proceso constitucional y cuyos derechos han sido vulnerados. g. Resulta
precedente como mecanismo de defensa de los precedentes vinculantes establecidos por
el TC. h. No procede en contra de las decisiones emanadas del TC.

Análisis:

El TC refiere que el proceso de “amparo contra amparo” es un régimen procesal de


carácter especial, cuya procedencia está ligada a un supuesto o criterios ya prescritos,
como lo son los precedentes vinculantes. En efecto, esta categoría de amparo que solo

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procede cuando la vulneración constitucional resulte incuestionable es pertinente. Por lo
cual se debe aplicar una serie de reglas constitutivas o reglas generales que establece el
TC, así como ciertos criterios doctrinales que se requieren aplicar en materia de
amparo contra amparo.

1. a. Su procedencia se condiciona a los casos en que la vulneración


constitucional resulte evidente o manifiesta. De estas concreciones hay las
que su constitucionalidad es indiscutible y existen también las de concreciones
que son de dudosa constitucionalidad. Las primeras son aquellas en cuya
formulación no solo existiría corrección constitucional, puesto que su justificación
estaría sustentada en argumentos fuertes, sin embargo, al ser de validez
constitucional, su manifestación basada en el amparo, no transgrediría a otra
competencia atribuida a otros órganos. Con esto podemos afirmar que la
Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Rosa de Lima interpone su demanda
sustentándose que vulneraron sus derechos constitucionales al debido proceso
(entidad o persona que puede exigir al Estado un juzgamiento imparcial y justo) y
tutela procesal efectiva (derecho al libre acceso del órgano jurisdiccional). Al tener
argumentos fuertes su demanda estaría basada en una petición de amparo,
puesto que se estaría afectando sus derechos constitucionales.
2. La regla b. Su habilitación solo opera para una sola y única oportunidad. En
esta regla, se puede formular una serie de razones a favor de su
inconstitucionalidad. La primera razón sería admitir por una sola vez el amparo
contra amparo y justificarlo por una segunda vez.
3. La regla c. Resulta pertinente tanto contra resoluciones judiciales
estimatorias como contra las desestimatorias. Es entendida como una regla
constitucional en la medida en que se interprete solo se permita el amparo
contra una resolución firme de otro amparo en el que se niega o se va negar la
demanda constitucional, esta es posible cuando al demandante en el primer
amparo se sustenta en el recurso de agravio constitucional, en este caso sería la
afectación del debido proceso y tutela efectiva por parte de la primera demanda
donde salió favorecida la demandada.
4. d. Su habilitación se condiciona a la vulneración de uno de los derechos
constitucionales independiente de la naturaleza de los mismos. Se
consideraría como uno de los primeros elementos o requisitos para interponer el
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recurso de amparo contra amparo. En este caso la Cooperativa de Ahorro y Crédito
Santa Rosa interpone la demanda mencionando que en la primera demanda se
vulnero su derecho al debido proceso y tutela efectiva.
5. La regla f. Se habilita en defensa de terceros que no han participado en el
proceso constitucional y cuyos derechos han sido vulnerados. Esta regla
define la legitimidad del sujeto que recae en el tercero y se le vulnera sus
derechos del demandante que al permitírsele el recurso de amparo se satisface el
derecho a la tutela judicial efectiva teniendo en cuenta que no fue su
responsabilidad el no acceder al recurso de agravio constitucional. Es decir que se
da la legitimidad procesal al demandante que sería la Cooperativa de Ahorro y
Crédito Santa Rosa, puesto que el primer amparo interpuesto por la demandada, el
demandante por razones especiales no pudo acceder al recurso de agravio
constitucional.
6. Las reglas: e. Procede en defensa de la doctrina vinculante establecida en el
TC. Y la regla g. Resulta precedente como mecanismo de defensa de los
precedentes vinculantes establecidos por el TC. Las cuales son
manifestaciones necesarias de los elementos importantes, pues la “e” se refiere a
los elementos vinculantes del TC y la “g”, serían la o las resoluciones que
transgrede el contenido del derecho fundamental al debido proceso y tutela
efectiva, que en este caso sería la primera demanda de amparo interpuesta por la
Sra. Rosa Sihuay Mueras de Gutarra, donde las instancias judiciales declararon
fundada su demanda y por la cual la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Rosa,
estaría justificando que dichas instancias habrían violado el debido proceso y la
tutela procesal efectiva.

7. La regla h. No procede en contra de las decisiones emanadas del TC. Es la


consecuencia del fallo o posición jurídica del TC, organismo autónomo, que
funciona como supremo interprete y máximo controlador de la constitucionalidad,
lo que cual se admite que sus resoluciones no pueden ser cuestionadas, ni ir en
contra de las mismas conforme a su constitucionalidad.

3.2.4. Fundamento 4:

De ello se desprende que el amparo contra amparo, no puede ser utilizado de manera
temeraria por la parte vencida en un anterior proceso, con la simple intención de
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prolongar en el tiempo la ejecución de una sentencia constitucional o de resistirse a
su efectivo cumplimiento. En este sentido se debe precisar que el amparo contra
amparo cabe como posibilidad aun tratándose de una sentencia estimatoria. Sin
embargo, cuando se traten de sentencias que se ordenan la reposición de un
trabajador en su puesto de trabajo tras haberse constatado la violación de sus
derechos constitucionales, el principio tuitivo pro operario debe también trasladarse al
ámbito de los procesos constitucionales , de modo que en caso de duda de la
legitimidad constitucional de la sentencia estimatoria de amparo, lo jueces del
segundo amparo deben optar por prevalecer la sentencia estimatoria sobre cualquier
intento de desconocerla por parte del empleador.

Análisis:

El fundamento nos da a entender que el proceso de amparo contra amparo, no se puede


utilizar con la intención de prolongar un proceso o de resistirse de alguna manera a las
sanciones o ejecución de la primera sentencia. En este caso la primera instancia
judicial determino de forma clara y determinada la responsabilidad de la Cooperativa de
Ahorro y Crédito Santa Rosa en la violación de los derechos fundamentales de la Sra.
Rosa Sihuay de Gutarra, entonces la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Rosa tuvo
la oportunidad de utilizar todos los medios de defensa al no presentar su recurso
inconformidad ante la denegatoria de su recurso extraordinario( es aquel por el cual la
sentencia de primera instancia , una de las partes tiene la posibilidad de apelar la
resolución emitida, en este caso sería excepcionalmente para recurrir a actos
administrativos) para actos ante el TC.

Además, algunos autores concuerdan que el proceso de amparo solo puede habilitarse
en función del agravio de un derecho constitucional:

El proceso de «amparo contra amparo» no debe habilitarse en función de que el


fallo en el primer amparo sea estimatorio o desestimatorio, sino en función de si
puede acreditarse o no un agravio manifiesto a los derechos constitucionales a
consecuencia de la actuación de los propios jueces constitucionales y cuya
intensidad sea tal que desnaturalice la propia tutela que deba prestarse a través de
su actuación. (Carpio & Saénz, 2017, págs. 117-118)

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Entonces podemos decir que el proceso de amparo contra amparo, puede ser viable ya
sea para fallos a favor del demandante o la demanda, siempre y cuando se halla dado
agravio a los derechos constitucionales y fundamentales, pero en el presente caso, tal
proceso de amparo no podría proceder puesto que es una sentencia que repone al
trabajador en su puesto de trabajo, sobre todo si se constató que hubo violación de sus
derechos constitucionales y por lo tanto los tribunales se debieran basar en el de
principio tuitivo pro operario, lo cual nos da a entender que se favorece al trabajador,
ya sea en la fijación de mínimos de condiciones de trabajo o también, mediante la
asignación de ventajas institucionales en materia de la utilización de auto tutela de
intereses en un proceso judicial. Entonces, a lo que se refiere esta materia es a la
importancia de considerar la protección de la persona y la del trabajador en las instancias
judiciales, por lo cual debiera trasladarse al ámbito de los procesos constitucionales, de
modo tal que los jueces protegerían y prevalecerían la sentencia favorable a la
demandada en favor de su posición como trabajadora y en agravio de sus derechos
fundamentales, que en este caso sería la Sra. Rosa Sihuay de Gutarra, sobre todo si
existiera la duda de legitimidad, la cual habla acerca de la legalidad que fundamenta su
deber en el proceso judicial de exigir las pretensiones propuestas en la demanda.

3.2.5. Fundamento 5

En este sentido y conforme a los apremios previstos en el Código Procesal Constitucional,


el juez que recibe el segundo amparo deberá verificar, antes de admitir a trámite la
demanda, si el empleador a dado cumplimiento a la sentencia que ordena la reposición,
de modo que el segundo proceso no pueda significar en ningún caso una prolongación de
la afectación de los derechos del trabajador. Si el juez constara que, al momento de
presentarse la demanda en un segundo proceso de amparo, el empleador no ha cumplido
con lo ordenado en el primer amparo, la demanda será declarada laminarmente
improcedente, dictándose de inmediato los apremios del artículo 22°y 59° del Código Civil
Procesal.

Admitida a trámite la demanda del segundo amparo, si esta resultara infundada, la


instancia judicial correspondiente, o en su caso el Tribunal Constitucional, impondrá una
multa por temeridad procesal al recurrente, conforme lo provee el artículo 56° del Código
Procesal Constitucional.

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Análisis:

I. En esta parte del fundamento, como se menciona, el juez debe verificar en el


mandato judicial que el empleador en el primer proceso de amparo haya dado el
cumplimiento de la orden, asimismo para recibir el segundo amparo es necesario
que en el segundo proceso de amparo no tenga finalidad de prolongación y en
caso de que el empleador no haya cumplido con lo ordenado en el primer proceso,
se dice que la demanda será declarada improcedente. Ante ello es necesario citar
al artículo 47 donde se detalla que si el juez al calificar la demanda de amparo
resulta manifiestamente improcedente el juez lo declarara expresando los
argumentos de su decisión. Por otro lado, la demanda ha sido infundada dado que
en el primer proceso no se ha dado el cumplimiento de lo ordenado, es por ellos
que se hace presente el Principio Solve et Repte donde señala que la aplicación de
este principio lleva a que el contribuyente tenga que desembolsar una deuda
tributaria frente a un valor reclamable sea una resolución de determinación, una
resolución de orden de pago o una resolución de multa y aun teniendo la razón, el
contribuyente deberá pagar una determinada suma de dinero para ejercer su
derecho a la defensa y poder oponerse en el proceso. Esto quiere decir que se
debe pagar a la trabajadora como se dictó en el primer proceso así tenga o no la
razón para poder reclamar o en este caso presentar un segundo amparo. También,
se está haciendo referencia al artículo 22 que indica lo siguiente, la sentencia que
cause ejecutoria en los procesos constitucionales se actúa conforme a sus propios
términos por el juez de la demanda. Las sentencias dictadas por los jueces
constitucionales tienen prevalencia sobre las de los restantes órganos
jurisdiccionales y deben cumplirse bajo responsabilidad. Esto quiere decir que la
opinión u decisión de los jueces constitucionales también puede prevalecer sobre
los órganos jurisdiccionales y según lo ordenado se debe efectuar bajo
compromiso. Y al Artículo 59 que habla sobre la ejecución de sentencia nos dice
que la sentencia firme que declara fundada la demanda debe ser cumplida dentro
de los dos días siguientes de notificada. Y en el presente caso en párrafos
anteriores se puede apreciar que la agraviada actualmente se encuentra en una
demanda de acción de amparo.
II. En caso de haberse dado el hecho de temeridad el recurrente debe ser sancionado
tal y como está previsto en el artículo 56 del código procesal constitucional donde
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detalla que, si el amparo fuere desestimado por el Juez, éste podrá condenar al
demandante al pago de costas y costos cuando estime que incurrió en manifiesta
temeridad. En los procesos constitucionales el Estado sólo puede ser condenado al
pago de costos.

3.2.6. Fundamento 6

En el presente caso, las instancias judiciales determinaron, en el primer amparo, que el


despido de la trabajadora se ejecutó sin que se advirtiera “fundamento que permita
verificar el otorgamiento de un plazo razonable para el descargo por escrito de parte de la
accionante (…) situación que a todas luces infringe el debido proceso y genera un serio
recorte al derecho de defensa de la actora”; estableciéndose que al no existir “ causa
alguna que justifique la decisión del empleador”, “ la extinción de la relación laboral se
encuentra exclusivamente sustentada en la voluntad del empleador, lo que constituye un
acto lesivo a los derechos fundamentales de la actora”.

Por su parte la Cooperativa recurrente sostiene que en el trámite de dicho proceso no se


habría tomado en cuenta que la actora ha acudido a la vía laboral luego de interponer la
demanda de amparo, lo cual habría comportado que las instancias judiciales vulneren los
derechos del empleador.

Análisis:

En primera instancia, en el presente caso, se vulnera los derechos del empleado dado
que el despido que se le dio a la actora que ella no conocía se dio sin que se le advirtiera,
junto a ello sin ninguna razón. Es por ello, que se aprecia uno de los principios del
trabajador como el principio de in dubio pro operario que está establecido en la
Constitución Peruana, en el Articulo. 26, que señala que, en la relación laboral, entre
otros, se respeta el principio de interpretación favorable al trabajador en caso de duda
insalvable sobre el sentido de una norma. Al respecto es por eso que la señora expresa
de manera voluntaria que sus derechos laborales han sido vulnerados.

3.2.7. Fundamento 7
16
No obstante, del análisis de los recaudos y de los propios argumentos de la recurrente de
este segundo proceso de amparo se desprende con claridad que su posición no tiene
mayor respaldo. Ello no solo porque la causal de improcedencia del proceso de amparo
contenida en el artículo 5.3 del Código Procesal Constitucional hace referencia al hecho
de que se “haya acudido previamente” a otro proceso judicial, sino además porque la
propia trabajadora favorecida con el primer proceso de amparo ha dejado establecido de
manera expresa y sin que sea desvirtuado por la recurrente, que “actualmente la única
demanda que sostengo con la Cooperativa es la acción de amparo (…) que se encuentra
en vía de ejecución” (escrito de contestación punto sétimo).

Análisis:

I. En primera instancia, en el presente fundamento se puede apreciar el estudio de


los documentos recaudados y de los propios argumentos hechos por la recurrente
en este segundo proceso de amparo, donde se aprecia que su posición hecha no
tiene mayor respaldo, dado que se presenta la causal de improcedente del proceso
de amparo, que está prevista en el artículo 5.3 de nuestro Código Procesal
Constitucional, donde indica lo siguiente: “ en el que se dispone que procede el
proceso constitucional cuando el agraviado haya recurrido previamente a otro
proceso judicial en defensa de su derecho constitucional “. Por lo tanto, en este
caso el agraviado si ha recurrido a otro proceso judicial, asimismo el artículo 5.6 del
código procesal constitucional establece que no proceden los procesos
constitucionales contra lo resuelto en otro proceso constitucional. Entonces, en
este caso no se estaría respetando estas normas. No obstante, no tendría mayor
respaldo dado que la propia trabajadora que fue favorecida en el primer proceso de
amparo expreso que la única demanda que sostiene con la Cooperativa de Ahorro
y Crédito de Sub Oficiales, es la acción de amparo, asimismo indicando que esta
se encontraría en vía de ejecución esto quiere decir vía judicial.
II. En segunda instancia, el proceso de amparo contra resoluciones judiciales, no
puede ser utilizado como una vía adicional a la judicial para discutir aspectos cuya
dilucidación es de estricta o exclusiva competencia de la justicia ordinaria. Según el
Artículo 9 del código procesal constitucional establece que es improcedente
cuando el agraviado dejó consentir la resolución que dice afectarlo. Del mismo
modo, en la sede constitucional, solo se revisan aquellas de decisiones judiciales
que vulneren en forma manifiesta los derechos fundamentales y en el presente
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caso la recurrente no ha especificado con claridad cuál es el acto que
supuestamente afecta su derecho fundamental. De tal forma, queda
absolutamente claro, que el amparo contra amparo no puede ser utilizado de
manera temeraria por la parte vencida en un anterior proceso constitucional, con el
objeto de no hacer efectivo su cumplimiento o prolongar su ejecución utilizando
para tales fines el cuestionamiento de la sentencia.

3.2.8. Fundamento 8

Siendo esto así, ha quedado acreditado que en el presente caso no sólo no existe ningún
sustento constitucional en la demanda de la recurrente que amerite protección en esta
vía, sino que su actuación, al pretender desconocer una sentencia estimatoria de un
proceso constitucional, se enmarca en un claro supuesto de temeridad que debe ser
sancionado conforme lo prevé el artículo 56° del Código Procesal Constitucional.

Dicha sanción debe extenderse además en forma solidaria y conforme al precedente


establecido en el Exp. N° 8094-2005-AA, a todos los abogados que autorizaron los
escritos a lo largo de este segundo proceso de amparo, desde la presentación de la
demanda hasta el recurso de agravio ante este Tribunal, notificándose además a los
respectivos colegios profesionales para lo que resulte pertinente.

Análisis:

I. En primera instancia, en el presente fundamento no existe ningún tipo de sustento


constitucional en la demanda, sino que la actuación al pretender desconocer la
sentencia estimatoria de un proceso constitucional se determina como un claro
supuesto de temeridad que sebe ser sancionado, tal como lo establece el Artículo
56 del Código Procesal Constitucional, donde establece que si el amparo fuere
desestimado por el juez este podrá ordenar al demandante al pago de costas y
costos cuando estime que incurrió en manifiesta temeridad. Dicho lo anterior, una
vez demostrada el supuesto de Temeridad, que es la actitud propia del que,
resistiéndose a aceptar una pretensión legitima, abusa de la jurisdicción ejercitando
acciones infundadas, obstaculizando el proceso en el que se promueve lo
contrario. Y como se puede apreciar, se menciona que la sanción debe extenderse
en forma solidaria y conforme al precedente establecido que se encuentra en el
Exp N° 8094-2005-AA, a todos los abogados que autorizaron los escritos de este
18
segundo proceso de amparo, ya que el Exp N° 8094-2005-AA, menciona que el
Abogado debe abstenerse del empleo de recursos y formalidades legales
innecesarias, de toda gestión dilatoria que entorpezca el normal desarrollo del
procedimiento de causar perjuicios. Es por ello, que se debe dar la dicha sanción,
porque como se mencionó anteriormente, en el caso de temeridad o mala fe
procesal el juez tiene el deber de imponer a las partes, sus representantes y a los
abogados una multa no menor de media ni mayor de cincuenta unidades de
Referencial Procesal (URP). Asimismo, se debe recalcar que, admitida la demanda
del segundo proceso de amparo, si esta resulta infundada, la instancia judicial
correspondiente, o en su caso el Tribunal Constitucional impondrán una multa por
temeridad procesal al recurrente conforme lo prevé el artículo 56° del Código
Procesal Constitucional, así también debe ser notificado a los respectivos colegios
profesionales para lo que resulte oportuno.
II. En segunda instancia, se establece que los jueces constitucionales podrán
rechazar una demanda de hábeas corpus cuando: a) se cuestione una resolución
judicial que no sea firme; b) los hechos y el petitorio de la demanda no están
referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho
invocado; c) a la presentación de la demanda haya cesado la amenaza o violación
de un derecho constitucional o ésta se haya convertido en irreparable, entre otros
supuestos.

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fundamentales en un proceso de amparo. Recuperado de:
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