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Hallazgo histórico

egipcio en un pueblo de
Ciudad Real
Se trata de un escarabeo egipcio de la XXVI dinastía descubierto
en Alcubillas. Este representaba al Sol naciente, y era símbolo de
la resurrección en la mitología egipcia.

Raúl González
 5 de abril de 2023 09:31- AS

Un grupo de arqueólogos ha descubierto un escarabeo egipcio de la XXVI


dinastía en Alcubillas, un pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real,
durante las excavaciones de la necrópolis de El Toro. Se trata de un yacimiento
arqueológico revelado en 1983 en el que ha aparecido la tumba de un
importante príncipe íbero.
En su enterramiento, este miembro de la élite de la jerarquía oretana, como se
conocía a los pobladores de esta región, fue inhumado con multitud de
elementos de diversa índole que son los que se han hallado. En total, unas 5.000
piezas extraídas entre los años 2016 y 2017 de la necrópolis de El Toro.

Apariciones

Esta debe su nombre a la aparición en este lugar de una escultura tallada en


arenisca roja y de bulto redondo que representaba un toro. En el lugar se
encontraron, además, tres urnas diferenciadas, donde se documentaron
cuatro individuos cuyos huesos habían sido cremados.
Entre los objetos descubiertos destaca el escarabeo, el cual lleva un cartucho
real de un faraón egipcio de la XXVI dinastía y que ahora se puede
contemplar en la exposición ‘Atempora’ del Museo de Ciudad Real. Tiene
dos líneas incisas, que separan el tórax y las elystra y otra para la división de
estas entre sí.

¿Qué representa el escarabeo?

Así lo ha explicado a ABC José Luis Fuentes Sánchez, director de proyectos de


la empresa Oppida y uno de los dos arqueólogos que, junto con Luis Benítez de
Lugo Enrich, de la Universidad Complutense, han encabezado un equipo que
lo ha localizado.
Este escarabeo fue un amuleto de vida y poder, con forma de escarabajo
pelotero, que representaba al Sol naciente, y era símbolo de la resurrección en
la mitología egipcia. En vida proporcionaba protección contra el mal, visible
o invisible, dando diariamente fuerza y poder. En la muerte, quien lo portaba
adquiría la posibilidad de resucitar y poder alcanzar la vida eterna.
De este grupo de profesionales, también forman parte María Benito Sánchez y
Alexandra Muñoz García, forenses del Laboratorio de Antropología y
Odontología Forense de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad
Complutense de Madrid.

Los trabajos continuarán próximamente

Además, también han colaborado exhaustivamente Manuel Blanco y María Cruz


Medina, del servicio de Conservación, Restauración y Estudios Científicos del
Patrimonio Arqueológico (Secyr); María José López Grande, del departamento
de Prehistoria y Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Autónoma de Madrid, y Helena Jiménez Vialás, del departamento
de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad Complutense
de Madrid.
“Este descubrimiento es excepcional porque convertiría a esta necrópolis
orientalizante en uno de los espacios rituales de cremación de la jerarquía
oretana más antiguos de la provincia de Ciudad Real”, concluyó Fuentes
Sánchez mientras indicaba que este lugar guarda mucho paralelismo con otros
hallazgos emblemáticos como el Monumento de Pozo Moro, otra tumba de época
íbera que se encontró en Chinchilla de Montnearagón (Albacete).
Los trabajos en la necrópolis continuarán durante los próximos meses, cuando
se presenten a la comunidad científica los resultados de las excavaciones y de las
largas y exhaustivas investigaciones que se han llevado a cabo en estos cinco
últimos años.

Raúl González
Redactor en la sección de actualidad. Empezó en 2022 como becario y meses
más tarde pasó a formar parte del equipo de trabajo, informando sobre temas
políticos, económicos y culturales, entre otros. Siempre con ganas de trabajar,
aportar e innovar. Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III de
Madrid.

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