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Santa Lucía nació en Sicilia en el siglo III y dedicó su vida a ayudar a los pobres. Fue martirizada por su fe cristiana a la edad de 21 años después de ser torturada y decapitada. Es la patrona de los ciegos y de la ciudad de Siracusa. La Virgen de Suyapa es la patrona de Honduras y se celebra el 272 aniversario de su hallazgo por dos jóvenes en 1747.
Santa Lucía nació en Sicilia en el siglo III y dedicó su vida a ayudar a los pobres. Fue martirizada por su fe cristiana a la edad de 21 años después de ser torturada y decapitada. Es la patrona de los ciegos y de la ciudad de Siracusa. La Virgen de Suyapa es la patrona de Honduras y se celebra el 272 aniversario de su hallazgo por dos jóvenes en 1747.
Santa Lucía nació en Sicilia en el siglo III y dedicó su vida a ayudar a los pobres. Fue martirizada por su fe cristiana a la edad de 21 años después de ser torturada y decapitada. Es la patrona de los ciegos y de la ciudad de Siracusa. La Virgen de Suyapa es la patrona de Honduras y se celebra el 272 aniversario de su hallazgo por dos jóvenes en 1747.
Santa Lucía Santa Lucía nació en Siracusa, una ciudad de la provincia romana de Sicilia, en el año 283. Sus padres fueron Eutiquia y Lucio, nobles adinerados. Perdió a su padre durante la infancia y Lucía fue educada en la fe cristiana. Se consagró a Dios siendo muy joven y mantuvo en secreto su voto de virginidad. Su madre la exhortó a contraer matrimonio con un joven pagano. Para evitar el matrimonio, Lucía persuadió a su madre de que fuese a Catania a orar ante la tumba de Santa Ágata para obtener la curación de unas hemorragias. Ella misma acompañó a su madre, y Dios escuchó sus oraciones y curó a su madre. Entonces, Lucía dijo a su madre que deseaba consagrarse a Dios y repartir su fortuna entre los pobres. Llena de gratitud por el favor del cielo, Eutiquia le dio permiso. El pretendiente de Lucía se indignó profundamente y delató a la joven como cristiana ante el pro-consul Pascasio. La persecución de Diocleciano a los cristianos estaba entonces en todo su furor. Fue detenida y conducida ante un juez, que le presionó cuanto pudo para convencerla a que apostatara de la fe cristiana. Ella le respondió: "Es inútil que insista. Jamás podrá apartarme del amor a mi Señor Jesucristo". El juez le preguntó: "Y si la sometemos a torturas, ¿será capaz de resistir?". La jovencita respondió: "Sí, porque los que creemos en Cristo y tratamos de llevar una vida pura tenemos al Espíritu Santo que vive en nosotros y nos da fuerza, inteligencia y valor". El juez entonces la amenazó con llevarla a un prostíbulo para someterla a la fuerza a la ignominia. Ella le respondió: "El cuerpo queda contaminado solamente si el alma es consciente". Santo Tomás de Aquino, el mayor teólogo de la Iglesia, admiraba esta respuesta de Santa Lucía. Corresponde con un profundo principio de moral: No hay pecado si no se consiente al mal. No pudieron llevar a cabo la sentencia pues Dios impidió que los guardias pudiesen mover a la joven del sitio en que se hallaba. Probaron también a atarle de pies y manos, pero por más que se esforzaban no podían. Pascacio al enterarse de lo sucedido, condena a Lucía de brujería y por lo cual fue llevada a la hoguera, pero el fuego no le afectaba nada. Al ver ésto, ordenó a que le sacaran los ojos, pero a pesar de estar ciega siguió viendo. Pascacio, enfurecido, la condenó a ser decapitada. Era el día 13 de diciembre del año 304. Ella se arrodilló preparada para su golpe mortal. Fue decapitada, pero aún con la garganta cortada, la joven siguió exhortando a los fieles para que antepusieran los deberes con Dios a los de las criaturas, hasta cuando los compañeros de fe, que estaban a su alrededor, sellaron su conmovedor testimonio con la palabra "amén". Es la patrona de la vista debido a que, cuando Lucía estaba en el tribunal, aun sin ojos, seguía viendo. Por eso es representada con una bandeja con dos ojos. Es patrona también de los electricistas y las modistas. En cuanto a ciudades, es la patrona de Siracusa y Venecia (Italia). Se probó la historicidad de Santa Lucía con el descubrimiento, en 1894, de una inscripción sepulcral del año 380, con su nombre en las catacumbas de Siracusa. En Roma ya en el siglo VI era muy honrada y el Papa San Gregorio le puso el nombre de esta santa a dos conventos femeninos que él fundó en el año 590. Virgen y Mártir Santa Lucía, también conocida como Santa Lucía de Siracusa es la patrona de los ciegos, pobres y niños jóvenes desamparados. Humilde y cristiana desde su nacimiento Santa Lucía dedicó su vida entera al camino de la Fe. De familia adinerada, siempre quiso ayudar a los más necesitados en sus penas para así entregar todas sus riquezas a quienes verdaderamente necesitaban de su protección. La celebración de Santa Lucía tiene lugar cada 19 de diciembre y es venerada como santo por la Iglesia Católica en razón a su martirio y a sus facultades para sanar los problemas de la vista.
BIOGRAFÍA DE SANTA LUCÍA
VIDA DE SANTA LUCÍA Santa Lucía nació en Sicilia, contretamente en Siracusa, alrededor del año 283, en el seno de una familia noble y adinerada. Murió en el año 304 cuando apenas alcanzaba los 21 años. Educada bajo la doctrina cristiana, Santa Lucía de Siracusa decidió dedicar su vida por completo a la Fe y a Dios. Sin embargo, sus padres la prometieron con un hombre pagano y más tarde, tras la superación de una enfermedad de su madre consiguió liberarse de ese compromiso. Como consecuencia, el que iba a ser su futuro marido la acusó por ser cristiana ante el emperador Diocleciano. Fue en este momento cuando comenzó su tortura y su martirio, hasta que en el año 304 en un juicio le cortaron la cabeza. Milagros de Santa Lucía Se considera que los milagros de Santa Lucía vienen vinculados a la visión. Durante su martirio uno de los procónsules ordenó que le sacaran los ojos, sin embargo ella continuó viendo igualmente. VIRGEN DE SUYAPA, PATRONA DE LOS HONDUREÑOS CELEBRA 272 ANIVERSARIO Tegucigalpa, 1 de febrero. Cuando el calendario marca el 3 de febrero, la feligresía católica de Honduras se moviliza a honrar a su patrona, la Virgen de Suyapa y en esta ocasión se celebra el 272 Aniversario de su hallazgo por dos jóvenes labradores. La veneración de la Patrona de Honduras data desde hace 272 años, aunque fue hace 94 años, en 1925, que el Papa Pío XII nombró a la Virgen de Suyapa como la morenita de todos los hondureños. Hallazgo Una de las versiones más aceptadas sobre el hallazgo de la patrona de Honduras indica que entre los meses de enero y febrero 1747, el joven Alejandro Colindres y el niño Lorenzo Martínez, son los autores del primer encuentro con la Virgen de Suyapa. Los jóvenes trabajaban en el cerro El Piligüín, en el Distrito Central, donde estuvieron cosechando maíz y se les hizo tarde, agotados por el camino y el trabajo, decidieron pasar allí la noche. Alejandro se recostó en el suelo y notó que algo le molestaba y lo lanzó, pero cuando volvía a acostarse allí estaba de nuevo. Finalmente optó por guardarlo en su bolso. Fue hasta que regresó a su casa cuando descubrió que lo que le molestaba era una imagen de una virgen, hecha de madera de cedro. La pequeña figura medía unos seis centímetros y medio de alto, tenía la tez morena y las manos juntas sobre el pecho. De allí el apodo de la Morenita de Suyapa, que tiene en la actualidad. La familia Colindres tenía un profundo sentimiento religioso, así que colocaron la imagen en una mesita, adornada con flores naturales renovadas diariamente. Ellos sentían una gran veneración hacia la virgen y durante 21 años permaneció en este hogar, atrayendo a los habitantes de la aldea Suyapa. A partir de su primer milagro reconocido, en 1768, la curación de don José Zelaya Midence, quien sufría de piedras en la vejiga, las cuales expulsó luego de recibir a la virgen en su casa y pedirle por su salud, la atención por la Morenita creció. El historiador del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Nelson Carrasco, explica que debido a que en la época colonial los santos eran pálidos, “zarcos” y con cabellos rubios, quizá, explica el historiador citado por el diario La Tribuna, “la gente sentía mucho acercamiento por la Virgen de Suyapa, porque era morena y en la época colonial se presentaban santos con muchos atributos europeos, pero como era una virgen morena, los indios de Suyapa se identificaban con ella”. La casa de Suyapa Luego de su primer milagro, la familia Colindres comenzó a recaudar fondos para construir una capilla, la cual fue completada en 1777. En 1925, el Papa Pío XI la declaró Patrona de Honduras bajo el título de Nuestra Señora de Suyapa y declaró el 3 de febrero como su día festivo. En la década de 1950 se construyó la basílica próxima a la Ermita, nombrada Basílica de Suyapa. Actualmente, la estatuilla de la virgen pasa en la Basílica de Suyapa y una multitud de personas asisten a verla, tanto de Honduras como de Centroamérica.