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SANTA LUCÍA

Su fiesta se celebra el 13 de diciembre.


Santa Lucía
Santa Lucía nació en Siracusa, una ciudad de la provincia romana de
Sicilia, en el año 283. Sus padres fueron Eutiquia y Lucio, nobles
adinerados. Perdió a su padre durante la infancia y Lucía fue educada
en la fe cristiana. Se consagró a Dios siendo muy joven y mantuvo en
secreto su voto de virginidad.
Su madre la exhortó a contraer matrimonio con un joven pagano. Para
evitar el matrimonio, Lucía persuadió a su madre de que fuese a
Catania a orar ante la tumba de Santa Ágata para obtener la curación
de unas hemorragias. Ella misma acompañó a su madre, y Dios escuchó
sus oraciones y curó a su madre. Entonces, Lucía dijo a su madre que
deseaba consagrarse a Dios y repartir su fortuna entre los pobres.
Llena de gratitud por el favor del cielo, Eutiquia le dio permiso. El
pretendiente de Lucía se indignó profundamente y delató a la joven
como cristiana ante el pro-consul Pascasio. La persecución de
Diocleciano a los cristianos estaba entonces en todo su furor.
Fue detenida y conducida ante un juez, que le presionó cuanto pudo
para convencerla a que apostatara de la fe cristiana. Ella le respondió:
"Es inútil que insista. Jamás podrá apartarme del amor a mi Señor
Jesucristo".
El juez le preguntó: "Y si la sometemos a torturas, ¿será capaz de
resistir?".
La jovencita respondió: "Sí, porque los que creemos en Cristo y
tratamos de llevar una vida pura tenemos al Espíritu Santo que vive en
nosotros y nos da fuerza, inteligencia y valor".
El juez entonces la amenazó con llevarla a un prostíbulo para someterla
a la fuerza a la ignominia. Ella le respondió: "El cuerpo queda
contaminado solamente si el alma es consciente". Santo Tomás de
Aquino, el mayor teólogo de la Iglesia, admiraba esta respuesta de
Santa Lucía. Corresponde con un profundo principio de moral: No hay
pecado si no se consiente al mal.
No pudieron llevar a cabo la sentencia pues Dios impidió que los
guardias pudiesen mover a la joven del sitio en que se hallaba.
Probaron también a atarle de pies y manos, pero por más que se
esforzaban no podían. Pascacio al enterarse de lo sucedido, condena a
Lucía de brujería y por lo cual fue llevada a la hoguera, pero el fuego no
le afectaba nada. Al ver ésto, ordenó a que le sacaran los ojos, pero a
pesar de estar ciega siguió viendo. Pascacio, enfurecido, la condenó a
ser decapitada. Era el día 13 de diciembre del año 304. Ella se arrodilló
preparada para su golpe mortal. Fue decapitada, pero aún con la
garganta cortada, la joven siguió exhortando a los fieles para que
antepusieran los deberes con Dios a los de las criaturas, hasta cuando
los compañeros de fe, que estaban a su alrededor, sellaron su
conmovedor testimonio con la palabra "amén".
Es la patrona de la vista debido a que, cuando Lucía estaba en el
tribunal, aun sin ojos, seguía viendo. Por eso es representada con una
bandeja con dos ojos. Es patrona también de los electricistas y las
modistas. En cuanto a ciudades, es la patrona de Siracusa y Venecia
(Italia).
Se probó la historicidad de Santa Lucía con el descubrimiento, en 1894,
de una inscripción sepulcral del año 380, con su nombre en las
catacumbas de Siracusa. En Roma ya en el siglo VI era muy honrada y el
Papa San Gregorio le puso el nombre de esta santa a dos conventos
femeninos que él fundó en el año 590.
Virgen y Mártir
Santa Lucía, también conocida como Santa Lucía de Siracusa es la
patrona de los ciegos, pobres y niños jóvenes desamparados. Humilde
y cristiana desde su nacimiento Santa Lucía dedicó su vida entera al
camino de la Fe. De familia adinerada, siempre quiso ayudar a los más
necesitados en sus penas para así entregar todas sus riquezas a
quienes verdaderamente necesitaban de su protección.
La celebración de Santa Lucía tiene lugar cada 19 de diciembre y es
venerada como santo por la Iglesia Católica en razón a su martirio y a
sus facultades para sanar los problemas de la vista.

BIOGRAFÍA DE SANTA LUCÍA


VIDA DE SANTA LUCÍA
Santa Lucía nació en Sicilia, contretamente en Siracusa, alrededor del
año 283, en el seno de una familia noble y adinerada. Murió en el año
304 cuando apenas alcanzaba los 21 años. Educada bajo la doctrina
cristiana, Santa Lucía de Siracusa decidió dedicar su vida por completo
a la Fe y a Dios. Sin embargo, sus padres la prometieron con un hombre
pagano y más tarde, tras la superación de una enfermedad de su
madre consiguió liberarse de ese compromiso. Como consecuencia, el
que iba a ser su futuro marido la acusó por ser cristiana ante el
emperador Diocleciano. Fue en este momento cuando comenzó su
tortura y su martirio, hasta que en el año 304 en un juicio le cortaron la
cabeza.
Milagros de Santa Lucía
Se considera que los milagros de Santa Lucía vienen vinculados a la
visión. Durante su martirio uno de los procónsules ordenó que le
sacaran los ojos, sin embargo ella continuó viendo igualmente.
VIRGEN DE SUYAPA, PATRONA DE LOS HONDUREÑOS CELEBRA 272
ANIVERSARIO
Tegucigalpa, 1 de febrero. Cuando el calendario marca el 3 de febrero,
la feligresía católica de Honduras se moviliza a honrar a su patrona, la
Virgen de Suyapa y en esta ocasión se celebra el 272 Aniversario de su
hallazgo por dos jóvenes labradores.
La veneración de la Patrona de Honduras data desde hace 272 años,
aunque fue hace 94 años, en 1925, que el Papa Pío XII nombró a la
Virgen de Suyapa como la morenita de todos los hondureños.
Hallazgo
Una de las versiones más aceptadas sobre el hallazgo de la patrona de
Honduras indica que entre los meses de enero y febrero 1747, el joven
Alejandro Colindres y el niño Lorenzo Martínez, son los autores del
primer encuentro con la Virgen de Suyapa.
Los jóvenes trabajaban en el cerro El Piligüín, en el Distrito Central,
donde estuvieron cosechando maíz y se les hizo tarde, agotados por el
camino y el trabajo, decidieron pasar allí la noche.
Alejandro se recostó en el suelo y notó que algo le molestaba y lo
lanzó, pero cuando volvía a acostarse allí estaba de nuevo. Finalmente
optó por guardarlo en su bolso.
Fue hasta que regresó a su casa cuando descubrió que lo que le
molestaba era una imagen de una virgen, hecha de madera de cedro.
La pequeña figura medía unos seis centímetros y medio de alto, tenía
la tez morena y las manos juntas sobre el pecho. De allí el apodo de la
Morenita de Suyapa, que tiene en la actualidad.
La familia Colindres tenía un profundo sentimiento religioso, así que
colocaron la imagen en una mesita, adornada con flores naturales
renovadas diariamente.
Ellos sentían una gran veneración hacia la virgen y durante 21 años
permaneció en este hogar, atrayendo a los habitantes de la aldea
Suyapa.
A partir de su primer milagro reconocido, en 1768, la curación de don
José Zelaya Midence, quien sufría de piedras en la vejiga, las cuales
expulsó luego de recibir a la virgen en su casa y pedirle por su salud, la
atención por la Morenita creció.
El historiador del Instituto Hondureño de Antropología e Historia
(IHAH), Nelson Carrasco, explica que debido a que en la época colonial
los santos eran pálidos, “zarcos” y con cabellos rubios, quizá, explica el
historiador citado por el diario La Tribuna, “la gente sentía mucho
acercamiento por la Virgen de Suyapa, porque era morena y en la
época colonial se presentaban santos con muchos atributos europeos,
pero como era una virgen morena, los indios de Suyapa se
identificaban con ella”.
La casa de Suyapa
Luego de su primer milagro, la familia Colindres comenzó a recaudar
fondos para construir una capilla, la cual fue completada en 1777.
En 1925, el Papa Pío XI la declaró Patrona de Honduras bajo el título de
Nuestra Señora de Suyapa y declaró el 3 de febrero como su día
festivo.
En la década de 1950 se construyó la basílica próxima a la Ermita,
nombrada Basílica de Suyapa. Actualmente, la estatuilla de la virgen
pasa en la Basílica de Suyapa y una multitud de personas asisten a
verla, tanto de Honduras como de Centroamérica.

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