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La Adoración Congregacional

Al comenzar este módulo debemos realizar las dos siguientes preguntas:


    ¿Por qué adorar?

    ¿Qué se espera realizar en la adoración congregacional y a través de ella?

Esto tiene un significado especial cuando se considera cuánto tiempo y


energía se ponen  en esta actividad. 

Los líderes de la iglesia saben bien que el tiempo es una de las cosas más
valiosas en el culto.  Por lo general, no parece haber suficiente tiempo para
acomodad todo lo que se ha de hacer.  Sin embargo, algunas iglesias pasan
de 30 a 50 por ciento del tiempo que están congregadas en la adoración.  Hay
que presentar una filosofía de la adoración congregacional que defina de
modo adecuado la razón por la cual se dedican cantidades preciosas de
tiempo a esa actividad congregacional, y cuál debiera ser el resultado de
tanto tiempo y esfuerzo.

Cada pastor y congregación  local deben determinar esa filosofía para sí. 

Ya no vale defender los cultos de adoración diciendo: “aquí siempre se ha


hecho así”. 

Es también insuficiente considerar el tiempo de adoración como la actividad


preliminar o algo para “acondicionar” a la gente en preparación para la
parte del culto que algunos consideran de veras importante, o sea, el mensaje.

Debido a que estas razones no son adecuadas, nos preguntamos entonces

¿CUÁLES SON LAS RAZONES QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA PARA


LA ADORACIÓN CONGREGACIONAL?

A esta pregunta la podemos responder, dividiéndola en tres aspectos


generales en los cuales se ministra en los cultos de adoración, a saber:
I.               ASPECTO VERTICAL: este es el nivel en el cual el adorador se
comunica con el Señor.

II.               ASPECTO HORIZONTAL: esto es cuando el adorador se comunica


con otros en la congregación.

III.               ASPECTO INTERNO: este es el punto donde el culto de adoración


afecta al adorador.

Cada unos de estos aspectos nos ayudarán a entender mejor el papel de la


adoración en la congregación.

I.  EL ASPECTO VERTICAL

Como ya hemos venido estudiando, la Adoración es Ministrar al Señor, por lo


que la actitud básica del adorador no es: “bendíceme, Señor”, sino:
“bendeciré al Señor”.

La mayoría de los creyentes afirman que ese no es un concepto extraño, y con


todo, hay que admitir que a veces, los creyentes al regresar a casa de un culto
de adoración se quejan porque la adoración no los afectó tanto como en la
semana anterior.

Si alguien pudiera preguntarles a estos creyentes, como fue el culto, ellos


podrían responder: “en una escala de uno a diez, yo le pondría un cinco”.

Si el propósito principal de la adoración es bendecir y glorificar al Señor,


entonces, preguntémonos:

    ¿Por qué  disgustarse cuando parece que no bendice al creyente?

El punto  no es si el culto de adoración me bendijo a mí,

Sino si bendijo a Dios.


 No es lo que pensé yo del culto de adoración lo que cuenta de veras,

Sino lo que Dios pensó de él.

Reflexionemos nuevamente la pregunta:

    ¿En qué punto  estaba en su escala de uno a diez?

    ¿Lo aprobó? 

    ¿Se agradó  El del sacrificio de alabanza de la iglesia?

Si nosotros creemos que cuando se bendice al Señor, se reciben bendiciones,


miremos este aspecto a la luz de un dicho coreano:

“Si quieres echarle lodo al rostro a otro, debes primero enlodarte las manos”

La Biblia dice:

 “El que saciare, él también será saciado”. Proverbios 11.25

Cuando verdaderamente se bendice al Señor, se bendice uno mismo; pero lo


importante es la motivación,  se debe servir al Señor sin la razón de recibir
después bendiciones, sino más bien con el motivo de bendecirlo, ya sea que El
lo bendiga a uno o no. 

Si la iglesia lo bendice con la motivación apropiada, El también la bendecirá.

Por lo tanto, debemos estar alerta, para no desviarnos del propósito


primordial de la Adoración.

OBSTÁCULOS QUE PUEDEN APARTAR LA ATENCIÓN DE LOS


CREYENTES DEL SEÑOR:

    Estar muy preocupado en lo que Dios  dice, por ejemplo estar toda la
reunión   preguntándose: ¿Qué me dice Dios?

De esta manera se pierde la oportunidad de ministrar al Señor.  Si Dios


quiere hablarle, lo hará, pero en primer lugar está el servirle a Él.
    Otra pregunta que puede distraer es: ¿Hay pecado en mi vida?

El examen de conciencia es bueno, pero el cristiano puede quedar tan absorto


en la introspección que descuide la prioridad de bendecir al Señor.  El
problema de demasiadas personas es que su vida es muy egoísta, y todo gira
alrededor de los intereses, deseos y preocupaciones personales. 

El culto de Adoración es un buen momento para que el creyente se olvide de


sí mismos y ponga toda su atención en Dios.

    Otro peligro es estar demasiado concentrado en seguir al líder de


adoración y         nunca elevar el corazón a Dios.

La admiración sobre un líder o un director de culto, no substituye al


encuentro personal con Cristo.

    Otro peligro  es convertirse en analizador de la Adoración, como si uno


fuera un        experto conocedor de los cultos de adoración, y pasar por alto el
ministerio     celestial. 

          Uno puede ser el detective más agudo de todos los tiempos para
observar todos    los puntos débiles del liderazgo, e imaginar la solución
perfecta, pero el descuido en la adoración desagrada a Dios. 

No hay que permitir ni siquiera que el llamado ministerio de discernimiento


sea un estorbo a la bendición debida al Señor.

LUEGO DE ANALIZAR ESTOS PELIGROS, PODEMOS PREGUNTARNOS:

    ¿Qué le puedo ofrecer a Dios para que me recompense? 

    ¿Qué puedo ofrecerle que no tenga ya?

Por más asombroso que parezca, las Escrituras dicen que el creyente tiene
algo que puede traerle a Dios: su Alabanza y Bendición.  Podemos bendecir
al Señor, esto es maravilloso.

Debemos aprovechar este enorme privilegio de traer al Señor alabanza y


bendición para ministrar al Rey de Reyes y Señor de señores.

PARA QUE ADORAMOS:


1.              Adoramos para percibir mejor la presencia manifiesta de Dios.

Las Escrituras revelan que Dios está en todo lugar a toda hora, pues es
omnipresente, pero también que hay diferentes puntos en los cuales Dios
manifiesta su presencia.  Se manifiesta “donde están dos o tres congregados”,
pero cuando un grupo de los hijos de Dios se congrega para cantar sus
alabanzas, El “habita” en esas alabanzas y revela su presencia de modo
especial entre su pueblo que lo alaba.

Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

Salmo 22.3

PENSANDO EN ESTO PODRÍAMOS PREGUNTARNOS:

         ¿Qué distingue a la Iglesia del mundo? 

         ¿En qué  se diferencian los cultos de la Iglesia de las reuniones de      
cualquier otra organización social?

         ¿Será porque los creyentes están contentos y tienen buenas relaciones? 

Los miembros de los clubes sociales también están contentos y tienen buenas
relaciones.  La diferencia está en la presencia de Dios.

Si la presencia de Dios no está en los cultos de adoración, más valdría


despedir a los asistentes.  Sin embargo cuando los pecadores
perciben la presencia de Dios en la iglesia, saben que en ella hay algo
diferente.

Una vez se leyó el siguiente cartel en la entrada de una iglesia: “por falta de
energía eléctrica, no habrá culto de adoración hoy.”  En muchas iglesias se
podría cambiar eso un poco, para decir: “debido a la falta de adoración, no
habrá poder en los cultos de hoy.”

2.              Adoramos para suministrar un ambiente para la expresión de los


dones del Espíritu.

Los dones del Espíritu se asignan según la voluntad soberana de Dios, y las
alabanzas de la iglesia no persuaden a Dios a que entregue sus dones.  Con
todo, el culto de adoración provee un ambiente muy propicio a las
operaciones de los dones del Espíritu.

Sin el ambiente de adoración los dones rara vez se presentan, pero en él, el
Espíritu puede funcionar con más libertad.

EJEMPLO:
Las Profecías, casi no se presentan al principio de los cultos de adoración. 
No es algo accidental.  Primero se adora, y luego los ministerios espirituales
comienzan a operar.  No es que al principio del culto, Dios no está dispuesto
a profetizas a su pueblo; más bien, el pueblo a menudo no está listo para
recibir lo que El tiene para decir. 

Dios tiene mucho para decir a su pueblo. Pero espera hasta que sus hijos
estén listos para recibir su mensaje.  En tanto que el espíritu del creyente
pueda percibir al Espíritu de Dios en la adoración estará listo para moverse
en los dones del Espíritu.

3.              Adoramos para abrir los canales de comunicación entre la iglesia y


Dios.

Los cristianos pueden parecer engañosamente espirituales con sus ropas de


domingo, pero por dentro quizás se sientan separados de Dios.  Alguna tal vez
no hayan orado, adorado ni hablado a Dios desde el último culto al cual
asistieron.  Otros pueden  venir  a una reunión atormentados por el
sentimiento de culpa y la depresión nerviosa.  El culto de Adoración les da la
oportunidad de hallar nuevas fuerzas en la presencia de Dios.

II EL ASPECTO HORIZONTAL

Este aspecto comprende una parte integral de la experiencia congregacional;


es un elemento de importancia crítica en la vida del creyente que no aparece
en su tiempo devocional privado. 

Algunos elementos horizontales se manifiestan en la Adoración, pero la


mayoría se expresan por medio de la Alabanza.

Hay seis maneras mediante las cuales los adoradores se relacionan entre sí
en la Alabanza y la Adoración congregacional, estos son:
1.              La Iglesia alaba y adora para ensanchar el espíritu de unidad dentro
de la congregación.

El salmo 133 nos habla de la importancia de la unidad para el Señor y


cuanto le agrada.

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es que habiten los hermanos Juntos en


armonía!
2
Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende

sobre la barba,

La barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras;


3
como el rocío del Hermón, que desciende sobre los montes de Sión,

Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna.[1]

El canto unifica a las personas en mente, actividad y actitud.  Cuando


un grupo canta  una canción, todos los integrantes dicen las mismas
palabras, hacen la misma cosa y participan de la misma actividad.  La
Alabanza toma ese medio natural de comunicación que es el canto y
usándolo se vuelve  aun más eficaz como instrumento de unidad. 

Los creyentes pueden expresar todos juntos su amor al Señor Jesús,


pueden expresar su fe común en los cantos.  El punto es lograr abrir el
corazón a Dios delante de la congregación, esto produce que los
creyentes se den cuenta de que forman parte los unos de los otros.

No hay relaciones fuertes con otros cuando se levantan paredes de


inseguridad y protección de uno mismo, pero los creyentes sí se
identifican mucho con la persona interior real de otros santos.

A veces esto no se produce por el temor a hacerse vulnerable delante


de Dios, dado que esto significa también hacerse vulnerable delante
de los hermanos, quienes lo verán cómo es en realidad, sin fachada
espiritual.

El creyente no quiere que otros sepan la verdad acerca de sus


necesidades espirituales.
La Biblia enseña que hay una relación clara entre el amor a Dios y el
amor a los otros creyentes, fíjate lo que dice 1 Juan 4.20

El principio es que el amor a Dios no puede trascender el amor mutuo


entre los creyentes.

2.              El aspecto horizontal también  da la oportunidad del


ministerio mutuo.

Esto tiene que ver con que no hay un mejor tiempo para servir a otros
que en el ambiente del culto.

El secreto de 1 Juan 4.21 donde se nos exhorta a mostrar nuestro


amor al prójimo, es la prueba del amor del creyente a Dios. Al
congregarse, los creyentes hallan muchas oportunidades para
expresar su amor a Dios de manera tangible al manifestar su amor a
los demás hermanos.

3.              Dentro de este aspecto, también Alabamos para enseñar y


reforzar la verdad espiritual.

El apóstol Pablo expreso esta idea:


“Hablen entre ustedes con salmos, himnos y canciones espirituales. 

Canten y alaben al Señor con el corazón.”[2]

Efesios 5.19

Pablo explico la manera horizontal de la Alabanza de manera muy


clara, dijo que los creyentes se hablan con cantos, y dijo de qué
manera esto sucede, pues los creyentes se enseñan y exhortan unos
a otros por medio de la Alabanza.
Al cantar estamos educando a los más jóvenes en las verdades de la
fe.  También es la mejor manera de memorizar porciones de la palabra
de Dios.

4.              La Alabanza también da a los creyentes la oportunidad de


profesar su fe delante de otros.

La Alabanza congregacional ayuda a los creyentes a expresar su fe,


pues da afirmación  vocal de su amoral Señor Jesús y la fe que tienen
en El.

Si se confiesa el nombre de Jesús en el culto, se halla más valor para


declararlo delante de los incrédulos.  Cuando algún creyente es
demasiado tímido para confesar el nombre de Jesús en voz alta entre
creyentes, nunca tendrá el valor para testificar de su fe a los
incrédulos.  Al levantar la voz en la congregación, el Señor aumentará
su capacidad para expresar su fe a otros.

5.              La Alabanza congregacional es para declarar las glorias de


Dios delante de los incrédulos.

A menudo hay que recordar que la iglesia está bajo la mirada de los
incrédulos en sus cultos de Alabanza y Adoración, por lo que debemos
preguntarnos:

¿Qué impresión reciben cuando escuchan nuestras alabanzas y


observan nuestros rostros?

Cuando los incrédulos entran a los cultos de Alabanza y Adoración,


necesitan experimentar la realidad de la Gloria del Señor,  ellos no
tienen que entender todo lo que ven y oyen, pero si tienen que percibir
la presencia de Dios.  Es por esto que nuestros rostros deben
expresar lo que están viviendo nuestros cantos.

Debemos expresarnos delante de Dios y congregacionalmente,


porque esto hará ver a los incrédulos como la Gloria de Dios ha
transformado nuestras vidas.  Esto produce la mayor cosecha de
almas que se pueda ver.

6.              La Alabanza y Adoración son propicias para la receptividad


de la Palabra de Dios.
Muchos pastores dicen que es más fácil predicar después que la
congregación ha alabado y adorado.

Esto sucede porque después que el pastor también haya alabado y


adorado, tendrá una mayor percepción de la presencia ungida del
Espíritu; pero lo más importante es que, al alabar y adorar, las
personas estarán más dispuestas a recibir la Palabra de Dios.

Oseas  10.11 utiliza una frase “Arará Judá”.  La alabanza ara el suelo
del corazón del creyente para prepararlo para recibir la semilla
implantada, que es la Palabra de Dios.  Esta semilla luego de plantada
requerirá de agua para germinar, y la Biblia nos dice en Salmo 65.9-10
que el río de Dios regará esta semilla, este río de Dios se puede
experimentar en la Adoración, cuando su Espíritu fluye sobre el
corazón de las personas. 

III. EL ASPECTO INTERNO

Esto es lo que la  Adoración produce dentro de los adoradores.

1.              Da libertad al pueblo de Dios para expresar, sin inhibiciones


su ser interior.

La clave aquí es que Dios desea que se le adore sin reservas ni


impedimentos internos.  Este tipo de adoración no toma ninguna forma
exterior especial, pero permite que el creyente sea tan transparente
delante del Señor como lo será en el cielo.

Parece que los cristianos tienen a veces la capacidad de crear


barricadas que los separan del Señor y entre sí. 

“Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas


eternas,

Y entrará el Rey de gloria.”

Salmo 24.7

Preguntémonos: ¿A cuáles puertas se refiere el salmista?


A las puertas del corazón, a las barreras que cada uno pone por
dentro. 

La cultura enseña  a que uno se proteja.  La sociedad condiciona a las


personas a levantar muros de inseguridad que las separe del que
quiera acercarse.  Cuando Dios quiere explorar el corazón del hombre,
las barreras se levantan por instinto.  Si el creyente está dispuesto a
quitar esas puertas antiguas que ponen barricadas en el corazón, el
Rey de gloria entrará.

2.              La Adoración también suministra una expresión verbal de


los sentimientos del corazón.

Hay personas que tienen dificultad para expresar sus sentimientos al


Señor.  Puede ser difícil expresar lo mucho que Dios significa para
uno, en tales casos, la adoración congregacional da la ayuda que la
persona necesita para expresarse.

3.              El aspecto Interno de la Adoración aumenta la fe del


creyente.

La Biblia nos relata cómo lo discípulos al ver a Jesús resucitado, le


adoraron y otros dudaron.  Esto nos inserta en una realidad triste, y es
que parte de la Adoración del creyente también se mezcla con la duda;
pero la Alabanza y Adoración a Dios es una manera de aumentar la fe.

Se sabe que la fe viene por oír la Palabra de Dios.  A menudo cuando


las personas alaban a Dios, expresan la Palabra de Dios aprendida. 

Al comenzar a confesar la Palabra de Dios en alabanza y a confesar a


Dios por ser quién es, las personas descubren que su fe se eleva al
nivel de su confesión.

Otro aspecto que crece en esta confesión, es la santidad.

Santo es el adjetivo que mejor describe a Dios, y su santidad debe


llegar a ser parte de la vida del creyente por medio de la adoración. 
Esto se ve en la verdad de que cuanto
más tiempo pasamos con El,

Más parecidos a Él nos volvemos.

  4.              La Adoración también inspira a una consagración   mayor a


la vida de adoración.

Una cosa es adorar en la congregación, cuando estamos rodeados de


otros hermanos, nos acompaña la música de los instrumentos y todo
el mundo está unido en alabanza y adoración a Dios.  Otra cosa es
vivir en la adoración durante la semana, sin música y cuando ya se ha
olvidado el ambiente cargado de espiritualidad de la iglesia.

La adoración congregacional tiene el propósito de ayudar a inspirar a


llevar una Vida armónica de adoración toda la semana.

 5.              La Adoración prepara al creyente para lo próximo que Dios


quiere hacer.
La Alabanza y Adoración tienen un efecto preparatorio.  La Adoración
ablanda el corazón de las personas y le da sensibilidad a su espíritu,
para que cuando Dios se mueva, él lo sepa, entonces sabrá en qué
dirección se está moviendo Dios.

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