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UNIVESIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO ORIENTAL.

PRESENTADO POR:

HECTOR LUIS DIAZ MEDINA.

MATRICULA:

2016-1890.

ASIGNATURA:

HISTORIA DE LAS IDEAS POLITICAS II.

PROFESOR:

RAFAEL AUGUSTO GUZMÁN MARÍA.


El Pensamiento político de la actualidad III.
«La Mañosa» fue escrita en el año 1935, pero su tema se remonta a una época anterior. Por una de
esas contradicciones inherentes a la naturaleza de las tiranías, dejó de leerse en Santo Domingo
durante un cuarto de siglo a pesar de que un libro sobre los desórdenes armados que se llamaban
en nuestro país revoluciones no debía considerarse peligroso para el régimen, sino todo lo
contrario. «La Mañosa» no fue escrita para poner de relieve una situación política, correspondiera
o no al presente o al pasado de nuestra convulsa sociedad. «La Mañosa» fue escrita con un
propósito estrictamente literario. «La Mañosa» obedeció al plan de elaborar una novela en la que
no hubiera un personaje central ni caracteres de carne y hueso que pudieran atraer la atención del
lector y «robarse» el libro. En «La Mañosa» no debía haber ni siquiera un tema desenvuelto con
los requerimientos normales de intriga, la habitual lucha del «bueno» y del «malo» que tanto atrae
a los lectores, la presencia de la mujer cuyo amor es el premio ofrecido al «bueno» como
recompensa por sus trabajos y por el heroísmo con que se enfrenta al malvado de la trama. En «La
Mañosa», según el plan que me hice, debía haber un «personaje» central, y sería la guerra civil; y
todos los seres vivos que desfilaran por las páginas del libro, sin exceptuar la mula que le daría
nombre, deberían ser, en un sentido o en otro, víctimas de ese personaje central. El mismo jefe del
movimiento armado, Fello Macario, sería otra víctima de la fuerza que había desatado, puesto que
su imagen de combatiente leal a ciertos principios debería quedar destruida al final.

Según los estudios sociales, una ideología política es un juego ético de ideales, principios laborales
y económicos, doctrinas, mitos o símbolos de un movimiento social, institución, clase o un grupo
grande que explica cómo la sociedad debería funcionar. Las ideologías políticas ofrecen algún
programa político y cultural para un cierto orden social. Una ideología política se ocupa mucho de
cómo el poder debería asignarse y a cuáles fines debería concertar.

Algunos partidos siguen su ideología de manera estricta, aunque otros pueden tomar una
inspiración amplia de un grupo de ideologías relacionadas, sin específicamente abrazar una idea
específica. La popularidad de una ideología es en parte debida a la influencia de empresarios
morales, quienes a veces actúan en sus propios intereses.
Las ideologías se clasifican a través del espectro político hay varias alternativas para
representarlas, la más extendida es a partir de los ejes izquierda-derecha. Dentro del espectro
político izquierda-derecha, se diferencian varios estados, existiendo ideologías más extremistas y
radicales que se ubican en la extrema izquierda (también conocida como ultra
izquierda o izquierda revolucionaria) o en la extrema derecha (también conocida
como ultraderecha o derecha reaccionaria). Mientras tanto, las posiciones más moderadas se
posicionan en sectores cercanos al centro político. Finalmente, los fundamentos ideológicos
pueden distinguirse de estrategias políticas (por ejemplo, el populismo), y de asuntos individuales
sobre los que un partido se construye (por ejemplo, la oposición a la integración europea, políticas
sobre la legalización de la marihuana u otras drogas, legalización del aborto, etc.).

Don Juan se enfrentó siempre a un gran conflicto al escribir sus cuentos: ¿cómo diablo poner en
boca de un campesino una frase completamente cibaeños? Porque no basta con incluir una palabra,
ágora, asina, asegún, e pipo, etc. en esa oración. El texto tiene que ser totalmente tal y como lo
diría un campesino en su cultura hablada como cuando se citan frases de un extranjero en su idioma
como hacía Hemingway recordando su paso por París.
El rigor del idioma, de bien escribir según las normas y reglas del español, lo obligó, a carabina, a
poner a sus campesinos a hablar fino. Pero no. Un campesino solo habla fino ante una visita de
alguien que viene del pueblo, bien vestido y si anda montao, mejor. Y es cuando “comen
mantequilla” metiendo eses donde no van para mostrar un esfuerzo en la comunicación y decir las
cosas como las dicen en el pueblo sin avergonzarse.

El campesino ha tenido un modo de hablar propio del que aprendió el idioma oralmente en cadena
de los mayores y sin escuela. En el Cibao se generalizó esa forma de hablar que hoy se conserva
solamente campo adentro y en la loma. La radio, la televisión y hoy el celular, han influenciado
para ir variando la pureza del cibaeño que no consistía solamente en poner i en vez de r en los
verbos, sino una serie de reglas, como todo idioma. Aspirar las heces y sustituirlas por j y
eliminarlas en los plurales, entre otras, con un vocabulario muy limitado a las cosas esenciales de
la vida.
La obra del dominicano Juan Bosch Gaviño (1909-2001) se expresa en la narrativa y la ensayística.
Sus ensayos tratan de historia, economía, sociología y política. La democracia y la dictadura es un
tema constante en sus textos entre el 1955 y el 1990. A lo largo de ese tiempo Bosch modificará
su perspectiva de lo que es la Democracia en tres grandes momentos. El primero es una defensa de
la Democracia representativa, que no sólo desarrolló teóricamente, sino que la implementó en su
efímero gobernó de siete meses y la Constitución que aprobaron durante su mandato, el segundo
sostiene la dictadura con espalda popular y la tercera parte abandona la tesis de la dictadura con
respaldo popular pero insiste que la Democracia representativa es propia de los países capitalistas
desarrollados, no obstante él y su partido participan en sucesivas elecciones procurando ganar el
poder del Estado dominicano y producir lo que él denomina la liberación nacional. Fuera mediante
la Democracia o mediante la dictadura con respaldo popular o la liberación nacional, su objetivo
último es lograr establecer un orden de justicia social en la República Dominicana. El análisis de
sus ideas implica entender su práctica política y los cambios que ocurrieron en la sociedad
dominicana, siguiendo la metodología del contextualizo de la Escuela de Cambridge. En
consecuencia el primer cambio de la perspectiva de Bosch sobre la Democracia ocurre cuando
Estados Unidos invade la República Dominicana para evitar su retorno al poder, luego del Golpe
de Estado de 1963. El segundo giro acontece cuando en la elecciones del 1978 el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD) gana la presidencia de la República Dominicana con el
respaldo de Estados Unidos, mostrando un cambio en su política geopolítica y abriendo las puertas
a que su partido podía ganar las elecciones y gobernar. Debido a que Juan Bosch no era un
académico, sino un político en ejercicio que se había formado autodidácticamente, sus ideas
evolucionan como respuesta a las condiciones socio-políticas de su país y del entorno geopolítico,
interpretando la sociedad dominicana con la finalidad de brindar ideas que movilizaran a los
miembros de su partido, inicialmente el PRD y luego el Partido de la Liberación Dominicana
(PLD).

Indagar en el pensamiento social, económico, político y filosófico caribeño es un factor decisivo


para descubrir las esencias de nuestras raíces fundacionales y develar los factores que inciden en
el espíritu libertario y el carácter soberano e independentista de nuestros pueblos, marcados por
siglos de explotación colonial y neocolonial. El presente trabajo se inscribe en este empeño a partir
del acercamiento a la figura de Juan Bosch y Gaviño, insigne político y escritor dominicano cuyo
pensamiento se ubica en lo mejor de la tradición antiimperialista, latinoamericanista, caribeño y
universal. En el esfuerzo de poner en marcha el desarrollo de la República Dominicana, su
pensamiento transita desde esa cosmovisión positivista heredada de Eugenio María de Hostos hasta
encontrarse con el marxismo a partir de importantes sucesos que marcaron su vida y la
radicalización de su pensamiento.

En cierto sentido, a lo largo de la historia no han existido más que dos filosofías políticas: libertad
y poder. O bien se debería disponer de libertad para vivir la vida como se desee, siempre y cuando
se respeten los derechos iguales de los otros, o bien se debería otorgar a algunos la facultad de
utilizar la fuerza y obligar a otros a actuar de una forma distinta a la que elegirían por voluntad
propia.

No es de extrañar que la filosofía del poder haya seducido siempre más a los que lo ejercen. Esta
filosofía ha sido denominada de muchas maneras: cesarismo, despotismo oriental, teocracia,
socialismo, fascismo, comunismo, monarquismo, estatismo de bienestar, etc., y las diferencias
existentes entre las bases fundamentales de cada uno de estos sistemas no han hecho sino sepultar
sus principales similitudes.

La filosofía de la libertad también ha sido denominada de varias maneras, pero sus defensores
siempre han coincidido en el respeto por el individuo, la confianza en la capacidad del hombre
común para tomar decisiones acertadas sobre su propia vida y la hostilidad hacia los que están
dispuestos a recurrir a la violencia para lograr sus objetivos.

Es probable que el primer liberal conocido haya sido el filósofo chino Lao-Tés, famoso sobre todo
por escribir el Tao Te Chong en el siglo VI antes de Cristo. Como él mismo afirmaba, «sin ley ni
compulsión, los hombres vivirían en armonía». El taoísmo es una afirmación clásica de la
serenidad espiritual que asociamos con la filosofía oriental. Se basa en «el yin y el yang», es decir
en la unidad de los opuestos, y anticipa la teoría del orden espontáneo mediante su enseñanza de
que la competencia puede ser un medio para alcanzar la armonía. El taoísmo recomienda, además,
la no intervención de los gobernantes en las vidas de los pueblos.
Al margen del ejemplo de Lao-Tés, las auténticas raíces del liberalismo se encuentran en
Occidente. ¿Se convierte por ello acaso el liberalismo en una cerrada idea occidental? No lo creo.
Los fundamentos de la libertad y de los derechos individuales son universales, al igual que lo son
los principios de la ciencia, a pesar de que el descubrimiento de una buena parte de ellos tuviera
lugar en Occidente.

Se produjo entre 1916 y 1924. Fue una de las numerosas intervenciones en América
Latina realizadas por las fuerzas militares estadounidenses. El 13 de mayo de 1916,5
el contraalmirante William Banks Caperton obligó al secretario de Guerra de la República
Dominicana Desiderio Arias, quien había ocupado el cargo durante el gobierno de Juan Isidro
Jiménez Pereyra, a abandonar Santo Domingo bajo la amenaza de realizar un bombardeo naval a
la ciudad.

El primer enfrentamiento importante se produjo el 27 de junio de 1916, en Las Trincheras, una


posición defensiva utilizada durante mucho tiempo por los ejércitos revolucionarios. Los
dominicanos lo imaginaban tan inexpugnable que lo llamaron "Verdún."6 Los infantes de marina
utilizaron artillería de campaña para bombardear las trincheras, ametralladoras colocadas detrás de
las tropas para sofocar el fuego de los rifles de los rebeldes, y luego rápidos ataques de bayoneta
para expulsar a los rebeldes de las trincheras.7 Un enfrentamiento mayor ocurrió el 3 de julio, en
La Barranquita, cuando 80 dominicanos cavaron trincheras en dos colinas que bloqueaban el paso
a Santiago y mantuvieron el fuego de un solo tiro contra las armas automáticas de los marines antes
de que los marines los expulsaran. En noviembre, Estados Unidos impuso un gobierno militar al
mando del contralmirante Harry Shepard Knapp.

Campillo Pérez, el gobernador de una provincia del sureste, se negó a aceptar la situación y
organizó una revuelta con unos cientos de nacionalistas. Los infantes de marina estadounidenses
capturaron su fortaleza, pero no antes de que él hubiera dirigido una fuerza de 200 efectivos al
interior de la isla para comenzar una guerra de guerrillas. Cuando se retiraron las fuerzas
estadounidenses en 1924, 144 infantes de marina habían muerto en acción. Los dominicanos
sufrieron 950 bajas entre muertos y heridos.
Aunque es historia reciente pocos recuerdan la causa principal que produjo la división del Partido
Revolucionario Dominicano en 1973, acción que dio origen al Partido de la Liberación
Dominicana, organización que está ahora de moda idealizar, creando alrededor de ella una utopía
que para nada se compadece con la realidad de su llegada al poder, que aunque no lo quieran
reconocer algunos ¨descabezados¨ convertidos en genios de la estrategia, tuvo su origen en el
cerebro privilegiado de Joaquín Balaguer.

Pues la razón principal que llevó a la separación política y personal de Juan Bosch y José Francisco
Peña Gómez, fue la publicación de la tesis política denominada ¨Dictadura con Respaldo Popular¨,
que fue dada a conocer en el año 1969, con su autor ausente del país, y que fue asumida en principio
por el PRD como su propuesta programática en caso de llegar al gobierno, es decir, este quizás fue
el primer intento de crear un discurso político nuevo y diferenciado de las ideas marxistas que
estaban de moda en aquella época.

El grupo que se organizó alrededor de Peña Gómez combatió desde dentro del PRD esta tesis
escrita por Bosch en su exilio en España, de tal modo que cuando este volvió al país en 1970 se
encontró con un partido dividido donde había perdido la mayoría de manos de quien ya se decía
¨un astro con luz propia¨ lo que no le dejó más remedio que abandonar una organización de la que
había perdido su liderazgo e irse a fundar con un pequeño grupito de fieles el PLD.

El discurso central en este mitin unitario fue pronunciado por el reconocido abogado santiaguero
Salvador Omar Jorge Blanco, quien dio a conocer los beneficios sociales y económicos del
programa de gobierno de la Dignidad Nacional. Su sorprendente intervención creó la conjetura de
que estaba siendo proyectado como figura presidencial del referido bloque, aunque allí habló sólo
como representante del PRD y su comité municipal en Santiago, que encabezaba el doctor Luciano
Ambíorix Díaz Estrella.

Los otros oradores fueron Lluberes Montás, Delgado Bogaert y el diputado vegano Rafael Rosario
Galán (Yayo), en representación de los partidos de derecha (MIDA, PRSC y PQD); además de la
señora Carmen Mazara, viuda de Maximiliano Gómez Horacio (El Moreno) y Luis Evangelista
Rodríguez Minier (Iván), por el Movimiento Popular Dominicano (MPD), la Línea Roja del 14 de
Junio y el bloque de izquierda revolucionaria.
Cabe destacar que aunque Bosch era el artífice indiscutible del Bloque de la Dignidad Nacional,
como oferta programática y unitaria de su partido a casi toda la oposición, a excepción del Partido
Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), su relanzamiento en agosto de 1973 tuvo
como pregonero entusiasta al secretario general del PQD, doctor Campillo Pérez, empecinado en
que se definiera el método de lucha que se utilizaría para desplazar a Balaguer

Los objetivos del Consejo de Estado eran esencialmente políticos y fue concebido como un
gobierno de transición cuya responsabilidad principal era organizar elecciones libres
y democráticas al pueblo Dominicano. También preparar el clima político para la instalación de
un nuevo gobierno constitucional. Esas elecciones se celebraron el 20 de diciembre de 1962 y las
ganó arrolladoramente Juan Bosch, quien fue el candidato del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD), fundado en Cuba en 1939. Bosch había vivido la mayor parte de su vida adulta
en el extranjero y había regresado al país en 1961 junto a muchos otros exiliados.

Durante la campaña electoral de 1962, Juan Bosch quien era el candidato del Partido
Revolucionario Dominicano implementó la estrategia de acercamiento con las masas del pueblo
dominicano, y se comunicaba con un lenguaje muy llano, el cual las gentes del pueblo los podía
entender de una forma clara. Sus ideas generales obre el ejercicio del gobierno eran populistas y
reformistas. Las había aprendido en Cuba y Costa Rica y resultaron muy avanzadas para muchos
en la República Dominicana. Por esta razón, muchos terratenientes, comerciantes, industriales,
militares y sacerdotes lo tildaban de comunista marxista Leninista o izquierdista.

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