Amarú Gimena Sánchez B2H

AMOR E IMPULSO SEXUAL

En esta casa cinco hermanas conviven bajo el autoritarismo y la reclusión impuestos por parte
de su madre, Bernarda. Entre ellas prevalece el deseo sexual y la necesidad de recibir amor. Esta
ultima surge unida a la idea del matrimonio, ya que esa será la única vía de escape para salir de
ese encierro.

Angustias, la hermana más mayor, atraerá hacia ella a Pepe el Romano, quien desencadenará
otras pasiones entre algunas de las demás hermanas. Para la mayor de las hermanas, el
matrimonio significaba para ella la salida del «infierno», aunque realmente, en ella no había
una verdadera ilusión y pasión hacia él. Sin embargo, esa pasión es mas latente en Martirio y
Adela, las dos hermanas mas jóvenes de la familia. Martirio es un claro ejemplo donde se ve
reflejado el autoritarismo que su madre impuso al haberse opuesto ante su matrimonio, el cual
Bernarda apisonó a causa del orgullo de casta. En ella se ve el deseo hacia Pepe el Romano,
sobre todo cuando le roba a Angustias la foto de éste. Por otro lado, también es evidente la
envidia que le surge hacia su hermana Adela, ya que ella es la verdadera amante de Pepe y a la
que él realmente ama. Por último Adela, la más joven y rebelde de todas, a quien Pepe
realmente desea y ama, desata su pasión hacia él y varias veces quedan a espaldas de su madre
y de Angustias. Pero a causa de esa ilusión y ese deseo sexual, Bernarda acaba descubriendo el
romance oculto entre Adela y Pepe y una noche dispara contra él. Adela viendo que su amor, es
decir, Pepe, muere, aunque realmente Bernarda no llega a matarlo, se suicida porque no tiene
nada más por lo que luchar. Adela prefiere morir antes que vivir sin su amor y su pasión por su
amado Pepe.

Visto esto observamos que el amor en casa de Bernarda Alba se muestra entremezclado por
interés y pureza. La hermana mayor cree que la salida de su casa en la que solo prevalece la
autoridad se dará a través del matrimonio, mientras que las hermanas pequeñas encuentran
amor hacia Pepe el Romano.

Este amor es evidentemente trágico, llevando a la muerte a Adela y a Pepe. No obstante,

desencadena pasión y deseo de impulso sexual a lo largo de la obra por parte de las hermanas.
La opresión de la sexualidad femenina es también un elemento muy importante en La casa de
Bernarda Alba. Lorca deja muy claro el gran deseo sexual que viven las mujeres encerradas en la
casa y que, por mucho que quieran silenciar, acaban estallando.

El tema del sexo fluye a lo largo de la obra, ya que es ahí donde se origina gran parte del dolor.
En el diálogo al principio de la obra, Bernarda hace un comentario sobre las mujeres que
asisten a la iglesia simplemente porque buscan a los hombres para que puedan experimentar
sensación de pasión. Parece evidente que Bernarda es, entre todas esas mujeres, la que más
piensa en el sexo pero que se involucra en una autorepresión ya sea por su papel de madre y
modelo a seguir o por algo fuertemente arraigado en ella por su propia familia y época en que
creció.

El texto no nos avisa si Bernarda fue criada en un ambiente igualmente restrictivo como el que
trata de imponer a sus hijas. Lo que sí se deja en claro es que la sociedad impone reglas que
sirven para silenciar y reprimir el sexo y que existen riesgos relacionados con una tal represión
sexual. A las hijas se les niega la libertad sexual que necesitan desesperadamente y el autor
también comenta sobre el sexo. Por ejemplo, se destaca el sujeto en las hijas que tratan de
buscar la satisfacción de sus impulsos sexuales. Las hijas aún son jóvenes y quieren
experimentar la alegría del sexo y las maravillas de la vida, pero no logran. No permitir que un
ser humano experimente el éxtasis de la sexualidad lleva al sufrimiento, como lo demuestran las
hijas. Según la época de la obra se conoce que la vida continúia con la presión para mantener el
diálogo sobre el sexo y los deseos sexuales silenciados. La casa de Bernarda se convierte en un
mundo propio donde la falta de conexión con el mundo exterior junto con vivir en un mundo
ilusorio dentro del hogar provocan niveles extremos de desesperación en cuanto a la falta del
sexo y de la sensualidad. A medida que pasan las semanas, el calor y la tensión aumentan,
debido en gran parte a la represión sexual de las hijas. La imagen de Pepe el Romano les da a las
jóvenes la oportunidad de experimentar una sensación de intimidad dentro de sus fantasías
sexuales.

SIMBOLOGÍA
Lorca acude al simbolismo para darle una mayor profundidad a sus obras y diferentes niveles de
lecturas.

Caballo: es un elemento que asume el deseo erótico y la sexualidad. En la obra aparece

haciendo referencia a Pepe el Romano, el hombre que revoluciona a dos de las hijas y que les
despierta sus instintos incontrolables que durante tiempo llevan reprimiendo.

Oveja: es un animal que tiene una relación simbólica con Jesucristo y, por eso, en la obra
aparece vinculada a Adela, uno de los personajes de La casa de Bernarda Alba que termina
sacrificándose.

Perro: es un símbolo que hace referencia a la sumisión que las mujeres tienen ante los hombres.
De hecho, en la pieza teatral presenciamos cómo Pepe llama a Adela como si se tratara de un
perro.

Flores: se vinculan con el femenino. En la obra de Lorca aparecen flores en la cabeza de Maria
Josefa, una clara referencia al erotismo, la sensualidad y el amor que siente este personaje.

Agua: en esta obra, el agua se presenta como si fuera el deseo. En el acto III el personaje de
Adela tiene una gran sed ya que está ardiendo de pasión por Pepe. Por consecuencia,
sobreentendemos que el río repleto de agua es una referencia a la vida y Adela muere ahogada
por ese río que la arrastra hasta la muerte. En este caso, el pozo simboliza la muerte ya que
representa el agua estancada.

Bastón de Bernarda Alba: es un elemento muy significativo del personaje y representa la

autoridad y la represión, como uno de los principales temas de nuestra obra. El sonido del
bastón es el presagio que tienen las hijas de que la libertad se termina.

Color blanco: en la obra nos encontramos con paredes blancas y con una obsesión por la
limpieza. Esto es porque el color blanco representa la pureza y la virginidad, por tanto, son
elementos que se deben estar en el interior de esta casa.

Color negro: contrapuesto al blanco, el negro representa la represión y la muerte. Recordemos

que todos los personajes de la obra van de luto, por tanto, van vestidas de negro porque están
silenciadas y muertas en vida, elemento muy visual en el desarrollo de ls obra.

Color verde: representa la rebeldía y la libertad. Adela se revela y se viste de verde a pesar de la
imposición de su madre.

Luna: aparece de forma mucho en esta obra ya que los amantes se ven siempre al anochecer.
Aquí, la Luna se convierte en el símbolo del erotismo y la pasión pero, también, tiene ese toque
de oscuridad y muerte que acecha a Adela en todo momento, viéndose que este símbolo es
bastante propio del autor (Lorca).

Sangre: otro de los símbolos en La casa de Bernarda Alba es la presencia de la sangre. Este
elemento representa la vida y, por ello, cuando está derramada nos indica claramente que ha
habido muerte. También representa la parte más sexual de la vida.

Calor: está presente en todo momento y los personajes lo mencionan a todas horas. Representa
la pasión reprimida.

El sexo y la sensualidad se representan por el símbolo de la sed. Las hijas aún son jóvenes y
quieren experimentar la alegría del sexo y las maravillas de la vida pero no son capaces de
hacerlo.
AUTORITARISMO Y DESEO DE LIBERTAD
Martirio: Dichosa ella mil veces que lo pudo tener.

Bernarda: Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara.¡Silencio! (a otra hija.) ¡ A
callar he dicho! (a otra hija.) Las lágrimas cuando estés sola. ¡ Nos hundiremos todas en un mar
de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿ Me habéis oído? ¡Silencio!
¡Silencio! ¡Silencio!

En este , encontramos dos de los temas mas relevantes, que vienen a ser el asunto de ella: el
autoritarismo de Bernarda frente al deseo de libertad de sus hijas, mayormente en la mas
joven, Adela.

Por un lado, como ya hemos nombrado anteriormente, tenemos como uno de los temas
principales el autoritarismo impuesto por Bernarda Alba que es quien dirige la casa totalmente.
No quiere que lo que pase dentro de las cuatro paredes de su casa salga a fuera y no duda en
ejercer de madre de manera bastante redical y encerrar a María Josefa en un cuarto. Bernarda
posee un bastón como hemos nombrado anteriormente, mediante el cual Lorca, entiendo, que
nos quiere hacer ver la moral impuesta por ella, utilizándolo como un símbolo para reflejar de
manera más clara la autoridad. Y como se puede leer en el fragmento no duda en silenciar la
casa a gritos en el momento de la muerte de una hija.

Por otro lado, en cuanto al deseo de libertad de las hijas de Bernarda podemos resaltar a Adela,
que es la mas jóven. También a Martirio como podemos apreciar en este fragmento en el cual
se refiere a la desdichada de su hermana que pudo lograr la libertad y no lo hizo. Adela
demostraba su deseo de libertad cuando miraba por la ventana a los hombres del pueblo, cosa
que tenía prohibida, y con actos de rebeldía como era romper el luto cuando se pone un vestido
verde o cuando ofrece un abanico que no es negro.Esta rebeldía y deseo de libertad se refleja
en todas menos en Magdalena y Amelia que son las hijas mas sumisas de la casa que aceptan el
poder establecido de mejor manera que las demás sin revelarse.

En conclusión, es una obra en la que se enfrentan la tiranía y el poder impuesto contra el deseo
de libertad de las habitantes de la casa que luchan por un futuro libre que algunas dan por
perdido, casi sin pasiones ni alegrías, sumándose al deseo sexual y su prohibición del mismo.

La represión y la autoridad están muy presentes. Pero, ante ese clima, las chicas quieren
defender su libertad y vivir tal y como ellas desean. Sobretodo, esta ansia de libertad está
encarnada por Adela, la hija menor de Bernarda y la más rebelde y luchadora.

Esa moral autoritaria, rígida y convencional (representada por Bernarda) y el deseo de libertad
(María Josefa y Adela). Bernarda, dueña de una moral puritana, niega a sus hijas, incluso a su
madre, la libertad de poder decidir lo que hacen con sus vidas. Cuando muere su marido
impone ocho años de luto, en los que no podrán ver la calle como antes pasó en su casa
materna. La criada, y sobre todo las hijas, son las personas esclavizadas. Esta situación crea un
ansia de libertad y pasión incontrolables; las hijas mayores se conforman, pero no Adela y su
abuela, que se enfrentan a la madre sin resultado.En definitiva, el autoritarismo de Bernarda
provoca dos respuestas en busca de la libertad: el suicidio de Adela y la locura de María
Josefa.Ese enfrentamiento con el autoritarismo y deseo de libertad se manifiesta en una serie
de oposiciones : La continua tensión entre represión y rebeldía (ésta en Adela). El choque entre
la moral tradicional, la preocupación por las apariencias y los prejuicios sociales de Bernarda, y
el deseo de liberación de las hijas, que encarnan la primacía de los sentimientos y el instinto
social. El desajuste entre realidad familiar y social, que dicta lo que las mujeres deben hacer, y el
deseo, lo que realmente quieren, que les lleva a la frustración o la rebeldía y a demás pasiones,
emociones y sentimientos desencadenados.

La rígida separación entre el interior de la casa, caluroso y oprimente, y el mundo exterior, que
para ellas representa la liberación y la vida.

PEPE EL ROMANO, PERSONAJE INVISIBLE, SU VALOR DE SÍMBOLO

Personaje invisible, ya que nunca aparece. Tiene 25 años. Según Magdalena, es el "mejor tipo
de todos estos contornos". Se va a casar con Angustias. Se muestra distante en esta relación y
tiene encuentros a escondidas con Adela. También Martirio está enamorada de él. Su papel es
central y relevante a pesar de que la obra carezca de datos sobre éste, puesto que es la causa
de la rivalidad entre Adela y Martirio, y es él por quien Adela se rebela contra su madre.

A lo largo de la obra de García Lorca, Adela aparece dibujada, mientras que de Pepe el Romano
se habla, se cuchichea, pero él no tiene nunca la palabra.

Pepe el Romano es un personaje omnipresente. Sin embrago no sería realmente claro

establecer si es un personaje principal o secundario ya que, no tiene diálogo ni aparece
físicamente en escena, sus acciones son claves para el desarrollo de la obra, a tal punto que es
él quien desencadena el problema principal. El hecho de que Pepe sea el único personaje
hombre en la obra rodeada de personajes femeninos es un dato a destacar, por el mero hecho
de esa aportación de Lorca y no obstante por la situación social del momento representando los
valores del personaje en la obra.

En cuanto a su apariencia física el autor no hace una clara descripción, sin embargo sabemos,
por comentarios de las hermanas, que Pepe es el hombre más codiciado del pueblo y es muy
apuesto. En cuanto al aspecto social se sabe que Pepe pertenece a un estrato social alto, lo que
permite, en cierto sentido que Bernarda, la cual es muy prejuiciosa y tiene muy en cuenta esos
elementos, apoye el futuro matrimonio entre él y Angustias. De su personalidad se sabe poco,
pero una de las características más importantes es su gran codicia, él ama a Adela, pero busca
casarse con Angustias no por otra cosa que por el dinero, y esto es expresado perfectamente en
la siguiente cita:

“MAGDALENA.- Si viniera por el tipo de Angustias, por Angustias como mujer, yo me alegraría,
pero viene por el dinero.”

Pepe el Romano es un personaje de vital importancia en la obra porque, como lo he

expresado anteriormente, es justamente él quien desencadena el conflicto en la obra. Con su
gran poder de seducción logra conquistar a tres hermanas: Angustias (con quien piensa
casarse), Adela (a quien ama y con la cual mantiene una relación de amor secreta) y Martirio
(quien lo ama en silencio), lo que crea un enorme conflicto en la casa y representa una amenaza
para Bernarda. Esta relación de amor secreta que él mantiene con Adela es descubierta por
Martirio, lo que da lugar así al mayor conflicto de la obra y provoca la ira de Bernarda al punto
de querer asesinarlo cuando lo descubre.

Podríamos decir que existe una estrecha relación entre uno de los temas principales de la obra y
este personaje: el rol de la mujer. Es justamente por su amor hacia Pepe, que Adela se rebela y
decide hacer algo que una mujer de la época no hubiera hecho jamás: escaparse de su casa
para ir a acostarse con un hombre que no es siquiera su marido y piensa vivir como una
querida.

Él es un conquistador de mujeres. En este sentido se lo asocia con el caballo garañón (el

semental que está encerrado y que Bernarda autoriza lleven al corral).

Su relación con la casa en sí es mínima, pero su impacto en la casa sí es importante ya que él

crea un conflicto muy grande entre las hermanas, las cuales se disputan su amor de una manera
brutal.

Pepe el Romano, si bien no aparece jamás en la obra, tiene un rol de gran importancia para el
desarrollo de la misma, y sin él, la obra no podría ni siquiera imaginarse.

Se puede definir como como el “exceso de un deseo sexual desordenado e incontrolable”. Pepe
el Romano mantiene relaciones con varias mujeres a la vez, y estas relaciones son tan fuertes al
punto que Adela, con solo pensar que Pepe ha sido asesinado, se suicida.

Visto esto, podemos decir que el valor de Pepe el Romano en dicha obra por desatar pasiones
extremas en las hermanas y hacer que una de ellas se suicide hace que el valor del personaje

Pepe el Romano sirve para levantar pasiones, enfrentar a las hermanas y demostrar la fuerza y
crueldad de Bernarda.
OPOSICIÓN ENTRE INSTINTO Y SOCIEDAD
Encontramos un gran choque entre el instinto de pasiones de las diferentes protagonistas
viéndose refrenadas por la tradición existente que la sociedad impone.

El erotismo que se encuentra en esta obra es expresivo y ciertos personajes lo exponen con sus
ansias reprimidas, como lo hace Adela en forma grotesca, demostrando no sentir respeto
alguno por su madre. Fuera de cordura manifiesta la pasión. Poncia llega a exponer
deliberadamente comentarios sexuales para manipular a los que la oyen, como lo hace con las
hijas de Bernarda al referirse a los segadores, dándoles a entender que esos hombres venían
ardiendo por los deseos de estar con una mujer teniendo 15 de ellos relaciones con una sola
mujer. Aquí observamos una gran diferencia social de la época y la principal de la obra. Mientras
que la concepción sexual de un hombre es considerada como algo amplio, una mujer puede
llegar a entregarse a 15 hombres.

Resumiendo, vemos con el ejemplo de esta situación, que Lorca refleja la España tradicional
que no acepta controversias, viéndose que los protagonistas no deben dejarse llevar por los
simples impulsos.

Cuando el ser humano experimenta muchas necesidades o deseos y muchas tendencias

contradictorias, el conflicto viene a ser como una guerra interna, porque se combaten dentro de
la misma persona dos fuerzas opuestas; y esta es la frustración generada por lo que quieren y
no pueden por su sociedad o normas establecidas estos personajes. El ambiente social es la
fuente principal de la frustración en la casa de Bernarda Alba, siendo estos unos principios que
pertenecen a un mundo del pasado, ella los quiere preservar a toda costa imponiendo su
autoridad , privando de su libertad a sus hijas y logrando con ello nada rivalidad entre ellas,
motivando únicamente celos y resentimientos. Las ilusiones se desvanecen y solo queda la
desesperanza.

Esa tradición crea importantes problemas en Casa de Bernarda Alba. El interés del matrimonio
impuesto por su madre y sociedad crea que en vez de el amor o la pasión prioricen, y sea el
deseo de salir del infierno lo que obligue a éstas a querer marcharse con Pepe el Romano, que
también poseía valores y dinero, de ahí la importancia de éste en la sociedad.