Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La libertad
Es considerado como el principal de la obra. Se trata del enfrentamiento entre la
libertad y la autoridad. Bernarda representa la autoridad y sus hijas el deseo y las
ansias de libertad. Ambos mundos se ven enfrentados en todo momento.
La moral autoritaria está representada por Bernarda Alba. Por otra parte, nos
encontramos con el deseo de libertad, algo que está representado por Adela y María
Josefa, dos personajes que se rebelan contra el mundo de Bernarda. El resto de
personajes vivirán abrumados por la figura de Bernarda, incluso las criadas viven
atemorizadas por ella.
Las apariencias
Otro de los temas de La casa de Bernarda Alba más candentes y evidentes es la
obsesión por el mundo de las apariencias. Durante toda la obra nos encontramos con
que las protagonistas están preocupadas por si alguien fuera de la casa se entera de
lo que está sucediendo. Es más importante mantener la imagen exterior que resolver
sus propios conflictos, aparentar ser un tipo de persona y de familia que, en realidad,
no se es.
El miedo a los cotilleos y a que se aireen los temas de la familia es una constante en
esta obra hasta que, incluso, se llega a ocultar que Adela se ha suicidado porque no
es un acto cristiano.
La marginación de la mujer
SÍMBOLOS
En la obra La casa de Bernarda Alba, se puede observar los innumerables símbolos
utilizados por Federico García Lorca(símbolos muy característicos y habituales de toda
su obra dramática). Gracias a la influencia del simbolismo, común entre los artistas de
la Generación del 27, esta obra está llena de imágenes simbólicas y metáforas.
El Caballo: es el símbolo más utilizado y es repetido numerosamente durante la obra.
El caballo es una forma de simbolizar el deseo sexual, generalmente oprimido; la
libertad, en este caso hace contraste con las hijas que están encerradas en la casa de
su madre e incluso la fuerza desatada por la naturaleza. Con todo esto, aunque en
ningún momento se vea el caballo se oye en numerosas ocasiones su relinchar y el
sonido de los cascos al galope.
Agua: junto con el caballo, se repite en varias ocasiones a lo largo de la obra, pero en
este caso tiene significados muy distintos dependiendo de lo que quieran expresar: por
un lado el agua estancada es símbolo de muerte mientras que el agua que se mueve
simboliza la vida (por ello se dice que en el pueblo no hay ríos pero si pozos, de los
que Bernarda dice que el agua está envenenada); por otro lado también se utiliza
como referencia al deseo sexual (por eso se repite que Adela y Martirio tienen sed y
están sofocadas).
El Bastón: símbolo de poder tiránico y de mandato autoritario. En un momento de la
obra, en la que Adela rompe el bastón, se intenta reflejar su rebeldía, que de esta
manera rompe con la tiranía de Bernarda.
Blanco-Negro: el uso del contraste de colores también es muy utilizado, y sobre todo
el de los colores blancos y negros. El blanco (símbolo de todo lo positivo: vida,
libertad, sexualidad) y el negro (símbolo de la muerte), son utilizados durante toda la
obra como parte del decorado.
La luna: es el símbolo más frecuente de Lorca, aunque en esta obra no sea el más
relevante. La luna puede simbolizar muchas cosas: erotismo, belleza, muerte etc… En
este caso la muerte de Adela sucede en presencia de la Luna y ella misma cuenta que
le encantan la luna y las estrellas (símbolo de belleza y pasión por Pepe el Romano)
Adela es la hija pequeña de Bernarda Alba, su nombre significa que es una persona
de naturaleza noble. Además de ser la más joven, tiene 20 años, es la más hermosa
de todas las hijas de Bernarda y está enamorada de Pepe el Romano. Al decírselo a
todas, además confirmando que él está también enamorado de ella, Adela se rebela
contra la opresión y la tiranía de Bernarda y, a partir de esta rebeldía por parte de la
hija pequeña y del, en teoría, futuro esposo de Angustias, es entonces cuando se da la
gran tragedia en la obra y Bernarda se enfada desmesuradamente, hasta el punto de
que sale de casa en busca del joven y le dispara. Es entonces cuando su hermana
Martirio, llena de envidia por el amor entre su hermana pequeña y el joven, le dice a
Adela que Pepe ha muerto, cuando esto en realidad no es cierto.
Adela es la hija que se rebela más a menudo en la obra "La casa de Bernarda Alba",
ya que desde el principio se niega a hacer el luto riguroso que Bernarda impone a
todas. Por lo tanto, podemos decir que Adela es la que presenta unas características
de los personajes de La casa de Bernarda Alba más diferenciados de los demás.
La Poncia: es la criada que más años lleva al servicio de la familia, tiene 60 años y
su nombre está relacionado con el bíblico Poncio Pilatos. Bernarda y Poncia se
criaron juntas desde niñas, por lo que es la confidente más fiable de Bernarda,
aunque en realidad la odia por cómo se comporta. Tan bien conoce a Bernarda y
tanto la odia que en una escena Poncia comenta: “Tirana de todos los que la rodean.
Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin
que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara”.