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Diapo 7
La esteatosis hepática simple tiene un buen pronóstico, aunque la evolución puede ser
menos favorable en aquellos pacientes que siguen bebiendo. Recientemente se ha
descrito que los pacientes con una esteatosis sin fibrosis, seguidos durante un período
prolongado de tiempo, también pueden evolucionar a una cirrosis. En estos casos se ha
visto que la persistencia de la ingesta de alcohol, la intensidad de las lesiones en la
biopsia inicial y el sexo femenino son los factores de mal pronóstico.
La cirrosis hepática compensada en los pacientes que dejan de beber tiene una
supervivencia acumulada media relativamente prolongada que puede llegar a ser de casi
diez años. Los signos de mal pronóstico son el aumento de la ictericia en ausencia de una
hepatitis alcohólica o de una obstrucción extrahepática, la presencia de ascitis refractaria
al tratamiento diurético, la encefalopatía, la hemorragia digestiva alta por rotura de varices
esofágicas (esofagogástricas) y la insuficiencia renal funcional progresiva. En los
pacientes que permanecían estables y presentaban un rápido deterioro del estado general
debe siempre considerarse la posibilidad de que hayan desarrollado un hepatocarcinoma.
Tratamiento
Medidas generales
Dada la alta incidencia de deficiencias nutricionales que presentan los pacientes con una
hepatitis alcohólica, se han ensayado en su tratamiento diversas pautas terapéuticas con
suplementos de aminoácidos por vía parenteral o enteral. La mayoría de los estudios han
demostrado que este tratamiento tiene un efecto beneficioso sobre el estado nutricional y
sobre las pruebas de función hepática, aunque sin producir cambios en la mortalidad.