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10.3 LA GUERRA CIVIL: La sublevación militar y el estallido de la guerra.

La dimensión
internacional del conflicto

Las Elecciones de 1936 dieron la victoria al Frente Popular, desde entonces una facción del
Ejército empezó a conspirar contra el nuevo Gobierno contando con el apoyo de la Unión
Militar Española. En el verano de 1936 estaba todo dispuesto para el golpe, aunque en la
elección de la fecha fue clave el asesinato del dirigente derechista Calvo Sotelo, asesinado por
la Guardia de Asalto el 13 de julio de 1936 como represalia al asesinato del teniente Castillo.

El 17 de julio se puso en marcha la rebelión en Melilla, e inmediatamente se controlaron las


principales plazas africanas: Ceuta, Tetuán y Larache.
El 18 de julio la rebelión se extendió a algunos lugares de la península y provocó la dimisión
del presidente del Gobierno Santiago Casares Quiroga. Le sucedió un breve Gobierno de Diego
Martínez Barrio, quien intentó llegar a un compromiso con los militares sublevados, sin
embargo, el general Mola se negó. La presión de las masas sindicales sobre el presidente de la
República, Manuel Azaña, pidiendo el reparto de armas, hizo que éste nombrará presidente
del Gobierno a José Giral, ante la negativa de Martínez Barrio, y rápidamente ordenó la
entrega de armamento a los sindicatos y a las milicias populares.

Los Sublevados dominaron Cádiz, que se convertiría en el punto de desembarco de las tropas
del Ejército de África. Desde allí, llegaron hasta Sevilla, dónde Queipo de Llano tomó los
principales puntos de la ciudad. Además, controlaron con facilidad Galicia, Castilla La Vieja, el
valle del Duero y Navarra, donde Mola se puso al frente de las milicias tradicionalistas, así
como en contacto con los Carlistas. En Aragón, el general Cabanellas se hizo con el control de
Zaragoza, aunque las provincias de Teruel y Huesca quedaron divididas. También triunfaron en
Canarias, Mallorca e Ibiza.

La República mantuvo el control de las ciudades industriales y las provincias más pobladas
como:
- Madrid: Los milicianos asaltaron el Cuartel de la Montaña, donde se refugiaba el
general Fanjul, que se rindió y fue fusilado tras un consejo de guerra
- Barcelona: el general Goded, procedente de Baleares, intentó someter la ciudad pero
tuvo que rendirse y terminó fusilado.
- Norte: el Partido Nacionalista Vasco declaró su unión al Gobierno y controló la mayor
parte del territorio vasco. Asturias, salvo Oviedo, quedó bajo dominio republicano.
- Levante: Valencia y Murcia permanecieron leales al régimen republicano

Desde el punto de vista militar los sublevados contarán con la mayor parte de los militares,
mientras que la República contará con la mayor parte de la tropa.
- República: 16000 soldados, la mayor parte de la aviación y la marina. Las zonas
ocupadas, principalmente industriales con recursos financieros, abarcarán unas 14
millones de personas. Tendrán falta de oficiales.
- Nacionales: Crean una Junta de Defensa, presidida en un primer momento por el
general Cabanellas, para coordinar la organización del avance. Las zonas ocupadas
cuentan con 10 millones de personas, y tendrán acceso a un 70% de recursos agrícolas.
INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
La Guerra Civil estuvo condicionada por la situación internacional de la época, marcada por la
crisis de las democracias, el auge de los totalitarismo y la polarización ideológica,
desarrollándose un clima de preguerra

APOYO A LOS SUBLEVADOS


- Italia: Su ayuda estuvo motivada por las conciencias ideológicas y por aspiraciones
estratégicas, pues pretendía incrementar su control en el ámbito mediterráneo. La
ayuda italiana se concretó en la llegada del Cuerpo de Tropas Voluntarias, así como la
aviación, que participó en acciones concretas como la conquista de Málaga o la batalla
de Guadalajara.
- Alemania: Hitler pretendía acceder a las minas de wolframio, un mineral de gran
importancia militar. Además, ante las dificultades que planteaba su aspiración a la
conquista de Francia a través de la frontera alemana, donde los franceses habían
establecido la línea Maginot, la alianza con España le ofrecía una vía alternativa para la
invasión de Francia por los Pirineos. Por último, los campos de batalla españoles
servirían para probar el nuevo armamento alemán.
Hitler envió aviones, entre ellos la Legión Cóndor, además de un fundamental apoyo
tecnológico, sobre todo en el ámbito de las telecomunicaciones.
- Portugal: Puso sus puertos y fronteras al servicio de los sublevados, fundamental para
recibir aprovisionamientos.
- Estados Unidos: de forma indirecta, mediante empresas privadas
- El Vaticano: En 1937 reconoce el gobierno de los nacionales y califica la guerra como
una cruzada
- Irlanda: Envía la Brigada de San Patricio, constituidas por voluntarios fascistas.
- Participaron también mercenarios marroquíes provenientes del Protectorado español
Los nacionales pagaron las ayudas internacionales con créditos

LA POSTURA DE LAS DEMOCRACIAS


Francia y Reino Unido decidieron no brindar ningún apoyo, principalmente por el miedo a que
las tensiones en España desatasen un nuevo conflicto en Europa. Alcanzaron un acuerdo de no
intervención al que se sumaron países como Italia, Alemania y la Unión Soviética. El 9 de
septiembre de 1936 se constituyó en Londres el Comité de No Intervención, que proclamó la
necesidad de que los países se mantuvieran neutrales. En la práctica el comité solo funcionó
para denunciar la constante violación de la neutralidad por lo que su inoperancia hizo que se
dejará de reunir en 1938

APOYOS A LA REPÚBLICA
El Gobierno de la República sólo pudo contar con el apoyo de la Unión Soviética de Stalin. Su
ayuda se concretó en material bélico y personal especializado, como pilotos o artilleros, que
actuaron como consejeros militares, pero también como comisarios políticos a favor del
comunismo internacional a través del Partido Comunista Español. Las entregas llegaron de
forma intermitente ya que Stalin las utilizó para condicionar la evolución política del Gobierno.
La República pagó a la Unión Soviética con las reservas de oro del Banco Nacional.
El otro apoyo del Gobierno fue México, relevante en la acogida de refugiados.
La República contó con el respaldo de la opinión pública internacional y de la izquierda
mundial, lo que se sustanció en iniciativas como las Brigadas Internacionales, formadas por
40000 voluntarios antifascistas de 60 países. Además, contó con el apoyo de gran parte de los
intelectuales como George Orwell, Hemingway o Robert capa

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