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TEMA 1: LA PRIMERA FILOSOFÍA MODERNA: FILOSOFÍA RENACENTISTA

Con cada momento histórico hay una disciplina filosófica que se convierte en el eje
vertebrador de toda la filosofía. En filosofía antigua están los presocráticos y la pregunta
por el ser, el arjé, los principios. Era una pregunta metafísica. Y luego Aristóteles introduce
una deriva ontoteológica y eso hace que se evolucione a la filosofía medieval. Ahora la
primera pregunta se convierte en Dios. Llega un momento en el que esa filosofía medieval
se agota porque las preguntas fundamentales se agotan, la discusión en torno a la
demostración de la existencia de Dios se agota, sobre los atributos divinos se agota, se ve
que no se llega a ningún punto. Llega Guillermo de Ockham y el problema de los universales
lo dinamita totalmente. Y automáticamente todas esas colaboraciones de fé y razón que se
habían intentado hacer, se separan y se diferencian. Como no puedo conocer a Dios la
pregunta cambia. ¿Qué es lo que puedo conocer? Se inicia la filosofía moderna con el
racionalismo y la pregunta sobre el conocimiento y el enfoque epistemológico. Esa
pregunta se engloba dentro de una más amplia que es el ser humano con el giro
antropológico de la Ilustración y hasta el Romanticismo. Y con la filosofía contemporánea
se produce una deriva hacia el lenguaje surgiendo la filosofía analítica.

¿Y el renacimiento dónde está?

El primer tema de la asignatura está enfocado a demostrar precisamente qué es el


Renacimiento y que es la filosofía del Renacimiento.

El Renacimiento es el paso precisamente de la filosofía medieval a la filosofía moderna.


El Renacimiento va a suponer cierta ruptura y va a ayudar precisamente a llegar a esa
primera modernidad. Pero es siempre sorprendente y muchísimo más significativo hasta
qué punto en el Renacimiento tenemos el germen de la Ilustración. Hay muchísima más
continuidad entre el Renacimiento y la Ilustración que entre el Renacimiento y la filosofía
moderna que le sigue.

Durante mucho tiempo se ha puesto en cuestión el periodo histórico del Renacimiento


y no se ha terminado de decidir si existe algo así como Renacimiento que se pueda
claramente establecer como época y momento histórico. Y ha generado también mucho
debate en torno a si existe algo así como la filosofía renacentista.

Y esto es lo que nos cuentan en el libro en el primer capítulo. La postura del propio
profesor es que el Renacimiento constituye una primera modernidad. Que en el
Renacimiento vamos a tener líneas de continuidad con la filosofía medieval, pero también
líneas de ruptura que van a permitir el renacimiento de la filosofía moderna. Y que la
filosofía del Renacimiento tiene un estatuto epistemológico.

Empezamos. Tenemos a Aristóteles y Platón en La escuela de Atenas de Rafael. Pero


realmente son Leonardo da Vinci como Platón y el propio Rafael como Aristóteles.

En realidad, en el cuadro existen numerosos retratos de personajes, artistas, filósofos,


pensadores, escritores y arquitectos del momento. Entonces se supone que lo que intenta
mostrar es precisamente por lo que se va a caracterizar fundamentalmente el
Renacimiento, que es tender un puente hacia el pasado, hacia la antigüedad.

¿Y cuál es el problema por el que durante mucho tiempo se preguntó si el Renacimiento


es un periodo histórico que tiene características propias o no? Pues que cuando nosotros
hablamos de renacimiento con el lema que es esa vuelta a los clásicos, parece que es como
una recuperación, un volver a lo mismo, un recuperar lo mismo. Y entonces la pregunta es
si efectivamente una vuelta a lo clásico supone una nueva etapa histórica o no. Y la cuestión
es que en realidad el Renacimiento, aunque efectivamente es un retorno a los clásicos que
supone un giro y una renovación cultural respecto a la Edad Media, implica también un
nuevo nacimiento. Es decir, hay algo nuevo que nace, es un renacer, pero también un nacer.

El Renacimiento en un primer momento lo que se configura es un programa de


renovación cultural y política. Y esto es una pretensión explícita. Es una época muy curiosa
porque resulta que es una época en la que hay conciencia de cambio, lo cual es extraño
pues las transformaciones normalmente se captan pasados los años con una vista
retrospectiva. Sin embargo, en el Renacimiento había esa conciencia explícita de un cambio,
de un progreso, de una mejora y de un clima muy optimista y muy positivo en general,
teniendo en cuenta que la época tampoco era lo más estable del mundo. Pero para ellos en
ese momento suponía un gran avance.

Esa conciencia de la nueva época lo van a establecer como luz frente a la imagen de las
tinieblas de la Edad Media.

Es decir, esta imagen peyorativa que hemos tenido durante muchos años de que en la
Edad Media no había avance del conocimiento y de que la filosofía se había quedado
totalmente supeditada a la teología y demás, surge precisamente en el Renacimiento. Son
los primeros que empiezan a despreciar justamente lo anterior por considerarlo
oscurantista y lo consideran las tinieblas frente a una imagen muy positiva del momento
que les ha tocado vivir y que tienen en alta consideración y estima.

El lema de esta renovación cultural va a ser la vuelta a los clásicos, porque los clásicos y
la filosofía y los autores grecolatinos van a convertirse en fuente de inspiración. Y en ese
retorno a los clásicos lo que se va a proponer es la lectura directa de las fuentes. Y va a
haber un punto fundamental que va a tener una gran repercusión, que es el inicio de lo que
terminará siendo la filología. En esa vuelta y en esa recuperación de los clásicos, en esa
lectura directa de las fuentes, lo que vamos a ver es el inicio de una depuración del
lenguaje, de comprender bien el significado de las cosas y entonces vamos a ver el inicio de
la filología. Vamos a hablar del análisis filológico y lógicamente no podemos pretender que
sea la filología tal como la entendemos hoy en día o cómo está estipulada hoy en día. Pero sí
que se ve claramente ese inicio y esa depuración de lenguaje y esa preocupación por el uso
correcto de la palabra, el significado correcto, la calificación semántica significativa y
demás.

En ese retorno a los clásicos nos vamos a encontrar con que hay una crítica directa a la
lectura averroista de Aristóteles. De ahí va a quedar la imagen generalizada de que El
Renacimiento es contrario a Aristóteles, pero esto es falso. En esa lectura directa de los
clásicos lo que van a ir es en contra de las grandes interpretaciones y los grandes
comentarios.

Hay que tener en cuenta que una vez que Aristóteles se introduce gracias a Averroes y a
Tomás de Aquino en la filosofía occidental, los programas de filosofía de las universidades
son aristotélico-tomistas. Y además van a estar los averroistas latinos con la teoría de la
doble verdad ejerciendo su influencia desde la universidad de París. Y entonces desde el
Renacimiento lo que se ve mal es precisamente todas estas lecturas y estas
interpretaciones que se han hecho en torno a Aristóteles. No es que no quieran a
Aristóteles, lo que no quieren es las interpretaciones y las lecturas que durante la Edad
Media se han hecho de él.

Por un lado, tenemos esa crítica y sí que se va a quedar esa imagen muy generalizada,
como que el Renacimiento es contrario a Aristóteles, pero esto no es correcto. Pero sí que
es verdad que van a rechazar todas las interpretaciones de la obra de Aristóteles. Y sí que
es verdad que entre Aristóteles y Platón va a ganar Platón. Va a tener mucha más
hegemonía en la escuela de Florencia el Neoplatonismo que el Aristotelismo.

¿Por qué les gusta tanto Platón y porqué hay esa recuperación de Platón?

Os acordáis de que durante la filosofía medieval os estaba diciendo que para ellos se
consideraban platónicos y en realidad había una confusión entre Platón y Plotino y
entonces eran más neoplatónicos que platónicos. Pero ellos no lo sabían porque en realidad
ellos atribuían a Platón ciertas obras de Plotino.

Eso se va a seguir produciendo, pero además se van a introducir una serie de cultos
mistéricos y se van a recuperar una serie de autores míticos que no se saben si existieron, a
los que se les atribuyen las obras a épocas anteriores incluso a Platón, y que influyeron en
Platón, como Hermes Trimegistro. Y con todo ello van a crear en la escuela de Florencia un
neoneoplatónico. Entonces vamos a hablar de neoplatonismo. Pero no es el neoplatonismo
de Plotino. Es un nuevo neoplatonismo porque van a imitar a Platón, pero partiendo de
otras ideas.

Y luego, por otra parte, hay una recuperación masiva de sectas helenísticas. Es decir,
autores que se habían quedado un poco olvidados se van a ir recuperando y vamos a ver
cómo hay muchos autores que desde el Renacimiento trazan puentes y recuperan autores
de sectas helenísticas que se habían quedado enterradas y que no habían tenido
continuidad.

Aparte de este programa de renovación cultural tenemos un nuevo nacimiento. Es


decir, nos vamos a encontrar con cosas nuevas, con cosas suficientemente significativas
como para determinar que estamos ante un periodo histórico nuevo y ante una filosofía
que tiene su propia legitimidad y su propio estatuto.

Para empezar, en ese nuevo nacimiento, lo que ellos mismos vivencian como un nuevo
espíritu, una nueva época, una nueva sensibilidad, un nuevo gusto, se establece
propiamente un cambio de vida en las condiciones de vida y en la política social. Vamos a ir
viendo la configuración de los sistemas modernos.

Veremos el nacimiento de la burguesía y el impacto que esto va a tener.


Ellos tienen esa sensación de ir hacia la prosperidad, hacia la libertad, hacia la paz. Es
curioso porque la época de pacífica no tenía nada.

Estamos en el inicio de las guerras de religión. Y esta prosperidad también choca


mucho cuando empezamos a comprobar que estamos en época de crisis, de enfermedades,
de condiciones de pobreza extrema. Aunque es verdad que Italia tiene un clima y un
trasfondo económico que la hace salvarse en parte. Pero la época no era como para ser tan
optimista.

Vamos a estar en ese germen de la modernidad y por eso podemos considerar que el
Renacimiento es una primera modernidad.

En filosofía medieval teníamos tres grandes monoteísmos, tres grandes culturas,


determinadas totalmente por la religión y todo giraba en torno a un eje común que era el
libro. Y esas religiones del libro habían configurado una serie de conceptos que hacía que,
pese a no haber contacto inicial entre estas culturas, se desarrollasen filosofías muy
paralelas y que tenían de trasfondo el cambio de concepción que había supuesto el
monoteísmo. Vimos el tiempo, la concepción del hombre y el mandato divino, y esas cosas.
Bien, pues aquí también va a haber unos conceptos que van a transformarse. Algunos lo
que hacen es simplemente evolucionar, evolucionar en el sentido de continuar esa
transformación que ya se había iniciado a través de la filosofía medieval y a través de estas
concepciones que veníamos determinando, y otros van a radicalizarse. Entonces hay
conceptos dentro de la filosofía del Renacimiento que van a tomar una centralidad brutal y
que además van a suponer el inicio de la comprensión moderna, no sólo moderna de la
filosofía moderna, sino moderna actual.

Es decir, es en el Renacimiento donde se construyen ciertos conceptos que llegan hasta


nosotros y que nosotros asumimos de una forma muy acrítica, como si fuese obvio, pero
que en realidad tienen un nacimiento y tienen un desarrollo histórico, y son una
construcción histórica y sus bases están centradas en el Renacimiento.

Hablamos, por ejemplo, del cambio que se va a ver en torno a la concepción del ser
humano, del hombre. Hablamos también del cambio que va a suponer la forma de concebir
la razón. Hablamos de un cambio en la comprensión de la naturaleza. Hablamos de un
cambio en la cosmovisión del puesto del hombre dentro de la naturaleza y dentro del
universo. Y lo que vamos a tener finalmente es un cambio de valores. La configuración de
un imaginario social diferente.

Ese imaginario social incluye una imagen del hombre, una imagen del puesto del
hombre dentro del universo, una nueva comprensión de valores, una nueva forma de
concebir las cosas.

Vamos a ver cuatro pinceladas sobre el cambio en la concepción del ser humano, el
cambio en la concepción de la naturaleza y el cambio en la concepción del pensamiento.
Tenemos en la imagen el hombre de Vitrubio. Representa la perfección, el ideal de
belleza, de proporcionalidad. Y representa el hombre como centro de todo.

Entonces lo que vamos a tener es una nueva concepción del ser humano y vamos a ver
que esta nueva concepción del ser humano va a tener bases religiosas y se va a asentar en
lo que veníamos viendo de la Edad Media y al mismo tiempo va a suponer una ruptura
radical.

¿Qué es esa concepción del hombre? Esta nueva concepción del hombre es lo que se va
a centrar y lo que se va a recoger con el nombre de humanismo. Pero cuidado, porque lo del
humanismo es un término muy cargado y se ha llenado de demasiadas connotaciones en
demasiados momentos. Hay que entender bien a que nos referimos con humanismo y hay
que diferenciar un poco el humanismo de lo que luego se va a considerar mero
antropocentrismo. Por un lado, el humanismo, que va a estar totalmente vinculado al
Renacimiento, va a ser también un programa de renovación cultural y pedagógico. Y en ese
programa de renovación cultural y pedagógico, lo que tenemos es el estudio de las
humanidades. Ese proyecto de humanidades son gramática y retórica, herencia de la
filosofía medieval, y le vamos a añadir otras disciplinas que empiezan a tener un gran peso.
La historia por ese retorno al pasado y esa vuelta a los orígenes precisamente; la poética. Y
sobre todo y fundamental, la moral y la ética.

Cuando hablamos de humanismo dentro del ámbito de la filosofía, lo que estamos


hablando es de una reivindicación de la filosofía práctica, de la ética y la política. Es decir,
toda la escolástica viene mediatizada por la pregunta de Dios, y todo lo que hace es
fundamentalmente una metafísica. Hay ética y hay política, porque se debe dar respuesta a
todas las preguntas de forma coherente y consistente. Pero ahora lo que tenemos es que se
van a abandonar los planteamientos metafísicos y los enfoques metafísicos porque se han
agotado, y va a haber una vuelta a la filosofía práctica, a la ética y a la política. Esto se
conoce como el inicio del giro antropológico pero este giro ya estaba en la antigüedad.

Y en términos generales, para una comprensión muy genérica del humanismo, el


humanismo lo que significa es el amor y la admiración hacia todo lo humano. Y este amor y
esta admiración hacia todo lo humano viene determinada por una nueva comprensión del
ser humano, por una nueva concepción, que no es nueva, sino que está evolucionando. Esto
no es un cambio radical. El cambio de la naturaleza sí que resulta mucho más radical, pero
la comprensión del ser humano es más una evolución. Lo que pasa es que es una evolución
que va a llegar a un punto totalmente diferente del punto del cual parte, pero es una
evolución muy paulatina.

El ser humano se va a convertir en el protagonista de su propia vida, ya no va a estar


sometido a las fuerzas del destino, no va a estar sometido a Dios, no va a haber esa
providencia divina que nos determina, no va a estar sometido a la naturaleza, sino que es el
protagonista de su propio destino, porque es capaz de hacerse a sí mismo. Y esto va a
derivar en una nueva valoración de la inteligencia y de la sabiduría. La sabiduría que
siempre se había quedado vinculada a la contemplación, ahora se entiende como algo
aplicado a las cosas prácticas. Para beneficio de ese ser humano. Porque si yo tengo que
construirme y hacerme, y yo soy dueño de mi propio destino, lo inteligente será que yo
sepa desenvolverme con todo lo que tengo a mi alrededor y manipular todo lo que tengo a
mi alrededor para que esto sea beneficioso para mí. Y surge algo que va a ser muy
contemporáneo que es la conciencia y el estado de dominación del mundo.

¿Por qué decimos que hay un cambio fundamental y una concepción totalmente
diferente del ser humano? E insisto que no es radical sino más bien una evolución. Hay una
base religiosa que viene de la Edad Media y que es muy generalizada, pero en la
exploración de ciertas ideas se va a llegar a otro punto totalmente diferente que es la
dignificación del ser humano y la noción de la libertad tal y como la entendemos nosotros
hoy en día.

Hasta el momento la concepción de la libertad del ser humano venía determinada por
San Agustín diferenciaba entre libre albedrío y libertad. Decía que todos los seres humanos
tenían libre albedrío y entonces podían estar bien orientados hacia el bien o hacia el mal,
pero sólo alcanzaban su plena libertad cuando estaban correctamente orientados hacia el
bien. Esta orientación hacia el bien dependía de la gracia divina y la gracia divina dependía
de que Dios te la quisiese dar. Era una manera de resolver que el ser humano fuera
responsable de sus actuaciones y al mismo tiempo mantener la providencia divina.

Ahora la libertad se va a entender como nosotros hoy en día, como capacidad de elegir.
Esa libertad sale de una nueva comprensión del hombre como estatuto ontológico
privilegiado. El hombre se va a entender como un microcosmos que refleja la totalidad del
macrocosmos. Y vamos a ver autores que van a poner al ser humano en un punto muy
especial de la naturaleza, porque va a estar a medio camino entre el mundo de las ideas y el
mundo sensible. Va a estar ahí como nexo de unión. Y en esa capacidad que va a tener, va a
tener la libertad de elevarse o de rebajarse.

Por lo tanto, el ser humano va a ser responsable de sí mismo y él va a tener la libertad


por ese estatuto ontológico privilegiado que le da Dios y va a tener la posibilidad de
elevarse y ensalzarse a la altura de los dioses o de rebajarse hasta quedarse convertido en
una bestia o incluso peor, en puro ensimismamiento como el de las piedras. En esa radical
libertad vamos a tener la dignidad del ser humano. Aquí veremos a Pico de la Mirandolla
con el discurso de la dignidad.

Respecto a la concepción de la naturaleza, el cambio es mucho más radical. Aquí sí hay


una ruptura muy grande respecto a lo anterior.

Aquí tenemos la primavera de Botticelli. Va a haber una revalorización general del


mundo sensible. La idea que había introducido Platón de que el mundo sensible introducía
la materia y con ella el principio de imperfección, se va a ir modificando poco a poco.
También a partir de comprensiones religiosas. Si Dios crea el mundo, no va a crear un
mundo feo. Va a empezar una revalorización de todo el mundo y de toda la naturaleza y de
todo lo sensible. Va a dejar de considerarse que el mundo es un valle de lágrimas y que esta
vida es un paso para otra mejor y se va a empezar a valorar y a revalorizar todo lo que es el
mundo, la naturaleza, lo sensible y la belleza. De hecho, es el momento de una gran eclosión
de las artes, de la estética y va a haber unos ideales estéticos vinculados precisamente a la
idea de la reproducción de la belleza de la naturaleza.
Para nosotros en esta signatura mucho más significativo es que la naturaleza se va a
convertir en un objeto de admiración y de contemplación. Y esa contemplación va a ser el
primer paso para después querer alcanzar la dominación.

Vamos a ver dos desarrollos diferentes que surgen de una misma base común, pero que
van a tomar posiciones totalmente divergentes. Finalmente, uno se bloqueará y el otro
continuará hasta nosotros.

A partir del neoplatonismo al que le meten los cultos órficos, Orfeo, Hermes
Trimegistro, etc vamos a tener a personajes como Marsilio Ficino que va a ser filósofo,
mago, profeta y que va a dedicarse a hacer encantamientos musicales para conseguir que la
música de las esferas celestes se alinee y repercuta positivamente en el ser humano.

Por todas estas cosas va a empezar a haber todo un desarrollo de lo que vamos a
estudiar como magia natural. Lo que intentan es dominar el mundo a través de procesos
simbólicos. No es la magia como la entendemos hoy en día, sino que es una concepción
mágica del mundo que tiene una base filosófica muy importante y se va a configurar la idea
de la gran cadena del ser. Esta va a ser una idea muy hegemónica y muy importante dentro
de una élite intelectual.

Y en esa gran cadena de ser vamos a ver cómo todo está engranado y cómo esa alma del
mundo es precisamente lo que propicia el desarrollo de la magia natural. Hay una serie de
fuerzas cósmicas que, si yo soy capaz de propiciarlas de algún modo, obtendré algún tipo
de beneficio. Pero todo ello con una base filosófica de trasfondo. Es una magia como un
estado precientífico porque lo que nos falta es la técnica para poder llegar a ese dominio.
Vamos a tener tratamientos musicales, talismanes, el inicio y desarrollo de la medicina
hipocrática, de la alquimia, todo se va a mezclar con la cábala judía.

Y simultáneamente vamos a tener un inicio de la técnica. Lo que me interesa es la


inteligencia aplicada a las cosas, que yo pueda de alguna forma transformar el entorno que
me rodea para mi propio beneficio. Va a empezar poco a poco a haber el desarrollo de una
técnica muy rudimentaria y de la instrumentación. Esta comprensión mágica del mundo va
a dar paso a un estadio precientífico, y a medida que avancemos en el tiempo en la técnica y
en la instrumentación, finalmente llegaremos a la revolución copernicana. Y a esas fuerzas
cósmicas se les va a despojar de sentido y van a empezar a entender que son fuerzas
naturales o leyes naturales. Y se va a ir gestando la imagen del mecanicismo.

Así que tenemos dos desarrollos, por un lado, en un primer momento una naturaleza
animada, mágica y encantada y por otro el inicio de lo que va a ser el desencantamiento de
esa misma naturaleza. En el primer caso veremos a Marsilio Ficino y en el segundo a
Francis Bacon, Copérnico y Galileo.

La gran cadena del ser es una derivación del neoplatonismo y de la cadena de la


emanación. Es un esquema emanatista en el que todo está animado y es un engranaje, pero
no es engranaje mecánico sino impregnado del alma del mundo. Entonces, si nosotros
tenemos esa imagen de la gran cadena del ser como un todo engranado y todo tiene sentido
y todo tiene significación, cada una de las partes guarda relación respecto a otro, es un
todo. Y si yo sé dónde estoy y soy capaz de manipular, puedo llegar a cambiar las cosas. Esa
gran cadena del ser va a suponer una nueva concepción del ser humano. Va a tener tal
significación, tal fuerza que es capaz de justificar estructuras sociales. Porque la misma
estructura social se entiende como una parte de esa cadena del ser. Es una naturaleza
jerarquizada, pero es una jerarquía complementaria.

Pasamos a la nueva concepción del pensamiento. El cuadro que tenemos aquí se llama
"La venta de indulgencias" de Francois Marius Granet. Es una campesina comprando
indulgencias. Lo he escogido porque se considera que el Renacimiento es justamente donde
inicia el proceso del pensamiento libre y autónomo. Este es uno de los puntos
fundamentales del combate de Lutero y lo que va a promover en parte la Reforma
protestante y la posterior contrarreforma católica. Y con ellos se supone que es el inicio de
la secularización, pero lo que tenemos es que ese inicio de la secularización y esa forma de
concebir de Lutero va a ser posible gracias precisamente a ese inicio del pensamiento libre
y autónomo.

Esta nueva concepción del pensamiento por un lado es una consecuencia del
protagonismo que adquiere el hombre y luego es una consecuencia también de todo el
programa filológico. Se inicia un pensamiento crítico y autónomo, y rechazo absoluto a
cualquier argumento de autoridad. Sea este argumento de autoridad el que sea y venga de
donde venga. No solo va a ser una oposición, por supuesto, a todo lo que pueda ser el
dogmatismo de la Iglesia, sino que incluso estos autores cuando en esa vuelta a los clásicos
en algún momento se encuentran con que los clásicos chocan con la concepción que ellos
tienen, van a rechazar el uso de los clásicos como principio de autoridad. Lo veremos muy
claro con Francis Bacon que tiene una base aristotélica muy grande, pero cuando llega a la
ciencia y a la observación y se encuentra con que Aristóteles no encaja, lo aparta.

Cómo se inicia ese pensamiento va a estar vinculado también con el inicio de lo que va a
ser la libertad de interpretación y la libertad de investigación. Aquí también tiene una
influencia fundamental la Reforma protestante. Va a ser el origen también de la libertad de
cátedra de los profesores.

Esto va a motivar el discurso de las libertades y de los derechos humanos. Es decir, la


noción que hoy en día tenemos del derecho humano y de la libertad individual de
conciencia y de pensamiento es una herencia de la Ilustración que a su vez es una herencia
del Renacimiento.

Tenemos también el inicio de la secularización, el inicio de un pensamiento secular y de


una razón secular. Tenemos la filosofía de la religión, que no es filosofía de la religión, pero
si un precedente de la filosofía de la religión.

Aquí veremos en su momento precisamente el impacto que tiene la Reforma


protestante, la controversia entre Lutero y Erasmo y finalmente la Contrarreforma católica.
Y lo que nos interesa fundamentalmente es comprobar cómo, desde un ambiente y con una
motivación claramente religiosa, lo que vamos a tener es un impulso de la vida corriente,
de la vida cotidiana. Lo que se conoce como la afirmación de la vida corriente, que es
simplemente la revalorización, el impulso de la vida, la redignificación de la vida cotidiana
y la vida cotidiana es la vida basada en la producción, el trabajo y en la reproducción, la
familia. Junto con la Reforma Protestante lo que vamos a ver es cómo se inicia el discurso
de la advocación y cómo con ello se caen las actividades que hasta el momento se
establecían como superiores, que eran las que se llevaban a cabo dentro de los monasterios
y de los monacatos. Esas vidas dedicadas a la contemplación, a la oración y a la sabiduría, se
caen y se dignifica todo lo que es el trabajo artesano, lo que hasta el momento estábamos
viendo que eran artes serviles porque implicaba en el manejo de la mano.

Con ello vamos a tener una potenciación de la burguesía y con la potenciación de la


burguesía, un cambio social fundamental en los valores, en la ordenación de la sociedad y
en el sistema político. Vamos a ver el nacimiento de los estados modernos.
La pregunta al empezar era qué es el Renacimiento y esta es la respuesta: el inicio de la
modernidad y de la Ilustración.

El Renacimiento por un lado es la primera modernidad, es lo que posibilita la


modernidad, supone el fin de los planteamientos escolásticos. Esa nueva relación del
hombre y de la racionalidad aplicada es lo que luego permite que se desarrolle una filosofía
del sujeto y una subjetividad que va a ser el punto central de la filosofía moderna con la
pregunta por el conocimiento. Esa nueva concepción de la naturaleza y esa nueva forma de
ver la naturaleza, y esa revalorización de la naturaleza es lo que va a propiciar
precisamente que impere y que domine después una naturaleza mecánica a la imagen del
mecanicismo moderno, incluso de las concepciones deístas de la Ilustración que van a estar
basadas precisamente en este mecanicismo.

Y luego, por otro lado, el inicio de la fascinación de la técnica va a hacer también que se
haga una revalorización muy importante en torno a las cuestiones éticas y políticas.

Además de posibilitar la modernidad y de ser esa primera modernidad, hay todavía


muchísima más continuidad entre el Renacimiento y la Ilustración. Esa idea del humanismo
de, soy humano, nada humano me es ajeno, frase de Terencio, que va a propiciar
precisamente el discurso de los derechos humanos que tendrán su máxima expresión
dentro de la Revolución Francesa. Vamos a ver que el Renacimiento contiene ya y es el
inicio del proyecto ilustrado. El proyecto ilustrado es básicamente el dominio de la
naturaleza a través de la razón para beneficio del hombre.

Esa imagen de la ilustración siempre se ejemplifica y siempre se pone en relación con la


imagen de Ulises encadenado. Ese Ulises encadenándose al mástil, poniéndole cera en los
oídos a los marineros porque van a pasar por donde las sirenas. Ulises quiere deleitarse
con el canto de las sirenas y disfrutar de esa belleza. Embelesarse con las sirenas sin
zozobrar. Entonces es el deleite en los placeres sensibles y el dominio de la naturaleza a
través de la razón. Vale, bueno, pues esa imagen del proyecto es que es la del proyecto
ilustrado.

Y es el inicio también de lo que va a terminar llevando después al ideal de la diosa y de


la utopía de la mera razón, de la sola razón, de la razón pura. Esto terminará llevándonos a
la primacía de la racionalidad instrumental pero esa primacía será cuando la razón
instrumental se convierta en un fin y no en un medio.

En el inicio del pensamiento autónomo y laico, va a haber dos momentos que van a
suponer una gran convulsión que va a ser la quema de Giordano Bruno y los procesos de
Galileo con sus intentos con la carta a Cristina de Lorena, de defender la autonomía de la
ciencia y la necesidad de que la Iglesia no interfiera en los asuntos.

Van a ser momentos de gran convulsión que van a impactar mucho en la sociedad y van
a hacer que haya ese impulso también hacia la autonomía, la libertad de pensamiento, la
emancipación de cualquier tipo de pensamiento filosófico y religioso.

El primer tema "La primera filosofía moderna: el Renacimiento" habla de todo esto.

Hay cinco apartados. En un primer momento tenéis los antecedentes que os hablan de
Jacob Burckhardt y lo que se cuenta es simplemente que en 1860 Burckhardt escribe este
libro "La cultura del Renacimiento en Italia", y es el primer momento en el que se empieza a
hablar del Renacimiento como una etapa histórica concreta. Burckhardt dice que es una
etapa histórica independiente y que se puede diferenciar porque hay una serie de cambios
fundamentales respecto al anterior que le dan ese estatuto y esa primacía. Nos habla del
individualismo. Es un poco exagerado hablar de que en el renacimiento hay individualismo,
pero es verdad que la primacía que se le confiere al hombre, y ese inicio del discurso de la
dignidad del ser humano, de la libertad, va a ser también base para el individualismo
moderno y para la defensa de las libertades individuales. Entonces, hablar de
individualismo como nosotros entendemos hoy en día el individualismo en el Renacimiento
es un poco osado, pero es verdad que sí que el precedente del individualismo, que llegue un
momento en el que haya una hegemonía o una comprensión del ser humano como un
individuo prepolítico, va a ser precisamente gracias en parte al Renacimiento. El germen
del contrato social también está en el Renacimiento. Entonces sí que es verdad que de
alguna forma se está haciendo el caldo de cultivo para ello.

Por otro lado, habla de la importancia que se le concede al mundo antiguo, del redivivo
y la reversión de los antiguos ideales.

También habla de laicismo y esto otra vez es mucho decir. Es verdad que es el inicio de
un pensamiento secular y autónomo, es verdad que aquí está de alguna forma el inicio de la
secularización, es verdad que es el momento de la ruptura y de la quiebra del pensamiento
dogmático. Pero aquí no se podría decir que hay laicismo. Podemos hablar de tolerancia,
pero para el laicismo como ideal de laicidad aún queda un trecho largo que recorrer.

Y habla de igualdad social, otra cosa que también habría que coger mucho con pinzas.
Pero lo que sí que es verdad es que en esa revalorización de la filosofía práctica y de la ética
y de la política vale también una importancia de la filosofía social. Lo veremos con Luis
Vives.

Habla también del espíritu nacional y esto sí que ya es mucho más evidente que
efectivamente es el momento en el que se empiezan a configurar las nacionalidades y los
estados modernos.

A raíz de este libro de Burckhardt empieza la controversia de si efectivamente existe


ese renacimiento como una etapa diferenciada, y si dentro del Renacimiento hay una
filosofía, o hay un movimiento, o hay un clima cultural determinado y propio que se
configure como algo radicalmente diferente a lo anterior, que nos permita hablar de
filosofía del Renacimiento. Y ahí tenemos defensores y detractores.

Entre los detractores tenemos a Kristeller que dice que no hay una filosofía del
Renacimiento como tal, que lo que hay es un humanismo como un movimiento y como un
proyecto cultural y pedagógico que supone obviamente una transformación, pero que a
nivel filosófico no hay suficiente diferenciación como para hablar de una filosofía del
Renacimiento frente a la filosofía medieval.

Y, por otro lado, entre los que defienden que efectivamente existe ese estatuto,
tenemos, por ejemplo, a Garin, en el que lo que dice es que el humanismo en realidad es un
clima cultural que impregna absolutamente todo el espíritu de la época y que por lo tanto,
dentro de ese humanismo hay también una filosofía propia y que esa filosofía propia es lo
que habría que considerar precisamente como la filosofía del Renacimiento.

En el cuarto apartado tenemos la propia postura del profesor de la asignatura que lo


que os dice es que entre la Edad Media y el Renacimiento se puede proponer una tesis de
ruptura radical, se puede proponer una tesis de continuidad o se puede proponer una tesis
de contigüidad.

Que lo que viene a decir es que hay puntos en los que efectivamente se producen
rupturas y cambios muy significativos que van a dar lugar a algo totalmente diferente. Pero
al mismo tiempo sigue habiendo enormes vínculos.

Esto lo vamos a ver muy bien con autores como Nicolás de Cusa, que vamos a ver que
tratan exactamente los mismos tres temas que trataban los santos de la Edad Media, pero
lo hacen de otra forma totalmente diferente, con otro enfoque, con otro planteamiento.
Entonces es como si a viejas letras les pusiéramos nuevas melodías. La cuestión es que esas
nuevas melodías van a hacer que cambie el ritmo y terminarán transformando las letras.
Pero inicialmente tenemos las viejas letras y vamos a mantener los mismos temas, pero
vamos a tener nuevas melodías, nuevos enfoques.

Entonces, dentro de esa tesis de la filosofía renacentista como contigüidad, lo que


tenemos es la postura del profesor, que es que el Renacimiento es un periodo histórico
diferenciado y que efectivamente hay una filosofía del Renacimiento. Y esa filosofía del
Renacimiento es la primera filosofía moderna. Por eso el libro se llama "Filosofía
Renacimiento: la primera modernidad".

El humanismo es la primera filosofía moderna, que es el germen de la ilustración,


porque vamos a tener conceptos como civilización, luz, razón, libertad que van a ser los que
se desarrollen en la Ilustración y los que diferencien a la Ilustración.

Y si hablamos de la actualidad del Renacimiento, si habitualmente se dice que somos


hijos de la Ilustración, pues tendríamos que decir que somos nietos del Renacimiento.

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