Exploración y

expansión
Historia Universal Moderna y Contemporánea 1
Espinoza Altamirano Karen Paola
Grupo: 0281
Durante los primeros siglos, de la era moderna, cuando los
europeos experimentaban el Renacimiento y la Reforma y su larga
secuela de conflicto traumático, algunas naciones participaron en
una expansión que llevo a marineros, mercaderes, misionarios,
colonizadores y aventureros europeos a casi todos los rincones
del globo. En la época de Homero el mundo conocido de
Occidente había abarcado poco más que el Mediterráneo oriental
y sus bordes; abajo Alejandro Magno y los romanos seguía
centrado en el mediterráneo y los bordes occidentales de Asia, y
gran parte del interior de Europa y África era vagamente conocido
o desconocido. Las exploraciones de la Baja Edad Media
inauguraron un proceso que culmino en avances de los
conocimientos geográficos occidentales.
Exploración y expansión

Los occidentales no fueron el primer pueblo e inmigrar cruzando granes extensiones de agua. Los polinesios habían
colonizado remotas islas del Pacifico. Los polinesios y otros migradores antiguos no eran sociedades en expansión, sino
grupo de individuos en movimiento. Desde sus inicios en la Grecia y Roma Antiguas, se llevaron registros, se hicieron
mapas, y el núcleo siempre se mantuvo en contacto con sus colonias.
La expansión occidental moderna, que se inició a mediados del siglo XV, difirió en cuatro sentidos importantes de las
expansiones que habían llevado a las culturas del antiguo Cercano Oriente. Esta expansión moderna fue mucho más
rápida y cubrió un terreno mucho mayor. Casi todo el mundo quedo revelado a los Europeos en los tres siglos que
siguieron a 1450. Segundo, esta expansión moderna fue la primera ocasión en que la sociedad occidental cruzo grande
océanos. La navegación occidental antigua y medieval se había limitado a los mares angostos y a las costas; ahora
cruzaron el Atlántico y el Pacífico. Cuarto, Europa poseía un margen de materiales superiores y adelantos tecnológicos
que permitieron a la sociedad occidental extenderse influencia a todo el mundo. Un elemento importante de ese margen
fue la posesión de armas de fuego.
La fuerza con que los europeos subyugaron al mundo fue una combinación de poder tecnológico y económico y
organización política y social, que permitía realizar empresas militares superiores. Los franceses en Norteamérica
armaron a los pueblos indígenas contra los británicos, y los británicos los armaron contra los franceses. En el Lejano
Oriente, los franceses, británicos, portugueses, holandeses, españoles y posteriormente los alemanes y estadounidenses,
intrigaron unos contra otros. Tan grande era la ventaja occidental que las rivalidades de las potencias competidoras no
retrasaron el proceso de expansión, sino que más bien lo estimularon y aceleraron.
Los motivos de la expansión fueron, desde luego, muy diversos. A menudo los movía la codicia, la desesperación por la suerte que le
había tocado en su patria; o el entusiasmo renacentista por las cosas nuevas, también estaban convencidos de que estaban
realizando la labor de Dios. Aunque para los constructores de imperios específicos de esos motivos haya sido el primordial, todos
eran compatibles.
La brújula magnética ayudo a hacer posibles los viajes oceánicos. Para el siglo XV no solo había disponibles mejores instrumentos y
métodos para determinar la posición de un barco en el mar, sino que los constructores de barcos hacían naves más largas y
angostas que los barcos tradicionales del Mediterráneo, lo cual les permitía resistir mejor el largo oleaje del océano.
Además, el creciente poder político y económico de los estados del Atlántico llevo a sus mercaderes a buscar nuevas rutas hacia la
India, puesto que la antigua ruta por el Cercano Oriente estaba bajo el control de los turcos otomanos y de los italianos. Las
exploraciones de los europeos también fueron guiadas por el nuevo espíritu de la ciencia empírica.
La tradición abunda en relatos de estos antiguos viajes. Los fenicios, los irlandeses, los nórdicos, los galeses y los pescadores
brotones han recibido en algún momento el crédito por haber “descubierto” América. Aunque cientos de europeos hayan visitado el
Nuevo Mundo antes que Colon, no establecieron un vínculo permanente entre los dos mundo; no eran exploradores que esperaban un
informe detallado, y sobre todo no estaban movidos por un propósito social organizado ni una expectativa científica.

Al oriente por mar hacia las

Indias. A lo largo de los siglos de la expansión de los imperios europeos, hubo una marcada tendencia de que una nación dominara durante
aproximadamente un siglo y luego entrara en decadencia.
El príncipe Enrique y los portugueses.
El príncipe Enrique de Portugal (1394-1460), conocido como “el navegante”, era un hombre profundamente religioso que pudo haber estado
motivado por el dese de convertir a las poblaciones de la India y el Lejano Oriente.
El príncipe y sus colaboradores querían promover el comercio portugués y el poder de su nación además de la fe cristiana. Emprendieron su tarea
cuidadosamente, enviaron Madeira y las Azores, islas deshabitadas del Atlántico en las que los portugueses y otros europeos comenzaron a
asentarse por primera vez alrededor de 1420.
El empuje principal hacia el sur avanzo gradualmente a lo largo de la inhóspita costa desértica de África donde el Sahara llega al Atlántico, hasta
que en 14445 los portugueses avanzaron hacia el este después de rodear el Cabo Verde. No se sabe con certeza si Enrique creía personalmente
que fuera posible circunnavegar África con la tecnología adecuada.
En 1472, después de morir el Príncipe Enrique, los portugueses llegaron al extremo de la protuberancia de África Occidental en los Camerunés y se
desanimaron al ver que la costa otra vez tendía hacia el sur. En 1488 Bartolomeo Días (1450-1500), arrastrado muy hacia el sur por una gran
tormenta, se volvió hacia el nordeste y se encontró con que había rodeado el gran cabo que después se llamó de Buena Esperanza. Días fue
seguido por Vasco de Gama (c. 1460-1524), quien zarpo en 1427 con cuatro barcos para llegar a la India y avanzo hacia el norte a lo largo de la
costa oriental de África. Los portugueses ya tenían una ruta oceánica al Oriente.
 Sin embargo, el principal empuje portugués siguió siendo hacia la India y el Lejano Oriente. Los
exploradores fueron seguidos por comerciantes ayudados y protegidos por el estado, que buscaba
establecer un monopolio de comercio con las tierras recién halladas establecer un monopolio de
comercio con las tierras recién halladas. La gran figura del imperialismo portugués temprano fue
Alfonso de Albuquerque (1453-1515), gobernador de las Indias desde 1509 hasta 1515, bajo quien
los portugueses fundaron su centro comer en Goa, en la India.

Nuevos encuentros:
África.
Los dos nuevos mundos así abiertos a los europeos eran muy diferentes tanto en Europa como entre sí.
África era húmeda, relativamente poco poblada, y sobre según los estándares europeos. La India, China
y gran parte del sudeste de Asia estaban muy pobladas, con grandes riquezas acumuladas en unas
cuantas manos y con muchas cosas que los europeos querían: especias, seda y otros artículos de lujo.
Se paso por alto temporalmente a África, aunque las muchas estaciones costeras que los europeos
fundaron en el África Occidental pronto emprendieron un floreciente comercio de esclavos.
Cuando los portugueses llegaron al África Occidental, partes del interior estaban bajo el control del
imperio de Mali, centrado en Tombuctú, en el alto rio Níger.
En el interior de la parte central y el sur de África había estados tribales políticamente complejos, sobre
todo en Zimbabue y entre los reinos de Kongo, Luba, Lunda y Kuba. Estas culturas eran casi
desconocidas para los europeos, que juzgaron a África por lo que veían acerca de las costas, donde las
sociedades eran mucho menos complejas. Estas culturas eran tan diferentes de las de Europa que
pocos europeos hicieron algún esfuerzo por entenderlas. Los europeos tampoco hicieron mucho por
socavar estas culturas indígenas.
 India.
La India había estado marginalmente en contacto con Europa por varios
miles de años. Cuando los portugueses llegaron a la India, invasores
musulmanes estaban consolidando su gobierno. El imperio musulmán
recibió el nombre engañoso de Mogol (Mughal o Mongol), aunque sus
gobernantes eran turcos del centro de Asia.
Algunas de las partes más aisladas de la India estaban habitadas por tribus
que los europeos les parecían salidas de la Edad de Piedra. Algunas eran
tribus guerreras muy parecidas a las que habían invadido a Europa desde las
tierras altas del Asia Central.
La sociedad hindú fue el resultado de una mezcla entre grupos nativos e
invasores del norte. Según las leyes de castas hindúes, por su nacimiento
hombres y mujeres quedaban encasillados de por vida en un grupo cerrado
que se dedicaba a una ocupación especifica y ocupaba una posición social
fija. Los grupos gobernantes eran de dos castas principales, los brahmanes o
sacerdotes, y los ksbatriya, o guerreros. La tercera casta principal, los vaisya,
se basa en gran parte en la vocación o el oficio. Estaba prohibido el
matrimonio entre miembros de diferentes castas, lo mismo que el cambio de
casta mediante la movilidad social.
El brahmanismo oficial adquirió una serie de rígidos y complicados rituales,
pero la religión de la gente común conservaba de tiempos más antiguos un
complejo politeísmo: dioses y diosas. Que eran muy carnales según los
estándares europeos posteriores a los griegos. Contra toda esta
mundanidad, en el siglo VI a.c. se había alzado el gran líder religioso. El
budismo acepta el concepto brahmán básico de la maldad de este mundo de
la carne, pero encuentra la salvación – el nirvana de la liberación pacifica de
la cadena de nacimiento y reencarnación terrenales – en una vida que es
ascética pero no retirada de caridad y buenas obras.
Aunque el budismo se extinguió en la India, se extendió con gran fuerza a
China Japón y el sudeste de Asia.
 China
China también se resistió a Occidente y también vio sus fuerzas armadas
derrotadas siempre que se enfrascaban en conflictos militares formales con
ejércitos o flotas europeos o adiestrados por europeos. Incluso se vio
obligada a hacer muchas concesiones a los europeos: otorgar puertos
protegidos por tratados y, sobre todo la de extraterritorialidad, es decir, el
derecho de los europeos a ser juzgados en sus propias cortes nacionales por
ofensas cometidas en territorio chino.
Al igual que las otras civilizaciones que bordeaban el gran centro nómada en
Eurasia, está antigua civilización estaba sujeta a incursiones periódicas de
tribus nómadas; fue contra tales incursiones que se construyó la Gran
Muralla en el siglo III a.c.
La historia de china esta pletórica del ascenso y caída dinámicos de
dinastías: de periodos de centralización eficaz del gobierno y periodos de
desintegración “feudal”; de guerras, plagas y hambrunas; de la gradual
difusión de la cultura china a Cantón, Vietnam, Corea y Japón. En la base de
la vida social china había una organización de aldea comunal que se
mantenía unida por los fuertes lazos familiares. En la cúspide de esta
sociedad estaba un emperador el Hijo del Cielo.
La tarea de controlar este vasto imperio recaía en los mandarines, una
burocracia de intelectuales, o al menos de personas capaces de aprobar
exámenes sobre clásicos literarios y filosóficos. La clase de los mandarines
había servido al estado durante miles de años.
En China la clase superior se interesaba poco por el misticismo y la
espiritualidad. Confucio (551-479 a.c.), un sabio que floreció en el siglo V a.c.
fue un moralista que enseño un sistema ético de templanza, cortesía y
obediencia a quienes eran sabios y buenos. Esta falta de compromiso con
una religión espiritual tal vez haya hecho que los chinos se preocuparan poco
por las ideas occidentales.
Crecimiento y decadencia
del imperio portugués.
A lo largo de las costas de áfrica, la india y china, los portugueses establecieron una serie de puestos
comerciales sobre los cuales izaban su bandera como señal de que esos fragmentos de territorio
habían sido anexados por la corona portuguesa. Los portugueses ofrecían armas de fuego cuchillos de
la barata y artículos fascinantes de todo tipo que proporcionaban acceso a nueva tecnología. A cambio
obtenían oro y plata pimienta y otras especias sedas y demás artículos de lujo y por último materias
primas como algodón; en Brasil tabaco y azúcar.
2 principios que guiaba en este comercio eran aceptados por casi todos los contemporáneos. Primero
en este comercio la patria era el socio dominante y proporcionaría bienes manufacturados y servicios
en tanto que la colonia producía materias primas. Segundo los ciudadanos de otros países europeos
quedaban excluidos de este comercio; no podían tratar directamente con la colonia ni participar en el
comercio entre la patria y la colonia. Los portugueses en pocas palabras siguieron una política de
mercantilismo.
Las fuerzas armadas eran indispensables para este sistema colonial. Fuerzas terrestres relativamente
pequeñas resultaron ser suficientes tanto para controlar a “los nativos” como para repeler a los
europeos rivales de los puertos comerciales.
Pocos portugueses se establecieron tanto en los calurosos costas de áfrica como en las solamente
pobladas tierra hacia la india y el lejano oriente; y tampoco trataron de transformar estas poblaciones
en seudoportuguesas. Muchos residentes locales se alistaban en las fuerzas armadas o se empleaban
como criados domésticos o impuestos subordinados como empleados, e inevitablemente aprendían
un poco del idioma y cultura de la potencia colonial sin abandonar la suya propia. Los portugueses
dejaron a los viejos jefes y clases gobernantes como autoridades locales, tal como lo sabían hallado.
Las clases superiores locales monopolizaron la mayor parte de las mercancías europeas limitada; muy
poco del occidental tocó a las masas o los intentó alejarse de sus costumbres tradicionales.
Hubo una excepción. Los portugueses trataron de cristianizar a los grupos indígenas que encontraron.
Desde el principio los misioneros subestimaron los obstáculos que habrían de encontrar. En cierto
sentido, muchos misioneros sufrieron una conversión parcial; es decir, llegaron a encariñarse con los
nativos a su cargo y se convencieron de que ya eran cristianos.
Desde el principio surgieron dificultades entre los misioneros, ansiosos de proteger a quienes
consideraban a su cargo y los comerciantes y funcionarios coloniales, impulsados por incentivos
materiales a explorar a la población local. El dinero y el reducido personal siempre fueron problemas
graves para los misioneros, con mucha gente que convertiría atender, es muy poco personal y dinero
para efectuar la labor. Los mayores éxitos de los misioneros tendiendo a ocurrir en áreas donde pero
también daba el budismo, por entonces en decadencia, y los peores fracasos en las áreas del islam,
pues los musulmanes pocas veces abandonaban se fue por otra.

Al occidente por mar

hacia las indias.
En los primeros días del esfuerzo concertado por explorar los océanos, los gobernantes de España
habían estado demasiado ocupados deshaciéndose de los musulmanes de granada y uniendo las
partes separadas de España como para patrocinar la exploración científica como lo habían hecho los
portugueses. Sin embargo los comerciantes españoles eran dinámicos y la prosperidad de España
estaba creciendo.
Colón y otros
exploradores posteriores.
Cristóbal Colon (1451-1506), nacido en Génova, era un experimentado marinero que había navegado por lo
menos una vez a la costa de oro de acá; también es posible que haya navegado a Islandia. Su obsesión
central, la de que se podía llegar al lejano oriente (“las indias”) navegando hacia el oeste y desde España, no
era singular. Ninguna persona educada en 1492 dudaba seriamente de que la tierra fuera redonda, pero
resulta que la mayoría de los estudiosos habían subestimado considerablemente su tamaño. El principal
problema era práctico; si se aceptaba el antiguo estado de Tolomeo de la circunferencia de la tierra, ningún
barco de la época podía completar un viaje tan largo. Colonia insistía en que la rica isla de Cipangu (japón)
estaba solo 4400 km directamente hacia el oeste, estense que fácilmente podía cubrir los barcos y las
tripulaciones.
Es posible que el colón no hubiera podido partir si su único objetivo hubiera sido llegar a las indias. Sin
embargo, también se le había encargado descubrir y asegurar para la corona española en nuevas islas y
territorios.
Colón zarpó de palos el 03/08/1492, en 3 barcos muy pequeños, tocó tierra en una isla de las Bahamas el 12
de octubre, y finalmente descubrió las grandes islas que conocemos como cuba y santo domingo (Haití). El
segundo viaje en 1493 colón partió con 17 barcos y cerca de 1500 colonos, exploró más a fondo del caribe y
estableció los cimientos del imperio español en américa. En un tercer viaje, en 1498-1500, llegó a la
desembocadura del río Orinoco en Sudamérica, pero enfrentó dificultades entre sus colonos y fue enviado
de vuelta a España por el gobernador quien asumió la administración de las indias a nombre de la corona.
Colón fue liberado al regresar a España y en 1502 a 1504 realizó su cuarto y último viaje en el que por fin
tocó el continente de honduras en agosto de 1502. Colón murió en España relativamente desconocido.
Las noticias del viaje de Colón se diseminaron de boca en boca en Europa, pues la imprenta aún estaba en
su infancia. La diseminación impresa más eficaz de las noticias acerca del nuevo mundo corrió por cuenta
de otro navegante italiano al servicio de España, Américo Vespucio (o américo Vespucio, c. 1454-1512),
quien escribió copiosamente cerca de sus exploraciones realizadas poco después de las de colón. Las
cartas de Vespucio llamaron la atención de un geógrafo teórico alemán, quien en 1507 publicó un mapa que
buscaba una masa de tierra en la parte del sur de nuevo mundo, a lo que llamó por la forma latinizada del
nombre de pila de Vespucio, américa.
El río san lorenzo se veía más prometedor y para sus primeros exploradores franceses parecía
el estrecho y largo tiempo buscado; pero se llegó al punto en que no se podía continuar coma
y los rápidos cerca de Montreal. Que demostraba que no era sino otro río, recibieron el irónico
nombre de Lachine (la china). No fue sino hasta 1903 a 1906 cuando una expedición inglesa
recorrió por fin el “paso del noroeste”, estrangulado por el hielo del ártico.
En cambio, el “paso del sudoeste”, se encontró solo una generación después de colón. El
08/09/1522, el victoria y una tripulación de 18 hombres llegó a Cádiz. Por primera vez, la
circunnavegación de la tierra había demostrado empíricamente que el mundo era redondo.

Crecimiento del imperio

español.
Por el tratado de Tordesillas, España y Portugal habían dividido al mundo que se había abierto al comercio y a la formación de imperios a lo largo de una línea que partía el
atlántico, de modo que Brasil se volvió portugués.
Los españoles en el nuevo mundo pronto exploraron y adquirieron miles de kilómetros cuadrados de territorio. Los exploradores marítimos originales fueron seguidos por
los conquistadores, que a menudo pertenecían a la nobleza menor ahora empobrecida: mitad de exploradores, mitad soltados, administradores y totalmente aventureros.
Otros españoles en busca de oro, salvación, gloria y emociones recorrieron de un lado a otro estas nuevas y extrañas tierras. Francisco Vázquez de Coronado (c. 1510-
1554), Hernando de soto (c.1500-1542) y Álvaro Núñez de cabeza de vaca (a490-1556) este de lo que llegaría a ser estados unidos; Sebastián Cabuto (c. 1484-1557) en los
grandes sistemas de los ríos Paraguay y Paraná; Pedro de Valdivia (c. 1502-1553) en chile: Pedro de Alvarado, en Guatemala; Pedro de Mendoza.
El costo en vidas de la exploración española fue a programador, sobre todo en Sudamérica. Una sola expedición al Perú en 1535 perdió 150 españoles, 150 esclavos y
11000 indios.
Las culturas precolombinas de américa se desmoronaron bajo el impacto de los europeos. Desde México hasta Bolivia, Paraguay y Patagonia (en el sur de argentina), hoy
sobrevive en millones de personas de raza americana. Para entender a Latinoamérica ¿se requiere algún conocimiento de sus costumbres y tradiciones.
Mucho antes de terminar el siglo XVI, la labor de los conquistadores había terminado y se había establecido en Latinoamérica los primeros de los verdaderos imperios
coloniales europeos. En ningún lugar, excepto en el norte de argentina y el centro de chile, fue eliminada en la población nativa y sustituida por una población proveniente
casi en su totalidad del viejo mundo.
La geografía y las circunstancias de la colonización por grupos de aventureros en cada región crearon varias unidades discretas vinculadas a uno para su dependencia de
la corona. La geografía bastaba como obstáculo insalvable para la unión subsecuentes de las colonias.
No obstante, los españoles transportaron al nuevo mundo la administración centralizada de castilla. En la
cúspide de la jerarquía estaba 2 virreyes: desde lima, Perú el virrey gobernaba al nombre de la corona. La
parte española de Sudamérica, con la excepción de Venezuela; desde la ciudad de México, el virrey
gobernaba el continente del norte de panamá, las indias occidentales, Venezuela y las lejanas filipinas. Cada
capital tenía una audiencia, un poderoso organismo formado por abogados profesionales y que funcionaba
como corte legal y también como consejo asesor. Un consejo de las indias especial en Madrid formulaba las
políticas coloniales y supervisaba su ejecución.
Este gobierno centralizado y paternalista, era menos rígido en la práctica que en teoría; dando las extensas
áreas y la diversidad de los pueblos bajo su control tenía que serlo. Con el tiempo la burocracia llegó a estar
ocupada en buena parte por colonos que nunca habían estado en la madre patria y que desarrollaron un
sentido de patriotismo local e independencia. Los criollos, súbditos de descendencia europea nacidos en
américa, y mestizos, personas de descendencia europea y amerindia mezclada, fueron los principales
beneficiarios de este comercio.
En todos lados, pero sobre todo en el caribe, los blancos trataron de usar mano de obra nativa en los
ranchos, las minas y el transporte. Los resultados fueron desastrosos, pues epidemias de viruela y otras
enfermedades introducidas por los europeos, diezmaron terriblemente la población nativa.
Los intentos por reglamentar la mano de obra nativa en un sistema de plantaciones. U organizarlo en un
sistema semi señorial de trabajos forzados conocido como encomienda, resultaron casi igualmente
desastrosos.
Había otras fuerzas que contrarrestaban a estas. Las nuevas leyes de 1542 prohibieron la transmisión de
encomiendas por herencia y así inhibieron la descentralización feudal. Estas leyes también prohibieron la
esclavitud de los indios, a quienes se consideraba bajo la ruleta de la corona.
A diferencia de sus contrapartes en Asia y África, las masas indias del nuevo mundo se convirtieron al
cristianismo. Algo más que el orgullo español intervino en los monumentales edificios religiosos construidos
por los colonizadores y en sus rebuscados servicios. Muchos sacerdotes deseaban llenar el hueco dejado
por la destrucción de los templos de los indios y la superación de los complejos rituales paganos.
En su íntima unión de iglesia y estado, en sus vínculos estrechos con la madre patria, en su economía
mercantilista y en otros aspectos, los asentamientos portugueses de Brasil se parecían a los de los
españoles en otros lugares de Latinoamérica. Por último, tal vez a causa de la relativa proximidad de Brasil a
Europa, los portugueses tuvieron más problemas que los españoles conocen y rivales.

Las potencias del
atlántico norte.
España y Portugal disfrutaron de una ventaja de casi un siglo para fundar imperios
por colonización. Sin embargo, los estados del norte de atlántico pronto
comenzaron a su tardío inicio. Ya en 1497 Juan Cabuto (f.c. 1498) y su hijo
Sebastián, italianos al servicio de Inglaterra, vieron parte de la costa
norteamericana y otorgaron a los ingleses pretensiones territoriales con base a
sus exploraciones. Las pretensiones holandesa se iniciaron con los viajes de
Henry Hudson (f. 1611), un inglés que entró al servicio de Holanda en 1609.
Los ingleses,
holandeses y
suecos en américa
del norte.
Los ingleses no continuaron de inmediato la labor de los Cabuto. En vez de ello,
dedicaron su energía a tratar de romper el monopolio comercial español. En 1562
John Hawkins inició la trata de esclavos inglesa; su sobrino, Francis Drake llegó al
pacífico y reclamó california para Inglaterra bajo el nombre de nuevo Albión.
En 1584 Sir Walter Raleigh (c. 1552-1618.) Hizo un intento fallido por fundar un asentamiento en
la isla Roanoke en un área a la que los ingleses llamaron virginia en honor a su reina virgen,
Isabel. A principios del siguiente siglo, los ingleses establecieron 2 bases permanentes en
Jamestown, en virginia (1607) y el Plymouth en la bahía de Massachusetts (1620). Ambas fueron
creadas por compañías comerciales con cédula real y oficinas centrales en Inglaterra. Las 2 se
vieron frustradas en esas esperanzas y apenas lograron sobrevivir los primeros años de
privaciones.
Antes de que estas colonias inglesas en el continente pudieran afianzarse, ¿fue preciso expulsar
a 2 grupos extranjeros? Los holandeses habían fundado nueva Ámsterdam en 1626. En la
desembocadura del río Hudson y comenzaba a pesar en el comercio de pieles. Esto los convirtió
en rivales de los ingleses y los franceses más al norte, en Canadá.
Los suecos fundaron Ford cristiana en 1638, en el delaware, cerca de la actual Wilmington. Sin
embargo, nueva Suecia nunca fue una gran empresa y en 1655 fue absorbida por los holandeses.
El arco de colonias del que Pennsylvania era la piedra angular llegaba desde nova Scotia hasta
Georgia y ascendía en número a 14 cada una fundada por separado y cada uno con su propia
cédula real. La geografía, el clima, y un conflicto de factores sociales y económicos impulsaron al
sur hacia la monocultivo en plantaciones de tabaco, arroz índigo o algodón y empujaron a nueva
Inglaterra y las colonias e intermedias hacia la agricultura en pequeña escala.
Los colonos venían de una Inglaterra en la que el concepto de libertad de religión apenas
comenzaba a emerger. Para los colonos de virginia y de nueva Inglaterra, era muy natural
establecer iglesias de estado. En Pennsylvania, fundada por cuáqueros, que creían firmemente en
tal separación; en Maryland, fundada en parte por dar refugio al grupo del que más se
desconfiaba en Inglaterra, los católicos, publicada el Rhode islam, fundada por Roger Williams.
Ya existían las semillas de la democracia, aunque los primeros colonos aceptaron sin chistar las
distinciones de clase. Sin embargo, nunca surgió una nobleza colonial formal, en parte porque la
tierra era relativamente barata; y la tendencia inicial a crear una clase terrateniente privilegiada,
gobernante en las regiones costeras, se vio equilibrada por la libertad de la frontera y por la
carreras abiertas a la gente talentosa de los pueblos y ciudades.
Esta fue la diferencia crucial entre las colonias inglesas de nuevo mundo y las colonias españolas
y francesas. En España y Francia los gobiernos ya eran monarquías burocráticas centralizadas;
sus asambleas representativas marcan más que organismos consultores sin poder para fijar
impuestos. Los gobernadores reales de las colonias inglesas, a duras penas tenían unos cuantos
empleados y les era muy difícil recaudar dinero de sus legislaturas. Por último, los colonos
llevaban consigo la ley común de Inglaterra con su juicio por jurado y su falta de un código
administrativo altamente burocrático.
 Los franceses en américa del norte.
Al norte y el occidente de las 14:00 colonias y la región de la cuenca de san lorenzo. Los franceses se apoyaron en la labor de Cartier y Chaplain. El río san lorenzo y los
grandes lagos proporcionaron a los franceses un fácil acceso al corazón del continente, en contraste con los montes Apalaches que separaban a los ingleses del río
Mississippi. Además, dirigidos por los jesuitas, los católicos franceses mostraron un celo misionero mucho mayor que los protestantes ingleses.
El señor de la Salle (1643 a 1687) descubrió la desembocadura del río Mississippi y en 1682 tomó posesión formal de una vasta región a nombre de Francia. Su labor se
apoyó en la de un joven francés nacido en américa, Luis Juliet (1645 a 1700) un comerciante de pieles, y el padre Jacques Marquette (1635-1675), -1675), uno de 6
misioneros jesuitas y en el extenso interior que había dejado lo suficiente por el gran río antes de regresar para demostrar que fluía hacia el mar.
Aunque este empuje imperial francés se veía impresionante en el mapa, el número de personas que lo realizaron era demasiado pequeño para poder empujar a los
ingleses al mar.

Las 2 indias, orientales y occidentales:

áreas de conquista.
Los franceses, holandeses e ingleses buscaban establecer bases en Sudamérica, pero tuvieron que conformarse con los Guyana de relativamente poca importancia. Sin
embargo, sí pudieron romper totalmente el dominio español en el caribe.
Para 1715, los franceses ya habían establecido también las bases de imperios comerciales y coloniales en Asia y áfrica. La india resultó ser la posesión más preciada y
por lo que se luchó más encarnizadamente. Entretanto, los franceses habían establecido una base cerca de madrás en Pondicherry y pronto establecieron otras
estaciones. Para principios del siglo XVIII el escenario estaba preparado para una lucha decisiva entre Francia y gran bretaña que duró hasta 1763.
Ambos países operaban a través de compañías comerciales con cédula real: la East India Company (1600) de los ingleses y la Compagnie des India Orientales (1664) de
los franceses.
Los holandeses entraron con más vigor aún en la competencia, fundando sus propias compañías de la india oriental en 1602 y la india occidental en 1621. En marcado
contraste con la estricta supervisión gubernamental ejercida por España y Portugal, los holandeses concedieron a estas empresas privadas plenos poderes de soberanía.
Compañía de la india oriental de los países bajos, logró sacar a los portugueses de Ceilán y luego se concentró en el sudeste asiático, sobre todo en las indias orientales.
Aquí también expulsaron a los portugueses y repelieron eficazmente a los competidores.
África y el lejano oriente:
áreas de influencia.
Para llegar al oriente, las 3 potencias marítimas septentrionales utilizaron la ruta oceánica alrededor
de áfrica que los portugueses habían explorado en el siglo XV. Los 3 establecieron puertos en áfrica y
los holandeses ocuparon el estratégico cabo de buena esperanza en la punta sur del continente en
1652.
Los franceses también bajaron por la costa del atlántico, tomando Senegal en 1626 en la punta más
occidental de la saliente africana y llegando después de la gran isla de Madagascar para tomar a los
holandeses la isla mauricio más pequeña en el océano Índico.
El lejano oriente tampoco quedó abierto plenamente al imperialismo occidental, sino hasta el siglo
XIX. En china. Los portugueses se aferraron a macao y los holandeses obtuvieron una estación en
Taiwán en 1624, una isla que los portugueses habían llamado Formosa, que significa hermosa. Los
chinos toleraban a los jesuitas, pero estos lograron pocos conversos. En general, los chinos
consideraban bárbaros a la mayoría de los europeos, quienes debían pagarles tributo.
En japón la reacción contra la penetración europea fue aún más fuerte que en china. Los portugueses
habían conseguido privilegios comerciales en el siglo XVI, seguidos por los holandeses en 1609. Los
holandeses, que habían convencido a los japoneses de que los protestantes eran menos subversivos
que los católicos, lograron conservar, bajo supervisión estricta a una isla en la bahía de Nagasaki.
Rusia.
La exploración y conquista de Siberia por los rusos coincidió con la
expansión de los europeos en el nuevo, tanto cronológica (los rusos cruzaron
los Urales de Europa a Asia 1483) como políticamente, pues la rusa
moscovita en expansión era monarquía “nueva”. Este movimiento ruso hacia
el este fue notablemente rápido, unos 8000 km en alrededor de 40 años.
Al oriente por tierra
hacia el pacífico.
Las victorias de Iván el terrible sobre los tártaros del Volga dieron pie a los
primeros avances importantes con la empresa privada a la cabeza. Para
fines del siglo XVI la familia estrógenos había obtenido enormes
concesiones en el área de los Urales, donde hicieron una gran fortuna en el
comercio de pieles y descubrieron y exploraron las primeras minas de hierro
de rusia.
El gobierno lo siguió con administradores y recaudadores de impuestos,
soldados y sacerdotes a medida que cada nuevo distrito se abría la
colonización. Una oficina siberiana en Moscú se encargaba en teoría de
gobernar esa enorme área, pero las decisiones tenían que tomarse en el
lugar por lo lento de la comunicación.
Las exploraciones en esta área hicieron que los rusos entraran en contacto
con los chinos, en cuyas tierras exteriores ahora estaban penetrando. Sin
embargo, el gobierno chino del periodo tenía muy poco interés por esta
región. En 1689 los chinos firmaron con Moscú el Tratado de Nerchisk que
estabilizó la frontera desmilitarizada, el valle de amor y mantuvo los rusos
fuera de Manchuria, aunque reconoció los avances rusos más al norte.
Al norte formal
hacia el ártico.
Henry Hudson encontró no sólo río Hudson, sino también la bahía de Hudson
en el lejano norte de Canadá. En 1670, aventureros e inversionistas ingleses
formaron la Hudson’s Bay Company originalmente establecida por el
comercio de pieles a lo largo de la gran bahía de a noroeste de Quebec,
Frances. A principios del siglo XVIII los rusos exploraron también la mayor
parte de la larga costa ártica de Siberia. Danesa a su servicio Vitus Bering
(1680-1741), descubrió las islas aleutianas el mar y el estrecho, que ahora
llevan su nombre y que separan al noreste de Siberia desde Alaska,
demostrando de forma concluyente que hacía no estaba conectada a
Norteamérica.
Impacto de la
expansión.
El registro de la expansión europea contiene páginas tan cruzadas como
cualquiera otra de la historia. El comercio de esclavos africanos es una serie
de errores desde la redadas de esclavos afectadas por los jefes locales en
áfrica hasta su transporte en otro lado del atlántico y su venta a las indias.
Los colonos americanos virtualmente exterminaron la población nativa al
este de Mississippi. Desde luego, hubo excepciones a esta sangrienta regla.
En nueva Inglaterra misioneros como John Elliot establecieron pequeñas
bandas de indios y en Pensilvania las relaciones entre los cuáqueros y los
americanos nativos fueron excelentes.
Sin embargo, vista en términos económicos, la expansión de Europa al principio de los
tiempos modernos fue más compleja que una simple explotación y saqueo. En el trato con las
poblaciones nativas se daban muchos regalos con valor nominal a cambio de tierras y bienes
de gran valor.
Mientras los europeos se quedaban con la mayor parte de la riqueza colonial, una parte de la
plata de américa financió la importación europea de especies y artículos de lujo de Asia.
Todavía no se hacían sentir muchas de las mejoras de la salud pública y el aseo de los
europeos llevaría posteriormente al oriente y tampoco se había instaurado en la india o en
áfrica el mayor orden público que se establecería más adelante.
Occidente también se vio afectado considerablemente por sus relaciones con otros pueblos.
El tabaco llevado a España a mediados del siglo XVI se volvió indispensable para el placer de
muchos europeos. Se importó maíz del nuevo mundo y se le cultivó ampliamente en España e
Italia.
Entre los occidentales, los conocimientos de creencias e instituciones no europeas poco a
poco penetraron hasta el nivel de la cultura popular, donde se hizo evidente en un gran
número de palabras como tabú y tótem. En cambio, en cuestiones de religión y ética,
occidente casi no tomo nada de los nuevos mundos que se abrieron después de colón.
No obstante, la exposición a estas culturas tan diferentes estimuló las mentes occidentales y
amplió los horizontes intelectuales. Los grandes descubrimientos ayudaron a revolucionar la
economía y la sociedad de Europa en el largo proceso de implantación y expansión. Algunos
grupos ganaron y otros perdieron.
También sufrieron los gobiernos que no pudieran encontrar nuevas fuentes de ingreso. Los
asalariados, artesanos y campesinos encontraron que sus ingresos pocas veces crecían el
ritmo de los precios.
En el caso de España, el enorme imperio que adquirieron en el nuevo mundo fue una ayuda,
pero también un problema España fue tal vez la única de las grandes potencias a la que la
llamada crisis general del siglo XVII llevó a una decadencia permanente.
La muerte de Felipe IV en 1665 llevó al trono español a su hijo de 4 años y la vida de Felipe
actuó como regente; a ella le preocupaba las cuestiones religiosas y los ejércitos reales
estaban siendo destruidos sistemáticamente en un intento por defender Flandes contra Luis
XIV de Francia.
La transición de la historia medieval a la moderna estuvo marcada con la expansión europea.
De hecho, la creación de una gigantesca nación nueva en Norteamérica fue uno de los
principales resultados de los imperios coloniales y una de las cosas que marcaron el cambio
de los tiempos medievales a los modernos.