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Las personas con obesidad tienen una mayor probabilidad de sufrir los

siguientes problemas de salud:

Glucosa (azúcar) alta en la sangre o diabetes.


Presión arterial alta (hipertensión).
Nivel alto de colesterol y triglicéridos en la sangre (dislipidemia o alto nivel de
grasas en la sangre).
Ataques cardíacos debido a cardiopatía coronaria, insuficiencia cardíaca y
accidente cerebrovascular.
Problemas óseos y articulares, el mayor peso ejerce presión sobre los huesos y
articulaciones. Esto puede llevar a osteoartritis, una enfermedad que causa rigidez
y dolor articular.
Dejar de respirar durante el sueño (apnea del sueño). Esto puede causar fatiga o
somnolencia diurna, mala atención y problemas en el trabajo.
Cálculos biliares y problemas del hígado.
Algunos tipos de cáncer.
Usted puede controlar muchos de estos factores de riesgo cambiando su estilo de
vida. Si tiene obesidad, es importante acudir a un médico especializado en el área
de la nutrición que le pueda ayudar a comenzar un programa de pérdida de peso.

Una meta inicial de bajar de 5% a 10% de su peso actual reducirá su riesgo de


desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad. Llevar una dieta sana y
equilibrada, junto con la práctica regular de ejercicio físico, son claves para la
prevención de la obesidad.
La OMS define el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como
un IMC igual o superior a 30; de ahí que los grados de obesidad se clasifican de este
modo:
Normopeso (pero normal): Si el IMC es de 18,5-24,9.
Sobrepeso (no obeso): Si el IMC es de 25 a 29,9.
Obesidad grado 1 (de bajo riesgo): Si el IMC es de 30 a 34,9. En este caso el riesgo
de desarrollar enfermedades aumenta de forma notable en comparación con los
casos de sobrepeso, sobre todo en personas de baja estatura.
Obesidad grado 2 (riesgo moderado): En este tipo de obesidad el IMC se sitúa
entre 35 y 39,9. La probabilidad de padecer alteraciones cardiovasculares,
metabólicas o musculoesqueléticas se incrementa aún más que en la obesidad
de grado 1.
Obesidad grado 3 (de alto riesgo, obesidad mórbida): Si el IMC es igual o mayor a
40. La obesidad mórbida conlleva un riesgo muy elevado de sufrir trastornos
como los que hemos mencionado previamente; por ello resulta muy urgente
introducir cambios en la dieta y en la actividad física.
Obesidad grado 4 (obesidad extrema): Si el IMC es igual o mayor a 50. El cuarto
grado de obesidad no está incluido en todas las clasificaciones, sino que muchas
lo engloban en la obesidad mórbida. No obstante, es relativamente habitual
encontrar referencias a la obesidad extrema (o “superobesidad”) cuando el IMC
supera el valor de 50, puesto que la probabilidad de sufrir enfermedades se
vuelve mucho mayor en valores tan elevados.

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