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DEFINICIÓN DE SOBREPESO Y OBESIDAD

Lo primero, tendremos que definir qué es el Sobrepeso y Obesidad,

y Según la OMS, la Organización Mundial de la Salud, La obesidad

y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o

excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

El Índice de Masa Corporal (IMC) es un indicador simple del

sobrepeso y obesidad. Relaciona el peso y la altura en los adultos.

Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por la altura

en metros al cuadrado. (kg/m2).

En hombre y mujeres un Índice de Masa Corporal entre un 18,5 a

24, sería un índice normal. A partir de esos datos se entraría en

sobrepeso y obesidad. De tal forma que:

 Entre 34 y 27,5 sería Soprepeso Tipo 1.

 Entre 27,6 y 30 Soprepeso Tipo 2.

 De entre 30,1 a 40, Obesidad.

 Y más de 40 Obesidad Mórbida.

Pero no sólo se mira el IMC para determinar el sobrepeso o la

obesidad. También es muy importante, y yo diría que mucho más


para determinar el grado de sobrepeso o obesidad, el % de grasa

corporal.

Para esto, se deberá de disponer de una báscula con medición de

bioimpedáncia, o realizar un estudio más profundo con contornos

corporales y pliegues. Aspectos que también encarece el

diagnóstico de sobrepeso o obesidad. No es tan sólo la aplicación

de una simple fórmula.

En este caso, los datos en cuanto al % de grasa corporal, si que ha

diferencias en hombres y mujeres. En cuanto a los hombres:

 Estar en un % de grasa normal está del 12 al 20%

 Del 20,1 al 30% de masa grasa estaríamos hablando de

Sobrepeso.

 Y más del 30,1 % sería Obesidad.

En cuanto a las mujeres, estos porcentajes suben un poco:

 Un porcentaje de grasa normal, estaría entre un 19 a un 27%

de masa grasa.
 Por encima de 27,1 hasta un 32%, se estaría dentro del

sobrepeso

 Y por ecima de un 32,1% de masa grasa, ya sería obesidad.

No se tienen que cumplir las dos variables, es decir, no para estar

dentro de sobrepeso, no tienes que cumplir el que el IMC y el % de

grasa esté en niveles de sobrepeso.

Bajo mi punto de vista, y si tenemos a nuestro alcance una

báscula con medición de bioimpedáncia, o un profesional

especializado, nos puede realizar una medición de contornos y

pliegues corporales. Nosotros siempre nos decantamos por valorar

el estado de sobrepeso u obesidad, a través de los datos de % de

masa grasa. El cuerpo es mucho más que simple altura y peso.

Vamos ahora a ponernos en situación y analizar el contexto, así

que vemos una serie de:

DATOS SOBRE SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN LA ACTUALIDAD

Y es que en España casi el 40% de la población adulta tiene

sobrepeso.
 Según LA OMS, la Organización Mundial de la Salud. Desde

1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.

 En 2016, más de 1900 millones de adultos mayores de 18

años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones

eran obesos.

 En 2016, el 39% de las personas adultas de más de 18 tenían

sobrepeso, y el 13% eran obesas.

 En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes

(de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.

La misma Organización Mundial de la Salud, considera la obesidad

como una epidemia mundial, ya que actualmente mueren

alrededor de 2,8 millones de personas adultas como consecuencia

directa o indirecta del sobrepeso u obesidad.

¿Qué provoca esta alteración del normopeso


de una persona?
¿Qué hace que los niveles de sobrepeso y
obesidad estén subiendo de esta forma tan
alarmante?
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un

desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.

Consumes más calorías que las que gastas.

Podríamos profundizar mucho entre el valor nutricional y de donde

provienen esas calorías, y es algo que haremos a lo largo de este

canal, pero hoy, para hacerlo fácil vamos a decir que la causa

fundamental del sobrepeso y la obesidad, es que consumimos más

calorías que las que gastamos en nuestro día a día.

Y es que a nivel mundial, ha ocurrido lo siguiente:

 Un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido

calórico, alimentos procesados e industrializados, que son

ricos en azúcares y grasas.

 Y un descenso en la actividad física, debido a la naturaleza

cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de la

robotización de mucho puestos de trabajo, de los modos de

transporte, de la creciente urbanización, el acceso rápido y

sin esfuerzo a cualquier tipo de alimento.


Si sumamos que cada vez la alimentación es menos natural, más

procesada, con niveles mayores de azúcares y grasas, y añadimos

que en nuestra vida cada vez nos movemos menos. El resultado es

ese desequilibrio energético del cual hemos hablado antes.

¿Qué ocurre en el ámbito laboral?


¿Qué ocurre  el sobrepeso y obesidad en el
trabajo?
¿Afecta al rendimiento del trabajador, y por lo
tanto a su productividad?
Bueno, según la OIT, la Organización Internacional del Trabajo,

afirma que una “alimentación inadecuada de un empleado puede

disminuir hasta en un 20% su productividad.

Porcentaje que aumenta si cogemos como referencia a los datos

que nos presenta la Organización de las Naciones Unidas. Donde


una una persona obesa experimenta una disminución del 50% en

la productividad laboral, y además requiere un 88% más de visitas

al médico que una persona con normopeso. Según un estudio

realizado a lo largo de un periodo de 6 años.

Así que sí, podemos afirmar que el tener sobrepeso u obesidad, no

sólo va a afectar a nuestra salud, sino también a nuestra

productividad y rendimiento laboral.

Hay una serie de costes directos para el empleado, para la propia

persona, que tienen que ver con los gastos de hospitalización,

medicamentos y procedimientos, como consecuencia de las

enfermedades o dolencias que se derivan del sobrepeso y

obesidad.

Cómo pueden ser:

 Diabetes tipo II: El comer alimentos industrializados, muy

procesados y con altos niveles de azúcar, incrementa el nivel

de este en sangre, obligando al cuerpo a segregar altos

grados de insulina para disminuir el nivel de azúcar en


sangre. A largo plazo, la persona se vuelve insulino-

resistente y deriva la enfermedad de Diabetes Tipo II.

 Enfermedades cardiovasculares: La obesidad exige un

trabajo excesivo del corazón y aumenta el riesgo de padecer

enfermedades cardiovasculares como insuficiencia cardíaca,

arritmias y muerte súbita.

 Accidentes Cerebrovasculares: También, con el sobrepeso se

acumulan placas de colesterol en las arterias y si una de

esas placas se rompe, puede formar coágulos que obstruyan

la llegada de oxígeno al cerebro generando un accidente

cerebrovascular.

 EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica): Cuando

hay un exceso de grasa se dificulta la respiración normal y

profunda, lo que disminuye los niveles de oxígeno en la

sangre. Las personas con obesidad muestran un aumento del

72% del riesgo de contraer EPOC.

 Hígado graso: El consumo de alimentos ricos en grasa,

azúcar y carbohidratos provoca alteraciones en el hígado,

haciendo que éste acumule grasa entre sus células y se

inflame.
 Artritis, y problemas en las articulaciones: El exceso de peso

aumenta la presión y sobrecarga las articulaciones,

provocando molestias en las articulaciones, las que pueden

derivar en artritis.

 Sarcopenia: Es la pérdida progresiva y generalizada de masa

muscular, fuerza, potencia y funcionalidad del músculo.

Existe un círculo vicioso entre la acumulación de grasa y la

pérdida de la masa muscular, ya que tienen una influencia

mutua recíproca.

 Trastornos músculo esqueléticos: La obesidad conlleva

cambios en la estructura musculoesquelética destacando,

entre otros, el síndrome cruzado superior e inferior (donde

los hombros van encorvados hacia delante), menor equilibrio,

déficit de control postural (incluso también estando

sentado), patologías en la columna vertebral, con alta

incidencia en dolor lumbar. Incluso existen modificaciones

del patrón de la marcha (con alteraciones en tobillo, cadera

y, sobre todo, en rodillas).

 La mala alimentación que se deriva en una obesidad,

también puede aumentar las probabilidades de padecer algún


tipo de proceso cancerígeno, como el de colón, o el de

mama entre otros.

 También nos encontramos con problemas de depresión,

ansiedad y baja autoestima, a causa de no verse bien, y de

no estar contento con uno mismo

Hemos hablado de los costes directos para el empleado, pero

también hay unos costes directos para la empresa, ya que como

hemos comentado antes, una persona con obesidad va a requerir

un 88% más de visitas al médico que una persona sana y con

normopeso. Existe una relación directa entre la obesidad y el

ausentismo laboral”. Así, que ese absentismo laboral va a

repercutir directamente sobre los costos de una empresa.

Pero también tiene una serie de costes indirectos en la

organización, y es que a pesar de que puede estar cumpliendo con

su horario laboral y con su puesto de trabajo. Una persona con

obesidad pierde productividad debido a la afectación física que

produce:

 Un estado de cansancio excesivo.

 Un estado de somnolencia diurna.


 Mayores dificultades para la movilidad y para trasladarse.

 Mayores dificultades para manejar maquinarias de trabajo si

fuese el caso.

 Incluso que le resulte difícil concentrarse al tener molestias

en las articulaciones, o las cervicales por ejemplo.

Si eres autónomos o tienes una pequeña empresa, ese rendimiento

laboral, o ese número de más que vas estar visitando al médico, va

a estar directamente relacionado con tus ingresos económicos.

Pero si en cambio, tienes una empresa con un mayor número de

empleados, eres directivo con un equipo a tu cargo, o estás en el

departamento de Recursos Humanos, que sepas que el sobrepeso

u obesidad de la gente que tienes a tu cargo, o que trabaja

contigo, va a afectar al rendimiento y productividad general de tu

organización o tu departamento.

Así que, yo me pondría manos a la obra para poder prevenir o

revertir esa situación. Porque esta es la parte bonita de la historia,

el sobrepeso y la obesidad se puede prevenir y revertir. Tan sólo

tenemos que cambiar nuestros hábitos de vida, llevar una

alimentación más sana y más natural, y añadir un estilo de vida


más activo unido a una práctica regular de algún tipo de

entrenamiento físico o de deporte.

Si es verdad, que hay ambientes laborales que predisponen a la

persona a aumentar de peso, como pueden ser:

 Ambientes con mucho estrés y mucha presión: Los alimentos

con alto contenido calórico y muy palatables, siempre son

una predilección cuando estamos en situaciones de mucho

estrés.

 Los trabajos en modalidad de turnos rotativos con grandes

cambios de horario. La alteración de los ritmos circadianos

afectan a nuestro organismo.

 O las de jornadas de trabajo muy extensas también pueden

hacer que lleguemos con mucha hambre a comer o no

podamos realizar bien un plan de alimentación bien pautado.

Pero a pesar que el ambiente laboral puede predisponer a

aumentar de peso, esto no te puede servir de excusa para

justificar una situación de sobrepeso por culpa del trabajo.


Bajo nuestro punto de vista, como vimos en el episodio 2, si

pasamos una tercera parte de nuestro tiempo en el lugar de

trabajo, no podemos desperdiciar esta magnífica oportunidad. Y

deberíamos de implementar ciertas acciones por parte de la

directiva para mejorar la salud y los hábitos de vida de todos los

recursos humanos de la empresa.

Además, que el entorno de vida, tanto personal como laboral, va a

condicionar la elección de cada uno, para combatir el sobrepeso y

la obesidad a través de elegir mejores alimentos, más sanos y

naturales, y desarrollar algún plan de ejercicio físico, apuntarnos a

algún deporte, o llevar unos hábitos de vida más activos.

Es muy importante, tomar conciencia de la situación en la que nos

encontramos, o en la situación en la que se encuentra mi

organización o mi equipo humano, y luego pasar a la acción para

tomar las acciones pertinentes.

La salud no es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada.

Y por último, vamos a hablar de diferentes estrategias para ver


CÓMO COMBATIR EL SOBREPESO
Y LA OBESIDAD EN EL TRABAJO
Hoy en día la empresa debe tener un rol protagonista en este

problema, y es que además de fomentar la actividad física, es

necesario promover la vida saludable y los beneficios que trae

consigo.

Las barreras para un cambio de comportamiento hacia un estilo de

vida saludable incluyen la falta de motivación, presiones

ambientales y sociales, falta de tiempo, limitaciones físicas,

estados de ánimo negativos, limitaciones socioeconómicas, falta

de conocimiento, falta de concienciación, y el no disfrute del

ejercicio físico.

Si ya de de por sí, un puesto de trabajo podemos decir que en la

actualidad es cada vez más sedentario, tendremos que intentar

fomentar el ejercicio entre los empleados a través de escoger

estrategias para conseguir motivarlos, de forma que lleven una

vida personal más activa y que puedan limitar las horas que se

pasan frente al ordenador, que se pasan en el sofá viendo series o

películas, etc…
¿QUÉ PEQUEÑAS ACCIONES SE PUEDEN
HACER EN EL PUESTO DE TRABAJO?
 Promover una alimentación sana en los comedores

laborales. Una dieta baja en calorías, con un aumento en la

ingesta de proteínas, parece ser la mejor estrategia para la

pérdida de peso graso con mantenimiento de la masa

muscular. Logrando con ello una mejoría una reducción de la

morbilidad y mortalidad.

 La Sociedad Española de Cardiología, recomienda realizar un

mínimo de 30 minutos de actividad física diario. Y hablamos

de actividad, no de ejercicio físico. No es lo mismo, estos 30

minutos de actividad física los destinamos a desarrollar unos

hábitos de vida más activas de forma que incluso no es

necesario hacer lo 30 minutos de forma contínua si no

disponemos de tiempo. Se pueden coger estrategias como

fraccionar este tiempo durante todo el día, así se pueden

hacer 10’ de actividad por la mañana, 10’ a media mañana o

a medio día, y 10’ más la tarde o tarde noche:

 Puedes realizar una caminata corta luego del almuerzo: esto

mejora la digestión, combate la fatiga.


 Utiliza las escaleras y no el ascensor.

 Si coges cualquier medio de transporte, baja una parada

antes para terminar de llegar a tu trabajo andando.

 Lo mismo si vas en coche, puedes aparcar un poco más

lejos, no es necesario que lo hagas en la misma puerta o en

el parking de la empresa. Así termina el recorrido andando.

 Hay que buscar realizar un plan de ejercicio físico a

intensidad media a alta, de entre 2 a 4 veces por semana. De

entre 45’ a 1h de duración. Todo adecuadamente dosificado y

personalizado al contexto individual de cada empresa. Los

programas de entrenamiento que incluyen ejercicios de

fuerza y resistencia, lo que entendemos como entrenamiento

concurrente. Y en combinación con la alimentación

anteriormente mencionada es el enfoque actualmente más

exitoso. En obesidad, el éxito rápido en la pérdida de peso y

el disfrute del ejercicio se consideran los predictores más

importantes para la adherencia al tratamiento.

 Además, dentro del contexto de la empresa, tenemos ya un

aspecto muy importante ganado, y es que como

profesionales, tenemos la capacidad de crear grupos


pequeños de personas, ya que de esta forma se fomenta un

sentido de pertenencia social que cubre las necesidades

psicológicas básicas, de forma que se logra mayores éxitos

en la adherencia hacia el ejercicio físico en particular y el

estilo de vida saludable en general.

OTROS “TIPS” QUE PODEMOS TENER EN


CUENTA 
 No te saltes ninguna comida. Ya que puede llegar con mucha

hambre a la siguiente comida, y no tener un control de lo que

vayas a ingerir.

 Tratar de no comer en tu puesto de trabajo o encima de tu

escritorio. Lejos de tu mesa, prestarás más atención a lo que

comes; esto te ayudará a comer menos y digerir mejor los

alimentos.

 Evita las máquinas expendedoras. Estas suelen tener en su

gran mayoría bebidas azucaradas, snacks y productos muy

procesados e industrializados, frituras, etc… En resumen,

nada que te vaya a aportar un beneficio para tu salud.


 No es pecado sentir hambre a media mañana o media tarde,

pero entonces elige la fruta como alimento entre comidas, y

si, cualquier tipo de fruta.

 Si comes fuera de casa, es decir, en un bar o

restaurante, no busques el plato más abundante, ni agrandar

el tamaño por poco dinero, (ejemplo de los restaurantes de

comida rápida que por poco más tienes un tamaño XXL).

Puedes elegir un medio menú, del plato que veas más

saludable, acompañado de agua para beber, un poco de pan,

yogurt o fruta de postre y un cortado, a poder ser sin ningún

producto para endulzarlo. Si, al principio cuesta un poco

hacerse al sabor de café sin azúcar, o edulcorantes, pero al

final, llegas a apreciar mucho más su sabor, y por supuesto

es mucho más saludable.

 Incluso por parte de la empresa, se puede estimular con

beneficios a los empleados si consiguen bajar de peso. Un

especie de programa de incentivos por % de peso bajado y

consecución de objetivos.

Nosotros como profesionales del ejercicio físico y de la salud, creo

que es nuestro deber buscar soluciones eficaces para mejorar la


salud de la gente y en este caso también la productividad de la

empresa.

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