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LIC. EN ENFERMERÍA
Definición: La isquemia de extremidades inferiores está causada por la obstrucción de una de las
arterias principales encargada del aporte sanguíneo a las piernas.
Se trata de una enfermedad por oclusión o estrechamiento de las arterias periféricas que suele
ocurrir de forma más frecuente en personas con diabetes, hipertensión arterial o con
arterioesclerosis.
Etiología:
Causas
• Aguda
Embolia
Disección
Trombosis Aguda
Trauma
Oclusión de reconstrucción vascular previa
• Crónica
Arterioesclerosis
Otras etiologías menos frecuentes
Cuadro clínico: El cuadro clínico que resulta de una embolia arterial varía de acuerdo a varios factores: el tamaño
del émbolo, el área que suple la arteria ocluida y la magnitud de circulación colateral que se establece en forma
espontánea.
Una vez que se desprende el émbolo de su origen (fuente cardíaca en el 80-90% de los casos), se localiza al azar en
algún sitio donde existe un cambio brusco del diámetro vascular, lo que corresponde casi siempre a una bifurcación
arterial.
La gran mayoría de las embolias arteriales eventualmente se localiza en la circulación de las extremidades inferiores
comprometiendo la aorta terminal o sus ramas distales.
Una vez impactado el émbolo, habrá una disminución importante del flujo, lo cual facilita la progresión de la
trombosis a nivel local, pudiendo comprometer vasos de reentrada de flujo colateral distal. Además, puede aparecer
trombosis espontánea distal por el flujo disminuido y esto, por caída del retorno venoso, predisponer a trombosis
venosa en una fase más tardía.
entro de las primeras 8 horas de iniciado el cuadro, invariablemente aparecerá necrosis muscular, cuya progresión
dependerá del balance con la circulación colateral existente y de la precocidad con que se inicie el tratamiento.
Mientras antes se inicie la terapia de la isquemia aguda, mayor es la posibilidad de recuperar la extremidad
comprometida sin consecuencias funcionales. Iniciamos el tratamiento con anticoagulación sistémica mediante
heparina para evitar la propagación del trombo y disminuir el riesgo de embolias recurrentes. Aunque es relativamente
fácil establecer clínicamente o con la ayuda del laboratorio vascular la ubicación anatómica del émbolo es mejor
practicar un estudio angiográfico preoperatorio para descartar presencia de otras embolias no pesquisadas clínicamente
(arteria hipogástrica, femoral profunda, peronea, etc.) y para estudiar el flujo de salida distal a la oclusión, sobre todo
en pacientes de edad avanzada que pueden tener además enfermedad oclusiva arterial asociada.
Diagnóstico: Para el diagnóstico de EAP, es necesaria una adecuada historia clínica con la presencia
de historial de factores de riesgo o síntomas de EAP. Junto a los hallazgos de un adecuado examen físico
es suficiente para establecer el diagnóstico de EAP.
Índice tobillo – brazo (ITB): Prueba de rutina en pacientes entre 50-69 años con factores de riesgo y
todo paciente mayor de 70 años.
Punto de corte para considerar anormal < 0.90 en reposo.
Si esta limítrofe realizar ITB con ejercicio (disminución de ITB < 15%)
Usg doppler de extremidades: se utiliza para confirmar y localizar lesiones, además de vigilancia
postquirúrgica.
Angiografía: Recomendado antes de un procedimiento quirúrgico abierto o revascularización.
Angio TAC o Angio RM: Para obtener un mapa detallado de las arterias de la pierna y cuando hay una
contraindicación de angiografía.
Tratamiento:
Control de la glucemia.
Ejercicio: 3 meses, 3 sesiones por semana, de 30 – 60 minutos.
Antiagregantes plaquetarios: ASA (en pacientes con otra enfermedad cardiovascular) o Clopidogrel.
Estatinas: Indicado en todos los pacientes.
Tratamiento específico de claudicación:
1. Cilostazol: (Inhibidor de fosfodiesterasa – 3) 100 mg cada 12 hrs.
2. Segunda línea: Pentoxifilina a dosis de 400 mgs cada 12 horas.
Betabloqueadores: Recomendado en pacientes con claudicación (sensación de dolor, calambre, incomodidad
o cansancio en las piernas durante la deambulación)
Con base en el conocimiento de que niveles elevados de lípidos están asociados con un mayor riesgo
cardiovascular en pacientes con EAP. Los pacientes con EAP pertenecen a la categoría de muy alto riesgo,
con ≥ 10 % de riesgo de un evento cardiovascular fatal.
Diagnósticos de enfermería:
Dolor crónico r/c dificultad en el retorno venoso, isquemia m/p dificultad en la realización de la actividad diaria.
Dominio 12: Confort. Clase 1: Confort físico.