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El lobo de Wall Street

Hablar de negocios, de compra y venta de bienes o servicios implica en sí mismo un

mundo rodeado de incertidumbre, de riesgos, pérdidas y ganancias, en un ambiente

caracterizado por una alta competencia, donde aquellos que aprovechan las oportunidades

de la mejor forma son los que sobreviven a la “jungla” como se menciona al iniciar la

película analizada.

El lobo de Wall Street nos muestra la forma en como un comerciante puede actuar en pro

de conseguir sus objetivos, empezando desde el menor nivel, pero con la convicción

necesaria para asumir los retos que depara dicha actividad, muestra la importancia del

poder de convencimiento, de utilizar las palabras necesarias para generar una venta y de un

estilo de liderazgo que garantiza el éxito en cualquier organización.

A primera vista se establece los excesos, la escenas frenéticas, algo divertidas y en

ocasiones alejadas de la temática de estudio, se tocan temas como la drogadicción,

alcoholismo y prostitución, pero al hacer una mirada más profunda se observa claramente

que el mundo de los negocios no está muy alejado de dicha realidad, que las decisiones

equivocadas del protagonista en su vida personal le juegan una mala pasada en su vida

profesional, además muestra de manera clara las implicaciones que tiene ser comerciante y

el impacto que ello puede generar tanto de manera positiva como negativa en el medio que

lo rodea.

Ahora bien, es importante definir si Jordan Belfort podría ser considerado un comerciante

o si por el contrario puede ser definido bajo otra denominación, si bien, el protagonista se

caracteriza por una actitud arrogante, llena de excesos, de momentos fuera de control,
también podemos apreciar su gran inteligencia y “Olfato” para los negocios, su ambición

que lo llevo a lograr sus objetivos, pese a que sus técnicas en ocasiones no fueron las

correctas, su amplio poder de convencimiento y liderazgo que lo llevo a que muchos

creyeran en él, su actitud visionaria y su espíritu de grandeza, sin dudas son características

de un buen comerciante y las cuales lo llevaron a crear Stratton Oakmont, su propia

organización, con la cual se dedicaba a la compra y venta de bienes, como podemos

denominar las acciones en la bolsa y dicha actividad era realizada de manera profesional.

Es importante aclarar que el hecho de ser comerciante no implica pasar por encima de la ley

o de los demás para lograr sus objetivos, si bien es cierto lo importante es lograr las metas

planteadas, utilizando diferentes estrategias para ello, esto se debe hacer a la luz de leyes

establecidas en cada país para dicho fin. En la película se puede ver que la actitud

desmedida del protagonista lo lleva a realizar actos fuera de la ley, que al final tuvo sus

consecuencias. Por lo que se infiere que el hecho de ser comerciante delimita una

responsabilidad no solo con la persona misma, también con su grupo más cercano, con

aquellos a quienes les venden su bien o servicio y con la sociedad en general.

En este orden de ideas el lobo de Wall Street nos da una visión clara del mundo de los

negocios específicamente en el ambiente de la bolsa donde todo es cambiante, donde la

incertidumbre es el pan de cada día y donde el dinero es el protagonista al final de la

jornada. Se aprecia la realización de actos mercantiles como: operaciones bancarias de

bolsas y representación de firmas y la puesta en práctica de las costumbres mercantiles en

diferentes países, en este sentido se aprecia que las leyes comerciales para cada uno de ellos

pueden variar y que la globalización abre las puertas para que en momentos esta diferencia

en cuanto a la legislación sea aprovechada para realizar prácticas acomodadas a intereses


organizacionales; Así mismo el protagonista y su compañía realizan prácticas financieras

ilegales, fraude, estafa y demás acciones que terminan con el cierre de Stratton Oakmont.

Se puede concluir que como comerciante se tiene una gran responsabilidad y es velar

porque sus actos se encuentren acorde a lo que dictamina la ley, procurar alcanzar los

objetivos planteados de la mejor manera, utilizando las estrategias necesarias para ello, sin

que esto implique realizar actos fraudulentos. Además, el descontrol, la ambición y las

ansias de poder tarde o temprano tendrán sus consecuencias por lo que no es el mejor

camino para emprender como comerciante. Así mismo se determina la importancia de la

globalización para el comercio, el aprovechamiento de esta para realizar actos como

comerciante con diferentes países permite ampliar nuestra visión de empresa y poder llevar

bienes y productos alrededor del mundo.

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