La prevención de enfermedades

y la mejora de la calidad de vida

El entrenamiento invisible
en el desarrollo cerebral
CONTENIDO
1. Objetivos.

2. Relación de acción física y salud mental.

3. La condición física como factor de prevención

de enfermedad mental.

4. Cómo mejora la calidad cognitiva la condición física.

5. Programas y herramientas para prevenir enfermedades

mentales a través de la actividad física.

6. Resumen.

7. Bibliografía.
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Objetivos
• Tomar conciencia de la relación entre la acción
física y la salud mental.
• Desarrollar estrategias para mejorar la salud mental
y prevenir enfermedades a través de la práctica
física.
• Conocer y comprender la relación entre calidad de
vida y actividad física.
• Establecer un nexo de unión entre la calidad
cognitiva y la condición física.
• Entender la relación entre salud física y habilidad
cognitiva, y comprender esta relación como
elemento de prevención.
• Conocer y establecer programas y herramientas
para prevenir enfermedades mentales a través de
la actividad física.
Relación de acción física
y salud mental
La actividad física es un factor esencial de promoción de
la salud integral del individuo, que influye directamente
sobre las diferentes dimensiones de la salud: física,
social y mental. La acción física está, por lo tanto,
estrechamente relacionada con la salud mental y se
convierte en un factor de prevención y protección de
esta.
El ser humano es un ser global, y, como tal, su estado de
salud hace referencia a un estado de salud integral que
recoja todas las dimensiones de la persona. La práctica
deportiva supone mejora de la salud, el organismo
funciona mejor y alcanza un estado de equilibrio que
aporta calidad de vida. Este estado de equilibrio incide
en el equilibrio mental, la práctica de actividad física
tiene importante beneficios en el equilibrio psíquico.
Los beneficios de la práctica deportiva en la salud
mental a menudo pasan desapercibidos, ya que no
son apreciables a simple vista, pero su importancia es
destacada. No obstante, debido a la escasa visibilidad
de los beneficios psíquicos, es habitual que el deporte
y la acción deportiva se asocie a las personas jóvenes
y a la salud orgánica y fisiológica, pero no con la salud
mental, y la prevención de enfermedades mentales en
personas mayores.
Los beneficios en salud mental son destacables y hacen
necesario la incidencia en la práctica de actividad física
a cualquier edad.
La repercusión en la salud mental de la práctica
deportiva es más sutil y difícil de apreciar a simple vista.
Es importante conocer cómo la actividad física tiene
beneficios en la salud mental, que no son subjetivos, sino
que tienen su base en un proceso fisiológico objetivo.
• La práctica de actividad física supone un estilo
de vida saludable, y evita el desarrollo hábitos
sedentarios.
• La acción física actúa sobre el sistema nervioso
central, estabilizando determinadas proteínas,
logrando un equilibrio de las mismas que evita la
aparición de enfermedades mentales.
• Está demostrado que el ejercicio físico genera
endorfinas que funcionan como neurotransmisores
y tienen una incidencia directa en las sensaciones
de relajación y de felicidad. La actividad física está
relacionada con la felicidad y el bienestar a través
de las endorfinas generadas durante el ejercicio.
• Entre los beneficios psíquicos del deporte se puede
señalar:
• Incremento de la autoestima y la confianza en uno
mismo.
• Mejora de la memoria.
• Aumenta la estabilidad emocional. La práctica
deportiva permite regular mejor las emociones,
liberar tensiones, desarrollar pensamientos
positivos, etc.
• Mejor funcionamiento intelectual. Cuando se
practica deporte aumenta el riego sanguíneo y
con ello el aporte de oxígeno al cerebro es mayor,
con lo que mejoran las facultades mentales y el
desempeño y rendimiento.
• El deporte aporta mejoría en algunos trastornos
mentales como la depresión, ansiedad, trastornos
del sueño, y también en enfermedades mentales de
tipo neurológico como las demencias.
• El deporte puede tener un efecto similar a algunos
fármacos empleados en enfermedades mentales,
ya que permite equilibrar sustancias cuyo
desequilibrio es la base de la enfermedad.
La acción física tiene una estrecha e indiscutible relación
con la salud mental, se puede decir que la acción física
es un elemento clave para garantizar el equilibrio mental
y se convierte además en un elemento de prevención de
gran poder.
La práctica regular de actividad deportiva a cualquier
edad supone mantener el equilibrio mental, mejorar
la calidad de vida y mantener un buen funcionamiento
intelectual. El organismo es un todo y el buen
funcionamiento físico predispone el equilibrio fisiológico
y el estado óptimo desde el punto de vista biológico que
sustente el equilibrio mental de los individuos.
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La condición física como
factor de prevención de
enfermedad mental
La condición física es un factor de gran poder para
prevenir la enfermedad mental. En el mundo actual,
dominado por las nuevas tecnologías, el poder de las
maquinas ha provocado un cambio radical en el modo de
vida de las personas y en sus costumbres, provocando
un perjudicial aumento de estilos de vida sedentarios
que tienen graves consecuencias sobre la salud integral
de las personas.
Mantener la condición física en una sociedad donde
predomina el sedentarismo y hábitos de vida poco
saludables puede ser un reto complicado, pero se
convierte en una necesidad para promocionar la salud
y prevenir el desarrollo de enfermedades. La condición
física no solo ayuda a prevenir enfermedades o dolencias
de tipo orgánico, sino que también se constituye como un
fuerte factor de prevención ante la enfermedad mental.
El organismo es un todo que funciona coordinado, y
cuyo correcto funcionamiento sustenta y garantiza el
adecuado funcionamiento mental. La mente necesita
de un sustrato físico, complejo que apoye y garantice
su funcionamiento, y ese sustrato físico se sitúa en el
organismo. Mantener una condición física adecuada
tiene una incidencia directa en el funcionamiento mental
y por lo tanto previene las enfermedades mentales.
El análisis de la incidencia del deporte en la prevención de
enfermedades mentales ha dado lugar a investigaciones
recientes. Las conclusiones de las investigaciones están
poniendo de manifiesto la importancia de la práctica de
ejercicio físico regular para reducir el riesgo de padecer
enfermedades neurodegenerativas que tienen una grave
incidencia en la calidad de vida de las personas: las
demencias y el Alzheimer.
En concreto, la actividad física de tipo aeróbico parece
asociarse a la promoción de la regeneración de las
células nerviosas que se van muriendo con el tiempo, a
medida que el cerebro humano envejece. La actividad
deportiva, por lo tanto, impulsa la capacidad reparadora
y regeneradora del sistema nervioso de manera natural.
Las investigaciones han relacionado este impulso de
la regeneración de neuronas de manera especialmente
significativa en el hipocampo, un área estrechamente
vinculada a la memoria, la atención y el aprendizaje.
Con el tiempo, el cerebro humano envejece y pierde
neuronas, causando un detrimento en su capacidad
cognitiva, que puede dar lugar a padecer enfermedades
de tipo neurodegenerativas como las demencias, que
tienen graves consecuencias en la calidad de vida. El
deterioro cognitivo se asocia a la perdida de neuronas
en la zona del cerebro responsable de la memoria, la
atención y el aprendizaje, el hipocampo.
Este deterioro cognitivo parece seguir un curso continuo
e imparable, hasta hace relativamente poco tiempo se
creía que las neuronas se perdían pero que no existía
ningún mecanismo de neurogenesis. En las últimas
décadas se ha demostrado la neurogenesis como una
de las características del sistema nervioso. En relación
con el deterioro cognitivo que provoca las demencias,
los recientes estudios están demostrados que se puede
frenar el ritmo de dicho deterioro cognitivo asociado
al envejecimiento a través de la práctica regular de
ejercicio físico. En concreto se ha demostrado que el
ejercicio físico aeróbico potencia la neurogénesis en
el hipocampo y por lo tanto se protege el rendimiento
cognitivo y se previene la aparición de enfermedades
neurodegenerativas.
¿Cómo se produce este fenómeno, de protección de la
neurodegeneración?
• El ejercicio físico promueve la neurogénesis, porque
provoca efectos favorables en los astrocitos.
Los astrocitos son las células gliales que más
abundan en el cerebro humano y que cumplen una
importante función: funcionan de puentes entre
las neuronas y los vasos sanguíneos cerebrales,
favoreciendo el transporte de sustancias entre
ambos. Las neuronas precisan de nutrientes y
sustancias para un adecuado funcionamiento. Los
astrocitos tienen un papel clave para favoreciendo
el proceso de neurogénesis, ya que hacen posible
la especialización y diferenciación de las nuevas
neuronas y facilitan la integración de éstas en las
redes neuronales preexistentes. Las investigaciones
han demostrado que la práctica de ejercicio físico
aeróbico provoca un aumento significativo del
número de astrocitos en el hipocampo y otras
regiones cerebrales, y además estas células se
hacen más eficaces.
• La actividad física aeróbica practicada de un modo
regular contribuye al aumento de la operatividad de
algunos neurotransmisores, serotonina, glutamato
y GABA, que tienen un importante papel en la
neurogenesis del hipocampo.
• La actividad deportiva tiene un importante efecto
antiinflamatorio y antioxidante en el cerebro, que
protege del deterioro cognitivo.
• El ejercicio físico ayuda al incremento del flujo
cerebral, en especial al incremento del factor
neurotrófico derivado del cerebro.
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Cómo mejora la calidad
cognitiva la condición
física
La condición física está estrechamente relacionada a la
calidad de las funciones cognitivas, procesos mentales
como la memoria, atención, razonamiento, etc.
La condición física es definida por De la Cruz, y Pino
(2009, p.1.), como:
Un estado dinámico de energía
y vitalidad que permite a las
personas llevar a cabo tareas
habituales de la vida diaria,
disfrutar del tiempo de ocio
activo y afrontar las posibles
emergencias imprevistas sin
una fatiga excesiva, a la vez que
ayuda a evitar enfermedades
hipocinéticas y a desarrollar el
máximo de capacidad intelectual
experimentando plenamente la
alegría de vivir.”
En esta definición de condición física se señala de
manera explícita la estrecha relación entre la condición
física y la capacidad cognitiva. A través de la condición
física se consigue el sustrato biológico sobre el que
se sustenta la calidad cognitiva, una buena condición
física es esencial para un adecuado funcionamiento del
organismo, a nivel físico y a nivel cognitivo.
Existe abundante evidencia científica que demuestra
que la actividad física, en concreto el ejercicio aeróbico
tiene importantes beneficios en el cerebro, provocando
cambios estructurales en la zona del hipocampo, que
modula la memoria y regula el estrés. Se ha demostrado
que la práctica de ejercicio aérobico está relacionada
con la neurogénesis y con la mayor conectividad en la
sustancia blanca del cerebro.
Las investigaciones han analizado cómo se produce
este fenómeno. El ejercicio aeróbico parece provocar
cambios fisiológicos, a nivel orgánico, que afectan
al cerebro y al organismo en general. Estos cambios
fisiológicos en el organismo, provocados por la práctica
de actividad física, serían responsables de un incremento
de las habilidades cognitivas, así como de la sensación
de bienestar percibida.
Las modificaciones generadas a nivel orgánico hacen
suponer una especie de plasticidad adaptativa del
organismo, que se presupone cumple una función
para mejorar la condición física. Es decir, el organismo
se adapta para responder mejor a las demandas de
acción exigidas, y modifica parámetros fisiológicos que
permiten dar una mejor respuesta, lo que supone una
mejora de la condición física que sustenta un óptimo
funcionamiento del organismo a nivel físico, psíquico y
socio emocional.
La capacidad cognitiva no es algo estático y permanente,
el cerebro es un complejo sistema que se va adaptando
y va desarrollándose, creando nuevas conexiones en un
proceso conocido como neuroplasticidad. Se trata de
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un mecanismo que permite la adaptación constante y
el aprendizaje. A medida que se envejece este proceso
se ve alterado, y se produce la perdida de neuronas,
que pueden dar lugar al deterioro cognitivo. Desarrollar
hábitos de vida que protejan del deterioro cognitivo
y garanticen un adecuado funcionamiento, es muy
importante. La práctica de ejercicio físico de manera
regular se convierte en un remedio no farmacológico que
permite un envejecimiento saludable, y aporta calidad de
vida a las personas mayores.
Se puede hablar de un envejecimiento activo, que ayuda
a aumentar la esperanza de vida y a mejorar la calidad
de vida. La actividad física contribuye al incremento y
la mejoría de las funciones cognitivas de las personas
mayores. Una condición física saludable mejora la
capacidad cognitiva, se ha demostrado que la condición
física:
• Está relacionada con mejora de la atención y
de la memoria. La actividad física tiene efectos
de neurogenesis en el hipocampo. La creación
de nuevas conexiones neuronales en esta área
relacionada con las funciones de aprendizaje,
atención y memoria es la causa de esta mejoría. Se
ha observado un descenso de la atención tras un
descenso de la actividad deportiva.
• Se relaciona con una mejoría en la capacidad de
toma de decisiones. La actividad física genera
también un aumento de la adrenalina que parece
estar relacionado con una mejoría en la capacidad
de tomar decisiones.
• Se mejora la capacidad cardiovascular y esta
mejoría también se relaciona con la capacidad
cognitiva. Un mejor funcionamiento cardiovascular
supone un riego sanguíneo adecuado que favorece
la llegada de oxígeno al cerebro y de otros nutrientes
necesarios para un funcionamiento óptimo.
Programas y
herramientas para
prevenir enfermedades
mentales a través de la
actividad física
Está demostrado que la práctica de ejercicio cambia el
cerebro y mejora las capacidades cognitivas. La actividad
física actúa provocando modificaciones fisiológicas
y estructurales en el equilibrio cerebral, esta acción es
similar a la que provocan ciertos fármacos, estando la
práctica deportiva libre de efectos secundarios y siendo
un efecto natural.
Es por ello por lo que los programas de ejercicio físico
orientados a la mejora de la función cognitiva se
constituyen como un remedio básico para diversas
enfermedades y como un factor de prevención
esencial, que resulta menos agresivo que otro tipo de
intervenciones y tiene beneficios añadidos.
Los programas para prevenir las enfermedades
neurodegenerativas se basan en la educación en hábitos
saludables de prevención que den lugar a un estilo de
vida adecuado. En este sentido se han de combinar
dos tipos de actividades de protección y prevención:
el entrenamiento mental propiamente dicho y el
entrenamiento físico. Ambos tipos de entrenamiento son
muy importantes y son los cimientos de un estilo de vida,
que se sustente en la prevención del deterioro cognitivo.
Los programas de prevención deben estar basados en las
facultades o capacidades cognitivas afectadas por las
enfermedades neurodegenerativas, estas capacidades
son:
• Amnesia. Deterioro de la memoria, que se
manifiesta como alteraciones en la capacidad de
fijar nueva información y recordar acontecimientos.
• Agnosia. Deterioro de la memoria que consiste en
dificultades para reconocer objetos en su entorno.
• Afasia. Asociada a los deterioros de la memoria, en
este caso se trata de dificultades para expresarse,
comunicarse e incluso entender.
• Apraxia. Además, aparece una pérdida de capacidad
física y funcional, que dificulta la realización de
actividades diarias.
El tratamiento farmacológico es el más frecuente, pero
su eficacia es limitada y se limita en paliar los síntomas
actuales, pero no se logra frenar el ritmo de deterioro
cognitivo. Es por ello por lo que se desplaza el interés
hacía otros tipos de tratamiento más eficaces y menos
invasivos, apareciendo el ejercicio físico como una terapia
alternativa y complementaria, que tiene importantes
beneficios: mejora la autonomía y disminuye la carga de
los cuidadores.
Los programas de prevención se enmarcan en la
reeducación psicomotriz, que a su vez se apoyan tres
claves para prevenir el deterioro cognitivo, son las
siguientes:
• Entrenamiento cognitivo o reeducación cognitiva.
Se trata de practicar actividades específicamente
diseñadas para mejorar los procesos cognitivos,
como la memoria o la atención. Existen diferentes
actividades, la elección de estas dependerá de
las condiciones específicas de cada persona,
desde crucigramas, sopas de letras, sudokus,
juegos, la lectura y la escritura, memorizar, etc. El
entrenamiento en este tipo de funciones cognitivas
evita la perdida de conexiones neuronales y
ralentiza el ritmo del deterioro cognitivo.
El objetivo de este tipo de entrenamiento es la
reeducación a nivel cognitivo para mantener las
funciones a través de la creación y desarrollo de
nuevas conexiones.
Además, existen aplicaciones, recursos de
tipo tecnológico, que pueden emplearse para
monitorizar y llevar un control del entrenamiento.
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• Control de la hipertensión.
La hipertensión está relacionada con el deterioro
cognitivo que se produce con la edad, un control
de la hipertensión tiene beneficios positivos en
las capacidades cognitivas y puede retrasar la
aparición de enfermedades asociadas a dicho
deterioro.
• El entrenamiento físico.
Aumentar la frecuencia de actividad física y
practicar de manera regular algún tipo de actividad
deportiva provoca cambios a nivel fisiológico que
afectan al cerebro y se traduce en un retraso en el
deterioro cognitivo.
En concreto, la mejora de la capacidad cognitiva
se relaciona con la práctica regular de actividad
aeróbica. No es necesario que esta actividad sea
muy intensa, pero sí sean regular. Un programa
de entrenamiento adaptado a las condiciones de
cada individuo particular, que conlleve la práctica
de actividad moderada, es suficiente para cambiar
el cerebro y proteger la capacidad cognitiva. El
tipo de ejercicio también puede variar, cualquier
tipo de actividad aeróbica es adecuada para estos
programas, caminatas, carrera ligera, etc.
También pueden emplearse aplicaciones y
recursos tecnológicos que ayuden a programar el
entrenamiento y que promuevan la motivación y la
implicación con el mismo.
• Estimulación psicomotriz.
La estimulación psicomotriz trata de proteger y
prevenir el deterioro en aquellos aspectos que
unen la mente y el cuerpo, y que garantizan un
funcionamiento coordinado. La estimulación se
centra en:
-- Conductas motrices de base (actividades
tónico-posturales equilibradas), que incluyen la
coordinación dinámica y visomotora.
-- Conductas perceptivo motrices, entre las que se
señalan la orientación espacial y estructuración
temporal.
-- Conductas neuromotrices como lateralidad,
sincinesias y paratonías.
Resumen
La actividad física y deportiva es un factor de gran
relevancia para la prevención de enfermedades
mentales de tipo neurológico. La actividad física
regular, tiene efectos generales en el organismo, de tipo
fisiológico que modifican la estructura cerebral y evitan
el deterioro cognitivo propio de la edad que aparece con
el envejecimiento.
La actividad física, produce un incremento de la
neurogénesis en la zona del hipocampo que es la
responsable de procesos como el aprendizaje, la
memoria y la atención. Además, se mejora el riego y
la oxigenación del cerebro que favorece la capacidad
cognitiva.
Los programas de prevención basados en la práctica
de actividad física surgen como alternativa a los
tratamientos farmacológicos, ya que consiguen cambios
en el cerebro similares, son menos invasivas y sus
efectos no solo palian los síntomas, sino que también
frenan el deterioro cognitivo.
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