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Universidad de La Sabana

Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas


Metodología de la investigació n
Juan Camilo Jaramillo García
Sobre la mistad y la mujer
“Ademá s, esto resulta para los hombres lo má s necesario para la vida”
(Aristó teles 2017, 216). Esta cita de Aristó teles no hace referencia ni al alimento, la
seguridad de un hogar o el estímulo del intelecto, él habla es de la amistad como algo
igual o incluso má s importante que lo antes mencionado. Pero al seguir leyendo el
libro VIII de Ética a Nicómaco, me encontré que ciertas acotaciones de Aristó teles
respecto a los tipos de relació n en la amistad, en especial aquellas que llama
desiguales, que tienen tesis que hoy en día parecen desfasadas o de plano incorrectas.
Sin caer en el anacronismo, si se podría señ alar que esa imposibilidad que plantea el
autor frente una amistad de hombres y mujeres como igual de virtuosas o verdaderas
como las del mismo sexo no sean posibles (Aristó teles 2017, 228). Esto no derrumba
la disertació n en lo absoluto, se podría rescatar todo lo demá s simplemente
planteando que fuera de cierto machismo de Aristó teles, solo es ver a la amiga como
una igual y toda la argumentació n sigue funcionando de la misma manera. Sin
embargo, aunque esta fue la intuició n que tuve en un inicio, poco a poco me la fui
cuestionando pues el subtexto que plantea es mucho má s profundo, una cuestió n que
abarca la naturaleza de las partes (qué es hombre y qué es mujer) y una relació n que
tiene que ver intrínsecamente con esta naturaleza. Aquí se presenta la serie de ideas
que me llevaron a preguntarme todo esto y la necesidad que hay de volver a esta
pregunta de las amistades entre desiguales e iguales.
Lo primero fue pensar que Aristó teles estaba en un error por cierto sesgo de
género que veía como lo activo y virtuoso se correspondía al hombre mientras las
mujeres era la pasividad y lo venido a menos. Autores como John Stuart Mill y los
primeros movimientos feministas señ alaban esta falacia de la incapacidad femenina
en la sociedad argumentando que las mujeres podían ser iguales a los hombres,
pudiendo estas ocupar sus mismos cargos con igual o incluso mejor capacidad que
ellos. Así Mill escribe que mientras en su país nadie cuestionaba la capacidad de la
reina, como mujer, para gobernar el reino, si lo hacían frente a la capacidad de las
mujeres en ejércitos de la nació n. Pero mientras ellos veían lo primero y lo segundo
como una obviedad, en otros países y culturas la cuestió n era al revés teniendo
mujeres guerreras, pero no gobernantes (Mill 2020). Es entonces que la igualdad de
sexos rebate esta idea de una diferencia natural entre ambos y por lo tanto la
incapacidad de que exista una relació n como iguales entre hombres y mujeres.
Hasta este punto es bastante razonable señ alar que Aristó teles caía en un error
por su sesgo, yo no creo en lo contrario de una ontología del hombre sobre la mujer.
Pero recordando una conversació n con un profesor que estudió la historia del
feminismo filosó fico, este comentaba que ese primer movimiento de igualdad pura
con los hombres no fue ni definitivo ni duradero, que pronto pensadoras como Simone
de Beauvoir se cuestionaban este querer ser otros hombres, una cuestió n que llevó a
rescatar el valor de lo femenino como fuera de la homogeneidad de lo masculino.
Pienso que la mayoría de estas ideas no plantean lo femenino y lo masculino como
cosas irreconciliables, sino que tienen cosas en comú n o la diferencia de una (lo
masculino) resulta la igualdad de la otra (lo femenino) (Beauvoir 2011). Cuando se
pregunta por la naturaleza de las cosas (mujer y hombre) también es vá lido
preguntarse por la relació n de estas cosas que en principio tienen cierta diferencia. No
necesariamente se ha vuelto al mismo punto que Aristó teles había planteado, el
feminismo ha podido argumentar de buena manera que ciertas ideas sobre la
inferioridad de la mujer son má s políticas, sociales o juegos de poder que realidades
de la naturaleza, pero ante cosas que se plantean como diferentes también cabe volver
a preguntarse por el tipo de relació n, en este caso la amistad, que pueden existir entre
las unas y los otros.
Con esto veo pertinente el buscar una vez má s entre esas preguntas
primordiales que se hicieron hace má s de dos mil añ os sobre la naturaleza de los
amigos y el tipo de relació n que son posibles entre estos frente a nuevas diná micas
filosó ficas como el feminismo.
Bibliografía
Aristóteles. Ética a Nicómaco. Madrid: Gredos, 2017.

Beauvoir, Simone. El segundo sexo. Madrid: DeBolsillo, 2011.

Mill, John. Sobre la esclavitud femenina. Barcelona: Penguin , 2020.

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