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LIBROS 195

MANUEL CASTELLS y MARINA SUBIRATS (2007). Mujeres y


hombres ¿Un amor imposible? Madrid, Alianza Editorial, 2007,
324 pp.

Este libro nos habla del amor, de las ro, pero necesario, pues visibiliza con
relaciones sexuales, de los encuentros y mayor claridad cómo se han construido
conflictos que se suceden entre los hom- las relaciones de género en el pasado (asi-
bres y mujeres y entre las generaciones. métricas y complementarias) y el porqué
De cómo se ha ido configurando la iden- de la crisis actual (deslegitimación del or-
tidad masculina y femenina a través de den patriarcal).
los tiempos, y cuales han sido los cam- El libro comienza con una breve Pre-
bios, permanencias y resistencias. Es de- sentación, siguiéndole cuatro capítulos,
cir, trata de las relaciones sociales de de los cuales destacaremos las cuestio-
sexo, y por lo tanto, estamos ante un tex- nes más relevantes, dada la cantidad de
to que adopta un enfoque de género, temas que se abordan.
como no podía ser de otro modo siendo Ser Mujer está a cargo de Castells, que
quienes son los autores. Subirats tiene de- cuenta cómo se ha ido construyendo a
trás de sí una larga trayectoria de análisis través de la historia el género femenino,
social desde esta perspectiva, siendo una señalando que el histórico orden patriar-
de las pioneras en nuestro país, y Cas- cal se ha sustentado en la división sexual
tells es uno de los sociólogos españoles del trabajo: el varón se ocupaba de pro-
que con más rigor introduce esta mirada veer el sustento, del poder y la guerra, y
en sus estudios, mostrando, además, un la mujer de todo lo demás, la reproduc-
gran interés por los movimientos sociales. ción de la vida: concebir, cuidar de los
Nuestros autores se centran en el caso es- dependientes, brindar afecto, cumplir se-
pañol y sobre todo en la etapa que se ini- xualmente, atender las tareas domésticas,
cia a partir de los años setenta del siglo trabajar en el campo y más tarde en la
veinte, momento en el que se producen fábrica, etc. Así, las mujeres simultanea-
varios fenómenos simultáneos: final de ban diversas funciones (físicas, mentales,
la dictadura franquista, comienzo de la emocionales) lo que, según el autor, ha
Transición Política, Segunda Transición llevado a concebir a la mujer como un
Demográfica, sectorización de la econo- ser multidimensional frente a un varón
mía y emergencia de nuevos agentes po- unidimensional. Esta división de tareas y
líticos y sociales. Todo ello conlleva un espacios ha generado dos culturas dife-
fuerte cambio cultural que tendrá como renciadas, una femenina y otra masculina,
consecuencia una brecha de carácter in- una dominante y otra dominada, que tan-
tergeneracional e intersexual. to Iglesia como Estado han mantenido y
Desde ahí los autores nos relatan de legitimado. Todo esto hasta que en la dé-
dónde venimos y dónde estamos, situán- cada de los setenta las mujeres se «su-
donos en un análisis sociológico de las blevan», adoptan valores individualistas y
relaciones amorosas y familiares, un ám- se incorporan al mercado asalariado y a la
bito que ha sido poco explorado desde la educación superior, si bien en posición
disciplina sociológica. de subordinación.
El texto es altamente innovador al ana- Castells aporta múltiples datos de la
lizar las características del género feme- situación y evolución de la mujer trabaja-
nino y el masculino al mismo nivel, algo dora, y también describe el desgarro que
escaso en la literatura española del géne- sufre por la presión de querer cumplir

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como madre y esposa sin renunciar a sus pasado de la escasez a la abundancia y, en


proyectos individuales, razón por la que relación a ello, las mujeres son más autó-
está agotada (la atención a los depen- nomas.
dientes recae casi en exclusiva sobre ella). La autora se pregunta sobre las conse-
Según el autor, ya no hay vuelta atrás cuencias de seguir educando a los niños
para las mujeres porque el trabajo para varones en la violencia, concluyendo que
el mercado les garantiza su autonomía este rasgo se mantiene como forma de
personal y material. Por ello es necesario diferenciación del género femenino, cu-
conciliar no sólo tiempos y actividades, yas características son la abnegación y la
sino la cultura femenina y la masculina. emoción, razón por la que estas cualida-
Considera que la cultura patriarcal ha des son reprimidas en los varones, ensal-
cambiado poco, y las que han cambiado zándose en su lugar para éstos la valentía.
han sido las mujeres, que tienen una nue- Subirats expone que a medida que las so-
va conciencia y demandan renegociar los ciedades se han ido transformando, tam-
roles dentro de la familia, lo cual lleva a bién han variando las formas de canalizar
conflictos entre la pareja. De hecho, Cas- este plus de agresividad, que se ha ido
tells dedica parte del texto a señalar el proyectando en diversos iconos de hom-
poder transformador del movimiento fe- bres triunfadores (el mafioso, el torero,
minista y el homosexual, por ser los pro- el deportista) como forma de darle salida,
tagonistas de la erosión del modelo pa- lo que a su vez retroalimenta este estere-
triarcal y la redefinición de los atributos otipo de género. Plantea que el paradigma
de género. Ahora bien, cree que la actual por excelencia lo representa el fútbol, y
violencia machista expresa una resisten- por ello realiza un análisis de su éxito so-
cia a perder la posición de dominio, y cial, concluyendo que más allá de ser un
para acabar con ella plantea que es ur- deporte es el gran catalizador de esta ne-
gente que se encuentren nuevas formas cesidad de competir al permitir identifi-
de relación entre los sexos. Porque a pe- carse con un «nosotros», frente a un
sar de todo, la mayor parte de los espa- «ellos», trasladándose de esta forma la
ñoles sueñan con el amor y la formación expresión de la agresividad al ámbito de
de una familia, y un indicador de ello es lo simbólico.
la expansión de la industria del empare- Si el rasgo tradicional del «ser hom-
jamiento «científico». bre» era la violencia, Subirats expone la
En Ser Hombre, Subirats se extiende hipótesis de que ese modelo ha quedado
sobre una gran variedad de temas, pero obsoleto aun cuando no haya desapareci-
ante todo su discurso gira en torno a la do del todo, debiendo ser revisado por-
construcción social del género masculino, que, lejos de ser funcional, se ha conver-
el cual ha sido escasamente analizado en tido en un peligro para los propios
tanto en cuanto no se entendía como tal varones (sobremortalidad masculina) así
sino como un universal. Así ella se centra como para el resto de las personas (vio-
en lo que considera el eje fundamental lencia hacia las mujeres a partir de su «li-
sobre el que se ha configurado la identi- beración»). Subirats contrapone a estos
dad masculina, la violencia, la fuerza. rasgos masculinos los femeninos, basa-
Atributos que pudieron ser funcionales dos en el alejamiento del conflicto y la
en otros tiempos para la supervivencia (el pelea, y explica que por esta razón las
varón era el responsable de aportar la mujeres no influyen en los objetivos de
protección y el sustento familiar) pero las organizaciones al no tener un orden
que actualmente resultan disfuncionales alternativo al androcéntrico y no intere-
porque las sociedades occidentales han sarles el poder. Afirma que si logran lle-

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gar a posiciones de decisión se masculi- ligión, dan como resultado que el sentido
nizan por el camino y abandonan aquello trascendental, que busca lo absoluto, ya
que les es propio, y si esto no ocurre, son sólo parece posible proyectarlo en el
sustituidas por otras mujeres más adapta- amor, entendido como fusión con el otro.
bles a lo que se exige de ellas. Por esta Castells lo denomina «la privatización de
razón a los varones no les preocupa su la religión», aunque señala que en las so-
presencia en el espacio público. Lo que sí ciedades en las que la religión no ha de-
considera que ha cambiado es el espacio caído también existe el amor romántico.
privado, que se ha vaciado, porque las Por lo tanto, no es un sustituto de Dios,
mujeres han salido al mercado asalariado pero cree que probablemente las creen-
mientras que los varones no han entrado cias religiosas liberen a la pareja de la
en él. De esta forma se abandonan tareas gran presión que tiene en sociedades lai-
esenciales para la vida: el cuidado de los cas, donde se proyectan todas las necesi-
dependientes y llenar el hogar de energía dades en el amado, llevando a la frustra-
y afecto. ción y/o separación. Sugiere que si el
En Mujeres y Hombres: un diálogo en- amor decae es posible que surjan nuevas
tre Marina Subirats y Manuel Castells, formas de espiritualidad, aunque consi-
ambos autores tratan de realizar un diag- dera no obstante que el amor está muy
nóstico y para ello abordan múltiples te- enraizado cultural e ideológicamente y
mas de actualidad: la violencia, el acoso toda sociedad lo reconstruye como eje
sexual en el ámbito laboral, el papel de la central de la vida en los seres humanos.
economía, la paridad sexual, el colectivo En ¿Es posible otra vida? Explorando
de padres separados, amén de otras cues- la utopía, se busca un pronóstico. ¿Esta-
tiones, son diseccionadas en una conver- mos construyendo un modelo alternativo
sación que no es nada encorsetada y que de relaciones de género? Castells conclu-
adquiere profundidad y frescura según ye que no está a la vista un nuevo modelo
avanzan en ella. Dada la amplitud de dominante, pues se da una redefinición
asuntos sobre los que versan, aquí sólo de lo femenino pero no de lo masculino:
destacaré aquellos debates que considero los varones se resisten a cambiar volunta-
de mayor interés: 1) Las nuevas formas riamente en aras de algo que no vislum-
familiares emergentes, que plantea Cas- bran como compensatorio, pretendiendo
tells, y que se basan, en gran parte, en la más bien reeditar las relaciones tradicio-
separación de los géneros (homosexuali- nales que les permitían obtener ventajas
dad, mujeres con hijos en red, empareja- relativas. Subirats plantea que, por un
miento con bajo nivel de compromiso, la lado, se da una asimilación del género fe-
familia igualitaria o postpatriarcal y la re- menino por el masculino, lo cual supone
construida). 2) Los valores y límites en una pérdida y, por otro, avanzamos hacia
los que se está educando a los niños, que una diversificación de modelos debido a
crecen casi solos porque los padres están que la difuminación de los géneros lle-
muy ocupados trabajando. 3) La cuestión vará a relaciones entre los sexos más in-
de si es posible establecer un nuevo pacto dividualizadas y humanas, relaciones a la
ínter géneros y entre las generaciones res- «carta».
pecto de una nueva solidaridad familiar. Ella apuesta porque los varones vean
4) La constante búsqueda del amor ro- las ventajas de la expresión emocional y
mántico por personas de cualquier edad. puedan liberarse de la «mutilación» de
Sobre esta cuestión Subirats plantea que su parte femenina, lo cual, en parte, ya
la pérdida de los vínculos familiares tra- han hecho las mujeres con su lado mas-
dicionales, junto a la decadencia de la re- culino. Castells considera que a esto no

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se le puede llamar modelo en la medida avanzamos hacia relaciones más huma-


en que se carece de referencias a seguir: nas, más individualizadas? ¿Cuál es el ca-
en todo caso se lo podía denominar des- mino para que los varones vean las venta-
generización o atomización, sin que po- jas de la expresión emocional, si, según la
damos estar seguros de hasta qué punto autora, se les socializa en la violencia
ocasionará más conflicto entre los sexos, como forma de alejarse de estas caracte-
pues se pasaría del derecho de familia al rísticas femeninas? En este sentido Subi-
derecho civil, de la regulación al merca- rats deja un vacío en su argumentación
do. Por otro lado, duda que los hombres que otras investigaciones deberán llenar.
vean en esto ventaja alguna. Lo único que Sin, duda, el texto se hace eco de una
cree posible es que los varones desarro- situación que refleja que las relaciones
llen el aspecto femenino a través de la entre los sexos están en tránsito: los naci-
relación con sus hijos bebés. dos alrededor de los años sesenta son los
Mientras que la hipótesis que plantea protagonistas de este cambio social, los
Castells está en sintonía con la teoría de- más mayores atestiguan del mismo, y los
sarrollada por Nancy Chodorow en 1978, jóvenes conforman el «laboratorio» en el
el discurso de Subirats permite plantear que veremos germinar el futuro. En
algunas preguntas, pues revela ciertas ca- suma, la aportación de cada autor por se-
rencias explicativas: ella mantiene que a parado, y su conjunción en esos diálogos
las mujeres no les interesa el poder (según tan jugosos como sugerentes, permiten
planteamientos cercanos al feminismo de que nos asomemos a un libro de amena
la diferencia) y por ello influyen poco en lectura, para el que sólo podemos expre-
la esfera pública, y por otro lado, los va- sar nuestra más calurosa bienvenida.
rones no entran en el espacio privado. Se-
gún estos planteamientos, ¿de qué modo Carmen Torralbo Novella

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