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UNIDAD 3.-
PROCESO DE AUDITORÍA EN UN SISTEMA DE GESTIÓN
Ventaja
Al no tener ninguna dependencia de la empresa, el trabajo de los auditores es
totalmente independiente y libre de cualquier injerencia por parte de las autoridades
de la empresa auditada.
Desventaja
Debido a que el auditor conoce poco la empresa, su evaluación puede estar limitada
a la información que pueda recopilar.
Ventaja
Debido a que el auditor pertenece a la empresa, casi siempre conoce integralmente
sus actividades, operaciones y áreas; por lo tanto, su revisión puede ser más
profunda y con mayor conocimiento de las actividades, funciones y problemas de la
institución.
Desventaja
Su veracidad, alcance y confiabilidad pueden ser limitados, debido a que puede
haber cierta injerencia por parte de las autoridades de la institución sobre la forma
de evaluar y emitir el informe.
Permanencia.
Integralidad.
Oportunidad.
Función Preventiva.
Independencia.
Objetividad
Actuación racional.
Cobertura General.
PRINCIPIOS DE AUDITORÍA
Todos los hallazgos, conclusiones e informes tienen que reflejar con veracidad y
exactitud las actividades que se realizan durante las auditorías. Se tiene que informar
de todos los obstáculos que se encuentran en el camino al realizar la auditoría y las
opiniones divergentes que se queden sin resolver entre el equipo auditor y la persona
auditada. La comunicación tiene que ser veraz, exacta, objetiva, oportuna, clara y
completa.
Los auditores deberían proceder con el debido cuidado, de acuerdo con la importancia
de la tarea que desempeñan y la confianza depositada en ellos por el cliente de la
auditoría y por otras partes interesadas. Un factor importante al realizar su trabajo con
el debido cuidado profesional es tener la capacidad de hacer juicios razonados en
todas las situaciones de la auditoría.
Los auditores deben ser independientes a la actividad que se quiere auditar siempre
y cuando sea posible, además existen casos en los que deben actuar de forma libre
contra el conflicto de intereses, es decir actuar sin sesgo de la situación. Para
las auditorías internas, los auditores deben ser independientes de los responsables
operativos de la sección que se desea auditar. Se debe recordar, que no es posible
Gestión de los Sistemas de Calidad 7
M. C. Teresa Lizette Canales Castillo
ser juez y parte dentro de las auditorías que se realicen, si es que se desean obtener
buenos resultados. Los auditores deben mantener la objetividad según el proceso de
auditoría para asegurarse de los hallazgos y las conclusiones de la auditoría que se
basan sólo en la evidencia de la auditoría.
Para las empresas pequeñas, puede que no sea posible que los auditores internos
sean independientes del todo de la actividad que deben auditar, pero tiene que hacer
esfuerzos para eliminar esta barrera y fomentar la objetividad.
Un aspecto primordial del que depende en gran medida el éxito de una auditoría de
calidad son las competencias de un auditor y habilidades esenciales de calidad.
Pero, cierto es que, el éxito de la auditoría en cumplir con sus objetivos, dependerá
de las competencias concretas que reúna el auditor encargado de realizarla.
Para lograr un buen resultado de las auditorías internas realizadas y por ende del
mantenimiento del propio Sistema de Gestión de Calidad, se analizarán las
competencias y habilidades esenciales de un auditor de calidad.
La norma ISO 19011 “Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión”, dice
todos los aspectos, las competencias y los criterios que deberá tener el auditor,
marcando la relevancia que ocupa la correcta ejecución de la auditoría.
La auditoría en ISO es una herramienta de mejora y análisis del estado del Sistema
de Gestión de Seguridad de la Información que facilita la comprobación, el
seguimiento y la verificación de la implementación eficaz y señala todas las pautas
que se deben seguir, para conseguir los objetivos en el caso de que se evidencien
las desviaciones del camino marco de manera inicial. Debido a lo anterior, el papel
del auditor conlleva relevancia.
Por este motivo, el auditor ISO debe disponer de una competencia que se
demuestre con su aptitud a la hora de aplicar los conocimientos y las habilidades
adquiridas durante las formaciones, conseguir un nivel óptimo de experiencia en
auditorías, además de todas las cualidades que se deben promover y potenciar.
2.- Tener discreción total en los asuntos y materias revisadas durante dicho
proceso, respetando en todo momento la máxima de confidencialidad de la
organización.
5.- Tener firmeza en las decisiones tomadas en todo momento. Con esto, nos
referimos a que a la hora de redactar su informe final con la valoración de la auditoría
no debe negociar con la organización la consideración de ciertas inconformidades,
sino que, debe incluir todo aquello que considera necesario en el informe, a pesar
de que ello le lleve a desacuerdos con la organización auditada en cuestión por no
querer esta última aceptar tal informe.
6.- Debe ser una persona muy observadora, con capacidad de que los pequeños
detalles no se le pasen por alto.
8.- Ser una personal versátil, en el sentido de que sepa amoldarse a diferentes
entornos y contextos con facilidad.
9.- Debe ser altamente exigente en cuanto al logro de las metas establecidas en
el proceso de auditoría que realice.
12.- La objetividad que se le exige no debe verse desvirtuada por prejuicios que
pudiera tener.
Es necesario que se involucre toda la organización y todas las personas que forman
parte de la auditoría y tienen relación con el Sistema de Gestión de Seguridad de la
Información basado en la norma ISO.
De esta forma debe quedar claro, que el auditor debe disponer de los conocimientos
suficientes, las competencias y las cualidades necesarias, para llevar a cabo el
proceso de auditoría de forma exitosa. Si la empresa auditada no alcanza a
comprender la importancia de la auditoría, no se obtendrán los resultados
esperados, por lo que se convierte en una actividad poco productiva.
Integridad:
Ser directo y honesto en todas las relaciones profesionales. Este principio requiere
que el auditor sea directo y honesto en todas las relaciones profesionales y
comerciales. La integridad implica trato justo y veracidad. En ese sentido, el
profesional no se asociará con informes, comunicaciones u otros datos que
contengan una declaración materialmente falsa o engañosa, que haya sido
proporcionada imprudentemente o que omita información relevante y necesaria.
Objetividad:
No comprometer juicios profesionales o empresariales debido a sesgo, conflicto de
intereses o influencia indebida de otros.
De acuerdo con este principio, un auditor no debe ejecutar su trabajo en los casos
en que haya circunstancias o relaciones que afecten negativamente o influyan
indebidamente en su juicio profesional frente a la actividad que debe desarrollar. Un
auditor no debe actuar con criterios subjetivos.
Confidencialidad:
Cumplir con las leyes y regulaciones pertinentes y evitar cualquier conducta que el
contador conozca o deba saber que podría desacreditar la profesión.
Comportamiento Profesional:
Según este principio, un auditor debe cumplir con las leyes y regulaciones
pertinentes y evitar cualquier conducta inapropiada que pueda desacreditar la
profesión. Al emprender actividades de comercialización o promoción, un auditor no
desprestigiará la profesión. El auditor debe ser honesto y veraz y en ese sentido, no
incurrirá en exageraciones respecto de los servicios ofrecidos o de su experiencia y
conocimiento, ni hará comparaciones sin fundamento frente al trabajo de otros
colegas.
Es conveniente que, en los casos en que tenga dudas sobre si una forma de
publicidad o marketing es apropiada, consulte con el organismo profesional
correspondiente para evitar tener un comportamiento indebido.
Como se aprecia, estos principios deberían ser obvios al ejecutar cualquier clase de
trabajo (y para cualquier profesión). No obstante, es conveniente recordarlos para
evitar tener comportamientos antiéticos. Es así como diversos organismos
profesionales incorporan los principios fundamentales en sus códigos de ética, que
podrían tener algunas variaciones sobre los asuntos acá presentados, pero que
pretenden un comportamiento profesional apropiado por parte de quienes se
adhieren a estos.
No hay que olvidar que una conducta ética es patrimonio de un contador profesional
y aún más de un auditor, en virtud de su conocimiento, especialidad y relación con
el cliente, por lo que es aconsejable revisar tanto el código de ética aplicable a la
profesión como aquel propio del cliente u organización a la cual se prestan los
servicios. En su ausencia, es recomendable su diseño e implementación.