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ELEMENTOS PARA EL ESTUDIO DOGMÁTICO DE LOS DELITOS

Miguel Angel Gutiérrez

magjuridico@gmail.com

El estudio dogmático se refiere a la caracterización de los elementos de un


«delito», entendiendo por éste una conducta antijurídica típica o específica,
culpable y punible.

Es importante llevarlo a cabo porque el derecho penal se basa en


el binomio delito/pena, en el cual ésta es la consecuencia legítima de aquél. Hay
que recordar también que en esta materia sólo puede aplicarse una pena a una
conducta cuando coincide exactamente con el tipo penal o descripción legal del
delito, quedando prohibida la analogía, la irretroactividad, &c, además de que la
sujeción a un proceso penal está resguardada constitucionalmente por las
garantías individuales con sus respectivas sub-garantías, como las de seguridad
jurídica, legalidad, igualdad, audiencia y otras más, de las que encontramos
paradigmas en los artículos 13, 14, 16-22 y demás relativos aplicables de la
Constitución mexicana.

Antes de iniciar un estudio dogmático debe considerarse que el delito se comete


en un ámbito espacial o territorio con jurisdicción, en un ámbito temporal (los
delitos sólo se juzgan con las leyes vigentes en el momento de su comisión) y en
el ámbito personal (nadie es inmune a las disposiciones de la ley, y cada quien
es responsable sólo de su propia conducta).

Los elementos del delito son la tipicidad, la anti-juridicidad y la culpabilidad


(hay otras teorías que, en forma un tanto redundante, incluyen siete elementos:
conducta, tipicidad, anti-juridicidad, imputabilidad, culpabilidad, condiciones
objetivas y punibilidad). Si falta alguno de estos elementos no hay delito.

Los delitos solamente pueden ser de dos tipos: dolosos (cuando se hacen


intencionalmente) o culposos (cuando no se hacen a propósito). No hay delito
cuando alguien es obligado a cometer un acto punible por causas extrañas a su
voluntad.

Pueden realizarse por acción o por omisión (cuando se deja de hacer algo que


debería hacerse).

El delito es instantáneo si se consuma en un solo momento,


es continuado cuando hay repetición de la conducta y permanente cuando la
consumación se prolonga.

En un hecho delictivo puede haber concurrencia o concurso de delitos. Hay


concurso real cuando se cometen varios delitos en actos distintos; hay concurso
ideal cuando con una sola conducta se violan varias disposiciones penales: esto
es importante en términos de la punibilidad o el tipo de pena/sanción aplicable
al delito en cuestión.

En este punto del análisis es importante mencionar que los códigos penales
suelen proporcionar definiciones precisas de lo que constituye cada delito, o al
menos una que pueda deducirse del contenido del artículo. Por ejemplo, el
Código Penal Federal mexicano dice en su artículo 302 que «comete el delito de
homicidio el que priva de la vida a otro», o en su artículo 173-I que se aplicará
una pena por el delito de violación de correspondencia «al que abra
indebidamente una comunicación escrita que no esté dirigida a él». Conocer la
definición legal del delito es básico para su estudio dogmático.

La atribuibilidad se refiere a quién comete el delito, es decir, la autoría. Sólo se


puede atribuir un delito a una persona imputable, aquella que pudo
comprender que su conducta era indebida y a la que podía exigírsele otra
conducta, que tenía capacidad de juicio, que era mayor de edad, &c. Un loco es
inimputable, al igual que un niño.

Debido a que cada delito sólo puede ser castigado por una ley exactamente
aplicable, es necesario que existan los presupuestos del delito, es decir, la ley
propiamente dicha que prevé una conducta delictiva, los sujetos que se
requieren para que esa conducta tenga lugar (como mínimo suelen ser un activo
o agente y un pasivo o víctima) y los objetos; el objeto material es la persona
sobre quien recae el daño, y el objeto jurídico es el bien jurídico tutelado por la
ley. Por ejemplo, en el caso del homicidio solamente las personas físicas pueden
ser sujeto y objeto; el objeto material es la persona a quien se ha privado de la
vida, mientras que el bien jurídico tutelado es la vida humana. En el delito de
rebelión los sujetos activos son los no-militares que se alcen en armas, el sujeto
pasivo es el Estado, el bien jurídico tutelado es la seguridad del Estado, &c.

La conducta (típica) o el verbo núcleo del tipo es la descripción de la acción en


que consiste realmente el delito, aunque el verbo solo rara vez alcanza para
describir la conducta. En el caso del homicidio el verbo núcleo es «privar de la
vida a otro», en el caso del delito de rebelión es «alzamiento en armas», en el
robo es «apoderarse de una cosa mueble, sin derecho y sin consentimiento…
(367 CPF)», en el fraude es «hacerse ilícitamente de una cosa» o
«alcanzar un lucro indebido engañando a uno o aprovechándose del error en
que se encuentra». En el delito de encubrimiento (400 CPF) hay varios posibles
verbos núcleo:

I. …adquiera, reciba u oculte el producto… compre o expenda…
II. …preste auxilio…
III. … no procure [impedir]…
IV. …altere, modifique o perturbe el lugar o huellas…
V. …desvíe u obstaculice la investigación…

Los elementos normativos forman parte del tipo penal, pero requieren una


valoración jurídica y/o cultural. Por ejemplo, si se dice que «Comete el delito de
robo el que se apodera de una cosa ajena mueble, sin derecho y sin
consentimiento (…)» hay que comprobar si la cosa en cuestión fue sustraída, si
realmente ese bien lo sustrajo alguien que no es el propietario o el tenedor
legítimo de la cosa, &c.

Los elementos subjetivos específicos del delito son las situaciones psíquicas del


sujeto activo al realizar la conducta, es decir, el propósito, ánimo o tendencia,
aunque con frecuencia sólo se pueden presumir, no se pueden demostrar
absolutamente. Por ejemplo, en el Código Penal Federal mexicano un delito de
abogados es «alegar a sabiendas hechos falsos (231)». Hay hostigamiento
sexual cuando «con fines lascivos asedie… (259 bis)», y el encubrimiento por
receptación se hace «con ánimo de lucro (400, f I)».

Los elementos objetivos son las circunstancias o requisitos que deben reunirse


para que una acción sea considerada delito, y equivalen a la anti-juridicidad o al
daño material o a un interés jurídico. Para que haya homicidio, por ejemplo,
debe haber privación de la vida; para que haya robo debe haber apoderamiento
sin derecho de una cosa ajena.

El nexo causal es la vinculación entre la conducta y el resultado, o causa-


consecuencia. El resultado de la conducta ‘disparar un arma’ puede ser ‘privar
de la vida’. En el delito de encubrimiento la conducta ‘obstaculizar la
investigación’ el resultado es que ‘se afecta la administración de justicia’.

El medio comisivo es la forma en la que se comete el delito. Por ejemplo, en el


caso del encubrimiento consiste en «encubrir teniendo conocimiento del
delito»; en el delito de falsedad de declaraciones ante una autoridad es «hacer
una declaración faltando a la verdad», en el delito de pornografía infantil es
«producir imágenes con representaciones de exhibicionismo sexual con
menores (…), realizar materialmente las tomas, (&c)». A menudo esta
descripción coincide con la conducta núcleo del tipo.

El resultado de un delito es formal cuando contraviene una disposición legal, y


es material cuando además tiene consecuencias en la realidad. Por ejemplo, el
delito de inseminación artificial no consentida es formal cuando se lleva a cabo,
pero es material cuando se produce un embarazo no deseado. El resultado del
homicidio es material.

En cuanto a determinar si el tipo penal establece circunstancias de tiempo,


modo, lugar y ocasión cabe recordar que el artículo 19 de la Constitución
mexicana manda que «Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder
del plazo de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su
disposición, sin que se justifique con un auto de vinculación a proceso en el que
se expresará: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución (...)». Por otra parte, a menudo se encuentran de
hecho circunstancias específicas en los casos en particular, mismas que también
pueden desprenderse de la descripción de cada tipo penal, señaladas como
atenuantes y agravantes. Estas condiciones del caso particular, empero, deben
ser consideradas obligadamente por el juzgador (52, Código Penal Federal
mexicano). Compárense, por ejemplo, las condiciones del robo en despoblado,
del abigeato, si hubo escalamiento o allanamiento, y el robo famélico; o si el
homicidio fue imprudencial, se cometió con agravantes o en legítima defensa,
casos en los que no se pueden excluir las discutidas circunstancias.

Finalmente, vale señalar que todo lo anterior conduce al concepto de cuerpo del
delito, que se define como «el conjunto de elementos que figuran en la
descripción legal del hecho» (y que poco o casi nada tiene que ver con el cuerpo
de evidencia que existe en el derecho de origen británico): se toman en cuenta,
pues, los elementos del tipo penal, los componentes de la descripción contenida
en el Código Penal o normas especiales. La ley suele exigir pruebas específicas
para la comprobación del cuerpo de algunos delitos. Para probar el cuerpo del
delito es necesario demostrar la existencia de todos sus elementos; si esto no
ocurre, no se habrá acreditado al cuerpo del delito ni será jurídicamente posible
que el Ministerio Público promueva el proceso penal: del cuerpo del delito,
entonces, depende el procesamiento o la exoneración de una persona, su
reclusión o su libertad, en muchos casos. •
Tomado de http://magjuridico.blogspot.com/2011/09/elementos-para-el-estudio-
dogmatico-de.html

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