La ley penal importa un ejercicio de la soberanía del Estado, por lo que su validez aparece limitada en el espacio por la extensión dentro de la cual se reconoce en la comunidad internacional el ejercicio de la soberanía. Bajo este criterio se establecen principios que regulan la aplicación espacial de la ley penal. Asimismo, la existencia de situaciones que generan discrepancias en la aplicación del Derecho Penal de diversos Estados, da lugar al establecimiento de reglas de extensión del propio Derecho Penal, pero que no pueden conceder al Estado un derecho a intervenir dentro del ámbito propio de la soberanía de otro Estado. 2.3.1 La territorialidad Se refiere que la ley es aplicable a los hechos punibles cometidos dentro del territorio del Estado, sin consideración de la nacionalidad del autor y los partícipes. A su vez en la constitución política artículo 54º nos dice que el territorio del Estado es inalienable e inviolable y comprende el suelo, subsuelo, dominio marítimo y el espacio aéreo que los cubre; el suelo está precisado en los tratados celebrados con nuestros países limítrofes, el dominio marítimo comprende el mar adyacente a sus costas, su lecho y subsuelo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base costeras y el espacio aéreo se afilian a la teoría ilimitada en la altura. 2.3.2 Extraterritorial La legislación peruana prevé disposiciones que extienden el ámbito de aplicación de la ley penal a hechos cometidos fuera del territorio. Estas extensiones se justifican sobre la base de principios derivados del Principio territorial; Principio real, Principio de personalidad, Principio universal y Principio del derecho penal por representación. La legislación peruana prevé la extensión de la ley penal a los hechos cometidos en el extranjero. Estas prórrogas se justifican sobre la base de principios derivados del principio territorial, el principio real, el principio de personalidad, el principio universal y el principio del derecho penal por representación.
El Arbitraje Tiene Un Principio Rector Que Nace en La Voluntad de Las Partes Ya Que Este Principio No Se Ve Afectado Cuando Nos Encontramos en La Contratación Pública