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Libro Tercero

DERECHO PENAL INTERNACIONAL


Capítulo I
DE LAS LEYES PENALES

Artículo 296. Las leyes penales obligan a todos los que residen en el
territorio, sin más excepciones que las establecidas en este capítulo.

En este artículo establece que las leyes penales son de aplicación


obligatoria para todos los residentes en el territorio, con las únicas
excepciones que puedan estar definidas en ese mismo capítulo. Este
principio refleja la universalidad de la aplicación de las leyes penales,
salvo aquellas limitaciones especificas contempladas en el propio código;
la mención de excepciones en el mismo capítulo sugiere la importancia
de revisar detenidamente ese contexto para entender las
particularidades y limitaciones previstas.

Artículo 297. Están exentos de las leyes penales de cada Estado


contratante los Jefes de los otros Estados, que se encuentren en su
territorio.

Establece la conexión de las leyes penales para los Jefes de Estado que
se encuentren en el territorio de un Estado contratante. Esta exención
implica que dichos Jefes no estarán sujetos a la jurisdicción penal del
Estado que visitan. La finalidad suele ser preservar la inmunidad de los
líderes extranjeros durante sus visitas oficiales para mantener relaciones
diplomáticas armoniosas.

Artículo 298. Gozan de igual exención los Representantes diplomáticos


de los Estados contratantes en cada uno de los demás, así como sus
empleados extranjeros, y las personas de la familia de los primeros, que
vivan en su compañía.

Extiende la exención de las leyes penales a los Representantes


diplomáticos de los Estados contratantes y a sus empleados extranjeros,
así como a las personas de la familia de los primeros que vivan en su
compañía. Esta disposición busca asegurar que los representantes
diplomáticos y sus familias gocen de inmunidad frente a la jurisdicción
penal del Estado receptor; esto promueve la libre ejecución de funciones
diplomáticas y contribuye a mantener relaciones internacionales sin
conflictos legales.

Artículo 299. Tampoco son aplicables las leyes penales de un Estado a


los delitos cometidos en el perímetro de las operaciones militares,
cuando autorice el paso por su territorio de un ejército de otro Estado
contratante, salvo que no tengan relación legal con dicho ejército.

Se refiere que las leyes penales de un Estado no se aplicarán a los


cometidos en el perímetro de las operaciones militares cuando dicho
Estado permita el paso por su territorio de un ejército de otro Estado
contratante. Sin embargo, esta exención no aplica si los delitos no
tienen relación legal con dicho ejercito; este artículo busca proporcionar
cierta inmunidad a las fuerzas militares extranjeras durante operaciones
autorizadas, siempre y cuando los delitos estén vinculados legalmente a
esas operaciones.

Artículo 300. La misma exención se aplica a los delitos cometidos en


aguas territoriales o en el aire nacional, a bordo de naves o aeronaves
extranjeras de guerra.

La exención de las leyes penales también se aplica a los delitos


cometidos en aguas territoriales o en el aire nacional, específicamente a
bordo de naves o aeronaves extranjeras de guerra. Esta disposición
busca extender la inmunidad penal a las fuerzas militares extranjeras
que operan en aguas territoriales o espacio aéreo de otro Estado
contratante durante conflictos armados, siempre y cuando los delitos
estén relacionados con su condición militar, esto refleja un principio de
respeto a la soberanía territorial durante situaciones de guerra.

Artículo 301. Lo propio sucede con los delitos cometidos en aguas


territoriales o aire nacional en naves o aeronaves mercantes
extranjeras, si no tienen relación alguna con el país y sus habitantes ni
perturban su tranquilidad.

Se establece que la exención de las leyes penales se aplica también a


los delitos cometidos en aguas territoriales o en el aire nacional, pero
esta vez en naves o aeronaves mercantes extranjeras; sin embargo,
esta exención se condiciona a que dichos delitos no tengan relación
alguna con el país y sus habitantes, y que no perturben su tranquilidad.
Esta disposición busca equilibrar la inmunidad con la responsabilidad,
permitiendo la jurisdicción local en casos donde los delitos puedan
afectar directamente al país receptor.

Artículo 302. Cuando los actos de que se componga un delito, se


realicen en Estados contratantes diversos, cada Estado puede castigar el
acto realizado en su país, si constituye por sí solo un hecho punible.
De lo contrario, se dará preferencia al derecho de la soberanía local en
que el delito se haya consumado.

Cuando los actos que conforman un delito ocurren en distintos Estados


contratantes, cada Estado tiene la facultad de castigar el acto realizado
en su territorio, siempre y cuando constituya por sí solo un hecho
punible; en caso contrario, se dará preferencia al derecho de la
soberanía local en la que el delito se haya consumado. Esta disposición
busca coordinar la jurisdicción penal entre Estados contratantes,
permitiendo que cada uno sancione los actos cometidos en su territorio,
a menos que el delito sea completo en un solo lugar, donde la
jurisdicción local tiene preferencia.

Artículo 303. Si se trata de delitos conexos en territorios de más de un


Estado contratante, sólo estará sometido a la ley penal de cada uno el
cometido en su territorio.

En el caso de delitos conexos que ocurren en territorios de más de un


Estado contratante, solo estará sujeto a la ley penal de cada Estado el
delito cometido en su respectivo territorio. Esta disposición busca evitar
duplicidades y conflictos jurídicos al limitar la jurisdicción a la ubicación
específica de cada acto delictivo; de este modo, cada Estado tiene
competencia para enjuiciar y sancionar los delitos que ocurran dentro de
sus fronteras, incluso si están relacionados entre sí.

Artículo 304. Ningún Estado contratante aplicará en su territorio las


leyes penales de los demás.

Ningún estado contratante aplicará en su territorio las leyes penales de


los demás; esta disposición subraya la soberanía legal de cada Estado,
indicando que las leyes penales de un país no tienen jurisdicción
extraterritorial en otros Estados contratantes. Cada nación mantiene su
autonomía legal y decide sobre la aplicación de sus propias leyes en su
territorio, evitando interferencias externas en asuntos judiciales
internos.
Los artículos 296 al 304 tienen relación con nuestro código penal y los
podemos comparar con los siguientes artículos:

Artículo 8. Territorialidad. La ley penal se aplica a los hechos


cometidos en el territorio nacional, así como a los cometidos a bordo de
un buque o aeronave hondureña y demás lugares sujetos a la
jurisdicción de Honduras, salvo las excepciones estipuladas en el
Derecho Internacional aprobadas por el Estado de Honduras.

Artículo 9. Aplicación Ultraterritorial de la Ley Penal. La Ley penal


es aplicable, aun cuando la conducta haya sido realizada fuera del
territorio nacional, en los casos siguientes:
1) Principio personal. Cuando la conducta es punible tanto en el
lugar donde se cometió el delito como en el territorio nacional,
independientemente de que reciba una denominación diferente,
salvo que conforme a los Tratados y Convenios Internacionales
suscritos y/o ratificados por el Estado de Honduras, este requisito
no sea exigible y siempre que el hecho punible reúna alguna de
las condiciones siguientes:

a) Haya sido cometido por personas al servicio del Estado de


Honduras y no hayan sido juzgadas en el lugar de comisión de la
conducta, en virtud de inmunidad diplomática o funcional;
b) Se cometa contra alguna persona natural o jurídica hondureña o
contra sus derechos;
c) Sea cometido por hondureños o extranjeros nacionalizados
hondureños, con posterioridad a la comisión del hecho y no se
hubieren juzgado en el lugar de comisión de la conducta o no se
haya cumplido la pena impuesta;
d) Sea cometido por una persona apátrida con residencia habitual en
el territorio nacional; у,
e) Sea cometido por persona juzgada en Honduras que se haya
evadido y no haya cumplido total o parcialmente la condena.

2) Principio real o de protección. También es competente la


jurisdicción hondureña para perseguir los hechos cometidos en el
extranjero que, conforme a la legislación hondureña, son
susceptibles de calificarse como alguno de los delitos siguientes:

a) Falsificación de monedas y otros valores;


b) Falsificación de sellos, signos y marcas;
c) Delitos contra la seguridad y existencia del Estado;
d) Delito contra los poderes públicos y el orden constitucional; у,
e) Delitos contra la Administración Pública hondureña.

3) Principio de Justicia Universal. Independientemente de las


disposiciones vigentes en el lugar de la comisión de la conducta
punible y de la nacionalidad del autor, se puede juzgar y
sancionar conforme con la Ley penal hondureña los delitos
cometidos en el extranjero cuando se cumplen las condiciones
establecidas en los Tratados y Convenios Internacionales suscritos
y/o ratificados por el Estado de Honduras, así como cuando los
autores o los instrumentos del delito se encuentran dentro del
territorio nacional o en un lugar donde el Estado de Honduras
ejerce jurisdicción, en los delitos siguientes:

a) Genocidio, de lesa humanidad y crímenes de guerra;


b) Lavado de activos y testaferrato;
c) Tráfico de vehículos automotores que provengan de
actividades ilícitas;
d) Tráfico ilícito de personas, órganos, materiales anatómicos u
óvulos fecundados;
e) Trata de personas;
f) Terrorismo;
g) Tráfico ilícito de armas;
h) Tráfico ilícito de drogas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas;
i) Explotación sexual de menores de dieciocho (18) años;
j) Desaparición forzada de personas; у,
k) Corrupción de funcionarios o empleados públicos.

Artículo 11. Excepciones en la Aplicación de la Ley Personal. No se


aplica la legislación penal a las personas siguientes:
1) Jefes de Estado y de Gobierno Extranjeros;
2) Agentes Diplomáticos de otros Estados; y,
3) Demás personas que gozan de inmunidad y jurisdiccional.
Lo anterior de conformidad a los Tratados y Convenios Internacionales
suscritos y/o ratificados por el Estado de Honduras y de acuerdo al
principio de reciprocidad.

Capítulo II
DELITOS COMETIDOS EN UN ESTADO EXTRANJERO
CONTRANTE

Artículo 305. Están sujetos en el extranjero a las leyes penales de cada


Estado contratante, los que cometieren un delito contra la seguridad
interna o externa del mismo o contra
su crédito público sea cual fuere la nacionalidad o el domicilio del
delincuente.

Este artículo se refiere que aquellos que cometan un delito contra la


seguridad interna o externa de un Estado contratante estarán sujetos a
las leyes penales de dicho Estado, independientemente de su
nacionalidad o domicilio.
Tiene relación con el primer principio del artículo 9 de nuestro código
penal Principio Personal.
Este principio mencionado parece alinearse con la idea de jurisdicción
personal, donde un Estado puede ejercer su jurisdicción penal sobre
ciertos actos delictivos, incluso si se cometieron en el extranjero. En el
caso específico de Honduras, se establece que la conducta será punible
tanto en el lugar donde se cometió el delito como en el territorio
nacional, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones.
Ambos enfoques parecen converger en la idea de extender la
jurisdicción penal más allá de las fronteras nacionales en casos
específicos.

Artículo 306. Todo nacional de un Estado contratante o todo extranjero


domiciliado en él, que cometa en el extranjero un delito contra la
independencia de ese Estado, queda sujeto a sus leyes penales.

Establece que todo nacional de un Estado contratante o extranjero


domiciliado en él, que cometa en el extranjero un delito contra la
independencia de ese Estado, queda sujeto a sus leyes penales.
Esto está alineado con el principio real o de protección, que se
refleja en el Artículo 9 del código penal hondureño; este principio se
refiere a que la jurisdicción hondureña es competente para perseguir
hechos cometidos en el extranjero, siempre y cuando se clasifiquen
como delitos como la falsificación de monedas, falsificación de sellos,
delitos contra la seguridad y existencia del Estado, delitos contra los
poderes públicos y el orden constitucional, así como delitos contra la
Administración pública hondureña.
Ambos enfoques buscan proteger los intereses del Estado en casos
específicos que afecten su independencia o seguridad.

Artículo 307. También estarán sujetos a las leyes penales del Estado
extranjero en que puedan ser aprehendidos y juzgados, los que
cometan fuera del territorio un delito como la trata de blancas que ese
Estado contratante se haya obligado a reprimir por un acuerdo
internacional.

Establece que aquellos que cometan fuera del territorio un delito, como
la trata de blancas, que un Estado contratante se haya obligado a
reprimir por un acuerdo internacional, estarán sujetos a las leyes
penales del Estado extranjero en el que puedan ser aprehendidos y
juzgados.

Esta disposición se relaciona con el Artículo 9 del código penal


hondureño, que incluye el Principio de Justicia Universal, este
principio establece que independientemente de las disposiciones
vigentes en el lugar de la comisión del delito y de la nacionalidad del
autor, se puede juzgar y sancionar conforme a la ley penal hondureña
los delitos cometidos en el extranjero cuando se cumplen condiciones
establecidas en Tratados y Convenios Internacionales suscritos y/o
ratificados por el Estado de Honduras. Este principio permite que
Honduras ejerza jurisdicción en casos como genocidio, lavado de
activos, tráfico ilícito de personas, terrorismo, entre otros, cuando los
autores o los instrumentos del delito se encuentran dentro del territorio
nacional o en un lugar donde Honduras ejerce jurisdicción. Ambas
disposiciones buscan abordar delitos graves con alcance internacional.

Observamos que estos artículos 305, 306 y 307 abordan la aplicación


extraterritorial de las leyes penales entre Estados contratantes, mientras
que el artículo 9 de Honduras establece las condiciones en las que la ley
penal hondureña puede aplicarse extraterritorialmente en casos
específicos, como el principio personal, el principio real o de protección,
y el principio de justicia universal.

Capítulo III
DELITOS COMETIDOS FUERA DE TODO TERRITORIO
NACIONAL
Artículo 308. La piratería, la trata de negros y el comercio de esclavos,
la trata de blancas, la destrucción o deterioro de cables submarinos y los
demás delitos de la misma índole contra el derecho internacional,
cometidos en alta mar, en el aire libre o en territorios no organizados
aún en Estado, se castigarán por el captor de acuerdo con sus leyes
penales.

Este artículo aborda diversos delitos de carácter internacional, como la


piratería, la trata de negros y el comercio de esclavos, la trata de
blancas, la destrucción o deterioro de cables submarinos, y otros delitos
similares. Establece que estos delitos, cuando son cometidos en alta
mar, en el aire libre o en territorios no organizados aún en Estado,
deben ser castigados por el captor de acuerdo con sus leyes penales.
Este artículo refleja la necesidad de abordar ciertos delitos que afectan
el derecho internacional, incluso en áreas que podrían no estar bajo la
jurisdicción clara de un Estado organizado. Al referirse al "captor", se
hace hincapié en que la responsabilidad de sancionar estos delitos recae
en aquellos que aprehenden a los perpetradores, y deben hacerlo de
acuerdo con sus propias leyes penales. Esto puede ser crucial en
situaciones en las que la jurisdicción territorial o estatal no está
claramente definida, como en alta mar o en territorios no organizados.
La disposición busca garantizar la persecución y sanción de estos
delitos, incluso en situaciones legales y geográficas complejas.

Artículo 309. En los casos de abordaje culpable en alta mar o en el


aire, entre naves o aeronaves de distinto pabellón, se aplicará la ley
penal de la víctima.

Esto significa que la jurisdicción y las leyes del país de la nave o


aeronave perjudicada serán las que se utilicen para enjuiciar el caso;
esta disposición busca garantizar la justicia y aplicación de la ley en
situaciones transfronterizas.

Estos artículos se relacionan con el siguiente artículo de nuestro código


penal:
Artículo 161. Piratería. Quien con ánimo de lucro propio o ajeno u otro
propósito personal y empleando violencia, intimidación o engaño, se
apodera, daña o destruye una aeronave, buque u otro tipo de
embarcación en alta mar, espacio marítimo no sometido a la jurisdicción
de ningún Estado, zona económica exclusiva, zona contigua u otro
espacio marítimo respecto del que así se determine en convenio,
acuerdo o instrumento jurídico internacional o, bien ataca a las
personas, cargamento o bienes que se hallan a bordo de aquellos en los
mismos espacios, debe ser castigado como reo de piratería con la pena
de prisión de quince (15) a veinte (20) años.
La pena prevista en este artículo debe de imponerse sin perjuicio de las
penas que pudieran corresponder por otros delitos.

relacionado también con el artículo 15 del Convención de ginebra sobre


la alta mar, de 29 de abril de 1958:
Artículo 15. Constituyen actos de piratería los enumerados a
continuación:

Todo acto ilegal de violencia, de detención o de depredación cometido


con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de un buque
privado o de una aeronave privada, y dirigido:
Contra un buque o una aeronave en alta mar o contra personas o bienes
a bordo de ellos.
Contra un buque o una aeronave, personas o bienes situados en un
lugar no sometido a la jurisdicción de ningún Estado.

Todo acto de participación voluntaria en la utilización de un buque o de


una aeronave, cuando el que lo cometa tenga conocimiento de hechos
que den a dicho buque o aeronave el carácter de buque o aeronave
pirata.

Toda acción que tenga por objeto incitar o ayudar intencionadamente a


cometer los actos definidos en los párrafos 1 y 2 de este artículo.

Capítulo IV
CUESTIONES VARIAS

Artículo 310. Para el concepto legal de la reiteración o de la


reincidencia, se tendrá en cuenta la sentencia dictada en un Estado
extranjero contratante, salvo los casos en que se opusiere la legislación
local.

Esto implica que, en casos de reiteración delictiva, se considerarán las


sentencias previas de otros países contratantes, a menos que la
legislación nacional establezca lo contrario, la disposición busca
coordinar esfuerzos internacionales en la persecución de delitos y
reconocer las decisiones judiciales de otros Estados parte.
Código penal Artículo 452. Reincidencia Internacional. La condena de
un Órgano Jurisdiccional extranjero por delitos de la misma naturaleza
que los previstos en este capítulo produce los efectos de la reincidencia,
salvo que los antecedentes penales hayan sido cancelados o hubieran
podido serlo con arreglo al derecho hondureño.

Artículo 311. La pena de interdicción civil tendrá efecto en los otros


Estados mediante el cumplimiento previo de las formalidades de registro
o publicación que exija la legislación de cada uno de ellos.

Esto implica que, para que la interdicción civil sea reconocida y tenga
validez en otros países, es necesario cumplir con los procedimientos
específicos de registro o publicación que requiera la legislación de cada
Estado involucrado. La disposición busca asegurar la aplicación
coherente de las penas y medidas legales más allá de las fronteras
nacionales.
Este artículo menciona Reincidencia lo cual para entender mejor nos
vamos a dirigir al artículo 32 numeral 9:
Hay reincidencia cuando al delinquir, el culpable hubiera sido condenado
ejecutoriamente por un delito de la misma naturaleza. Las sentencias
firmes dictadas por los órganos jurisdiccionales extranjeros producen los
efectos de reincidencia no se computan los antecedentes penales
cancelados o que deberían de serlo, ni los que corresponden a delitos
imprudentes.
Se comprende mejor con relacionarlo con el código civil, el código penal
y el código de comercio de Honduras.
En Honduras, el Código penal establece la interdicción civil como una
pena accesoria de inhabilitación especial. El artículo 58, numeral 3 dice:
“La pena de prisión que no exceda de cinco (5) años lleva consigo
alguna o algunas de las siguientes penas accesorias
4) Inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad,
custodia, tutela o curatela durante el tiempo de la condena,
siempre y cuando estos derechos hayan tenido relación directa con
el delito cometido”.
En el código civil en Articulo 532. Esta guarda durará lo que dure la
interdicción, y se limitará a la administración de los bienes y a la
representación en juicio del penado.
El curador del penado está obligado, además, a cuidar de la persona y
bienes de los menores o incapacitados que se hallaren bajo la autoridad
del interdicto, hasta que se les provea de guardador.

Cabe también destacar que la Interdicción Civil, según el Código del


Comercio de Honduras, regula en el artículo 9 numeral 1; que son
impedidos para ejercer el comercio, ósea que no podrán ejercer el
comercio, ni tener cargo ni intervención directa, administrativa o
económica, en compañías mercantiles o industriales; todos aquellos que
son sentenciados a pena de interdicción civil, esto mientras no hayan
cumplido sus condenas o sido amnistiados o indultados.

Artículo 312. La prescripción del delito se subordina a la ley del Estado


a que corresponda su conocimiento.

Establece que la prescripción del delito está subordinada a la ley del


Estado que tenga competencia para conocer del caso. En otras palabras,
el plazo de prescripción de un delito seguirá las disposiciones legales del
Estado que tenga jurisdicción sobre el asunto. Esta disposición busca
clarificar el marco temporal en el cual se puede perseguir legalmente un
delito y resalta la importancia de la jurisdicción en el proceso de
prescripción.
continuamos con el Código Penal de Honduras en el artículo 9 numeral
3) dentro del Principio de Justicia Universal; se podrán juzgar y
sancionar conforme con la Ley penal hondureña los delitos cometidos en
el extranjero cuando se cumplen las condiciones establecidas en los
Tratados y Convenios Internacionales suscritos y/o ratificados por el
Estado de Honduras, así como cuando los autores o los instrumentos del
delito se encuentran dentro del territorio nacional o en un lugar donde el
Estado de Honduras ejerce jurisdicción.
Artículo 116 C.P Delitos y Penas Imprescriptibles. No prescriben en
ningún caso los delitos siguientes:
1) Los delitos contra la humanidad, terrorismo cuando se hubiere
causado la muerte de una o varias personas, tortura, desaparición
forzada, trata de personas y explotación sexual de menores de dieciocho
(18) años; y,
2) Cualquier delito que tenga señalada la pena de privación de libertad
de por vida.
No prescriben en ningún caso las penas siguientes:
1) Las penas que son impuestas en sentencia firme por la comisión de
los delitos mencionados en los párrafos anteriores; У,
2) Las acciones penales y penas que son consideradas imprescriptibles
por la Constitución de la República, los Tratados y Convenios
Internacionales suscritos y/o ratificados por el Estado de Honduras u
otras leyes penales.

Artículo 313. La prescripción de la pena se rige por la ley del Estado


que la ha impuesto.
Esto significa que el plazo de prescripción de la pena sigue las
normativas legales del Estado que emitió la condena. Abordar este
principio implica considerar la legislación nacional correspondiente para
determinar cuándo una pena específica se considera prescrita.
Artículo 107 C.P Causas que Extinguen la Responsabilidad Penal.
La responsabilidad penal se extingue por cualquiera de las causas
siguientes:
1) La muerte del reo;
2) El perdón de la persona ofendida o de quien tenga su representación
legal, en los casos y en la forma en que la Ley lo prevea;
3) La prescripción de la acción penal, de la pena o de la medida de
seguridad, declarada de oficio o a solicitud de parte;
4) La amnistía o el indulto, en los términos que legalmente se
establezcan; у,
5) El cumplimiento de la condena o la remisión definitiva de la pena.

La transformación de una persona jurídica no extingue su


responsabilidad penal, que se trasladará a la entidad o entidades en que
se transforme. El Órgano Jurisdiccional competente puede moderar la
pena a cumplir en estos supuestos, en función del peso que tenga la
persona jurídica originariamente responsable en cada una de las
entidades afectadas por la transformación.
Artículo 112 C.P Prescripción de la pena. la pena impuesta en
sentencia firme prescribe, salvo en los casos previstos en el artículo
116 del presente Código:
1) En un tiempo igual al de la condena más un tercio (1/3), sin que
dicho plazo pueda ser en ningún caso inferior a dos (2)
años, si se trata de penas graves o penas corporativas o inferior a un
(1) año, si se trata de penas menos graves;
2)En seis (6) meses, si se trata de penas impuestas por la comisión de
faltas; y,
3)Las penas impuestas por reemplazo y las penas accesorias, prescriben
en el mismo plazo de la pena principal.
Las reglas precedentes se entienden sin perjuicio de las que establezca
la Constitución de la República

LIBRO CUARTO
DERECHO PROCESAL INTERNACIONAL
Título Primero
PRINCIPIOS GENERALES

Artículo 314. La ley de cada Estado contratante determina la


competencia de los tribunales, así como su organización, las formas de
enjuiciamiento y de ejecución de las sentencias y los recursos contra sus
decisiones.

Establece que la competencia de los tribunales, su organización, las


formas de enjuiciamiento, ejecución de sentencias y recursos contra sus
decisiones son determinados por la ley de cada Estado contratante. Esto
significa que cada país adherido al Código tiene autonomía para regular
estos aspectos de su sistema judicial.

Artículo 315. Ningún Estado contratante organizará o mantendrá en su


territorio tribunales especiales para los miembros de los demás Estados
contratantes.

Este artículo prohíbe a los Estados contratantes establecer o mantener


en su territorio tribunales especiales exclusivos para los ciudadanos de
otros Estados firmantes. Esta disposición busca evitar la creación de
jurisdicciones paralelas o discriminatorias, garantizando que las
personas de un Estado contratante tengan acceso a un tratamiento justo
e imparcial en los tribunales del país en el que se encuentren.

Artículo 316. La competencia ratione loci se subordina, en el orden de


las relaciones internacionales, a la ley del Estado contratante que la
establece.
El artículo establece que la competencia judicial se subordina, en el
ámbito de las relaciones internacionales, a la ley del Estado contratante
que la define. Esto implica que la jurisdicción de los tribunales se rige
por la normativa interna de cada país firmante, asegurando que la
aplicación y extensión de la competencia judicial estén claramente
determinadas por sus propias leyes nacionales en el contexto de las
relaciones internacionales.

Artículo 317. La competencia ratione materiae y ratione personae, en


el orden de relaciones internacionales, no debe basarse por los Estados
contratantes en la condición de nacionales o extranjeras de las personas
interesadas, en perjuicio de éstas.

Establece que la competencia tanto en materia como en relación a las


personas, en el ámbito de las relaciones internacionales, no debe
depender de la nacionalidad de las personas involucradas. Esta
disposición prohíbe que los Estados contratantes basen la competencia
de sus tribunales en la condición de ser nacionales o extranjeras de las
personas afectadas, garantizando así la imparcialidad y evitando
discriminación con respecto a la jurisdicción.

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