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UCATECI

Nombre:
Pamela Rodríguez Rodríguez
Matricula:
2021-0947
Carrera:
Medicina
Facilitadora:
Zonia Castillo
Asignatura:
Sociología Medica
Cuatrimestre V
*Trabajo con valor de 1er parcial*
INTRODUCCIÓN
Siendo sumergidos de manera impactante en una situación sin precedentes y totalmente
destructora, la republica dominicana y el mundo enfrentan la nueva enfermedad. Siendo un
país de preparación sanitaria poco evolucionada pero continuamente bajo esfuerzos por
mejorar y ampliar su nivel de cobertura, la Republica Dominicana se vio amenazada y bajo un
gran colapso de salud a inicios de la problemática global que arraso con cantidades aun
inexactas de personas. Pero no simplemente basto al nivel de salud, pues la economía y la parte
social de la población sufrieron un gran daño nunca previsto.
Recurriendo a un cierre total del territorio nacional y la clausura temporal de actividades
sociales, la sociedad dominicana se vio afectada en este ultimo aspecto de manera grave.
Teniendo que adaptarse al encierro, la sociedad desarrollo medidas de continuar con su vida
sin tener que exponerse, siendo que se desarrollaron plataformas virtuales y otros medios de
comunicación vía servicios tecnológicos que en parte han sido de total ayuda a cumplir el
cometido inicial, pero que, a pesar de las buenas intenciones, terminaron volviendo a las
personas adictas a la tecnología a un nivel mas alto del antes presentado y conduciendo a la
gente a desarrollar grandes características antisociales que a su vez dieron paso a problemáticas
de salud mental como la ansiedad.
En el presente documento se han desglosado los detalles referentes al inicio y desarrollo de la
pandemia de la enfermedad originada por el virus SARS-COV-2 y las diversas repercusiones
que esta ha tenido en el territorio dominicano. Se espera que el material planteado sea de total
utilidad, sea cual sea el caso para el que se este adquiriendo el mismo. Con la investigación
realizada se puede dar a notar, que a pesar de poseer poca preparación para soportar la
magnitud de la aun presente afeccion, logro encontrar medidas y la disposición que le ayudaran
a salir adelante, nunca olvidando claro, todos aquellos que fueron arrastrados sin retorno
alguno por esta monstruosa epidemia sanitaria.
CUERPO DEL TRABAJO
La Pandemia del Covid-19 en la Republica Dominicana

Inicios de la enfermedad a nivel mundial


El 31 de diciembre de 2019, la Comisión de Salud de Wuhan, Hubei, China, informó a
la OMS sobre un grupo de casos de neumonía aguda de origen desconocido dentro de su
provincia. El 9 de enero de 2020, el Centro Chino para el Control y Prevención de
Enfermedades reportó la identificación de un nuevo coronavirus (posteriormente
denominado SARS-CoV-2). En China, esta enfermedad afectó a más de 80,000 personas,
causando más de 3,200 muertes (al 25 de marzo de 2020), y ya se ha propagado a más de 140
países y territorios de todo el mundo.
Pandemia del Covid-19 en República dominicana
La pandemia de COVID-19 en República Dominicana se confirmó el 1 de marzo de 2020. Se
trataba de un turista italiano de 62 años que había llegado a la isla poco antes sin presentar
síntomas. Días antes México, Brasil y Ecuador habían anunciado la presencia de personas
contagiadas en sus territorios. El 17 de marzo, el presidente Danilo Medina anunció una serie
de medidas que incluían el cierre de fronteras, la suspensión de actividades educativas y la
cancelación de eventos públicos. Poco después el Congreso decretó el Estado de Emergencia
y el 20 de marzo el presidente decretó un toque de queda nocturno luego de que 72 casos
habían sido confirmados en el país.
Hasta el 6 de junio de 2022, se contabiliza la cifra de 586,926 casos confirmados, 4,377
fallecidos y 579,749 recuperados del virus.
Cronología
➢ Primeros casos
El 1 de marzo, se confirmó el primer caso en el país, siendo el primero del Caribe y el cuarto
de Latinoamérica. Correspondió a un ciudadano italiano de 62 años que había viajado a
la República Dominicana el 22 de febrero y cayó enfermo el 24 del mismo mes, cuando fue
transferido al Hospital Militar Ramón Lara en Santo Domingo desde el hotel de playa en
Bayahibe en donde vacacionaba.
El 6 de marzo, el segundo caso fue confirmado en una turista de Canadá (también de
vacaciones en Bayahibe). Luego, el 8 de marzo, tres casos adicionales fueron confirmados,
correspondientes a tres turistas dominicanos que regresaron de un viaje a Italia.COVID-19.
El 14 de marzo, el Ministro de Salud Pública confirmó otros 6 casos nuevos. Todos los
afectados hasta esa fecha habían estado fuera del país en las últimas dos semanas.
➢ Transmisión local
El primer caso de transmisión local registrado fue una mujer de 56 años en el pueblo de Villa
Riva provincia Duarte quien había viajado desde Italia el 26 de febrero de 2020. La paciente,
llamada Oneida Herrera, haciendo uso de su libertad y derechos ciudadanos conferido por la
Constitución, optó por no ser enviada a Santo Domingo para estar en aislamiento después de
recibir su diagnóstico de COVID-19 positivo, y regresó a su casa. Rumores cuentan que en
los días siguientes, una vecina, de la que nunca se supo su identidad, parece haberse contagiado
de Covid-19. Dos semanas después (al 27 de marzo), la provincia Duarte sólo es superada por
las dos grandes zonas urbanas del Distrito Nacional/ Santo Domingo y Santiago en cuanto al
número de casos (60) y muertes (13). Y aunque no existe evidencia científica para determinar
que ese grupo de casos parece haberse originado alrededor de las personas que estuvieron en
contacto cercano con Oneida Herrera, algunas personas se aventuran a creer que sí.
➢ Grupo de San Pedro
Durante la semana del 16 de marzo, varios casos se sumaron de asistentes a una cena benéfica
para la remodelación del casco histórico de San Pedro de Macorís realizada en el Club 2 de
Julio de esa ciudad, los cuales incluyeron a su senador José Hazim Frappier, el senador de
Hato Mayor, Rubén Toyota, y al coronel del ejército Kalil Haché.
➢ Boda en Punta Cana
El 14 de marzo, una boda de alto nivel en Cap Cana parece haber sido la fuente de infecciones
de COVID-19 de varios de sus invitados, entre los que se encontraban numerosos residentes
en el extranjero. La boda recibió mucha crítica pública por haber incluido en su "hora loca"
una actividad percibida por muchos como una ridiculización del coronavirus. El Exministro
de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Miguel Vargas Maldonado habría
contraído el virus de su hijo, quien asistió a la mencionada boda y también contrajo COVID-
19.
➢ Crucero Costa Favolosa
Veinte médicos dominicanos entraron en contacto con el coronavirus durante la celebración
de su 30 aniversario de graduación de la escuelas de medicina a bordo del crucero caribeño
Costa Favolosa. Iniciaron su viaje en crucero el 2 de marzo, pero antes de desembarcar el 9 de
marzo, cinco de ellos ya presentaban síntomas del COVID-19, posteriormente siendo
confirmado su diagnóstico positivo de la presencia del virus.
➢ Primeros decesos
La primera muerte relacionada al COVID-19 fue anunciada por el Ministerio de Salud Pública
el 16 de marzo de 2020, correspondiente a una dominicana de 47 años que había viajado
recientemente de España. También falleció el 24 de marzo de 2020 la reconocida diseñadora
de modas dominicana Jenny Polanco, quien había resultado positiva para el COVID-19 el 15
de marzo. Tres días después, el coronel Kalil Haché igualmente murió por COVID-19 en el
Hospital Militar Ramón de Lara.
Medidas
Varios centros escolares y universidades decidieron suspender clases presenciales debido a
preocupaciones por la pandemia de COVID-19 a partir del 16 y 17 de marzo, con muchos de
ellos adoptando plataformas virtuales de enseñanza; las cuales han demostrado tener más fallas
que aciertos.
El 17 de marzo de 2020, el entonces presidente Danilo Medina declaró al país en estado de
emergencia y anunció una serie de medidas para intentar detener el contagio del virus. Entre
ellas estuvo un cierre de las fronteras terrestre, aérea y marina durante los próximos 15 días a
partir del 19 de marzo. Además, todas las actividades comerciales fueron suspendidas, con la
excepción de supermercados, colmados, estaciones de combustible y farmacias. Las clases
escolares fueron suspendidas hasta el 13 de abril y los empleados públicos de 60 años o más
de edad, así como aquellos con alguna complicación de salud pre-existente, fueron ordenados
a permanecer en sus casas.
El 20 de marzo, el gobierno decretó un toque de queda nocturno desde las 8pm a las 6am hasta
el 3 de abril. Solo médicos y empleados del área de salud, periodistas y custodios fueron
exentos. Sin embargo, muchos residentes en el área del Gran Santo Domingo se resistieron a
la medida: en la primera noche, 1,714 fueron arrestados durante el toque de queda; en la
segunda, 2,102.
A partir del 27 de marzo, el gobierno extendió el horario del toque de queda desde las 5pm a
las 6am.
➢ Medidas locales
Algunas turbas de personas en varias provincias decidieron arbitrariamente limitar el acceso a
sus territorios para, según ellos, evitar el contagio del COVID-19, tales como San José de
Ocoa, y El Seibo, provincias que permanecían sin casos (al 27 de marzo). Otros ciudadanos,
llenos de la histeria y la paranoia generada por la difusión mediática sobre el tema, solicitaron
a sus autoridades tomar medidas similares para supuestamente evitar casos; lo cual se demostró
como una medida torpe, agresora y anticientífica.
➢ Medidas Alternativas
A medida que fueron surgiendo opciones y nuevos tratamientos para combatir el virus del
COVID-19, se habló de la posibilidad de que el plasma convaleciente o hiperinmune fuera una
opción viable para tratar. Desde mayo de 2020, múltiples instituciones de salud en un marco
de protocolo investigativo, regulado por el CONABIOS, comenzaron su uso.
Los resultados prácticos de su uso, y los recuperados in situ, hicieron aún mayor, la demanda
de este hemoderivado. Nacen de esta demanda creciente, plataformas y resoluciones de
centralización de este hemoderivado, tales como donantes.com.do y la iniciativa n.º 04749-
2020-2024-CD realizado por la Comisión Permanente de Salud
Repercusiones sociales, sanitarias y económicas
La emergencia mundial en salud pública que originó el brote de la enfermedad debida al virus
sars-CoV-2 (covid-19), su rápida propagación y alta tasa de mortalidad han causado graves
trastornos sanitarios, económicos y sociales en la republica dominicana. La pandemia de
COVID-19 plantea importantes desafíos para la República Dominicana, como la pérdida de
ingresos de divisas por reducción de actividades clave como el turismo, la paralización de
buena parte de las actividades económicas con efectos directos e indirectos en el empleo e
ingresos de los hogares, y desafíos fiscales, ya que el gobierno se encuentra implementando
medidas de alivio ante la crisis al mismo tiempo que ve caer su recaudación tributaria.
En 2020, la actividad económica en la República Dominicana, como en la mayoría de los
países del mundo en el contexto de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19),
sufrió una contracción significativa. El PIB real disminuyó un 6,7%, mientras que en 2019 se
había expandido un 5,1%. El sector del turismo, de gran importancia para el país, se vio
particularmente afectado por la pandemia, al experimentar una caída del 47,5% en las
actividades de hoteles, bares y restaurantes.
El déficit del sector público no financiero cerró 2020 en un nivel equivalente al 7,9% del PIB,
en comparación con el 2,3% en 2019. La caída de la recaudación, debido a la menor actividad
económica, estuvo acompañada de mayores gastos en salud y en programas de protección
social. La inflación interanual en diciembre de 2020 fue del 5,6%, por encima del rango meta
del banco central de un 4% (con un punto de tolerancia en ambos sentidos). Este aumento se
explica en gran medida por los mayores precios de los insumos importados, en particular de
los combustibles, y la depreciación del peso dominicano, así como por fenómenos climáticos
que influyeron en el precio de algunos alimentos. El déficit de la cuenta corriente de la balanza
de pagos equivalió al 2,0% del PIB, frente al 1,3% registrado en 2019, debido sobre todo a la
disminución de las exportaciones. Con el fin de prevenir contagios, se procedió al cierre
temporal de sectores clave, como el turismo. La consiguiente reducción de la actividad
económica tuvo un impacto negativo en la tasa de desocupación abierta, que terminó el último
trimestre de 2020 en un 7,4% (frente a un 5,9% en 2019), un 4,9% en el caso de los hombres
y un 10,8% en el caso de las mujeres.
Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la
economía dominicana registraría en 2021 un crecimiento del 8,0%. La recuperación se debería
en parte a la exitosa campaña de vacunación y al crecimiento esperado de la economía de los
Estados Unidos, fuente principal de ingresos por remesas familiares y de turistas. El
incremento de la actividad económica redundaría en una mayor recaudación, lo que, junto con
la eliminación gradual de las exenciones fiscales, permitiría reducir el déficit fiscal del sector
público no financiero hasta el 3,0% del PIB. Se prevé una disminución del déficit de la cuenta
corriente al equivalente del 1,4% del PIB, casi su nivel anterior a la pandemia. La inflación
cerraría el año en torno a un 5%, cerca del límite superior del rango meta.
La pandemia COVID-19 ha sido una emergencia de salud pública sin precedentes que afecto
profundamente a las sociedades y a las economías. A inicios de la misma se estimó que la
pobreza y las desigualdades aumentarían en todo el mundo, por lo que el cumplimiento de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se volvió aún más urgente y central.
Aunque en República Dominicana se ha implementado una estrategia de contención de la
epidemia contundente, aplicando medidas de salud pública apropiadas y a tiempo, el análisis
de las curvas y datos epidemiológicos obtenidos a inicios de pandemia mostraban que la
propagación del virus se extendió a todo el país y que la situación era muy preocupante. Los
recursos del país se vieron y se ven actualmente reforzados; más sin embargo, a pesar de esto
último, existe un riesgo real de seguir sufriendo brotes importantes y de observar en algún
momento la saturación del sistema de salud, con graves consecuencias en pérdidas de vidas
más inquietantes de las que ya han acontecido.
A los efectos directos de la pandemia se suman los causados por las medidas de cierre y
confinamiento adoptadas para contener la epidemia, que redujeron drásticamente la actividad
económica limitando el acceso de las personas a servicios básicos como la educación, la
alimentación, los servicios de protección contra la violencia, servicios de justicia y los medios
de vida de las familias. Así, los efectos sociales y económicos han sido devastadores ya que
se exacerbaron y profundizaron las desigualdades preexistentes, dejando expuestas
vulnerabilidades en los sistemas sociales, políticos, económicos y de biodiversidad, que a su
vez amplificaron las consecuencias de la pandemia.
En República Dominicana, aunque se cuenta con una situación un poco menguada y
ciertamente controlada, esta crisis represento la posibilidad de una recesión severa con altos
niveles de privaciones y desempleo que amenazo con incrementar la pobreza y las
desigualdades, golpeando con mayor fuerza a los pobres, especialmente a las mujeres, los
niños y las niñas. A pesar de los importantes avances en reducción de la pobreza, en República
Dominicana se visualizó un 63% de la población en las franjas de pobreza (21%) y
vulnerabilidad (42%).
Así, y según estimaciones del PMA y CONASSAN, esta crisis provoco que la cifra de personas
en inseguridad alimentaria moderada ascendiera a 3.3. millones y la cifra de inseguridad
alimentaria severa ascendiera a más de 700,000 personas, que suponen un aumento del 58 y
550% en cada caso. Además, se previó un aumento de la desnutrición aguda y deficiencias
importantes en micronutrientes en niños y niñas menores de cinco años y en embarazadas.
En cuanto al sector de salud se refiere, la situación se vio muy critica debido a las carencias
previamente existentes en los diversos sistemas de salud. Es resaltable que la última década
previa a la explosión de la enfermedad se habían doblado los esfuerzos por mejorar y ampliar
la cobertura de los servicios sanitarios, pero a pesar de los grandes avances, al llegar la
pandemia del SARS-COV-2 estos colapsaron intensamente, trayendo muchos infectados y
fallecidos.
Mas sin embargo, a pesar de la gran cantidad de infectados y fallecidos, muchos de ellos
profesionales de la salud, según los datos oficiales más de 474, para un 3% de los afectados,
entre médicos, enfermeras, bioanalistas y otros técnicos de los servicios de salud que fueron y
siguen siendo impactados por la enfermedad, el impacto final de la epidemia sobre los
servicios de salud aún es incierto en un gran porcentaje para definirlo. Sin embargo, de lo que
se ha presentado seguridad es de que el sistema de salud actualmente ha salido de la situación
con una mejor infraestructura de la antes presentada por las inversiones aceleradas, más camas
generales y de cuidados intensivos, más ventiladores y otros equipos, una cultura fortalecida
respeto al cumplimiento de normas de bioseguridad, más recursos humanos en el sistema, una
participación mayor del primer nivel de atención, la incorporación de herramientas propias de
las tecnologías de información y comunicación (Tele asistencia) para responder a las
necesidades de salud de la población, y finalmente el consenso de la mayoría de los actores
que intervienen en el sistema de la necesidad de repensar el sistema que antes de la epidemia
teníamos en funcionamiento.
CONCLUSIÓN
Tras haber dispuesto, leído y analizado la previa información planteada, se puede concluir el
siguiente documento de la siguiente manera. Lamentablemente la llegada de la pandemia por
el SARS-COV-2 simbolizo una exuberante cantidad de afectados que desemboco en una
acrecentada perdida de vidas en la población de dominicana, algunos otros culminando con
repercusiones que, a pesar de que siguen vivos, les son limitantes y atentan contra su vida en
el diario vivir. Este ha sido un pesar no solo sanitario, pues se adiciono a lo del sector de salud,
un gran colapso económico que se vio precedido por la baja en picada en los ingresos del sector
turístico, este siendo una de las bases primordiales de la economía dominicana; y, además, el
desarrollo de un gran déficit comunicativo en la sociedad como tal.
Esta fue una situación que nunca se vio venir y para la cual nunca se establecieron medidas
preventivas que ayudaran a amortiguar las terribles consecuencias. La nación dominicana
recurrió a medidas preventivas extremistas en la búsqueda de la regulación de la enfermedad
pero, aunque suene feo el termino, estas medidas fueron también tomadas a nivel mundial y
en un gran porcentaje surtieron el efecto buscado.
Cabe resaltar que, esto en simbolizo una vía de aprendizaje y fortalecimiento estratégico y mas
en todos los ámbitos mencionables de la sociedad ya descrita. La pandemia provoco una gran
perdida poblacional y sentimental de los ciudadanos, mas sin embargo ayudo a reforzar los
sistemas de salud en medidas aun no definidas con totalidad, potenciaron las metodologías
tecnológicas de comunicaciones que han servido para que nadie en el mundo quede olvidado
a pesar de la distancia; y finalmente ayudo a idear nuevas ideas de recuperación e incremento
económico, visualizándose aquí una alta gama de servicios y negocios vía plataformas y redes
sociales que facilitan la continuidad de ventas y negocios que sostengan la economía del país.
Actualmente se sigue luchando con la enfermedad, y constantemente se visualizan nuevos
brotes de la misma que amenazan con ser peores que la plaga original, pero se están realizando
estudios intensivos en algunos países del mundo que se han dedicado a la investigación
profunda de esta enfermedad. Se es de conocimiento universal que, una vez una enfermedad
surge no es posible erradicarla en su totalidad, no obstante las luchas contra esta dolencia
continúan y las alternativas de medidas preventivas y de tratamiento post padecimiento de la
misma siguen siendo preparados. Los ciudadanos dominicanos son personas tan perseverantes,
que hasta en la mas oscura y atemorizante situación vislumbran un mínimo rayo de luz.
BIBLIOGRAFÍA
https://ciss-bienestar.org/wp-content/uploads/2022/02/cuadernoCovid4RepDominicana_.pdf
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/47192/78/EE2021_RepDomninicana_es
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https://es.wikipedia.org/wiki/Pandemia_de_COVID-19_en_Rep%C3%BAblica_Dominicana
https://paisdominicanotematico.com/wp-content/uploads/2020/09/Pais-Dominicano-Ed-9-
Digital-OK-1.pdf
https://www.undp.org/es/dominican-republic/publications/impacto-econ%C3%B3mico-y-
social-del-covid-19-y-opciones-de-pol%C3%ADtica-en-la-rep%C3%BAblica-dominicana

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