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Instituto Gubernamental

San Marcos

Espacio Pedagógico:

Asunto:
Ensayo sobre el Coronavirus Covid-19

Catedrática:
Licda.

Estudiante:
Rosibel Ramírez Murillo

Sección:
“A”

Fecha de entrega: 27 de marzo de 2020

San Marcos, Ocotepeque


El covid-19 se identificó por primera vez el 1 de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan,
capital de la provincia de Hubei, en la China central, cuando se reportó a un grupo de
personas con neumonía de causa desconocida, vinculada principalmente a trabajadores
del mercado mayorista de mariscos del sur de China de Wuhan. El número de casos
aumentó rápidamente en el resto de Hubei y se propagó a otros territorios.

La rápida expansión de la enfermedad hizo que la Organización Mundial de la Salud, el 30


de enero de 2020, la declarara una emergencia sanitaria de preocupación internacional,
basándose en el impacto que el virus podría tener en países subdesarrollados con menos
infraestructuras sanitarias, y la reconociera como una pandemia el 11 de marzo. Se han
declarado casos en los países occidentales (entre los que destacan Italia y Estados Unidos,
por el número de enfermos), en la región de Asia-Pacífico y en casi todo el planeta. A fecha
24 de marzo, se ha informado de más de 383 000 infectados en 190 países y territorios, con
16 500 muertes y más de 102 000 recuperados.

Para prevenir la expansión del virus, los gobiernos han impuesto restricciones de
viajes, cuarentenas, confinamientos, aislamiento social, cancelación de eventos, y cierre de
establecimientos. La pandemia está teniendo un efecto socioeconómico disruptivo, y el
miedo a la escasez de provisiones ha llevado a compras de pánico.

Es importante mencionar cual es la causa de la covid-19, siendo la infección por el


coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave. Inicialmente, el virus fue llamado
2019-nCoV (del inglés 2019-novel coronavirus). Parece tener un origen zoonótico, es decir,
que pasó de un huésped animal (un murciélago) a uno humano.

El genoma del virus está formado por una sola cadena de ARN, por lo que se clasifica
como virus ARN mono catenario positivo. Su secuencia genética se ha aislado a partir de
una muestra obtenida de un paciente afectado por neumonía en la ciudad china de Wuhan.
Se planteó que podría producirse el contagio interpersonal del virus mediante las gotas de
saliva expulsadas a través de la tos y el estornudo. Puede provocar enfermedad respiratoria
aguda y neumonía grave en humanos.
Atajar la epidemia hubiera exigido adoptar de forma urgente estrictas medidas de control
sanitario de las personas provenientes de las regiones afectadas, identificar y aislar a las
personas contaminadas, limitar el transporte y reforzarlos servicios sanitarios. Atrapados en
las políticas neoliberales con las que intentan hacer frente a la ralentización económica, los
gobiernos capitalistas han tardado en adoptar esas medidas, y cuando las han adoptado lo
han hecho de forma insuficiente, lo que les obliga a adoptar otras más severas, sin lograr, a
pesar de ello, dejar de correr detrás de la propagación del virus.

Cabe destacar que, la epidemia que se convirtió en pandemia; como todo fenómeno
disruptivo, suscita reacciones de negación, que a renglón seguido ceden el terreno al pánico
y el pánico puede ser instrumentalizado tanto por los complotistas como por otros
demagogos con el fin de hacer el juego a estrategias autoritarias sobre control tecnológico
de la gente y la restricción de los derechos democráticos, como en China y en Rusia.
Además, existe el riesgo de que el Covid-19 sea utilizado por los fascistas como pretexto
para justificar e intensificar las políticas racistas y represivas hacia las y los migrantes.

El principal riesgo de la pandemia es que supere el límite de saturación de los sistemas


hospitalarios. Ello conlleva inevitablemente una agravación del tributo a pagar para la gente
más pobre y la más débil (en particular, a las personas mayores), y que las tareas de
cuidados en la esfera doméstica siga recayendo sobre las espaldas de las mujeres.
Evidentemente, ese factor es diferente en cada país, dependiendo de sus sistemas de salud y
de las políticas de austeridad y de precarización aplicadas. Así pues, esta pandemia requiere
poner fin a las políticas de austeridad, redistribuir las riquezas, refinanciar y desprivatizar
del sector sanitario, poner fin a las patentes en el ámbito de la medicina, implantar la
justicia en la relación Norte-Sur y dar prioridad a las necesidades sociales. Todo ello
implica prohibir el despido de las personas afectadas, garantizar el salario íntegro en caso
de paro parcial, poner fin al control de la activación  y las restricciones contra los subsidios
sociales, etc. Es fundamentalmente en torno a estas cuestiones sobre las que hay que
intervenir para hacer frente a las respuestas irracionales y los posibles derrapes racistas y
autoritarios.
Una investigación publicada por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades
Estadounidenses (CDC) “sobre los contagios por coronavirus en Estados Unidos (EE. UU.)
asegura que las personas de 20, 30 y 40 años registran un número significativo de
hospitalizaciones.

Si bien el virus es más mortal en adultos mayores y con padecimientos médicos anteriores,
el informe reveló que, de 500 casos positivos de coronavirus hospitalizados, un 20 por
ciento eran personas entre 20 y 44 años, mientras que un 18 por ciento eran adultos entre 45
a 54 años. Por su parte, la especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de
Medicina de la Universidad del Sur de la Florida (USF), Sally Alrabaa, explicó que todos
deben tener cuidado, pues incluso los jóvenes pueden contraer neumonía por coronavirus.
Por lo cual recomendó que, independientemente de la edad, todos pueden tomar medidas
como el distanciamiento social “para ayudar a frenar la propagación de Covid-19 y proteger
a los adultos mayores de enfermedades graves.”

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