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Ansiedad y estrategias de afrontamiento ante la pandemia por COVID-19 en

los alumnos de la Generación 2019-2 de la licenciatura en Psicología en la

UACJ DMNCG

Adilene Quintana Martínez

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Licenciatura en Psicología.

Seminario de Investigación I

Lic. Clarissa Janeth Ponce Diaz


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Pregunta de investigación

¿Qué relación existe entre los niveles de ansiedad y las estrategias de afrontamiento que

utilizan ante la pandemia COVID-19 los estudiantes de la Generación 2019-2 de la licenciatura

en Psicología de la UACJ DMNCG?

Planteamiento del problema

Actualmente el mundo pasa por una situación delicada en materia de salud pública. Todo

da comienzo el 17 de noviembre de 2019 cuando el gobierno Chino detectó y confirmó una

extraña enfermedad en un hombre en la ciudad Wuhan. La Comisión Nacional de Salud de ese

país informó que los síntomas que se identificaron como comunes iban desde fiebre, tos seca,

dolor de garganta y cabeza, pérdida del sentido del olfato y el gusto , y de los síntomas más

graves eran dificultad para respirar, hablar y moverse. Desde noviembre hasta las primeras

semanas de enero las autoridades sanitarias de China comenzaron a investigar sobre la nueva

enfermedad y para el 12 de enero de 2020 el número de contagios en la ciudad de Wuhan se

encontraba en los 41 casos de infección debido al coronavirus.

Posteriormente, después de todos los casos acumulados en China, comenzaron a surgir

contagios en Europa, fue así como China y distintos países europeos fueron los dos principales

lugares en el mundo en donde se presentó y comenzó a expandir el virus. Para el 30 de enero del

2020 después de varios días de discusión entre varios expertos, la Organización Mundial de la

Salud declaró un estado de emergencia de la salud pública de alcance internacional debido a la

situación del brote de la nueva enfermedad nombrada coronavirus. El comité de la misma

organización informó sobre las medidas sólidas que los países debían seguir para detectar pronto

la enfermedad como, aislar y tratar los casos, hacer seguimiento de los contactos y promover
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medidas de distanciamiento físico en las relaciones sociales que estén en consonancia con el

riesgo (OMS, 2020).

En cuanto a México, el 28 de febrero de 2020 el Covid-19 llegó. El gobierno, a través del

subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en México, dio a conocer el primer caso

importado de contagio de coronavirus, en donde el paciente había estado en Italia y ahí se dio el

contagio (CNN Español, 2020). Además, horas más tardes se confirmaron dos casos más y fue

así como en un solo día en México las cifras referentes al coronavirus comenzaron a ascender.

Referente al país, en este caso, Chihuahua que es el estado al que pertenece la

universidad de esta investigación, el primer caso confirmado se dio el 12 de marzo de 2020, el

Secretario de Salud de Gobierno del Estado, Jesús Enrique Grajeda Herrera, confirmó el primer

caso de coronavirus en Juárez, y algo que hay que subrayar es que la persona contagiada era

originaria de Nuevo Casas Grandes, debido a esta información las personas de la región se

alertaron aún más por el comienzo de los contagios ya cada vez más cercanos al municipio.

Más tarde, el 11 de marzo de 2020 el Doctor Tedros Adhanom Ghebreyesu, Director

General de la OMS, informó que se declaraba al COVID-19 como una pandemia debido a los

alarmantes niveles de propagación del virus y por su gravedad. Al caracterizarse a la enfermedad

como pandemia significaba que se había extendido por varios países, continentes o todo el

mundo y que comenzaba a afectar a una gran cantidad de personas. Específicamente, para esa

fecha ya había más de 118, 000 casos en 114 países diferentes y 4291 personas fallecidas debido

a la misma enfermedad por coronavirus (Organización Pandémica de la Salud, 2020).

Iniciada la pandemia a través de variados medios de comunicación comenzó a informarse

sobre los números de contagios que cada día aumentaban, así como las muertes tanto a nivel

mundial, nacional y estatal. Además, se daba información sobre la gravedad de la situación, las
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maneras en las que esa enfermedad afectaba la salud de las personas, de qué manera se daba el

contagio, las implicaciones físicas y orgánicas al contagiarse etc. Debido a toda esa información,

los gobiernos comenzaron a establecer y a dar a conocer a la población estrategias mucho más

específicas sobre que se debía hacer en caso de contagios, a dónde asistir, cómo y con qué

comenzar a medicarse dependiendo los síntomas. También se comenzaron a difundir las acciones

a llevar a cabo para reducir lo mayor posible la propagación del virus

Con base en lo anterior, la medidas en cada uno de los países del mundo iban desde las

más mínimas como el uso de cubreboca y gel antibacterial, desinfecciones masivas, toques de

queda, hasta estrategias más drásticas como la cuarentena, en donde el trabajo se tuvo que mudar

a los hogares, en otros casos se dio la suspensión de las labores temporalmente en algunas

industrias, el distanciamiento social, la restricción de la movilidad y la suspensión de clases en

las escuelas de todos los niveles. Fue en este momento en donde comenzaron las dudas, la

frustración y el miedo en las personas.

Conviene enfatizar que, esta enfermedad ha impactado de manera significativa no solo en

el ámbito de la salud física de los individuos, sino que, las repercusiones han llegado hasta el

punto de generar un influencia negativa, es decir, un desequilibrio y desgaste en la salud mental

de las personas, pues sus rutinas, sus actividades diarias se vieron impactadas drásticamente por

todas las medidas que se comenzaron a implementar, sin contar la pérdida de la vida de

familiares y más consecuencias derivadas de la presencia de la enfermedad.

Por otra parte, a partir del surgimiento de la pandemia por COVID-19 varios sectores se

vieron afectados tanto por los contagios como por las medidas que se tomaron para controlar la

propagación de la enfermedad. Algunos de los sectores más afectados son el ámbito de salud

pública ya que se comenzó a generar una saturación de los hospitales y el personal médico debía
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estar en turno muchas más horas de lo normal y también la economía, pues muchos empleos

cerraron, bajaron las ventas, etc. Sin embargo, apegados a esta investigación, el sector que

interesa es el educativo. La educación fue uno de los sectores que tuvo que realizar más cambios

drásticos, a nivel mundial en todos y cada uno de los niveles de educación y según la ONU

(2020) : “la pandemia de COVID-19 a afectando a casi 1.600 millones de estudiantes en más de

190 países y todos los continentes. El cierre de escuelas y otros espacios de aprendizaje ha

afectado al 94 por ciento de la población estudiantil del mundo”.

Referente a las medidas que se tomaron en el ámbito educativo alrededor del mundo, la

suspensión de clases presenciales fue la primera de algunas estrategias implementadas por los

Sistemas Educativos de algunos países para evitar que niñas, niños, adolescentes, jóvenes y

adultos, entre estudiantes y maestros estuvieran propensos a contagiarse del coronavirus en las

aulas escolares, ya que las escuelas se consideraron uno de los focos rojos de contagio, es decir,

uno de los lugares en los que mayor probabilidad había de propagación del virus debido a la

cantidad de personas acumuladas en las escuelas.

Específicamente, en México, la Secretaría de Educación Pública emitió un acuerdo el 15

de marzo de 2020 en donde se estipulaba que se suspendan las clases presenciales en todos los

niveles educativos, en el acuerdo se mencionaban las consideraciones de esa decisión, siendo una

de las principales el riesgo de la enfermedad por coronavirus para los estudiantes. Hay que

mencionar que dicho acuerdo estipulaba en su primer artículo que dicha suspensión se

programaba hasta el 17 de abril del mismo año, pero no se puedo cumplir ya que la pandemia, la

cuarentena y por supuesto la educación virtual están presentes hasta el día de hoy.

De forma semejante, específicamente el 17 de marzo de 2020 la Universidad Autónoma

de Ciudad Juárez dio a conocer que se suspendían las clases por la situación del virus. A solo
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unos días de salir a vacaciones de primavera, la universidad informaba que, siguiendo las

órdenes y las medidas tanto de Gobierno del Estado, como de la Secretaria de Salud, las clases se

comenzarían a tomar a distancia. La respuesta de los estudiantes fue muy particular, pues en ese

momento se tomó la noticia como una oportunidad para descansar, que la carga académica fuera

menos al estar desde casa y que regresarían a clases en dos semanas después de vacaciones. Sin

embargo, no se sabía en ese momento que la situación era mucho más grave y que actualmente

después de un año la educación presencial no ha regresado en la universidad.

Al igual que en otros países, la universidad informó a través de sus redes sociales la

manera en la que se iba a trabajar desde casa, se facilitaron diversas maneras de contactarse con

sus maestros, desde hacerlo con un mensaje de Whats app, desde la plataforma de Facebook o

hasta utilizar la plataforma Teams perteneciente a la institución. El trabajo en dichas plataformas

virtuales de manera completa no era algo que se acostumbrara, por esta razón se comenzaron a

dificultar la comunicación y la comprensión en sus asignaturas, los alumnos comenzaron a

mencionar a sus coordinadores que algunos maestros designaban tareas muy extensas y en

horarios fuera de sus materias y clases. Además, a esas dificultades se sumaron la imposibilidad

de muchos para tener conexión a internet, una computadora, un lugar tranquilo de sus hogares en

donde tomar sus clases, entre otras cosas.

Debido a esa situación, los estudiantes comenzaron a sentir incertidumbre sobre lo que

vendría después. Ante esto, los universitarios iniciaron con sintomatología y signos ansiosos que

expresaban a sus docentes en sus clases virtuales y entre los mismos compañeros, una

preocupación excesiva, miedo, tensión e inquietud, además, la manera en que los estudiantes

afrontaron la situación ya descrita varió, pues algunos llegaron a darse de baja en sus materias,

así como del semestre completo, mientras que otros siguieron con la nueva modalidad intentando
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finalizar su periodo escolar, pero con dificultad para adaptarse, comprender cómo trabajar y

desenvolverse de la misma manera en la que lo hacía en sus aulas.

Ante todo, desde el inicio de las clases virtuales en todo el mundo y dependiendo de la

medida en la que los contagios se elevaban y disminuían a la vez, en diferentes países la

educación presencial regresó de manera paulatina, pero en México la educación presencial no se

retomó de la misma manera. De acuerdo con el semáforo epidemiológico que se utiliza en el país

para determinar si el riesgo de contagio es alto, medio, leve o bajo, la información por parte del

Gobierno de México sobre el regreso a clases cambiaba constantemente. Es por esta razón que la

decisión sobre el regreso a clases definitivo cambiaba constantemente y, por lo tanto,

actualmente ninguna escuela en el país asiste a clases presenciales incluida la UACJ en cada una

de sus divisiones en diferentes zonas del Estado.

Es necesario recalcar que, la situación no solo afecta la salud física de las personas, sino

también en otras áreas en las que los individuos se desarrollan, como en lo escolar, familiar, lo

económico y lo social. Los cambios, restricciones y limitaciones que se han generado en cada

uno de estos ámbitos han impactado en el bienestar psicológico de los individuos, es decir, los

retos que acarrea la pandemia también son retos de salud mental. En el contexto del

confinamiento, los procesos psicológicos se ven alterados, existe incertidumbre sobre cuándo

terminará la situación, de qué manera van a volver a reorganizarse y reacomodarse en sus

rutinas, entre otras situaciones que generan como ya se mencionó, que los estudiantes

experimenten y expresen síntomas y signos ansiosos.

De acuerdo a lo anterior, sobre el impacto en la salud mental de los estudiantes que se ha

expuesto a lo largo del problema, una de las variables de interés para evaluar y analizar en este

estudio es precisamente la ansiedad, una emoción que si bien ayuda a estar alertas y a accionar
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cuando se percibe que algo es amenazante, en muchos casos, la misma ansiedad paraliza, limita

la acción, genera sintomatología que desequilibra el estado de los sujetos, por ejemplo,

sudoración, dificultad para respirar, miedo y preocupación excesivos, que no permiten a las

personas desarrollar sus actividades de manera óptima.

Por otra parte, esta pandemia por coronavirus ha cambiado el presente y el futuro. Si

bien, el organismo y la mente de los individuos están diseñados para adaptarse al cambio, aunque

en la gran mayoría esta adaptación se dé de manera semi automática en otros sujetos se presenta

con mayor dificultad. En este caso, se dieron una gran cantidad de cambios de manera

simultánea como consecuencia de la pandemia que desbordaron dicha capacidad de adaptación y

es en ese punto en donde radica la importancia sobre cómo los estudiantes han afrontado la

situación. Por tanto, un segundo elemento a evaluar, analizar y relacionar es el afrontamiento.

Anteriormente, varias líneas de investigación (Gallegos et al., 2020; López, 2020) han trabajado

en la comprensión de cómo la sociedad define el impacto de la pandemia y cómo la afrontan,

siendo el afrontamiento emocional clave en este proceso.

Ante las situaciones descritas a lo largo de la descripción del problema, los estudiantes

han expresado y demostrado lo difícil que está siendo para ellos sobrellevar esta situación y es

por lo que la presente investigación tiene como objetivo principal evaluar y detectar las dos

variables ya mencionadas en los alumnos de la Generación 2019-2 de la licenciatura en

Psicología de la UACJ DMNG y así, se logre determinar si existe una relación entre los niveles

de ansiedad y las estrategias de afrontamiento que han utilizado y utilizan los universitarios.

Además, pensando un poco más allá, la presente investigación puede ser un importante punto de

partida para pensar y crear propuestas que beneficien a los universitarios de la división respecto a

su salud mental, específicamente en los temas que al estudio corresponden.


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De acuerdo con lo antes mencionado, la creación de diversos programas extra a la

educación de los estudiantes puede ser muy útil, por ejemplo, crear una clase en la que se tenga

el espacio para obtener información sobre psicología, en especial, trabajar en los estudiantes la

ansiedad y las estrategias de afrontamiento. La creación de un perfil del estudiante, en el que

exista un registro de la evaluación de su predisposición a la ansiedad para que los docentes

tomen en cuenta este y otros aspectos que puedan ir surgiendo como importantes para el trato

con sus estudiantes y el conocimiento del estado psicológico de los mismos. Una clase de

educación socioemocional, talleres, conferencias etc., varias posibilidades pudieran surgir a

partir de este estudio para el beneficio de la comunidad universitaria.

Objetivos

Objetivo General

Determinar la relación entre la ansiedad y estrategias de afrontamiento que utilizan ante

la pandemia los alumnos de la Generación 2019-2 de la licenciatura en Psicología de la UACJ

DMNCG.

Objetivos Específicos

Identificar la influencia de la pandemia en el desarrollo o aumento de sintomatología y

rasgos de ansiedad en los universitarios.

Evaluar qué niveles de ansiedad están presentes, ya sean niveles altos, medios y bajos y

cuáles prevalecen en mayor medida en los estudiantes.

Detectar qué tipos de estrategias de afrontamiento ya sean activas o pasivas utilizan los

estudiantes en mayor y menor medida.


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Justificación

El interés por realizar esta investigación surge principalmente de la experiencia propia,

desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad han surgido en mí miedos, preocupaciones,

estrés, he experimentado episodios ansiosos con respecto a mis responsabilidades escolares

virtuales, han existido ocasiones en las que las dificultades como tener una computadora en buen

estado, que la conexión a internet esté estable para la realización de algún examen, el no convivir

con mis compañeros y pasar la mayor parte del día sentada escuchando clases y después

realizando tareas, me han hecho llegar al punto de no poder respirar, de tener pensamientos

constantes sobre lo difícil que está siendo la escuela en estos momentos y no saber cómo actuar y

sobrellevarlo.

Así mismo, a la experiencia personal se unen las experiencias de mis compañeros, pues a

través de datos directos, es decir, conversaciones, pláticas entre los integrantes de diferentes

asignaturas etc., los universitarios comentan la manera en la que comenzaron a tener las mismas

dificultades que se mencionaron anteriormente referente a la educación virtual, y aunado a eso, el

miedo a la enfermedad, la muerte de familiares y amigos, el no salir de casa, el no socializar ni

convivir como estábamos acostumbrados ha impactado significativamente en el equilibrio mental

y emocional de los estudiantes, y las manera en que cada uno ha afrontado la situación han sido

diferentes.

Realizar esta investigación en este momento en el que los universitarios atraviesan por

una situación nueva, que llegó de sorpresa, una situación que no esperábamos, que no

conocemos en su totalidad, no la comprendemos y sobre todo que no sabemos a ciencia cierta

cómo terminará, el estudio sobre la ansiedad y la estrategias de afrontamiento ante la situación es

un tema que se acomoda perfectamente a la época actual y a lo que se vive en la universidad.


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Paralelamente, otra de las razones para la realización de este estudio es que, a través de

una entrevista con el departamento de Psicología de la institución, se daba a conocer que meses

anteriores al inicio de la pandemia y ya iniciada, los alumnos de la licenciatura en Psicología,

específicamente de los primeros semestres, eran quienes más solicitaban atención terapéutica y

que los casos más comunes se relacionaban con sintomatología y rasgos ansiosos. Al conocer

esta información, el interés por realizar esta investigación fue mucho mayor, pues se comprendió

que la situación de la pandemia y todas sus implicaciones vendrían a generar un impacto aún

mayor en estos estudiantes. Debido a esta situación, es de gran importancia evaluar una parte del

estado emocional y mental de los mismos, y la evaluación de los niveles de ansiedad y el conocer

de qué manera afrontan las situaciones que se les han estado presentando y dificultando sería de

gran impacto al conocer cómo se encuentran los estudiantes.

En cuanto al aporte de esta investigación hacia la institución sobre la cual se llevará a

cabo, es de gran beneficio, pues es de gran ayuda para la comunidad universitaria porque sitúa la

atención en el aspecto más importante de la universidad que son sus estudiantes. Evaluar la

ansiedad y las estrategias de afrontamiento de los universitarios, específicamente los de la carrera

de Psicología nos brinda conocimiento sobre una pequeña, pero muy importante parte de la salud

mental de los mismos, nos abre un panorama hacia el conocimiento del estado en el que se

encuentran los futuros profesionales de la salud mental del municipio.

Por otra parte, para la región de Nuevo Casas Grandes y sus alrededores, los resultados

de este trabajo pueden ser utilizados como referente para en algún momento aplicar el mismo

estudio en otra universidad de la región, en un nivel medio superior u otros niveles más bajos,

claro está generando los cambios necesarios de los instrumentos y métodos de evaluación

dependiendo la institución, el sector de población, edades etc.


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De igual forma, halando ahora sobre el impacto de esta investigación en la disciplina de

la Psicología es importante mencionar que, si bien la psicología cuenta con diversas ramas, esta

investigación sobre el estudio de la ansiedad y el afrontamiento generarán material para aplicarse

en algunas de ellas. Por ejemplo, en el ámbito educativo adecuando el estudio a cualquier nivel

se pudiera aplicar en más escuelas para analizar los niveles de ansiedad de los estudiantes y

conocer de qué manera afrontan las situaciones que se les presentan. Se puede también tomar en

cuenta en el área de la psicoterapia, pues el tratamiento psicológico de la ansiedad se vería

altamente beneficiado con los resultados de esta investigación, aportando algo nuevo o al menos

clarificando qué tan relacionados están la ansiedad y las estrategias de afrontamiento.

En resumen, el presente estudio es de gran impacto y aporte a nivel personal, hacia la

disciplina psicológica, a quienes estarán dentro del estudio, la institución universitaria y la

comunidad en general. La presente investigación debe realizarse por responsabilidad social,

como futuros profesionales de la salud mental debemos estar atentos a las necesidades de nuestro

entorno y trabajar para atenderlas.

Hipótesis

H1-Los niveles de ansiedad se relacionan con los tipo de estrategia de afrontamiento que

se practique, quienes cuentan con más altos niveles de ansiedad utilizan el afrontamiento pasivo

y quienes se encuentran en niveles más bajos de ansiedad practican afrontamiento activo.

H2-Quienes utilizan afrontamiento activo perciben una mejora en la manifestación y la

gestión de la ansiedad, por otro lado, quienes utilizan afrontamiento pasivo lo perciben en menor

medida.
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H3-La pandemia COVID-19 desarrolló o aumentó la presencia de sintomatología y

rasgos de ansiedad en los estudiantes de la Generación 2019-2 de la licenciatura en Psicología de

UACJ DMNCG.

H4-(puede quedarse o irse) quienes tienen alta autoestima perciben de manera negativa

sus herramientas para afrontar situaciones inesperadas y los que tienen baja autoestima lo

perciben positivamente.

Hn-Los niveles de ansiedad no guardan ninguna relación con las estrategias de

afrontamiento que se utilicen.

Antecedentes

Para comenzar, es importante analizar el origen de los principales términos abordados en

la investigación. Es momento de realizar un recorrido que ayude a comprender de dónde

provienen estas palabras clave, es decir, conocer el origen conceptual tanto de pandemia,

ansiedad y afrontamiento. Si bien este estudio reúne en su título estos tres términos de manera

relacionada, cada uno de ellos tiene un origen, historia y un significado individual que es

necesario conocer por separado para comprender finalmente el afán por relacionarlos en el

presente trabajo.

En primer lugar, la palabra pandemia procede de la expresión griega πανδημια o

pandemos en donde “pan” -todo-, “demos” -pueblo- y el sufijo “-ia” que hace alusión a la

cualidad se le incluyó cuando el terminó se estableció como pandemia. Además, desde los

escritos de Platón y Aristóteles el término pandemia se utilizaba como sinónimo de “lo público”

o “lo que concierne a toda la gente”, pero Hipócrates de Cos luego lo convirtió en un término

médicos y desde ese momento "pandemia" había pasado de significar "sobre la población" a

"algo que circula o se propaga entre la población" (Ventura, 2020).


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Actualmente, citando a la OMS (2010) se llama pandemia a la propagación mundial de

una nueva enfermedad en donde la mayoría de las personas no tienen inmunidad contra él. Es así

como hasta el día de hoy y en lo que se refiere a este trabajo de investigación el término sobre el

cual se trabajará es sobre éste último debido a la situación actual de pandemia por covid-19.

A su vez, el concepto ansiedad es uno de los conceptos más estudiados e investigados en

el campo de la salud mental y tiene una larga historia a través de los años al igual que el término

pandemia. Primeramente, desde un punto de vista etimológico, la palabra “ansiedad” tiene un

antepasado directo en latín, anxietas, este término latino proviene, a su vez, de la raíz

indoeuropea angh de la cual se deriva no solo el vocablo anxietas, sino también la palabra ango,

angustia (Sarudiansky, 2013).

Es importante saber que la ansiedad es una emoción básica, existe en todas las personas,

pues todos llegamos a sentir ansiedad ante las incertidumbres del día a día, situaciones que se

presentan sin esperarlas etc. La ansiedad es una emoción normal que en sus niveles adecuados

desempeña una función en nuestra capacidad para adaptarnos a lo que nos suceda. Sin embargo,

para muchos la ansiedad deja de ser un aspecto razonable y de adaptación y llega a dominar a los

sujetos dejándolos altamente vulnerables ante las diversas situaciones de la vida.

Con respecto a lo anterior, hay varias definiciones del concepto de ansiedad referentes a

cuando esta emoción no generar una adaptación en los individuos. Sirva como ejemplo la

definición de Cano-Vindel y Tobar (1999) que entienden la ansiedad como una respuesta que

engloba aspectos cognitivos displacenteros, aspectos fisiológicos y, además, aspectos motores

que implican comportamientos poco ajustados y en gran medida desadaptativos.

Así como se han ido desarrollando y enriqueciendo cada vez más las definiciones de

ansiedad a lo largo del tiempo, actualmente el Manual Diagnóstico y Estadístico de los


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Trastornos Mentales DSM-5 define que “la ansiedad es el trastorno que comparte características

de miedo y ansiedad excesivos, así como alteraciones conductuales asociadas, la ansiedad es una

respuesta anticipatoria a una amenaza futura” (2014, p.189).

Es así como, la conceptualización de este término es amplia y variada, pero de manera

general en el presente estudio la ansiedad se ve, se estudia y se trabaja desde el punto en el que

esta respuesta emocional llega a presentarse al momento en el que aparecen en la vida de los

sujetos situaciones inesperadas que generan incertidumbre, en este caso la pandemia por

coronavirus es una de ellas.

Por otro lado, se analiza el tema de las estrategias de afrontamiento, otro de los conceptos

claves sobre los que se dirige este estudio y que tiene precedente en la Psicología

aproximadamente desde la década de los 1940´s, en donde solo se utilizaba en la descripción y

evaluación clínica y no se estudiaba ni hablaba mucho sobre él hasta los años sesenta en donde el

afrontamiento comenzó a ser el centro de toda una serie de psicoterapias y de programas

educativos con el objetivo de desarrollar recursos adaptativo en las personas. A partir de ese

momento, la importancia de este término incrementó, pues ya no solo servía como una base en el

ámbito de la psicología clínica, sino que, se comenzó a considerar como una de las principales

capacidades que se deben comenzar a desarrollar en las personas para su salud mental.

Hay que destacar que, a partir de los sesenta hacia la actualidad el afrontamiento ha

tomado relevancia gracias a Lazarus que comenzó a indagar sobre el significado de esta palabra,

sin embargo más delante se dio el mayor desarrollo sobre el concepto entendiéndose el

afrontamiento como los esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que

sirven para manejar las demandas externas y/o internas que son valoradas como excedentes o
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desbordantes de los recursos del individuo (Lazarus y Folkman, 1984, como se citó en Martínez

y Gómez, 2017).

Es así como, los conceptos expuestos con anterioridad son la base conceptual sobre la

cual se dirige esta investigación. Cada uno de estos conceptos son las variables que se desean

investigar, analizar y relacionar en este estudio sobre la ansiedad y las estrategias de

afrontamiento ante la pandemia por covid-19. Estando en este punto, se sabe que ya existe un

recorrido conceptual sobre los tres términos, sobre sus orígenes y que siendo así el desarrollo de

este trabajo tiene ya material sobre el cual apoyarse.

En cuanto al conjunto de trabajos prácticos relacionados con el tema de la presente

investigación, existe ya un listado de estudios que se han adentrado de una manera práctica sobre

la investigación de la ansiedad, las estrategias de afrontamiento emocional y la relación entre los

mismos. Estos trabajos se han realizado anterior a la aparición del fenómeno de la pandemia por

covid-19, pero también poco tiempo después de que este se presentara. El presente aparatado está

dedicado a la presentación de dichos estudios que se asemejan en varias características y que

aportan un sustento para esta investigación.

Un primer trabajo corresponde a Ozamiz-Etxebarria et al (2020) quienes realizaron una

investigación titulada “Niveles de estrés, ansiedad y depresión en la primera fase del brote del

COVID-19 en una muestra recogida en el norte de España”, en donde el objetivo general que

exponen los autores de dicho estudio fue analizar los niveles de estrés, ansiedad y depresión a la

llegada del confinamiento en una Comunidad Autónoma Vasca situada al norte de España.

La metodología del estudió consistió en la difusión de un cuestionario por medio de redes

sociales y correos electrónicos. Dicho cuestionario constaba de la escala DASS-2 que está

compuesta por 21 ítems de tipo Likert y presenta 3 factores: depresión, ansiedad y estrés. Por
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otra parte, la muestra inicial era de 2,400 donde resultó una aplicación de solo 976 personas, en

donde 81,1% eran mujeres y un 18,9% hombres. Un 56,5% eran participantes de entre 18 y 25

años, un 35,6% de entre 26 y 60 años y, por último, un 8% de 61 en adelante.

De acuerdo con los resultados, lo más relevante fue que se encontraron medias superiores

en estrés, ansiedad y depresión entre participantes de entre los 18-25 años, seguidos por los de

26-60 años. Debido a ello, concluyeron que los jóvenes son los que presentaron más impacto

sobre su salud mental sobre el brote de la enfermedad.

Este trabajo se relaciona con esta investigación ya que establece una manera de evaluar el

impacto de la pandemia en tres aspectos de la salud mental de los individuos, tanto en estrés,

depresión y ansiedad, en donde este último aspecto es el que se encuentra presente en el estudio

en curso. Además, a partir de los resultados los jóvenes son quienes presentaron medidas más

elevadas en los tres aspectos evaluados, lo que brinda un camino más claro sobre la importancia

de que este estudio se realice en jóvenes, también con la posibilidad de encontrar resultados

significativos.

Un segundo trabajo de Andreo et al (2020) el cual titularon “Ansiedad y estrategias de

afrontamiento”. Se realizó en el Centro de Salud Mental de Lorca en el cual, de 3006 pacientes,

el 40.9% presentaban diagnósticos de ansiedad., por lo cual el objetivo general que se desprendió

de esto fue comprobar si existe una relación entre las estrategias de afrontamiento y la ansiedad,

en donde especificaban que deseaban saber si había una diferencia entre usar estrategias de

afrontamiento activas adaptativas o pasivas desadaptativas.

Para cumplir con sus objetivos, la metodología que siguieron se trataba de realizar el

estudio en dos grupos distintos, el primer grupo era población clínica (PC) y el segundo,

población no clínica (PNC). Los instrumentos utilizados fueron la Escala de Ansiedad y


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Depresión de Goldberg para medir la ansiedad y con el objetivo de evaluar las estrategias de

afrontamiento, se administró el Inventario de Estrategias de Afrontamiento. Estos fueron

aplicados a un total de 73 personas, 35 del grupo PC y 38 del grupo PNC. En la PC los

participantes fueron el 34.3% hombres y el 65.7% mujeres, siendo en la PNC los porcentajes de

42.1% para hombres y 57.9% para mujeres.

Sobre los resultados significativos, en cuanto al afrontamiento, en donde el conjunto de

estrategias adaptativas o activas, fue empleado menos en la PC que en la PNC, y el conjunto de

estrategias pasivas, fue utilizado más en la PC que en la PNC. Es así como de manera general,

los autores de este estudio pudieron determinar que las personas con ansiedad ya diagnosticada sí

utilizan menos las estrategias adaptativas activas y usan más las que son pasivas y

desadaptativas.

Acerca de la relación y el aporte de dicho estudio hacia el presente, hay que mencionar

que el objetivo de los investigadores se asemeja bastante coincidiendo en evaluar tanto la

ansiedad como el tipo de estrategias que utilizan las personas. Más aún, los resultados son

significativos y relacionados con las hipótesis de este estudio ya que se encontró que las

estrategias activas son menos frecuentes en las personas con ansiedad y son más frecuentes las

pasivas.

En tercer lugar, Castellanos et al (2011) realizaron un estudio que titularon “Relación

entre niveles de ansiedad y estrategias de afrontamiento en practicantes de psicología de una

universidad colombiana”. El objetivo principal de este estudio fue determinar la relación

existente entre la ansiedad y las estrategias de afrontamiento utilizadas por los estudiantes que

inician sus prácticas profesionales en Psicología de la UPTC.


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De acuerdo con ello, el estudio consistió en aplicar dos instrumentos a 36 estudiantes de

noveno semestre con un rango de edad entre los 21 y 29 años de edad. Dichos instrumentos eran

en primer lugar la Escala Estrategias de Copina que evalúan las distintas estrategias de

afrontamiento. Después, la Escala de Zung para ansiedades un instrumento que consta de veinte

puntos que cuantifica síntomas ansiosos, 15 somáticos y 5 cognoscitivos.

Específicamente hablando de los resultados, al analizar los niveles de ansiedad

predominantes, se encontró que el 36% de los participantes presentó niveles de ansiedad en

grado máximo, seguido del nivel 2 de ansiedad mínima a moderada con 28%. Por lo tanto, se

concluyó que cerca de la mitad de los estudiantes presentaron niveles de ansiedad altos.

También, respecto a la variable estrategias de afrontamiento se encontró que los estudiantes

tienden a utilizar con mayor frecuencia las estrategias solución de problemas (61%), búsqueda de

apoyo social (55%), reevaluación positiva (61%) y evitación cognitiva (47%).

En particular, este estudio en Colombia se relaciona con el presente debido a que además

de analizar los niveles de ansiedad y relacionarlos con el tipo de estrategias de afrontamientos

que utilizan, este estudio se realizó en estudiantes de Psicología de la misma manera en la que se

va a aplicar este trabajo. También, los resultados sobre los niveles de ansiedad denotan que más

de la mitad de los universitarios evaluados estuvieron en un nivel alto de ansiedad.

Un cuarto trabajo práctico es el de González-Jaimes et al (2020) “Impacto psicológico en

estudiantes universitarios mexicanos por confinamiento durante la pandemia por COVID-19” es

como se titula el estudio de dichos autores. El objetivo del estudio fue evaluar ansiedad,

depresión y estrés y la percepción de salud que tenían los universitarios durante 7 semanas de

contingencia por la pandemia del coronavirus.


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Derivado del objetivo principal, el método que se utilizó fue una encuesta distribuida y

aplicada en línea. En la encuesta se incluía en diferentes apartados, el Inventario de Ansiedad

Estado de Spielberger y Díaz-Guerrero, la Escala de Estrés Percibido (PSS-14) de Cohen,

Kamarak & Mermelstein y el Cuestionario General de Salud de Goldberg. De acuerdo con la

muestra, de 644 participantes estuvieron 276 mujeres y 368 hombres.

Ahora bien, sobre lo más destacado de los resultados, se encontró que la ansiedad en un

nivel alto se dio en el 16.3 % tanto en mujeres como en hombres solo por debajo del nivel de

ansiedad baja con un 18. 5%. De la misma forma, el mayor porcentaje de ansiedad en nivel alto

lo obtuvieron los más jóvenes de la encuesta con un 18.9% de los 18 a los 21 años. Por último,

de manera general la ansiedad se llevó el 40.3% siendo el porcentaje más alto por arriba de estrés

y depresión.

Finalmente, el aporte de esta investigación práctica al presente trabajo recae en que el

trabajo se realizó en universitarios mexicanos, se basa en la pandemia por covid-19 y estos

aspectos se apegan aún más al contexto que le interesa al presente estudio. Por último, sobre los

resultados obtenidos la incidencia en que la ansiedad fue el nivel más alto de manera general

vuelve a reafirmar la necesidad por realizar esta estudio con la posibilidad de encontrar

resultados parecidos.

Marco Teórico

1.Ansiedad

Para comenzar, el concepto ansiedad se caracteriza por su complejidad a la hora de

definirlo, pues a lo largo del tiempo este término se ha intentado explicar desde diferentes

ámbitos disciplinarios muy distintos entre sí. Dichas disciplinas que se han dado a la tarea de

abordar este tema van desde la filosofía, la biología, la sociología y la psicología, en donde esta
21

última, es la disciplina que a este trabajo le compete y sobre la cual se dirige. Es importante

mencionar que, la psicología y su pluralidad teórica han contribuido para que la ansiedad a través

de los años sea presentada desde distintos modelos explicativos (Rojas, 2014).

A pesar de que la ansiedad ha sido definida por una gran variedad de perspectivas

teóricas, en la actualidad se ha logrado unificar el concepto uniendo lo más útil de cada enfoque

a lo largo de más de 90 años cuando el término fue incorporado al ámbito de la psicología, y que

desde ese momento se ha ido enriqueciendo y consolidando a través de varios estudiosos que han

trabajado para pulir el conocimiento sobre este tema. La ansiedad es uno de los conceptos más

estudiados e investigados en el campo de la salud mental, en sus inicios comenzó como un

término ambiguo y con poca credibilidad, pero que ha tomado relevancia en la literatura

psicológica.

1.1.Evolución conceptual de la ansiedad

Existe una gran variedad de definiciones sobre la ansiedad, algunas se diferencian en su

totalidad y otras comparten ciertos aspectos. La diversidad en la conceptualización de la ansiedad

se divide en dos distintos tipos de definiciones que agrupan características en común, por un

lado, están las definiciones que hacen alusión a la ansiedad como un aspecto de la experiencia

subjetiva, es decir, la manera en la que los sujetos perciben internamente la ansiedad, y por otra

parte un enfoque objetivo, en donde la ansiedad se puede percibir desde el exterior de los sujetos.

Referente a las distintas agrupaciones de definiciones según los dos tipos mencionados

anteriormente, Ríos (2018) explica a profundidad cada uno de ellos.

En primer lugar, se encuentran las definiciones sobre la ansiedad basadas en la

experiencia interna del sujeto, especifican que la ansiedad es un estado subjetivo, un sentimiento

que la propia persona experimenta al momento de que percibe y vive un peligro o amenaza para
22

si mismos. Estas definiciones, vistas desde esta óptica subjetiva corresponden o se apegan más a

los enfoques analíticos, existencialistas y humanistas que hablan sobre la manera en la que la

persona misma detecta que está presentando ese estado emocional. Dentro del enfoque

humanista está presente la definición sobre la ansiedad que hace alusión a un conflicto interno

existente entre el yo y la realidad, es decir, los sujetos de manera subjetiva experimentan

aprehensión producida por el peligro o la amenaza a la vida física o psicológica ( Epstein, 1967,

como se citó en Epstein, 2002).

En segundo lugar, están las definiciones que se basan en las reacciones externas de la

ansiedad, esas que pueden ser observables por los demás y que por esa razón se consideran

objetivas. Específicamente, dentro de este tipo de definiciones se agrupan los autores de los

enfoques conductuales, aquellos que priorizan la conducta observable por encima de cualquier

aspecto subjetivo como en el caso del primer grupo de definiciones. En general, han identificado

ansiedad basándose en los componentes fisiológicos y motores de la misma, asimilando como

ansiedad un estado de tensión, irritabilidad, temblores e inquietud motora.

Por otra parte, enriqueciendo más el listado de los dos distintos tipos de definiciones a las

que hizo hincapié el autor anterior, Barrera y Reyes (2020) sugieren un tercer grupo, en donde se

comienza a definir a la ansiedad uniendo aspectos subjetivos como objetivos, pues hace

referencia a que la ansiedad será percibida y vivida por el sujeto como algo negativo que

provocará que el mismo sujeto se sienta incapaz de afrontar las situaciones diarias de la vida y a

partir de esa percepción subjetiva, se generaran consecuencias en la conducta que la misma

persona genere en su entorno. En pocas palabras, el aspecto subjetivo y cognitivo repercute en el

ámbito conductual objetivo.


23

Así mismo, la autora finaliza mencionando que en la psicología actual todos los tipos de

definiciones tanto las referentes a la subjetividad u objetividad de la ansiedad se unen en una

sola, pues actualmente en la disciplina psicológica el concepto de ansiedad se refiere a un

fenómeno complejo y multidimensional en el que quedan incluidas las diferentes perspectivas de

análisis expuestas. No solo se toman en cuentas aspectos internos o externos, sino que, en la

definición general más actual de ansiedad se incluyen componentes afectivos, cognitivos,

motores y fisiológicos. Un claro ejemplo de una de las definiciones que se agrupan en este tercer

tipo de conceptualización es la de Miguel-Tobal y Cano-Vindel (1990) quienes mencionan que la

ansiedad es una respuesta emocional o patrón de respuesta que engloba aspectos cognitivos

displacenteros de tensión y aprensión; aspectos fisiológicos caracterizados por un alto grado de

activación del Sistema Nervioso Central y aspectos motores que suelen implicar

comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos. Dicha respuesta o patrón de

respuesta, será provocada por estímulos tanto externos o situacionales como por estímulos

internos (pensamientos, ideas, etc.) desde el momento en que sean identificados por el sujeto

como amenazantes o peligrosos.

1.2.Enfoques teóricos de la ansiedad

En cuanto a enfoques teóricos, a través de la disciplina psicológica el término de ansiedad

comenzó a desarrollarse desde la base de distintas teorías que propiciaron diversos enfoques

sobre tan complejo fenómeno. Dicho interés sobre la ansiedad y su explicación desde distintas

perspectivas teóricas, surgió y se desarrolló de forma simultánea enriqueciéndose cada una de

ellas mutuamente y gracias a sus diversos aportes permitieron la delimitación y evolución del

concepto.
24

Las principales escuelas psicológicas se han preocupado por el estudio de la ansiedad y es

así como sobre el fenómeno ansioso se han obtenido explicaciones psicoanalíticas o

psicodinámicas, conductuales, psicométricas y cognitivo-conductuales. Es así como, la ansiedad

ha sido explicada como reacción emocional, respuesta, experiencia subjetiva, rasgo de

personalidad, estado, síntoma, neurosis experimental, etc., cada una de estas diferentes

conceptualizaciones pertenecen a cada uno de los enfoques que se describen a continuación.

1.2.1.Enfoque psicoanalítico o psicodinámico de la ansiedad

El término de ansiedad fue incorporado por primera vez al ámbito de la psicología por

Freud (1926) quien incorpora dicho concepto a través del vocablo “Angst”. Para Freud, la

ansiedad giró en relación con el análisis de la actividad intrapsíquica y en su Teoría de la

Personalidad aparece como un estado emocional en donde el individuo percibe malestar debido a

un aspecto crucial en su estructura intrapsíquica. En su libro El problema de la ansiedad que

escribió en 1936, explicaba que ese estado emocional llamado ansiedad, se debía a que, los

deseos y los impulsos prohibidos invadían el “yo” que no podía ceder a ellos por razones

morales.

Al mismo tiempo, a partir de su conceptualización y explicación sobre la ansiedad logró

diferenciar entre ansiedad automática, que se presentaba cuando el “yo” no podía dominar una

acumulación de tensión, tal y como lo describía en su concepto. Por otra lado, diferenciaba la

ansiedad señal, la cual tenía que ver con una respuesta anticipatoria ante una amenaza y que

movilizaba los mecanismos defensivos. En esta última, al hablar de una respuesta estaba ya

incluyendo aspectos motores y no solo intrapsíquicos al fenómeno de la ansiedad.

Además, ampliando su conceptualización formuló que para que se presentara la ansiedad

podía hacerse a través de dos vías, primero el individuo podría percibir una señal de alarma del
25

mundo exterior la cual denominó ansiedad objetiva o miedo y la segunda podría ser una señal

desde los impulsos interiores la cual se llamó ansiedad subjetiva o neurótica.

1.2.2.Enfoque experimental motivacional

Este enfoque se desarrolló de manera alternativa al psicoanalítico, se abocó a la

explicación de la ansiedad tomando en cuenta la manera en la que a través de procesos de

aprendizaje la conducta observable ansiosa tiene una relación con el ambiente en el que se

encuentra o está inmerso el sujeto. Dicho enfoque tiene una relación directa con el enfoque

conductista y el condicionamiento, que, aunque no deja de lado la parte interna y subjetiva del

sujeto si rechaza la idea de que estos aspectos subjetivos sean los causantes directos de la

conducta ansiosa, por ello se centra en comenzar a explicar que la ansiedad tiene más una

relación directa con los estímulos que la generan, las respuestas a esos estímulos, su frecuencia y

duración.

1.2.2.1.El condicionamiento de la ansiedad

El condicionamiento instrumental a través de los escritos sobre el conductismo que hace

Skinner (1974) postula que la conducta de los individuos está controlada de acuerdo con las

consecuencias inmediatas de sus conductas en donde influyen los reforzadores negativos o

positivos, esto es, los reforzadores positivos hacen que la probabilidad de que ocurra la conducta

aumente y los reforzadores negativos hacen que se emita una respuesta por parte del sujeto que

suprime la ocurrencia del evento aversivo o desagradable para él.

Teniendo en cuenta lo anterior, la ansiedad es vista como una respuesta emocional

reforzada negativamente gracias a la puesta en marcha de conductas evitativas que se dirigen a

prevenir y controlar el estímulo desagradable o de miedo. Es importante recalcar lo antes dicho,

pues, en otras palabras, el condicionamiento de la ansiedad hace referencia a que cuando el


26

sujeto percibe un estímulo desagradable su respuesta es evitativa, es decir, no se llega a

experimentar el estímulo que genera miedo, no se afronta, por esa razón la respuesta emocional

ansiosa se mantiene ante otros estímulos futuros.

Cierto es que, este enfoque explica tal condicionamiento tomando en cuenta la

motivación, esto es, cuando se presenta el estímulo desagradable o de miedo, ese mismo

estímulo motiva al sujeto a emitir una respuesta de evitación, lo que hace que disminuya el

miedo, por lo tanto, se aprende a evitar constantemente dichos estímulos generadores de

ansiedad a través del ya mencionado reforzamiento negativo. Es así como se explica la relación

entre el estímulo, la respuesta, la frecuencia y duración de la ansiedad a través de un

condicionamiento instrumental.

1.2.3.Enfoque psicométrico factorial

El presente enfoque pertenece a una nueva línea teórica que se distingue por su impronta

psicométrica, su apoyo den técnicas de análisis factorial y en la teoría de rasgos de personalidad

para explicar el fenómeno de la ansiedad desde una perspectiva medible. Este enfoque y sus

representantes pertenecen a los primeros que se interesaron y trabajaron por incluir el aspecto de

las diferencias individuales inmersas en la ansiedad, pues los demás enfoques habían mostrado la

ansiedad como una respuesta inmediata, transitoria y fluctuante.

Con respecto al inicio de este enfoque, se le atribuye a Cattell (1983) el primer lugar en

intentar medir el constructo ansiedad, entendiendo la ansiedad como una característica más o

menos estable de la personalidad. Este modelo plantea la existencia de una ansiedad que se hace

permanente a lo largo del tiempo y que constituye uno de los factores integrantes de la

personalidad del sujeto. Desde el punto de vista de Cattell, existen dos factores para diferenciar

en la ansiedad, por un lado, está la ansiedad rasgo; es una tendencia relativamente estable de la
27

personalidad a responder de forma ansiosa ante diversos estímulos y la ansiedad estado; un

estado emocional transitorio y variable en cuanto a intensidad y duración.

De manera puntual, la ansiedad rasgo hace referencia a que es un aspecto que forma parte

de la personalidad de los sujetos, algunos pueden contar con esa característica y otros no, por lo

tanto, algunos sujetos están más propensos a experimentar episodios ansiosos porque ya existe en

su rasgo de personalidad, y la ansiedad estado, es exactamente eso, la ansiedad presente en

episodios, en momentos determinados, por un periodo temporal y por alguna circunstancia

específica. La aportación en conjunto de este autor fue precisamente que estos dos factores son

medibles, al identificar los niveles en la ansiedad rasgo se puede predecir si en mayor o menor

medida el sujeto podría presentar a lo largo de su vida la ansiedad estado.

Mas adelante, con base en el modelo de Cattell, se comenzó a ampliar y desarrollar aún

más la teoría referente a la ansiedad rasgo-estado. Por ejemplo, Spielberger et al (1997) agrega

una definición mucho más completa de los dos factores. El rasgo de ansiedad lo conceptualizó

como las diferencias individuales relativamente estables para interpretar un amplio rango de

situaciones como peligrosas y el estado de ansiedad lo definió como una condición cognitiva

subjetiva sobre una situación potencialmente peligrosa, en donde cada individuo percibe a su

modo sentimientos de tensión y aprensión, y donde se activa el sistema nervioso autónomo y

endocrino produciendo cambios fisiológicos observables.

Ahora bien, antes de finalizar el apartado para este enfoque, es importante mencionar

que entre los dos anteriores modos de explicar la ansiedad se encuentra la teoría interactiva, la

cual explica la ansiedad en función de las condiciones de la situación, las características

personales y, principalmente, de la interacción situación por persona. En este caso, lo ansiedad,

su presencia, intensidad y duración tienen una relación en la manera en la que cada individuo se
28

caracteriza en personalidad y aunado a ello, las características de la situación que hace que se

presente la ansiedad (Breen et al., 1983).

1.2.4. Enfoque cognitivo-conductual

Esta perspectiva teórica sobre la ansiedad profundizó en el papel que desempeñaban las

variables cognitivas en el desarrollo y mantenimiento de la ansiedad. Su aporte más relevante fue

considerar los procesos cognitivos presentes entre un estímulo aversivo y la respuesta de

ansiedad del sujeto. Dichos procesos cognitivos aparecen entre el reconocimiento que hace el

sujeto de una señal aversiva y la respuesta de ansiedad que emite el mismo. En otras palabras, lo

que el enfoque cognitivo-conductual afirma es que, el individuo va a percibir la situación, la va a

valorar y evaluar con ayuda de los procesos cognitivos que son el aspecto clave, dependiendo de

esos aspectos personales y subjetivos de cada individuo la situación puede llegar a ser

amenazante o no para cada persona y en ese momento es cuando dependiendo del significado e

interpretación individual que el sujeto tenga sobre la situación, emite una respuesta de ansiedad o

por el contrario no lo hace. De manera general los factores cognitivos como componentes

centrales de este enfoque hacen referencia a pensamientos, ideas, creencias e imágenes de cada

individuo.

En relación con los principios de este enfoque y lo mencionado anteriormente, desde la

posición de Bandura (1977) la ansiedad es un estado subjetivo producto de la evaluación y

reevaluación de estímulos internos y externos, en donde el resultado de esa evaluación determina

la intensidad y persistencia de la experiencia emocional ansiosa. Además, las acciones que se

ponen en marcha ante las situaciones que generan ansiedad están reguladas por las expectativas

del sujeto, en donde distingue entre expectativas de autoeficacia y expectativas de resultado. Las

primeras se refieren a las creencias sobre la propia capacidad para llevar a cabo ciertas conductas
29

de forma exitosa, y las segundas, a las estimaciones sobre el resultado que podían provocar

determinadas reacciones. De manera general, este autor reafirma el papel tan importante que

juega el aspecto cognitivo de cada individuo en el ámbito de la ansiedad humana.

De la misma forma, Lazarus y Folkman (1984) plantean que la respuesta emocional y

conductual de un individuo ante una situación desencadenante se explica por la valoración

cognitiva de la situación, las conductas requeridas para lograr ciertos resultados y los recursos de

afrontamiento con los que cuenta. El aspecto sobre los recursos de afrontamiento reafirma el

planteamiento central de este estudio, en donde se percibe una gran influencia de las estrategias

de afrontamiento emocional con la que los universitarios cuenten para hacer frente a la situación

actual de pandemia que les genera síntomas y signos ansiosos. De acuerdo con esos autores es

posible confirmar que existe una relación entre las dos variables de este estudio y que es un

aspecto ya estudiado y fundamentado teóricamente.

Se debe agregar que, en la misma línea de enfoque teórico cognitivo-conductual se dio

uno de los aportes más completos a la explicación y descripción multidimensional de la

ansiedad. Ya no solo se explicaba la ansiedad como algo subjetivo o como una simple respuesta

objetiva, sino que, con base en Clark y Beck (2012) y su modelo cognitivo de la ansiedad, la

máxima que se hizo presente en la comprensión de la ansiedad y que es una de las que más se

utiliza y toma en cuenta hasta la actualidad, es la que menciona que “el modo en que pienso

afecta sobre el modo en que siento”. A partir de esta premisa la ansiedad es un sistema complejo

de respuesta tanto conductual, fisiológica, afectiva y cognitiva que se activa al anticipar sucesos

o circunstancias percibidas como acontecimientos imprevisibles, incontrolables que

potencialmente pueden amenazar los intereses vitales de un individuo.


30

Dichos autores, plantearon un modelo de respuesta de ansiedad que consta de un sistema

de procesamiento de la información que realiza cada individuo y que consta de dos procesos. El

primer proceso denominado valoración primaria de amenaza, se realiza de forma automática

para evaluar rápida y eficientemente el potencial de amenaza de un estímulo, en donde se hace

hincapié que, en los trastornos de ansiedad existe una sobrevaloración de la probabilidad de que

ocurra el daño y una sobreestimación de la severidad de este. El segundo proceso, es el de la

reevaluación secundaria, este ya es un proceso estratégico, controlado y elaborativo de la

información recabada a diferencia del primero que es automático. Aun así, en los trastornos de

ansiedad evidenciaron una dificultad para percibir los aspectos seguros de las situaciones de

peligro y la tendencia a subestimar las capacidades de afrontamiento, es decir, las expectativas de

cada individuo sobre ser capaz o no de lidiar con la amenaza, influyen en la intensidad y

mantenimiento de la ansiedad.

Añádase a este tema sobre el modelo cognitivo de la ansiedad de estos dos autores, un

aspecto relevante como lo son los principios básicos que los mismos establecieron sobre la

ansiedad. Dichos principios del modelo se dividen en los 8 siguientes:

-Valoraciones exageradas de la amenaza: explica que la ansiedad se caracteriza por una

atención del sujeto altamente selectiva hacia el riesgo, amenaza o peligro personal, se percibe

mayormente la posibilidad de que se obtenga un impacto negativo en la persona.

-Mayor indefensión: es la subestimación de la propia capacidad para afrontar las

amenazas percibidas. La ansiedad conlleva a los individuos a evaluar imprecisamente los

recursos propios.
31

-Procesamiento inhibido de la información relativa a la seguridad: en los estados de

ansiedad se restringen las señales de seguridad de la situación, por ello se percibe en mayor

medida la parte de peligro de la situación.

-Deterioro del pensamiento reflexivo o constructivo: el acceso al pensamiento racional y

lógico es difícil, por esa razón se dificulta la reducción de la ansiedad.

-Procesamiento automático y estratégico: la ansiedad es una mezcla entre procesamientos

cognitivos automáticos y estratégicos que tienen que ver con la cualidad incontrolable e

involuntaria de la ansiedad.

-Procesos auto-perpetuantes: la ansiedad lleva a un círculo vicioso en el que los sujetos se

centran en sí mismos, sus señales y síntomas ansiosos lo que conlleva a la intensificación de la

angustia subjetiva.

-Primacía cognitiva: la valoración cognitiva de la amenaza se puede generalizar y se

malinterpretan como amenazantes estímulos, lo que pone en marcha inapropiadamente aspectos

fisiológicos y conductuales para manejar dichas amenazas.

-Vulnerabilidad cognitiva hacia la amenaza: los esquemas (creencias de vulnerabilidad

personal) aumenta la susceptibilidad hacia la ansiedad.

Finalmente, como resultado de décadas de teorización e investigación la

conceptualización de la ansiedad como constructo unidimensional ha resultado ineficaz e

inapropiada y ha evolucionado hacia una multiplicidad de dimensiones como se vio en las

últimos enfoques. Es por ello por lo que, a la hora de abordar la ansiedad, se hace imperioso

adoptar un modelo actualizado que tome en cuenta el legado de los diversos enfoques teóricos

mencionados y proponga algún aspecto innovador que enriquezca su conocimiento.


32

1.3. Ansiedad como emoción normal y ansiedad patológica

Acerca de la dificultad tan marcada desde los inicios de la conceptualización de la

ansiedad y la confusión en los individuos al momento de determinar si lo que les sucede en el

aspecto ansioso es normal o no lo es, Sempere et al (2017) enfatiza que cierto grado de ansiedad

es necesario para la vida y la supervivencia del ser humano, pues la ansiedad, estado emotivo y

respuesta que surge cuando uno se está expuesto a situaciones que impliquen peligro o amenaza,

es una experiencia universal y cotidiana para todo ser humano, sin embargo, cuando pierde su

función de adaptación al medio por la continuidad de las respuestas o la excesiva intensidad de

las mismas, no se logra establecer el equilibrio entre el sujeto y los estímulos y es ahí cuando

deja de ser beneficiosa y se convierte en un problema e incluso en enfermedad que suele

deteriorar la vida de la persona requiriendo atención especializada.

1.3.1.Ansiedad normal

La ansiedad normal, como plantea Martínez y Pérez (2014) funciona como un sistema de

alarma que alerta al individuo ante posibles situaciones de peligro normalmente relacionadas con

la incertidumbre, es una condición humana desarrollada evolutivamente que brinda ventajas

sobre las otras especies. Es una respuesta emocional que se activa al momento de la evaluación

de diversas situaciones que se le presentan al individuo, permite al sujeto analizar información

relevante sobre la situación, los recursos y el resultado esperado, para estratégicamente actuar en

consecuencia. Posee una función eminentemente adaptativa cuya finalidad es guiar el

comportamiento para lidiar con circunstancias anticipadas como aversivas o difíciles. En

intensidad moderada impulsa y mejora el desempeño físico e intelectual, hace que el sujeto se

movilice para la resolución de problemas y favorece la adaptación en contextos novedosas o


33

aversivos, en general, cuando se mantiene en niveles equilibrados resulta beneficiosa, pues ayuda

a afrontar los retos que se presentan en la vida diaria.

1.3.2.Ansiedad patológica

En lo que toca a la ansiedad como patología, cuando esta se vuelve patológica dan lugar a

limitaciones en la vida personal, social o laboral de las personas dificultando la adaptación al

medio en que viven. Como lo hace notar Días (2019) muchas veces la diferenciación entre la

ansiedad normal y la ansiedad patológica se hace relativamente complicada, por ello, lo más

importante sería saber hasta qué punto las reacciones de ansiedad significan verdaderamente un

problema en la vida de las personas que impide el desarrollo normal de sus actividades. Además,

cuando esa respuesta emocional adaptativa se intensifica, su frecuencia aumenta y su duración se

alarga por hasta 6 meses o más, se considera ya un foco de alerta para considerarlo ansiedad

patológica y la necesidad de realizar una evaluación clínica para determinar si se clasifica en

algunos de los TA presentes en el DSM-5 como por ejemplo, trastorno de ansiedad social, de

pánico, ansiedad generalizada etc., que en esta ocasión y con base en los objetivos de este

estudio no se desea detectar y determinar dichos TA, sino, centrarse en evaluar los niveles de

ansiedad rasgo-estado, tema del cual ya se habló anteriormente.

1.4.Sistemas de respuesta de la ansiedad

Otro punto son las respuestas a la ansiedad, es importante explicar después de la

descripción entre la ansiedad normal y la patológica que, las características clínicas de los TA

son las mismas de la ansiedad no patológica, diferenciándose únicamente en cuanto a duración y

gravedad como ya se hizo notar anteriormente. Referente a dichas características, Bustamante

(2013) destaca que la ansiedad no es un fenómeno unitario, pues como toda emoción implica tres
34

componentes, modos o sistemas de respuestas, el subjetivo(cognitivo), fisiológico(somático), y

motor (conductual) tal y como se explican a continuación:

-Sistema subjetivo-cognitivo: se relaciona con la experiencia interna, experimentándose

subjetivamente como un estado emocional desagradable a través del miedo, preocupación,

incertidumbre, pensamientos intrusivos.

-Sistema fisiológico-somático: son todas las alteraciones biológicas que se activan ante la

ansiedad como sudoración, temblor, tensión muscular, aceleración cardiaca y respiratoria,

vómito.

-Sistema motor-conductual: son todos los componentes observables de la conducta,

llanto, respuestas de escape o evitación, consumo de sustancias tóxicas, paralización motora o

movimientos repetitivos.

1.5.Factores de vulnerabilidad para el desarrollo de la ansiedad

El siguiente punto le corresponde al tema de los factores que se relacionan o que tienen

un papel importante sobre la posibilidad de experimentar ansiedad, esas posibles causas para

vivenciar estados ansiosos o llegar a ser una persona con predisposición ansiosa y fácilmente

caer en episodios emocionalmente ansiosos.

Con respecto a esos aspectos causantes de la ansiedad, varios autores han teorizado

posibles grupos de factores desde genéticos hasta situacionales, tal es el caso de Navas y Vargas

(2012) quienes manifiestan que existen 4 diferentes tipos de factores que pueden llevar a los

individuos hacia la ansiedad, dichos factores se componen de la siguiente manera:

-Factores biológicos: los factores genéticos son importantes en la predisposición de la

ansiedad y sus trastornos, a través de la herencia no se hereda un trastorno específico, sino, la

vulnerabilidad a padecer determinado tipo de trastorno.


35

-Factores psicosociales: los estresores psicosociales (interpersonal, laboral,

socioeconómico, escolar etc.) juegan un papel muy importante en muchos de los TA, como

factores precipitantes, agravantes o causales.

-Factores traumáticos: enfrentar acontecimientos traumáticos fuera del rango de la

experiencia humana normal (accidentes graves, desastres, violaciones, torturas, etc.) suele

provocar serios daños biológicos cerebrales que se asocian a síntomas graves de ansiedad.

-Factores cognitivos y conductuales: algunos patrones cognitivos distorsionados (sistema

de pensamientos negativos) preceden a conductas desadaptadas y trastornos emocionales. La

ansiedad se presenta por una sobrevaloración amenazante de los estímulos y una infravaloración

de sus potenciales personales.

También, una división más sobre los factores de vulnerabilidad ante la ansiedad es la que

consta de 3 tipos de factores, el primero se denomina vulnerabilidad biológica generalizada y

tiene que ver con los factores genéticos al igual que el anterior autor lo estableció. El segundo

factor se llama vulnerabilidad psicológica generalizada y esta es resultante de las experiencias

de los primeros años de vida, el tipo de relaciones en las que se vive en la infancia etc. Por

último, está el factor de vulnerabilidad psicológica específica la cual se relaciona con la

presencia de eventos o circunstancias particulares (Barlow, 2002, como se citó en Bados, 2015).

En cuanto a este último factor cabe mencionar que, esta sociedad incorpora nuevos estímulos y

situaciones potenciales de ansiedad, como puede ser nuevas enfermedades incurables, la

incertidumbre sobre el futuro del mundo, las crisis políticas, sociales y económicas, y otras

amenazas que son experimentadas constantemente por cada individuo en el mundo actual.
36

2.Afrontamienito

A través del tiempo, se ha intentado comprender el proceso por el cual atraviesa el ser

humano al momento en que se ve inmerso en situaciones nuevas en su vida, repentinas y que son

desbordantes. Diariamente los sujetos se encuentran en una constante toma de decisiones ante

todas estas situaciones de conflicto y dichas decisiones traen consigo una respuesta de

enfrentamiento que les permite a las personas adaptarse o por lo menos actuar ante la nueva

situación, esta respuesta se denomina estrategiaa de afrontamiento. Por tanto, las personas hacen

frente a un sin número de acontecimientos que requieren de distintos tipos de respuestas, y los

recursos que presenta cada sujeto influyen en la resolución de lo que acontece y la manera en la

que emocionalmente se están viendo afectados por tal suceso.

Ahora bien, dichas estrategias de afrontamiento, que de acuerdo con Mestres et al (2012)

cumplen el rol de intermediario entre esos fenómenos y experiencias desbordantes y la manera

en la que los sujetos perciben, afrontan dicha situación y logran adaptarse. Es así como el

afrontamiento conforma un fenómeno altamente estudiado en la psicología, siendo una

importante variable intermediaria de la adaptación de la persona ante acontecimientos

significativamente estresantes y hoy en día este estudio se ha encaminado hacia dos objetivos: en

primer lugar, a desarrollar tipologías que ayuden a clasificarlas, y en segundo lugar, analizar la

relación que tiene con las emociones, la manera en la que ayuda a gestionarlas y con la conducta,

es decir, la manera en que se reacciona o se actúa ante determinadas situaciones.

Sobre el recorrido en el estudio del afrontamiento, este fue inicialmente abordado desde

el modelo médico en los años 30’s y 40´s desde el concepto de la supervivencia, en donde se

planteaba que esta dependía de la habilidad que el ser humano tenía para impedir, escapar y

dominar a los agentes nocivos de su entorno. Después, el psicoanálisis hacía referencia a


37

estrategias que iban desde mecanismos primitivos, los cuales producen una distorsión de la

realidad, hasta mecanismos más evolucionados, ambos agrupados en lo que se conoce como

mecanismos de defensa para hacer frente a las demandas externas e internas en la vida de los

sujetos.

Por otra parte, de una manera más actualizada sobre el estudio del afrontamiento Selye

(1950) refiere las orientaciones iniciales hablaban sobre que las situaciones estresantes se

presentaban por igual y no se tomaba en cuenta aspectos más personales y diferenciales de cada

individuo, pero después se observó que, ante un hecho similar, las personas actúan y afrontan de

manera distinta. Por consiguiente, las investigaciones posteriores se centraron en explicar por

qué unas personas logran afrontar de mejor manera los eventos estresantes que otras, tal es el

caso del modelo de la psicología cognitiva en donde la propuesta con más realce hasta la

actualidad es la de Lazarus y Folkman quienes proponen que “el afrontamiento son aquellos

esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para operar

las demandas específicas externas o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes

de los recursos del individuo” (1984, p. 164).

2.1.Modelo teórico sobre el proceso del afrontamiento

El afrontamiento es en sí un proceso que conlleva ciertas fases para llegar a ponerlo en

práctica y que se obtengan resultados adaptativos o no. Tal y como se mencionó en el apartado

anterior, Lazarus y Folkman fueron quienes desarrollaron mayormente dicho proceso y lo

describieron a mayor profundidad. Se dice que el modelo de estos dos autores es el mas relevante

en la actualidad debido a que su perspectiva teórica se centra en las variables cognitivas que

intervienen en el afrontamiento. Es por esta razón qué, se le da tanta credibilidad a esta teoría y
38

explicación puesto que la revolución cognitiva hasta el día de hoy es una de las perspectivas más

confiables para la explicación de temas y aspectos sobre la psicología del ser humano.

Retomando el tema del modelo teórico sobre el proceso del afrontamiento, este se activa

como una respuesta por parte del sujeto al momento en el que se le presenta una situación

estresante o alguna amenaza. A juicio de Moran et al (2010) todo comienza en el contexto de una

situación específica o una condición que da lugar a la valoración del proceso de afrontamiento

que hace referencia al proceso evaluativo que la persona realiza. En primer lugar, se realiza la

evaluación primaria en donde el sujeto juzga si la situación es irrelevante o estresante, si

implica amenaza, desafío, pérdida o daño hacia su persona. En segundo lugar, la evaluación

secundaria en donde la persona evalúa los recursos y las estrategias de afrontamiento con las que

cuenta, además de la posible eficacia de aplicarlas y las consecuencias de su utilización.

Por tanto, a partir de esa serie de pasos que se sigue para evaluar lo qué está sucediendo y

qué tan capaz se considera la persona para hacerle frente al hecho, se emite una respuesta

emocional con características e intensidades diferentes en cada persona. A continuación, se

ponen en marcha las estrategias de afrontamiento que el mismo sujeto identificó en la evaluación

secundaria. Por último, en caso de que el proceso de afrontamiento se dé de manera efectiva las

emociones negativas o displacenteras se reducirán, pero si el proceso no se da de manera positiva

dichas emociones ganarán la batalla en ese intento de afrontarlas.

2.2.Estilos de afrontamiento

Al lado de el tema del proceso de afrontamiento, se encuentra el de los estilos de

afrontamiento que comúnmente se confunden con las estrategias las cuales, aunque no son muy

diferentes hay que entender que una le sigue a la otra y no significan los mimos. En otras

palabras, los estilos de afrontamiento hacen referencia a aquellas predisposiciones o preferencias


39

personales con las que se hace frente a diversas situaciones y estos estilos son los que

condicionan qué tipos de estrategias de afrontamiento selecciona cada persona comúnmente para

afrontar condiciones de su diario vivir. Con base en Vázquez Valverde et al (2003) son 4 los

tipos de estilos de afrontamiento que el autor presenta en las siguientes agrupaciones:

-Personas evitativas: hay personas que tienen una tendencia evitadora (o minimizadora)

de las situaciones o eventos que se les presentan. El estilo evitativo es más útil para sucesos

amenazantes a corto plazo y suele ser ineficaz para afrontar circunstancias vitales diarias que son

continuas ya que se la persona se mantendría en una constante evitación.

-Personas confrontativas: aquellas que tienden a utilizar un estilo más confrontativo (o

vigilante) en donde buscan información sobre el hecho o toman una acción directa ante cualquier

problema. El estilo vigilante es más efectivo cuando existe un suceso amenazante que se repite o

que persiste a lo largo del tiempo ya que la persona constantemente está en alerta para afrontar.

-Catarsis: son esos sujetos que al expresar y comunicar sus preocupaciones y emociones

con los demás favorecen su afrontamiento ya que se recibe información, apoyo afectivo, fuerza a

pensar mejor sobre lo que nos preocupa etc. Los sujetos de este estilo les favorece el no sostener

la situación agobiante reprimida.

-Uso de estrategias múltiples: tiene que ver con aquellas personas que ante sus

situaciones difíciles pongan en marcha una variedad de estrategias de modo flexible y les sean

útiles.

2.3.Estrategias de afrontamiento

La otra parte importante que conforma el afrontamiento además del proceso y de los

estilos tiene que ver con las estrategias de afrontamiento. En general, son las acciones concretas

y específicas que la personas llevan a cabo para afrontar demandas internas o externas como
40

retos, situaciones de conflicto y las emociones que estas desencadenan. Dependiendo las

estrategias de afrontamiento que los sujetos empleen ante situaciones estresantes, se obtendrá un

modo funcional o disfuncional de afrontar los conflictos Viñas Poch (2015).

Anteriormente ya se había citado a Lazarus y Folkman, pues estos dos autores son los

más utilizados para dar una explicación sobre todo lo que tiene que ver con afrontamiento y en

este caso, las estrategias de afrontamiento también forman parte de su teoría. Dichos autores

dividieron las estrategias en dos grupos, el primero tiene que ver con las estrategias centradas en

el problema y el segundo con las centradas en la emoción.

Específicamente, las estrategias centradas en el problema son aquellas directamente

dirigidas a manejar o alterar el problema que está causando el malestar, su función es la

resolución de problemas, modificando las circunstancias problemáticas o aportando recursos que

disminuyan el efecto aversivo de las condiciones ambientales. Por otro lado, las estrategias

centradas en la emoción tienen como función la regulación emocional. Son los esfuerzos por

modificar el malestar y manejar los estados emocionales como consecuencia del acontecimiento

estresante.

Para ejemplificar, se presenta el listado de las estrategias de afrontamiento que se evalúan

en la Escala de Modos de Afrontamiento de los ya mencionados autores principales. Esta escala

consta de ocho estrategias diferentes en donde las dos primeras se centran en la solución del

problema, las cinco siguientes en la regulación emocional y la última se focaliza en ambas áreas:

1-Confrontación: intentos de solucionar directamente la situación mediante acciones

directas, agresivas, o potencialmente arriesgadas. . Sugiere también un cierto grado de hostilidad

y riesgo.
41

2-Planificación: pensar y desarrollar estrategias para solucionar el problema. Describe los

esfuerzos deliberados y centrados en el problema para alterar la situación, unido a la

aproximación analítica para resolver el problema.

3-Distanciamiento: intentos de apartarse del problema, no pensar en él, o evitar que le

afecte a uno.

4-Autocontrol: esfuerzos para controlar los propios sentimientos y respuestas

emocionales, por tal razón se considera un modo de afrontamiento activo.

5-Aceptación de responsabilidad: reconocer el papel que uno haya tenido en el origen o

mantenimiento del problema. Comúnmente se señala como “hacerse cargo”.

6-Escape-evitación: empleo de un pensamiento irreal improductivo (p. ej., «Ojalá hubiese

desaparecido esta situación») o de estrategias como comer, beber, usar drogas o tomar

medicamentos. Apunta a desconocer el problema.

7-Reevaluación positiva: percibir los posibles aspectos positivos que tenga o haya tenido

la situación estresante. Describe los esfuerzos para crear un significado positivo y centrarse en el

desarrollo personal.

8-Búsqueda de apoyo social: acudir a otras personas (amigos, familiares, etc.) para buscar

ayuda, información o también comprensión y apoyo emocional.

Dado que el estudio sobre el afrontamiento siguió a través de los años algunos otros

autores han agrandado el numero de estrategias de afrontamiento, algunas iguales o dentro de las

ya descritas anteriormente y otras un poco distintas, tal es el caso de Carver et al (1989) quienes

revelan un grupo más de estrategias a parte de las centradas en el problema y en las emociones

ellos hablan sobre afrontamiento evitativo. En conjunto son 13 las estrategias desde la

perspectiva de estos autores que se dividen de la siguiente manera en sus grupos:


42

-Estrategias centradas en el problema: afrontamiento activo, planificación, supresión de

actividades en competencia, afrontamiento con moderación, búsqueda de apoyo social

instrumental.

Estrategias centradas en la emoción: búsqueda de apoyo social emocional,

reinterpretación positiva, aceptación, negación, volverse hacia la religión.

Estrategias de afrontamiento evitativo o menos útiles: autodistracción o desentendimiento

cognitivo-conductual, consumo de drogas.

Para concluir, es de gran importancia mencionar que, las estrategias de afrontamiento

pueden resultar activas adaptativas y pasivas desadaptativas, es decir, aquellas estrategias en las

que se busca encontrar soluciones ayudan a adaptarse más fácilmente y tienen funcionalidad a

largo plazo, por el contrario, aquellas en las que no existe enfrentamiento, se posterga o se evita

llevan al sujeto a momentáneamente sentirse bien, pero la emoción y el problema se mantienen a

largo plazo (Girdano y Everly, 1986, como se citó en Alcoser, 2012).

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