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El año pasado, por esta época, conceptos como “confinamientos”, “uso obligatorio de

mascarillas” y “distanciamiento social” eran desconocidos para la mayoría de


nosotros. Hoy forman parte de nuestro vocabulario habitual mientras la pandemia de
COVID-19 sigue afectando todos los aspectos de nuestras vidas.
La desaceleración económica provocada por la pandemia ha tenido un profundo
impacto en las empresas y los empleos.  En todo el mundo, las empresas —sobre todo
las microempresas y las pequeñas y medianas empresas de los países en desarrollo—
se encuentran sometidas a una intensa presión, dado que más de la mitad de ellas
están en mora o probablemente lo estarán dentro de poco tiempo. Para entender la
presión que la COVID-19 está ejerciendo sobre las empresas y los ajustes que estas se
ven obligadas a realizar, el Banco Mundial y sus asociados han estado realizando
encuestas de pulso empresarial relativas a la COVID-19 en asociación con los
Gobiernos de los países clientes.
La pandemia del SARS-Cov-2 (COVID-19) superó a 10 veces más la propagación
del virus que el SARS-Cov-1 del 2002. Una gran recesión económica trajo consigo la
pandemia que se sumo a la crisis económica del 2019, colapso los sistemas públicos y
privados de países desarrollados que subestimaron la agresividad del agente viral,
como Italia y España, resultando en 372.756 casos confirmados y 16231 muertes
(4.3% de casos totales) a nivel global. Países como Singapur y Taiwán, desarrollaron
sus protocolos con la epidemia del SARSCov-1, y demostraron al mundo como ser
eficiente a una amenaza biológica mundial. En la actualidad sus estrategias
permitieron aplanar la curva de propagación viral del COVID-19, y fueron referentes
mundiales para afrontar la pandemia localmente. Sin embargo, China Continental, sin
quedarse al margen, compite con EE.UU. por el poder económico y político de las
regiones y actualmente por el descubrimiento de la vacuna contra el COVID-19.
El brote de COVID-19 en América del Sur ha afectado fuertemente la situación de las
personas migrantes y refugiadas de Venezuela. Colombia y Perú divulgaron su primer
caso confirmado el mismo día: 6 de marzo. Ambos países adoptaron medidas
preventivas poco después. El 15 de marzo, el gobierno de Perú declaró el estado de
emergencia, cerró sus fronteras e impuso el aislamiento obligatorio para toda la
población a partir del día siguiente. Colombia cerró su frontera con Venezuela el 14
de marzo y otros cruces fronterizos poco después, y declaró una cuarentena nacional
obligatoria que comenzó el 25 de marzo. Los actores humanitarios en la región han
estado trabajando para adaptar sus actividades a la situación actual y los datos
recogidos en esta encuesta tienen el objetivo de informar su trabajo.
Como se señaló claramente en la edición de junio del informe Perspectivas
económicas mundiales: “La COVID-19 ha desatado una crisis mundial sin
precedentes, una crisis sanitaria mundial que, además de generar un enorme costo
humano, está llevando a la recesión mundial más profunda desde la Segunda
Guerra Mundial”.
Un nuevo virus recorre el mundo: el covid-19. Cerrábamos el editorial del número de
abril de 2020 con estas palabras: “Si no remite pronto, muchos de los análisis de este
número que hacen referencia al estancamiento de la economía, a los flujos
migratorios, al cierre de fronteras, a la xenofobia y a la antiglobalización se quedarán
cortos en sus peores previsiones. Confiemos en que no se llegue a este punto”.

Se ha llegado a este punto y algo más. En palabras de Carissa Etienne, Directora de la


Organización Panamericana de la Salud (OPS), pronunciadas el 26 de mayo de 2020,
“Latinoamérica superó a Europa y a Estados Unidos en el número diario declarado de
infecciones por coronavirus, y sospechamos que las cifras son incluso más altas […].
No hay duda: nuestra región se ha convertido en el epicentro de la pandemia de
covid-19”.

Cuando se decretó el estado de alarma en Venezuela, como medida para


enfrentar la pandemia, en lo social el país sufría las consecuencias de una
emergencia humanitaria completa, generando la crisis migratoria más grave de
la región en los últimos años, mientras que en lo político se había dejado de
funcionar como una democracia. Durante los primeros 6 meses de estado de
alarma los grupos que más sufrieron detenciones arbitrarias (políticos,
periodistas y personal médico) eran quienes denunciaban las limitaciones para
garantizar la salud de los venezolanos. La represión surtió efecto: Lo que debía
conversarse públicamente, la realidad del Covid-19 entre nosotros, pasó a
discutirse con precauciones de manera privada. Mientras el resto del planeta
discute cómo debería ser un mundo post- pandemia, bajo la revolución
bolivariana ese tipo de proyecciones constituyen un interés clandestino.
Los estados más afectados por la inseguridad alimentaria y la desnutrición
fueron Amazonas, Delta Amacuro, toda la región llanera, Zulia, Trujillo,
Mérida y Anzoátegui.
La pandemia de COVID-19 en Venezuela se refiere al brote epidémico de COVID-
19 en Wuhan extendido al nivel de pandemia que afectó a Venezuela a partir del 13
de marzo de 2020 con los primeros casos confirmados. 2 La pandemia de COVID-
19 trajo diferentes consecuencias en Venezuela, que afectaron al sector salud,
económico, político y social del país, entre ellas se encuentra la cuarentena impuesta
por el gobierno a partir del 16 de marzo de 2020 y alargada por varios meses, 5678 y a
partir del 1 de junio de 2020 bajo complejos esquemas de flexibilización y
restricciones en función del alza en la cifra de infectados.9101112 La respuesta del
gobierno venezolano ante la pandemia ha sido catalogada por sus opositores como
«un plan para obtener más poder y control social».1314151617
Durante el año 2020 se produjo la cooperación técnica en salud de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS),
cuyos avances se exponen en su informe anual, respecto a dicha cooperación, su
representante Paolo Balladelli refirió que "en el marco de una importante polarización
política en el país, la OPS/OMS propició la firma de un acuerdo el 1 de junio de
2020, entre el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) y los asesores en
salud de la Asamblea Nacional. Este acuerdo permitió anudar el diálogo político entre
las partes con el propósito de implementar una respuesta de salud a la pandemia de
COVID-19, enfocada en proveer medios de bioseguridad para el personal de salud,
materiales médicos, quirúrgicos y medicamentos en los hospitales y en mejorar el
acceso de la población a las pruebas de diagnóstico de COVID-19.
La administración del presidente Nicolás Maduro anunció que hasta el 24 de junio
de 2021, se había confirmado 265 642 casos y 3023 fallecidos. El lugar más afectado
por la epidemia es Distrito Capital, con 42 483 casos positivos para el 24 de junio de
2021. Hasta la fecha todas las entidades federales presentan casos positivos. Según
data gubernamental para el 30 de marzo de 2021 se han reportado 3 179 034 pruebas
rápidas y PCR de COVID-19 en total, lo que representa 105 968 pruebas por millón
de habitantes. No obstante, las medidas tomadas por Nicolás Maduro, fueron
denominadas como un «ensayo de mayor control social, falsa estabilidad política en
una economía profundamente deprimida». Además, HRW y la Universidad Johns
Hopkins dijeron «que las cifras, (…) son sumamente absurdas y no creíbles. La Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet,
ha criticado la «falta de transparencia» en la cifras proporcionadas.
Entre lo alusivo a los contagios, se detectó un caso que tenía síntomas desde el 29 de
febrero.1 El 26 de marzo se dio a conocer el primer deceso por el COVID-19. 31 A
mitad de mayo de 2020, se evidencia un gran aumento de las cifras diarias de casos
en Venezuela. Esta situación fue advertida en su momento por la Academia de
Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela que publicó un artículo
científico sobre los posibles escenarios del trayecto del COVID-19 para ese mes en el
país,3233 semanas después se radicalizó la cuarentena en 9 estados de Venezuela y el
Distrito Capital, debido al elevado número de casos y focos de contagio en dichas
entidades federales.34 En octubre de 2020, lotes de vacunas contra el
coronavirus llegan de Rusia y China para ser experimentadas en Venezuela. Médicos
Unidos de Venezuela alertó de que desconocía el protocolo para su aplicación.
En el caso de Caracas se activó un plan de reducción conducido por una organización
llamada Médicos Sin Fronteras La organización médico humanitaria ha estado
apoyando al Hospital Jesús Yerena de Lídice en Caracas desde mayo de 2021 en la
atención de pacientes con COVID-19. Este apoyo se ha realizado con el objetivo de
reforzar la atención médica de calidad, fortalecer los protocolos e implementar los
circuitos adecuados, rehabilitar la infraestructura y aumentar la capacidad de
atención. Una vez alcanzados los objetivos principales, ante la disminución de casos
de COVID-19 y visto el avance de la inmunización en Venezuela, Médicos Sin
Fronteras (MSF), junto con las autoridades del hospital, ha decidido iniciar un plan de
reducción de las actividades para finalizar con el traspaso de las mismas a finales del
mes de marzo.
En el hospital del lidice los muertos por covid-19 eran trasladados a la morgue del
centro de salud en la ambulancia que usan también los pacientes, esto debido a que el
ascensor no funciona y las cavas no quedan cerca del área.
Esta colaboración ha incluido diversas mejoras en la infraestructura hospitalaria,
la formación del personal y el diseño de rutas de atención que mantengan
la bioseguridad tanto de los pacientes, familiares y el personal del hospital. Están
habilitadas zonas de tamizaje, triaje y una de hospitalización con 35 camas que
cumplen con todos los estándares sanitarios necesarios.

Esta colaboración ha incluido diversas mejoras en la infraestructura hospitalaria,


la formación del personal y el diseño de rutas de atención que mantengan
la bioseguridad tanto de los pacientes, familiares y el personal del hospital. Están
habilitadas zonas de tamizaje, triaje y una de hospitalización con 35 camas que
cumplen con todos los estándares sanitarios necesarios.

Un equipo de 79 personas de MSF y 276 del hospital Lídice, entre médicos,
enfermeras, camilleros, radiólogos, especialistas en biomedicina, especialistas en
logística, psicólogos, trabajadores sociales, técnicos y personal de mantenimiento y
seguridad, trabajan en conjunto para brindar atención integral a las personas que
acuden al hospital con síntomas de COVID-19. La salud mental ha sido parte
fundamental dentro de las operaciones que MSF lleva adelante en sus proyectos
relacionados al COVID-19, en un servicio que se ofrece tanto a pacientes y sus
familiares como a los propios equipos humanos del centro.

Hasta del 23 de enero de 2022 (últimas cifras analizadas), se han realizado en el


circuito de COVID-19 del hospital 10.625 consultas de triaje respiratorio, se
han hospitalizado a 454 personas y sensibilizado a 14.709 a través de promoción a la
salud. Asímismo, se han realizado 1.587 consultas de salud mental y 399 referencias
para traslados de pacientes.

Las actividades en el hospital Jesús Yerena de Lídice se están realizando con total
normalidad, respondiendo a las necesidades de las personas que asisten. El hospital
cuenta con dos plantas eléctricas, un sistema de tanques de almacenamiento de agua y
un sistema de oxígeno para garantizar el suministro a los pacientes hospitalizados.
República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación

U.E.N “Perú de Lacroix”

Impacto que genero el covid-19 en Venezuela. Organización que

Apoyo al sector de lidice en el área del covid-19-

Profesor: Alumnos:

Freiderly Méndez
Ambar Collins
Dayeini Gascón
Joseph Toro

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