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DEDICATORIA

A Ti divino Dios que me diriges


por el mejor camino de mi vida y
me das fortaleza y sabiduría para
ser mejor cada día.

A mi s padres po r el gran esfuerzo qu e hacen


cada día por mí con el sueño que ellos tienen de
verme realizada profesionalmente.

1
PRESENTACIÓN

Estimada profesor:

En cumplimiento a los lineamientos de su digno curso, siendo uno de


los puntos principales la realización de un trabajo monográfico; en este
caso titulado ―El Conductismo” , lo presento a vuestra consideración.

En este informe he plasmado las informaciones recopiladas en los


diferentes libros, revistas, etc, respecto al tema que corresponde y de esta
manera para poder realizar una mejor intervención pre profesional.

Siendo así, espero cubrir las expectativas planteadas para el


desarrollo del curso, poniendo a su disposición este informe para su
respectiva evaluación y correcciones necesarias las cuales enriquecerán mi
conocimiento y fortalecerá mi formación profesional.

2
ÍNDICE

DEDICATORIA ................................................................................................... 1
PRESENTACIÓN ............................................................................................... 2
ÍNDICE ............................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 4

CAPÍTULO I: EL CONDUCTISMO
1.1 DEFINICIÓN ................................................................................................
1.2 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.................................................................
1.3 IDEAS PRINCIPALES .................................................................................
1.4 CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES......................................................
1.5 FUNDAMENTOS DEL CONDUCTISMO .....................................................
1.6 ALGUNOS PROBLEMAS ESPECÍFICOS DEL CONDUCTISMO ...............
1.7 ESTADO ACTUAL DEL CONDUCTISMO ........................ ..........................

CAPÍTULO II: PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL CONDUCTISMO


2.1 JOHN WATSON ..........................................................................................
2.2 BURRHUS SKINNER ..................................................................................
2.2.1 Skinner y el ―condicionamiento operante‖ ........................................
2.2.2 Modelado...........................................................................................
2.2.3 Estímulo aversivo ..............................................................................
2.2.4 Modificación de conducta..................................................................
2.3 IVAN PAVLOV .............................................................................................
2.4 EL CONDUCTISMO SEGÚN SKINNER, PAVLOV Y WATSON..................
CONCLUSIONES .................................................................................................
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................
ANEXO ..........................................................................................................

3
INTRODUCCIÓN

El conductismo no es la ciencia del comportamiento humano. Es la filosofía de


esa ciencia. Estas son algunas de las preguntas que plantea: ¿Es realmente
posible tal ciencia? ¿Puede explicar cualquier aspecto del comportamiento
humano? ¿Qué métodos puede emplear? ¿Sus leyes son tan válidas como las
de la física y la biología? ¿Conducirá hacia una tecnología y, en tal caso, qué
papel desempeñará en los asuntos humanos? Es de singular importancia su
relación con tratamientos anteriores del mismo tema. El comportamiento
humano es el rasgo más familiar del mundo en que vive la gente, y respecto de
él se ha dicho más de lo que se dice respecto de cualquier otra cosa; ¿hasta
qué punto lo que se ha dicho vale algo?

Eventualmente, algunas de estas preguntas recibirán respuesta con el éxito o


fracaso de las empresas científica y tecnológica, pero los asuntos actuales ya
han surgido, y ahora se necesitan respuestas provisionales. Muchas personas
inteligentes creen que ya se han encontrado tales respuestas, y que todas ellas
son muy poco prometedoras.

El trabajo monográfico consta de 2 capítulos: El Capítulo I, abarca todo lo


concerniente al conductismo; se ha tratado en lo posible de brindar la
información más importante sin descuidar el fondo del tema. El Capítulo II, trata
acerca de los principales representantes del conductismo, se brinda acá sus
teorías, postulados, ideas, bases teóricas, etc. siendo cautelosa de poner las
ideas fundamentales.

Se finaliza el trabajo, con las conclusiones respectivas, la bibliografía


consultada y un anexo.

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CAPÍTULO I
EL CONDUCTISMO

1.1 DEFINICIÓN
Considerando los aspectos fundamentales que presenta Belanger (1999),
puede entenderse el conductismo como el conjunto de teorías de
aprendizaje desarrolladas a partir de la psicología conductista, que estudia
la conducta del ser humano y busca describir, predecir y manipular dicha
conducta, concentrando su atención en tres fenómenos: la situación, la
respuesta y el organismo.

―El conductismo no es la ciencia del comportamiento humano. Es la


filosofía de esa ciencia‖ (Sobre el conductismo, B. F. Skinner)

1.2 ANTECEDENTES HISTÓRICOS


Cuando a finales del siglo XIX un puñado de científicos alemanes
decidieron estudiar la mente y la conciencia a través del método científico,
asistimos al nacimiento de una nueva ciencia que permitiría medir y
observar lo que se hasta ese entonces se consideraba intangible, someter
al rigor científico elementos como la conciencia, los pensamientos, las
emociones o la personalidad. Este enfoque positivista cruza el Atlántico,
tras recalar previamente en Inglaterra, para asentarse y echar raíces en las
principales universidades de Estados Unidos, donde se fundan los primeros
laboratorios para la ciencia de la psicología en ese país. Y así se llega a la
conducta, casi por accidente. Pero no se puede hablar del estudio de la
conducta sin referirnos al funcionalismo.

La mente es ahora accesible al estudio científico. En un principio todo eran


conjeturas sobre lo inobservable que giraban en torno a la introspección y
experimentos relativos dotados de excesivas dosis de subjetividad. El
funcionalismo plantea una nueva manera de experimentar y buscar
magnitudes aplicables en su afán por determinar cómo funcionan los
procesos de la mente.

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Al método científico alemán se le suma el pragmatismo de la escuela
escocesa a su paso por las islas Británicas. Cuando esta nueva ciencia
llega a suelo norteamericano (en plena fiebre positivista), surge la pregunta
inevitable: ¿Para qué sirve la psicología? ¿Qué aplicación práctica tiene?

En 1913 Watson publica su manifiesto conductista, con un hondo calado


darwinista: función implica adaptación. Todo lo que hacemos supone un
esfuerzo adaptativo al medio. Pero ese esfuerzo ¿es consciente o
inconsciente? ¿Se puede modificar? Así se amplía el objeto de estudio: no
se analiza un órgano, sino una conducta fruto de las decisiones que el
sujeto toma para adaptarse al medio. Cambiemos el sujeto y cambiará el
medio, y viceversa. De la mente a la conducta del sujeto: nace el
conductismo.

1.3 IDEAS PRINCIPALES


En el seno del conductismo hay muchas corrientes, pero a pesar de sus
discrepancias, todas comparten estos cuatro elementos:
El objeto de estudio es la conducta con el fin de explicarla, predecirla y
controlarla, atendiendo a la situación, a la respuesta y al organismo.
El método es exclusivamente empírico descartándose, por consiguiente,
todo indicio de introspección y subjetividad (tan presentes en los albores
de la psicología incluso durante la etapa del laboratorio de Leipzig).
Las tesis plantean la conducta sustentada en tres pilares: la situación, la
respuesta y el organismo.
La psicología entendida (y aceptada) como una ciencia práctica,
aplicada y concreta que persigue la predicción y modificación de la
conducta.
¿Se puede tratar la locura? ¿Es posible reconducir una fobia? ¿Y tratar
el miedo? ¿Se puede incidir en la intención de voto de las personas? ¿Y
vender más jabones? ¿Quién sería el idóneo para el puesto de
sargento? ¿Y de director general? Estas preguntas que hoy en día
encontrarían respuesta hasta en el más lego supusieron, a principios
del siglo XX, un profundo cambio en la concepción de la sociedad.

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1.4 CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES
El conductismo (denominado behaviorismo en la terminología anglosajona)
es un movimiento en la psicología que avoca el uso de procedimientos
estrictamente experimentales para la observación de conductas
(respuestas) con relación al ambiente (estímulo). El conductismo se
desarrolla en los principios del siglo XX por el psicólogo americano John B.
Watson. En ese entonces la psicología era considerada
predominantemente como el estudio de las experiencias internas o
sentimientos a través de métodos subjetivos o introspectivos. Watson no
negaba la existencia de experiencias internas o emociones, pero insistía
que estas experiencias no podían ser estudiadas porque eran imposibles
de observar.

Watson propuso convertir el estudio de la psicología en ciencia utilizando


solo procedimientos objetivos, como experimentos de laboratorio diseñados
para producir resultados estadísticos significativos. El estudio conductivista
lo hizo formular una teoría conocida como estímulo-respuesta. En esta
teoría todas las formas complejas de conducta, tales como emociones y
hábitos, son estudiadas como compuestas por cambios musculares y
glandulares simples, que pueden ser observados y medidos.

En mediados del siglo XX otro psicólogo americano B. F. Skinner desarrolló


una posición conocida como Conductismo Radical o Conductismo Base. Él
estaba de acuerdo con la opinión de Watson de que la psicología es el
estudio de conductas observables en individuos interactuando con el
ambiente. Aunque sostenía que los procesos internos, como los
sentimientos, debían de ser estudiados también a través de los procesos
científicos usuales, con un énfasis en particular en los experimentos
controlados utilizando animales y humanos.

Desde 1950, los psicólogos conductistas han producido una impresionante


cantidad de estudios dirigidos a entender cómo se producen y mantienen
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los diferentes tipos de conductas. Estos estudios han estudiado cuatro
partes en especial:
Las interacciones que preceden una conducta, como los procesos
preceptúales y el periodo de atención que brinde el individuo.
Cambios en la conducta en sí, como la formación de habilidades.
Interacciones que se producen a partir de la conducta como los efectos
de los premios o castigos.
Condiciones que prevalecen a través de los eventos, como el stress
emocional.

Los estudios realizados utilizando los principios conductistas han arrojado


principalmente conocimientos sobre la modificación de la conducta, o
análisis aplicado de la conducta, útiles en especial para la terapia de la
conducta, métodos de enseñanza y entrenamiento, y los efectos de las
drogas en la conducta.

1.5 FUNDAMENTOS DEL CONDUCTISMO


El conductismo, como teoría de aprendizaje, puede remontarse hasta la
época de Aristóteles, quien realizó ensayos de "Memoria" enfocada en las
asociaciones que se hacían entre los eventos como los relámpagos y los
truenos. Otros filósofos que siguieron las ideas de Aristóteles fueron Hobbs
(1650), Hume (1740), Brown (1820), Bain (1855) y Ebbinghause (1885)
(Black, 1995).
La teoría del conductismo se concentra en el estudio de conductas que se
pueden observar y medir (Good y Brophy, 1990). Ve a la mente como una
"caja negra" en el sentido de que la respuestas a estímulos se pueden
observar cuantitativamente ignorando totalmente la posibilidad de todo
proceso que pueda darse en el interior de la mente. Algunas personas
claves en el desarrollo de la teoría conductista incluyen a Pavlov, Watson,
Thorndike y Skinner.

De una forma gráfica se podría representar de la siguiente manera:

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1.6 ALGUNOS PROBLEMAS ESPECÍFICOS DEL CONDUCTISMO
Es dable advertir, pues, que el conductista trabaja como cualquier otro
hombre de ciencia. Su único objeto es reunir hechos tocantes a la conducta
— verificar sus datos — , someterlos al examen de la lógica y de la
matemática (los instrumentos propios de todo científico). Lleva al recién
nacido a su ―nursery‖ experimental y empie za a plantear problemas: ¿qué
hace ahora el niño? ¿Cuál es el estímulo que lo indique a comportarse así?
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Encuentra que el estímulo de los cosquilleos en la mejilla provoca la
respuesta de hacerle volver la boca hacia el lado estimulado. El estímulo
del pezón, la succión. El estímulo de una vara sobre la palma de la mano,
el cierre de la mano; y si se levanta la vara, la suspensión de todo el cuerpo
por ésta y el brazo. Si estimulamos al niño haciendo pasar rápidamente
una sombra delante de sus ojos, no provocaremos su parpadeo hasta que
tenga sesenta y cinco días de vida. Si lo estimulamos con una manzana, un
caramelo o cualquier otro objeto, no hará tentativa alguna de alcanzarlos
hasta aproximadamente los ciento veinte días de existencia. Si a un niño
correctamente criado, cualquiera sea su edad, lo estimulamos con
serpientes, peces, oscuridad, papel encendido, pájaros, gatos, perros,
monos, no conseguimos suscitar el tipo de respuesta que llamamos
―miedo‖ (y a la cual para ser objetivos podríamos designar reacción X), que
se manifiesta en detenimiento de la respiración, rigidez de todo el cuerpo y
desvío de la fuente de estímulo: un correr o gatear para alejarse de ella.

Por otra parte, existen con toda exactitud dos estímulos que
indefectiblemente promueven la respuesta de miedo: un sonido fuerte y la
pérdida de base de sustentación. Ahora bien, por la observación de niños
criados fuera de su ―nursery‖, el conductista sabe que centenares de cosas
despiertan respuestas de miedo, surge pues esta cuestión científica; si al
nacer, únicamente dos estímulos provocan el m iedo, ¿cómo es posible que
esas otras cosas logren producirlo? Adviértase que la pregunta no es de
índole especulativa. Cabe satisfacerla mediante experimentos; los
experimentos son susceptibles de reiterarse, y si la observación original es
correcta se obtendrán iguales resultados en cualquier otro laboratorio. Con
un sencillo ensayo se lo puede comprobar.

Si se muestra una serpiente, un ratón o un perro a una criatura que nunca


haya visto estos objetos ni se la haya atemorizado de otra manera,
empezará a tocarlo apretujando esa o aquella parte. Repítase esta prueba
durante diez días hasta obtener una razonable seguridad de que la criatura
se acercará siempre al perro, que nunca huirá de él (reacción positiva) y de
que éste jamás provocará una respuesta de miedo. En estas condiciones
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se toma una barra de acero a espaldas del niño y se golpea fuertemente.
De inmediato aparecerán las manifestaciones de miedo. Entonces,
pruébese lo siguiente: en el momento en que se le enseña el animal, y
justamente cuando empieza a aproximarse, golpéese de nuevo la barra del
mismo modo. Repítase el experimento tres o cuatro veces. Se manifestará
un cambio novedoso e importante; ahora, el animal provoca la misma
respuesta que la barra de acero — una respuesta de miedo. En el
conductismo denominamos este hecho respuesta emocional condicionada,
una forma de reflejo condicionado.

Los estudios acerca de los reflejos condicionados nos permiten explicar el


temor de la criatura al perro sobre la base de una ciencia completamente
natural, sin apelar a la conciencia ni a ninguno de los denominados
procesos mentales. Un perro se aproxima con rapidez al niño, le salta
encima, lo derriba y al mismo tiempo ladra fuertemente. A menudo, basta
una combinación de esta índole para que la criatura huya del animal
apenas lo vea. Hay muchos otros tipos de respuestas emocionales
condicionadas, como las que se relacionan con el amor, cuando la madre
al acariciar a su niño, al arrullarlo, al estimular sus órganos sexuales
durante el baño, y mediante otras operaciones similares, provoca el abrazo
y el gorjeo como una respuesta original no aprendida. Pronto esta reacción
se torna condicionada. La mera visión de la madre produce la misma clase
de respuesta que el contacto físico real. En la ira tenemos una serie de
hechos análogos. el impedir los movimientos de los miembros del niño,
provoca la respuesta originaría no aprendida que llamamos ―ira‖. No tarda
en ocurrir que la mera presencia de una niñera que lo trate con brusquedad
baste para suscitar un acceso de cólera. Es dable comprobar pues, cuán
relativamente simples son al principio nuestras respuestas emocionales, y
cuán terriblemente las complica pronto la vida del hogar.

El conductista tiene asimismo sus problemas en lo tocante al adulto. ¿Qué


métodos hemos de utilizar sistemáticamente a fin de condicionar al adulto?
¿Por ejemplo, para enseñarle hábitos de trabajo, hábitos científicos?
Ambas categorías, los manuales (técnica y habilidad) y los laríngeos
11
(hábitos de hablar y pensar) habrán de establecerse y relacionarse antes
que se complete el aprendizaje. Una vez formados estos hábitos de
trabajo, ¿con qué sistema de estímulos variables debemos rodearlo si
queremos mantener el nivel de eficiencia y su aumento constante? Además
del problema de los hábitos profesionales, se plantea el de su vida
emocional. ¿Cuál es la parte que trasciende su infancia? ¿Cuál estorba su
adaptación actual? ¿Cómo podemos hacer para que la elimine? Es decir:
¿desacondicionarlo cuando ello resulte necesario, o condicionarlo cuando
el condicionamiento lo sea? En verdad, sabemos muy poco acerca de la
cantidad y calidad de los hábitos emocionales o, mejor, viscerales (con este
término entendemos que el estómago, los intestinos, la respiración y la
circulación se condicionan, forman hábitos), que debieran crearse.
Sabemos que existe gran número y que son importantes. Probablemente la
mayoría de los adultos de este mundo nuestro, sufre vicisitudes en su vida
familiar y en sus negocios que se deben más a pobres e insuficientes
hábitos viscerales que a la falta de técnica y habilidad en sus actividades
manuales y verbales. En el presente, uno de los relevantes problemas en
las grandes organizaciones es el de ―l a adaptación de la personalidad‖. Al
ingresar en las organizaciones comerciales, los jóvenes de ambos sexos
tienen adecuada capacidad para desempeñar sus tareas, mas fracasan por
no adaptarse a los demás.

1.7 ESTADO ACTUAL DEL CONDUCTISMO


A diferencia de lo que esperaba Skinner, la Psicología no adoptó para sí la
propuesta radical del conductismo. Muy por el contrario, a partir de los años
´50 se inicia la denominada ―Revolución Cognitiva‖ (Leahey, 1998). La
misma reintroduce lo mental al ámbito de lo psicológico, si bien
manteniendo la rigurosidad metodológica y técnica propia de una
psicología objetiva. Las raíces de este movimiento pueden apreciarse ya en
desarrollos de la Psicología de posguerra, especialmente en trabajos
inherentes a Psicología social y a procesos psicológicos básicos (véase por
ejemplo Miller, 1956). La psicología de los procesos grupales cobra
importancia histórica ya que, en el seno de una comunidad científica
conductista, generó interesantes modelos que recurrían a la explicación de
12
la conducta en función de causas mentales y los contrastó empíricamente.
Un ejemplo de ello lo constituyó la teoría de la disonancia Cognitiva
(Festinger & Carlsmith, 1959), la cual proponía que las personas modifican
sus cogniciones en función de si su conducta es o no concordante con la
opinión mayoritaria de la sociedad.

Actualmente, la Psicología contemporánea es marcadamente mentalista y


la utilización de conceptos teóricos sin referencia empírica directa es un
marco epistemológico completamente aceptado por la comunidad
científica. Se ha sugerido (Leahey, 1998) que gran parte de la Psicología
actual podría considerarse ―conductista‖ desde el mo me n t o q ue toma e n
cuenta como variables dependientes medidas conductuales tales como
respuestas verbales, trazos en un papel o número de respuestas ante
estímulos visualmente presentados. Sin embargo, dichas medidas siempre
son interpretadas en función de una teoría cognitiva y/o mentalista. Este
acercamiento, denominado ―conductismo metodológico‖, tiene sin duda su
deuda con el sistema conductista tradicional, sin embargo nunca fue
aceptado por los seguidores de este último.

El conductismo estricto ya casi no existe como tal. Si bien su influencia


sobre la Psicología contemporánea es innegab le, su ―núcleo duro‖ sólo se
sostiene en un reducido, aunque bastante productivo, número de reductos
académicos, cuya producción puede observarse en revistas tales como
Journal of Behavior Therapeutic & Experimental Psychiatry y Journal of the
Experimental Analysis of Behavior (JEAB), entre otr as. Una de las señas de
identidad de esta última revista es su compromiso en publicar
investigaciones originales relevantes para la conducta de organismos
individuales. Entre los nuevos desarrollos del conductismo podemos
señalar investigaciones que, utilizando procesos de autodiscriminación
condicional, indagan la existencia de autoconciencia en humanos y
animales (Pérez-Acosta, Benjumea y Navarro Guzmán, 2001). Asimismo,
se ha observado en los últimos años un gran número de trabajos que,
recurriendo a procedimientos de control discriminativo múltiple, se
interesan por analizar la irrupción de comportamientos creativos y
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novedosos. Esencialmente, la pregunta de cómo surgen conductas
creativas se reformula, dentro del Análisis Experimental del
Comportamiento, en el sentido de responder a la cuestión de dónde y cómo
surgen conductas que no han sido previamente entrenadas (Arias Holgado,
1999).

Asimismo, los entusiastas seguidores de Skinner también han creado sus


propias sociedades científicas internacionales, como por ejemplo la
Sociedad para el Análisis Experimental del Comportamiento (SEAB, por
sus siglas en inglés), fundada en 1957. Finalmente, los partidarios del AEC
poseen su propia división, la 25, en la Asociación Psicológica Americana,
dedicada a promover la investigación humana y animal enraizada en los
principios del AEC.

14
CAPÍTULO II

PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL CONDUCTISMO

2.1 JOHN WATSON


El representante más importante del Conductismo fue John B. Watson
(1878-1958). El primer conductista explícito fue John B. Watson, quien, en
1913, lanzó una especie de manifiesto titulado La psicología tal como la ve
un conductista. Como lo indica el título, no estaba proponiendo una nueva
ciencia, sino afirmando que la psicología debía redefinirse como el estudio
del comportamiento. Esto puede haber sido un error estratégico. La
mayoría de los psicólogos de la época creían estar estudiando procesos
mentales en un mundo mental de conciencia y, naturalmente, no estaban
inclinados a estar de acuerdo con Watson.

Los primeros conductistas perdieron mucho tiempo y confundieron un


punto de importancia central cuando atacaron el estudio introspectivo de la
vida mental. El mismo Watson había hecho importantes observaciones del
comportamiento instintivo, y realmente fue uno de los primeros otólogos en
el sentido moderno de la palabra; pero se impresionó enormemente con la
nueva evidencia de lo que podía aprender a hacer un organismo, e hizo
algunas declaraciones bastante radicales acerca del potencial del ser
humano recién nacido. El mismo las denominó exageraciones, pero desde
entonces se las ha utilizado para desacreditarlo. Su nueva ciencia nació
prematuramente, por así decirlo. Eran muy pocos los hechos científicos
disponibles acerca del comportamiento, particularmente del
comportamiento humano. La escasez de hechos es siempre un problema
en una nueva ciencia, pero en el agresivo programa de Watson en un
campo tan amplio como es el comportamiento humano fue especialmente
perjudicial.

El necesitaba más apoyo fáctico del que pudo encontrar, y no es extraño


que mucho de lo que dijo pareciera demasiado simplificado e ingenuo.
Entre los hechos comportamentales disponibles estaban los reflejos y los

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reflejos condicionados, y Watson los utilizó lo mejor que pudo; pero el
reflejo insinuaba un tipo de causalidad de ―empujar a‖» no incompatible con
la concepción decimonónica de la máquina. Con el trabajo del fisiólogo
ruso Pavlov, publicado por la misma época, se dio la misma impresión, que
no se corrigió con la psicología de estímulo-respuesta que surgió durante
las tres o cuatro décadas siguientes.

Naturalmente, Watson enfatuó los resultados más reproducibles que pudo


encontrar, y muchos de ellos se habían obtenido a partir de animales — la
rata blanca de la psicología animal y los perros de Pavlov — . Parecería
estar implícito que el comportamiento humano no tuviera características
distintivas. Y para fortalecer su proclama de que la psicología era una
ciencia y llenar su texto, admitió préstamos de la anatomía y la fisiología, y
Pavlov siguió la misma línea, insistiendo en que sus experimentos sobre
comportamiento eran, en realidad, «una investigación de la actividad
fisiológica de la corteza cerebral», aunque ninguno de los dos pudo
encontrar observaciones directas del sistema nervioso que arrojaran luz
sobre el comportamiento. También se vieron forzados a hacer
interpretaciones precipitadas del comportamiento complejo; Watson,
diciendo que el pensamiento era simplemente habla subvocal, y Pavlov,
que el lenguaje era simplemente un ―segundo sistema de señales‖. Poco o
nada tenía Watson que decir sobre la intencionalidad o el propósito, o la
creatividad. Destacó la promesa tecnológica de una ciencia del
comportamiento, pero sus ejemplos no eran incompatibles con el control
manipulativo.

Han pasado más de sesenta años desde que Watson lanzó su manifiesto,
y durante ese tiempo han sucedido muchas cosas. El análisis científico del
comportamiento ha experimentado un progreso dramático, y los defectos
de la explicación watsoniana son ahora, en mi opinión, principalmente de
interés histórico. Sin embargo, la crítica no ha cambiado mucho. Todos los
malentendidos mencionados antes se pueden encontrar en publicaciones
actuales de filósofos, teólogos, científicos sociales, historiadores, hombres
y mujeres de letras, y muchos otros. Las trivialidades de la historia inicial
16
del movimiento difícilmente bastan como explicación. Sin duda surge un
problema del hecho de que el comportamiento humano es una materia de
estudio delicada. Mucho de ello se refiere a la forma como nos observamos
nosotros mismos, y una formulación conductista implica ciertamente
algunos cambios incómodos. Más aún: los términos originados en
formulaciones anteriores se encuentran profundamente enraizados en
nuestro lenguaje, y durante siglos se han hecho un lugar en la literatura
técnica y no técnica.

Sin embargo, sería injusto decir que la crítica no ha podido liberarse de


estos prejuicios históricos. Tiene que existir otra razón por la cual el
conductismo, como filosofía de la ciencia del comportamiento, sea todavía
tan seriamente malentendido. Watson estaba interesado por la conducta
animal; le impresionaba el hecho de que al estudiar a los animales es
posible no tener en cuenta a la conciencia y observar solamente lo que
hacen. Se preguntaba si se podría hacer lo mismo con los seres humanos.
La conducta es real, objetiva y práctica, en tanto que la conciencia no se
puede observar; por lo tanto decidió suprimirla y ocuparse de la conducta.

A pesar de las objeciones que existían en Estados Unidos a la psicología


tradicional, sus colegas consideraban su decisión muy radical y se
opusieron a su teoría. La razón del término ―conductismo‖ se debe a que se
trata de una teoría que se interesa únicamente en la conducta, no en la
experiencia consciente. Watson insistía en que la conducta humana debía
estudiarse tan objetivamente como el comportamiento de las máquinas. La
conciencia no era objetiva, por consiguiente, no era válida científicamente y
no se la podía estudiar en forma científica.

Para Watson una conducta como el habla se explicaba como el movimiento


de los músculos de la garganta, y el pensamiento era considerado para él
una conversación en silencio consigo mismo. En cuanto al sentimiento y la
emoción para Watson sólo eran los movimientos de los músculos del
intestino. Si bien estas definiciones parecen absurdas, no se puede ignorar
la enorme importancia de esta postura para el desarrollo de la psicología
17
como ciencia. Antes de Watson se realizaron muchos estudios objetivos de
la conducta, pero él se destacó como el hombre que convirtió este tipo de
estudio en un movimiento y una filosofía nacional.
Para Watson la conducta era una cuestión de reflejos condicionados, es
decir, de respuestas aprendidas mediante un condicionamiento. Todo lo
que hereda el hombre es un cuerpo con unos pocos reflejos y las
diferencias en capacidad y en personalidad dependen del aprendizaje. En
este sentido, Watson fue en varios aspectos un fuerte exponente de la
importancia del medio ambiente en detrimento de los factores hereditarios.
No había límites, prácticamente, para lo que podía llegar a ser el hombre, si
se lo condicionaba adecuadamente. Esta postura tuvo grandes
implicancias para la crianza de los niños, la educación, la publicidad y la
organización social.

Las ideas de Watson se ajustaban perfectamente bien a la creencia


norteamericana, en la igualdad de oportunidades, en el énfasis sobre la
practicidad del factor no emocional y en la fe en el progreso. Pero no era
sólo Watson el único en presentar una teoría objetivo porque en ese
momento ya existían otras tendencias orientadas hacia la objetividad y la
importancia del medio ambiente. Watson se inspiró en la filosofía empirista
de John Lock, en Inglaterra y la psicología fisiológica de Pavlov en Rusia.
No obstante, imponer su teoría no fue fácil en su país y tuvo que enfrentar
mucha oposición.

Según Watson podemos crear una multiplicidad de nuevas conexiones


estímulo-respuesta mediante el proceso de condicionamiento. Si un nuevo
estímulo actúa junto con el estímulo para la respuesta refleja, después de
varios apareamientos similares el nuevo estímulo producirá, por sí solo, la
respuesta. Pavlov fue el primero en describir este proceso de
condicionamiento que hace posible que cada respuesta del repertorio
original de reflejos sea producida por una gran variedad de nuevos
estímulos, además de los que la produjeron originariamente. Según
Watson, mediante la formación de una serie de reflejos simples es como se
aprende a responder a situaciones nuevas. Watson acepta la existencia de
18
tres pautas innatas de reacción emocional: el miedo, la ira y el amor, que
según él sólo se refieren a pautas de movimientos y no a sentimientos
conscientes.
Todo lo que pensamos, sentimos, decimos o hacemos implica, en diversos
grados, la actividad de todo el cuerpo y ésta es la base fundamental del
conductismo. El Conductismo de Watson, en su afán de encontrar un
objeto medible en el hombre, se reduce a considerarlo como un aparato
mecánico que responde frente a estímulos. De esta manera se puede
estudiar al hombre como a una máquina, modificar sus hábitos, cambiarlos
por otros y hasta predecir su comportamiento ante un estímulo. Como toda
teoría, ésta también tiene sus grandes limitaciones, sin embargo fue el
precursor de varias corrientes de pensamiento que fueron complementando
y perfeccionando esta orientación.

2.2 BURRHUS SKINNER


2.2.1 Skinner y el “condicionamiento operante”
Burrhus Frederic Skinner nació el 20 de marzo de 1904 en la
pequeña ciudad de Susquehanna en Pensilvania (EEUU) Estudió en
la Universidad de Harvard, donde se doctoró y fue profesor durante
prácticamente el resto de su vida. Era un hombre muy activo,
investigando constantemente y guiando a cientos de candidatos
doctorales, así como escribiendo muchos libros. Aunque no era un
escritor de ficción y poesía exitoso, llegó a ser uno de los mejores
escritores de América sobre psicología, incluyendo el libro W alden II,
un compendio de ficción sobre una comunidad dirigido por sus
principios conductistas.

La teoría de Skinner está basada al completo en el


―condicionamiento operante‖. El organismo está en proceso de
―operar‖ sobre el ambiente, lo que en términos cotidianos significa
que está irrumpiendo constantemente, haciendo lo que hace.
Durante esta ―operatividad‖, el organismo se encuentra con un
determinado tipo de estímulos, llamado estímulo reforzador, o
simplemente reforzador. Este especial estímulo tiene el efecto de
19
fortalecer el comportamiento operante. En esto consiste el
condicionamiento operante: el comportamiento es seguido de una
consecuencia, y la naturaleza de la consecuencia modifica la
tendencia del organismo a repetir el comportamiento en el futuro.
Imagínese a una rata en una caja. Esta es una caja especial
(llamada, de hecho, ―l a caja de Skinner‖) que tiene un pedal o barra
en una pared que cuando se presiona, pone en marcha un
mecanismo que libera una bolita de comida. La rata corre alrededor
de la caja, haciendo lo que las ratas hacen, cuando ―sin querer‖ pisa
la barra y ¡de pronto!, la bolita de comida cae en la caja. Lo operante
es el comportamiento inmediatamente precedente al reforzador (la
bolita de comida). Prácticamente de inmediato, la rata se retira del
pedal con sus bolitas de comida a una esquina de la caja. U n
comportamiento seguido de un estímulo reforzador provoca una
probabilidad incrementada de ese comportamiento en el futuro.
¿Qué ocurre si no le volvemos a dar más bolitas a la rata?
Aparentemente no es tonta y después de varios intentos
infructuosos, se abstendrá de pisar el pedal. A esto se le llama
extinción del condicionamiento operante. Un comportamiento que ya
no esté seguido de un estímulo reforzador provoca una probabilidad
decreciente de que ese comportamiento no vuelva a ocurrir en el
futuro.

Ahora, si volvemos a poner en marcha la máquina de manera que el


presionar la barra, la rata consiga el alimento de nuevo, el
comportamiento de pisar el pedal surgirá de nuevo, mucho más
rápidamente que al principio del experimento, cuando la rata tuvo
que aprender el mismo por primera vez. Esto es porque la vuelta del
reforzador toma lugar en un contexto histórico, retroactivándose
hasta la primera vez que la rata fue reforzada al pisar el pedal.

2.2.2 Modelado
Una cuestión a la que Skinner tuvo que dar respuesta fue la manera
en que llegamos a fuentes más complejas de comportamientos.
20
Respondió a esto con la idea del modelado, o ―el método de
ap ro xi maci on es sucesivas‖. B ási camen t e, consiste e n reforzar, e n
primer lugar, un comportamiento solo vagamente similar al deseado.
Una vez que está consolidado, buscamos otras variaciones que
aparecen como muy cercanas a lo que queremos y así
sucesivamente hasta lograr que el animal muestre un
comportamiento que nunca se habría dado en la vida ordinaria.
Skinner y sus estudiantes han tenido bastante éxito en enseñar a
animales a hacer algunas cosas extraordinarias.

Una vez se utilizó el modelado en una niña. Tenía tres o cuatro años
y tenía miedo de tirarse por un tobogán en particular. De manera que
la cargué, la puse en el extremo inferior del tobogán y le pregunté si
podía saltar al suelo. Por supuesto lo hizo y me mostré muy
orgulloso. Luego la cargué de nuevo y la situé un pie más arriba; le
pregunté si estaba bien y le dije que se impulsara y se dejara caer y
luego saltara. Hasta aquí todo bien. Repetí este acto una y otra vez,
cada vez más alto en el tobogán, no sin cierto miedo cuando me
apartaba de ella. Eventualmente, pudo tirarse desde la parte más
alta y saltar al final. Desdichadamente, todavía no podía subir por las
escaleritas hasta arriba, de manera que fui un padre muy ocupado
durante un tiempo. Este es el mismo método que se utiliza en la
terapia llamada desensibilización sistemática, inventada por otro
conductista llamado Joseph Wolpe. Una persona con una fobia (por
ejemplo a las arañas) se le pedirá que se sitúe en diez escenarios
con arañas y grados de pánico diferentes. El primero será un
escenario muy suave (como ver a una araña pequeña a lo lejos a
través de una ventana). El segundo será un poquito más
amenazador y así sucesivamente hasta que el número diez
presentará algo extremadamente terrorífico (por ejemplo, ¡una
tarántula corriéndote por la cara mientras conduces tu coche a
doscientos kilómetros por hora! El terapeuta luego le enseñará cómo
relajar sus músculos, lo cual es incompatible con la ansiedad).
Después de practicar esto por unos pocos días, vuelves al terapeuta
21
y ambos viajan a través de los escenarios uno a uno, asegurándose
de que estás relajado, volviendo atrás si es necesario, hasta que
finalmente puedas imaginar la tarántula sin sentir tensión.

Más allá de estos sencillos ejemplos, el modelado también se ocupa


de comportamientos más complejos. Por ejemplo, uno no se vuelve
un cirujano cerebral por solo adentrarse en un quirófano, cortar la
cabeza de alguien, extirpar exitosamente un tumor y ser remunerado
con una buena cantidad de dinero. Más bien, estás moldeado
sensiblemente por tu ambiente para disfrutar ciertas cosas; ir bien en
la escuela; tomar algunas clases de biología; quizás ver alguna
película de médicos; hacer una visita al hospital; entrar en la escuela
de medicina; ser animado por alguien para que escojas la
neurocirugía como especialidad y demás.

2.2.3 Estímulo aversivo


Un estímulo aversivo es lo opuesto al estímulo reforzador, algo que
experimentamos como displacentero o doloroso. Un comportamiento
seguido de un estímulo adverso resulta en una probabilidad
decreciente de la ocurrencia de ese comportamiento en el futuro.
Esta definición describe además del estímulo adverso, una forma de
condicionamiento conocida como castigo. Si le pegamos a la rata
por hacer x, hará menos veces x. Si le doy un cachete a José por
tirar sus juguetes, los tirará cada vez menos (quizás).

Por otro lado, si removemos un estímulo adverso establecido antes


de que la rata o José realicen un determinado comportamiento,
estamos haciendo un refuerzo negativo. Si cortamos la electricidad
mientras la rata se mantiene en pie sobre sus patas traseras, durará
más tiempo de pie. Podríamos decir que ―sienta tan bien‖ cuando el
estímulo adverso cesa, que ¡esto sirve como refuerzo! Un
comportamiento seguido del cese del estímulo adverso resulta en
una probabilidad incrementada de que ese comportamiento ocurra
en el futuro. Nótese lo difícil que puede llegar a ser diferenciar
22
algunas formas de refuerzos negativos de los positivos. Si te hago
pasar hambre y te doy comida cuando haces lo que yo quiero, ¿es
esta actuación positiva; es decir un refuerzo?; ¿o es la detención de
lo negativo, es decir del estímulo adverso de sentir hambre?
Skinner (contrariamente a algunos estereotipos que han surgido en
torno a los conductistas) n o ―aprueba‖ el uso del estímulo adverso;
no por una cuestión ética, sino porque ¡no funciona bien!
¿Recuerdan cuando antes dije que José quizás dejaría de tirar los
juguetes? Es porque aquello que ha mantenido los malos
comportamientos no ha sido definitivamente removido. Este refuerzo
escondido ha sido solamente ―cubierto‖ por un estímulo adverso
conflictivo. Por tanto, seguramente, el niño se comportaríamos bien;
pero aún tendría ganas de tirar los juguetes. Lo único que tiene que
hacer José es esperar a que estés fuera de la habitación o buscar
alguna forma de echarle la culpa a su hermano, o de alguna manera
escapar a las consecuencias, y de vuelta a su comportamiento
anterior. De hecho, dado que ahora José solo disfruta de su
comportamiento anterior en contadas ocasiones, se involucra en un
esquema (programa) variable de refuerzo y será ¡aún más resistente
a extinguir dicho comportamiento!

2.2.4 Modificación de conducta


La modificación de conducta (usualmente conocida en inglés como
mod-b) es la técnica terapéutica basada en el trabajo de Skinner. Es
muy directa: extinguir un comportamiento indeseable (a partir de
remover el refuerzo) y sustituirlo por un comportamiento deseable
(vinculado a otro tipo de refuerzo). Ha sido utilizada en toda clase de
problemas psicológicos (adicciones, neurosis, timidez, autismo e
incluso esquizofrenia) y es particularmente útil en niños. Hay
ejemplos de psicóticos crónicos que no se han comunicado con
otros durante años y han sido condicionados a comportarse de
manera bastante normal, como comer con tenedor y cuchillo,
vestirse por sí mismos, responsabilizarse de su propia higiene
personal y demás.
23
2.3 PAVLOV
Ivan Petrovich Pavlov fue un fisiólogo ruso discípulo de Ivan Sechenov y
ganador del Premio Novel en 1904 por sus investigaciones sobre el
funcionamiento de las glándulas digestivas. Trabajó de forma experimental
y controlada con perros, a los que incomunicaba del exterior en el
laboratorio que se pasó a llamar "las torres del silencio". Sus estudios lo
llevaron a interesarse por lo que denominó secreciones psíquicas, o sea,
las producidas por las glándulas salivales sin la estimulación directa del
alimento en la boca. Pavlov notó que cuando en la situación experimental
un perro escuchaba las pisadas de la persona que habitualmente venía a
alimentarlo, salivaba antes de que se le ofreciera efectivamente la comida;
no obstante, si las pisadas eran de un desconocido, el perro no salivaba.
Estas observaciones le inspiraron para llevar a cabo numerosos estudios
que fueron la base del Condicionamiento Clásico. Nunca se consideró un
psicólogo, y hasta el fin de sus días sostuvo que era un f isiólogo.

El condicionamiento de Pávlov con los perros se llama pavloviano, clásico


o respondiente; este último nombre se debe a que la conducta aprendida
(salivar) responde o es una respuesta a un estímulo (sonido). Por otro lado,
también está el condicionamiento operante o instrumental, en el que la
conducta aprendida (por ejemplo, encontrar la salida de un laberinto) no
responde a un estímulo que le acompañe o anteceda, sino a sus
consecuencias (recuperar la libertad). Si las consecuencias son buenas, la
conducta en cuestión será aprendida; en caso contrario, evitada. El nombre
de operante se debe a que la conducta aprendida no es una mera reacción
fisiológica del organismo (salivar), sino una acción.

Llamó estimulaciones psíquicas al resultado de salivación de los perros,


aún cuando no tenían comida en su boca ni ante su presencia. Pavlov
observó que los perros de su laboratorio salivaban solo con escuchar los
pasos de la persona que se acercaba a alimentarlos; y que no sucedía lo
mismo cuando escuchaban los pasos de otra persona. Esto le sugirió la
idea básica del condicionamiento clásico, en virtud del cual, una respuesta
24
nueva puede ser obtenida o aprendida a partir de la asociación a un reflejo
ya establecido, innato o reflejo incondicionado, a condición que se cumplan
ciertas condiciones. Es pues así, como de acuerdo a una relación espacio
temporal entre estímulos, se llegó a postular la teoría de que toda nuestra
conducta no es nada más que una cadena de reflejos, algunos innatos y la
mayor parte (sobre todo en los seres humanos) aprendidos, adquiridos o
condicionados por el simple hecho de haber (en algún momento de la
existencia del organismo) sido asociadas ciertas condiciones ambientales.
Especialmente en función del lenguaje, que actuaría como un segundo
sistema de señales pero con igual capacidad de asociar estímulos como
los objetos en sí mismo. En 1927 publica su estudio ―Reflejos
condicionados‖, obra que describe su teoría.

Hoy se estima que la obra de Pavlov ha sido precursora, ya que fue el


primero en efectuar investigaciones sistemáticas acerca de muchos
fenómenos importantes del aprendizaje, como el condicionamiento, la
extinción y la generalización del estímulo.

Modelo condicionamiento CLASICO


estímulo incondicionado (E.I.) = ver el alimento
respuesta incondicionada (R.I.) = salivación
estímulo condicionado( E.C.) = sonido de campanilla previo a ver el
alimento
respuesta condicionada (R.C.) = salivación solo con el sonido de
campanilla

2.4 EL CONDUCTISMO SEGÚN SKINNER, PAVLOV Y WATSON


El conductismo se originó con la obra de John B. Watson, un psicólogo
Americano. Watson afirmaba que la psicología no estaba interesada con la
mente o con la conciencia humana. En lugar de ello la psicología estaría
interesada solamente en nuestra conducta. De esta manera los hombres
podrían ser estudiados objetivamente, como las ratas y los m onos.

25
La obra de Watson se basaba en los experimentos de Iván Pavlov, quien
había estudiado las respuestas de los animales al condicionamiento. En el
experimento mejor conocido de Pavlov hacía sonar una campana mientras
alimentaba a varios perros. Hacía esto durante varias comidas. Cada vez
que los perros escuchaban la campana sabían que se acercaba una
comida y comenzarían a salivar. Luego Pavlov había sonar la campana sin
traer comida, pero los perros todavía salivaban. Habían sido
―condicionados‖ a salivar cada vez que escuchaban el sonido de la
campana. Pavlov creía, como Watson iba después a enfatizar, que los
seres humanos reaccionan al estímulo de la misma manera.

Hoy el conductismo es asociado con el nombre de B.F. Skinner, quien


edificó su reputación al comprobar las teorías de Watson en el laboratorio.
Los estudios de Skinner le llevaron a rechazar el énfasis casi exclusivo de
Watson sobre los reflejos y el condicionamiento. Él argumentaba que las
personas responden a su ambiente, pero también operan sobre el
ambiente para producir ciertas consecuencias.

Skinner desarrolló la teoría del ―condicionamiento operante,‖ la idea de que


nos comportamos de la manera que lo hacemos porque este tipo de
conducta ha tenido ciertas consecuencias en el pasado. Por ejemplo, si tu
novia te da un beso cuando tú le das flores, probablemente le vas a dar
flores cuando quieras un beso. Estarás actuando con la expectativa de una
cierta recompensa. Sin embargo, al igual que Watson, Skinner negaba que
la mente o los sentimientos jugaran algún rol en determinar la conducta. En
lugar de ello, nuestra experiencia o nuestros reforzamientos determinan
nuestra conducta.

El conductismo se originó en el campo de la psicología, pero ha tenido una


influencia mucho más amplia. Sus conceptos y sus métodos se usan en la
educación, y muchos cursos de educación en la universidad se basan en
las mismas concepciones acerca del hombre que sostiene el conductismo.
El conductismo ha infiltrado la sociología, en la forma de sociobiología, la

26
creencia que los valores morales están arraigados en la biología. ¿Cuáles
son las presuposiciones del conductismo?

El conductismo es naturalista. Esto significa que el mundo material es la


última realidad, y todo puede ser explicado en términos de leyes naturales.
El hombre no tiene alma y no tiene mente, solo un cerebro que responde al
estímulo externo.
El conductismo enseña que el hombre no es nada más que una máquina
que responde al condicionamiento. Un escritor ha resumido el conductismo
de esta manera: ― E l principio central del conductismo e s q u e todos los
pensamientos, sentimientos e intenciones, todos ellos procesos mentales,
no determinan lo que hacemos. Nuestra conducta es el producto de
nuestro condicionamiento. Somos máquinas biológicas y no actuamos
concientemente; más bien reaccionamos al estímulo.‖

La idea de que los hombres son ― má q u i n a biológicas‖ cuyas me n tes no


tienen ninguna influencia sobre sus acciones es contraria a la visión bíblica
que el hombre es la misma imagen de Dios – la imagen de un Dios
creativo, planificador y pensante. De hecho, Skinner llega hasta a decir que
la mente y los procesos mental es son ―metáforas y ficciones‖ y que ―la
conducta es simplemente parte de la biología del organismo.‖

Skinner también reconoce que su visión le quita al hombre su ―libertad y


dignidad,‖ sino insiste que el hombre como un ser espiritual no existe.
Consecuentemente, el conductismo enseña que no somos responsables
por nuestras acciones. Si somos meras máquinas, sin mentes o almas,
reaccionando al estímulo y operando en nuestro ambiente para conseguir
ciertos fines, entonces cualquier cosa que hagamos es inevitable. La
sociobiología, un tipo de conductismo, compara al hombre con una
computadora: Basura entra, basura sale. Esto también entra en conflicto
con una cosmovisión Cristiana. Nuestras experiencias pasadas y nuestro
ambiente sí afectan la manera en que actuamos, por supuesto, pero estos
factores no pueden dar razón de todo cuanto hacemos. La Biblia enseña
que somos básicamente criaturas pactales, no criaturas biológicas. Nuestro
27
ambiente más cercano es Dios mismo, y respondemos más
fundamentalmente a Él. Respondemos ya sea en obediencia a Su Palabra
o en rebelión contra Su Palabra.

El conductismo es manipulador. Busca no solamente entender la conducta


humana, sino predecirla y controlarla. A partir de sus teorías Skinner
desarrolló la idea de ―dar forma.‖ Al controlar las recompensas y los
castigos puedes dar forma a la conducta de otra persona. Como psiquiatra
una de las metas de Skinner es dar forma a la conducta de sus pacientes
de manera que él o ella reaccionen de maneras más socialmente
aceptables. Skinner es bastante claro de que sus teorías debieran ser
usadas para guiar la conducta: ―El análisis experimental de la conducta ha
conducido a una tecnología efectiva, aplicable a la educación, la
psicoterapia, y al diseño de las prácticas culturales en general, que será
más efectiva cuando no esté compitiendo con prácticas que han tenido el
apoyo injustificado de teorías mentalistas.‖

En otras palabras, Skinner quiere que el conductismo sea la base para


manipular a los pacientes, los estudiantes y las sociedades en general. Las
preguntas obvias, por supuesto, son: ¿Quién usará las herramientas?
¿Quién tirará de las cuerdas? ¿Quién manipulará la tecnología? Sin duda
Skinner diría que solamente alguien entrenado en la teoría y la práctica
conductista estaría calificado para ―dar forma‖ a la conducta de otras
personas. Pero esto es contrario a la visión Bíblica, la cual nos manda a
amar a nuestro prójimo, no a manipularlo.

En resumen, las consecuencias éticas del conductismo son grandes. El


hombre es despojado de su responsabilidad, de su libertad y de su
dignidad, y es reducido a un ser puramente biológico, para ser ―moldeado‖
por aquellos que sean capaces de usar efectivamente las herramientas del
conductismo.

28
29
CONCLUSIONES

1.- La teoría conductista se desarrolla principalmente a partir de la primera


mitad del siglo XX y permanece vigente hasta mediados de ese siglo,
cuando surgen las teorías cognitivas.

2.- La teoría conductista, desde sus orígenes, se centra en la conducta


observable intentando hacer un estudio totalmente empírico de la misma y
queriendo controlar y predecir esta conducta. Su objetivo es conseguir una
conducta determinada, para lo cual analiza el modo de conseguirla.

3.- De esta teoría se plantearon dos variantes: el condicionamiento clásico y el


condicionamiento instrumental y operante. El primero de ellos describe una
asociación entre estímulo y respuesta contigua, de forma que si sabemos
plantear los estímulos adecuados, obtendremos la respuesta deseada.
Esta variante explica tan solo comportamientos muy elementales. La
segunda variante, el condicionamiento instrumental y operante persigue la
consolidación de la respuesta según el estímulo, buscando los reforzadores
necesarios para implantar esta relación en el individuo.

4.- Para las Teorías Conductistas, lo relevante en el aprendizaje es el cambio


en la conducta observable de un sujeto, cómo éste actúa ante una
situación particular. La conciencia, que no se ve, es considerada como
"caja negra". En la relación de aprendizaje sujeto - objeto, centran la
atención en la experiencia como objeto, y en instancias puramente
psicológicas como la percepción, la asociación y el hábito como
generadoras de respuestas del sujeto. No están interesados
particularmente en los procesos internos del sujeto debido a que postulan
la ―ob j et i vi d ad ‖, e n el sentido q u e so lo e s posible h ace r estudio s d e lo
observable.

30
5.- El fundador del conductismo fue John B. Watson, quien en La psicología tal
como la ve un conductista, publicado en 1913, postulaba una psicología
que, como las ciencias de la naturaleza, fuese ajena a todo tipo de
introspección, por lo que debería aplicarse al estudio de la conducta (que
es observable), para descubrir sus leyes y así poder predecirla.

6.- El psicólogo conductista B. F. Skinner ha sido el investigador más


sistemático del condicionamiento operante. El concepto principal que
introduce al respecto es el de refuerzo (también llamado refuerzo positivo),
para que el animal aprenda a realizar una conducta o acción.

7.- Por lo pronto, en el campo de la psicología clínica, donde la vieja terapia


conductista se ha enriquecido con otras corrientes psicológicas dando lugar
a la terapia cognitivo conductual. En segundo lugar, en el campo de la
educación, donde el sofisticado estudio de los conductistas sobre el
condicionamiento ha permitido sistematizar y crear un exitoso conjunto de
técnicas de aprendizaje, como las empleadas con perros de ayuda a
minusválidos.

31
BIBLIOGRAFÍA

Atkinson & Hilgard’s, Introducción a la Psicología (2003), 14ª edición, Ed.


Thomson, Madrid.

Cohen, David (1987). ―Conductismo,‖ en El Compañero Oxford para la Mente,


Richard L. Gregory, ed. New York: Oxford University Press.

Delprato D.J. y Midgley B.D. (1992) Algunos Fundamentos del Conductismo de


Skinner. Madrid, España.

Skinner, B.F. (1971). Ciencia y conducta humana: una psicología científica.


Barcelona: Fontanella

Skinner, B.F. (1975). Sobre el conductismo. Barcelona: Fontanella Skinner.

Watson, J.B. (1961). El Conductismo. Buenos Aires: Paidós.

Watson, J.B. (1913). Psychology as the behaviorist views it. Psychologycal


Review. 20, 158 179. USA: Psychologycal Review.

32
ANEXO

33
PAVLOV, IVAN PETROVICH (1849-1936)

Ivan Petrovich Pavlov fue un fisiólogo ruso discípulo de Ivan Sechenov y ganador del
Premio Novel en 1904 por sus investigaciones sobre el funcionamiento de las
glándulas digestivas. Trabajó de forma experimental y controlada con perros, a los que
incomunicaba del exterior en el laboratorio que se pasó a llamar "las torres del
silencio". Sus estudios lo llevaron a interesarse por lo que denominó secreciones
psíquicas, o sea, las producidas por las glándulas salivales sin la estimulación directa
del alimento en la boca. Pavlov notó que cuando en la situación experimental un perro
escuchaba las pisadas de la persona que habitualmente venía a alimentarlo, salivaba
antes de que se le ofreciera efectivamente la comida; no obstante, si las pisadas eran
de un desconocido, el perro no salivaba. Estas observaciones le inspiraron para llevar
a cabo numerosos estudios que fueron la base del Condicionamiento Clásico.
Nunca se consideró un psicólogo, y hasta el fin de sus días sostuvo que era un
fisiólogo.
Se negó a explicar el Condicionamiento Clásico según la opinión corriente de que la
salivación del perro frente a un indicador cualquiera se debe a su expectativa de que
habrá de recibir alimento. Rechazó toda explicación basada en una supuesta
"conciencia" del perro, apegándose estrictamente en cambio a las explicaciones
fisiológicas. Nunca se consideró un psicólogo, y hasta el fin de sus días sostuvo que
era un fisiólogo.

Hoy se estima que la obra de Pavlov ha sido precursora, ya que fue el primero en
efectuar investigaciones sistemáticas acerca de muchos fenómenos importantes del
aprendizaje, como el condicionamiento, la extinción y la generalización del estímulo.
Si bien Pavlov no creó el conductismo, puede decirse que fue su pionero más ilustre.
John B. Watson quedó impresionado por sus estudios, y adoptó como piedra angular
de su sistema el reflejo condicionado.

34
B. F. Skinner

Conductismo Operante
Burrhus Frederic Skinner nace en un pequeño pueblo de Pennsylvania llamado
Susquehanna, el 20 de marzo de 1904. Su padre era un abogado y su madre una
fuerte e inteligente ama de casa. Durante su crecimiento fue matizado con la idea del
trabajo duro y las costumbres muy tradicionales (Boeree, 1997).
B. F había sido un niño muy activo, niño extrovertido que adoraba el estar al aire libre
y construir cosas, y disfrutaba, igualmente, la escuela; sin embargo, su vida no estuvo
exenta de tragedias. Específicamente, su hermano a la edad de 16 años muere de un
aneurisma en el cerebro (Boeree, 1997).
Asistió a la Universidad de Hamilton en Nueva York, esperando ser narrador y poeta.
En ese tiempo, sólo tomó un curso en psicología, el cual era impartido por William
Squires, pero lo único que Burrhus recordaba del curso era la demostración de Squires
del umbral de discriminación de dos puntos (Hothersall, 1997). Asimismo, por lo
general no encajó muy bien allí, no disfrutaba para nada las fiestas de la fraternidad o
los juegos de fútbol. Escribe para el periódico escolar con el seudónimo de Sir Burrhus
de Beerus (Hothersall, 1997), incluyendo artículos criticando a su propia escuela, la
facultad, e incluso a la fraternidad Phi Beta Kappa. Además, era un ateo en una
escuela que requería asistencia a las misas (Boeree, 1997). En 1926 se gradúa con
honores Phi Beta Kappa (Hothersall, 1997). Con la idea de desarrollarse como poeta
y narrador, luego de graduarse, construye un estudio en el ático de la casa de sus
padres para concentrarse, pero en realidad nunca fue así (Boeree, 1997).
Posteriormente, escribe artículos periodísticos sobre problemas laborales, y vive en la
Villa Greenwich en Nueva York como bohemio. Luego de viajar algunas veces y haber
leído el libro de Pavlov, Reflejos condicionados, decidió que su futuro estaba en la
psicología, especialmente en el condicionamiento (Hothersall, 1997), por lo que
decidió regresar a la universidad, esta vez a Harvard. Se gradúa con su maestría en
psicología en 1930 y su doctorado en 1931. Luego, se queda allí para realizar
investigaciones por cinco años más (Boeree, 1997), trabajando como asistente en el
laboratorio de biología del profesor Crouzuer (DiCaprio, 1997).
En 1936, se muda a Minneapolis para dictar clases en la Universidad de Minnesota.
Es aquí donde conoce a su futura esposa Yvonne Blue. Tuvieron dos hijas, una de
ellas, la menor, se convierte en la primera infante criada en una de las invenciones de
Skinner, la camita de aire. Sin embargo, no era más que la combinación de una camita
de niño con lados de vidrios y aire acondicionado, se parecía mucho a tener un niño
en un acuario (Boeree, 1997). En 1938 publica su primer libro importante, The
Behavior of Organisms (DiCaprio, 1997).
En 1945, es designado director del departamento de psicología en la Universidad de
Indiana. En 1948, es invitado a regresar a Harvard, donde trabajaría el resto de su
vida. Era un hombre muy activo, haciendo investigación y guiando cientos de
35
estudiantes para conseguir su doctorado y; por supuesto, escribiendo muchos libros
(Boeree, 1997), entre los que se pueden mencionar Cumulative record, Manual de la
conducta operante, Terapia conductual, y descubrimientos empíricos, A primer of
operant conditioning (DiCaprio, 1997), Disfrutando la edad adulta publicado en 1983
(Hothersall, 1997).
Skinner muere de leucemia el 18 de agosto de 1990 (Boeree, 1997)

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