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TRASTORNO DE LA PARED TORÁCICA:

PECTUS CARINATUM

El pectus carinatum es una malformación genética en el pecho, donde la pared


torácica sobresale hacia fuera. Ocurre debido a un crecimiento anómalo de las
costillas y del cartílago del esternón.

Esta protrusión (proyección hacia delante) hace que el pecho parezca el de un ave,
motivo por el cual esta afección a veces se conoce como "pecho de paloma".

Causas del pectus carinatum

Los médicos no saben exactamente qué es lo que causa del pectus carinatum. En
algunos casos, se da por familias.

Los niños que lo padecen suelen presentar otra afección, como:

 El síndrome de Down, un trastorno genético causado por la presencia de un


cromosoma 21 entero de más o bien de una parte adicional de este cromosoma
 El síndrome de Edwards, un trastorno genético causado por la presencia de un
cromosoma 21 entero de más o bien de una parte adicional de este cromosoma.
 El síndrome de Marfan, un trastorno que afecta al tejido conjuntivo
 Homocistinuria, un trastorno que se asocia a un problema en un aminoácido que
usa el cuerpo para fabricar una proteína y construir tejidos
 El síndrome de Morquio, una anomalía en el crecimiento, el desarrollo y la forma
o la integridad de los huesos y del cartílago, que mayoritariamente cursa
con enanismo
 Osteogénesis imperfecta, también conocida como "enfermedad de los huesos de
cristal", una afección donde los huesos son excesivamente frágiles.

Signos y los síntomas del pectus carinatum

Un pecho que sobresale hacia delante es el signo principal del pectus carinatum. Esto
no se suele poner de manifiesto hasta que el niño tiene 11 años de edad o más, aunque
la afección está presente desde el nacimiento.

La pared torácica rodea y protege el corazón y los pulmones. Por eso, a los niños y a
los adolescentes con pectus carinatum les puede faltar el aliento (sobre todo mientras
hacen ejercicio), tienen una frecuencia cardíaca rápida, están cansados y/o tienen
dolor en el pecho. Algunos pueden desarrollar asma e infecciones respiratorias
frecuentes.

El pectus carinatum puede afectar a un lado del cuerpo en mayor medida que al otro.
A veces los niños tienen pectus carinatum en un lado del pecho, y un trastorno
diferente de la pared torácica llamado pectus excavatum, que hace que el pecho se vea
hundido, en el otro lado.

Esta afección empeora conforme el niño va creciendo, y afecta más a los niños que a
las niñas.

¿Cómo se diagnostica?

Los profesionales de la salud suelen diagnosticar el pectus carinatum basándose en


una exploración física y en los antecedentes médicos del niño. En caso necesario,
también pueden solicitar pruebas como:

 Una radiografía de pecho o de tórax para determinar la gravedad de la afección


 Pruebas de diagnóstico por la imagen, como una tomografía computada(TC) o
una resonancia magnética (RMI)
 Un electrocardiograma para evaluar la función cardíaca
 Pruebas de la función pulmonar para evaluar los pulmones
 Pruebas genéticas para detectar los síndromes relacionados

Tratamiento

Los niños y los adolescentes con pectus carinatum, a quienes no les preocupe su
aspecto físico y que no tengan problemas para respirar, no necesitan tratamiento
alguno.

Los niños cuyos huesos aún están en proceso de crecimiento pueden tener que llevar
un corsé ortopédico torácico. Del mismo modo que los aparatos de
ortodoncia realinean los dientes, un corsé ortopédico para el tórax empujará o
desplazará el esternón hacia atrás y hacia una posición normal. Los niños necesitan
llevar puesto el corsé durante 6 meses a un año. Se lo pueden quitar para hacer
deporte, ducharse y practicar otras actividades, pero lo suelen tener que llevar puesto
durante 8 horas diarias o más.

En algunos casos, el pectus carinatum se puede tratar mediante cirugía. En


el procedimiento de Ravitch, un cirujano extrae el cartílago dañado, corrige o
reconstruye la forma del esternón y coloca una barra (o varias barras) en la pared
torácica para sostenerla en la posición adecuada. La barra se suele extraer en una
operación posterior, generalmente al cabo de unos 6 meses. Esta operación se suele
hacer en pacientes de 13 a 22 años de edad.

Los médicos también pueden recomendar fisioterapia y ejercicios para fortalecer los


músculos débiles del pecho.

PECTUS EXCAVATUM
El pectus excavatum es una malformación genética en el pecho, que hace que varias
costillas y el esternón crezcan de forma anormal.

Generalmente, las costillas y el esternón se proyectan hacia delante. Pero en el pectus


excavatum, el esternón se proyecta hacia dentro, formando una depresión en el pecho.
Esto da al pecho un aspecto ahuecado o cóncavo; por eso, esta afección también se
llama pecho en embudo o pecho hundido.

Causa del pectus excavatum


Los médicos no saben exactamente qué es lo que causa esta afección. En algunos
casos, se da por familias.

Los niños que la padecen suelen presentar otra afección, como:

 El síndrome de Marfan, un trastorno genético que afecta al tejido conjuntivo


 El síndrome de Poland, una anomalía congénita muy poco frecuente caracterizada
por el subdesarrollo de los músculos de un lado del cuerpo, especialmente
perceptible en los principales músculos del pecho
 El raquitismo, un trastorno causado por la falta de vitamina D, calcio o fosfato,
que conlleva un reblandecimiento y un debilitamiento de los huesos
 La escoliosis, un trastorno en que la curvatura de la columna vertebral es
incorrecta

Signos y los síntomas del pectus excavatum


El pecho hundido es el signo principal de esta afección. Puede no ser perceptible
durante los primeros años de vida o, a veces, hasta la adolescencia, aunque está
presente desde el nacimiento.

Los casos leves pueden ser muy poco visibles. Pero los casos graves de pectus
excavatum pueden crear una profunda hendidura en el pecho que ejerce presión sobre
los pulmones y el corazón, pudiendo causar:

 Problemas al hacer ejercicio o mucha actividad física


 Cansancio
 Dolor de pecho
 Frecuencia cardíaca rápida o palpitaciones
 Infecciones respiratorias frecuentes
 Tos, resuello u opresión de pecho

Esta afección empeora conforme el niño va creciendo, y afecta más a los niños que a
las niñas.

¿Cómo se diagnostica?
Los profesionales de la salud suelen diagnosticar el pectus excavatum basándose en
una exploración física y en los antecedentes médicos del niño. En caso necesario,
también pueden solicitar pruebas como:

 Una radiografía de pecho o de tórax para determinar la gravedad de la afección


 Un electrocardiograma (ECG) para evaluar la función cardíaca
 Pruebas de la función pulmonar para evaluar los pulmones
 Pruebas genéticas para detectar los síndromes relacionados

¿Cómo se trata?
Los niños y los adolescentes con pectus excavatum, a quienes no les preocupe su
aspecto físico y que no tengan problemas para respirar, no necesitan tratamiento
alguno.

En algunos casos, el pectus excavatum se puede tratar mediante cirugía. En


el procedimiento de Ravitch, un cirujano extrae el cartílago dañado, corrige o
reconstruye el esternón y coloca una barra (o varias barras) en la pared torácica para
sostenerla en la posición adecuada. La barra se suele extraer en una operación
posterior, generalmente al cabo de unos 6 meses. Esta operación se suele hacer en
pacientes de 13 a 22 años de edad.

Una técnica más reciente, el procedimiento de Nuss, es menos invasiva. El cirujano


introduce una barra metálica curvada a través de una incisión de tamaño reducido para
empujar el pecho hacia delante. Y se añade una barra estabilizadora para mantenerlo
en su sitio. El pecho se remodela constantemente durante 2 a 4 años y ambas barras se
extraen quirúrgicamente. El procedimiento de Nuss se puede utilizar con pacientes de
9 años en adelante.

Los médicos también pueden recomendar fisioterapia y ejercicios para fortalecer los


músculos débiles del pecho.

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