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Anomalías del cordón umbilical

Reseña histórica:

Anomalías del Cordón Umbilical

El cordó n umbilical conecta al bebé con la placenta. La placenta es un ó rgano que


crece en su ú tero y que suministra al bebé alimentos y oxígeno a través del cordó n
umbilical.

El cordó n umbilical comienza a formarse a las cinco semanas de la concepció n. Va


creciendo progresivamente hasta las 28 semanas de embarazo y llega a tener cerca de
dos pies de largo
El cordó n contiene tres vasos sanguíneos: dos arterias y una vena. La vena transporta
oxígeno y alimentos desde la placenta al bebé. Las dos arterias transportan desechos
del bebé hacia la placenta. Los desechos pasan a la sangre de la madre y son
eliminados por sus riñ ones. Un tejido gelatinoso llamado gelatina de Wharton recubre
y protege estos vasos sanguíneos.
Pueden darse varias anomalías en el cordó n umbilical. En algunos casos, éstas pueden
causar complicaciones durante el embarazo o durante el parto. A veces, los
profesionales de la salud diagnostican las anomalías del cordó n umbilical durante un
ultrasonido de rutina (una prueba que utiliza ondas sonoras y una computadora para
producir una imagen del bebé en el ú tero). En otros casos, la anomalía se diagnostica
después del parto cuando se examina el cordó n.
¿Que es un cordón nucal?

El cordó n nucal es un cordó n umbilical que da una o má s vueltas alrededor del cuello
del bebé. Suele producirse en aproximadamente uno de cada cinco nacimientos. El
cordó n nucal rara vez causa problemas al bebé.
A veces el cordó n nucal se diagnostica mediante un ultrasonido. Sin embargo, es
probable que no necesite cuidados especiales si el bebé tiene un cordó n nucal. En
ocasiones, los bebés con un cordó n nucal pueden tener una frecuencia cardíaca
anormal durante el parto y requieren una cesá rea (cuando el bebé nace a través de un
corte que realiza el cirujano en el abdomen y ú tero de la madre)
Con menor frecuencia, el cordó n umbilical se envuelve alrededor de otras partes del
cuerpo del bebé, como un pie o una mano. Por lo general, no representa un riesgo para
el bebé.
¿Qué es la arteria umbilical única?

La arteria umbilical ú nica es un cordó n umbilical que contiene solo una arteria en
lugar de dos, como es normal. El cordó n contiene só lo dos vasos sanguíneos en lugar
de tres, que es lo normal. La arteria umbilical ú nica se produce en aproximadamente
el uno por ciento de los embarazos de un solo bebé y cerca del cinco por ciento de los
embarazos mú ltiples (mellizos, trillizos o má s bebés). Se desconocen las causas de la
arteria umbilical ú nica.
Con frecuencia puede diagnosticarse durante un ultrasonido de rutina.
Los bebés con arteria umbilical ú nica son má s propensos a ciertos defectos congénitos
como, por ejemplo

 Defectos cardíacos
 Defectos en el riñ ó n y tracto urinario
 Defectos en el cerebro y espinales
 Anomalías cromosó micas, como síndrome de Down
Si su bebé tiene un diagnó stico de arteria umbilical ú nica, es probable que usted deba
realizarse pruebas para diagnosticar o descartar defectos congénitos. Estas pruebas
pueden incluir, entre otras:

 Un ultrasonido detallado. Esta prueba examina en má s detalle partes


específicas del bebé. Lleva má s tiempo que un ultrasonido de rutina y utiliza
equipos má s complejos.
 Amniocentesis. El médico extrae cierta cantidad de líquido de alrededor del
bebé en el ú tero. El laboratorio analiza el líquido para comprobar si hay
anomalías cromosó micas en el bebé.
 Eco cardiografía. Se trata de un tipo de ultrasonido especial que detecta
defectos cardíacos en el bebé.
La mayoría de los bebés con arteria umbilical ú nica no tienen defectos congénitos y se
desarrollan normalmente. Incluso en estos casos, el médico puede decidir examinar el
crecimiento del bebé con un ultrasonido má s adelante durante el embarazo (3).
¿Qué es el quiste del cordón umbilical?

Los quistes del cordó n umbilical son crecimientos en el cordó n. Pueden observarse
durante un ultrasonido de rutina.
Los quistes del cordó n se producen en aproximadamente uno de cada 250 embarazos
(2)
. Hay quistes verdaderos y falsos. Los quistes verdaderos se alinean con las células
mientras que los falsos no lo hacen. Ambos tipos de quistes a veces se asocian con
defectos congénitos en el bebé como, por ejemplo

 Anomalías cromosó micas


 Defectos renales
 Defectos abdominales.
Si el médico encuentra un quiste del cordó n durante un ultrasonido, puede necesitar
realizar pruebas adicionales, como un ultrasonido detallado y una amniocentesis, para
diagnosticar o descartar defectos congénitos. En la mayoría de los casos, los quistes
encontrados durante el primer trimestre desaparecen y el bebé nace sano.

¿Qué son los nudos del cordón umbilical?

Puede formarse un nudo en el cordó n umbilical cuando el bebé pasa a través del bucle
del cordó n. Esto puede ocurrir durante el embarazo o durante el parto. Cerca del uno
por ciento de los bebés nace con uno o má s nudos en el cordó n umbilical (2,4).
Los nudos suelen producirse con má s frecuencia cuando el cordó n umbilical es
demasiado largo y en los embarazos de gemelos. Los gemelos comparten el mismo
saco amnió tico y sus cordones pueden enredarse.
La mayoría de los nudos del cordó n son flojos y no representan un riesgo para el bebé.
No obstante, a veces el nudo puede tensarse e interrumpir el flujo de sangre a través
del cordó n umbilical, lo que reduce el suministro de oxígeno al bebé. Los nudos del
cordó n tensos pueden aumentar el riesgo de aborto espontá neo o nacimiento sin vida
A veces, un nudo flojo se tensa durante el parto y hace que disminuya la frecuencia
cardíaca del bebé. El médico puede detectar el cambio en la frecuencia cardíaca en el
monitoreo de rutina que se realiza durante el parto. En algunos casos, puede ser
necesaria una cesá rea inmediatamente.
¿Qué es el prolapso del cordón umbilical?

El prolapso del cordó n umbilical se produce cuando el cordó n se desliza dentro de la


vagina antes que el bebé. Por lo general, esto ocurre después del desprendimiento de
las membranas (cuando se rompe el saco amnió tico que contiene al bebé en el ú tero).
El bebé puede ejercer presió n sobre el cordó n al pasar por el cuello uterino y la vagina
durante el parto. La presió n sobre el cordó n puede reducir el flujo de sangre al bebé,
quien deja de recibir suficiente oxígeno. En estos casos es necesario adelantar el parto,
por lo general mediante una cesá rea, para evitar complicaciones serias.
El prolapso del cordó n umbilical suele producirse cuando una mujer está en trabajo
de parto en el hospital. El médico sospechará que se trata de prolapso del cordó n
umbilical si el bebé desarrolla anomalías en la frecuencia cardíaca después del
desprendimiento de las membranas y podrá confirmarlo mediante un examen pélvico.
En caso de confirmarlo, levantará al bebé para alejarlo del cordó n y aliviar la presió n
sobre éste mientras prepara a la mujer para una cesá rea.
En ocasiones, la mujer puede tener prolapso del cordó n fuera del hospital. Si se
produce el desprendimiento de las membranas y siente algo en su vagina, llame al 911
o pida a alguien que la lleve al hospital inmediatamente.
El prolapso del cordó n umbilical se produce en hasta uno de cada 200 nacimientos. El
riesgo aumenta si:

 El bebé está en posició n de nalgas (con los pies hacia adelante)


 El parto es prematuro (antes de cumplidas las 37 semanas de gestació n)
 El cordó n umbilical es demasiado largo
 Hay demasiado líquido amnió tico
 El médico rompe las membranas para iniciar o acelerar el trabajo de parto
 Da a luz mellizos por vía vaginal (normalmente, el segundo mellizo resulta má s
afectado)
¿Qué es la vasa previa?

La vasa previa se produce cuando algunas secciones de los vasos del cordó n umbilical
no está n totalmente contenidas dentro del cordó n umbilical. Estas secciones pueden
cruzar el cuello uterino (la abertura del ú tero), sin la protecció n del cordó n umbilical.
Durante el parto, los vasos pueden desgarrarse y dar como resultado una hemorragia
que puede poner en peligro la vida del bebé. La vasa previa se produce en uno de cada
2,500 nacimientos.
A veces, la vasa previa se diagnostica mediante ultrasonido durante el embarazo. Para
evitar complicaciones serias, el médico puede decidir adelantar el parto (por lo
general, cerca de las 35 semanas de embarazo) mediante una cesá rea. La mayoría de
los bebés diagnosticados antes del parto sobreviven.
Sin embargo, a veces la vasa previa se diagnostica imprevistamente en el parto.
Aproximadamente la mitad de estos bebés nacen sin vida (muerte del bebé en el ú tero
después de 20 semanas de embarazo). Ciertas condiciones pueden aumentar su riesgo
de vasa previa como, por ejemplo:

 El cordó n umbilical se inserta en las membranas en lugar de en el centro de la


placenta (inserció n ve lamentosa)
 Placenta previa (la placenta se encuentra en posició n baja y cubre el cuello del
ú tero en forma parcial o total) u otras anomalías placentarias
 Embarazo mú ltiple
 Embarazo resultante de fertilizació n in vitro (un tipo de tratamiento para la
fertilidad)
Algunas mujeres con vasa previa tienen hemorragia vaginal indolora en el segundo o
tercer trimestre. Si experimenta hemorragia vaginal, siempre debe comunicarlo
inmediatamente a su médico para que éste pueda proporcionarle el cuidado especial
que necesita para protegerla y proteger al bebé.
¿Apoya March of Dimes la investigación sobre las anomalías del cordón
umbilical?

March of Dimes apoya la investigació n para prevenir las anomalías del cordó n
umbilical y las complicaciones resultantes. Un becario está estudiando el desarrollo de
los vasos sanguíneos en el cordó n umbilical para determinar las causas de la arteria
umbilical ú nica y otras anomalías del cordó n. El objetivo de este estudio es prevenir
las complicaciones, como la falta de oxígeno, que puede contribuir a pará lisis cerebral
y otras formas de dañ o cerebral.
Referencias

1. Pandipati, S. y Hobbins, J.C. (2008). Ultrasound in obstetrics. En Gibbs, R.S., Karlin,


B.Y., Haney, A.F. y Nygaard, I.E. (Eds.), Danforth’s Obstetrics and Gynecology
(10th edition, 138-151). Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins.
2. Beall, M.H. y Ross, M.G. (2009). Umbilical cord complications. Emedicine.
Consultado en: http://emedicine.medscape.com/article/262470
3. Mandujana, A. y Wilkins, I. (2010). Single umbilical artery: What you need to
know. Contemporary Ob/Gyn. Consultado en:
http://contemporaryobgyn.modernmedicine.com/obgyn/issue/issueDetail.jsp?
id=19495
4. Klatt, T.E. y Cruikshank, D.P. (2008). Breech, other malpresentations, and
umbilical cord complications. En Gibbs, R.S., Karlan, B.Y., Haney, A.F. y Nygaard,
I.E. (Eds.), Danforth’s Obstetrics and Gynecology (10. ° edición, págs. 412-416).
Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins.
5. Robinson, B.K. y Grobman, W.A. (2011). Effectiveness of timing strategies for
delivery of individuals with vasa previa. Obstetrics & Gynecology, 117 (3), 542-
549.
6. Oyelese, Y. y Smulian, J.C. (2006). Placenta previa, placenta accreta, and vasa
previa. Obstetrics and Gynecology, 107 (4), 927-941.
Julio de 2011
Concepto

El cordó n umbilical comienza a formarse a las cinco semanas de la concepció n. Va


creciendo progresivamente hasta las 28 semanas de embarazo y llega a tener de 22 a
24 pulgadas de largo. Por lo general, a medida que crece, va formando una espiral. El
cordó n contiene tres vasos sanguíneos: dos arterias y una vena. La vena transporta
oxígeno y nutrientes desde la placenta (que está conectada con el torrente sanguíneo
de la madre) al bebé. Las dos arterias transportan desechos del bebé hacia la placenta
(donde son transferidos a la sangre de la madre y eliminados por sus riñ ones).

Hay una serie de anomalías que pueden afectar el cordó n umbilical. Por ejemplo, el
cordó n puede ser demasiado largo o demasiado corto. A veces no está bien conectado
con la placenta y se anuda o se comprime. Las anomalías del cordó n pueden llevar a
problemas durante el embarazo o durante el parto. En algunos casos, estas anomalías
se detectan antes del parto al realizar un ultrasonido. No obstante, por lo general no se
descubren hasta después del parto cuando se examina el cordó n directamente. A
continuació n se describen las anomalías má s frecuentes del cordó n y sus posibles
efectos en la madre y el bebé.

Existen diversas posibles patologías de las cuales tratare las má s comunes.


Arteria umbilical ú nica: En el normal de los embarazos el cordó n umbilical porta tres
vasos sanguíneos, pero en esta patología el cordó n porta solo dos, se desconocen las
causas de esta anomalía.
Se dice que los bebes con arteria umbilical ú nica son mas propensos a ciertos defectos
congénitos, por ejemplo defectos al corazó n, sistema nervioso central, tracto urinario
entre otras.
Para descartar posibles problemas en el bebe se realizan diversos exá menes ante una
posible enfermedad, para axial ponerlo en un tratamiento inmediato.
Prolapso del Cordó n:
Es una complicació n que se produce en el parto, ya que el cordó n se enreda alrededor
del cuello del bebe, al ocurrir esto el bebe ejerce presió n al pasar por el cuello uterino
y la pagina durante el parto, la presió n sobre el cordó n reduce o corta el flujo de
sangre de la placenta, lo que reduce el suministro de oxigeno, pudiendo producir la
muerte del bebe, para evitar la muerte levantar el á rea del feto para tomar el cordó n
mediante un examen pélvico e inmediatamente realizar una cesá rea.
El riesgo de prolapso del cordó n umbilical aumenta si:
El bebé está con los pies adelante
La mujer entró en trabajo de parto.
El cordó n umbilical es demasiado largo.
Hay demasiado líquido amnió tico.
El médico rompe las membranas para iniciar o acelerar el trabajo de parto.

Vasa Previa: ocurre cuando los vasos sanguíneos fetales de la placenta o del cordó n
umbilical cruzan la entrada hacia el canal uterino, por debajo del bebe
Cuando se diagnostica vasa previa imprevistamente en el parto, má s de la mitad de los
bebés afectados nace sin vida, pero cuando se diagnostica mediante ultrasonido en
una etapa anterior del embarazo, por lo general puede prevenir la muerte del feto
mediante una cesá rea a las 35 semanas de gestació n aproximadamente. Las mujeres
con vasa previa a veces tienen hemorragia vaginal indolora en el segundo o tercer
trimestre

Cordó n nucal: El cordó n se enrolla alrededor de su cuello y/o extremidades es la


anomalía que menos afecta al bebe, por lo general nacen sanos
A veces los monitoreas muestran anomalías en el ritmo cardíaco de los bebés con un
cordó n nucal durante el parto, pero no representa mayor problema, se soluciona al
momento de nacer.

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03/05/2009
Diagnóstico

La metodología normal de un examen ecográ fico incluye la evaluació n del cordó n


umbilical. Si se efectú a una ecografía entre 11-13+6 y 22-26 semanas, el cordó n
umbilical se evalú a para contar el nú mero de vasos, los cuales son claramente
identificables con la ecografía. La vena es por lo general má s gruesa que las arterias.[2]
El hallazgo de dos vasos en vez de tres es siempre un signo de alerta.
Estadísticamente, casi un tercio de las veces, existe algú n defecto fetal mayor o menor.
La detecció n de una arteria umbilical ú nica (AUU) obliga a una evaluació n minuciosa y
detallada del feto.

La arteria umbilical ú nica se asocia a malformaciones mú sculo-esqueléticas, renales,


de los tubos digestivos, cardiacos y cerebrales, dentro de las má s relevantes. La gran
mayoría de los defectos se puede diagnosticar entre las 22-26 semanas de gestació n.
Algunas anomalías de aparició n variable pueden manifestarse a mayor edad, por lo
que se recomienda también su seguimiento alrededor de las 32-34 semanas. Debe
recordarse que algunas condiciones anormales no pueden detectarse a través del
ultrasonido prenatal.

La arteria umbilical ú nica se asocia a hipertensió n/su torsió n del cordó n umbilical.
Esto quiere decir que como el cordó n no es normal en su estructura, puede torcerse
má s o menos de lo habitual, generando riesgo de compresió n de los vasos que tiene en
su interior. Por esto, el pronó stico perinatal de fetos con AUU es diferente al de
aquellos con cordó n normal. Ademá s, un grupo de fetos con AUU tendrá n bajo peso al
nacer. Actualmente, no hay datos que indiquen que la presencia de AUU aislada sea un
factor de riesgo de alteració n cromosó mica fetal.

María Eugenia Hü bner Guzmá n. Malformaciones congénitas (en españ ol).


Publicado por Editorial Universitaria, 2005; pá g. 282-283. ISBN 956-11-1747-9

↑ a b c d e Beall, Marie Helen; Michael G Ross (agosto de 2007). «Umbilical Cord


Complications» (en inglés). Obstetrics and Gynecology. eMedicine.com.
Consultado el 12 de mayo de 2009.
Tratamiento:

 Reducir manualmente el pro cubito de cordó n.


 Tacto vaginal.
 Colocar ala paciente en posició n de trendelemburg a fin de evitar la presió n
del cordó n.
 Administrar oxigeno por mascarilla ala madre para mejorar la concentració n
sanguínea de este elemento.

Cuidados:

Generalmente entre la primera y la tercera semana el cordó n umbilical se seca y se


desprende de modo natural. Durante la cicatrizació n se recomienda mantenerlo lo
má s limpio y seco posible.
En los neonatos es preciso extremar al má ximo el cuidado de la herida que deja el
corte del cordó n umbilical, debido a que esta es una zona muy proclive a infecciones.
Por ello es necesaria una limpieza adecuada con antiséptico; el má s recomendado es la
clorhexidina.

IMPORTANTE: se deben evitar elementos con yodo, pues la piel del recién nacido lo
absorbe, pudiendo provocar alteraciones renales, problemas metabó licos o tiroideos.

Cuidados Enfermeros en Pediatría: Cuidados del cordón umbilical...

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Complicaciones:
El cordó n umbilical es un ó rgano indispensable para la supervivencia del feto. Conecta
al bebé con la placenta y es el encargado de proporcionar oxígeno y los nutrientes
necesarios para que pueda desarrollarse adecuadamente.
Si bien son poco frecuentes, pueden darse algunas complicaciones del cordó n
umbilical en el embarazo, aunque la mayoría de ellas se detectan recién en el
momento del parto.
El cordó n umbilical es un tubo estrecho de forma helicoidal que suele medir entre 50
y 60 centímetros de longitud.
Por su interior pasan tres vasos sanguíneos: una vena que conduce el oxígeno y los
nutrientes de la sangre materna y dos arterias que provienen del bebé y transportan
los desechos que se transfieren a la sangre de la madre y luego son eliminados.
Durante el embarazo pueden aparecer complicaciones asociadas al cordó n umbilical,
como por ejemplo:

Prolapso de cordó n
Se produce cuando una vez que se ha roto la bolsa de aguas, el cordó n umbilical
sobresale por el cuello uterino antes que la cabeza del bebé . Es raro que ocurra (un
caso entre mil), pero supone un grave riesgo.
La presió n de la cabeza sobre el cordó n podría comprimirlo interrumpiendo el flujo de
oxígeno que el bebé recibe. Cuando hay prolapso de cordó n es necesario realizar una
cesá rea de emergencia para evitar que el bebé pueda sufrir una lesió n por falta de
sangre.
También puede presentarse un prolapso de cordó n con la bolsa intacta cuando el
cordó n se encuentra delante de la cabeza del feto pero no asoma por la vagina. Por su
parte, se denomina prolapso de cordó n oculto cuando éste se encuentra no por
delante, sino junto a la presentació n del bebé.
El prolapso puede producirse tanto si el bebé está colocado de nalgas o en
presentació n cefá lica, pero ésta es la má s peligrosa por la presió n que ejerce la cabeza
sobre la pelvis tiende a ser má s intensa.
Entre los factores que predisponen al prolapso de cordó n se encuentran:
prematuridad y bajo peso, embarazos gemelares, alteració n en la presentació n del
bebé o alteraciones de la pelvis materna.

Cordó n de una sola arteria


Esta alteració n sucede cuando en lugar de dos arterias que salen del feto, se desarrolla
una sola arteria. Su incidencia es menor al 1 por ciento.
A diferencia de otras complicaciones del cordó n, ésta suele detectarse tempranamente
y la mayoría de las veces asociada a malformaciones mayores en el feto (cardíacas o
renales) o alteraciones menores como bajo peso del bebé o partos prematuros.

Alteraciones de la longitud del cordó n


Como hemos dicho antes, el cordó n mide entre 50 y 60 centímetros, sin embargo en
ocasiones puede tener una longitud menor o mayor que suelen provocar
complicaciones.
Un cordó n umbilical muy corto, de menos de 30 centímetros puede complicar que el
bebé baje por el canal de parto en el momento del parto.
En cambio, un cordó n muy largo, de má s de 60 centímetros, no está relacionado con
alteraciones, pero por su longitud aumentan las probabilidades de que se formen
nudos o se enrolle alrededor de distintas partes del cuerpo del bebé, produciendo
sufrimiento fetal durante o antes del trabajo de parto.

Formació n de nudos en el cordó n


La propia naturaleza del cordó n hace que sea prá cticamente imposible que se formen
nudos impidiendo el paso de la sangre y de oxígeno al feto. Está cubierto por una
sustancia gelatinosa que le da flexibilidad y elasticidad impidiendo que se rompa o se
formen nudos.
Sin embargo los movimientos y las volteretas del bebé dentro del ú tero,
especialmente durante los primeros meses, pueden hacer que se formen nudos en el
cordó n umbilical.
La mayoría de las veces son nudos falsos, es decir, alteraciones en la estructura sin
importancia, pero a veces son nudos reales que pueden ajustarse a medida que avanza
el embarazo y provocar un déficit de nutrientes y de oxígeno en el feto.
El médico evaluará en estos casos si es viable intentar el parto vaginal o practicar una
cesá rea.

Vueltas de cordó n (o circular de cordó n)


El cordó n tiene la longitud suficiente como para enrollarse en el cuello o en el cuerpo
del bebé.
Es una de las preocupaciones má s frecuentes, pero muchas veces infundadas, ya que
aproximadamente entre el 20 y el 40 por ciento de los bebés nacen con una vuelta de
cordó n, e incluso dos, y se soluciona con una maniobra muy sencilla.
Se coloca el dedo entre el cuello y el cordó n para deshacer la circular mientras el niñ o
sale. Mi hija mayor es muy coqueta y nació con el cordó n de “collar”, algo que se
solucionó en el momento y quedó un una simple anécdota del parto.

Complicaciones del cordó n umbilical

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