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los líquidos se movilicen a través del intestino. Esto se llama peristaltismo. Los
nervios entre las capas musculares desencadenan las contracciones.
En más o menos 5% de los casos la enfermedad afecta a todo el intestino grueso
(agangliosis total del colon). En raras ocasiones, la enfermedad se extiende en
el intestino delgado y envuelve todo el intestino (agangliosis intestinal total). [2][1]
Signos y síntomas
En los niños mayores, los signos y síntomas pueden incluir los siguientes:
Abdomen hinchado
Estreñimiento crónico
Gases
Retraso en el desarrollo
Fatiga
Factores de riesgo
¿Cómo se diagnostica?
- Enema de bario: sirve para ver la extensión del defecto. El bario es un
tinte que se mete en el colon y se ve muy bien en las radiografías. Se
puede ver una imagen más clara del colon, con las áreas estrechas o con
cualquier obstrucción.
- Manometría rectal: se mide la presión en el recto y se muestra si los
músculos de esa zona no se relajan.
- Biopsia rectal: se extrae un trozo de tejido del recto para examinar al
microscopio. Se puede ver si faltan las células nerviosas del colon.
Es posible que los casos leves no se diagnostiquen hasta que el bebé sea mayor.
Durante un examen físico, el proveedor de atención médica puede sentir las asas
del intestino en el abdomen hinchado. Un examen rectal puede revelar una
pérdida del tono muscular en los músculos del recto.
Radiografía abdominal
Manometría anal (se infla un globo en el recto para medir la presión en la
zona)
Enema opaco
¿Cuál es el tratamiento?
La cirugía es el tratamiento más eficaz. Se trata de quitar el tramo anómalo del
intestino y conectar el trozo normal al recto y al ano. Se puede hacer en uno o dos
pasos.
En los casos leves se hace una sola cirugía. Al diagnosticar la enfermedad se usa
una técnica poco cruenta, que se llama laparoscopia.
En los niños más enfermos, por la inflamación del colon o por su malnutrición, es
mejor hacerlo dos pasos:
Una pequeña parte sigue teniendo síntomas, como estreñimiento o problemas con
el control de esfínteres.
https://www.familiaysalud.es/sintomas-y-enfermedades/aparato-digestivo/
enfermedades-digestivas/la-enfermedad-de-hirschsprung
Expectativas (pronóstico)
Los síntomas mejoran o desaparecen en la mayoría de los niños después de la
cirugía. Un pequeño número de niños puede tener estreñimiento o problemas para
controlar las heces (incontinencia fecal). Los niños que reciben tratamiento
oportuno y compromiso de un segmento intestinal más pequeño tienen un mejor
desenlace clínico.
Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
Síndrome del intestino corto, una afección que puede llevar a que se
presente desnutrición y deshidratación.
Nombres alternativos
Megacolon congénito
Referencias
Bass LM, Wershil BK. Anatomy, histology, embryology, and developmental
anomalies of the small and large intestine. In: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ,
eds. Sleisenger and Fordtran's Gastrointestinal and Liver Disease:
Pathophysiology/Diagnosis/Management. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier;
2021:chap 98.
Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ, Shah SS, Tasker RC, Wilson KM. Motility
disorders and Hirschsprung disease. In: Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ,
Shah SS, Tasker RC, Wilson KM, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 21st ed.
Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 358.
Ultima revisión 12/10/2021
Versión en inglés revisada por: Neil K. Kaneshiro, MD, MHA, Clinical Professor of
Pediatrics, University of Washington School of Medicine, Seattle, WA. Also
reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial
Director, and the A.D.A.M. Editorial team.
En más o menos 5% de los casos la enfermedad afecta a todo el intestino grueso
(agangliosis total del colon). En raras ocasiones, la enfermedad se extiende en
el intestino delgado y envuelve todo el intestino (agangliosis intestinal total). [2][1]
Herencia
Cuando alguien que no tiene la enfermedad, tiene un(a) niño(a) con la enfermedad
de Hirschsprung aislada, y no hay otros casos en la familia, el riesgo estimado
total de tener otro hijo o hija con la condición es más o menos de 4%. Hay algunos
factores que pueden influir este riesgo:[2]
El grado de parentesco con la persona afectada (por ejemplo, hermanos,
padres)
El sexo del individuo afectado
El sexo del pariente (los varones son más propensos que las mujeres a
desarrollar la enfermedad)
El tipo de la enfermedad (el riesgo es mayor si la persona afectada tiene la
enfermedad de segmento largo en lugar de la enfermedad de segmento
corto)
La historia clínica y de las pruebas genéticas