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Hoy, la Corte Constitucional está tramitando una serie de demandas en contra del AL
01/20201. Debe subrayarse que, de acuerdo con el artículo 241 de la Constitución, el control
constitucional de los actos legislativos solo puede ser por “vicios de procedimiento”. Debido a
la importancia de las normas constitucionales, sus procedimientos de reforma (como los actos
legislativos) son complejos: requieren una mayoría absoluta, mayor número de debates y unos
requisitos formales más exigentes. Por lo tanto, una reforma constitucional es inválida solo
cuando se violan esos procedimientos (por ejemplo, si el segundo período de aprobación de
un proyecto de acto legislativo es aprobado con una mayoría simple y no con mayoría
absoluta, como lo exige el artículo 375 de la Constitución).
Sin embargo, la Corte Constitucional encontró una salida para evadir ese límite al control
constitucional. Argumenta que los vicios de procedimiento incluyen un análisis de los excesos
en la competencia del poder de reforma constitucional. El Congreso de la Republica, según
esta doctrina, solo puede reformar la Constitución, pero no pude sustituirla. Si la Corte
Constitucional encuentra que un acto legislativo “sustituye la Constitución”, entonces ese acto
tiene un vicio en su procedimiento, al ser promulgado por un poder que no tiene competencia
para hacerlo.
La doctrina de la sustitución sostiene que ese tipo de vicios se genera cuando se afecta un
elemento de la esencia de la Constitución y se cambia por uno que le es completamente
distinto. Por ejemplo, si un acto legislativo suprime la democracia como principio fundamental
de la organización política y la cambia por un principio aristocrático, entonces, la Constitución
deja de ser la misma y se sustituye por otra.
concluir que esa reforma sustituye la Constitución. Aun cuando es verdad que la pena
perpetua es inconveniente (por razones políticas, sociológicas y de política criminal), lo cierto
es que eso no demuestra que afecte los elementos de la esencia de la Constitución3.
Además, la reforma constitucional dispuesta en el AL 01/2020 no establece la prisión
perpetua; solo posibilita que el legislador, dentro de sus competencias, decida sobre ello.
Sobre esto último, debe considerarse que el Gobierno nacional radicó el Proyecto de Ley 401
de 2021 (a la espera de que se le asigne ponente para continuar con el trámite legislativo), el
cual pretende desarrollar el AL 01/2020. El proyecto pretende modificar normas del Código
Penal y del Código de Procedimiento Penal. Existen diversas consideraciones que justifican
las críticas a ese proyecto de ley. El proyecto descuida por completo la búsqueda de
resocialización, delegando el problema al Ministerio de Justicia y del Derecho. Además, omite
el deber de formular una política pública integral de protección al menor. Tienen razón quienes
afirman que el proyecto omite la realidad judicial y penitenciaria del país. Mantener de forma
perpetua en las cárceles colombianas es, sin duda, una medida desproporcionada.