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Bosquejo de la filosofía

analítica

Sulma S u b H.*

D
e los movimientos filosó- me referiré a la propuesta del ani-
ficos que se han dado en h i s lógico del lenguaje, repre-
nuestro siglo. considero sentada por Berirand Russell, y el
que el movimiento analítico es desarrollo de l a idea de análisis
uno de los mas significativos y lógico con los denominados “po-
paradigmáticos. Se caracteriza sitivistas lógicos”. A continua-
y reconoce por s u estilo de pensa- ción, haré algunos comentarios
miento más que por un cuerpo de en torno a la filosofla del lengua-
doctrina o una metodología en je ordinario, también llamada “fi-
particular. De allí que dentro de losofía lingüística”. Por último,
un mismo movimiento se den me detendré en los desarrollos y
aproximaciones a problemas filo- debates contemporáneos a la ca-
sóficos con diferencias muy mar- beza de los cuales se encuentran
cadas. En este trabajo presentaré V.O.Quine, D.Davidson y M.
algunos de los giros básicos que Dummett. No pretendo recoger
ha tomado -y sigue tomando todos los giros que se han dado en
hasta nuestros dias- este movi- l a corriente analítica; ni siquiera
miento analítico. En primer lugar, todos los que han tenido cierta

IZTAPALAPA 33
W[TRAORDINARIO DE 19994. pp. 63.74 * Instituto de Investigaciones Filosóficas. Universidad Nacional AutÚnoma de Mixico
64 Sulnici Snub H.

importancia. Sin embargo sí considero que son los


más representativos y los que mejor ilustran la contri-
bución del movimiento a la torniación de uno de los
sellos más característicos de nuestro siglo: su prewu-
pación por el lenguaje.
E s claro que los filósofos no son los únicos que se
ocupan en l a actualidad del lenguaje, también lo ha-
cen los lingüistas, literatos, sociólogos, psicólogos.
antropólogos, etc. Pero, por lo general, los estudios
que se han llevado a cabo en un campo no han sido
tomados en cuenta en los estudios de los otros cam-
pos, aunque esta situación está Cambkalido rápida-
mente en los últimos tiempos. Quizás uno de los cani-
pos con los que la filosofía ha tenido más proximidad,
Unto antes como ahora, sea el de la lingüística, debi-
do sobre todo a las maneras semejantes de aproximar-
se al fenómeno del lenguaje. Ambos se ocupan de los
lenguajes tOImdleS, interesados en su estruchira y en
el análisis de sus conceptos más fundamentales. L a
manera en que las estructuras del lenguaje corrcspon-
den a las del pensamiento, al igual que las relaciones
entre los lenguajes formales y los ordinarios.
¿Existe, sin embargo. algún tipo de preocupacihi
acerca del lenguaje quc pudiera cünsiderarse especí-
Iicamente filosófico? Creo clue sí y tal vez destacaría
como dos de sus problemas centrales el de la verdad
y el del uso de un lenguaje. Esto es, la conexihn dcl
significado con la verdad y con el tipo de couociniicn-
i o que tienen los liablantes de una len&uaal compren-
derla. Si bien es cierto que al&unosfilósofos del lcn-
guaje se han interesado por el fenómeno del lenguaje
per se, podemos señalar que a la mayoría les prewu-
pa su conexión tanto con el pensamiento como con el
inundo. De hecho, una parte de 10s desacuerdos que
, ..

Bosquejo de lafilosofaanaliticfi 65

existen entre los diversos filósofos analíticos radica temático alemán nacido en 1848, como el precursor
precisamente en la manera de articular estos ámbitos.’ más destacado del movimiento analítico, o de la filo-
Estos filósofos adoptan el análisis como método, io sofía del lenguaje. Su contribución mayor se dio en el
que precisamente da su nombre al movimiento analí- campo de la lógica y de la filosofía de las matemáticas
tico. Empero, como se veld más adelante, sería más y fue el creador de la lógica matemática contemporá-
correcto hablar de métodos de análisis ya que la ma- nea. Dummett, uno de los estudiosos más acuciosos
nera en que lo definen y aplican sus proponentes dista de la filosofía de Frege, considera que tal vez uno de
mucho de ser homogénea. Como se veld más adelan- los logros más importantes de este autor en el campo
te, las formas más comunes de entender el análisis de la filosofía consista en haber reinstalado la lógica
son: como procedimiento reductivo, en el cual se eli- filosófica como punto de partida para toda la filoso-
minan los términos que se analizan en favor de los fía, desplazando así a la epistemología del sitio privi-
términos más básicos; como traducción de un lengua- legiado que venía gozando a partir del modem ism^.^
j e a otro; como clarificación o elucidación de los tér- Nunca antes los filósofos habían reparado en la
minos que se emplean. importancia del lenguaje para sus reflexiones. Por
Con respecto a los problemas filosóficos tradicio- ejemplo, los filósofos de la modernidad (siglos XVII y
nales, las cuestiones acerca del lenguaje que atañen ai XVIII) no se ocuparon específicamente del lenguaje.
filhofo analítico no deben verse como una ruptura Asociaron las palabras a las ideas que se forman en la
sino, más bien, como señala Ayer; como una nueva mente de los sujetos, y conello operaron implícitamente
manera de plantearlos. Por ejemplo, el problema de la con un modelo del lenguaje en el cual las palabras se
identidad del yo se plantea como el análisis del uso de toman como las “etiquetas” o “signos” de las ideas y
los nombres propios y otros términos singulares; el hacen de éstas su significado. De modo que conecta-
problema de los universales como l a explicacic’m ban las palabras con las “ideas” de las cosas, en lugar
del uso de términos generales; el problema de la ver- de conectarlas directamente con las cosas a las que, a
dad como un estudio de la afirmación de las frases su vez, se reiieren las ideas. Esto se debía a que con-
indicativas. sideraban que el acceso al mundo, y por ende su co-
L d filosofía analítica ha tenido una repercusión nocimiento, se lograba a través de las ideas de las
mayor entre los filósofos de habla inglesa que entre cosas, es decir, de sus representaciones mentales. Así,
los filósofos “del continente” (los filósofos europeos, el conocimiento, al igual que la signiiicatividadde las
sobre todo alemanes y franceses), a pesar de que re- palabras, partía del sujeto y converth al lenguaje en
cientemente su estudio ha ido cobrando tul creciente el vehículo para transmitir a los otros sus creencias,
interés entre los últimos. No habría disputa entre los sentimientos,emociones, conocimientos,etc. Esta con-
seguidores del movimiento analítico, como s í l a ha- cepción instrumental del lenguaje tiene como corola-
bría entre los historiadores de la filosofía en general, rio el que de haber tenido un acceso directo a las
respecto a considerar a Gottlieb Frege, filósofo y ma- mentes de los demás, no hubiéramos requerido de él.
En la actualidad, además de que se le presta una te manera: “Luis quiere saber si es verdadera l a ora-
atención específica al lenguaje, se defiende una idea ciún ‘Está lista la cena‘”.Si la descuniposicitin de los
del lenguaje. que entra cn conflicto con el inodelo en actos verbales, ~ o m osugiere Frege, es currecta, st:
cl cual impera el vínculo entre las palabras y las imá- refuerza la idea que estos otros USOS del lenguaje cie-
-
zenes mentales oideas. Es decir. se rechazael modelo penden, en la medida que la incorporan, de l a oración
psicologista del lenguaje. indicativa.
Podemos sefialar las nociones de ~’descripción”. Por oira parte. también se supone que las oraciones
“sentido literal”. “traducci(5n”y “verdad”. y la inane- descriptivas tienen un significado literal, y que esto es
ra en que se combinan entre sí, como las ncxiiincs crucial para poder decidir su verdad. De nianera simi-
clavr en el enfoque analítico. La función descripliva lar a Io que dijimos respecto a Ius usus indicaiivos.
del lenguaje conlleva la pretensión de decirnos cóino pudría decirse que los USUS metafóricos. irúnicos,
e.\e1 mundo. cuáles son sus verdades. Pua muchos. analógicos, etc.. dependen del senlido literal. Inclusi-
la función descriptiva es la función básica de la filo- ve para algunos. por ejemplo para Davidsoii. el sen&
sofía. Esta i’unciún supone asignar a la filosofía un ilo de estos usos es el literal. Esta última tesis preten-
papel afín al de las ciencias. aun cuando la ciencia y de ir en contra de la idea coniún de que se considere
la filosofía no adopten las mismas perspectivas ni que tienen un “sentido” figurado. Davidson4 lo ilustra
tengan los mismos intereses, a i tiempo que se aleja de con el caso de la metáfora y dice que su sigriiJictiiio cs
las especulaciones metafísicas. Un rasgo de las des- el literal. y que difiere de él en cuanto a su uso,que es el
Lripciones es que se pueden calificar de verdaderas u de producir cienos efectos sorpresivos y novedosos.
e expresan en el lenguaje mediante »raciones A!$, 1% prltlliidd de 10s illOd<JS illd¡cati\oS llacC
indicativas y se consideran como el modo sintáctico plausible que los significados se refieran a las oracio-
básico del lenguaje. Si digo: “Los salarios actuales de nes que se mencionan y que el significado se vincule
los profesores universitarios se han depreciad« cn iin con la verdad.
70% en los últimos 10 años” empleo una frase indica- Podría decirse, gramo modo, que en el senu del
tiva para aiirmar lo que considero que es verdaderco. inovimiento anaiítico habria dos grandes vertientes:
Esta dimensión veritativa de las descripciones no se los que ponen un niayor acento en los elementos ior-
cncuenbra en los otros usos tiel lenguaje, conlo por niales y esiructurales del lenguaje y los que destacan.
c.jeinplo las órdenes. las preguntas, las expresiones de y toman COfllü punt0 de partida SUS USOS cotidianos.
deseos. etc. Una forma en que se ha defendido la priina- Con es& sepzaciún entre formalistas y filósofos del
cía del indicativo se la debemos a Frege. quien sugiere lenguaje ordinario no pretendo sugerir que estas dos
que en los otros modos del lenguaje podenios separar líneas de desarrollo se encuentren en conilicro. sino
dos elementos: su contenido y el “iiiodo” en el cual SI más bien marcar la dirección en la que sus sinipati-
presenta ese conlenido: Si Luis pegunta: “¿Está lista rantes inclinan sus investigaciones. Denimde los pri-
la cena?’ se puede refrasear la pregunta de La siguien- meros cabrían los positivislas Iúgicos y sus corrienies
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derivadas y , dentro de los segundos, los filósofos del del lenguaje. Russell considera que hay que distinguir
lenguaje ordinari~.~ las formas lógicas de las formas gramaticales del len-
Es muy revelador que estas dos vertientes aparez- guaje, ya que además de que las últimas no siempre
can en uno de los íilósofos fundadores del movimien- corresponden a las primeras, no distinguirlas puede
to analítico. tal vez el más destacado de ellos, Ludwig llevar a conclusiones filosóficas erradas. Russell pro-
Wittgenstein (1889-1951). El pensamiento de Witt-
genstein Iia venido a constituir la referencia obligada
de casi todos los practicantes de la filosofía analítica
y 1;i luenie inspiradora de muchas de sus ideas mis
centrales. Wittgenstein adoptó, en diferentes épocas
de su vida, tanto la vertiente formalista corno la del
uso ordinario del lenguaje, pero en ninguno de sus
inomeiitos es posible encasillarlo en algún niovimien-
to en particular. El encasillamiento más tentador fue
el que Iiicieron los militantes del positivismo lógico.
quienes toin'aron como su manifiesto el Tractutirs Lo-
g l C f ~ - ~ / l i ~ O S . O ~ J / lla l ~ S . más deSklCadd de la pi¡-
~ CObra
mera época de Wittgenstein. El propio Wittgenstein
sc negó a que su obra fuera considerada de esta ma-
nera, al planiear que aquellos malinterpretaron el senti-
do básico de su Obra. En LLS ~nvestigacionesfi/osó~iccw-,
Wittgenstein se convierte en el aítico más feroz del
Trrrcmrits y la visión del Ieiipaje que allí nos ofrece
inaugura una nueva manera de concebir el lenguaje,
de enorme influencia en algunos de los desarrollos
dcl movimiento. Wiiigenstein niega que el lenguaje
tenga una esencia y propone que, más bien, está cons-
tituido por múltiples juegos del lenguuje, cuyas fun-
ciones se aprehenden en sus contextos de uso. Esta
concepción del lenguaje de Wiiigenstein sigue siendo
ohjeio de debates muy vigorosos e, inclusive, de in-
terpreracioiies encontradas respecto aloque sostiene.
1. Bertrand Russell (1872-1970) es uno de los más
destacados exponentes de la idea del análisis lógico
pone conslriiir un Icngua.je ideal. esuucturaliiienic siciones bisicas. El significado de l a proposición está
pcrfecto. que nos revele l a estructura general del len- en íunción de los significados de sus nombres y éstos.
cuaje y que recoiisiruya nuestro discurso accrca del
L il su vez, los constituyen los objetos que denotan. Por
inundo. E s importante destacar que dewis de la prco- ejemplo, en la proposición “Pedro es alto”, “Pedro”
c.upaci0n por la bÚSqUedd de la estructiira del lenguaje, denota a l a persona a l a que designa y “alto” denota
esiá la idea de que muchas perplejidades filosóficas l a propiedad a l a que se refiere ese predicado.
surgen por la manera en que se plantean los proble- Los positivistas lógicos comparten con Russell la
nias, por l i s Iormas lirigüísticas quc se ctiipleaii. de búsqueda de un lenguaje ideal, que para ellos es como
allí que consideren urgente detenerse y sopesar. no un ciílculo. y consideran que la filosofía tiene por encar-
sólo las respuestas que se dan sino también las íornias go presentar de manera sistemática la sintaxis lógica
empleadas para plantear las interrogantes misnias. En del lenguaje. Circunscriben su estudio del lenguaje a
conexihi con este punto, resulta iluminad<irun pen- la función básica descriptiva del niundo. Señalan que
samiento de Wittgeiistein. Dice en el Trnctmrs Logi- una de las Warnpas más graves que nos tiende el Icn-
<rJ-Pliil~~slJ~~llicrr.,: guaje radica en presentarnos de manera descriptiva
realidades que no existen. El lenguaje coinún pcrmite
El lciiiguz~jcc i ini disrrai dcl pensunicnio. TAIIc h su que se puedan construir oraciones gramaticalniente
disfraz que de 1i; forma extcrior del ropüic i‘s imposible correctas, pero carentes de sentido lógico. En los tex-
inferir1~ii«rinadclpensümientoquesuhyacc~ 6 1yaque , tos metafísicos es donde más abundan afirmaciones
10 f~inmcxternadelampano esii diseñadapar;:revela la con cste cwácter. de allí que una de las metas que se
hrina del cuerpo, sino para o ~ o propcísitos
s riiialmenie han propuesto estos filósofos sea l a de analizar críti-
distiiii«s. (pp. 61-63) caniente cienos discursos, de inanera que se puedan
eliniinar aquellas afirmaciones que tienen una signi-
Mediante el análisis lógico se pretende despojar a1 ficaciún engañosa.
pcnsamienco de todo ropaje con el objeto de poder ver L a actitud de los positivistas lógicos o de los em-
con claridad su trama estructural y las reglas y princi- piristas lógicos -coino a veces también se les deno-
pios que lo rigen. Mediante la traducción dc los síin- mina- fue drástica sobre todo con respecto a la iiic-
bolos que se emplean en el lenguaje i+dinario a un lafísica ya que considerahan que su discurso Iiabia
lenguaje más idóneo -el Iógicaiiienic perfect-, los conlaminado en forma muy dañina a l discurso tiloscí-
símbolos que son defectuosos o inc<implelosse reem- tico. En efecto, la propuesta de los positivistas Iógi-
plazan por otros, haSta finalmente quedarnos con las cos dehc verse coino una reacción extrema que inten-
formas Últimas y más básicas del lenguaje, it.. sus taba poner fin a l a plaga metafísica que habían propa-
átoirios. Así, Russell llega a la idea de que los nom- gado los idealistas alemanes post-kantianos y posi-
bres son las formas últimas irreductibles e inanaliza- hegelidnos.Los antídotos para los exhavíos de las espe-
hies, que designan objetos. y que aparecen en propo- culaciones metafísicas a las qne eran dados los idea-
Bosquejo de lafilosojk atialiricu 69

listas alemanes se buscaron en un Cnterio que le pusiera Mundial. Para ellos, el análisis debe efectuarse en el
un límite al discurso significativo. Como resultado se nivel del uso común y corriente de las expresiones,
obtuvo el famoso criterio de verificación. Consideran observando sus diversos matices y contextos de uso.
que en algunos discursos se propicia la confusión en- Defienden la idea de que el lenguaje ordinario, con
tre los matices subjetivos que acornpailan a nuestros todas sus ambigüedades y defectos, no requiere de
contenidos discursivos, con los contenidos mismos, enmienda ni de construccionesideales y objetan a los
mientras que en otros discursos se identifican los pro- constructivistas que en su búsqueda del lenguaje ideal
cesos por los que se llegan a ciertos contenidos o dejan fuera muchos usos del lenguaje sin explicar,
pensamientos con los contenidos mismos, incorpo- además de que consideran ilusorio que la construc-
rando así al proceso como parte de la explicación del ción ideal resuelva muchos problemas filosóficos.
pensamiento mismo. Frege leg6 a la tradición analíti- Estos filósofos piensan que su labor es la de dar una
ca este ideal de decantar el lenguaje, dejando fuera de descripción adecuada de los usos lingüísticos pre-
éste los términos tanto metafísicos como psicológi- existente, a la que se Ilegan’a como producto de un
cos. En sus formas más extremas, el purismo de los análisis empírico. De esta manera, se llegaría a com-
positivistas llevó al rechazo de los discursos valorati- prender el funcionamiento del lenguaje y se evitaria
vos, como el de la ética, la estética y la religión. caer en abusos que producen confusiones filosóficas.
Un concepto metafísico que ha sido el blanco de Austin, el defensor más lúcido del análisis del lengua-
los ataques de los analíticos es el de “la nada”, por je ordinario, considera que el significado de los térmi-
considerarse como el ejemplo más claro de un con- nos de un lenguaje se aclara al vincularlo con su uso
cepto que da la apariencia de estar cargado de signi- social o convencional. Como ejemplo, tomamos la
ficado y, más aún, de que refiere a una realidad de serie de distinciones que traza entre los verbos de
manera semejante a las nociones que se refieren a algo nuestro lenguaje con base en sus diferentes fuerzas.
en particular. cuando, de hecho, no apunia il nada. Tenemos así, verbos de valoración, verbos que ejer-
Como bien senala Ayer, “la originalidad de los posi- cen algún poder o derecho, verbos de compromiso,
tivistas lógicos6radica en que hacen depender la im- elc., clasificaciónque estaríareñida con lo que Austin
posibilidad de la metafísica no en la naiurdleza de lo denomina “el fetiche de la distinción hecholvalor”.
que se puede conocer, sino en la naturaleza de lo que Su aspiraciúnúltiina,por lomenos en e1 c3so de Aus-
se puede decir”.’ tin, es la de construir una “ciencia del lenguaje”,que al
2. En oposición a la idea de que hay que buscar un lograrse se independizm’a de la filosofía. Dice Austin:
lenguaje lógicamente perfecto, destnca la de los auto-
res que corresponden ai periodo del análisis del ien- En la historia de i i i indagaciones humanas, la filosofía
guaje ordinario -como lo son Austin, Moore y Ryle. tiene el lugar del original sol central, germinal tumul-
Estos autores dominaron el escenario filosófico en In- tuoso: de vez en cuando desprende una porción de sí
glaterra en los afios posteriores a la Segunda Guerra mismo para consolidarse corno una ciencia, un planeta.
lríu y bien regulado, que progresa conSlanlemcnte hacia to de dar cuenta de por qué tenenlos los conceptos y
su lejano estado final...¿.No es posible que el próximo tipos de discurso que tenemos. Y esto quiere decir en
siglo pueda ver el nacimiento, a través del esfuerzo Strawson. sislematizar y -hacer explícito a partir dc
común de filósofos,granáticos y nunierosos estudiosos esta sistemaúzacih a la manera kantiana-- cu6lei
del lenguaje, de una verdadera y general ciiwiu d d son nuestros conceptos básicos más generales y a I i l
lenguuje? Entonces nos habremos librado de una parte vez más fundamentales.
in& de la filosofía (todavía quedarán muchas) de la 3. En la fase más reciente del movimienío analítico
única t o m en que podemos libramos de la filosofía. vuelven a aparecer las dos tendencias --.formalista y
subiéndola de categoría.’ la que deslaca el uso del lenguaje-.., pero con matices
distintos. En la IUrmalista se continua con l a empresa
Strawson se suma a las críticas que los lilí>sofos de dar una caracterización sistemática del lenguaje y.
del lenguaje ordinario h&en a los constnictivistas. en la segunda, se considera que la sistematización cs
aunque también considera que el enfcque de los filó- una empresa fútil. En esta última, se piensa que el
sofos del lenguaje ordinario es insatistactorio. Preci- lenguaje es de una complejidad val que obstruye tixlo
sa que el análisis descriptivo de los últimos es muy intento de dar una teoría sisteinática de su funciona-
limitado y da por sentado elementos generales isuuc- miento. Se quedan con una de las ideas básius del
turaies. que justamente el filósofo tendría la obliga- segundo Wittgenstein, según la cual la lahor del filo-
ci6n de hacer explfcitos. En última instancia, conside- sofo110 es constructiva en el senlido de que proponga
ra que la descripción pormenorizuda que arrojü su “un cuerpo de dwtrina.’, o que descubra verdades.
análisis, no nos deja en claro cómo incide en l a res<r- sino dr: que se lleve a cabo una tarea de elucidacihn O
luci6ii de nuestros problemas y confusiones lil(is6ti- de clarificaciún, lo que supone renunciar a la búsque-
cas. Nuestra práctica del lenguaje supone un manejo da de esencias o de rasgos universales. Ensunia. con-
de conceptos, pero carecemos del entendimiento cx- ciben l a iilosofía como una pragmática y. en algunos.
plícito de 10s principios que gobiernan su uso. Para sc da aliento a atirniaciones como las de Rorty en
Strawson, la tarea del lilósofo consiste en “producir donde parecerid que habría “tantos juegos del lengua-
utia caracterización sistemática de l a estrucfitru coil- je como subculturas. y en donde el pensamiento filo-
ccptuul general, de la cual nuestra práctica cotidiana sófico no puede ofrecer ningún criterio para evaluar-
nos muestra que tenemos un dominio tácito e iiicons- Ios críticamente”.”’
ciente“.’ Juzga importante que en el quehacer filos& Eii cambio, hay otros filósofos que no renuncian a
fico deiiios cuenta de nuestra práctica del icnguaje, ¡a idea de construir una teoría del significado a pesar
que para sus practicanies, suele no venir acompañada del carkter complejo de nuestm práctica lingüísiica.
del conwimiento de la teoria que estii implícita en esa Siguiendo a Dumnietl, podríamos decir que los fil6-
práctica. En la metafísica descriptiva de Strawson el sotos que aceptan que la iilosoth es sistemática se
análisis conceptual debe estar “guiado” pur el proycc- comprometen a ello en dos sentidos: en uno, de que
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se puede construir una teoría del lenguaje articulada,


a la manera de los grandes sistemas filosóficos tradi-
cionales como los de Platón, Descartes, Kant, Hegel
y Spinoza, y en el otro, de que su investigación pro-
cede de acuerdo con ciertos métodos, y sus resultados
se juzgan, aceptan y prueban de acuerdo con ciertos
criterios aceptados.” En esta última línea se ubicarían
los trabajos de Davidson y sus seguidores, al igual
que los del propio Dummett. Sin embargo lasposturas
de Davidson y Dummett toman diferentes caminos en
cuanto a los requisitos que establecen para conformar
una teoría del significado. Para comprender este de-
bate, es importante hacer referencia ai trabajo de Qui-
ne, que tuvo un impacto decisivo en las nuevas for-
mulaciones y, más que en ninguna otra, dejó su sello
en los desarrollos de Davidson.
Quine es un claro heredero de la tradición de los
empiristas lógicos. Sin embargo esto no le impidió
dirigir ataques decisivos a dos de sus supuestos más
biisicos, que estan recogidos en dos de sus artículos
ya clásicos: “Los dos dogmasdel empirismo” y “Acerca
de lo que hay”. Una de las tesis que ataca es, precisa-
mente, su teoría semántica, que supone una liga entre
proposiciones singulares y la experiencia, tesis que
está a la base del proyecto reductivista respecto a lo
que es llevar a cabo un análisis lógico. La otra tesis
empirista -compartida también por filósofos no em-
piristas- es ladistinción analítico-sintético.Esta dis-
tinción establece dos tipos de verdades: las verdades
empíricas y las verdades de razón. AI ser fiel a sus
raíces empiristas, Quine convierte todas las verdades
en empíricas, esto es, en verdades que en principio
pueden revocarse, siempre y cuando se hagan los
ajustes necesarios en la teoría. En lugar del carácter
atoniista y reductivisia del lenguaje. en el cual las son, en primer lugar. quc e11cualquier teoría hay que
proposiciones básicas se cotilrontan una il una dircc- incorporar el I ~ c h o
de que nuestrils traducciones de
iainente con la realidad a l a que se refieren, propone un lenguaje a otro están sujetas a la indetcriiiinaci6n
un modelo Iiolista o totalista en el cual todas nuestras y, en segundo lugar, a que sus iCrniinos referenciales
creencias forman una red, de nianera que juntas en- son inescruiables, esto cs, yue pueden ioniarse de
frentan al “tribunal de la experiencia”. La consecuen- muy variadas maneras, todas ellas compatibles con l a
cia del rechazo de estos dos bastiones del empirismo observación. Davidson toma de Quinc todas estas
lleva a Quine a abrazar el pragmatisnio, insertdndosc ideas, excepto la relación de los signiricados con los
así en la maS .arraigada tradición norteamericana. Aun- estímulos sensoriales. que se encuentran en 11base de
que debemos cuidarnos de no distorsionar la lectura su teoría de la interpreiación. Para Davidson, no basta
de los pragmatistas, en aras de estableccr una conti- con decir que el lenguaje es público y que se trata de
nuidad entre su pensamiento y el de Quine. Es preciso una práctica social y comunitaria, que supone que
deja claro que, antes que nada, Quine es un empirista, haya Iiablantes de una lengua couiúa. sino de que
y sigue siéndolo con tirmeza, hoy en día. En esa me- somos irii¿rpreie,v 10s unos dc los otros. capaces de
dida sigue arraigado a la tradición de los posilivisias. comprender lo que los otros dicen. lima coridici6n
En su libro Pulubrri Y objero, Quine desarrolla una para que haya comprensión es que los Iidblantes no
posición acerca del lenguaje desde una perspectiva s01o conipartan un lenguaje sino que estén de acuerdo
naturalizada, como consecuencia de la coniinuidad en muchas verdades. Sin esíe supuesto. la cotupren-
que establece entre el quehacer cientffico y el quetia- sión del otro ni siquiera podria despegar. Davidmi
cer filos6fico. Para ello, adoptd una posicibn conduc- llama ’‘principiode caridad”, al principio mediante el
tista como su punto de partida. En una época como la cual. en primera instancia. uatamos de ver al ouu
actual, en la que el conductismo filos6fico cstd muy como un ser racional. en donde sus respuestas son lo
desprestigiado,no nos debería de sorprender que m u - más cercananiente posibles a las que el intérprete ten-
chas de las debilidades de la propuesta quineana se dría en una situacibn similar.
localicen en ese punto. Quine prescribe que nos incli- En la teoría de Davidson. el significado es una pro-
nemos siwnpre por las teorím m8s austeras,más simples, piedad Sefll&flticüde bas prOpt>SiCiOtICSy dad0 POí
y que s610 aceptemos conceptos de los males tenga- las condiciones que l a lucen verdadera. Si hien es
mos criterios de identificaci6n claros. Como consc- cierto que la unidad scmbntica cs la oracion, su signi-
cuencia del último requisito, renuncia a toda un fani- ticado está en función de los significados de sus par-
lía de palabras, entre ellas la noción misma de signi- tes. Una buena teoría del significado d e k poder dar-
ticado. que en su *nejo usuiil supone considerarlo nos cuenta del hecho de que. a paair de un número
corno algún tipo de entidad. L a alternativa de Quinc finiio de palabras y de oraciones en las que ésras apare-
propone vincula el significado a la conducta obscrva- cen, somos capaces de comprender oraciones nuevas,
hle. Dos consecuencias básicas que desprende Quiiie esto es. la capacidtul creativa del lenguaje. P r a decirlo
Bosquejo de iajüosofra analítica 73

lo más brevemente posible, lo crucial para Davidson puestas recientes en torno al significado es la de Da-
es que el significado se vincula con las condiciones vidson y la que más seguidoresha generado. 'II.atar de
de verdad de las oraciones. El requisito de Davidson ser más específica en cuanto a los debates actuales
da como resultado una teoría realista del significado, rebasaría los límites y propósitos del pesente bos-
según la cual éste no depende de las capacidades de quejo. El volumen de la literatura actual datestimonio
los sujetos. Dummett, contra lo que sostiene David- de la vigencia de algunm de los temas que aquí se
son, defiende la idea de que el significado se vincula señalaron y desborda todo intento de mencionar si-
con sus condiciones de asertab&dad, dando como quiera las aportaciones recientes más importantes.
resultado una teoría anti-realista, en tanto que los sig- Por otra parte, tendremos que esperar un tiempo para
nificados no trascienden las capacidades cognosciti- ver cuáies de todas estas exploraciones y popuestas
vas de los sujetos. Esto es, Dummett sostiene que en marcarán un nuevo hito en los desarrollos de esta
el lenguaje hay oraciones cuya verdad no puede esta- historia anaiítica, que contra los pm15sticos apresu-
blecerse de manera efectiva Una oración de este tipo rados y sensacionalistas que algunos lanzaron, está
sería por ejemplo "Aquí nunca se construirá una ciu- lejos de ser letra muerta.
dad'', ya que nunca sabremos si se trata de una oración
verdadera o falsa. Otro ejemplo sería el de UM afir-
mación disyuntiva, en la cual no sepamos si es UM NOTAS
oraci6n verdadera o falsa pcr no saber cuál de los
disyuntos es verdadero. Sin un procedimiento efecti- Sturat Hampshire (ProceedingsofrheA&toteiian Society,
vo para decidir la verdad de algunas oraciones, se Supplementary volume XW,1948) dificrí de estain(aprc-
hace ilegítimo el paso que lleva a cabo el realista al tacióu, ya que considera que además de sostener que las
cuestiones füosóficas son cuestiones del lenguaje. no arpli-
sostener que, sin embargo, tiene el valor verdaden, o
can en qué se distinguen ias cucstiones lingüísticas de las
falso. Dummett concluye que UM teoría del significa-
cuestiones no linglüsticas. Algunos sosticncn que las cues-
do como la de Davidson que contenga como concepto tiones lingiihticas se pucdeu distinguir de las empíricas.
central el de "condici6n de verdad" basado en la lógi- respuesta que para Hampshire es errónea. Pcro en res-
ca bivalente es endnea. Alternativamente, propme puesta a Hampshire pdríamos decir que más que d i s h -
una teoría del significado inspirada en el dicrurn del guir lo lingíllstico de lo no lingíilstico, hay que distinguir
segundo Wittgenstein que dice que el significado de los difcrentes papeles que pucdc jug= el lcngnye en rela-
un término lo constituye su uso. El aspecto central del ción con nuestras otras actividades tanto indindudes m m o
uso en el cual se detiene es que atiimamos o asevera- SWialCS.

mos UM oración cuando reconocemos las condicio- A.J. A y a . L z f i i o s o ~del siglo xx,Eiitorid critica, Bar-
nes que justifican que la afirmemos. celona, 1983.
Cf. The Concise Encycbpadia of Western Philosophy
A pesar de la audacia de la propuesta de Dummett,
and Philosophers.Hutchinam of London. 1960, p. 150.
bay que reconccer que la más influyente de las pro-
74 S d m Sa& H.

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D. Davidson, 'WhatMetaphorsMean", enTruih Mdlnier- El posirivhm lógico. compilado por A.J. Ayer, Fondo de
. preiafion.Oxford University Press, 1984. Cultura Económica. 1959. Inhoducción, p. 16.
R
Por su parte, el fdósofo inglés, P. Strawson, en su proyecto Austin, J.L.,Philosophical Papers! Oxford, Clarendon
de MerafLrica descriptiva, apartándose de las vertientes Press, 1961, pp. 179-180.
formalistas y del lenguaje ordinario, aunque en alguna me- y "Análisis y metafísica desniptiva". en Lo concepción ona-
dida sintetizándolas,estudiará el lenguaje tal y como lo usan lírica de iafilosofia,J. M u g u a (4.).Aiianza Universi-
sus practicantes, pero con miras a d e m h i r su esrmctura dad, Madrid. 1974, vol. 2, p. 605.
básica conceptual. Y, más fecientemente, D. Davidson in- lo Schneider, "Frege o Wingenstein: prospectos de una teoría
tentará aplicar las condiciones queprevalecen en un lenguaje del significado". manuscrito presentado en 1989 en el Insti-
formal a los lenguajes naturales. tnto de investigaciones Filosóficas, UNAM.
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L a s mignbrw del llamado "Chulode Viena", que agrupaba Cf. "Can Analytic Philosophy be Systematic, and Ought it
a filósofos. cirntíñms y matemáticosy que tuvo una existencia to Be?", recogido en Trufh und Other Enigmas, Duck-
breve de una década (1920-1930). hicieron famosa Iu frase worth, London, 1978.
de que sólo tiene sentido lo que puede verificarse, así como
la idea de una ciencia unificada.

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