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De acuerdo con la Entidad de las Naciones Unidas para

la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las


Mujeres (ONU Mujeres), los derechos de las mujeres
son derechos humanos que abarcan todos los aspectos
de su vida diaria, razón por la cual se les deben
garantizar en igualdad de condiciones con los
hombres, estando libres de todas las formas de
discriminación y de violencia hacia ellas. Sin embargo,
históricamente han recibido un trato desigual en
relación con los hombres, principalmente en cuestiones
legales, políticas y económicas donde se les ha llegado
a considerar inferiores e incluso, se les ha invisibilizado
como sujetas de derechos.

En los últimos años, organizaciones y movimientos de


mujeres en la Ciudad de México y el mundo entero han
conseguido impactar en la opinión pública colocando
como eje central de sus demandas la atención a la
violencia contra las mujeres y las niñas, así como la
despenalización del aborto y las garantías para ejercer
plenamente todos sus derechos reconocidos. Frente a
ello se ha llegado a cuestionar en la opinión pública si
hoy en día ¿tiene sentido ser feministas?

Buscando orientar una respuesta a esta y otras


preguntas, este curso te ofrece una breve revisión
histórica del feminismo y su pluralidad, para dar a
conocer su contribución en el reconocimiento y la
promoción de los derechos de las mujeres y las niñas.
Además, en el último módulo se identifican sus aportes
en la construcción de agendas institucionales
orientadas al logro de la igualdad sustantiva entre
mujeres y hombres a nivel internacional, regional,
nacional y en la Ciudad de México, observando de
manera general las responsabilidades que nuestros
gobiernos deben asegurar para promover, respetar,
proteger y garantizar el ejercicio pleno de todos sus
derechos.

¡Tómalo en cuenta! Explorar el potencial que han


tenido los feminismos en la construcción de una
agenda por los derechos de las mujeres, es sumamente
importante para comprender hoy en día qué hace falta
mejorar y qué se requiere para garantizar el ejercicio
pleno de sus derechos.

Objetivo general:

Comprender la importancia de las luchas de las


mujeres por el reconocimiento de sus derechos
humanos y su contribución en los avances de la
igualdad sustantiva, así como los retos pendientes en la
agenda por los derechos de las mujeres, jóvenes y
niñas.

Módulo 1. Introducción

Comenzaremos con la revisión de conceptos que


comúnmente se utilizan en la reflexión sobre la
situación de las mujeres y las niñas. Hablamos de
conceptos como feminismo, patriarcado, género,
machismo, entre otros. La elección de estos conceptos
se ha realizado con la intención de hacerte reflexionar
sobre lo que suponen y mejorar tu comprensión sobre
el curso. 

¡Iniciamos!

¿Qué es el feminismo?
El feminismo se define como un movimiento social,
político, cultural, filosófico y económico que afirma a
las mujeres, principalmente, como sujetas de derechos.
Las convoca a la toma de conciencia en lo individual y
lo colectivo, de la opresión, las desigualdades,
discriminaciones y violencias de las que han sido y son
sujetas, promoviendo las transformaciones de las
sociedades. Es en sí un hito en la historia de la
humanidad que aboga por una sociedad con un
principio de la realidad nuevo y distinto.
Para destacar su importancia hace falta conocer su
historia y sus logros, lo cual haremos a lo largo del
curso, pero antes debemos precisar lo siguiente.
¿Qué no es feminismo? 
 El feminismo NO ES lo contrario al
machismo. El machismo es una conducta
violenta, dominadora y agresiva. 
 El feminismo NO SE trata de imponer la
supremacía de las mujeres. Demanda el
reconocimiento de sus derechos en
igualdad de condiciones y libre de
violencias.
 El feminismo NO ES lo mismo que el
hembrismo. El feminismo habla de
personas iguales que simplemente tienen
características físicas diferentes. 
 El feminismo NO excluye, conmina a un
cambio en la manera en que las personas
se relacionan.

¿Por qué hablar de feminismos en


plural? 
Como lo hemos señalado anteriormente en su
definición, el feminismo ha constituido varios
movimientos, manifestando una gran capacidad de
renovación y adaptación trascendiendo en el tiempo.
Desde sus inicios, ha habido siempre distintas
corrientes que reclaman situaciones particulares
haciendo notar, sobre todo, la diversidad de mujeres
que se encuentran en condiciones desiguales. En el
siguiente módulo abordaremos algunos de los hitos de
la historia de los movimientos feministas para entender
y comprender su diversidad y vigencia en nuestro
presente.
Patriarcado 
Etimológicamente proviene del latín patriarcha,
procedente del griego ατριάρχης, que determina la
autoridad de “pater familias”. En Roma, el pater familias
era el nombre de quien tenía el dominio de una casa.
Razón por la cual, el patriarcado se identifica como un
sistema u organización social donde los hombres
predominan en posiciones de poder, subordinando e
invisibilizando a las mujeres y todo aquello
considerado como “femenino”.
Sexo y género 

 El concepto sexo se refiere a las


diferencias y características biológicas,
anatómicas, fisiológicas y cromosómicas
de los seres humanos que los definen
como hombres o mujeres; son
características con las que se nace,
universales e inmodificables. 
 El concepto de género identifica el
conjunto de ideas, creencias y
atribuciones sociales, que se construye en
cada cultura y momento histórico con
base en la diferencia sexual. 

El género como categoría analiza también cómo se


definen, representan y simbolizan las diferencias
sexuales en una determinada sociedad, por lo que no
se debe confundir o asimilar el término género con
“mujeres”.

Roles y estereotipos de género 

 Los roles de género son conductas


estereotipadas por la cultura, por tanto,
pueden modificarse dado que son tareas
o actividades que se espera realice una
persona de acuerdo al sexo que tiene. 
 Los estereotipos de género son
concepciones preconcebidas acerca de
cómo son y cómo deben comportarse las
mujeres y los hombres. Reflejos simples
de las creencias sociales y culturales
sobre las actividades, roles, rasgos y
características que les distinguen entre sí. 
No son elecciones conscientes que se puedan aceptar
o rechazar de manera personal, sino que surgen en lo
colectivo, en todos y cada uno de los ámbitos en que
las personas participan. En cierta manera, son las
expectativas que se generan a partir del nacimiento de
mujeres y hombres, si tiene vulva, es una mujer que
deberá asumir características femeninas: ser madre,
amorosa y responsable del cuidado de las hijas e hijos.

Machismo y misoginia 

 El machismo son creencias, conductas,


actitudes y prácticas sociales que
justifican y promueven actitudes
discriminatorias contra las mujeres. 
 La misoginia es una tendencia ideológica
y psicológica de odio hacia las mujeres
que se manifiesta con actos violentos y
crueles. 

La misoginia implica la aceptación del machismo.


Ambos se sustentan en dos supuestos básicos. 
1. La polarización de los roles y estereotipos
de género. 
2. La desvalorización de las mujeres, de lo
femenino. 

Mantener estas conductas en nuestras sociedades,


perpetúan y acentúan actos de discriminación y
violencias contra las mujeres y las niñas, por lo que son
conductas y patrones que deben ser erradicas de
nuestras sociedades.

Hembrismo y misandria 
Más que conceptos, son términos recién instalados en
nuestro lenguaje. 

 El hembrismo se ha caracterizado como


lo contrario del machismo. Una supuesta
superioridad de las mujeres hacia los
hombres, empleando medios coercitivos
para lograr su objetivo. 
 La misandria hace referencia al odio o
aversión hacia los hombres y con ello, a
todo lo considerado como masculino. 
¡ALTO! Ambas son ideas que no coinciden con los
principios y demandas de los feminismos. Si bien se
habla del separatismo en los movimientos feministas
nada tienen que ver con éste.

Módulo 2. Historia de los feminismos

Durante la década de los años sesenta se empleó por


primera vez el término “ola” para visibilizar el auge y
repliegue del movimiento feminista a lo largo de la
historia, lo cual permitió aceptar una serie de etapas
icónicas que hoy en día han sido criticadas por
considerarse que únicamente se centran en el
feminismo europeo y estadounidense. Para fines de
este curso, emplearemos el término “olas” como líneas
generales para describir en el tiempo el desarrollo de
las diferentes corrientes feministas y su lucha por el
reconocimiento de las mujeres como sujetas de
derechos. Hitos que nos aproximan a la conformación
de una agenda por los derechos de las mujeres y las
niñas a nivel internacional, regional y local que
revisaremos en el siguiente módulo.

Primera Ola. Feminismos ilustrado


“Sin derechos civiles para las mujeres no
hay revolución”

La Ilustración es concebida históricamente como un


movimiento político-cultural que desde Francia se
extendió por toda Europa a lo largo del siglo XVIII.
Defendía el uso de la razón y la lógica como medios
para el conocimiento y criticaba como institución a la
monarquía absoluta. Georg Wilhelm Friedrich Hegel,
filósofo alemán, vinculó la Ilustración al proceso
moderno que priorizo la reflexión racional del sujeto
pensante humano, pero criticaba su abstracción, la
unilateralidad y la frialdad analítica que dicotomiza las
diferencias. 

Aquí nace el feminismo ilustrado que toma como


discurso la búsqueda por la igualdad frente a los
hombres. Amelia Valcárcel, filósofa española, es de las
que afirma que el feminismo tiene su nacimiento en la
Ilustración porque como resultado de la polémica
ilustrada sobre la diferencia entre los sexos, nace un
discurso crítico de la igualdad que articula la polémica
en torno a esta categoría política. Este feminismo tiene
como obra fundacional la Vindicación de los derechos
de la mujer de Mary Wollstonecraft, un alegato
pormenorizado contra la exclusión de las mujeres del
campo completo de bienes y derechos que diseña la
teoría política rousseauniana. 

Es así que, las mujeres francesas tomaron conciencia de


su opresión, pero la naciente República no reconocía
otra función para las mujeres que la que no fuera ser
madres y esposas de “los ciudadanos”. En
1791, Olympe des Gouges, escritora, dramaturga y
filósofa política francesa, redactó la Declaración de los
derechos de la mujer y de la ciudadana. Una crítica y
sátira de la Declaración de Derechos del Hombre y del
Ciudadano publicada dos años antes. Olympe proponía
la emancipación femenina en el sentido de la igualdad
de derechos o la equiparación jurídica y legal de las
mujeres en relación a los hombres. Dentro de la
Declaración, estableció puntos referentes a la forma de
vivir y ser tratadas por demás, como la manera de ser
educadas y poder obtener un empleo. De la misma
manera, cuestiona la exclusividad de derechos para los
hombres conquistada durante la primera fase de la
Revolución Francesa.

La revisión histórica del feminismo en México ha


llevado a considerar sus inicios durante el siglo XVII. En
la entonces Nueva España, Juana de Asbaje fue pionera
en la defensa de los derechos de las mujeres.
Segunda Ola. Feminismos sufragista,
socialista y anarquista
“Sin derechos políticos para las mujeres
no hay paz ni democracia”

Retomando, el feminismo de la ilustración fue un


esbozo por la búsqueda de la igualdad entre mujeres y
hombres, pero pugnó principalmente por reconocer la
existencia misma de las mujeres. En consecuencia, el
feminismo sufragista se posicionó como un
movimiento internacional de acción colectiva de las
mujeres que buscaron el reconocimiento de sus
derechos políticos. Alrededor del mundo hay distintos
momentos y escenarios en lo que ocurre este
feminismo. 

En Estados Unidos, en 1848, mujeres organizadas en


asamblea, lideradas por Elizabeth Cady
Stanton y Lucretia Mott, se reúnen para estudiar las
condiciones y derechos sociales, civiles y religiosos de
la mujer. Al término redactan la Declaración de
Sentimientos de Seneca Falls.

En México, el voto de las mujeres se estableció


constitucionalmente hasta 1953. El 17 de octubre de
ese año se publicó en el Diario Oficial de la Federación
las reformas a los artículos 35 y 115 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos,
reconociendo la ciudadanía de las mujeres y su
derecho a votar y ser votadas. Empero, la lucha de las
mujeres mexicanas por este derecho data de tiempo
atrás.

El auge internacional del feminismo sufragista data de


finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, sin
duda el periodo coadyuvó a la pugna en las relaciones
sociales, de poder y al debate sobre lo público y
privado entre mujeres y hombres y una vez que se
reconoce el papel de las mujeres, ellas inician la lucha
por tener voz como sujetas políticas originando otras
corrientes feministas. 

Las mujeres obreras, ante la pobreza y la explotación


originada por la Revolución Industrial, enfrentaban la
opresión de clase y la opresión de sexo y género,
surgiendo pensadoras socialistas que fomentaron las
organizaciones de mujeres obreras promoviendo
sociedades más justas. Surge entonces el movimiento
feminista socialista que censura el patriarcado y el
capitalismo al considerarlos abusivos y opresivos hacia
la mujer, por lo que consideraba indispensable
terminar con ambas estructuras que las explotan. 

En un aspecto más amplio, los partidos socialistas de


Europa y Estados Unidos instauran jornadas de
reflexión sobre la situación de las mujeres trabajadoras
en donde ellas participaban. Clara Zetkin, dirigente
comunista alemana, había fundado el Congreso
Internacional Socialista de las Mujeres en 1907. Para
1910 participó como una de las principales oradoras en
el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas que
se celebró en Copenhague, Dinamarca. En su
intervención propuso que el 8 de marzo fuese
reconocido como el Día Internacional de las Mujeres
Trabajadoras, resolución que quedó aprobada en ese
entonces y sirvió para posteriormente, desde las
Naciones Unidas, se declarará oficialmente como el Día
Internacional de las Mujeres. 

Rosa Luxemburgo,
fue también figura fundamental de esta
corriente feminista. Amiga de Zetkin, de formación
teórica en el pensamiento marxista que la condujo a la
práctica revolucionaria. Escapó de su natal Polonia ante
la persecución de la cual fue sujeta por pertenecer a un
partido socialdemócrata, pero aún en este era
discriminada por su condición de mujer. Los dirigentes
del partido quisieron que solamente se dedicará a las
“cuestiones” de las mujeres. 

Flora Tristán fue
también una revolucionaria socialista y
feminista. Nació en París, Francia. Su situación de
pobreza la llevó a contraer matrimonio forzado con el
dueño de un taller de litografía donde ella trabajaba.
En 1826 decidió separarse, lo que conllevo a una
batalla legal por la custodia de su hija e hijos. En 1833,
viajó a Perú, pero no solo se dedicó a luchar por el
reconocimiento de los derechos de la mujer, sino por
de las y los obreros, se opuso a la esclavitud y a la pena
de muerte. 

Por su parte, también se hicieron presentes en esta ola


las feministas anarquistas quienes manifestaron el
anarquismo desde una vertiente personal, pero
también desde una vertiente social, obrera y feminista,
basada en la lucha contra la dominación y la aspiración
a una sociedad autónoma que crea sus propias normas.
Fue el primer movimiento organizado de mujeres que
llevó a la esfera pública cuestiones relegadas a la vida
íntima o privada como el control de la natalidad y el
amor libre, se hacía una propuesta rupturista en
especial de las tradiciones reguladoras de la sexualidad.
Algunas feministas anarquistas fueron Emma
Goldman, Concepción Arenal, Federica MontsenMaría Lacerda de Mouray ;
en América Latina: Luisa Capetillo, Juana Rouco Buela, Virginia
Bolten, Belén de Sárraga. 

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