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El presente módulo “Introducción a los feminismos”, te acercar información sobre feminismo,

analizado desde una postura de lucha; como un conjunto de movimientos sociales, económicos,
políticos y culturales que buscan reivindicar la emancipación de las mujeres y el reconocimiento de
sus derechos humanos.

Adicional a esto, el contenido de este módulo te permitirá reflexionar sobre el impacto en la vida
de las mujeres cuando se asuman o no feministas, así como el reconocimiento y acceso a sus
derechos fundamentales, a fin de analizar los debates por las distintas formas que existen de
comprender y practicar los feminismos entre quienes se asumen parte del movimiento, así como
las resistencias por parte de aquellas personas que lo perciben como una amenaza a su poder,
dominio, control y pérdida de sus privilegios.

I.I ¡Qué es el feminismo?

Para iniciar con este tema es importante responder la siguiente preguntas ¿todas las personas
tenemos el mismo acceso a derechos y oportunidades?, la respuesta es no, y lo podemos
constatar al analizar el orden social establecido, donde los privilegios son dados y ejercidos por
hombres de cierta clase social, tono de piel, orientación sexual y condiciones que les permiten
invisibilizar, excluir, discriminar y ejercer violencias a cualquier otra persona que sea diferente a
ellos, dejando fuera a más de la mitad del mundo que está conformada por las mujeres (Varela,
2021).

El presente curso toma como eje a los feminismos en plural, por lo que en este momento es
pertinente ubicar el significado de una palabra que suele despertar prejuicios arraigados que en la
profundidad de sus raíces tienen tintes machistas, misóginos que devienen de una estructura
social y cultural patriarcal.

En este momento es preciso preguntarte ¿Qué tan fácil o difícil es hablar de feminismo en tus
círculos más cercanos? Pese al avance del feminismo, aún son mayoría los espacios donde
mencionarlo parece detonar un debate donde pareciera que el único feminismo aceptable es el
que no incomoda, y se adapta a los privilegios de las personas.

Muestra de lo anterior, es lo que menciona Ruiz, (2019) donde el feminismo es y debe ser
incómodo, transgresor, confrontativo y con un impacto político, ya que en palabras de Varela,
(2021) éste cuestiona el orden establecido, y el orden establecido está muy bien establecido para
quienes lo establecieron, es decir, para quienes se benefician de él, en su mayoría hombres y
personas que desde sus privilegios se niegan a cuestionar el sistema que les ha permitido oprimir a
otras personas.

El Feminismo es:
Un discurso político que se basa en la justicia.

Una teoría y práctica política articulada.

Un llamado a la acción para cambiar las desigualdades y opresiones que se viven en la sociedad.

En palabras de Marie Nash, el feminismo es capaz de percibir las trampas de los discursos que
adrede confunden lo masculino como lo universal.
Un motor que va a transformando las relaciones entre hombres y mujeres y su impacto se deja
sentir en todas áreas del conocimiento y de la vida.

Lo anterior, trazado por mujeres, que después de analizar la realidad que habitan toman
conciencia de las discriminaciones que las atraviesan por la razón de ser mujeres. Este proceso,
supone la apropiación del análisis de la presión, dominación y explotación de las que han sido y
son objeto por parte del colectivo de hombres en las estructuras patriarcales que han mutado de
acuerdo a las diferentes fases históricas del modelo de producción, lo cual las mueve a la acción
para su liberación individual y colectiva, a través de todas las transformaciones sociales que sean
necesarias para constituirse como sujetas de derecho. (Varela,2021).

Como puedes notar, la definición del feminismo implica visibilizar múltiples realidades, contextos y
variables socioculturales e históricas que al día de hoy siguen vigentes, Este se puede definir desde
varias perspectivas, sin embargo, comparten una misma esencia: “Hacer Visibles a las mujeres y
emanciparlas de la subordinación a las que son sometidas respecto a los hombres”.

En otras palabras, el feminismo va más allá de la teoría política y la práctica social, el discurso, la
reflexión y la práctica feminista conlleva también a una ética y a una forma de estar en el mundo.

La toma de consciencia feminista, cambia, inevitablemente, la vida de cada una de las personas
que se asumen como feministas, es por ello que asumirse o acercarse al feminismo es una labor
que reta los aprendizajes con los que las personas se han desarrollado de manera cotidiana, en
búsqueda de una sociedad libre de opresiones y violencias basadas en la condición de género.

1.2 ¿Feminismo o feminismos?

Como revisarás en este curso, las luchas de las mujeres son muy heterogéneas, desde la ilustración
hasta la época actual, las mujeres que se han activado por la vindicación de los derechos humanos
de las mujeres, lo han hecho desde diferentes contextos, realidades, momentos históricos, zonas
geográficas, todas rodeadas de pautas, estigmas, prejuicios y discriminaciones donde cada una
desde lo individual hasta lo colectivo se ha movilizado para reclamar sus derechos.

Desde el postulado anterior, se vuelve necesario entonces hablar del feminismo como un término
sombrilla que cubre diferentes prácticas, postulados teóricos, metodológicos, y formas de estar en
la vida con un punto en común, nombrar al feminismo en singular, es propio para señalar el
énfasis de ese punto donde las diferentes formas de acercarnos a la vindicación de los derechos de
las mujeres coinciden (Ruiz, 2019).

Hablar de feminismos en plural, significa reconocer y visibilizar que no todas las personas
tienen garantizados todos los derechos, esto derivado por el género, la partencia étnica,
orientación sexual, discapacidad o todas juntas.

Se menciona que hay tantos feminismos como mujeres en el mundo ya que cada una y cada
colectivo tiene características, necesidades, opresiones y puntos de vista que no siempre ni
necesariamente deben y pueden coincidir entre sí (Ruiz, 2019).
¿Cómo respondemos? ¿Con la voz entrecortaa? ¿Con el cuerpo? ¿Con la lata de aerosol? ¿Con un
coctel molotov? ¿Con toda nuestra rabia? ¿Con nuestra inteligencia? ¿Con todo lo que tenemos y
somos? ¿Cuantas formas posibles de respuesta hay?. Tantas como nosotras. "Nuesra arma es la
voz", dijo Marichuy en la toma reciente del INPI y ya había mencionado Gloria Anzaldúa que la
responsabilidad es nuestra habilidad de responder: con la boca, la voz, y las puntas de los dedos
cargamos y enunciamos esa responsabilida. Las voces aquí reunidas cuestionana el amor
tradicional entre una hija y su madre, las relaciones posibles y el deseo en una comunidad
zapoteca; reflexionan sobre las historias que nos han contado contre la identidad, sbre los cuerpos
normados, las periferias, las disiencias; se preguntan por las luchas de izqueirda que hacen
jerarquías entre los cuerpos, por la "sororidad" entre unas a costa de otras; cuetionan nuestra
participación en el juego de la estupidez desde la valentía adolescente; se duelen por el
extraactivismo que penetra nuestros cuerpos-territorios; ponen en entredicho las teorias racistas,
clasistas y discriminatorias de ciertas manifestaciones radicales del feminismo, e imaginan las
posibilidades de un futuro alegre despues del hatarzgo y el dolor, desde las perlas-cicatriz o los
monumentos vueltos archivos íntimos, y la voces que la historia quiso borrar hablan fuerte y claro.
...—Gabriela Jauregui

Reconocer esta diversidad, implica también reconocer y revalorar los saberes y conocimientos
producidos desde la teoría, la academia, el barrio y otros espacios ajenos a los privilegios; consiste
en cuestionar una vez más la realidad que día a día habitamos para evitar que esos mismos
privilegios cieguen la vista a las realidades que componen a las mujeres, para evitar pensar que
todas las mujeres tienen los mismos derechos o que estos han existido de forma natural, durante
toda la historia y esto lleve a la idea de que hay solo un feminismo, (De la Cerda, et. al. 2020).

Entonces, hablar del feminismo en plural, implica nombrar y visibilizar la lucha de las mujeres en
diferentes partes del mundo, que lejos de entrar en un modelo o categoría de única mujer, la
rompen, la transforman y la desbordan, en otras palabras, si bien todas las mujeres podemos vivir
el machismo, no todas tenemos que lidiar con machismos racistas, xenófobos, clasistas,
lgbtfóbicos, entre otras expresiones de discriminación y opresión

Desde esta postura, es necesario retomar una perspectiva interseccional que reconozca que cada
una de las mujeres tiene puntos ciegos, que nos exigen escuchar otras voces, experiencias,
vivencias ya que no hay un solo modelo de feminismo que sirva como receta estandarizada a
todas las necesidades de las mujeres, es por ello que los feminismos son y deben ser incómodos
para cuestionar aquello que el privilegio nubla, para evitar caer en dogmatismos y planteamientos
hegemónicos que lejos de liberar opriman (Ruiz, 2019).

Desde esta postura, es necesario retomar una perspectiva interseccional que reconozca que cada
una de las mujeres tiene puntos ciegos, que nos exigen escuchar otras voces, experiencias,
vivencias ya que no hay un solo modelo de feminismo que sirva como receta estandarizada a
todas las necesidades de las mujeres, es por ello que los feminismos son y deben ser incómodos
para cuestionar aquello que el privilegio nubla, para evitar caer en dogmatismos y planteamientos
hegemónicos que lejos de liberar opriman (Ruiz, 2019).

1.3 Mitos y realidades de los Feminismos

Como has visto los feminismos constituyen diferentes críticas y cuestionamientos que resultan
incómodos para quienes se encuentran en el privilegio, lo anterior ha generado que a lo largo de
los años se construyan diversos mitos sobre el feminismo.

Aquí hay algunos de esos mitos y sus realidades correspondientes:

Los feminismos buscan la supremacía de las mujeres


sobre los hombres.
Los feminismos no buscan la supremacía de ningún género sobre otro. En cambio, busca la
igualdad de género y la equidad en todos los aspectos de la sociedad. El objetivo es
eliminar la discriminación de género y empoderar a las mujeres para que tengan las mismas
oportunidades que los hombres.

Todas las feministas son radicales y odian a los hombres.


Los feminismos son movimientos diversos con una amplia gama de perspectivas y
enfoques. Si bien algunas feministas pueden ser radicales, la mayoría buscan un cambio
positivo en la sociedad y trabaja para eliminar la discriminación de género, sin odiar a los
hombres. Los feminismos no se tratan de odiar a ningún género, sino de luchar por la
igualdad.

A lo largo de la historia, los feminismos han enfrentado críticas válidas sobre la falta de inclusión
de diversas perspectivas, pero muchas feministas han trabajado activamente para abordar este
problema. Los feminismos actuales se esfuerzan por ser inclusivos y reconocer las intersecciones
del género, raza, clase y otros factores. Hay una amplia variedad de corrientes feministas que se
preocupan por las experiencias de mujeres de diferentes orígenes.

Los feminismos no son necesarios en la sociedad actual


ya que las mujeres ya tienen igualdad de derechos.
Aunque se han logrado avances en igualdad de género, en muchas partes del mundo,
todavía existen desigualdades significativas en ámbitos como el salario, la representación
política y la violencia de género. Los feminismos siguen siendo relevantes para abordar
dichos problemas y promover una sociedad más justa e igualitaria.
Aunque los feminismos se centran en los derechos de las mujeres, también beneficia a los
hombres al cuestionar las normas de género dañinas que pueden limitar sus vidas. Desde los
feminismos se trabaja para liberar a las personas de las expectativas basadas en el género y
promover una sociedad en la que todas las personas puedan ser quienes deseen ser.

Los feminismos solo se abordan en temas de género.


Los feminismos también se relacionan con otras formas de opresión y desigualdad, como la
raza, la clase social, la orientación sexual y la discapacidad. Sin embargo, se interseccionan
y reconocen que las personas pueden experimentar múltiples formas de discriminación y
trabaja para abordarlas de manera holística.

Las movilizaciones de mujeres, algunas de las cuales son promovidas por colectivos feministas,
tienen una larga historia en México y en el mundo, Las protestas masivas y los movimientos
sociales abanderados por las mujeres han tenido diversas demandas principales: por un lado,
protestar por las condiciones laborales de las mujeres y, por otro lado, la denuncia por las
violencias ejercidas contra ellas. En México, 10 mujeres son asesinadas cada día (Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2021) y el 66.1% de las mujeres mayores de
15 años han reportado algún tipo de violencia a lo largo de su vida (Instituto Nacional de
Estadística y Geografía INEGI, 2021).

La palabra feminazi ha sido adoptada en el vocabulario popular para burlarse o criticar a las
mujeres feministas, pero además de ser una palabra incorrecta, es racista y antisemita. El término
corresponde a la unión de “femi”, referencia a la mujer, y “nazi” relacionada con la ideología
implementada por el alemán Adolfo Hitler. Esta etiqueta se utiliza para atacar al movimiento
feminista que exige igualdad de derechos para hombres y mujeres, justicia para las mujeres
violentadas en el mundo de diversas formas. Su origen surgió en la década de 1990 y fue
popularizado por el periodista conservador estadounidense Rush Limbaugh, quien utilizó el
término para atacar a las mujeres que defendían el derecho al aborto en ese momento.
“Feminazis” Es un ejemplo claro de la violencia del lenguaje contra las mujeres.
Después de analizar los mitos que rodean a los feminismos, es importante recordar que estos son
movimientos diversos y que las opiniones y enfoques pueden variar ampliamente entre las
personas que se identifican como feministas. Sin embargo, los mitos sobre los feminismos
distorsionan su verdadero propósito, que es la lucha por la igualdad de género y el
empoderamiento de las mujeres hacia una sociedad justa y equitativa.

1.4 Activismo feminista (el devenir de las olas)

En este punto es precio reconocer que, a lo largo del curso, la metáfora de las olas será el primer
referente para abordar los feminismos, ya que como se ha mencionado las olas suelen estar en
constante movimiento, en muchas ocasiones pueden parecer más tranquilas y en otras muy
fuertes e incluso demoledoras; los feminismos comparten esa dinámica.

Al ser un movimiento político, filosófico, pedagógico y social, han existido divergencias que en
momentos históricos o por condiciones de los geopolíticas, han derivado en lo que pareciera una
pausa al movimiento, mismo que conocerás en este apartado.

“Cuando una mujer da un paso todas avanzamos”

“La historia del feminismo se estructura en olas, quizá porque el concepto indica, mucho mejor que
un periodo o una época, que se trata de un movimiento social y político de largo recorrido,
conformado por distintos acontecimientos, buena parte de ellos vividos de manera simultánea en
distintos lugares del mundo y que tiene su desarrollo según la sociedad en la que nos situemos.
Relatar la historia del feminismo a partir de oleadas que se producen en determinados contextos
históricos describe el feminismo a la perfección como el movimiento arrollador por la fuerza
desatada en torno a la idea de igualdad. La metáfora también es adecuada para explicar las
reacciones patriarcales que surgen ante cada progreso feminista. Cada vez que las mujeres
avanzamos, una potente reacción patriarcal se afana en parar o en hacer retroceder esas
conquistas” (Varela, 2019)

¿Los feminismos avanzaron o avanzan de la misma forma en todo el mundo?


Partiendo de esa pregunta será necesario reconocer que No, los feminismos han avanzado
de diferentes formas a lo largo de la historia y en los diferentes lugares del mundo.
Como revisarás en los módulos siguientes, asumir que el avance es homogéneo, dará la idea de
que el movimiento feminista es singular y se lleva a cabo por un solo tipo de mujeres, negando las
desigualdades que se cruzan en los diferentes espacios y momentos del desarrollo de las mujeres,
así como el mar no es uno solo y convergen en el aguas de diferentes territorios, los feminismos se
nutren de mujeres que son diversas en todas sus características pero sobre todo en las múltiples
desigualdades que las llevan a formar una mirada crítica que busque desnaturalizar las violencias a
las que son sujetas.

Como se ha mencionado antes, los movimientos sociales no permanecen estáticos, existen


diversas convulsiones que llevan a reivindicaciones y demandas, así como diferentes formas de
manifestarse. Es así, que las feministas de la primera ola buscaban reivindicar la naturaleza de las
mujeres, evidenciar la jerarquía de los sexos para de ese modo superar los obstáculos legales que
imposibilitaban la igualdad (sufragio femenino, derechos de propiedad, etc).
En la segunda, buscó desvelar la desigualdad no-oficial (de facto), apelar a la sexualidad de las
mujeres a manera de apropiación del cuerpo, lo que consigo involucra debates sobre el papel de la
mujer en la familia y en el trabajo, mientras que en la tercera se apuesta por pensar y existir a las
mujeres considerando en primera instancia las diferentes categorías que construyen las
corporalidades.

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