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Universidad Abierta y a Distancia de México

Licenciatura en Desarrollo Comunitario

Asignatura:
Género y Desarrollo

Grupo:
DC-CGDE-2101-B1-001

Docente en línea:
Miguel Ángel Méndez Cruz

Estudiantes en línea:
José Sigfredo Rico Aragón
Matrícula: ES1821019329

Celia Jimena León Piedra


Matrícula: ES1821008976

Unidad 1. La perspectiva de género

Foro: Feminismo ¿Término confuso o


confusa acción?

Fecha: 26 enero 2021


Índice

Contenido
Introducción ....................................................................................................... 3

Feminismo y masculinidad ................................................................................ 3

Género........................................................................................................... 3

Masculinidad .................................................................................................. 3

Feminismo ..................................................................................................... 4

Conclusiones ..................................................................................................... 5

Bibliografía ........................................................................................................ 6

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Introducción
Desde que se presentó la hominización o evolución humana, pasando por toda la cadena de
nuestros ancestros, hasta llegar a la actualidad, siempre han existido las mujeres. Las mujeres son seres
reales con clase, etnia, cultura, sabiduría y toda una gama de atributos, “son pues, un producto histórico”
(Ramos, 1999). Con esto en mente, tenemos frente a nosotros todo un mundo de experiencias,
sentimientos y emociones que han vivido las mujeres a lo largo de la historia, pero esa misma historia
ha generado ciertos paradigmas que actualmente no se han podido balancear en pro de la igualdad
entre todos los seres humanos.

En nuestro caso, tocaremos los esfuerzos que se han realizado desde el siglo pasado para que la
mujer y el hombre como género, gocen de la igualdad en las normas culturales y también, que tengan
el mismo nivel de interacción con las instituciones culturales, sociales, políticas y religiosas. El objetivo
es que ambos gocen tanto en el espacio privado y en el público de las mismas oportunidades, de los
mismos derechos y de las mismas libertades.

A continuación, a lo largo del desarrollo de nuestra tarea, vamos a profundizar sobre los términos
feminismo y masculinidad, así como su relación con el género.

Feminismo y masculinidad
Género
De acuerdo con Scott (2013, p271)
El género es una forma de denotar las construcciones culturales, es una creación
totalmente social de ideas sobre los roles apropiados para mujeres y hombres. Es
una forma de referirse a los orígenes exclusivamente sociales de las identidades
subjetivas de ambos, y una categoría social impuesta sobre un cuerpo sexuado.
Al través del tiempo, la iglesia, las normas sociales, los paradigmas culturales y los acuerdos
políticos han generado el concepto de género, asignando comportamientos a los hombres y a las
mujeres. Es relevante considerar entonces que el “género es un elemento constitutivo de las relaciones
sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y una forma primaria de relaciones
significantes de poder” (Scott, 2013:289)
Masculinidad
“En su concepción más básica, la masculinidad se entiende como el conjunto de características y
normas de lo que debe ser, sentir, pensar, hacer, o no hacer, un hombre” (Vargas, 2016).
Dado que la masculinidad ha predominado desde hace siglos, se ha acuñado el término
masculinidad hegemónica “la cual define al modelo de ser hombre que implica a todas aquellas formas
de ejercer la identidad masculina en un momento y contexto específico, pero siempre garantizando la
posición dominante de los hombres y la subordinación de las mujeres” (Connell, 1987).
En el caso de México la palabra machismo está muy arraigada a la masculinidad hegemónica, la
cual sabemos desea usar y controlar el poder, inclusive aplicando la violencia como un mecanismo para
imponer y continuar con el poder. Dicha violencia la experimentan las mujeres a través de
toda una serie de ideas, pensamientos y conductas que, además, configuran una
forma dominante de ser, no sólo en el individuo y entre individuos, sino en
comunidades e instituciones. Configura una forma de pensar, de ser, de
relacionarnos desde nuestro ser hombres, pero también muy enfocada en mantener
la subordinación de las mujeres (Vargas, 2016).
En el mismo artículo Vargas (2016) nos dice que hay tres tipos de masculinidad:

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• La masculinidad subordinada. Se rige por las condiciones de estatus constreñidas por
el modelo de lo que “debe ser” un hombre para sí y para los demás.
• La masculinidad cómplice. Se refiere al hecho de que todos los hombres se benefician
de los dividendos del patriarcado.
• La masculinidad marginada. alude a las relaciones derivadas de incorporar otro tipo de
estructuras, tales como clase o raza, sin que esto necesariamente les afecte en sus ideas
y actitudes machistas al socializar con las mujeres de cualquier condición.

Feminismo
Acorde a la conferencia que se realizó en la ONU, Watson (2014) durante el video en el marcador
1’27” nos dice que el “Feminismo es por definición, que hombres y mujeres deben tener los mismos
derechos y oportunidades en igualdad en lo político, económico y social”. Así mismo, Ferreyra (2016)
nos indica que “el feminismo es un movimiento histórico que está enfocado en la coordinación de
acciones y la transformación social”.
El feminismo busca romper con la perspectiva dicotómica que Foucault señala como
la inflexibilidad de la identidad de género, en donde lo masculino sistemáticamente
se separa y se excluye de lo femenino y viceversa, ya que supone la inferioridad
sexual de la mujer, misma que explica su ausencia histórica, que, a su vez supone la
conceptualización de lo femenino como inferior, como ausente y por ende como
incapaz de agencia histórica (Citado en Ramos, 1999, p147).
El feminismo está reconceptualizado a la mujer, las está unificando, las está defendiendo, amén
de que busca los beneficios de todas. Es un concepto que las une y les da cohesión identitaria que les
permite impulsar y difundir los aspectos culturales más amplios de la feminidad.
El movimiento feminista también ha permitido la elaboración de una perspectiva de análisis de
género que rebasa al determinismo biológico y nos permite distinguir cómo, a partir de las diferencias
sexuales, se tejen las desigualdades sociales: “ha documentado y denunciado las violaciones que se
cometen contra los derechos humanos de las mujeres en el país; ha creado y propuesto alternativas,
programas, políticas públicas y leyes que tienden a favorecer el desarrollo humano de éstas” Ferreyra
(2016).

Reflexión sobre lo qué es y significan las palabras: feminismo y masculinidad frente al cambio de
conciencia en la sociedad mexicana respecto al género:

El feminismo y la masculinidad son conceptos o palabras creadas para diferenciar acciones,


reacciones y pensamientos que indican lo que debe ser o no debe ser un hombre y una mujer en las
normas que rigen sus ideas, conductas y pensamientos.
Se dice que el inicio del feminismo fue la necesidad de la mujer por quiere ser hombre, porque el
varón ha acaparado lo genéricamente humano según la filosofía de Jean Jacques Rousseau.
Podemos señalar que el feminismo en una reflexión y movimiento social y político que ha tenido
como finalidad, describir, explicar y proponer caminos de superación a las condiciones de explotación,
segregación, subordinación, discriminación, desigualdad, marginación, opresión, exclusión y violencia
que han experimentado las mujeres a lo largo de la historia, es importante agregar dos conceptos de
esta definición: su dimensión política y su dimensión de producción de saberes.
Aún en la actualidad, la falta de información y el dominio machista, han hecho mal uso del
significado de la palabra feminismo, todavía sin entender que éste hace referencia a la equidad de
género, es decir, que todos los seres humanos podemos gozar de los mismos derechos; que todos
podemos tener las mismas obligaciones y dedicarnos a lo que nuestra pasión nos dirija, por lo que el
feminismo conduce a una equidad absoluta.

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La masculinidad en nuestro país tiene términos más arraigado al machismo, es un término que
representa socialmente conductas de control sexual, físico, psíquicas, morales, intelectual y racionales
por parte del sexo masculino, en oposición de lo femenino.

Conclusiones
Hablando con objetividad, en nuestro país, tanto el feminismo como la masculinidad son temas
que marcan una diferencia abismal en la sociedad actual y es factor de estancamiento económico,
cultural, social y evolutivo. Actualmente los grupos feministas acaparan las miradas en los medios de
comunicación con propuesta de cambio social en las que se pretende igualdad de género sin obtener
resultados óptimos, los feminicidios en nuestro país se incrementan cada día más , las leyes laborales
no protegen en su totalidad a las mujeres, los salarios son menores a los que obtienen hombres aunque
las condiciones laborales sean las mismas, en casa, la obligación de la educación y el cuido físico y
alimenticio de la familia es responsabilidad de la mujer y más acciones que nos demuestran día a día
de que no estemos cerca de lograr igualdad de género.

La masculinidad se mantiene en nuestro país en un sentido cultural machista y subjetivo ya que


aunque el género masculino pretenda cambiar su estructura cultural de masculinidad, culturalmente no
estamos aptos aún para ese cambio, existen casos de suicidios, violaciones, violencia domestica
etcétera, que principalmente son ocasionados por hombres que sienten la necesidad de cumplir con un
estereotipo de macho dominante y opresor que tenemos socialmente arraigado que se inculca en la
niñez y lo paradójico es que esta conducta es creada en mayor proporción por las mujeres, encargadas
culturalmente de la educación en nuestra sociedad. Éste modelo hegemónico resulta incompatible con
una sociedad donde se respete la diversidad y el derecho de los individuos a elegir su propia forma de
vivir. Por lo que en este tipo de sociedad habría de darse un rechazo a la imposición de un único modelo
de masculinidad.

Parafraseando a Boscán Leal, A. (2008) Uno de los planteamientos que a este respecto se ha
hecho es que no se puede crear obstáculos al surgimiento de distintas masculinidades, y que lo más
importante es propiciar el desarrollo de varios modelos de masculinidad alternativos, dado que el ser
humano no puede vivir en un contexto social sin modelos y patrones definidos, que le den orientación y
sentido a su vida, para lo cual es necesario que los nuevos modelos de masculinidad que surjan o se
planteen sean abiertos, plurales, como resultado de la asunción por parte de los varones, en el plano
ideológico y en el político, de una posición antisexista y antihomofóbica, para que estos modelos sean
fundamentados en el desarrollo de relaciones equitativas con las mujeres, y un acercamiento más íntimo
y solidario con sus congéneres.

Todas las reglas, paradigmas y comportamientos de los géneros masculino y femenino tienen
matices que se notan muy tendientes a favorecer al género masculino. Esta condición que le da
privilegios al hombre la busca alcanzar la mujer y en el camino se dan ciertas desviaciones, por ejemplo,
hay mujeres que piensan que deben ser como los hombres y luchan por adentrarse en un mundo
biológico muy diferente al de ellas. No es lo mismo buscar tener un nivel salarial igual entre hombres y
mujeres o las mismas ventajas y oportunidades sociales, a que las mujeres se quieran convertir en
hombres para disfrutar de esas bondades. Las mujeres tienen otro tipo de características que deben
explotar y de disfrutar, sin tener que preocuparse por ser hombres. De aquí sale el concepto mencionado
por Amorós (2017) “Lo genéricamente humano”. Este término no se refiere a que la mujer sea igual al
hombre, se refiere a que ambos tengan acceso libre e igualdad con lo genéricamente humano. “Se dice
que la mujer quiere ser hombre porque el varón ha acaparado lo genéricamente humano” Amorós
(2017), ahora hay que superar ese paradigma y crear nuevos en donde la igualdad prevalezca.

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Bibliografía

• Amorós, C. (15 ago 2017) Que es el feminismo [Archivo de video] Recuperado de:
https://youtu.be/20nm8Szba60
• Boscán Leal, A. (2008). Las nuevas masculinidades positivas. Utopía y praxis
latinoamericana, 13(41), 93-106. Recuperado de: http://ve.scielo.org/scielo.php?pid=S1315-
52162008000200006&script=sci_arttext

• Connell, R. (1987) Gender and Power: Society, the Person and Sexual Politics. Stanford, California:
Stanford University Press.
• Incháustegui, T., Ferreyra, M., Vargas, M., García, A., Olivos, L. (2016) Género y feminismo. Gaceta
políticas, no. 261, noviembre. Recuperado de: https://www.politicas.unam.mx/gacetas/gaceta261.pdf
• Ramos, C. (1999). Historiografía, apuntes para una definición en femenino. Debate Feminista, Vol.
20. Mes Octubre, 131–157 Recuperado de: http://www.debatefeminista.pueg.unam.mx/wp-
content/uploads/2016/03/articulos/020_09.pdf
• Scott, J. W. (2013). El género: una categoría útil para el análisis histórico, en M. Lamas (Ed.), El
Género. La construcción cultural de la diferencia sexual (4th ed., pp. 265–302). Ciudad de México:
Programa Universitario de Estudios de Género y Miguel Ángel Porrúa.
• Vargas, M (2016) Masculinidades, hegemonía y cambio social. El trabajo con hombres para lograr la
igualdad. Gaceta políticas, Género y feminismo, no. 261, mes noviembre.
• Watson, E. (23 sep 2014) Igualdad de género ONU [Archivo de video] Recuperado de:
https://youtu.be/JsUqE3a2Xh0

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