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Beneficios del plato Q en las rodillas del ciclista.

“El ciclismo es “per se” un deporte agresivo para las rodillas ”, según el Dr. J.M. Tricas de la
Universidad de Zaragoza, “siendo el principal factor limitante del rendimiento del ciclista ”.

El pedaleo convencional somete a la rodilla a una gran tensión cuando la pierna está haciendo fuerza
en el punto muerto superior, siendo origen de diversas patologías. Al reducir el punto muerto, el
plato variable Q reduce las lesiones de rodilla típicas del ciclista, debido al menor stress sobre el
tendón rotuliano. Con el pedaleo Q, el empuje es más progresivo y la tensión articular más uniforme,
con lo que se mitigan los dolores y se consigue un pedaleo más saludable y eficiente.

Muchos ciclistas se ven tarde o temprano afectados por el stress que produce el
pedaleo convencional (con puntos muertos) en las articulaciones. Especialmente
los usuarios de cierta edad, o que no tienen una buena forma física, encuentran en
la rodilla su punto débil que les impide pedalear, o que les limita su entrenamiento
al no poder forzar las rodillas en exceso, o simplemente que les resulta incómodo
porque la discontinuidad del pedaleo convencional les impide llegar a niveles más
exigentes. Y por tanto eligen otros deportes que les permitan mantenerse en
forma sin dolor y con confort.

También es habitual ver muchos ciclistas de alto nivel que sufren tendinitis y dolor en las articulaciones, debidas al
exceso de entrenamiento sobre la bici. Y el problema es que no tienen otra solución que parar de pedalear, o
ponerse en manos de la medicina.

La problemática fisiológica del pedaleo tradicional.


Según el Dr. Tricas, la rodilla es una articulación con una alta inestabilidad, salvada por un fuerte aparato capsulo-
ligamentario y un sistema meniscal. Sin embargo estas estructuras mencionadas, cápsula, ligamentos y meniscos,
no tienen el mismo comportamiento según sea el grado de flexión de la articulación en el pedaleo va desde 150°-
155° a 70°-80° permitiendo unos 80°-90° totales de movimiento.

La fase de flexión máxima de rodilla coincide con el arco de movimiento superior que iría
desde las 11 horas a las 2 horas de un reloj analógico, llamado Punto Muerto Superior. En
esta fase, el organismo tan sólo puede realizar un 6% de la fuerza total de la pedalada,
ésta es, una fuerza horizontal con sentido hacia delante. En el Punto Muerto Superior el
sistema de estabilidad de la rodilla es llevado a cabo por las fuerzas estabilizadoras de los
pares musculares de la flexión-extensión (isquitiobiales: semimembranoso,
semitendinosos y bíceps crural contra cuadriceps y gemelos) que a su vez deben
estabilizar también la componente mínima de torsión transversal.

En este momento, se producen diversos problemas sobre la articulación: desajustes de


tensión muscular por diferencias en la Tensión/Longitud del par muscular; arrastre de los
puntos de apoyo intraarticulares, modificación de la posición de torsión transversal articular, sobretensión de los
ligamentos, etc.

Esta situación acontece siempre en la fase Punto Muerto Superior en el ciclista en el comienzo de temporada o
cuando no ajusta adecuadamente el desarrollo al terreno donde pedalea.

Añadir que durante la vida deportiva del ciclista se reproducen estos problemas del Punto Muerto con la usura
consiguiente de la articulación de la rodilla y en muchos casos es la razón del abandono de la práctica del ciclismo,
un proceso patológico cronificado de rodilla.

Todo sucede con el sistema de pedaleo convencional, donde existen tanto el Punto Muerto Superior, como el
Punto Muerto Inferior (de similares condiciones, aunque con menor incidencia en la rodilla).

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¿Cuál es la causa biomecánica de las lesiones de rodillas con el pedaleo tradicional?
En el pedaleo convencional la mayor parte de la potencia se produce con la extensión de rodilla. Dados los
vectores de fuerza que intervienen en dicha articulación, será mayor el stress en la misma cuanto mayor sean
tanto el grado de flexión de la rodilla como por supuesto la magnitud de la fuerza transmitida, que, para una
misma potencia, será proporcional al desarrollo a mover.
Por tanto, el esfuerzo aplicado por el ciclista en el punto muerto superior
supone una agresión para la articulación de la rodilla, pues es el instante
donde mayor es el grado de flexión de la misma.
A eso hay que añadirle el hecho de que es también ahí donde se hace
prácticamente nula la componente tangencial (la que genera potencia) de las
fuerzas aplicadas al pedalear, con lo cual si se trata de generar potencia en
dicho punto, y ya que el desarrollo en dicho punto es el mismo durante todo el
ciclo, el par de fuerzas o momento extensor ha de ser al muy alto lo cual
perjudica enormemente a la articulación, se desplaza el fémur sobre el platillo
tibial e impacta sobre la pared posterior de la rótula. Todas estas fuerzas
desarrolladas por los músculos de las piernas y no transmitidas a la bicicleta,
aumentan el impacto directamente sobre la parte anterior de la rodilla, que
absorbe además el impacto del golpe de pedal en el punto muerto superior,
trasladándolo a los tendones y la articulación, aumentando la fricción de la
rotula y generando lesiones.
Por todo esto, el pedaleo convencional somete a la rodilla a una gran tensión articular en el momento que la
pierna está haciendo fuerza en el punto muerto superior.
El pedaleo con Rotor sin embargo reduce las lesiones de rodilla típicas del ciclista, ya que por un lado elimina el
punto muerto, donde mayor es el grado de flexión de la rodilla y menos componente tangencial o motora se
aplica al pedal, y por otro, gracias a la variación del desarrollo durante el ciclo, se minimiza el desarrollo en esa
zona, igual que si se movieran marchas más cortas, con lo que proporcionalmente a ello bajará la tensión sobre el
tendón rotuliano, no habrá deslizamiento anterior del fémur y disminuirá la presión rotuliana consiguiendo que el
empuje sea más progresivo y la tensión articular más uniforme.

¿Cómo actúa el plato Q sobre estas lesiones de rodillas?


El plato variable Q mitiga los dolores de rodillas, debido a que el requerimiento de fuerzas en el punto muerto
superior es sensiblemente menor, con lo que los tendones y rótula no son tan castigados en cada golpe de pedal.

Q no elimina el punto muerto sino que reduce sus efectos gracias al


desarrollo variable, que permite un menor desarrollo en la zona muerta, para
luego aplicar progresivamente más desarrollo según el pedal se posiciona
donde más fácil es aplicar la fuerza de forma tangencial y por tanto efectiva.

Por contra a otros platos ovoides, Q-Rings funciona en el punto muerto como
un plato circular, pero con menor diámetro (menor número de dientes), con
lo que la carga sobre las rodillas se reduce proporcionalmente, de forma que
el paso por el punto muerto es más rápido y suave. Y una vez pasado el
punto muerto, aplica toda la potencia aumentando el desarrollo variable en la
zona óptima; que puede ser regulada mediante el sistema OCP, según su
estilo de pedaleo y su posición en la bicicleta.

Por ejemplo para un plato de 53, en el punto muerto superior (biela vertical y arriba), el plato Q aplica un
desarrollo equivalente de a un plato circular de 51 dientes; pero según el pedal va bajando y la pierna va
desarrollando toda su fuerza, el diámetro del plato Q se incrementa con lo que el desarrollo sube, hasta llegar a
aplicar una fuerza equivalente a un 56 en el momento de máxima potencia.

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Q consigue un pedaleo a alta cadencia gracias a un diseño específico para el cuidado de las rodillas, que hace
que la variación de velocidades en torno al punto muerto esté minimizada; de forma que la articulación no se
convierte en el factor limitante del esfuerzo del ciclista. Así, el plato Q reduce los dolores y lesiones de
rodillas, debido a que el requerimiento de fuerzas en el punto muerto superior queda sensiblemente reducido,
con lo que no se castigan los tendones y rótulas. Se minimizan así los impactos de cada golpe de pedal en las
articulaciones, aprovechando la mayor inercia del desarrollo variable del plato Q.

El plato Q también ha sido diseñado para que el pedaleo sea continuo y “redondo” mediante un trabajo muscular
más uniforme, que permite una rápida recuperación tras el esfuerzo, al ser biomecánicamente mejor.

¿Qué efectos tiene Q sobre las lesiones típicas?


El plato Q reduce el desarrollo en los puntos muertos Superior e Inferior mitigando el efecto de las patologías
asociadas y permitiendo un estado de salud de la rodilla más adecuado. Al impedir que ambas bielas coincidan
una arriba y otra abajo, se producen notables beneficios sobre las rodillas, como analizamos a continuación.
>> Las lesiones por laxitud del tendón rotuliano: En el punto muerto superior del ciclo de pedaleo
convencional, los músculos aplican una gran fuerza, pero ésta no es transmitida a la bicicleta. Dicha fuerza
impacta sobre la rótula, que absorbe las tensiones producidas en cada pedalada. En el momento del punto
muerto, el tendón rotuliano, que está trabajando durante todo el ciclo, deja de trabajar y se destensa, al no poder
transmitir fuerza. En ese momento el fémur tiene la libertad de desplazarse hacia delante para salvar esa laxitud.
Pero inmediatamente en la bajada de la biela, llega el golpe de pedal del ciclista, aplicándose súbitamente la
máxima potencia. Con lo cual el tendón rotuliano pasa de una situación de distensión (laxitud) a una de máxima
tensión, de pronto, produciéndose el efecto de un “latigazo” y la percusión consiguiente de la rótula sobre los
cóndilos femorales. Dicho latigazo, periódicamente repetido en cada pedalada, 80-100 veces por minuto, muchas
horas de pedaleo, durante muchos días y años de entrenamiento, produce un deterioro grave del tendón, y la tan
temida condropatía rotuliana, que a menudo impiden el pedaleo e incluso afectan a la vida cotidiana.

Por contra, el plato Q consigue un pedaleo más continuo y uniforme, con una transmisión de la potencia constante
durante el ciclo, con lo que el tendón rotuliano no sufre esas situaciones de laxitud/esfuerzo máximo. Además, al
reducir el punto muerto, no existe desplazamiento femoral y ayuda a ejercer un trabajo más suave y continuado
durante el ciclo; permitiendo al ciclista aplicar más fuerza, con menos riesgo de lesión, y más confort articular.

>> El desplazamiento de la rótula por atrofia de los cuádriceps: con el pedaleo tradicional, se produce un
mayor empleo del vasto externo, que hace que este músculo se desarrolle más que el resto de los cuádriceps,
produciendo una hipertrofia. Dicha descompensación muscular hace que el vasto “tire” de la rótula hacia el
exterior, produciéndose una desalineación de la articulación (la rótula se sale de su eje correcto de trabajo), que
frecuentemente produce dolor al pedalear y lesiones en la rodilla (condromalacia rotuliana). Idéntico problema se
produce con los isquiotibiales, músculos antagonistas de los cuádriceps.

Por el contrario, el plato Q produce un desarrollo muscular uniforme de los cuádriceps, que
hace que la rodilla sea requerida de una forma compensada durante el esfuerzo.

>> Rozamiento articular del fémur contra la tibia en cada ciclo de pedaleo, en el punto
muerto superior, que supone además del desgaste progresivo de la rótula, puede producir una
impronta tibial y usura meniscal que suele cursar dolor agudo y con frecuencia crónico.

>> Tendinitis por exceso de tensión sobre los tendones, que al ser forzados por el ejercicio
intenso, exceden las fuerzas que están diseñados para soportar. Este problema es muy
frecuente para los ciclistas en los isquiotibiales, ya que éstos trabajan principalmente en el momento de la subida
del ciclo de pedaleo. La función natural de los isquiotibiales es la tracción, con movimiento ágil y rápido, pero no
tan potente como los cuádriceps, que son capaces de hacer un empuje de potencia muy superior en la zona de
bajada del pedal, donde aplican la máxima fuerza. Sin embargo, con el pedaleo convencional, ambos grupos
musculares se ven obligados a mover la misma carga de trabajo, con lo que los cuádriceps se ven limitados, y los
isquios forzados en exceso. Con el agravante de que el ciclista tiende a imponerse tanto nivel de exigencia como
carga de esfuerzo son capaces de soportar los cuádriceps, por lo que los isquiotibiales se ven permanentemente
requeridos por encima de sus posibilidades y sobrecargados, degenerando a menudo en lesión tendinosa.
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Sin embargo, el pedaleo Q está diseñado para transmitir una entrega de potencia más continua a lo largo de todo
el ciclo de pedaleo, que permite un trabajo muscular más uniforme. El plato variable permite modular los
desarrollos durante el ciclo, de forma que en cada momento del pedaleo, cada músculo está aplicando el trabajo
para el que está más capacitado. Dicho desarrollo variable permite optimizar el máximo potencial de cada grupo
muscular antagonista, sin que sean sobrecargados en exceso, o queden infrautilizados; minimizando así los
riesgos de tendinitis, y actuando de forma activa en las recuperaciones.

En suma, el plato variable Q minimiza tanto el desarrollo como la variación de velocidades en torno al punto
muerto, y demuestra ser biomecánicamente más eficiente y saludable tanto para la prevención como para la
recuperación de lesiones articulares.

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