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Tipos de óxidos

Dependiendo de qué parte de la tabla periódica se encuentre E y, por tanto, su


naturaleza electrónica, se puede formar un tipo de óxido u otro. De aquí surgen
múltiples criterios para asignarles un tipo, pero los más importantes son
aquellos relacionados con su acidez o basicidad.

- Óxidos básicos

Los óxidos básicos se caracterizan por ser iónicos, metálicos, y más


importante, generar una solución básica al disolverse en el agua. Para
determinar experimentalmente si un óxido es básico, debe agregarse a un
recipiente con agua e indicador universal disuelto en ella. Su coloración antes
de añadirle el óxido debe ser verde, pH neutro.

Una vez agregado el óxido al agua, si su color cambia de verde a azul, significa
que el pH se tornó básico. Esto se debe a que establece un equilibrio de
solubilidad entre el hidróxido formado y el agua:

EO(s) + H2O(l) => E(OH)2(s) <=> E2+(ac) + OH–(ac)

Aunque el óxido sea insoluble en el agua, basta con que una porción pequeña
se disuelva para modificar el pH. Algunos óxidos básicos son tan solubles que
generan hidróxidos cáusticos como el NaOH y KOH. Es decir, los óxidos de
sodio y potasio, Na2O y K2O, son muy básicos. Nótese la valencia de +1 para
ambos metales.

- Óxidos ácidos

Los óxidos ácidos se caracterizan por tener un elemento no metálico, son


covalentes, y además, generan soluciones ácidas con el agua. Nuevamente,
puede comprobarse su acidez con el indicador universal. Si esta vez al añadir
el óxido al agua, su color verde se torna rojizo, entonces se trata de un óxido
ácido.

¿Qué reacción toma lugar? La siguiente:

EO2(s) + H2O(l) => H2EO3(ac)

Un ejemplo de un óxido ácido, que no es un sólido, sino un gas, es el CO 2.


Cuando este se disuelve en agua, forma el ácido carbónico:
CO2(g) + H2O(l) <=> H2CO3(ac)

Asimismo, el CO2 no consiste en aniones O2- y cationes C4+, sino en una


molécula formada por enlaces covalentes: O=C=O. Esta es quizás una de las
mayores diferencias entre los óxidos básicos y los ácidos.

- Óxidos neutros

Estos óxidos no cambian el color verde del agua a pH neutro; es decir, no


forman hidróxidos, ni ácidos en solución acuosa. Algunos de ellos son: N 2O,
NO y CO. Al igual que el CO, tienen enlaces covalentes que pueden ilustrarse
por estructuras de Lewis o cualquier teoría del enlace.

- Óxidos anfóteros

Otra forma de clasificar a los óxidos depende de si reaccionan o no con un


ácido. El agua es un ácido muy débil (y una base también), por lo que los
óxidos anfóteros no exhiben “sus dos caras”. Estos óxidos se caracterizan por
reaccionar tanto con ácidos como con bases.

El óxido de aluminio, por ejemplo, es un óxido anfótero. Las siguientes dos


ecuaciones químicas representan su reacción con ácidos o bases:

Al2O3(s) + 3H2SO4(ac) => Al2(SO4)3(ac) + 3H2O(l)

Al2O3(s) + 2NaOH(ac) + 3H2O(l) => 2NaAl(OH)4(ac)

El Al2(SO4)3 es la sal sulfato de aluminio, y el NaAl(OH) 4 una sal compleja


llamada tetrahidroxo aluminato de sodio.

El óxido de hidrógeno, H 2O (el agua), también es anfotérico, y esto se


evidencia en su equilibrio de ionización:

H2O(l) <=> H3O+(ac) + OH–(ac)

- Óxidos mixtos

Los óxidos mixtos son aquellos que consisten de la mezcla de uno o más
óxidos en un mismo sólido. El Pb3O4 es un ejemplo de ellos. La magnetita,
Fe3O4, es también otro ejemplo de un óxido mixto. El Fe 3O4 es una mezcla de
FeO y Fe2O3 en proporciones 1:1 (a diferencia del Pb3O4).
Las mezclas pueden ser más complejas, originando así una variedad rica de
minerales de óxidos.

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