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TEMA VI

EL PROYECTO POLÍTICO MILITAR


1.971- 1.982
1. El Discurso
El Proyecto Político Militar de 1.971 a 1.982, tiene un discurso foráneo. En respuesta
a los conflictos que globalizan el quehacer político de la época: El conflicto Este-
Oeste, que desde Moscú patrocina el comunismo como nueva realidad social, y
desde Estados Unidos de Norteamérica el dominio del capitalismo: así como la
antagónica lucha del Grupo del Sur contra países ricos del Norte, en pugna con
mejores condiciones de igualdad social y tecnológica. En los hechos, el discurso de
las potencias Oeste-Norte, bajo los “slogans” del anticomunismo, responde a las
exigencias de acabar con el populismo socializante de América Latina, así como
con la peligrosa insurgencia guerrillera patrocinada por el gobierno de Cuba.
Por lo que corresponde explicar los alcances de la extrapolación ideológica en el
ámbito nacional, con la interrogante de ¿Cuál el alcance del discurso político-militar
en la formación social nacional? Y ¿Cuál la identificación del enemigo principal en
este espacio territorial? A fin de entender con claridad la tipicidad de este proyecto
en la cronología histórica, la ruptura con el proyecto nacional revolucionario anterior
y la secuencia política futura. Pues claro está, que los proyectos políticos, vengan
de donde vengan o cualquiera sea su origen, tienen una determinada temporalidad
histórica.
Entrando en materia, el discurso del proyecto político-militar, ajeno al medio,
sustituye al nacionalismo revolucionario de proyección endógena y su secuela
popular socializante de los gobiernos de Alfredo Ovando y Juan José Torres. Esto
es, una ruptura con los lineamientos políticos de 1.952 y la Declaración Común del
Grupo de los 77 países, adscritos al Proyecto Norte Sur concretado en Ginebra en
junio de 1.964. Sin duda se trata de un discurso beligerante, destinado a justificar la
reconquista de los espacios contestatarios e insurgentes contra el sistema imperial.
La doctrina de la defensa o de la seguridad nacional, se relaciona con la guerra. Al
decir del militar español Vasco González es un conjunto coherente y sistematizado
de principios, orientaciones o reglas, adoptadas oficialmente por el Estado y por las
fuerzas armadas sobre el carácter de la guerra y del eventual enemigo, sobre la
organización de todas las fuerzas armadas, sobre los modos de conducción y de
las operaciones bélicas, como también sobre la preparación del país y de la
institución armada para la guerra.
Antes de la década de 1.950, en cuanto a la defensa nacional, el frente interno no
tenía importancia. “Ahora, con la doctrina de la seguridad nacional, se ha
redimensionado el papel político del militar profesional, colocando la guerra por
encima de la política y ubicando a los militares en una situación de preeminencia
clara frente al poder civil”. Señalando Rafael Zavallo Carvo, que el frente interno no
solamente está obligado a combatir, sino que es él quien libra las acciones
fundamentales y su éxito o fracaso está internamente ligado a la suerte del conflicto.
Reconociéndose como elementos básicos del frente interno: la población, el
potencial nacional, la homogeneidad política, las condiciones morales, el gobierno,
los partidos, etc., sobre los cuales se planifica la estrategia de una defensa integral.
Mucho más, si al tipificarse en el discurso el nacimiento de un “Estado de excepción”
por el manejo del aparato burocrático y el agregado de la tecnología militar y el
autoritarismo, se pretendería llegar a una “democracia inédita” que responda a las
exigencias de la época. Resultando claro que, en nombre de este proyecto, se
cambia la frontera geográfica por una frontera ideológica y se busca el control total
del Estado para imponer una dominación real.
En la coyuntura de la crisis del sistema por la bipolaridad Este-Oeste y Norte-Sur,
el proyecto político-militar emerge con fuerza avasalladora. Este proyecto, al decir
de Ludovico Silva, se lleva a cabo con el poder de la ideología”, que tiene como
esencia la afirmación profunda y constante del orden social existente, como
justificación suprema. Partiendo del hecho que la ideología de la seguridad nacional
tiene varias raíces convergentes en un solo objetivo: la identificación de la seguridad
con el desarrollo integral de la nación”.
Esta doctrina extracontinental, reconoce como su componente más antiguo la teoría
política de la escuela alemana, con su basamento en el espacio vital, seguida de la
doctrina francesa de la contrainsurgencia aplicada en la guerra colonial de Argelia;
y, finalmente, en la Acción de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, basada
en la necesidad de evitar una III Guerra Mundial, dando lugar a la creación de la
C.I.A. y el Consejo de Seguridad Nacional, colocados por encima de los poderes
tradicionales en materia de defensa y política exterior.
En este marco de referencia se da una distribución racional de objetivos estratégicos
correspondiente a la defensa global, hemisférica fundamentalmente. Descartada la
posibilidad de una guerra mundial con su centro de gravitación al sur del rio Bravo,
se encomienda a los ejércitos nacionales el control interno del país. A tales fines,
se le proporciona el material adecuado para la lucha contrainsurgencia. De esta
manera espectacular, sucede la ocupación militar continental a cargo del
Pentágono.
El agente estereotipador de la doctrina de la seguridad nacional en Bolivia, fue el
general Hugo Banzer Suarez. Con la concurrencia activa de los partidos políticos
tradicionales, los empresarios y organizaciones contestatarias al discurso política
de izquierda. El Frente Popular Nacionalista, creado en dicha emergencia,
“proclama la liberación interna del país, hasta ese momento en manos de los
extremistas”. Las discrepancias de ayer entre el MNR y FSB, convergen
“enfrentando la alienación comunista”.
El ideólogo que calca la doctrina de la seguridad nacional es el general Joaquín
Zenteno Anaya señalando que el proceso de insurgencia internacional, ha puesto
frente a frente a la revolución boliviana y a la revolución cubano-chilena. Pues, “ya
no se trata de derrocar a determinados gobiernos, sino de cambiar radicalmente la
tradición, las estructuras sociales, la organización económica, modos de vida, en
suma, todo el sistema de sociedad libre, nacionalista y cristiana.
Agregando Zenteno, que “la lucha subsiste y continua, ha de ser larga y muy larga…
ayer en las montañas donde fue derrotada la antipatria, ahora en las ciudades
utilizando los procedimientos de la guerra de insurgencia o irregular, en el que no
existe concepto de tiempo ni de espacio… El enemigo puede estar dentro de la
propia familia, dentro de la propia organización partidaria, en la propia institución y
aun dentro del propio gobierno. Puede estar en el norte, sur, el este o el oeste, pues
tiene posibilidades de acción inmediata o diferida”.
Bajo estos criterios de la racionalidad militar, la percepción del enemigo principal en
el escenario del nuevo Estado, es evidente. Pues al decir del politólogo Jorge Tapia
Valdez, todo aquello que se oponga a los objetivos nacionales asumidos por el
Estado se convierte “ipso facto” en agresor, y quien de tal modo actúe es enemigo
manifiesto. Surgiendo de esta manera el enemigo en el escenario de la guerra
interna y con ello, el anatema a todo lo que propicie o sea consecuencia de lo que
aparezca como subversivo.
Pudiendo concluirse, sin mayores ambages, sobre la problemática del discurso
político militar, que éste extrapola desde el centro imperial la lucha anticomunista.
Identificando en la estrategia bélica al connacional como enemigo interno, al que
hay que destruir con el potencial ideológico, político y económico estatal en manos
de las fuerzas armadas. Como una acción inherente a la doctrina de la seguridad
nacional y su papel fundamental en la contienda cruenta y decisoria a nivel global.

2. El Estado
El Proyecto Político Militar, rompe con las barreras del formalismo democrático para
organizar su instrumento de poder: El Estado. Haciendo posible que el uso de la
fuerza legítima que le es propia, no provenga de los partidos políticos sino de una
burocratización militar y el mando de las fuerzas armadas: Las que den sostén del
Estado, devienen en aparato administrador del mismo, sustituyendo los cánones
tradicionales del poder y los órganos que sustentan dicho andamiaje constitucional.
Por lo que se hace necesario una adecuada lucubración para responder al
interrogante de ¿Cuál el perfil que particulariza al Estado de la Seguridad Nacional?
Y ¿Cuáles sus atributos en el cumplimiento de su misión política e ideológica? Para
entender con objetiva verificación empírica dicho proyecto y su singularidad en el
desarrollo político nacional. Habida cuenta de la temporalidad histórica que todo
proyecto encierra a causa de las mutaciones propias del sistema.
Comenzando con señalar que el Estado de la seguridad nacional nace en Bolivia
con el golpe de facto de agosto de 1.971, pero se decanta y cristaliza tres años
después con el alejamiento de los partidos políticos tradicionales y la dictación del
Estatuto de Gobierno, el 9 de noviembre de 1.974. Disponiendo la movilización
nacional en torno a las fuerzas armadas para “el logro del potenciamiento del país
y de su seguridad interna y externa”.
En otras palabras, se da el corte estructural entre el Estado de la seguridad nacional
que surge de con la auto-eficiencia del mando castrense, y el Estado nacional
revolucionario que agota su substancia estatal con la acción contestataria de la
clase obrera, el fraccionamiento partidario y el nacionalismo militar socializante. En
efecto, la ruptura histórica implantada: Nacionalismo revolucionario- seguridad
nacional, se da en el nivel de la estructura con la internacionalización de la
economía a través del crédito externo, y en el social de la superestructura con la
reorganización del Estado y sus aparatos administrativos y económicos. Ocupando
la ideología el espacio central de la mediación inter- estatal y estatal- civil.
Desde luego, en la construcción del nuevo Estado se mezclan aspectos político-
institucionales que buscan el respeto a la persona humana y a los valores cristianos
de la cultura occidental; económicos, estimulando la inversión de capitales
extranjeros compatibles con los intereses del país; sociales, sujetando su acción de
bienestar social al Plan Quinquenal de Desarrollo, de ejecución prioritaria; y
finalmente, aspectos vinculados con la coerción política mediante la declaratoria
del servicio civil obligatorio, la organización del Poder Ejecutivo a cargo del
presidente de la República en su condición de Capitán General de las Fuerzas
Armadas, los ministros nombrados por éste, los miembros del Comando Conjunto
de las Fuerzas Armadas con la jerarquía de los ministros de Estado, así como el
Comandante de la Policía, el Secretario General de la Presidencia y el secretario e
Informaciones.
En el substrato del proyecto político militar, como objetivo bélico, se fusionan las
tareas económicas con las políticas, dando lugar a la creación de la Corporación de
las Fuerzas Armadas para el Desarrollo, COFADENA, destinada al potenciamiento
nacional. Reiterando la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, la participación de
la COFADENA en industrias básicas y estratégicas del país, y particularmente en la
aplicación bélica, pudiendo construir empresas públicas o mixtas, o dedicarse a
actividades económicas rentables.
Por voluntad estatal, COFADENA incursiona en la transformación de las materias
primas y en los servicios; se vincula al capital extranjero mediante convenios
bilaterales, transnacionales u otros; al tiempo que se inserta en actividades
estratégicas propias de su área de influencia: el armamentismo. O sea que, como
entidad militar, como persona jurídica, asume tareas globalizadoras de la seguridad
nacional en los aspectos geográficos, económicos, socio-políticos y militares.
Así, bajo una original amalgama de lo económico y lo político, las fuerzas armadas
llevan adelante el control total de la sociedad. Pues, al decir del contraalmirante
José Vargas Valenzuela, “el desarrollo es un concepto inseparable de la seguridad
y la seguridad un hecho que involucra al desarrollo. De ahí la importancia
indiscutible de que las empresas como la Corporación Minera de Bolivia, COMIBOL;
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB; la Corporación Boliviana de
Fomento, CBF; la Empresa Nacional de Ferrocarriles y otras, deben encomendarse
a los militares.
Este bloque empresarial militar, define una línea económico-financiera precisa. Al
decir del general Banzer Suárez, “el gobierno se propone desarrollar una política
financiera y de fomento empresarial… no sólo como garantía del desarrollo
nacional, sino para ofrecer un marco de confianza del capitalismo extranjero”.
Particularizando esta política económica un proceso de endeudamiento externo, por
tratarse de un modelo de crecimiento exógeno propio del proyecto político-militar.
El Estado de la seguridad nacional, instituye sus propios órganos: Como poder
legislativo destinado al estudio de los problemas fundamentales del Estado, se crea
el Consejo Nacional de Reformas estructurales, CONARE. Encargado
fundamentalmente de identificar los objetivos nacionales y las reformas a la
Constitución Política del Estado, a fin de darle al proyecto una virtual legitimidad.
CONARE, como órgano legislativo y de asesoramiento, está compuesto por treinta
esclarecidos ciudadanos designados por el presidente de la república.
En el decurso de los días, CONARE es sustituido por el Consejo Nacional de
Asesoramiento y Legislación, CONAL. Mostrando la singular modalidad legislativa
del Estado, a través de un órgano civil-militar subordinado al Poder Ejecutivo.
Mando piramidal que también permite el relevo permanente de los magistrados de
la judicatura, sin otro prurito que la disciplina y obediencia al Consejo Nacional de
Seguridad, CONASE. Esto es, al mando supremo del Estado generador de la
democracia “inédita” propuesta.
En efecto, como institución encargada de la “existencia y supervivencia de la nación,
así como de la continuidad del Estado”, se crea el Consejo Nacional de Seguridad,
CONASE. Custodio de la integridad del territorio patrio y defensa de sus recursos
naturales; la conservación de su soberanía e independencia política; la unidad
espiritual y cívica de los bolivianos; el potenciamiento material, económico y cultural
de la nación; el progreso y bienestar general del pueblo boliviano; la defensa de los
intereses y derechos nacionales; y todo lo pueda interesar a la seguridad nacional.
Por lo que al cuestionamiento planteado sobre el perfil que particulariza el Estado
de la seguridad nacional, se puede responder adscribiéndolo al proyecto de
dominación política global. Pues, producida la fusión de las fuerzas armadas con el
poder central acerca del tipo de sociedad que tiene que defender, el paso siguiente
es de carácter organizativo articulando los intereses de la sociedad civil con el
Estado de la seguridad nacional o pentagonal, Ya que se puede decir que, a la larga,
el poder político de la sociedad convierte a las fuerzas militares, en cuanto a su
modo de pensar político, en una fiel imagen propia.
Y en cuanto a los atributos logrados en el cumplimiento de la misión político-
ideológica, sin duda alcanzan sus objetivos totalitarios. Una vez que el presidente
de la República al designar, presidir o comandar los órganos judicial, militar,
legislativo, burocrático, de seguridad, comunal, etc., asume una verticalidad de
mando indiscutible. Al mismo tiempo que una determinación sobre el potencial
nacional acumulado en las empresas del sector público y las empresas privadas
alineadas en el proyecto por voluntad propia o estatal.
Administraron de 1.971 a 1.982 el aparato del Estado de la Seguridad Nacional, los
militares: Hugo Banzer Suarez, Juan Pereda Asbún, David Padilla Arancibia, con la
intermitencia de los civiles elegidos mediante el formalismo democrático: Dr. Walter
Guevara Arce por 85 días, y la Sra. Lidia Gueiler Tejada por 244 días en los años
1.979 a 1.980. Y entre ambos, el militar Alberto Natusch Busch, para continuar
después de la Sra. Gueiler, Luis García Meza, una Junta de Comandantes integrada
por Bernal, Torrelio y Pammo, y en la secuencia Celso Torrelio Villa y Guido Vildoso
éste último con 81 días de mando para entregar el gobierno al Dr. Hernán Siles
Zuazo en 1.982 en razón de haber sido ganador de las elecciones efectuadas
durante la presidencia de la Sra. Gueiler.

3. Partidos o actores políticos


El proyecto político militar que da lugar al Estado de la seguridad nacional, conlleva
el análisis de los actores y las condiciones que las hacen posible. Pues, si las causas
externas constituyen la condición de los cambios y actúan a través de las causas
internas, el problema objeto de investigación trasciende el ámbito local para
encontrar en las condiciones externas la razón causal de las mismas, esto es, la
matriz genética que permite explicar dichos cambios desde fuera y desde dentro de
la concreción política.
Una vez que, como dice Carlos Marx, los hombres hacen su propia historia, pero no
la hacen a su antojo, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo
aquellas circunstancias con que se encuentran directamente. Situación que
realmente ocurre con proyecto político-militar, dando lugar a la interrogante sobre
¿Cuál el proceso que conlleva a la instauración del Estado de la seguridad nacional?
Y ¿Cuál la participación de los actores políticos en la concreción del mismo? Habida
cuenta de clarificar la singularidad de esta participación, el papel relevante que
juegan, su exclusión o el monopolio que alcanzan sobre las otras fuerzas sociales.
En efecto, este proceso comprende cuatro momentos histórico-políticos: a) El inicio
de la inserción militar en la política nacional mediante los programas comunitarios y
paternalistas de la “alianza para el progreso” con la denominación de acción cívica;
b) Su presencia en la administración del Estado junto a los partidos nacionalistas de
1.971 a 1.974; c) Su concreción como proyecto autónomo, con el claro dominio del
Estado sobre la sociedad civil; d) La crisis del proyecto, su intermitencia y sustitución
en 1.982 por gobiernos democráticos.
El primer momento de enrolamiento o adscripción de cuadros militares al esquema
pentagonal, ocurre durante el nacionalismo revolucionario: Oficiales preparados
para la guerra Este-Oeste, con una carga ideológica sustentable. En la sucesión de
los hechos, el golpe militar de 21 de agosto de 1.971 produce la ruptura política
decisoria: Comunismo-anticomunismo. Al señalar el Cnel. Banzer Suárez que, el
país estaba amenazado de muerte. “La combustión extremista llevó la guerrilla
extranjera a la ciudad, a las universidades, al propio recinto del gobierno con el
funcionamiento de la Asamblea Popular. La anarquía inventó otros Estados, con la
declaratoria de Estados libres dentro del propio Estado… Enclaves del terrorismo y
la cubanización llevaron a la nación al borde del abismo.
El golpe militar de agosto de 1.971, compromete a los partidos tradicionales bajo la
égida del nacionalismo: MNR y FSB, así como a los empresarios agroindustriales
del departamento de Santa Cruz, la burguesía minera e importadora. El golpe es
posible con la ayuda de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, Brasil y
Argentina, que intervienen directa o indirectamente en la operación “democracia y
libertad”. Bloque en el poder que impone en la sociedad civil y el seno de las fuerzas
armadas, la nominación del Cnel. Hugo Bánzer a la presidencia de la República.
El tercer momento de este proceso histórico-político, implica la expulsión de los
partidos y la absoluta y autonómica administración del Estado por los militares que,
de sostén institucional del Estado se convierten en burocracia administradora del
mismo en todas sus instancias, niveles y poderes de decisión nacional. En cierto
sentido, de fracción o clase adscrita al Estado con subordinación y constancia al
poder político democrático, en órgano de control de la sociedad civil y sus niveles
de decisión en los campos económicos, político y social.
Afirmando los documentos constitutivos del Estado de la seguridad nacional “que
desde hace mucho tiempo ningún partido político ha ofrecido al pueblo boliviano
solución a los problemas emergentes de su atraso, ni dio respuesta satisfactoria a
las ansias de superación social de las mayorías nacionales, habiéndose dedicado
exclusivamente a la pugna por el reparto de la administración pública, nutriendo sus
cuadros de militancia con los funcionarios públicos, quienes obligados por la
circunstancias y el mantenimiento de sus fuentes de trabajo, tuvieron que someterse
a los dictados de los partidos políticos que detentaban el poder”.
“Que ante la necesidad de lograr nuestro potenciamiento económico para defender
la paz interna y la nuestra soberanía y en vista de la frustración de la ciudadanía por
las querellas políticas, las Fuerzas Armadas de la Nación, atendiendo el pedido de
las mayorías nacionales representadas por diversos e importantes sectores de la
opinión pública, amantes del trabajo y el orden… se han pronunciado públicamente
por la no realización de las elecciones y por la preservación de la unidad del pueblo
y el mantenimiento del orden, para hacer posible los programas t obras de desarrollo
que permitan la plena realización de las aspiraciones del hombre boliviano y
garanticen la unidad interna y externa de la nación.
“Dispónese la movilización nacional en torno a las Fuerzas Armadas, para el
desarrollo económico-social acelerado de la República. Con tal propósito las
Fuerzas Armadas de la Nación, asumen la plena responsabilidad político-
administrativa y el control total del gobierno hasta el año 1.980… Queda suspendida
toda actividad política y proselitista en el territorio nacional, así como la realización
de reuniones, asambleas, manifestaciones y otros eventos político-partidistas… Se
dispone la cesación del mandato de los dirigentes de las entidades empresariales,
sindicales, profesionales, gremiales, estudiantiles y universitarias, mientras se
reorganicen de acuerdo a normas que oportunamente dictará el gobierno nacional”.
En cuanto a la exclusión de los partidos, el Decreto Ley No 11949, de 9 de
noviembre de 1.974, dispone que “debido a la falta de objetivos claros en el campo
programático por la ausencia de definiciones ideológicas, los paridos no ofrecen a
la ciudadanía ninguna perspectiva ni despiertan fe para encarar obras de gran
aliento que superen las cusas de atraso del país… el gobierno de las fuerzas
armadas declara en receso al actividad de todos los partidos políticos, alianzas o
frentes conformados por partidos o instituciones políticas… sancionando con la Ley
de la Seguridad del Estado toda contravención a la presente norma”.
Resultando, adecuada la opinión de Poulantzas sobre las fuerzas armadas, cuando
señala que se trata de una categoría específica adherida al Estado, pues el ejército
y la burocracia no pueden ser sino el efecto de la relación del Estado con las
estructuras económicas, por una parte y con las clases sociales y fracciones de
clase, por otra. Categoría de clase que puede llegar a ser fuerza social en
determinado momento histórico, esto es, participar en el escenario político nacional
durante las crisis políticas y en condición de “clase mantenedora del sistema.
De donde se desprende que, la institución militar, como instrumento de la fuerza del
poder del Estado, sometida a las prescripciones reglamentarias, en los periodos de
corte histórico, al asumir el control del aparato del Estado, sin dejar de ser fuerza
instrumental específica, asume el papel de fuerza social o clase mantenedora del
sistema. Papel importante a desempeñar durante el reordenamiento de las clases y
fracciones sociales, pues garantiza el tránsito del poder de unas a otras fuerzas
sociales, inherentes a la secuencia del desarrollo político de las formaciones
nacionales.
De esta manera, el militar por su particularización deviene en tecnócrata acabado,
al tiempo que el régimen caracteriza al militarismo como cancerbero de un sistema
de dominación mundial que sujeta a sus propios países a las ataduras de la miseria,
una vez que la vía capitalista por su propio proceso expansionista priva a los países
subdesarrollados el derecho a alcanzar mejores condiciones de existencia. Al
considerarse que, históricamente, desde el nacimiento del capitalismo, no existe
país subdesarrollado alguno que haya logrado llegar a la condición de “avanzado”.
Los actores de la política-militar consideran el golpe de Estado como un deber
ineludible dispuesto por la realidad social: O sea, ante la debilidad de las estructuras
económico-sociales, la inexistencia de clases sociales definidas históricamente, de
una burguesía y un proletariado amorfo… coloca a las Fuerzas Armadas en una
situación insustituible, única, para hegemonizar la política nacional por encima de
las demás fuerzas sociales sean cual fueren éstas. Esto es, para convertirse en el
poder centralizador de lo político y económico por derecho propio, diríase originado
en la naturaleza de las cosas.
Sin entrar en el cuestionamiento sobre las clases o fracciones dominantes y la
categoría hegemónica en el conjunto de la sociedad, esta problemática encierra una
coparticipación de dominio. Pues, la proyección estatal-militar del proyecto de la
seguridad nacional, por la naturaleza de clase del Estado tan nítidamente expresada
por las fuerzas económicas mineras, de la agroindustria, de la burguesía industrial,
comercial y del narcotráfico, etc., se da en una relación de condominio con un
bloque empresarial-concreto, cuya naturaleza de clase cruza transversalmente al
Estado en todos sus aparatos y niveles.
En cuanto al contenido de clase del Estado o actores políticos, dos momentos
marcan el proceso político-militar: noviembre de 1.974 y julio de 1.980. El primero,
al excluir a los partidos políticos de las funciones de gobierno y disolver las
asociaciones profesionales y sindicales. El segundo, al reproducir el Estatuto de
Gobierno y los órganos del Estado de la seguridad nacional. El general Bánzer
presidiendo la cúpula del poder que deviene en el bloque estatal-empresarial-militar.
El general Luis García Meza Tejada en las mismas funciones, pero desplazando al
empresariado agro-industrial por la burguesía del narcotráfico en el bloque del
poder. Momentos ambos, caracterizados por el autoritarismo y la verticalidad de
mando.
Sin duda, la crisis del Estado de la seguridad nacional se da en el bloque en el
poder, donde se condensa la ubicación y la práctica de las clases dominantes.
Emerge al interior del “Estado Nacional Histórico” como expresión de las
contradicciones internas y la ausencia de los órganos de mediación legislativa:
agotamiento del modelo estatal en lo político, económico y social, con su secuela
de la ineficiencia e incapacidad burocrática.
En lo fundamental, las fuerzas armadas se sumergen en un burocratismo oficioso,
más bien de desplazamiento de las categorías profesionales que de sostén eficiente
del Estado. Creando sobre sí una amplia barrera de aversión civil de innegable
importancia por su poder contestatario. En los hechos, se pierde el sentido de la
funcionalidad burocrática y sus criterios de eficiencia y racionalidad, para dar lugar
a la sustitución de los cuadros propiamente administrativos de la democracia formal.
El desplazamiento de la burocracia tradicional persistente desde la Revolución
Nacional de 1.952, fuga del país en procura de medios de subsistencia:
profesionales de las empresas e instituciones púbicas descentralizadas, docentes
universitarios, dirigentes sindicales y cuadros políticos, entre otros, con plazos
perentorios para buscar refugios diplomáticos, o simplemente salir por cualquier
medio. Diáspora reiterativa a lo largo de la vida política boliviana que por la
inseguridad jurídica, la falta de fuentes de trabajo, la miseria crónica, se acentúa
con la presencia del autoritarismo militar.
En el escenario del dominio político, las contradicciones de los aparatos estatales,
los grupos de asesoramiento, los grupos de presión y de apoyo y los propios
desniveles jerárquicos de la institución castrense, agrietan el centralismo del poder
volviéndolo ineficaz. Esto es, enredado en los retruécanos de una polarizada acción
pública, al margen de las reglas estatutarias que rigen las relaciones de gobernantes
y gobernados. Haciéndose cada vez más difícil establecer un equilibrio de
compromiso, en los términos de lealtad y subordinación legítima al proyecto.
Desde luego, la crisis de estabilidad que caracterizó al periodo produce el
desequilibrio de poder y la pugna de los cuadros militares por los espacios estatales.
En esta situación, se juega la promoción a la que perteneció el nuevo gobernante,
su arma y la conducta asumida en la contingencia. Aspectos que a la larga generan
el antagonismo de los mandos naturales de la institución con los mandos
gerenciales del Estado, abiertos a posibilidades de lucro y prestigio personal.
De donde se puede concluir que el proceso que lleva a la instauración del Estado
de la seguridad nacional en Bolivia, responde a causas externas vinculadas con el
conflicto ideológico espacial Este -Oeste, y a causas internas donde se producen
los cambios con el apoyo y luego exclusión de los partidos tradicionales de
orientación nacionalistas; así como al contingente armado obediente a los dictados
de la teoría pentagonal sobre la seguridad nacional y el enemigo interno.

4. Relaciones políticas
Las relaciones políticas del proyecto político-militar, se enmarcan en el espacio del
capitalismo transnacional adverso al comunismo. En lo interno, con políticas
preventivas, de represión, encarcelamiento o muerte, que dio lugar a la diáspora y
señalada de más de diez mil personas adultas y sus familias.
La “democracia inédita” predicada por los áulicos del Estado de la seguridad
nacional, radicalizan el “slogan” de nacionalismo o nada. Esto es, estar con el
proyecto político-militar o contra sus principios y objetivos. Valoraciones que servían
para calificar al ciudadano idóneo tolerado para permanecer en el país, o al
“abominado” individuo sentenciado a engrosar la multitud de connacionales
apátridas exilados.
Las relaciones políticas internacionales, permitieron a Bolivia acceder a un
endeudamiento económico sin precedentes: préstamos con gravosos intereses a
corto y largo plazo, con distintos fines y para diversas actividades empresariales de
orden militar o civil y otras de beneficio individual con la garantía de la banca estatal.
De esta manera, Bolivia se vio envuelta en el círculo vicioso de prestar dinero para
pagar las acreencias contraídas, aumentando su dependencia a los Estados
vecinos, del centro industrial y países peroleros.
La relación política internacional más importante del periodo, se da en las
negociaciones con Chile sobre una salida soberana al Océano Pacífico. Como
antecedente, se tiene el encuentro de los gobernantes Hugo Bánzer Suárez y
Augusto Pinochet Ugarte, en ocasión de una visita al presidente del Brasil, general
Ernesto Geisel, en marzo de 1.974. En cuya ocasión se habló de los intereses
mutuos que obligaban a ambos Estados en establecer reglas de entendimiento,
para el bienestar de todos.
En la secuencia de los hechos, los gobernantes se vuelven a encontrar en terreno
fronterizo, dando lugar a una Declaración Conjunta suscrita en Charaña el 8 de
febrero de 1.975. En la cual se abordan dos problemas fundamentales: el
enclaustramiento de Bolivia y la renovación de las relaciones diplomáticas. En
efecto, la mencionada Declaración señala:
“4to. Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo
constructivo, han resuelto se continúe el diálogo de diversos niveles, para buscar
fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el
relativo a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia dentro de recíprocas
conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno”.
6to. Los presidentes para materializar los propósitos señalados en la presente
Declaración Conjunta han resuelto normalizar las relaciones diplomáticas entre sus
respectivos países a nivel de Embajadores”.
Pero tres años más tarde, el gobierno de las fuerzas armadas declara la ruptura de
las relaciones diplomáticas, esto es, el 17 de marzo de 1.978, atendiendo a la
ninguna flexibilización del gobierno chileno, el virtual desconocimiento de la
Declaración de Charaña, y la reiteración de su política nugatoria sobre el derecho
de Bolivia a una salida soberana al Océano Pacífico.
Pudiendo concluirse que las relaciones políticas del proyecto político-militar caen en
el vacío, tanto en el ámbito local por el endeudamiento externo, la vigencia de un
régimen autoritario, déspota, de exclusión y expulsión de los connacionales, como
en lo internacional por la frustración derivada de la Declaración de Charaña de
1.975. Frustración que ocurre durante la vigencia del Estado de la seguridad
nacional en Brasil, Chile y Bolivia, como parte del discurso pentagonal: nada de
conflictos entre Estados latinoamericanos, todos involucrados en la defensa del
sistema mundial.
Bibliografía:
Sandoval Rodríguez, Isaac. El desarrollo político en la formación social boliviana.
Industrias Gráficas Sirena. Santa Cruz Bolivia, 2.011. Paginas 127-147.
TEMA VI
EL PROYECTO POLÍTICO MILITAR
1.971-1.982
VI.1. El Discurso
VI.2. El Estado
VI.3. Los partidos políticos
VI.4. Relaciones políticas
CONTRADICCION ESTE-OESTE
1. EL DISCURSO
• El Proyecto Político Militar de 1.971 a 1.982, tiene un discurso
foráneo. En respuesta a los conflictos que globalizan el quehacer
político de la época: El conflicto Este-Oeste, que desde Moscú
patrocina el comunismo como nueva realidad social, y desde Estados
Unidos de Norteamérica el dominio del capitalismo: así como la
antagónica lucha del Grupo del Sur contra países ricos del Norte, en
pugna con mejores condiciones de igualdad social y tecnológica. En
los hechos, el discurso de las potencias Oeste-Norte, bajo los
“slogans” del anticomunismo, responde a las exigencias de acabar con
el populismo socializante de América Latina, así como con la peligrosa
insurgencia guerrillera patrocinada por el gobierno de Cuba.
1. EL DISCURSO: Preguntas de investigación
• Por lo que corresponde explicar los alcances de la extrapolación
ideológica en el ámbito nacional, con la interrogante de ¿Cuál el
alcance del discurso político-militar en la formación social nacional?
Y ¿Cuál la identificación del enemigo principal en este espacio
territorial? A fin de entender con claridad la tipicidad de este
proyecto en la cronología histórica, la ruptura con el proyecto
nacional revolucionario anterior y la secuencia política futura. Pues
claro está, que los proyectos políticos, vengan de donde vengan o
cualquiera sea su origen, tienen una determinada temporalidad
histórica.
1. EL DISCURSO: La doctrina de la seguridad nacional
• La doctrina de la seguridad nacional, se relaciona con la guerra. Al
decir del militar español Vasco González es un conjunto coherente y
sistematizado de principios, orientaciones o reglas, adoptadas
oficialmente por el Estado y por las fuerzas armadas sobre el carácter
de la guerra y del eventual enemigo, sobre la organización de todas
las fuerzas armadas, sobre los modos de conducción y de las
operaciones bélicas, como también sobre la preparación del país y de
la institución armada para la guerra.
FRENTE POPULAR NACIONALISTA
1. EL DISCURSO: La guerra encima de la política
• Antes de la década de 1.950, en cuanto a la defensa nacional, el
frente interno no tenía importancia. “Ahora, con la doctrina de la
seguridad nacional, se ha redimensionado el papel político del militar
profesional, colocando la guerra por encima de la política y ubicando
a los militares en una situación de preeminencia clara frente al
poder civil”. Señalando Rafael Zavallo Carvo, que el frente interno no
solamente está obligado a combatir, sino que es él quien libra las
acciones fundamentales y su éxito o fracaso está internamente ligado
a la suerte del conflicto.
EL PLAN CONDOR
1. EL DISCURSO: Teorías sobre la guerra
• Esta doctrina extracontinental, reconoce como su componente más
antiguo la teoría política de la escuela alemana, con su basamento en
el espacio vital, seguida de la doctrina francesa de la
contrainsurgencia aplicada en la guerra colonial de Argelia; y,
finalmente, en la Acción de la Seguridad Nacional de los Estados
Unidos, basada en la necesidad de evitar una III Guerra Mundial,
dando lugar a la creación de la C.I.A. y el Consejo de Seguridad
Nacional, colocados por encima de los poderes tradicionales en
materia de defensa y política exterior.
TEORÍAS SOBRE LA GUERRA
1. EL DISCURSO: El Frente Popular Nacionalista
• El agente estereotipador de la doctrina de la seguridad nacional en
Bolivia, fue el general Hugo Banzer Suarez. Con la concurrencia activa
de los partidos políticos tradicionales, los empresarios y
organizaciones contestatarias al discurso política de izquierda. El
Frente Popular Nacionalista, creado en dicha emergencia, “proclama
la liberación interna del país, hasta ese momento en manos de los
extremistas”. Las discrepancias de ayer entre el MNR y FSB,
convergen “enfrentando la alienación comunista”.
1. EL DISCURSO: Sociedad libre, nacionalista y cristiana
• El ideólogo que calca la doctrina de la seguridad nacional es el general
Joaquín Zenteno Anaya señalando que el proceso de insurgencia
internacional, ha puesto frente a frente a la revolución boliviana y a la
revolución cubano-chilena. Pues, “ya no se trata de derrocar a
determinados gobiernos, sino de cambiar radicalmente la tradición,
las estructuras sociales, la organización económica, modos de vida, en
suma, todo el sistema de sociedad libre, nacionalista y cristiana.
1. EL DISCURSO: El enemigo principal
• Bajo estos criterios de la racionalidad militar, la percepción del
enemigo principal en el escenario del nuevo Estado, es evidente. Pues
al decir del politólogo Jorge Tapia Valdez, todo aquello que se oponga
a los objetivos nacionales asumidos por el Estado se convierte “ipso
facto” en agresor, y quien de tal modo actúe es enemigo manifiesto.
Surgiendo de esta manera el enemigo en el escenario de la guerra
interna y con ello, el anatema a todo lo que propicie o sea
consecuencia de lo que aparezca como subversivo.
1. EL DISCURSO: La lucha anticomunista
• Pudiendo concluirse, sin mayores ambages, sobre la problemática del
discurso político militar, que éste extrapola desde el centro imperial la
lucha anticomunista. Identificando en la estrategia bélica al
connacional como enemigo interno, al que hay que destruir con el
potencial ideológico, político y económico estatal en manos de las
fuerzas armadas. Como una acción inherente a la doctrina de la
seguridad nacional y su papel fundamental en la contienda cruenta y
decisoria a nivel global.
GUERRA CONTRA EL COMUNISMO INTERNO
2. EL ESTADO: Preguntas de investigación
• Por lo que se hace necesario una adecuada lucubración para
responder al interrogante de ¿Cuál el perfil que particulariza al
Estado de la Seguridad Nacional? Y ¿Cuáles sus atributos en el
cumplimiento de su misión política e ideológica? Para entender con
objetiva verificación empírica dicho proyecto y su singularidad en el
desarrollo político nacional. Habida cuenta de la temporalidad
histórica que todo proyecto encierra a causa de las mutaciones
propias del sistema.
2. EL ESTADO: El Estatuto de Gobierno
• Comenzando con señalar que el Estado de la seguridad nacional nace
en Bolivia con el golpe de facto de agosto de 1.971, pero se decanta y
cristaliza tres años después con el alejamiento de los partidos
políticos tradicionales y la dictación del Estatuto de Gobierno, el 9 de
noviembre de 1.974. Disponiendo la movilización nacional en torno
a las fuerzas armadas para “el logro del potenciamiento del país y de
su seguridad interna y externa”.
2. EL ESTADO: Los valores cristianos e inversión extranjera
• Desde luego, en la construcción del nuevo Estado se mezclan
aspectos político-institucionales que buscan el respeto a la persona
humana y a los valores cristianos de la cultura occidental;
económicos, estimulando la inversión de capitales extranjeros
compatibles con los intereses del país; sociales, sujetando su acción
de bienestar social al Plan Quinquenal de Desarrollo, de ejecución
prioritaria; y finalmente, aspectos vinculados con la coerción política
mediante la declaratoria del servicio civil obligatorio.
2. EL ESTADO: Organización del Poder Ejecutivo
• La organización del Poder Ejecutivo a cargo del presidente de la
República en su condición de Capitán General de las Fuerzas
Armadas, los ministros nombrados por éste, los miembros del
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas con la jerarquía de los
ministros de Estado, así como el Comandante de la Policía, el
Secretario General de la Presidencia y el secretario e Informaciones.
DICTADORES DE BOLIVIA Y ARGENTINA
2. EL ESTADO: COFADENA
• En el substrato del proyecto político militar, como objetivo bélico, se
fusionan las tareas económicas con las políticas, dando lugar a la
creación de la Corporación de las Fuerzas Armadas para el
Desarrollo, COFADENA, destinada al potenciamiento nacional.
Reiterando la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, la participación
de la COFADENA en industrias básicas y estratégicas del país, y
particularmente en la aplicación bélica, pudiendo construir empresas
públicas o mixtas, o dedicarse a actividades económicas rentables.
2. EL ESTADO: Empresas públicas
• Así, bajo una original amalgama de lo económico y lo político, las
fuerzas armadas llevan adelante el control total de la sociedad. Pues,
al decir del contraalmirante José Vargas Valenzuela, “el desarrollo es
un concepto inseparable de la seguridad y la seguridad un hecho
que involucra al desarrollo. De ahí la importancia indiscutible de que
las empresas como la Corporación Minera de Bolivia, COMIBOL;
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB; la Corporación
Boliviana de Fomento, CBF; la Empresa Nacional de Ferrocarriles y
otras, deben encomendarse a los militares.
2.EL ESTADO: El CONARE
• El Estado de la seguridad nacional, instituye sus propios órganos:
Como poder legislativo destinado al estudio de los problemas
fundamentales del Estado, se crea el Consejo Nacional de Reformas
estructurales, CONARE. Encargado fundamentalmente de identificar
los objetivos nacionales y las reformas a la Constitución Política del
Estado, a fin de darle al proyecto una virtual legitimidad. CONARE,
como órgano legislativo y de asesoramiento, está compuesto por
treinta esclarecidos ciudadanos designados por el presidente de la
república.
2. EL ESTADO: El CONASE
• En el decurso de los días, CONARE es sustituido por el Consejo
Nacional de Asesoramiento y Legislación, CONAL. Mostrando la
singular modalidad legislativa del Estado, a través de un órgano civil-
militar subordinado al Poder Ejecutivo. Mando piramidal que también
permite el relevo permanente de los magistrados de la judicatura, sin
otro prurito que la disciplina y obediencia al Consejo Nacional de
Seguridad, CONASE. Esto es, al mando supremo del Estado
generador de la democracia “inédita” propuesta.
2. EL ESTADO: El Consejo Nacional de Seguridad (CONASE)
• En efecto, como institución encargada de la “existencia y
supervivencia de la nación, así como de la continuidad del Estado”, se
crea el Consejo Nacional de Seguridad, CONASE. Custodio de la
integridad del territorio patrio y defensa de sus recursos naturales;
la conservación de su soberanía e independencia política; la unidad
espiritual y cívica de los bolivianos; el potenciamiento material,
económico y cultural de la nación; el progreso y bienestar general del
pueblo boliviano; la defensa de los intereses y derechos nacionales; y
todo lo pueda interesar a la seguridad nacional
2. EL ESTADO: El perfil del Estado de la Seguridad Nacional
• Por lo que al cuestionamiento planteado sobre el perfil que
particulariza el Estado de la seguridad nacional, se puede responder
adscribiéndolo al proyecto de dominación política global. Pues,
producida la fusión de las fuerzas armadas con el poder central
acerca del tipo de sociedad que tiene que defender, el paso
siguiente es de carácter organizativo articulando los intereses de la
sociedad civil con el Estado de la seguridad nacional o pentagonal,
Ya que se puede decir que, a la larga, el poder político de la sociedad
convierte a las fuerzas militares, en cuanto a su modo de pensar
político, en una fiel imagen propia.
3. PARTIDO O ACTORES POLÍTICOS: Preguntas de
investigación
• Una vez que, como dice Carlos Marx, los hombres hacen su propia
historia, pero no la hacen a su antojo, bajo circunstancias elegidas por
ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran
directamente. Situación que realmente ocurre con proyecto político-
militar, dando lugar a la interrogante sobre ¿Cuál el proceso que
conlleva a la instauración del Estado de la seguridad nacional? Y
¿Cuál la participación de los actores políticos en la concreción del
mismo? Habida cuenta de clarificar la singularidad de esta
participación, el papel relevante que juegan, su exclusión o el
monopolio que alcanzan sobre las otras fuerzas sociales.
LA SEGURIDAD NACIONAL
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Momentos
históricos
• En efecto, este proceso comprende cuatro momentos histórico-
políticos: a) El inicio de la inserción militar en la política nacional
mediante los programas comunitarios y paternalistas de la “alianza
para el progreso” con la denominación de acción cívica; b) Su
presencia en la administración del Estado junto a los partidos
nacionalistas de 1.971 a 1.974; c) Su concreción como proyecto
autónomo, con el claro dominio del Estado sobre la sociedad civil; d)
La crisis del proyecto, su intermitencia y sustitución en 1.982 por
gobiernos democráticos.
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Suspensión de
actividades políticas
• “Dispónese la movilización nacional en torno a las Fuerzas Armadas,
para el desarrollo económico-social acelerado de la República. Con tal
propósito las Fuerzas Armadas de la Nación, asumen la plena
responsabilidad político-administrativa y el control total del gobierno
hasta el año 1.980… Queda suspendida toda actividad política y
proselitista en el territorio nacional, así como la realización de
reuniones, asambleas, manifestaciones y otros eventos político-
partidistas… Se dispone la cesación del mandato de los dirigentes de
las entidades empresariales, sindicales, profesionales, gremiales,
estudiantiles y universitarias, mientras se reorganicen de acuerdo a
normas que oportunamente dictará el gobierno nacional”.
SEGURIDAD NACIONAL
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Poulantzas
• Resultando, adecuada la opinión de Poulantzas sobre las fuerzas
armadas, cuando señala que se trata de una categoría específica
adherida al Estado, pues el ejército y la burocracia no pueden ser
sino el efecto de la relación del Estado con las estructuras
económicas, por una parte y con las clases sociales y fracciones de
clase, por otra. Categoría de clase que puede llegar a ser fuerza social
en determinado momento histórico, esto es, participar en el
escenario político nacional durante las crisis políticas y en condición
de “clase mantenedora del sistema.
3. PARTIDOS Y ACTORES POLÍTICOS: Fuerza social
mantenedora del sistema las FFAA
• De donde se desprende que, la institución militar, como instrumento
de la fuerza del poder del Estado, sometida a las prescripciones
reglamentarias, en los periodos de corte histórico, al asumir el control
del aparato del Estado, sin dejar de ser fuerza instrumental
específica, asume el papel de fuerza social o clase mantenedora del
sistema. Papel importante a desempeñar durante el reordenamiento
de las clases y fracciones sociales, pues garantiza el tránsito del poder
de unas a otras fuerzas sociales, inherentes a la secuencia del
desarrollo político de las formaciones nacionales.
LAS FFAA, ¿Contra la Nación Boliviana?
3. LOS PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Contenido
de clase del Estado
• En cuanto al contenido de clase del Estado o actores políticos, dos
momentos marcan el proceso político-militar: noviembre de 1.974 y
julio de 1.980. El primero, al excluir a los partidos políticos de las
funciones de gobierno y disolver las asociaciones profesionales y
sindicales. El segundo, al reproducir el Estatuto de Gobierno y los
órganos del Estado de la seguridad nacional. El general Bánzer
presidiendo la cúpula del poder que deviene en el bloque estatal-
empresarial-militar. El general Luis García Meza Tejada en las
mismas funciones, pero desplazando al empresariado agro-industrial
por la burguesía del narcotráfico en el bloque del poder. Momentos
ambos, caracterizados por el autoritarismo y la verticalidad de
mando.
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Crisis
• Desde luego, la crisis de estabilidad que caracterizó al periodo
produce el desequilibrio de poder y la pugna de los cuadros
militares por los espacios estatales. En esta situación, se juega la
promoción a la que perteneció el nuevo gobernante, su arma y la
conducta asumida en la contingencia. Aspectos que a la larga generan
el antagonismo de los mandos naturales de la institución con los
mandos gerenciales del Estado, abiertos a posibilidades de lucro y
prestigio personal.
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Conclusión
• De donde se puede concluir que el proceso que lleva a la
instauración del Estado de la seguridad nacional en Bolivia,
responde a causas externas vinculadas con el conflicto ideológico
espacial Este -Oeste, y a causas internas donde se producen los
cambios con el apoyo y luego exclusión de los partidos tradicionales
de orientación nacionalistas; así como al contingente armado
obediente a los dictados de la teoría pentagonal sobre la seguridad
nacional y el enemigo interno.
4. RELACIONES POLÍTICAS: Políticas represivas
• Las relaciones políticas del proyecto político-militar, se enmarcan en
el espacio del capitalismo transnacional adverso al comunismo. En
lo interno, con políticas preventivas, de represión, encarcelamiento
o muerte, que dio lugar a la diáspora y señalada de más de diez mil
personas adultas y sus familias.
• La “democracia inédita” predicada por los áulicos del Estado de la
seguridad nacional, radicalizan el “slogan” de nacionalismo o nada.
Esto es, estar con el proyecto político-militar o contra sus principios y
objetivos. Valoraciones que servían para calificar al ciudadano idóneo
tolerado para permanecer en el país, o al “abominado” individuo
sentenciado a engrosar la multitud de connacionales apátridas
exilados.
4. RELACIONES POLÍTICAS: Endeudamiento económico
• Las relaciones políticas internacionales, permitieron a Bolivia acceder
a un endeudamiento económico sin precedentes: préstamos con
gravosos intereses a corto y largo plazo, con distintos fines y para
diversas actividades empresariales de orden militar o civil y otras de
beneficio individual con la garantía de la banca estatal. De esta
manera, Bolivia se vio envuelta en el círculo vicioso de prestar dinero
para pagar las acreencias contraídas, aumentando su dependencia a
los Estados vecinos, del centro industrial y países peroleros.
4. RELACIONES POLÍTICAS: Declaración de Charaña
• La relación política internacional más importante del periodo, se da
en las negociaciones con Chile sobre una salida soberana al Océano
Pacífico. Como antecedente, se tiene el encuentro de los gobernantes
Hugo Bánzer Suárez y Augusto Pinochet Ugarte, en ocasión de una
visita al presidente del Brasil, general Ernesto Geisel, en marzo de
1.974. En cuya ocasión se habló de los intereses mutuos que
obligaban a ambos Estados en establecer reglas de entendimiento,
para el bienestar de todos.
EL ABRAZO DE CHARAÑA
4. RELACIONES POLÍTICAS: Conclusión
• Pudiendo concluirse que las relaciones políticas del proyecto
político-militar caen en el vacío, tanto en el ámbito local por el
endeudamiento externo, la vigencia de un régimen autoritario,
déspota, de exclusión y expulsión de los connacionales, como en lo
internacional por la frustración derivada de la Declaración de
Charaña de 1.975. Frustración que ocurre durante la vigencia del
Estado de la seguridad nacional en Brasil, Chile y Bolivia, como parte
del discurso pentagonal: nada de conflictos entre Estados
latinoamericanos, todos involucrados en la defensa del sistema
mundial.
ESTADOS DE LA SEGURIDAD NACIONAL EN SUD
AMÉRICA
TEMA VII
EL PROYECTO POLÍTICO NEOLIBERAL
1.985 – 2.005
1. EL DISCURSO
El discurso que enarbola el proyecto político neoliberal, se sustenta en la antinomia:
economía proteccionista de Estado y economía privatista de libre mercado. Cuyo
antagonismo marca la ruptura histórica del nacionalismo revolucionario con el aparecer
espectacular de la prédica liberadora de lo económico y social, impuesta en agosto de
1.985. Desde luego, en la crisis coyuntural del proyecto de la seguridad nacional que obliga
a los militares a retirarse del poder político, la democracia amorfa que sigue de 1.982 a
1.985 y el cataclismo originado por el deterioro social consecuente.
Se trata en los hechos de un discurso democrático con profundo acento en lo económico y
político destinado a superar los desajustes financieros, la falta de gobernabilidad y la
dubitante y contradictoria acción de los micro partidos nucleados en la Unión Democrática
Popular, UDP, cabalgando sobre un populismo deforme. Una vez que era imposible al
gobernante Hernán Siles Zuazo, aunar criterios sobre la política nacional ante el espectro
de siglas democráticas, revolucionarias y anarquistas, por decir lo menos.
En el considerando único del Decreto Supremo 21060, se afirma que la situación económica
financiera del país, requiere la adopción de nuevas soluciones de política económica que
enfrenten los problemas de las raíces mismas de la crisis, la cual ha adquirido en los últimos
tiempos característica de verdadero colapso nacional y ha generado una pérdida de
confianza.
Que los factores hiperinflacionarios, combinados con una profunda recesión económica han
debilitado en forma peligrosa el aparato productivo y provocado en el organismo nacional
una grave crisis económica que castiga, particularmente, a las grandes mayorías
nacionales, por la insuficiencia de remuneraciones, el desabastecimiento de productos
esenciales, el desempleo y la presencia de un creciente sector informal e ilegal de la
economía.
Que, entre las causas de la crisis, está el desajuste institucional del sistema administrativo
del Poder Ejecutivo, cuyas funciones se han burocratizado desmedidamente, al extremo de
originar desajustes que enervan el normal funcionamiento del órgano administrador.
Que el factor de mayor incidencia en el ritmo inflacionario radica en el sostenido y creciente
déficit fiscal del sector público, el cual adquiere características tales que provocan el
descontrol de la política de gastos e ingresos; provocando un endeudamiento público
interno que además de ser ilegal, es insostenible en los términos de la actual hiperinflación.
Que es necesario aplicar una nueva política económica que tenga la aptitud de ser realista
y pragmática, con el objeto de atacar las causas centrales de la crisis en el marco de una
racionalidad de medidas fiscales, monetarias, cambiarias y de ajuste administrativo dl
sector estatal que sienten los fundamentos para reiniciar, redefinir y encaminar el desarrollo
nacional liberador, dotado de un contenido social que rescate los valores morales del pueblo
boliviano.
En este caótico escenario, con la persistente caída de la producción de bienes y servicios
y la hiperinflación, el discurso neoliberal mostró la necesidad de contar con una propuesta
que proyecte, a largo plazo, medidas conducentes a la consolidación de una economía
moderna, con crecimiento sostenido y sin exclusiones ni postergaciones. Una vez que en
Bolivia, no se había logrado ni siquiera vencer la etapa de la industrialización fácil de
sustitución de importaciones de bienes de consumo no duraderos.
De esta manera, se predica la nueva política económica, basada en planes de estabilización
monetaria y reformas estructurales a fin de lograr el desarrollo de una economía de mercado
de bienes, acompañada de una amplia liberación financiera. O sea, el desmantelamiento
de todos los controles administrativos sobre los precios internos, así como la eliminación
de los impedimentos cuantitativos a las importaciones y las trabas burocráticas a las
exportaciones.
De igual manera, se predica la liberalización del mercado de trabajo, mediante la libre
contratación y libre despido de trabajadores sin ninguna responsabilidad empresarial. Como
también la reforma del sistema de seguridad social, con la creación de la administración de
fondos de pensiones, por intermedio del seguro individual desligado de los principios de
solidaridad, universalidad y unidad de gestión del antiguo sistema. Medidas que comienzan
a implementarse el 29 de agosto de 1.985, con el Decreto Supremo 21060, convertido en
el marco normativo referencial del proyecto privatista.
De esta manera, el discurso centra su atención en la economía de mercado, basado en los
avances tecnológicos, el aumento de la competitividad y la vigencia de una democracia
perfeccionada para que rinda sus frutos en el contexto de una sociedad globalizada. Todo
ello, ante el agotamiento de la capacidad de generar riqueza del modelo económico
estatista anterior. Pues, al decir de los ideólogos del neoliberalismo, el funcionamiento de
la economía boliviana estuvo basada en una estrategia de desarrollo “hacia adentro”.
Sobre el particular, en el debate ideológico entre estatistas y privatistas, Jorge Lazarte
puntualiza dicha prédica. Señalando que, el discurso del privatismo propone a todas las
dificultades de la sociedad el remedio de la privatización, por ser el Estado la fuente de
ellas. Derivando de la sentencia de “cuanto menos Estado, mejor”, la conclusión rotunda de
“achicar” al Estado para agrandar la nación.
Concluyéndose, por lo tanto, que el discurso neoliberal emerge de la crisis del nacionalismo
revolucionario, la secuela político militar y el populismo de la UDP., asumiendo como suyo
el discurso único de los organismos internacionales del sistema hegemónico mundial.
2. EL ESTADO
El proyecto político neoliberal, desde el inicio, emprende reformas estructurales que
modifican el quehacer del Estado. Se trata en el fondo, de despojarlo de las empresas e
instituciones públicas mediante la política de privatización y capitalización, para asignarle
el papel de órgano regulador de la actividad privada en el campo de la producción y los
servicios. La tarea es ardua y los cambios administrativos consecuentes exigen la presencia
de una fusión anodina de los partidos que se suman al discurso globalizador de la época.
En los hechos, para entender estos cambios se requiere formularse la pregunta sobre
¿Cuál el rol del Estado neoliberal y cuales las medidas asumidas por el mismo en el orden
administrativo económico y social? A Fin de encontrar la tipicidad del proyecto de la
democracia pactada y sus consecuencias en el desarrollo histórico nacional. Habida cuenta
de encontrar en la secuencia política boliviana la diferenciación de este proceso político,
con los anteriores y siguientes.
Señalando de inicio que, el neoliberalismo es posible por el contubernio que da lugar a la
gobernabilidad mediante la llamada “democracia pactada”. Las reformas de la estructura
del Estado se suceden unas a otras bajo el prurito de la modernización institucional de los
espacios políticos. Comenzando con el Artículo 1º de la Constitución que declara a “Bolivia
libre, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en república unitaria”. Lo de unitaria
se mantiene desde el nacimiento del Estado republicano en 1.825, pero la nominación de
multiétnico y pluricultural, se incluye por primera vez en el texto constitucional.
Se reconoce un régimen de descentralización administrativa en los departamentos, así
como la existencia de un Concejo Departamental presidido por el Prefecto, cuya
composición y atribuciones se establecen por Ley. Pero, es más. La Ley de
Descentralización Administrativa de 28 de julio de 1.995, norma el funcionamiento y las
atribuciones del poder ejecutivo departamental, mediante la transferencia y delegación de
atribuciones de carácter técnico-administrativas necesarias a su desempeño.
El régimen municipal también se modifica. La Ley de Participación Popular de abril de 1.994,
tiene el propósito de articular a las comunidades indígenas, campesinas y urbanas, en la
vida jurídica, política y económica del país. Estableciendo como jurisdicción territorial del
gobierno municipal, la sección de provincia. Nominando como Organizaciones Territoriales
de Base, OTB, a las comunidades campesinas y las juntas vecinales. Reconociéndoles
personalidad jurídica y competencias para el control de los recursos que se otorgan por
habitante.
Consecuente con el discurso modernizante de las instituciones del Estado, la Constitución
de 1.995, crea el Tribunal Constitucional independiente de la Corte Suprema de Justicia.
Integrado por cinco magistrados designados por el congreso nacional y por un periodo de
diez años improrrogables. Con atribuciones de conocer en única instancia los asuntos de
puro derecho sobre la inconstitucionalidad de leyes, decretos y cualquier género de
resoluciones no judiciales. Además de otras atribuciones sobre competencias, tributos,
resoluciones legislativas, consultas del poder ejecutivo, tratados con gobiernos extranjeros,
entre otras.
También se crea el Consejo de la Judicatura, como órgano administrativo y disciplinario del
poder judicial. De igual manera que el Defensor del Pueblo, encargado de velar por la
vigencia y el cumplimiento de los derechos y garantías de las personas en relación a la
autoridad administrativa de todo el sector público; vela por la defensa, promoción y
divulgación de los derechos humanos. El Defensor del Pueblo elegido por dos tercios de
votos del congreso nacional, desempeña sus funciones por un periodo de cinco años y
puede ser reelecto por una sola vez.
Por lo demás. Se cambia el rol político y económico del Estado. O sea, del proyecto
endógeno del nacionalismo revolucionario y el simbiótico espectro político-empresarial-
militar, el proyecto neoliberal avanza hacia la construcción de un Estado regulador del
quehacer económico y social, despojándose de la administración de las empresas en unos
casos, o de la propiedad de las mismas en otros.
Las medidas de privatización de las empresas y de capitalización que se ejecutan durante
las dos décadas del Estado neoliberal, responden a un proyecto exógeno de alcance de
transnacional. Comentando los estudiosos de la materia, que se trata de la restauración del
capital mediante: a) La intensificación de la globalización económica, incrementando la
movilidad del capital; b) El cambio en la orientación del Estado; c) La reorganización de las
propias corporaciones.
En el primer caso, gracias a la expansión de las instituciones financieras internacionales,
como el Fondo el Fondo Monetario Internacional, FMI, El Banco Mundial, BM, propulsoras
del discurso único globalizador. En el segundo, transformando el Estado benefactor en un
ente encargado de promover la desregulación de las normas laborales y la privatización de
las empresas mediante mecanismos que garanticen la funcionalidad del sistema. Y en
cuanto a la reorganización de las empresas, cambiando el paradigma de su razón de ser:
“Abandonando el pacto Keynesiano en el plano del Estado, y del fordismo en el plano
empresarial”.
Sin duda el Decreto Supremo 21060 de 29 de agosto de 1.985, se convierte en la carta
fundamental del régimen, plasmando el proyecto de la democracia pactada del Estado
neoliberal. Comenzando con la descentralización de la Corporación Minera de Bolivia,
COMIBOL, la privatización de sus áreas productivas y la entrega de los parajes marginales
a las cooperativas. Después de COMIBOL, sigue Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos, YPFB, suscribiendo contratos en áreas de su jurisdicción con empresas
extranjeras bajo modalidades privatistas.
En lo político, para responder al problema planteado sobre el tipo de Estado proyectado por
la “democracia pactada” de los años 1.985 a 2.005, solo cabe señalar lo dicho: una
burguesía nacional subordinada a los mandatos del imperio, que cuenta con un órgano
regulador de las actividades económicas y sociales privadas, inmerso en el discurso único
de naturaleza exógena y transnacional. Esto es, la pérdida de una visión nacional en lo
económico, la alienación al discurso único globalizador en lo ideológico y la carencia de una
clase nacional que incluya en el proyecto político a los trabajadores y mayorías
paupérrimas, excluidas del ideario democrático y de los derechos de una ciudadanía plena.
3. PARTIDOS POLÍTICOS
Los partidos políticos afloran fulgurante, rotas las barreras ideológicas del nacionalismo
revolucionario, el sincretismo militar y el populismo amorfo. Sin duda, álgidos por
defenestrar el lastre del pasado y abrirse paso a la democracia moderna con sus ditirambos
de salvación nacional. Adecuándose, los partidos, a las condiciones externas del discurso
globalizador, mediante el acomodo y reacomodo de su ideología y praxis en torno al Estado
transnacional. Una nueva configuración de la realidad política, que marca la presencia de
los partidos durante los 20 años de la democracia pactada.
Haciéndose necesario, por tanto, preguntarnos sobre ¿cuál el accionar de los partidos
políticos en esta coyuntura? Y ¿cuál su propuesta como parte de la democracia pactada?
A fin de entender a cabalidad el periodo histórico en el que les tocó actuar, como parte de
la dominación política de la época.
En este contexto, los partidos cambian su discurso, renuncian a su ideología política, a su
acción factual, y de disfuncionales acreditan su postura funcional al sistema en la
terminología de Gino Germani. Como se podrá ver en el accionar gubernamental al que
arriban con sus cuotas electorales de poder: una democracia compartida a ultranza para el
manejo burocrático del Estado y el reparto de sus prebendas políticas.
Así el nacimiento del nuevo Estado comienza, en 1.985, con el Movimiento Nacionalista
Revolucionario y la pérdida de este partido de su filiación histórica. Alejado del substrato
emocional de su origen y los postulados anti -imperialistas de su nacionalismo
revolucionario de nación anti -nación. En los hechos se adscribe a un Estado modernizante
que se despoja de su rol empresarial, de su labor social, de su alianza de clases y
de su experiencia administrativa acumulada en el proceso revolucionario: un giro
estrepitoso de singulares consecuencias por la negación de su génesis matricial.
En este interregno coyuntural, donde los partidos se incorporan al discurso único
globalizador, se diluye en la nebulosa ideológica la antinomia derecha -izquierda sostenida
con firmeza años antes. Debido a que las organizaciones partidarias se hacen más
sumisas, lanzan “slogans” estrafalarios, debido a la fragilidad estructural de sus postulados.
Repitiendo en coro el ideario de la nueva economía de la libre economía, la libre empresa,
el tratado de libre comercio, la seguridad jurídica para las inversiones extranjeras y las
garantías de su rentabilidad: un todo incuestionable e irrebatible del nuevo orden, llamado
a promover la paz social y el bienestar de los ciudadanos.
Al MNR sigue Acción Democrática Nacionalista, ADN, que se define como el partido que
agrupa y representa a todos los sectores sociales de la nación. Concibiendo al Estado como
el instrumento creado para armonizar los intereses particulares con los de la colectividad,
en base a su carácter poli clasista, su concepción armonizadora del Estado y la economía
social de mercado que formula en su programa de gobierno. ADN, que representa a la
derecha histórica, debido a que nuclea las fuerzas políticas de sus años de dictadura, los
resabios del barrientismo, la social democracia, el falangismo, entre otros grupos, ensalza
el nuevo modelo imperial.
Inmerso en la democracia pactada el Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, se
olvida de su cause ideológico prístino: el socialismo científico o marxismo y el nacionalismo
revolucionario, para compatibilizar con los acordes discursivos de la época. El Bloque Social
Revolucionario, que tenía como punto central de su lucha el imperialismo a fin de alcanzar
la liberación nacional, cae como leña seca ante el aluvión pentagonal. Acordando alianzas
con propios y extraños, en busca de cuotas de participación políticas que le permitían llegar
a la presidencia de la república, como realmente ocurrió en 1.989, con el apoyo de ADN.
En el caso del MIR, se puede aplicar por similitud el pensamiento de Antonio Gramsci,
cuando señala que “en la lucha de generaciones, los jóvenes se aproximan al pueblo, pero
en las crisis de cambio estos jóvenes regresan a su clase. Agregando a lo dicho, que el
MIR – Nueva Mayoría se da una estructura vertical en su estatuto transitorio, cuyo
funcionamiento se basa en la unidad de mando: acatamiento, subordinación de las
instancias, respecto a las normas, estabilidad, jerarquía y otras disposiciones disciplinarias.
4. LAS RELACIONES POLÍTICAS
Se hace necesario el interrogante sobre ¿Cuál el alcance de las relaciones políticas del
proyecto neoliberal?
Se adhiere a la OMC con sede en las metrópolis industriales y aspira a incorporarse al
Tratado de Libre Comercio con Estado Unidos, Canadá y México. Retomando acuerdo con
la OIT, ALADI, UNICEF, OEA, el Parlamento Latinoamericano, el Parlamento Andino y otras
entidades.
En lo que corresponde a los conglomerados políticos, se suscriben documentos sobre
enmiendas al Acuerdo de Cartagena de la Comunidad Andina de Naciones, de igual
manera que con MERCOSUR para viabilizar tareas conjuntas de inmigración,
infraestructura, tareas culturales y fundamentalmente de intercambio comercial.
Bibliografía

Sandoval Rodríguez, Isaac. El desarrollo político en la formación social boliviana.


Industrias Gráficas Sirena. Santa Cruz Bolivia, 2.011. Paginas 149-166.
TEMA VII
EL PROYECTO POLÍTICO NEOLIBERAL
1.985- 2.005
VII.1. El discurso
VII.2. El Estado
VII.3. Los partidos políticos
VII.4. Relaciones políticas
¿Libre mercado?
1. El discurso
• Que los factores hiperinflacionarios, combinados con una profunda
recesión económica han debilitado en forma peligrosa el aparato
productivo y provocado en el organismo nacional una grave crisis
económica que castiga, particularmente, a las grandes mayorías
nacionales, por la insuficiencia de remuneraciones, el
desabastecimiento de productos esenciales, el desempleo y la
presencia de un creciente sector informal e ilegal de la economía.
1. El discurso, déficit fiscal causa la hiperinflación
• Que el factor de mayor incidencia en el ritmo inflacionario radica en
el sostenido y creciente déficit fiscal del sector público, el cual
adquiere características tales que provocan el descontrol de la política
de gastos e ingresos; provocando un endeudamiento público interno
que además de ser ilegal, es insostenible en los términos de la actual
hiperinflación.
• Que es necesario aplicar una nueva política económica que tenga la
aptitud de ser realista y pragmática, con el objeto de atacar las causas
centrales de la crisis en el marco de una racionalidad de medidas
fiscales, monetarias, cambiarias y de ajuste administrativo
1. El discurso, necesidad de una nueva política
económica
• De esta manera, se predica la nueva política económica, basada en
planes de estabilización monetaria y reformas estructurales a fin de
lograr el desarrollo de una economía de mercado de bienes,
acompañada de una amplia liberación financiera. O sea, el
desmantelamiento de todos los controles administrativos sobre los
precios internos, así como la eliminación de los impedimentos
cuantitativos a las importaciones y las trabas burocráticas a las
exportaciones.
1. El discurso, liberalización del mercado de trabajo
• De igual manera, se predica la liberalización del mercado de trabajo,
mediante la libre contratación y libre despido de trabajadores sin
ninguna responsabilidad empresarial. Como también la reforma del
sistema de seguridad social, con la creación de la administración de
fondos de pensiones, por intermedio del seguro individual desligado
de los principios de solidaridad, universalidad y unidad de gestión del
antiguo sistema. Medidas que comienzan a implementarse el 29 de
agosto de 1.985, con el Decreto Supremo 21060, convertido en el
marco normativo referencial del proyecto privatista.
1. El discurso, economía de mercado, mayor
productividad
• De esta manera, el discurso centra su atención en la economía de
mercado, basado en los avances tecnológicos, el aumento de la
competitividad y la vigencia de una democracia perfeccionada para
que rinda sus frutos en el contexto de una sociedad globalizada. Todo
ello, ante el agotamiento de la capacidad de generar riqueza del
modelo económico estatista anterior. Pues, al decir de los ideólogos
del neoliberalismo, el funcionamiento de la economía boliviana
estuvo basada en una estrategia de desarrollo “hacia adentro”.
1. Conclusión, respuesta a la pregunta de
investigación
• Concluyéndose, por lo tanto, que el discurso neoliberal emerge de la
crisis del nacionalismo revolucionario, la secuela político militar y el
populismo de la UDP., asumiendo como suyo el discurso único de los
organismos internacionales del sistema hegemónico mundial.
El Estado Neoliberal
2. El Estado
• En los hechos, para entender estos cambios se requiere formularse la
pregunta sobre ¿Cuál el rol del Estado neoliberal y cuales las
medidas asumidas por el mismo en el orden administrativo
económico y social? A fin de encontrar la tipicidad del proyecto de la
democracia pactada y sus consecuencias en el desarrollo histórico
nacional. Habida cuenta de encontrar en la secuencia política
boliviana la diferenciación de este proceso político, con los anteriores
y siguientes.
2. El Estado, Constitución de 1.995
• Comenzando con el Artículo 1º de la Constitución que declara a
“Bolivia libre, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en
república unitaria”. Lo de unitaria se mantiene desde el nacimiento
del Estado republicano en 1.825, pero la nominación de multiétnico y
pluricultural, se incluye por primera vez en el texto constitucional.
• Se reconoce un régimen de descentralización administrativa en los
departamentos, así como la existencia de un Concejo Departamental
presidido por el Prefecto, cuya composición y atribuciones se
establecen por Ley. Pero, es más. La Ley de Descentralización
Administrativa de 28 de julio de 1.995,
2. El Estado, Participación Popular
• El régimen municipal también se modifica. La Ley de Participación
Popular de abril de 1.994, tiene el propósito de articular a las
comunidades indígenas, campesinas y urbanas, en la vida jurídica,
política y económica del país. Estableciendo como jurisdicción
territorial del gobierno municipal, la sección de provincia. Nominando
como Organizaciones Territoriales de Base, OTB, a las comunidades
campesinas y las juntas vecinales. Reconociéndoles personalidad
jurídica y competencias para el control de los recursos que se otorgan
por habitante.
2. El Estado, Tribunal Constitucional
• Consecuente con el discurso modernizante de las instituciones del
Estado, la Constitución de 1.995, crea el Tribunal Constitucional
independiente de la Corte Suprema de Justicia. Integrado por cinco
magistrados designados por el congreso nacional y por un periodo de
diez años improrrogables. Con atribuciones de conocer en única
instancia los asuntos de puro derecho sobre la inconstitucionalidad
de leyes, decretos y cualquier género de resoluciones no judiciales.
2. El Estado, El Consejo de la Judicatura y el Defensor
del pueblo
• También se crea el Consejo de la Judicatura, como órgano
administrativo y disciplinario del poder judicial. De igual manera que
el Defensor del Pueblo, encargado de velar por la vigencia y el
cumplimiento de los derechos y garantías de las personas en
relación a la autoridad administrativa de todo el sector público; vela
por la defensa, promoción y divulgación de los derechos humanos. El
Defensor del Pueblo elegido por dos tercios de votos del congreso
nacional, desempeña sus funciones por un periodo de cinco años y
puede ser reelecto por una sola vez.
2. El Estado, privatización de las empresas publicas
• Las medidas de privatización de las empresas y de capitalización que
se ejecutan durante las dos décadas del Estado neoliberal, responden
a un proyecto exógeno de alcance de transnacional. Comentando los
estudiosos de la materia, que se trata de la restauración del capital
mediante: a) La intensificación de la globalización económica,
incrementando la movilidad del capital; b) El cambio en la orientación
del Estado; c) La reorganización de las propias corporaciones.
2. El Estado, expansión de las instituciones financieras
internacionales
• En el primer caso, gracias a la expansión de las instituciones
financieras internacionales, como el Fondo el Fondo Monetario
Internacional, FMI, El Banco Mundial, BM, propulsoras del discurso
único globalizador. En el segundo, transformando el Estado
benefactor en un ente encargado de promover la desregulación de las
normas laborales y la privatización de las empresas mediante
mecanismos que garanticen la funcionalidad del sistema
2. El Estado, privatización de las empresas públicas
• Sin duda el Decreto Supremo 21060 de 29 de agosto de 1.985, se
convierte en la carta fundamental del régimen, plasmando el
proyecto de la democracia pactada del Estado neoliberal.
Comenzando con la descentralización de la Corporación Minera de
Bolivia, COMIBOL, la privatización de sus áreas productivas y la
entrega de los parajes marginales a las cooperativas. Después de
COMIBOL, sigue Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB,
suscribiendo contratos en áreas de su jurisdicción con empresas
extranjeras bajo modalidades privatistas.
La globalización
3. Los partidos políticos
• Haciéndose necesario, por tanto, preguntarnos sobre ¿cuál el
accionar de los partidos políticos en esta coyuntura? Y ¿cuál su
propuesta como parte de la democracia pactada? A fin de entender
a cabalidad el periodo histórico en el que les tocó actuar, como parte
de la dominación política de la época.
• En este contexto, los partidos cambian su discurso, renuncian a su
ideología política, a su acción factual, y de disfuncionales acreditan
su postura funcional al sistema en la terminología de Gino Germani.
Como se podrá ver en el accionar gubernamental al que arriban con
sus cuotas electorales de poder: una democracia compartida a
ultranza para el manejo burocrático del Estado y el reparto de sus
prebendas políticas.
3. Los partidos políticos, MNR
• Así el nacimiento del nuevo Estado comienza, en 1.985, con el
Movimiento Nacionalista Revolucionario y la pérdida de este partido
de su filiación histórica. Alejado del substrato emocional de su origen
y los postulados anti -imperialistas de su nacionalismo
revolucionario de nación anti -nación. En los hechos se adscribe a un
Estado modernizante que se despoja de su rol empresarial, de su
labor social, de su alianza de clases y de su experiencia administrativa
acumulada en el proceso revolucionario: un giro estrepitoso de
singulares consecuencias por la negación de su génesis matricial.
3. Los partidos políticos, ADN
• Al MNR sigue Acción Democrática Nacionalista, ADN, que se define
como el partido que agrupa y representa a todos los sectores sociales
de la nación. Concibiendo al Estado como el instrumento creado para
armonizar los intereses particulares con los de la colectividad, en base
a su carácter poli clasista, su concepción armonizadora del Estado y
la economía social de mercado que formula en su programa de
gobierno. ADN, que representa a la derecha histórica, debido a que
nuclea las fuerzas políticas de sus años de dictadura, los resabios del
barrientismo, la social democracia, el falangismo, entre otros grupos,
ensalza el nuevo modelo imperial.
3. Los partidos políticos, MIR
• Inmerso en la democracia pactada el Movimiento de Izquierda
Revolucionario, MIR, se olvida de su cause ideológico prístino: el
socialismo científico o marxismo y el nacionalismo revolucionario,
para compatibilizar con los acordes discursivos de la época. El
Bloque Social Revolucionario, que tenía como punto central de su
lucha el imperialismo a fin de alcanzar la liberación nacional, cae
como leña seca ante el aluvión pentagonal. Acordando alianzas con
propios y extraños, en busca de cuotas de participación políticas que
le permitían llegar a la presidencia de la república, como realmente
ocurrió en 1.989, con el apoyo de ADN.
4. Relaciones políticas
• Se hace necesario el interrogante sobre ¿Cuál el alcance de las relaciones
políticas del proyecto neoliberal?
• Se adhiere a la OMC con sede en las metrópolis industriales y aspira a
incorporarse al Tratado de Libre Comercio con Estado Unidos, Canadá y
México. Retomando acuerdo con la OIT, UNICEF, O.E.A:, el Parlamento
Latinoamericano, el Parlamento Andino y otras entidades.
• En lo que corresponde a los conglomerados políticos, se suscriben
documentos sobre enmiendas al Acuerdo de Cartagena de la Comunidad
Andina de Naciones, de igual manera que con MERCOSUR para viabilizar
tareas conjuntas de inmigración, infraestructura, tareas culturales y
fundamentalmente de intercambio comercial.
Globalización también de la pandemia
TEMA VIII
EL PROYECTO DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO
1. El discurso
2. El Estado
3. Partidos políticos, actores o movimientos sociales

1. El discurso
En el intersticio de los 20 años de la democracia pactada, el Movimiento al
Socialismo, MAS, penetra las entrañas del aparato político tradicional llevándolo a
la nimiedad. El suceso, ruptura o cambio de escenario, conlleva muchas
implicaciones que no se agotan con el mero discurso contestatario, sino por la
inercia de los partidos de la democracia pactada: una actitud enervante, propia de
la sacralización de lo superfluo, con siglas aglutinadas bajo un solo discurso y una
cuota de prebendas acordes a la ecuación electoral.
Por lo que en este contexto cabe preguntarse sobre ¿Cuáles los alcances del
discurso del Movimiento al Socialismo en la crisis de la democracia pactada? A fin
de entender la contundencia ideológica de dicho mensaje y la percepción del
contingente ciudadano para nuclearse en torno al proyecto del socialismo
comunitario. Habida cuenta que el nacionalismo revolucionario de los años 1.950,
logró paralogizar al campesinado y las masas paupérrimas con slogans
sublimatorios sobre la salvación nacional
El discurso del MAS se encuentra en el Plan Nacional de Desarrollo con los
lineamientos estratégicos sobre el Estado Social, Plurinacional y Comunitario
emergente. Afirmando en la introducción, el Lic. Carlos Villegas Quiroga, que el
patrón colonial de desarrollo no fue cambiado por la Revolución Nacional, cuyo
objetivo era la independencia económica y la intervención del Estado en la
producción de bienes y servicios, en concordancia con el modelo de desarrollo hacia
adentro, pero mantuvo este patrón de extracción y exportación de materias primas.
Mas, las buenas intenciones no son realidades mientras no se cumplen.
Señalando el mismo documento, que la Revolución Nacional del 52 con la
nacionalización de las minas, la reforma agraria, la reforma de la educación y el voto
universal, no logró modificar las condiciones de vida de la población boliviana. Pues,
no obstante, su modelo de desarrollo hacia adentro, se mantuvo el patrón primario
exportador y la pervivencia de la desigualdad social, política y económica de las
mayorías excluidas.
Consumada la crítica al nacionalismo revolucionario, el MAS inicia la tarea de
avizorar el proyecto de la democracia pactada con una cautelosa pero agresiva
visión. Afirmando que el modelo neoliberal se impuso como la opción resolutoria a
la crisis del nacionalismo revolucionario. De esta manera, el Estado fue sustituido
por el mercado en la función de asignar recursos para la producción de bienes y
servicios y también para la distribución de la riqueza.
Resultando de lo anterior la exacerbación social a causa de la concentración de
la riqueza y de los medios productivos en un segmento muy reducido de la
población. Al tiempo que se ampliaba la desigual distribución de la riqueza, el
acceso a los medios y al empleo remunerado de las nueve décimas de la fuerza
laboral. La reiteración del discurso es contundente: la desigualdad y la
discriminación social aumentaron en profundidad y extensión, bajo el dominio del
colonialismo neoliberal.
De esta manera, debido al debilitamiento del Estado y los pírricos éxitos de la
democracia pactada, se dio un vacío de gobernabilidad para atender los problemas
sociales básicos. Quedando supeditado el país, al decir del MAS, a los designios de
la cooperación externa conformada por los organismos multilaterales, los convenios
bilaterales y los intereses de las empresas transnacionales, con lo cual la
discriminación y la exclusión social, económica y política de la mayoría de la
población boliviana, en especial la indígena, no fue resuelta, sino que aumentó de
manera creciente a la par de la exportación de materias primas y la depredación de
los recursos naturales.
El discurso contestatario del MAS, exacerba las veleidades ideológicas del
neoliberalismo para minimizar sus alcances. Verbigracia, al concebir el desarrollo
humano asociado exclusivamente al crecimiento económico, desvinculado del
Estado, expropiando al pueblo el derecho a participar en los proyectos de su
incumbencia. O la falacia, de que la estabilidad macroeconómica, la flexibilización
del mercado laboral, la privatización de las empresas públicas, fueran una condición
“sine qua non” para garantizar la competitividad y estimular la inversión extranjera.
En esta línea, señala que el Estado neoliberal, centralizado, patrimonialista y
corruto, atrincherado en una democracia representativa, acentuó la discriminación
social, la exclusión política y el desconocimiento de los derechos indígenas.
Planteando sobre estos derechos, la propuesta cosmocéntrica contra el
etnocentrismo tradicional, que daría lugar a la relación intrínseca entre las culturas
bolivianas y la naturaleza, como nexo generador de visiones sobre el mundo,
interpretaciones del trabajo, identidades sobre el tiempo y sus mitos, construcción
de territorialidades y formas del poder.
El discurso continúa. La revalorización de las identidades debe partir de la
cultura, de personas y grupos relativamente compactos, que se integran, toleran y
aceptan. Dando lugar, estos prolegómenos del MAS, al proyecto político sobre el
vivir bien. O más explícitamente, de crear un Estado Social Plurinacional y
Comunitario, para lograr una Bolivia digna, soberana, productiva y democrática,
mediante la participación de una economía estatal, privada, comunitaria y mixta.
Partiendo del Estado como promotor y protagonista del desarrollo nacional.
Por lo que se puede responder a la pregunta sobre los alcances del discurso del
MAS, señalando su exigente crítica a los gobiernos de la democracia pactada por
la exclusión de los comunarios de origen, indígenas y campesinos de los derechos
políticos, de la tierra y el territorio. Afirmando que las marchas, movilizaciones,
cabildos, bloqueos y avasallamientos, lograron gran parte de estos requerimientos,
así como otros factores externos e internos que participan con recursos económicos
y planteamientos ideológicos, en este prolongado y complejo proceso social.

2. El Estado
El Plan Nacional de Desarrollo del MAS, asigna al Estado el papel promotor y
protagonista del cambio, desarrollando roles diferenciados en los procesos y la
trasformación de la matriz productiva del país. Asumiendo para ello, una dimensión
tetradimensional, a saber: capacidades humanas y comunitarias para el desarrollo
de la economía, de la sociedad, la cultura y la política; distribución de factores y
medios de la producción; generación de desarrollo socio-comunitario pleno, y.
finalmente, orientación para la reproducción de la equidad e igualdad social.
En este sentido, el Plan desarrolla una estrategia nacional socio-comunitaria,
destinada a desmontar el colonialismo neoliberal mediante la “estatalidad” y la
“societalidad”. Esto es, el desarrollo de procesos sostenidos de intervención estatal,
de políticas sociales, políticas de Estado, políticas de acción para los sectores
excluidos, políticas de construcción del poder social y políticas de valoración de los
saberes y conocimientos locales.
Por lo expresado en el Plan Nacional de Desarrollo y la normativa constitucional
subsiguiente, cabe preguntarse sobre ¿Cuál el tipo de organización política a darse
con el proyecto del Movimiento al Socialismo en funciones de gobernó? Y en
consecuencia ¿Cuáles los cambios con relación a la organización del Estado
anterior? A manera de establecer las rupturas histórico-políticas que ocurren en
Bolivia, como algo congénito, entre uno y otro período coyuntural.
De esta manera, el nuevo Estado participativo e incluyente, se asentaría en el
poder democrático emergente del proceso reivindicatorio de los pueblos indígenas,
originarios, campesinos y los movimientos sociales. Nucleando el nuevo Estado,
una diversidad de bases culturales, económicas, sociales, políticas, filosóficas,
religiosas, territoriales e históricas, articuladas de manera compleja, armónica e
interdependiente.
Sobre estas bases de referencia, la Asamblea Constituyente y el Congreso
Nacional, el 21 de octubre de 2.008 sancionaron la nueva Constitución Política del
Estado Plurinacional, Norma suprema que fue promulgada el mismo día por el
presidente constitucional de la República, ciudadano Evo Morales Ayma,
compuesta de cinco partes y cuatrocientos once artículos, además de los
transitorios. Es decir, un volumen normativo que modifica la forma y estructura del
Estado boliviano, en todos sus niveles: Los órganos tradicionales en cuanto a su
composición social y los órganos ejecutivos referidos al poder de decisión. En suma,
un Estado socializado, comunitario, originario, diferente al Estado anterior.
Para empezar Bolivia se constituye en un Estado atípico por la desmedida
tautología de conceptos equivalentes o afines: Estado unitario, social, de derecho,
plurinacional, comunitario, libre independiente, soberano, democrático y con
autonomías. Conforme al texto constitucional, Bolivia se funda en la pluralidad y el
pluralismo político, económico, jurídico, cultural y de lengua, dentro del proceso
integrado del país.
Entre las bases fundamentales del Estado, se reconoce a las naciones y pueblos
originarios, campesinos, el derecho a la autonomía, el auto-gobierno, a su cultura,
el reconocimiento de sus entidades territoriales. Se declara al Estado independiente
de la religión católica, respetando y garantizando la libertad de religión y de
creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. De igual manera, se
reconocen como idiomas oficiales de Estado el castellano y todos los idiomas de las
naciones y pueblos indígenas, originarios, campesinos que suman a 38 en el texto
aprobado.
Se reitera que la ciudad de Sucre es la capital de Bolivia. Se ratifican los
símbolos patrios: Con el agregado de la wiphala, la escarapela, la flor de la kantuta
y la flor del patujú, así como los valores de “no se flojo, no ser mentiroso, no ser
ladrón” tomados de la teodicea andina de los incas.
Por mandato del Art. 11 de la Constitución: “La República de Bolivia adopta para
su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria”. Y por
lo prescrito en el Art. 12: “El Estado se organiza y estructura su poder público a
través de los órganos legislativo, ejecutivo, judicial y electoral”. En este último caso,
reproduciendo el órgano electoral de la Constitución de Bolívar, promulgada por el
presidente Sucre el 19 de noviembre de 1.826.
El intelectual Raúl Prada Alcoreza, en un ensayo sobre el nacimiento del Estado
Plurinacional, caracteriza los seis rasgos fundamentales de este Estado: es
descolonizador, comunitario, se abre a la participación y el control social, asume el
pluralismo autonómico, la equidad y alternancia de género, y finalmente, la sexta
característica tiene que ver con el modelo económico, que de acuerdo a una primera
definición se trata de una economía plural y en una segunda definición explícita del
modelo económico, es la economía social y comunitaria.
En cuanto a la estructura y organización del Estado, se comienza con la
Asamblea Legislativa Plurinacional, integrada por 130 diputados y 36 senadores con
un mandato de 5 años reelegibles por una sola vez. Miembros de la Asamblea,
elegidos en forma uninominal unos y plurinacional otros, con la presencia de los
representantes indígenas.
Sigue la composición y atribuciones del órgano ejecutivo compuesto por “la
Presidenta o el Presidente del Estado, la Vicepresidenta o el Vicepresidente del
Estado, y las Ministras y los Ministros de Estado”. El período del mandato de los
dignatarios electos, es decir, Presidente y Vicepresidente, es de cinco años,
pudiendo ser reelegidos por una sola vez de manera continua.
El Órgano Judicial y Tribunal Plurinacional, en su Art. 178, señala que “la
potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los
principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad,
celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la
sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos”.
“La función judicial es única. La jurisdicción ordinaria se ejerce por el tribunal
supremo de justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de
sentencia y los jueces: la jurisdicción agroambiental y jueces agroambientales,
jurisdicción indígena originaria campesina, se ejerce por sus propias autoridades;
existirán jurisdicciones especiales reguladas por ley”.
El Artículo 277 expresa que: “El gobierno autónomo departamental está
constituido por una Asamblea, con facultad deliberativa, fiscalizadora y legislativa
departamental en el ámbito de sus competencias y por un órgano ejecutivo”, cuyos
miembros serán elegidos democráticamente por voto universal. “El órgano ejecutivo
departamental está dirigido por la Gobernadora o el Gobernador, en condición de
máxima autoridad ejecutiva.
Álvaro García Linera, en funciones de gobierno, al ratificar el centralismo
estatal, señala que: “Hoy, al tiempo que el Estado controla el excedente económico
y lo reinvierte productivamente, promueve la inversión externa bajo condiciones de
control estatal deseos flojos y réditos a la vez que promueve tempranos procesos
de modernización urbana, rural y de las comunidades campesinas e indígenas, lo
que, en conjunto, da un despliegue simultáneo de varios modos de acumulación
económica, de reinversión y expansión, en torno al liderazgo general del Estado”.
En la quinta fase del proceso de cambio, el Vicepresidente sostiene que “el
Estado Plurinacional prioriza el valor de uso y la necesidad por encima del valor de
cambio… por lo que el Estado, a través del excedente generado en la
industrialización, comienza a desprenderse gradualmente de la lógica capitalista de
la apropiación privada como norma económica e introduce expansivamente la
lógica del valor de uso, de la satisfacción de necesidades, de fundamento
comunitario y comunista, como principio rector de actividades económicas.
Hablamos, por tanto, de otro régimen social en construcción…”
Pudiendo responderse a la interrogante sobre los tipos de Estado, que siendo
la sociedad civil el hogar y el escenario de la historia, el Estado se abre a las nuevas
visiones de lo político como algo natural, al ser efecto y no causa de los procesos
de la base social. Como dice Antonio Gramsci, la hegemonía está en la sociedad
civil y la coacción en el Estado, así ocurre hoy y así ocurrió siempre desde la
modernidad. Sin duda, en el presente caso, los cambios políticos fundamentales,
se alejan del nacionalismo revolucionario, de la democracia pactada, del poder
imperial norteamericano para acoplarse al discurso socialista, económico y político,
las instituciones estales buscan el logro de dichos propósitos.

3.Partidos políticos, actores o movimientos sociales


Los partidos políticos como categorías sustentadoras del Estado pierden la
vanagloria del poder el año 2.006. El corte histórico político coetáneo al cambio de
gobierno nacional, no es casual o producto de una manipulación aviesa, más bien
de un proceso social explícitamente desarrollado. Esto es, un hecho antitético que
implica la decrepitud de las organizaciones partidarias tradicionales mediante la
insurgencia impróvida de los movimientos sociales.
Ante el evidente ex -abrupto político, cabe la pegunta sobre ¿Cuál el sustento
de los movimientos sociales en este singular y extraordinario proceso? Con el fin de
dar sentido a la matriz constitutiva del cambio, la naturaleza de clase del Estado y
su emergencia. Una vez que, entre las variables de la ciencia política, los partidos,
actores o, como en este caso, los movimientos sociales, particularizan la manera de
ser, el desarrollo, la práctica y las formas patriarcales o seculares de la democracia.
Según Pablo Stefanoni, largo es el camino de los movimientos sociales para
lograr crear o consolidar un instrumento Político por la Soberanía. Luego de la
divergencia de la cúpula entre Alejo Veliz y Evo Morales, el rechazo de la Corte
Nacional Electoral a esta sigla, el apego a la izquierda tradicional y otras tentativas
frustradas, el Movimiento al Socialismo, MAS, salva la situación por el
desprendimiento que hace el disidente de Falange Socialista Boliviana, Añez
Pedraza.
Con la vía expedita los sindicatos cocaleros, con la experiencia acumulada en
los centros mineros en cuanto a disciplina y formación política, se convierten en la
columna vertebral del proceso que crecía en abierta pugna con las fuerzas
represivas del gobierno y de los Estados Unidos, empeñadas en la erradicación de
los cultivos de coca.
Es por ello que el discurso socialista o anticapitalista resulta bastante retórico y
que el nacionalismo popular (precisamente por sus flexibles marcos ideológicos)
constituye hoy la mayor fuente de legitimidad de apoyo social y electoral del
gobierno de Evo Morales. “Un nacionalismo capaz de representar a esta Bolivia en
tiempo heterogéneo, a la que los sucesivos esfuerzos desarrollistas (liberales o
nacionalistas) no lograron incluir en el “tiempo vacío” del capitalismo”.
Pudiendo agregarse con Roberto Laserna, que la fuerza principal del MAS está
en que Evo Morales se mantiene como un caudillo, con imagen y poder de
aglutinación, ya que el Movimiento al Socialismo es en realidad una comunidad, una
gran convergencia de movimientos políticos y de fuerzas que no son compatibles
entre sí y que, en algunos casos puede detectar grupos antagónicos y adversos.
Esto se puede demostrar dentro del MAS, continúa Laserna, al existir una fuerza
moderna que cree que el Estado puede impulsar el desarrollo industrial; pero frente
a eso figura otra corriente de carácter étnico, indígena y “pachamamista” que insiste
en fortalecer las tradiciones y esas posiciones son incompatibles, pero las une y
refuerza la presencia de Evo como caudillo popular.
En este contexto, podemos decir que los movimientos sociales, al inicio, son
organizaciones focales que alcanzan una progresión amplia en base a intereses
propios y colectivos, vinculados con problemas de exclusión social, económicos, de
la tierra, sociales, comunales, políticos, u otros. Esto es, organizaciones informales,
fuera de la normatividad jurídica y partidaria, que al convertirse en organismos
nacionales sustituyen mediante la praxis electoral a los partidos políticos,
neutralizando su acción administrativa estatal al subalternar su poder político.
Al decir de un teórico del MAS, de los pocos que se conocen, “en términos
generales un movimiento social es un tipo de acción colectiva, que intencionalmente
busca modificar los sistemas sociales establecidos o defender algún interés
material, para lo cual se organizan y cooperan con el propósito de desplegar
acciones públicas en función de esas metas o reivindicaciones”. Tratándose, por lo
tanto, de movimientos no meramente reivindicativos, sino de movimientos socio-
políticos estructurales en tanto buscan tomar el control del Estado y promover un
nuevo orden social.
Los movimientos sociales presentes por su acción política desde la década del
1.990, con excepción de la COB que les precede, suman conglomerados dispersos
que adquieren coherencia y objetivos propios con el transcurso del tiempo, como es
fácil advertir: La Confederación Única de Trabajadores Campesinos, la
Confederación de los Pueblos Indígenas, de igual o mayor relevancia en la lucha
social que la Coordinadora de las Federaciones del Trópico que al final, con su
poder económico, logró hegemonizar a la totalidad de los movimientos sociales.
La clase obrera al oponerse a las medidas de privatización y recapitalización de
las empresas e Instituciones del Estado, asume el papel de clase nacional
expresando mediante movilizaciones y bloqueos la derogatoria del Decreto
Supremo 21060 de agosto de 1.985. Movilización que culmina con el destierro de
los dirigentes, el apresamiento y exilio de otros y el estado de sitio acostumbrado
en estas circunstancias. Medidas de coacción que permiten la implantación del
neoliberalismo de la democracia pactada que perdura en el gobierno durante 20
años.
Bajo estas circunstancias, la precaria situación de la clase obrera, la eliminación
de los consejos de administración de las empresas públicas, el desconocimiento del
fuero sindical entre otras medidas anti -sindicales, la COB pierde su poder de
determinación política. Contemplando indiferente, por su ideología clasista, la
insurgencia de los movimientos sociales, que en el mismo intersticio, adquieren
relevancia social y política. Es decir que, de diferente manera, y con los retruécanos
de una hábil apología, las clases o categorías sociales excluidas ocupan el vacío
clasista.
Así, comenzando con nominar a los movimientos sociales, la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, CSUTCB, cuya génesis
arranca mucho antes de su creación el 26 de junio de 1.979, es protagonista de uno
de los movimientos más importantes de la Formación Social Boliviana. Esto es, la
demanda sobre la tierra y la educación, el voto universal y la reforma agraria, que
se llegan a concretar con la revolución nacional de 1.952, durante el gobierno del
MNR. De igual manera que el derecho a la libre sindicalización, cuyas medidas
precedidas por los gobiernos de Toro y Busch, compiladas para muestra de los
togados y abogados, no se cumplían en la realidad.
Se suma a la CSUTCB la “marcha del siglo” que realiza en plena dictadura del
general Barrientos, junto a la CIDOB, FNMCB, la CSCB y otras organizaciones
menores, en todo el territorio nacional. Con la consigna de “marcha por el territorio,
llegan a prometer mediante documentos insulsos, pero que no se cumplen,
conforme a las falacias de los autócratas.
El pliego petitorio, uno de los más completos de la época, comprendía además
la titulación de los territorios indígenas, la aprobación de la ley INRA, los derechos
laborales para los trabajadores asalariados del agro, el reconocimiento de los
municipios indígenas, la postulación de candidatos alas cámaras del congreso sin
el patrocinio de los partidos políticos y la creación de un fondo nacional de desarrollo
indígena y de colonización.
Los movimientos étnicos de las tierras bajas también se hacen presentes. El 16
de agosto de 1.990 en número de 300 afiliados inician la marcha desde Trinidad a
la ciudad de La Paz levantando las banderas de “territorio y dignidad”. A raíz de esta
y otras movilizaciones, bloqueos y cabildos se logra organizar la Confederación de
Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, CIDOB como órgano rector, coordinador y
representante nacional del movimiento de las tierras bajas de Bolivia. El hecho es
posible por el desarrollo de una consciencia colectiva, aun cuando cada comunidad
étnica se distingue por su nombre apelativo, pero en conjunto el conglomerado
busca un destino común.
La Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, CSCB, se inicia con los
campesinos traídos del altiplano en 1.953, bajo la tutela de la Corporación Boliviana
de Fomento, CBF, al inicio de la revolución nacional. Con el financiamiento de las
Naciones Unidas, los asentamientos ocurren en la cercanía de Cotoca y las
márgenes de la carretera Cochabamba Santa Cruz, así como otros territorios del
oriente con la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo, BID. Esta actividad
migratoria cuenta con el personal de las fuerzas armadas, organizando colonias
militares como la de Guaytú en las proximidades de Buenavista, en la provincia
Ichilo. Se trata de lograr el poblamiento en estos territorios, mediante la dotación de
tierras baldías a los jóvenes reservistas del servicio militar.
Los dos tipos de colonización, la dirigida como en el caso anterior y la voluntaria,
ante la falencia de los órganos gubernamentales para proporcionarles herramientas
de labranza para el plantío en las tierras repartidas, semillas adecuadas para la
producción de especies tropicales, la mayor parte de los inmigrantes se dedican al
cultivo de la coca, sobre todo en la zona del Chapare. De esta manera, al decir de
Álvaro García Linera, “el acceso y titulación de la tierra es pues con mucho el
principal motor de movilización de los colonizadores, seguidos por el tema de la
producción y venta de la hoja de coca en las zonas adjudicadas”.
Los movimientos sociales, como un aluvión humano, cubren todo el territorio
nacional reclamando derechos preteridos de una u otra naturaleza. Así, el Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, CONAMAQ, pretendiendo unir a las
organizaciones que formaron parte de las etnias andinas mediante la unificación de
las autoridades originarias; La Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz,
CPESC; el Consejo de Federaciones Campesinas de los Yungas, COFECAY,
destinada a defender las plantaciones de coca de la región, cuya tradición antecede
a la llegada de los españoles y sirvió de sustento a las actividades mineras durante
y después de la colonia.
Sin que se pueda olvidar la Federación Nacional de mujeres Campesinas de
Bolivia “Bartolina Sisa”, FNMCB, “BS”; el Movimiento Sin Tierra, MST; la Federación
de Juntas Vecinales -El Alto FEJUVE -EL ALTO; la Coordinadora del Agua y el Gas
y la Federación Departamental de Regantes de Cochabamba, FEDECOR. Estos
movimientos en intensa actividad de movilización social, haciendo posible en pleno
enfrentamiento con las fuerzas del orden, el debilitamiento del régimen neo -liberal
y la caída de la democracia pactada.
La Política de relocalización o despido de los trabajadores mineros en número
mayor a la diáspora a los países vecinos y europeos, así como a las ciudades de El
Alto de La Paz, Santa Cruz y la zona de El Chapare. En este último lugar, la
disciplina sindical de los trabajadores mineros, su organización y capacidad de
movilización ampliaron el área de cultivo de la coca, su venta en el mercado
nacional, dando lugar al incremento de la producción de cocaína destinada a la
exportación. Sin que de nada sirvan los proyectos gubernamentales sobre cultivo
alternativo de otros productos, el pago compensatorio por la erradicación, el traslado
de los colonizadores a otros lugares y la presencia de fuerzas policiales y militares
financiadas por los Estados Unidos de Norteamérica. Los cultivos se volvieron
sostenibles y cada vez en mayor extensión.
Los sindicatos existentes en la región del Chapare, a partir de 1.995 se
multiplican con otros caracteres y particularidades. A inicios del año 2.000, se
cuenta con 60 centrales que agrupan a su vez a unos 600 o 700 sindicatos de base.
De esta manera, las centrales organizan la federación y las federaciones la
Coordinadora Campesina de Cochabamba. En cuanto a la nómina, se pueden
identificar la del trópico, de los yungas del Chapare, la de centrales unidas, la de
Mamoré, de Carrasco y la de Chimoré. Es decir, una organización planificada, con
directorios propios y afiliación obligatoria en cada unidad sindical.
Resultando patente que el conglomerado humano mayoritariamente minero,
convertido en campesino propietario de una parcela de tierra, por su ideología
política sindical, deviene en líder de la comunidad que controla. Convirtiéndose, sin
duda, en clase o categoría determinante de los movimientos sociales, tanto por el
potencial económico que maneja cuanto por el proteccionismo estatal, habida
cuenta que don Evo Morales, Presidente del Estado Plurinacional es el dirigente
máximo de la organización de los cocaleros. En otras palabras, bajo estas
condiciones económicas y políticas, la clase o categoría social de alusión configura
una situación de dominio que, en el conjunto de los movimientos sociales también
dominantes, se convierte de hecho en clase o categoría social hegemónica.
Por lo que se puede responder a la pregunta sobre cuál el nacimiento de la
nueva realidad societaria y cuál el sustento de los movimientos sociales en esta
singular coyuntura, en forma objetiva. Desde luego, el discurso recurrente que
revive la conciencia acumulada de la revolución nacional de 1.952, exigiendo un
sinfín de requerimientos humanos y sociales. Comenzando con la inclusión socio-
política, las demandas sobre las tierras originarias, la salud, la educación, la
vivienda, el empleo, el agua, las vías camineras y la eliminación de la pobreza
generalizada. En fin, un conjunto de necesidades complejas a ser resueltas en un
país paupérrimo como Bolivia, sin un plan de desarrollo nacional coherente y
sustentable. Debido a los proyectos que nacen en alguna oportunidad y en otras se
mueren por inacción desidia, destrucción o corrupción.

4.Relaciones políticas
El Estado Plurinacional desarrolla unas relaciones políticas externas adscritas a
la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA, integrada por Venezuela, Cuba,
Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Desde luego, en oposición a los Estados integrantes
del área latinoamericana de Libre Comercio, ALCA, que desde tiempo atraz
auspician los Estados Unidos, Canadá y México.
Por problemas vinculados con la presencia de efectivos norteamericanos para
controlar la erradicación de los cultivos de coca, venta y comercialización de
cocaína, el gobierno boliviano rompe relaciones diplomáticas con EE.UU.,
expulsando al Embajador y al cuerpo especializado para realizar este operativo.
En lo interno, el gobierno del socialismo-comunitario, defenestra a las
autoridades políticas elegidas democráticamente, como gobernadores, alcaldes y
otras, usando argucias judiciales sin argumentos fácticos, para ejercer un control
absoluto de lo político. En otras palabras, con la prisión, enjuiciamientos, fuga de
los sindicados en planes terroristas o separatistas, el gobierno nacional queda con
el dominio absoluto de los tres órganos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Resumen del texto:


EL DESARROLLO POLÍTICO EN LA FORMACIÓN SOCIAL BOLIVIANA, de Isaac
Sandoval Rodríguez, Santa Cruz Bolivia. Imprentas Gráficas SIRENA 2.011.
Páginas 167 – 186.
TEMA VIII
EL PROYECTO DEL MOVIMIENTO
AL SOCIALISMO
1. DISCURSO
2. EL ESTADO
3. PARTIDOS POLÍTICOS O MOVIMIENTOS
SOCIALES
4. RELACIONES POLÍTICAS
1. El discurso, pregunta de investigación
• Por lo que en este contexto cabe preguntarse sobre ¿Cuáles los
alcances del discurso del Movimiento al Socialismo en la crisis de la
democracia pactada? A fin de entender la contundencia ideológica de
dicho mensaje y la percepción del contingente ciudadano para
nuclearse en torno al proyecto del socialismo comunitario. Habida
cuenta que el nacionalismo revolucionario de los años 1.950, logró
paralogizar al campesinado y las masas paupérrimas con slogans
sublimatorios sobre la salvación nacional
El discurso, diagnóstico
• la Revolución Nacional del 52 con la nacionalización de las minas, la
reforma agraria, la reforma de la educación y el voto universal, no
logró modificar las condiciones de vida de la población boliviana.
Pues, no obstante, su modelo de desarrollo hacia adentro, se
mantuvo el patrón primario exportador y la pervivencia de la
desigualdad social, política y económica de las mayorías excluidas.
El discurso, diagnóstico
• El Estado fue sustituido por el mercado en la función de asignar
recursos para la producción de bienes y servicios y también para la
distribución de la riqueza.
• Resultando de lo anterior la exacerbación social a causa de la
concentración de la riqueza y de los medios productivos en un
segmento muy reducido de la población. Al tiempo que se ampliaba
la desigual distribución de la riqueza, el acceso a los medios y al
empleo remunerado de las nueve décimas de la fuerza laboral. La
reiteración del discurso es contundente: la desigualdad y la
discriminación social aumentaron en profundidad y extensión, bajo
el dominio del colonialismo neoliberal.
El discurso, la propuesta
• La revalorización de las identidades debe partir de la cultura, de
personas y grupos relativamente compactos, que se integran, toleran
y aceptan. Dando lugar, estos prolegómenos del MAS, al proyecto
político sobre el vivir bien. O más explícitamente, de crear un Estado
Social Plurinacional y Comunitario, para lograr una Bolivia digna,
soberana, productiva y democrática, mediante la participación de
una economía estatal, privada, comunitaria y mixta. Partiendo del
Estado como promotor y protagonista del desarrollo nacional.
El discurso, respuesta a la pregunta de investigación
• Por lo que se puede responder a la pregunta sobre los alcances del
discurso del MAS, señalando su exigente crítica a los gobiernos de la
democracia pactada por la exclusión de los comunarios de origen,
indígenas y campesinos de los derechos políticos, de la tierra y el
territorio. Afirmando que las marchas, movilizaciones, cabildos,
bloqueos y avasallamientos, lograron gran parte de estos
requerimientos, así como otros factores externos e internos que
participan con recursos económicos y planteamientos ideológicos, en
este prolongado y complejo proceso social.
EL ESTADO
2. El Estado, preguntas de investigación
• ¿Cuál el tipo de organización política a darse con el proyecto del
Movimiento al Socialismo en funciones de gobernó? Y en
consecuencia ¿Cuáles los cambios con relación a la organización del
Estado anterior? A manera de establecer las rupturas histórico-
políticas que ocurren en Bolivia, como algo congénito, entre uno y
otro período coyuntural.
El Estado, características
• El nuevo Estado participativo e incluyente, se asentaría en el poder
democrático emergente del proceso reivindicatorio de los pueblos
indígenas, originarios, campesinos y los movimientos sociales.
Nucleando el nuevo Estado, una diversidad de bases culturales,
económicas, sociales, políticas, filosóficas, religiosas, territoriales e
históricas, articuladas de manera compleja, armónica e
interdependiente.
El Estado, atipicidad
• Se constituye en un Estado atípico por la desmedida tautología de
conceptos equivalentes o afines: Estado unitario, social, de derecho,
plurinacional, comunitario, libre independiente, soberano,
democrático y con autonomías. Conforme al texto constitucional,
Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico,
jurídico, cultural y de lengua, dentro del proceso integrado del país.
El Estado, rasgos fundamentales
• Raúl Prada Alcoreza, en un ensayo sobre el nacimiento del Estado
Plurinacional, caracteriza los seis rasgos fundamentales de este
Estado: es descolonizador, comunitario, se abre a la participación y
el control social, asume el pluralismo autonómico, la equidad y
alternancia de género, y finalmente, la sexta característica tiene que
ver con el modelo económico, que de acuerdo a una primera
definición se trata de una economía plural y en una segunda
definición explícita del modelo económico, es la economía social y
comunitaria.
El Estado, justificación del centralismo
• Álvaro García Linera, en funciones de gobierno, al ratificar el
centralismo estatal, señala que: “Hoy, al tiempo que el Estado
controla el excedente económico y lo reinvierte productivamente,
promueve la inversión externa bajo condiciones de control estatal
deseos flojos y réditos a la vez que promueve tempranos procesos de
modernización urbana, rural y de las comunidades campesinas e
indígenas, lo que, en conjunto, da un despliegue simultáneo de varios
modos de acumulación económica, de reinversión y expansión, en
torno al liderazgo general del Estado”.
El Estado, desprendimiento de la lógica capitalista
• En la quinta fase del proceso de cambio, el Vicepresidente sostiene
que “el Estado Plurinacional prioriza el valor de uso y la necesidad por
encima del valor de cambio… por lo que el Estado, a través del
excedente generado en la industrialización, comienza a desprenderse
gradualmente de la lógica capitalista de la apropiación privada como
norma económica e introduce expansivamente la lógica del valor de
uso, de la satisfacción de necesidades, de fundamento comunitario
y comunista, como principio rector de actividades económicas.
Hablamos, por tanto, de otro régimen social en construcción…”
El Estado, respuestas a las preguntas de investigación
• Pudiendo responderse a la interrogante sobre los tipos de Estado,
que siendo la sociedad civil el hogar y el escenario de la historia, el
Estado se abre a las nuevas visiones de lo político como algo natural,
al ser efecto y no causa de los procesos de la base social. Como dice
Antonio Gramsci, la hegemonía está en la sociedad civil y la coacción
en el Estado, así ocurre hoy y así ocurrió siempre desde la
modernidad. Sin duda, en el presente caso, los cambios políticos
fundamentales, se alejan del nacionalismo revolucionario, de la
democracia pactada, del poder imperial norteamericano para
acoplarse al discurso socialista, económico y político, las
instituciones estales buscan el logro de dichos propósitos.
ORGANIZACIONES SOCIALES
ORGANIZACIONES SOCIALES
ORGANIZACIONES SOCIALES
Partidos políticos, actores o movimientos sociales,
preguntas de investigación

• ¿Cuál el sustento de los movimientos sociales en este singular y


extraordinario proceso? Con el fin de dar sentido a la matriz
constitutiva del cambio, la naturaleza de clase del Estado y su
emergencia. Una vez que, entre las variables de la ciencia política, los
partidos, actores o, como en este caso, los movimientos sociales,
particularizan la manera de ser, el desarrollo, la práctica y las formas
patriarcales o seculares de la democracia
Partidos políticos, actores políticos
• Al existir una fuerza moderna que cree que el Estado puede impulsar
el desarrollo industrial; pero frente a eso figura otra corriente de
carácter étnico, indígena y “pachamamista” que insiste en fortalecer
las tradiciones y esas posiciones son incompatibles, pero las une y
refuerza la presencia de Evo como caudillo popular.
Partidos políticos, actores
• Los movimientos sociales presentes por su acción política desde la
década del 1.990, con excepción de la COB que les precede, suman
conglomerados dispersos que adquieren coherencia y objetivos
propios con el transcurso del tiempo, como es fácil advertir: La
Confederación Única de Trabajadores Campesinos, la Confederación
de los Pueblos Indígenas, de igual o mayor relevancia en la lucha
social que la Coordinadora de las Federaciones del Trópico que al
final, con su poder económico, logró hegemonizar a la totalidad de los
movimientos sociales.
Partidos políticos, actores
• La clase obrera al oponerse a las medidas de privatización y
recapitalización de las empresas e Instituciones del Estado, asume el
papel de clase nacional expresando mediante movilizaciones y
bloqueos la derogatoria del Decreto Supremo 21060 de agosto de
1.985. Movilización que culmina con el destierro de los dirigentes, el
apresamiento y exilio de otros y el estado de sitio acostumbrado en
estas circunstancias. Medidas de coacción que permiten la
implantación del neoliberalismo de la democracia pactada que
perdura en el gobierno durante 20 años.
Partidos políticos y actores
• Así, comenzando con nominar a los movimientos sociales, la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia,
CSUTCB, cuya génesis arranca mucho antes de su creación el 26 de
junio de 1.979, es protagonista de uno de los movimientos más
importantes de la Formación Social Boliviana. Esto es, la demanda
sobre la tierra y la educación, el voto universal y la reforma agraria,
que se llegan a concretar con la revolución nacional de 1.952, durante
el gobierno del MNR. De igual manera que el derecho a la libre
sindicalización, cuyas medidas precedidas por los gobiernos de Toro y
Busch, compiladas para muestra de los togados y abogados, no se
cumplían en la realidad.
Partidos políticos, actores
• la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, CIDOB
como órgano rector, coordinador y representante nacional del
movimiento de las tierras bajas de Bolivia.
• La Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, CSCB, se inicia
con los campesinos traídos del altiplano en 1.953, bajo la tutela de la
Corporación Boliviana de Fomento, CBF, al inicio de la revolución
nacional.
• el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, CONAMAQ,
pretendiendo unir a las organizaciones que formaron parte de las
etnias andinas mediante la unificación de las autoridades originarias
Partidos políticos, actores. Respuesta a la
pregunta de investigación
• Por lo que se puede responder a la pregunta sobre cuál el nacimiento de la
nueva realidad societaria y cuál el sustento de los movimientos sociales en
esta singular coyuntura, en forma objetiva. Desde luego, el discurso
recurrente que revive la conciencia acumulada de la revolución nacional
de 1.952, exigiendo un sinfín de requerimientos humanos y sociales.
Comenzando con la inclusión socio-política, las demandas sobre las tierras
originarias, la salud, la educación, la vivienda, el empleo, el agua, las vías
camineras y la eliminación de la pobreza generalizada. En fin, un conjunto
de necesidades complejas a ser resueltas en un país paupérrimo como
Bolivia, sin un plan de desarrollo nacional coherente y sustentable. Debido
a los proyectos que nacen en alguna oportunidad y en otras se mueren por
inacción desidia, destrucción o corrupción.
4. Relaciones políticas
• El Estado Plurinacional desarrolla unas relaciones políticas externas
adscritas a la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA, integrada
por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Desde luego, en
oposición a los Estados integrantes del área latinoamericana de Libre
Comercio, ALCA, que desde tiempo atrás auspician los Estados
Unidos, Canadá y México.
• Por problemas vinculados con la presencia de efectivos
norteamericanos para controlar la erradicación de los cultivos de
coca, venta y comercialización de cocaína, el gobierno boliviano
rompe relaciones diplomáticas con EE.UU., expulsando al Embajador
y al cuerpo especializado para realizar este operativo.
PETROLEO O AGROINDUSTRIA
INDUSTRIA
AGROINDUSTRIA
RESUMEN DEL TEXTO

• DESARROLLO POLÍTICO EN LA FORMCIÓN SOCIAL BOLIVIANA.


Sandoval Rodríguez Isaac. Santa Cruz – Bolivia. Imprentas Gráficas
Sirena 2011. Páginas 167 - 186
MORIR POR UN VELO MAL PUESTO
La muerte de Masha Amini ha sido el punto de inflexión en la sociedad iraní.

Hace dos semanas, las mujeres queman públicamente sus velos, se cortan el pelo,
y salen a diario a las calles a protestar.

¿Nos encontramos ante una primavera Iraní? Es posible. Parecería ser un camino
sin retorno.

Esta vez las manifestaciones están encabezadas por mujeres nacidas a partir de
este milenio. Piden desesperadas su libertad, que se respeten sus derechos
humanos y que la policía deje de apalearlas.

Hace unas semanas, “la policía de la moral” iraní detuvo a Mahsa Amini de 22 años
por no ponerse correctamente el velo. La detuvieron, torturaron, cayó en coma y
finalmente murió.

La policía iraní dijo que había fallecido por un infarto, una versión muy conveniente.
Su padre acusó a las autoridades de mentir, que su hija no tenía problemas
cardíacos y denunció que nunca tuvo acceso al informe de la autopsia.

La ley de esa república teocrática, obliga a las mujeres, tras que salen de la
pubertad, a cubrirse el pelo, los brazos y las piernas en lugares públicos, caso
contrario las agreden ante todos, las detienen, las multan y, como en el caso de
Amini, mueren.

Si no usan el velo, las acusan y consideran prostitutas. Un absurdo, más aún


cuando vivimos en el siglo XXI en un mundo globalizado donde gracias a las redes y
a los medios, se tiene acceso a información del mundo moderno actual.

La muerte de Masha Amini, de 22 años, provocó la indignación de las millones de


mujeres que son víctimas de un régimen ultra conservador donde el Estado se
arroga el derecho de reprimir a quienes no obedecen sus leyes retrógradas.
Desde su muerte, ciudadanos de cerca de 80 poblaciones están saliendo a las
calles a protestar. Han sido manifestaciones sin precedentes al extremo que el
gobierno ha cortado el internet para que la gente no se comunique.

Según Human Rights de Irán, han muerto 76 personas ya que la policía utiliza
municiones reales para diseminar las manifestaciones. Y los familiares, los entierran
en la noche y bajo la mayor discreción para no provocar al gobierno que dice que
han muerto solo 41.

Lo grave es que las autoridades islámicas han anunciado que no habrá clemencia
con los manifestantes. Las cárceles tienen detenidos a más de mil presos, cuya
mayoría son mujeres.

Las mujeres iraníes viven bajo un régimen de dictadura y opresión desde hace 43
años desde que el ayatola Jomeini asumió el poder tras la caída de Mohammad
Reza Pahlaví, el último Sha de Irán.

Tras tomar el poder, Irán retrocedió en el tiempo. Volvió a la Edad Media. Jomeni se
convirtió en un líder político espiritual retrógrado. Creó la Constitución de la
República Islámica en la que se consagró como líder supremo de Irán.

Promulgó la teoría de wilyat-elfaqih, que dice que el gobierno debe estar a cargo de
una autoridad clerical y creó un gobierno político teocrático. Desde entonces Irán
está regido por una república teocrática que no va en camino de la modernidad y de
las libertades ciudadanas.

Según el New York Times, Jomeiní consideraba a la democracia como prostitución.


Una mentalidad cargada de ignorancia.

Irán es un país que no llega a modernizarse. Resulta contraproducente seguir con la


práctica de usar el velo o el hiyab. Si bien es una costumbre musulmana con valor
religioso, no debe tener el carácter de obligatoriedad más aún si las mujeres ya no
se lo quieren poner. Aquello es una clara forma de discriminación por parte del
Estado religioso iraní a las mujeres.
¿NECESITAMOS UNA “NUEVA SANTA CRUZ”?
Hoy alzaré la voz aun sabiendo que poco eco tendrá, pues todas las estructuras de
poder han sido cooptadas por el Grupo Empresarial La Fuente, que construye en
nuestras narices una nueva ciudad perfecta, sin pobres y a costa de deterioro
ambiental.

Para quienes no conocen el proyecto, se trata de una ciudad pensada desde cero
en la que se ha definido todo: dónde se vivirá, cuántas personas la habitarán, dónde
trabajarán, dónde estará la laguna artificial con playas y dónde se pondrán los
arbolitos para emular ecologismo. ¿Qué hay de malo con esto? Esta ciudad
“inteligente” se está construyendo luego del exterminio de una gran área boscosa
denominada “Los Sauces”, donde se encuentra un arroyo que lleva el mismo
nombre. En el lugar hay biodiversidad que se ha visto muy afectada tras la colosal
obra que paradójicamente se vende a sí misma como “ciudad ecológica”. La obra
además apunta a una demanda inexistente en este momento, pues en la ciudad
claramente hay una sobreoferta inmobiliaria que se deja ver con la infinidad de
inmuebles en venta y preventa.

El proyecto empezó a consolidarse el año 2018 con el aval de autoridades


nacionales, departamentales y municipales. Como postal funesta del recuerdo
queda aquella en la que aparecen sonrientes Mario Cronenbold (entonces alcalde
de Warnes), Carlos Romero (exministro) y Rubén Costas (exgobernador cruceño),
junto a Julio Novillo (presidente del Grupo La Fuente). Pese a las cuarentenas, la
obra nunca se detuvo y, por el contrario, aprovechó tal circunstancia para exterminar
área verde sin llamar la atención ciudadana.

Este megaproyecto es desarrollado por uno de los holdings de bienes raíces más
grandes de Bolivia, con terrenos en Porongo, Warnes, La Guardia y Santa Cruz de
la Sierra. Seguramente alguno de estos nombres les resulte conocido: Techo,
Pentaguazú, El Pahuichi, Parque Latinoamericano o Ecci. Todo esto pertenece al
mismo grupo que lidera el señor Novillo.

Estos proyectos en gran medida han ocupado extensos territorios fuera de la


ciudad, luego de haber tumbado área verde, asfaltado calles donde no vive nadie y
alimentando la sobreoferta inmobiliaria.
La “Nueva Santa Cruz” es lo más ambicioso de La Fuente. Está a 20 minutos de la
ciudad capital, que pronto será la “ciudad vieja”. Abarca una superficie total de 6.000
hectáreas y ya tiene departamentos a la venta con oficinas comerciales en La Paz y
Santa Cruz.

La Fuente estuvo hace poco con un mega stand en la Expocruz, donde ganó la
“Palmera Dorada a la Innovación” prometiendo “un nuevo estilo de vida”, que a decir
de Novillo está pensado exclusivamente para la “clase media o alta”. Los pobres
deben ubicarse “en Pentaguazú y en los barrios populares de los alrededores”, pues
la élite que vivirá en la ciudad inteligente necesita mano de obra a su servicio.

Según los reportes de prensa del año 2018, la megaobra fue observada por carecer
de estudios de impacto ambiental. El tema fue solucionado con una artimaña
administrativa que se concedió desde el Ministerio de Medio Ambiente.

Claramente el grupo La Fuente sabe muy bien cómo sacar provecho de sus
contactos con el poder. Por eso no debe sorprender que el expresidente Evo
Morales haya dedicado recientemente un tuit alabando lo visionario que es el
“hermano Novillo” y lo esperanzadora que es esta ciudad que emerge de la nada.

Tampoco debería asombrarnos las dádivas constantes que el grupo entrega a


diferentes instancias para garantizar su proceder sin fiscalización alguna.

Su último regalo conocido es un predio casi tres veces más grande que el terreno
actual de la Fexpocruz. Este obsequio de 36 hectáreas en la “Nueva Santa Cruz”
fue otorgado a los empresarios cruceños quienes alardearon la generosa donación.

Otros desprendidos regalos recibieron los clubes deportivos Bolívar y Oriente


Petrolero. Cada uno obtuvo seis hectáreas en la novedosa urbe para hacer la
construcción de modernas infraestructuras deportivas.

El grupo empresarial ha demostrado que sabe mover todas las fichas del tablero
para dejar su nombre por todos lados, el año pasado irrumpió en la escena
deportiva presentando un equipo de fútbol cuyo nombre (nada creativo) es “Nueva
Santa Cruz”. Dicho equipo jugó recientemente la Copa Evo.
¿Realmente necesitamos una “nueva” Santa Cruz diseñada por un poderoso grupo
empresarial que no deja de llenar sus bolsillos a cualquier costo?, ¿no será mejor
inversión cuidar rabiosamente la que tenemos protegiendo sus áreas verdes y
cultivando su centro histórico?, ¿cuál será el costo ambiental de toda esta cruzada
de colonización cementera que construye calles y ciudades para habitantes
fantasmas?
FUGAS EN LOS GASODUCTOS NORD STREAM 1 Y NORD STREAM 2

Todavía no se sabe cómo se produjeron las fugas en los gasoductos. Es algo sin
precedentes. Fueron cuatro fugas en el lapso de 17 horas, con daños en cuatro
lugares distintos y en tres gasoductos submarinos en el mar Báltico. Está claro que
estas averías favorecen al gobierno de Vladimir Putin en su guerra contra Ucrania,
en su intento de doblegar a Europa cortando el suministro antes del invierno.
Fuentes finlandesas han sostenido que solo un actor estatal podría haber ejecutado
semejantes atentados. Los gobiernos europeos están trabajando para garantizar la
seguridad en sus activos energéticos. Los buques metaneros se desvían alejándose
de los lugares afectados por las fugas, lo mismo sucede con las de naves que
vuelan a baja altura.

El lunes 26 de septiembre, sismólogos de Dinamarca y Suecia reportaron


explosiones submarinas en el mar Báltico, cerca de sus fronteras y alrededor de las
tuberías de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 (NS 1, NS 2) y ese mismo día se
detectaron fugas en el gasoducto NS 1, y poco después, disminución de presión y
fuga en el gasoducto NS 2. Investigaciones de técnicos de Alemania, Dinamarca y
Suecia concluyen que las fugas se deben a actos de sabotaje, sin señalar autoría.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que: “Es muy difícil
imaginar que un acto terrorista de este tipo pueda ocurrir sin la participación de un
Estado”, llamando a “una investigación urgente”. El mismo portavoz ruso calificó las
acusaciones de sabotaje en contra de su país, como estúpidas y absurdas,
sosteniendo que el único beneficiario de los cortes era EEUU por haber subido el
precio del LNG (gas natural licuado), con el que abastecería a Europa después del
corte.

Los operadores rusos de dichos ductos informaron de daños en sus instalaciones,


pero dijeron que no era posible estimar cuánto tiempo tomarían las reparaciones, sin
embargo, una semana después Gazprom (el propietario mayoritario de ambos
ductos) anunció que una de las líneas podía reiniciar operaciones.

El NS 1 tiene su cabecera en Viborg y el NS 2 en Ust Luga, ambos cerca de San


Petersburgo y ambos terminan en Lubmin, cerca de Greifswarlf en Alemania, ambos
tienen un diámetro de 48 pulgadas. El NS 1 tiene una capacidad de transporte de 75
MMM3/D y el NS 2 el doble. Se extienden por más de 1.220 km desde la costa rusa
hasta Alemania.
Cada uno de los gasoductos tiene dos líneas paralelas llamadas A y B, el NS 1
reportó caída de presión en ambas líneas y el NS 2 sólo en la línea A.

Cualquiera sea la causa del daño, no afectó de inmediato el suministro de gas a


Europa, ya que ninguno de los gasoductos estaba operativo.

El gasoducto NS 1, en ninguno de sus ramales paralelos, ha transportado gas


desde mediados de julio, cuando Rusia lo cerró por mantenimiento. Sin embargo,
este gasoducto, en la estación de compresión Portovaya, cerca de la frontera con
Finlandia y al noroeste de San Petersburgo, alimenta con gas una planta nueva de
LNG de propiedad de Gazprom, que se encuentra quemando cantidades inusuales
de gas (4.3 MMM3/día) de su line pack, posiblemente debido al cese de envíos de
gas a Alemania.

Su gasoducto gemelo, el NS 2, nunca llegó a entrar en operación porque Alemania


congeló los procesos de autorización ante los preparativos rusos de invadir Ucrania.

Gazprom comunicó el pasado 3 de octubre que se paró la fuga en tres de las 4


rupturas al estabilizarse la presión y que el NS 2-línea B podía continuar las
exportaciones si se tomaba la decisión al respecto y se terminaba la revisión de la
línea.

Otro de los graves impactos ocasionados por las masivas fugas de gas está
relacionado con daño al medio ambiente y el cambio climático. Se adelanta que la
ruptura de los ductos significa un desastre climático en la medida en que la
liberación del metano a la atmósfera significará un impacto igual al que producirían
las emisiones de 5,48 millones de autos durante 20 años.

Al margen de lo anotado, es necesario hacer notar algunos aspectos llamativos:

Es curioso que las primeras investigaciones, después de las fugas, las hayan
realizado técnicos (buzos) suecos y finlandeses y no el personal técnico de
Gazprom, que además de haber sido los primeros en enterarse del suceso, tienen la
preparación técnica y los equipos adecuados para dimensionar el daño, establecer
las causas e iniciar la reparación.
Es también llamativo que Gazprom haya anunciado la solución de los problemas en
tres de los ductos dañados, sin explicar las causas que los afectaron,
desconociendo, además, el llamado a la “investigación urgente” que realizó Peskov.

No se sabe qué empresa o país asumirá los costos de la remediación del daño
ambiental y submarino. Es hermética la información de los contratos de
construcción, de operación y de los seguros contratados para enfrentar estos
desastres y asumir responsabilidades.
BOQUERÓN, NUEVE DÉCADAS
por Ignacio Vera de Rada

Hace exactamente noventa primaveras, en septiembre del 32, un puñado de


pocos hombres resistía bajo la severa orden de no disparar si no fuera a un
blanco certero. Sin agua, sin víveres, con heridos sin atención y muertos
enterrados improvisadamente, tentados por comerse al único animalito de carga
que había llevado la munición de las ametralladoras pesadas, esperaban el
embate final del ejército contrario —que ya sumaba más de 11.000 soldados
para asaltar la fortaleza— con la firme determinación de poner el pecho pasara
lo que pasara. Un periódico de Buenos Aires escribió entonces que aquellos
tenaces soldados estaban escribiendo la página más bella del heroísmo
americano.

En aquellos años, como hoy también, imperaban el desorden y la confusión.


También la imprevisión y la improvisación. La organización del Ejército boliviano,
a diferencia de la del Paraguay, era más bien caótica. Es por eso que el
matutino El Diario publicó que una de las lecciones que había dejado la
experiencia de la Guerra era que no podía haber un buen ejército sin
centralización en cuanto a las decisiones, sin un comando único que recaiga en
el jefe del Estado Mayor General.

El drama del Chaco tiene —debería tener— una impronta capital en el


subconsciente del boliviano. No se puede desconocer ese episodio histórico por
lo que significó, no tanto como hecho militar o político, sino como evento social
y sociológico. Por consecuencia, no para despertar en él instintos de
patrioterismo irracional o romántico, sino para hacerlo consciente de uno de los
hitos estelares de su historia social. La guerra del Chaco significó, más que el
desmembramiento territorial (muy debatible, por lo demás, ya que según algunos
historiadores aquel territorio que, según Bolivia, llegaba increíblemente hasta la
misma Asunción, nunca correspondió en verdad a Bolivia), un espejo en el que
se proyectó fielmente la imagen de la complicada heterogeneidad social
boliviana. Y la defensa de Boquerón —toda la guerra en general— bien puede
compararse con las luchas ciudadanas que en Bolivia se han ido sucediendo en
el tiempo: un puñado de hombres que pelean por intereses de personas que
están muy por encima de ellos. (Leer los textos de Hilda Mundy).

Hace unos días pregunté a mis estudiantes más jóvenes de Lenguaje qué había
sido la guerra del Chaco. Los más no lo sabían y solo unos cuantos respondieron
algunos datos generales. Hubo uno que parecía bien informado, tanto que se
sabía fechas, los nombres de los diplomáticos bolivianos, paraguayos y
argentinos de aquellos años y algunos datos geográficos. Habló sin
patrioterismo; más bien con el sentido crítico y desprejuiciado que debería existir
en la mentalidad de todo joven boliviano.

Sin mitos, sesgos ni prejuicios, hay que enseñar la historia boliviana, claro que
sí, pues la función que tiene, como pensaba Arguedas, es la de moralizar al
ciudadano para que no cometa los errores de sus abuelos y padres y en cambio
replique sus aciertos. Que yo piense que la historia de Bolivia deba ser
desmitificada y que el boliviano no debería ver tanto el pretérito, no quiere decir
en absoluto que crea que no debamos rememorar nuestros más heroicos
eventos del pasado, sobre todo aquéllos como Boquerón, pues finalmente son
esas gratas memorias colectivas las que les dan a los pueblos felicidad, identidad
y hasta un sentido de ser hacia el futuro.

Liberal como soy, no escribí este artículo con el fin de promover un patrioterismo
absurdo ni un civismo irracional, celo que muchas veces ha encendido los más
sangrientos conflictos internacionales en la historia universal y que seguramente
ciega la visión hacia el porvenir. Sino con el de evocar un episodio que de todas
maneras fue heroico y noble. En esa guerra, como en muchas otras, como en el
amor también, afloró la faceta más brutal e irracional del ser humano, pero
también la más desprendida y valiente. Allí el boliviano —mestizo, oriental,
occidental, indígena, norteño y sureño— actuó como un todo unido, probando
que aquello de que la nación no es tanto —o no debería ser— un sentimiento
romántico que construye país, sino un pacto cotidiano para edificar un futuro
común (Ortega y Gasset) es posible cuando hay voluntad. La obra militar de
hombres como Manuel Marzana y Bernardino Bilbao Rioja es la materialización
fehaciente de esa voluntad organizadora, ordenada y desprendida.
Para una historia de los intelectuales

La formación de los intelectuales


¿Los intelectuales son un grupo social autónomo e independiente, o por el contrario
cada grupo social tiene una categoría propia y especializada de intelectuales? El
problema es complejo por las formas variadas que ha asumido hasta hoy el proceso
histórico real de formación de las diversas categorías intelectuales.
Las dos formas más importantes son las siguientes:
1) Cada grupo social, al nacer en el terreno originario de una función esencial en el
mundo de la producción económica, se crea conjunta y orgánicamente uno o más rangos
de intelectuales que le dan homogeneidad y conciencia de la propia función, no sólo en
el campo económico sino también en el social y en el político: el empresario capitalista
crea junto a él al técnico industrial y al especialista en economía política, al organizador
de una nueva cultura, de un nuevo derecho, etc., etc. Debe advertirse que el empresario
representa un producto social superior, ya caracterizado por cierta capacidad dirigente y
técnica (es decir: intelectual): debe poseer cierta capacidad técnica no sólo dentro de la
esfera circunscripta de su actividad y de su iniciativa propia, sino también en otras
esferas, por lo menos en aquellas más directamente ligadas a la actividad económica
(debe ser un organizador de masas de hombres; un organizador de la "confianza" de los
inversores de la empresa, de los compradores de su mercancías, etc.).
Si no todos los empresarios, por lo menos una elite de ellos, debe tener capacidad para
la organización de la sociedad en general, en todo su complejo organismo de servicios
hasta la misma organización estatal, dada la necesidad de crear las condiciones más
favorables para la expansión de la propia clase, o como mínimo debe poseer la
capacidad para seleccionar "los encargados" (empleados especializados) a los que se
pueda confiar esa actividad organizativa de las relaciones generales externas de la
empresa. Se puede observar que los intelectuales "orgánicos", que cada nueva clase crea
junto a ella y forma en su desarrollo progresivo, son en general "especializaciones" de
aspectos parciales de la actividad primitiva del tipo social nuevo que la nueva clase ha
dado a luz.*
* Los Elementi di scienza politica de Mosca (nueva ed. aumentada de 1923) deben ser consultados sobre
este tema. La llamada "clase política" de Mosca no es otra cosa que la categoría intelectual del grupo
social dominante: el concepto de "clase política" de Mosca es vecino del concepto de elite de Pareto, que
representa otra tentativa de interpretar el fenómeno histórico de los intelectuales y su función en la vida
estatal y social. El libro de Mosca es una enorme mezcla de carácter sociológico y positivista con el
agregado de la influencia tendenciosa de la política inmediata, que lo torna menos indigesto y
literariamente más vivaz.
También los señores feudales detentaron una particular capacidad técnica, la militar, y
fue precisamente desde el momento, en el cual la aristocracia perdió el monopolio de la
capacidad técnico-militar cuando comenzó la crisis del feudalismo. Pero la formación
de los intelectuales en el mundo feudal y en el precedente mundo clásico debe ser
examinada aparte: esta formación y desarrollo siguió trayectos y modos que conviene
estudiar concretamente. Se debe observar que la masa de los campesinos, aunque
cumple una función esencial en el mundo de la producción, no genera sus propios
intelectuales "orgánicos", y tampoco "asimila" ningún grupo de intelectuales
"tradicionales"; a pesar de que otros grupos sociales extraen muchos de sus intelectuales
de la masa de campesinos y que gran parte de los intelectuales tradicionales son de
origen campesino.

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2) Pero cada grupo social "esencial", al surgir a la historia desde la estructura
económica precedente y como expresión del desarrollo de esa estructura, ha encontrado,
por lo menos en la historia hasta ahora desenvuelta, categorías intelectuales
preexistentes y que además aparecían como representantes de una continuidad histórica
no interrumpida aun por los más complicados y radicales cambios de las formas
políticas y sociales.
La más típica de estas categorías intelectuales es la de los eclesiásticos, por largo tiempo
monopolizadores (durante toda una etapa histórica que en parte se caracteriza por este
monopolio) de algunos servicios importantes: la ideología religiosa, es decir la filosofía
y la ciencia de la época, con la escuela, la instrucción, la moral, la justicia, la
beneficencia, la asistencia, etc. La categoría de los eclesiásticos puede ser considerada
como la categoría intelectual orgánicamente ligada a la aristocracia terrateniente;
jurídicamente estaba equiparada a la aristocracia; con la que compartía el ejercicio de la
propiedad feudal de la tierra y el uso de los privilegios estatales ligados a la propiedad.
* Pero el monopolio de las superestructuras por parte de los eclesiásticos ** no se
ejerció sin luchas y limitaciones, y por eso nacieron, en variadas formas (que se deben
estudiar e investigar concretamente), otras categorías, favorecidas y acrecentadas por el
afianzamiento del poder central del monarca hasta llegar al absolutismo. De ese modo la
aristocracia de la toga se fue formando, con sus propios privilegios, un grupo de
administradores, etc.: científicos, teóricos, filósofos no eclesiásticos, etc.
Así como estas diversas categorías de intelectuales tradicionales sienten con "espíritu de
cuerpo" su no interrumpida continuidad histórica y su "calificación", del mismo modo
se conservan a sí mismas como autónomas e independientes del grupo social dominante.
Esta autoposición no carece de consecuencias de vasto alcance en el campo ideológico y
político: toda la filosofía idealista se puede relacionar fácilmente con esta posición
asumida por el complejo social de los intelectuales y se puede definir la expresión de
esa utopía social según la cual los intelectuales se creen "independientes", autónomos,
investidos de caracteres propios, etc.
Sin embargo, debe observarse que si bien el Papa y la alta jerarquía de la Iglesia se
creen más ligados a Cristo y a los apóstoles que a los señores senadores Agnelli y
Benni, no ocurre lo mismo con Gentile y Croce, por ejemplo; Croce, en especial, se
siente estrechamente ligado a Aristóteles y a Platón, pero en cambio no oculta su
relación con los senadores Agnelli y Benni y en eso precisamente se debe buscar el
carácter más sobresaliente de la filosofía de Croce.
¿Cuáles son los límites "máximos" que admite el término "intelectual"? ¿Se puede
encontrar un criterio unitario para caracterizar igualmente todas las diversas y variadas
actividades intelectuales y para distinguir a éstas al mismo tiempo y de modo esencial
de las actividades de las otras agrupaciones sociales? El error metódico más difundido,
en mi opinión, es el de haber buscado este criterio de distinción en lo intrínseco de las
actividades intelectuales y no, en cambio, en el conjunto del sistema de relaciones en
que esas actividades se hallan (y por lo tanto en los grupos que las representan) en el
complejo general de las relaciones sociales. Y en verdad el obrero o proletario, por
ejemplo, no se caracteriza específicamente por el trabajo manual o instrumental, sino
por la situación de ese trabajo en determinadas condiciones y en determinadas
relaciones sociales (además de la consideración de que no existe trabajo puramente
físico y de que la expresión de Taylor de "gorila amaestrado" es una metáfora para
indicar un límite en cierta dirección: en cualquier trabajo físico; aunque se trate del más
mecánico y degradado, siempre existe un mínimo de calidad técnica, es decir un
mínimo de actividad creativa). Ya se ha observado que el empresario, por su misma

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función, debe tener en cierta medida algunas cualidades de tipo intelectual, si bien su
figura social no está caracterizada por esas cualidades sino por las relaciones generales
sociales que caracterizan la posición del empresario en la industria.
Todos los hombres son intelectuales, podríamos decir, pero no todos los hombres tienen
en la sociedad la función de intelectuales.*
* Así, por ejemplo, porque puede suceder que todos en determinado momento sepan freír dos huevos o
coserse un desgarrón del saco, no por eso se afirmará que todos son cocineros o sastres.
Cuando se distingue entre intelectuales y no intelectuales, en realidad sólo se hace
referencia a la inmediata función social de la categoría profesional de los intelectuales,
es decir, se tiene en cuenta la dirección en que gravita el mayor peso de la actividad
específica profesional, si en la elaboración intelectual o en el esfuerzo nervioso-
muscular. Esto significa que si se puede hablar de intelectuales, no tiene sentido hablar
de no-intelectuales, porque los no-intelectuales no existen. Pero la misma relación entre
esfuerzo de elaboración intelectual-cerebral y esfuerzo nervioso-muscular no es siempre
igual; por eso se dan diversos grados de actividad específicamente intelectual. No hay
actividad humana de la que se pueda excluir toda intervención intelectual, no se puede
separar el homo faber del homo sapiens. Cada hombre, considerado fuera de su
profesión, despliega cierta actividad intelectual, es decir, es un "filósofo", un artista, un
hombre de buen gusto, participa en una concepción del mundo, tiene una consciente
línea de conducta moral, y por eso contribuye a sostener o a modificar una concepción
del mundo, es decir, a suscitar nuevos modos de pensar.
El problema de la creación de un nuevo grupo intelectual consiste, por lo tanto, en
elaborar críticamente la actividad que existe en cada uno en cierto grado de desarrollo;
modificando su relación con el esfuerzo nervioso-muscular en un nuevo equilibrio, y
logrando que el mismo esfuerzo nervioso-muscular, en tanto elemento de una actividad
práctica general, que renueva constantemente el mundo físico y social, llegue a ser el
fundamento de una nueva e integral concepción del mundo. El tipo tradicional y
vulgarizado del intelectual está dado por el literato, el filósofo y el artista. Por lo tanto
los periodistas, que pretenden ser literatos, filósofos y artistas, pretenden también ser los
"verdaderos" intelectuales. En el mundo moderno la educación técnica, ligada
estrechamente al trabajo industrial, aun el más primitivo y descalificado, debe formar la
base del nuevo tipo de intelectual.
Con esa base ha trabajado el semanario Ordine Nuovo para desarrollar ciertas formas de
un nuevo intelectualismo y para determinar nuevos conceptos, y no ha sido ésta una de
las razones menores de su éxito, porque tal posición correspondía a aspiraciones latentes
y estaba de acuerdo con el desarrollo de las formas reales de vida. El modo de ser del
nuevo intelectual ya no puede consistir en la elocuencia, motora exterior y momentánea
de los afectos y de las pasiones, sino en su participación activa en la vida práctica, como
constructor, organizador, "persuasivo permanentemente" no como simple orador y, sin
embargo, superior al espíritu matemático abstracto; a partir de la técnica-trabajo llega a
la técnica-ciencia y a la concepción humanista histórica, sin la cual se es "especialista" y
no se llega a ser "dirigente" (especialista + político).
Así se plasman históricamente ciertas categorías especializadas para el ejercicio de la
función intelectual, se forman en conexión con todos los grupos sociales, pero en
especial con los más importantes, y sufren elaboraciones más extensas y complejas en
conexión con el grupo social dominante. Una de las características más relevantes de
cada grupo, que se desarrolla en dirección al dominio, es su lucha por la asimilación y la
conquista "ideológica" de los intelectuales tradicionales, asimilación y conquista que es

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tanto más rápida y eficaz cuanto más rápidamente elabora el grupo dado, en forma
simultánea, sus propios intelectuales orgánicos.
El enorme desarrollo alcanzado por la actividad y la organización escolar (en sentido
amplio), en las sociedades que surgieron del mundo medieval, muestra la importancia
que han alcanzado en el mundo moderno las categorías y las funciones intelectuales: en
la medida en que se ha tratado de profundizar y ensanchar la "intelectualidad" de cada
individuo, también se tendió a multiplicar las especializaciones y a perfeccionarlas. Esto
se cumple gracias a las instituciones escolares de diverso grado, hasta los organismos
para promover la llamada "alta cultura", en cada campo de la ciencia y de la técnica.
La escuela es el instrumento para formar los intelectuales de diverso grado. La
complejidad de las funciones intelectuales en los diversos Estados se puede medir
objetivamente por la cantidad de escuelas especializadas y por su jerarquización: cuanto
más extensa es el "área" escolar y cuanto más numerosos son los grados" "verticales" de
la escuela, tanto más complejo es el mundo cultural, la civilización, de un determinado
Estado. Se puede encontrar un parangón en la esfera de la técnica industrial: la
industrialización de un país se mide por su capacidad en la construcción de máquinas
para construir máquinas y en la fabricación de instrumentos cada vez más precisos para
construir máquinas e instrumentos para construir máquinas, etc. El país que tiene los
mejores elementos para construir instrumentos para los gabinetes experimentales de los
científicos y para construir instrumentos para poner a punto esos instrumentos, puede
ser considerado como el país más avanzado en el campo técnico-industrial, el más
civilizado, etc. Así ocurre en la preparación de los intelectuales y en las escuelas
dedicadas a esta preparación; escuelas e institutos de alta cultura son asimilables.
También en este campo la cantidad no puede separarse de la calidad. A la más refinada
especialización técnico-cultural, debe necesariamente corresponder la mayor extensión
posible, en la difusión de la instrucción primaria y la mayor disposición para favorecer,
con los grados intermedios, al número mayor de personas. Naturalmente, esta necesidad
de crear la más amplia base posible para la selección y la elaboración de las más altas
cualidades intelectuales --es decir: de dar a la cultura y a la técnica superior una
estructura democrática-- no carece de inconvenientes: se crea de ese modo la posibilidad
de vastas crisis de desocupación en los estratos medios intelectuales, como ocurre
efectivamente en todas las sociedades modernas.
Se debe observar que la elaboración de los grupos intelectuales en la realidad concreta
no se cumple en un terreno democrático-abstracto, sino de acuerdo con procesos
históricos tradicionales muy concretos. Se han formado grupos que tradicionalmente
"producen" intelectuales y son esos mismos grupos los que con frecuencia se
especializan en el "ahorro", es decir, la pequeña y la media burguesía terrateniente y
algunos estratos de la pequeña y de la media burguesía de las ciudades. La variada
distribución de los diversos tipos de escuelas (clásicas y profesionales) en el terreno
"económico" y las distintas aspiraciones de las múltiples categorías de estos grupos
determinan o dan forma a la producción de las diversas ramas de especialización
intelectual. La burguesía rural en Italia, por ejemplo, produce en especial funcionarios
estatales y profesionales liberales, mientras que la burguesía ciudadana produce técnicos
para la industria; por eso la Italia septentrional produce especialmente técnicos y en
cambio la Italia meridional principalmente funcionarios y profesionales.
La relación entre los intelectuales y el mundo de la producción no es inmediata, como
ocurre con los grupos sociales fundamentales, sino que es "mediata" en grado diverso en
todo el tejido social y en el complejo de las superestructuras, en los que los intelectuales
son los "funcionarios". Se podría medir la "organicidad" de los diversos estratos

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intelectuales y su conexión más o menos estrecha con un grupo social fundamental,
fijando una gradación de las funciones y de las superestructuras de abajo hacia arriba
(desde la base estructural hacia arriba). Por ahora se pueden fijar dos grandes planos
superestructurales, el que se puede llamar de la "sociedad civil", que está formado por el
conjunto de los organismos vulgarmente llamados "privados", y el de la "sociedad
política o Estado"; y que corresponden a la función de "hegemonía" que el grupo
dominante ejerce en toda sociedad y a la de "dominio directo" o de comando que se
expresa en el Estado y en el gobierno "jurídico". Estas funciones son precisamente
organizativas y conectivas. Los intelectuales son los "empleados" del grupo dominante
para el ejercicio de las funciones subalternas de la hegemonía social y del gobierno
político, a saber: 1) del "consenso" espontáneo que las grandes masas de la población
dan a la dirección impuesta a la vida social por el grupo fundamental dominante,
consenso que históricamente nace del prestigio (y por lo tanto de la confianza) que el
grupo dominante deriva de su posición y de su función en el mundo de la producción; 2)
del aparato de coerción estatal que asegura "legalmente" la disciplina de aquellos grupos
que no "consienten" ni activa ni pasivamente, pero que el mismo está preparado para
toda la sociedad en previsión de los momentos de crisis en el comando y en la dirección,
casos en que no se da el consenso espontáneo.
Este planteo del problema da como resultado una extensión muy grande del concepto de
intelectual, pero sólo de esta manera es posible alcanzar una aproximación concreta a la
realidad. Este modo de plantear la cuestión choca contra preconceptos de casta: es
verdad que la misma función organizativa de la hegemonía social y del dominio estatal
da lugar a cierta división del trabajo y por eso a toda una gradación de calificaciones, en
algunas de las cuales ya no aparece ninguna atribución directiva y organizativa: en el
aparato de dirección social y estatal existe toda una serie de empleos de carácter manual
e instrumental (de orden y no de concepto, de agente y no de oficial o de funcionario,
etc.); pero evidentemente es preciso hacer esta distinción, como será necesario hacer
también alguna otra. De hecho, la actividad intelectual debe ser distinguida en grados
también desde el punto de vista intrínseco, grados que en los momentos de extrema
oposición dan una verdadera diferencia cualitativa: en el más alto grado se colocarán los
creadores de las diversas ciencias, de la filosofía, del arte, etc.; en el nivel más bajo, los
más humildes "administradores" y divulgadores de la riqueza intelectual ya existente,
tradicional, acumulada.*
* El organismo militar, también en este caso, ofrece un modelo de estas complejas graduaciones: oficiales
subalternos, oficiales superiores, estado mayor; y no deben olvidarse los graduados de tropa, cuya
importancia real es mayor de lo que comúnmente se piensa. Es interesante notar que todas estas partes se
sienten solidarias y que los niveles inferiores manifiestan un espíritu de cuerpo más visible; de ello resulta
un "orgullo" que con frecuencia los expone a las bromas a las burlas.
En el mundo moderno la categoría de los intelectuales, así entendida, se ha ampliado de
modo increíble. El sistema social democrático-burocrático ha gestado masas
imponentes, no todas justificadas por las necesidades sociales de la producción, aunque
justificadas por las necesidades políticas del grupo fundamental dominante. De ahí la
concepción loriana * del "trabajador" improductivo (¿pero improductivo con respecto a
quién y a qué modo de producción?), que podría justificarse en parte si se tiene en
cuenta que estas masas disfrutan de su posición haciéndose asignar enormes sumas de la
renta nacional. El concepto de masa ha estandarizado a los individuos como calificación
individual y como psicología, determinando los mismos fenómenos de todas las otras
masas estandarizadas: concurrencia que plantea la necesidad de la organización
profesional de la defensa, de la desocupación, de la superproducción escolar, de la
emigración, etc.

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