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ANÁLISIS

COMPARATIVO DE LAS
CONSTITUCIONES DE
ALEMANIA, FRANCIA Y
PORTUGAL
Lorena Palacios – 1º Sociología aplicada

UNIVERSIDAD PÚBLICA DE NAVARRA


INDICE

Introducción……………………………………………………………………. Pag 2

Constitución de Alemania……………………………………………………… Pag 2

Constitución de Francia………………………………………………………… Pag 3

Constitución de Portugal………………………………………………………... Pag 4

Comparación……………………………………………………………………. Pag 5

Bibliografía …………………………………………………………………….. Pag 7

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Introducción
La constitución es aquella ley explícita que limita los poderes del poder ejecutivo.
Encontramos la mejor definición en la obra de los primeros liberales, tales como
Constant: “la legalidad impuesta al poder”.
La constitución recoge una serie de instituciones y normas que son fundamentales, es
decir, toda norma o ley debe estar fundada en la constitución. Esta ley fundamental
regula el funcionamiento del poder político del Estado además de garantizar derechos a
los ciudadanos.
Cumple dos fines: diseñar la estructura del Estado y la integración de derechos y
libertades individuales que previenen el carácter expansivo y acaparador del poder.

1 - Constitución de Alemania
El marco político que limita el Estado de Alemania está definido por la Constitución de
1949, la cual reconoce a este país como un Estado federal, democrático y social.
Esta constitución posee una amplia extensión (146 artículos), del mismo modo, es una
ley escrita puesto que el Estado positiviza la constitución. Además, dispone de
contenido real y efectivo debido a que garantiza derechos a los ciudadanos.
La Ley Fundamental de Bonn es una constitución relativamente flexible en lo que a las
posibilidades de reforma se refiere. Todas las constituciones alemanas anteriores habían
previsto la reforma constitucional de forma menos restrictiva que la actual. Sin
embargo, esta ley continúa poseyendo un carácter rígido.
A este aspecto de Norma Fundamental se debe la limitación de las posibilidades de
reforma, propia de la Constitución alemana, convirtiéndose así, en una constitución de
carácter cerrado. Así, como el artículo 79.2 LF preceptúa, sólo es posible realizar una
reforma constitucional mediante la aprobación por una mayoría cualificada de dos
tercios del Bundestag (Cámara de Diputados) y de dos tercios de los votos del Sundesraí
(Consejo Federal).
Basándonos en el artículo 54 y 62, Alemania se trata de una democracia parlamentaria
puesto que el Jefe del Estado es el Presidente Federal, elegido por la Asamblea
Parlamentaria, un órgano constitucional que se reúne exclusivamente a estos efectos. El
Presidente Federal posee funciones representativas y protectoras de la Constitución
ejerciendo así, un papel de moderador de la vida política.
El poder ejecutivo es ejercido por el gobierno federal, presidido por el Canciller, único
miembro del Gobierno elegido por el Parlamento y propuesto por el Jefe del Estado.
Por otro lado, el poder legislativo posee dos formas: el Bundestag (parlamento federal)
y Bundesrat (Cámara de los Estados), el cual es el único órgano federal elegido
directamente por los ciudadanos. Esto provoca una alteración del sistema parlamentario
que se da comúnmente en otros sistemas de gobierno en beneficio del Bundestag, dado
que, con frecuencia, a otros jefes de gobierno únicamente se les comunica la confianza
del parlamento, sin que se produzca una elección directa.
Teniendo en cuenta estos aspectos, podemos decir que el poder legislativo es
absolutamente autónomo. Los derechos de control del parlamento con respecto al

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gobierno son escasos, únicamente se limitan a la reclamación de la presencia de
ministros del Gobierno federal, a la revisión de presupuestos y al nombramiento de
comisiones de investigación. Por ello, cabe decir que Alemania posee un sistema de
gobierno que se ajusta a una república parlamentaria, puesto que el jefe del estado tiene
una presencia limitada de 5 años y puesto que éste solo tiene funciones representativas.
El sistema electoral, según el artículo 54, es un sistema mixto mayoritario y de
representación proporcional, es decir, cada elector posee dos votos: el “primer voto”
para elegir a un candidato individual de una de las circunscripciones, y el “segundo
voto” para elegir una de las listas del rasgado político fijadas por cada alianza de cada
uno de los partidos políticos.
El consenso alcanzado por la actual constitución alemana se muestra como estable y
duradero. Las reformas realizadas hasta la fecha suponen una actualización técnica del
consenso alcanzado, basado en los valores esenciales de la dignidad humana, en los
demás derechos fundamentales y en el principio Estado de derecho y social.

2 – Constitución de Francia
El poder político estatal de Francia está limitado por la constitución francesa de 1958, la
cual define a este país como una república presidencialista.
Esta constitución posee las siguientes características: posee una extensión moderada (92
artículos, 1 preámbulo y 17 títulos); es una ley escrita puesto que, aparece en un código
de derecho; por último, es una constitución cerrada ya que se acude a un mecanismo de
modificación para poder cambiarla. Basándonos en el artículo 89, esta ley posee un
carácter rígido ya que establece procedimientos restrictivos para modificarla (mayorías
cualificadas, gratificación popular…).
Por otro lado, en cuanto a la efectividad de esta constitución, podemos decir que en gran
parte lo es porque tiene contenido real, es decir, concede derechos a los gobernados. Sin
embargo, las normas estatales están cada vez más coaccionadas por la influencia de
tratados y jurisdicciones internacionales, de ahí su carácter normativo.
En lo que se refiere al sistema de gobierno, Francia es un país semipresidencial. Este
sistema, desarrollado por el politólogo Duverger, tuvo origen en esta constitución para
poner fin al sistema parlamentario extremo de la IV República tomando elementos
parlamentarios y presidenciales.
En el sistema semipresidencial francés, el Jefe del Estado es elegido mediante un
procedimiento distinto al del legislativo, por ello el presidente no responde a la cámara
y éste no puede deponerle.
Sin embargo, en este sistema, el poder ejecutivo es doble: hay un Jefe del Estado
elegido por el sufragio universal y un jefe de gobierno designado por el Jefe del Estado,
pero aprobado por la cámara. El 1º ministro forma y reúne a los ministros, pero el que
preside es el Jefe del Estado.
Las pretensiones políticas del Jefe del Estado tienen que coincidir con la cámara (poder
legislativo). El problema del sistema francés surge cuando el presidente de la República
no está de acuerdo con la cámara, dándose así, un caso de cohabitación.

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El presidente es elegido mediante un procedimiento de segunda vuelta llamado
Ballotage. La 2º vuelta elimina a los partidos menos representados, suele ser de carácter
bipartidista. De este modo, las mayorías salen reforzadas en la 2º vuelta, desapareciendo
así, el déficit de elección democrática.

En conclusión, la constitución francesa estipula un sistema de gobierno basado en la


combinación de poder legislativo y ejecutivo.

Elecciones francesas de 2017


1º Vuelta 2º Vuelta Diferencia
Macron 24,01% 66,10% +42.09%
Le Pen 21,30% 33,90% +12.60%
Votos totales 45.31% 100%

3 – Constitución de Portugal
El marco político que restringe el poder político estatal de Portugal viene dado por la
constitución portuguesa de 1976, la cual reconoce a este país como una república.
La constitución portuguesa se caracteriza por ser una ley explícita excesivamente larga
(311 artículos); es una constitución escrita ya que aparece en un código de derecho; por
otro lado, se trata de una constitución formal y real puesto que tiene forma legal y,
además, concede garantías; consiste en una ley que ha sido impuesta debido a que
procede de un proceso revolucionario, en este caso, de la liberación del régimen
fascista; por último, esta constitución es rígida por lo general, no obstante, es bastante
abierta y flexible en cuanto a la incorporación de garantías fundamentales porque el
propio texto de la constitución prevé la integración de derechos de otras fuentes
normativas, véase este concepto reflejado en el artículo 16.
Esta constitución se considera como la cúspide del sistema jurídico-político de Portugal,
debido a que el Estado y la soberanía del pueblo están subordinados a ella, tal y como
dice en el artículo 3.
En cuanto a la forma de gobierno, se trata de un sistema semipresidencialista, en el cual
el poder ejecutivo es ejercido por el presidente de la república (Marcelo Rebelo de
Sousa) elegido por sufragio universal y directo ,y por el Gobierno, encabezado por el
primer ministro, quien preside el Consejo de ministros. Por otro lado, el poder
legislativo reside en la Asamblea de la República, unicameral y formada por 230
miembros elegidos por sufragio universal y directo de acuerdo con un sistema de
representación proporcional.
De esta forma, el sistema gubernamental está basado por tres órganos de soberanía: el
Parlamento, el Gobierno y el Presidente de la República. En etapas estables, el gobierno
y el parlamento poseen solidez política, aunque el Presidente, reforzado por su
legitimidad propia, tenga importantes poderes de intervención (artículo 145) con base en

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su propio juicio de necesidad política. Es por ello por lo que el sistema político
portugués se caracteriza por la combinación del poder ejecutivo y legislativo.
En cuanto al sistema electoral, teniendo en cuenta el artículo 149, podemos decir que
está basado en circunscripciones electorales geográficamente definidas en la ley, la cual
determina la existencia de circunscripciones plurinominales o uninominales, así como la
respectiva naturaleza y otros elementos complementarios como forma de asegurar el
sistema de representación proporcional.
Para resumir, el desarrollo y adaptación de esta constitución a nuevos fenómenos
sociales y políticos la ha caracterizado por ser una ley con un espíritu de incorporación,
flexibilidad y reconocimiento de más garantías fundamentales y de profundización de
las autonomías. La imposición de la Constitución portuguesa de 1976 supuso una
ruptura con el anterior régimen fascista portugués llevando a cabo el desarrollo de un
Estado democrático de Derecho (artículo 8). 

4- Comparación
Desde un punto de vista histórico-constitucional, podemos observar que la Ley
Fundamental de Bonn y la Constitución francesa de 1958 han influido notablemente en
la Constitución portuguesa de 1976. Además, en cuanto al origen, la constitución de
Portugal procede de una revolución política y social, mientras que la de Francia y
Alemania provienen de malas experiencias históricas y políticas.  
Por otro lado, Francia y Portugal están basados en un sistema de gobierno
semipresidencialista según contemplan sus respectivas constituciones, mientras que la
República Federal de Alemania combina elementos de sistemas parlamentarios y
federales.
Asimismo, y en lo que se refiere a la forma de gobierno, ambos países son una república
basada en la división de poderes. No obstante, podemos observar una clara distinción en
cuanto a que Portugal y Alemania son un Estado social de Derecho (dícese de aquel
Estado de prestaciones que asume la gestión y distribución de bienes y servicios por sí
mismo y orientado a la ejecución de sus políticas mediante agentes sociales), mientras
que la constitución de Francia defiende un Estado de bienestar (política diseñada para
atender las necesidades materiales de un sector concreto de la población).
En lo que se refiere a la relación entre la ley y el reglamento, la constitución alemana
está basada en procesos ordinarios, mientras que las constituciones de Francia y
Portugal se caracterizan por poseer un modelo de leyes orgánicas, las cuales se sitúan
entre la Constitución y las leyes ordinarias, cuya finalidad es regular los ámbitos
importantes del ordenamiento. Un aspecto en común de ambas constituciones es que
disponen de un carácter rígido y contenido real.
En cuanto a la soberanía, Jellinek dice: “La soberanía es una concepción de índole
política, que sólo más tarde se ha condensado en una de índole jurídica”. Debemos saber
que, tanto la soberanía popular como la soberanía nacional hacen referencia a un mismo
término, es decir, a la soberanía de la comunidad política. Ello puede aclararse si se
toman en cuenta: la confusa utilización de los términos pueblo y nación en la literatura;
y el hecho de que las constituciones de los Estados modernos establezcan el principio de
la soberanía popular y nacional de manera indistinta, aludiendo a la soberanía del

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pueblo. Así lo hacen el artículo 3 de la Constitución francesa, el artículo 3 de la
Constitución portuguesa y el artículo 20 de la Ley Fundamental alemana.
Por último, podemos observar que ambas constituciones se decantan por un sufragio
universal, es decir, ambos países poseen un sistema electoral en el que tienen derecho a
votar todas las personas mayores de edad, sea cual sea su sexo o condición.
En conclusión, estas tres constituciones, pese a tener algunas diferencias en lo que se
refiere a la forma de gobierno o en relación con la regulación de leyes, tienen en común
el objetivo básico de toda constitución: garantizar y proteger los derechos y libertades
de los gobernados, como individuos y en su asociación con otros.

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Bibliografía consultada:
Polakiewicz, J. (1993). El proceso histórico de la implantación de los derechos
fundamentales en Alemania. Revista de estudios políticos, (81), 23-46.
Gil, A. A. (2012). Cualidad estatal, soberanía, autonomía constitucional y competencia
en la República Federal de Alemania: las constituciones de los' Länder'. Revista
d'estudis autonòmics i federals, (16), 30-73.
Varela Suanzes-Carpegna, J. (1998). Las cuatro etapas de la historia constitucional
comparada”. Textos Básicos de la Historia Constitucional Comparada, Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC), Madrid.
de Vergottini, G. (2018). Análisis comparativo y derecho constitucional. THEMIS:
Revista de Derecho, (73), 235-249.
Arnold, R. (1992). La reforma constitucional en Alemania. Revista de Derecho Político,
(37).

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