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Determinado que el recurso reúne los requisitos de procedencia establecidos en los arts.
586 inciso 1° CT, y 519 ordinal 3° CPCM, se pro sigue con el análisis de los requisitos formales
de interposición, atinente a los elementos externos e internos propios del mismo.
Se observa, que el escrito fue presentado ante el Tribunal que dictó la resolución
impugnada, la cual se notificó por medio esquela a las 12:15h del 16-VIII-2018, por lo que
considerando los cinco días hábiles para el ejercicio del derecho, el plazo vencía el 23-VIII-8; de
tal manera, el recurso fue interpuesto en el plazo legal, es decir, el 23-VIII-18, el día de su
vencimiento, acompañado del comprobante de recibo de ingreso número uno tres cero cero ocho
cero cero seis seis, como constancia de haber depositado la suma a que se refiere el inc. 1° del art.
586 CT, en Fondos Ajenos en Custodia de la Dirección General de Tesorería del Ministerio de
Hacienda. Arts. 591 inc. 1° del Código de Trabajo y 525 del Código Procesal Civil y Mercantil.
De conformidad a los arts. 593 y 602 del Código de Trabajo, el análisis de las denuncias
casacionales tanto de forma como de fondo, se efectúa de acuerdo a lo prescrito en el art. 528
CPCM, en tal sentido, el impugnante está obligado a puntualizar e individualizar el motivo
genérico y específico invocado, arts. 587, 588 y 589 CT, así como las disposiciones legales que
se han calificado como infringidas, expresando de forma clara y concreta, los argumentos o la
explicación de cómo entiende el recurrente se ha producido la transgresión, sin obviar la absoluta
correspondencia con el vicio de fondo o forma que se está alegando.
De esa forma, en la exposición del escrito se advierte, que el recurrente fundamenta el
recurso en el motivo genérico de infracción de ley, y en los motivos específicos de aplicación
indebida de leyes, art. 463 CT; error de derecho en la apreciación de la prueba documental, art.
402 CT; error de hecho en la apreciación de la prueba, declaración de parte contraria, arts. 353
CPCM y 461 CT; y, error de derecho en la apreciación de la prueba testimonial, arts. 410 inc. 2°
CT y 356 CPCM.
Para ilustrar a este Tribunal el recurrente expresó lo siguiente: “[...] En primera instancia
pedí que el proceso individual de trabajo que nos ocupa se dirimiera bajo las normas procesales
del Código de Trabajo, puesto que en nuestro criterio el Código de Trabajo es una ley especial
que prima sobre otras normas procesales, y que salvo excepciones, el aplicador de justicia debe
de hacer prevalecer el Código de Trabajo sobre otras normas en tal sentido oportunamente se
impugnó la decisión del juzgador de no aplicar el Art. 463 CT., para obtener la declaración ficta
del demandado; el señor Juez Aquo en cambio ordenó validar lo pedido por el señor defensor
público, citando al demandado a rendir declaración de parte contraria de conformidad con los
Arts. 345 y 348 del Código Procesal Civil y Mercantil (CPCM). [...]en suma, de haberse aplicado
la norma correcta, y evacuado un pliego de posiciones la patronal, indefectiblemente que el
resultado del proceso sería diferente, particularmente en torno a la presunción del despido, que no
ha sido probado.----Es por ello Honorable Cámara que considero habéis cometido infracción de
Ley por aplicación indebida de Leyes, al ratificar el criterio del juez A quo y agregar vuestro
propio criterio afirmando que la disposición legal del CT. ya no tiene aplicación práctica, lo que
es semejante a afirmar que la estaríais derogando sin tener facultades para ello. [...]”. (sic).
En esta oportunidad el concepto del yerro lo expresó así: “[...] Vos Honorable Cámara, en
vuestra sentencia, (apartado 5.3.3) habéis ratificado lo actuado por el señor Juez A quo, que en su
sentencia se negó a aplicar la norma que considero infringida, y en su defecto se basó en los Arts.
318 y 319 del CPCM, para desestimar toda la prueba documental presentada, no obstante que la
misma consistía en documentos privados y documentos autenticados estrictamente atinentes al
caso que se estaba juzgando, de tal manera que al haber desestimado toda la prueba documental
válidamente agregada, nuevamente colocaste al ciudadano demandado en un estado de
indefensión, sin posibilidad de resguardar sus derechos, y nuevamente infringiste la ley al
confirmar las actuaciones del señor Juez Aquo, y expresar vuestro propio criterio en el mismo
sentido, al negarse a aplicar en la sentencia, ley vigente, es decir el Art. 402 del CT., que
reconocía el valor probatorio de los documentos válidamente agregados al proceso; al ratificar lo
actuado por la primera instancia no tomaste en cuenta que el rechazo de la prueba conforme a las
normas del CPCM, entraba en contradicción con lo resuelto por el mismo juzgado, quien por
resolución de las doce horas treinta minutos del día veinte de marzo de dos mil dieciocho,
admitió la prueba documental conforme a las reglas de CT., y posteriormente en la sentencia la
rechaza conforme a las reglas de CPCM., no obstante que la prueba era pertinente al guardar
relación con el objeto del proceso, idónea y no superflua, y que: la prueba en si consistía en
documentos legítimamente obtenidos.---Con la prueba documental consistente en documentos
privados y documentos autenticados no redargüidos por la otra parte o señalados de falsedad,
quedó ampliamente demostradas las dos excepciones: que oportunamente se opusieron en este
proceso, es decir la de “temporalidad de las labores y del contrato de trabajo” y “prescripción de
la acción intentada”, como hechos relevantes que demuestran la terminación de la relación
laboral, no por despido, como erradamente lo afirmáis en vuestra sentencia; a este respecto, vos
Honorable Cámara resolviste que según el Art. 25 Inciso segundo del CT., solo el contrato de
trabajo escrito es permisible por la ley para probar la temporalidad de las labores del trabajador
demandante; [...] por estas razones Honorable Cámara habéis cometido Error de Derecho en la
apreciación de la prueba documental, la cual ni siquiera considerasteis en la sentencia y solo te
conformaste a confirmar lo actuado, bajo vuestro propio criterio, pretendiendo aplicar de manen
parcial la sentencia de la Sala de lo Civil. [...]”. (sic).
De lo anterior se infiere que para que se produzca el error es indispensable que exista
valoración de la prueba por parte del tribunal de conocimiento, para este caso de la Cámara; sin
embargo, el impugnante en su exposición se refiere a que el Ad quem resolvió de conformidad al
inc. 2° del art. 25 CT, en el sentido que sólo el contrato de trabajo escrito es permisible por la ley
para probar la temporalidad de las labores, y dejó de lado explicar cómo o de qué manera en el
análisis de la prueba documental no le otorgó el valor que tiene la referida prueba en el
ordenamiento jurídico, así como describir la misma; tanto así que, en la parte final del argumento
enfatiza que ni siquiera la consideró en la sentencia; en conclusión, dada la omisión en la
exposición del agravio, este Tribunal deberá declarar inadmisible el sub-motivo.
El art. 353 del Código señala que “el juez o tribunal, podrá considerar como ciertos los
hechos que una parte haya reconocido en la contestación al interrogatorio, si en ellos hubiera
intervenido personalmente, siempre que a tal reconocimiento no se oponga el resultado de las
otras pruebas. En lo demás, el resultado de la declaración se apreciará conforme a las reglas de
la sana crítica”
Dicho lo anterior, el sub-motivo deberá declararse inadmisible por el art. 353 CPCM, en
virtud de la falta de fundamentación del mismo.
El argumento con respecto a este precepto es genérico, pues únicamente hace referencia a
que el Ad quem incurrió en el error de hecho en la apreciación de la prueba de declaración de
parte contraria, haciendo referencia a la valoración de la prueba de conformidad a la sana crítica;
no obstante, el yerro atribuido a la Cámara únicamente es posible alegarlo cuando la declaración
de parte contraria-antes confesión- no ha sido apreciada en relación a otras prueba, supuesto que
se estudió en el apartado anterior con motivo del art. 353 CPCM, por tal razón este sub-motivo
tampoco en admisible por la disposición alegada.
En este apartado el abogado Samayoa Martínez sostiene similar argumento al del precepto
anterior; así mismo expresa que la Cámara citó el tema del parentesco del testigo para sustentar el
criterio de no afectación al proceso; no obstante, se limita a enfatizar que el Ad quem ratificó la
sentencia del A quo aun cuando este debió desestimar la declaración del testigo como
oportunamente se le solicitó, lo que no resolvió, y omite manifestar el por qué del error atribuido
a la Cámara, es decir, por qué el análisis fue fallido; adicional a ello, no hace referencia a cuál
regla de credibilidad contenida en la disposición fue afectada por parte del tribunal, esto en virtud
que contiene varios incisos; por ende, dada la falta de fundamentación el sub-motivo es
inadmisible y así deberá declararse.
Por las argumentaciones expuestas, y conforme a lo establecido en los arts. 586, 591, 593
y 602 CT., y arts. 528 y 530 Código Procesal Civil y Mercantil, esta Sala RESUELVE: I)
INADMÍTESE el recurso por la causa genérica de infracción de ley y los motivo específicos:
aplicación indebida de leyes, art. 463 CT; error de derecho en la apreciación de la prueba
documental, art. 402 CT; error de hecho en la apreciación de la prueba, declaración de parte
contraria, arts. 353 CPCM y 461 CT; y, error de derecho en la apreciación de la prueba
testimonial, arts. 410 inc. 2° CT y 356 CPCM; II) Ordénase a la Cámara Primera de lo Laboral,
entregue al trabajador OGR la cantidad de ciento catorce dólares veintinueve centavos de dólar
de los Estados Unidos de América, en concepto de indemnización por la interposición de este
recurso, depositada por el licenciado MARIO ERNESTO SAMAYOA MARTÍNEZ, en calidad
de Apoderado General Judicial del señor ERAF, por medio del recibo de ingreso número UNO
TRES CERO CERO OCHO CERO CERO SEIS SEIS; y, III Vuelvan los autos al Tribunal de
origen con certificación de esta resolución para los efectos legales correspondientes.
Notifíquese.