Está en la página 1de 4

SENTENCIA NUMERO: CIENTO UNO En la ciudad de Córdoba, a los diecisiete días del mes de

septiembre del año dos mil trece, siendo día y hora de Audiencia, se reúnen en Acuerdo
Público los integrantes de la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia, doctores Carlos F.
García Allocco y M. Mercedes Blanc de Arabel, bajo la presidencia del primero de los
nombrados, a fin de dictar sentencia en estos autos: "REYNA LUCAS FAVIO C/ GOMEZ HUGO
REINALDO -ORDINARIO- DESPIDO - RECUSOS DE CASACION" 101482/37, a raíz de los recursos
concedidos a las partes demandada y actora en contra de la sentencia N° 14/11, dictada por la
Sala Primera de la Cámara Única del Trabajo, constituida en Tribunal Unipersonal a cargo del
señor juez doctor Ricardo Alberto Vergara -Secretaría N° 2-, cuya copia obra a fs. 195/201 vta.,
en la que se resolvió: “I.- Hacer lugar en forma parcial a la demanda incoada por Lucas Favio
Reyna en contra de Hugo Reinaldo Gómez y, en consecuencia, condenar al accionado a abonar
al actor en concepto de diferencia de haberes por el período comprendido entre marzo y
octubre/06 y diez días del mes de noviembre/06; los montos que se determinarán en la etapa
previa de ejecución de sentencia conforme las pautas e intereses dados en los considerandos
con mas las costas por los rubros que prospera. II.- Rechazar la demanda en tanto pretende
indemnizaciones por antigüedad, omisión de preaviso, integración del mes de despido, haberes
de febrero, marzo y proporcional abril/08, indemnizaciones de los arts. 1 y 2 de la ley 25323 y
sanción del art. 132 bis L.C.T. con costas al vencido. III.- Diferir para la misma etapa procesal la
regulación de los honorarios de los letrados intervinientes….". Oportunamente se fijaron las
siguientes cuestiones a resolver: PRIMERA CUESTION: ¿Es procedente el recurso deducido por
la parte demandada? SEGUNDA CUESTION: ¿Qué debe resolverse respecto de la impugnación
de la actora? A LA TERCERA CUESTION: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar? Practicado
el sorteo de ley resultó que los señores Vocales emitieron su voto en el siguiente orden:
doctores M. Mercedes Blanc de Arabel, Luis Enrique Rubio y Carlos F. García Allocco. A LA
PRIMERA CUESTION PLANTEADA: La señora Vocal doctora M. Mercedes Blanc de Arabel, dijo:
1. El recurrente con sustento en la causal sustancial discute la decisión en cuanto hace lugar al
reclamo de diferencias de haberes de marzo/06 a octubre de 2006. Señala que el Tribunal
vulneró lo dispuesto por el art. 256 LCT, al no pronunciarse acerca de la excepción de
prescripción deducida por su parte teniendo en cuenta la fecha de interposición de la demanda
(18/09/08 ). Asimismo afirma que la condena carece de fundamentación pues alegó sólo que la
demandada no acompañó los recibos de haberes. Destaca que el a quo sostuvo que el actor
estaba debidamente registrado por los períodos del 1/12/05 al 10/11/06 y del 1/08 al 31/1/08,
resaltando que correspondía a Reyna acreditar que la relación se desenvolvió de modo
diferente tanto en lo que respecta al lapso temporal como a la modalidad y horarios de tareas
prestadas. Indica que su representada acompañó toda la documentación requerida (recibos de
haberes) conforme la relación laboral habida y que el accionante no probó haber trabajado la
jornada completa como afirma. 2. Es inadmisible. Respecto del primer planteo, el presentante
no logra demostrar el carácter dirimente del vicio que acusa. Ello porque efectúa su crítica
soslayando que el trabajador al constituir en mora en forma auténtica a su empleador (fs. 82,
83, 84 y 85) interrumpió el curso de la prescripción (art. 3986. 2do párr. CC.) De tal modo, el
agravio aparece infundado. Asimismo y en relación a la falta de fundamentación que opone
respecto de la condena de las referidas diferencias, la denuncia no es atendible. Es que más
allá de lo afirmado por el Sentenciante, lo cierto es que el casacionista no acepta que
tratándose de la acreditación de una excepción (jornada reducida) a la regla (jornada
completa), quien la alega, es quien debe probar ese extremo El impugnante no exhibe prueba
alguna que demuestre que efectivamente realizara una jornada reducida como señala. Voto
por la negativa El señor Vocal doctor Luis Enrique Rubio -oportunamente- dijo: Coincido con la
opinión expuesta por la señora vocal cuyo voto me precede. Por tanto, haciendo míos los
fundamentos emitidos, me expido en la misma forma. El señor Vocal doctor Carlos F. García
Allocco, dijo: A mi juicio es adecuada la respuesta que da la señora vocal doctora Blanc a la
primera cuestión. Por ello, de acuerdo a sus consideraciones, me pronuncio en igual sentido. A
LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA: La señora Vocal doctora M. Mercedes Blanc de Arabel,
dijo: 1. El casacionista cuestiona lo decidido por el Juzgador en relación a las fecha de ingreso,
reingreso, finalización del contrato de trabajo y la debida registración. Que entendió que el
libro del art. 52 LCT tenía plena eficacia porque si bien no fue intervenido por la autoridad de
contralor, coincidía con la información enviada a la AFIP y la planilla de fs. 94. Alega que con
dicha afirmación, se vulneró lo dispuesto por el art. 55 ib. por cuanto el defecto denunciado
(falta de intervención del Ministerio de Trabajo) se equipara a la no exhibición, originando una
presunción a favor del empleado de que son ciertas las afirmaciones denunciadas en demanda
(fecha de ingreso y egreso, salario y horario). Señala que el Juez no valoró que las datos que
aparecen a fs. 94 (base de datos de la AFIP) surgen de una declaración unilateral del empleador
y no un control efectuado por la entidad. Refiere que carece de fundamentación lo sostenido
por el a quo de que los datos coinciden. También sostiene que resulta dogmático afirmar que la
testimonial no aportó elementos favorables al actor sobre la fecha de ingreso. Resalta que si la
relación duró tres años, no podía exigir tanta precisión sobre ese aspecto y que las
declaraciones rendidas lograron conmover los dichos unilaterales del empleador ante la AFIP
respecto de los aspectos referenciados anteriormente -egreso, finalización del vínculo, etc.-.
Dice que los dichos de Ludueña, Lazarte y Zafalón no corroboraron la postura del empleador y
por el contrario la desvirtuaron. 2. El cuestionamiento es inadmisible por falta de
fundamentación. Acusa conjuntamente quebrantamientos sustanciales y formales,
transgrediendo las requisitos impuestos por el art. 100 CPT. No obstante lo anterior, cabe
señalar que los planteos del recurrente involucran cuestiones vinculadas a la selección y
valoración de prueba; por tanto pertenecen a la soberanía del Tribunal, resultando irrevisables
del modo intentado. En efecto en relación a la deficiencia señalada en los libros laborales, el
casacionista se limita a presentar un mérito distinto al del Juzgador, alegando que el defecto no
quedó subsanado con una declaración unilateral del empleador a la AFIP y que por ello debía
considerar que no fueron exhibidos (art. 55, LCT) pero no opone argumentos hábiles que
permitan determinar que el criterio del Tribunal contenga vicios que la invaliden. Asimismo
debe destacarse respecto del valor otorgado a las constancias de la AFIP y la planilla de fs. 94,
que expresamente se pronunció acerca de lo allí consignado y entendió en uso de facultades
propias que el contenido del referido libro encontraba corroboración plena en informativa de
esa entidad. Tampoco es de recibo lo referido a la prueba testimonial. Entiende que dicho
material servía para descalificar las declaraciones del demandado a la AFIP, y por tanto
demostraban que eran ciertas las afirmaciones consignadas al deducir la acción en relación a
las fechas en que se desenvolvió el vínculo laboral. Sin embargo, nuevamente no admite que la
controversia trasunta disconformidad con la apreciación de la testimonial, aspecto que la
forma en que se presenta, resulta ajeno a esta vía de excepción. No evidencia
quebrantamiento formal que invalide el pensamiento del Juzgador. 3. El impugnante denuncia
errónea aplicación del art. 1 de la ley 25.323. Acusa que el Sentenciante denegó la pretensión
sosteniendo que la relación laboral estaba bien registrada, y en el caso mandó a pagar las
diferencias de haberes porque se le abonaba como si trabajara media jornada. Entiende que
ello exhibe claramente que al momento del despido estaba registrada de modo deficiente.
Sostiene que vulneró el art. 242 LCT, porque se constaron las irregularidades denunciadas al
darse por despedido (se le pagó la mitad de lo que se le debía durante 9 meses y se registró de
modo deficiente la jornada) . 4. El planteo anterior resulta inadmisible, porque no se consigue
evidenciar el error jurídico que se acusa. El a quo luego de analizar el material rendido
determinó que no se verificó el vicio registral denunciado en demanda, presupuesto fáctico
indicado en el art. 1 de la ley 25323. Frente a ello no justifica con razones jurídicas por qué la
condena por las diferencias de haberes importe alguno de los supuestos que habilitan el
requerimiento sancionatorio por referencia a la inscripción defectuosa derivada de la ley
24.013, aspecto que se mantiene inalterable. En tales condiciones, el propósito impugnativo
aparece ineficaz para lograr la revisión perseguida. 5. Lo propio ocurre con la inobservancia del
art. 132 bis de la LCT. Es que opone que de las constancias de la AFIP no surge, como afirma el
a quo, que el empleador hiciera los aportes retenidos al trabajador, pero no demuestra su
aserto teniendo en cuenta todas las pruebas consideradas por el Juzgador (acogimiento al plan
"Mis Facilidades"). Ante esa deficiencia de fundamentación, la queja aparece como
disconformidad con el mérito de la prueba, aspecto no revisable en esta instancia de
excepción. 6. Se cuestiona la imposición de costas a su parte por los rubros rechazados. Aduce
que el a quo determinó que las distribuía de ese modo porque se dedujeron reclamos
manifiestamente improcedentes, circunstancia que excluía la aplicación del principio de
vencimiento objetivo (fs. 201). Pero, no brindó razones suficientes para sostener por qué una
acción que no prosperó lo autorizaba a apartarse de las disposiciones de art. 28 CPT. Declara
que el accionante demostró que tenía motivos para litigar y por tanto debió en el caso
imponerlas por su orden. 7. Es jurisprudencia conocida que su distribución es materia que
corresponde a la discrecionalidad de los Tribunales de Mérito. Sin embargo, en el subexamen
se advierte que el Juzgador se apartó de las previsiones que rigen la materia de que se trata en
el Fuero Laboral (art. 28 CPT). Es que brindó como único argumento que los reclamos eran
improcedentes, sin evaluar las especiales circunstancias que llevaron al trabajador a litigar. Así,
la dilucidación de la fecha de ingreso, la forma de extinción del vínculo, la procedencia de la
multa por defectos de registración y la del art. 132 bis. LCT, merecieron amplio debate en la
causa y un exhaustivo análisis por parte del Sentenciente. El hecho que a la postre el actor
resultara "vencido" en esos reclamos no autorizaba a apartarse de las opciones que brinda el
dispositivo mencionado para la distribución de las costas. En tanto las constancias de la causa
revelan el carácter opinable de la cuestión litigiosa, se dispone que las costas por los rubros
rechazados se impongan por el orden causado. Así voto. El señor Vocal doctor Luis Enrique
Rubio -oportunamente- dijo: Adhiero a las consideraciones expresadas en el voto que
antecede. Por tanto, me expido de igual modo. El señor Vocal doctor Carlos F. García Allocco,
dijo: Comparto la postura que propone la señora vocal doctora Blanc a la presente. Por ello, me
pronuncio de la misma manera. A LA TERCERA CUESTION PLANTEADA: La señora Vocal doctora
M. Mercedes Blanc de Arabel, dijo: A mérito de la votación que antecede corresponde rechazar
el recurso de casación deducido por la parte demandada, con costas. Admitir parcialmente el
de la actora y en consecuencia modificar el decisorio en lo que se refiere a la imposición de
costas, disponiendo que las generadas por los rubros rechazados sean por el orden causado.
Igual las de esta instancia atento el resultado a que se arriba. Los honorarios de los Dres. R. A.
G.; P. D. G., R. E. S. B. y A. J. M., éstos últimos en conjunto, serán regulados por la a quo en un
treinta por ciento para cada representación de la suma que resulte de aplicar la escala media
del art. 36, ley 9.459 sobre lo que constituyó materia de discusión (arts. 40, 41 y 109 ib.)
debiendo considerarse lo dispuesto por el art. 27, CA. El señor Vocal doctor Luis Enrique Rubio
-oportunamente- dijo: Estimo adecuada la solución a la que arriba la señora vocal preopinante.
Por tanto, me expido en igual sentido. El señor Vocal doctor Carlos F. García Allocco, dijo:
Concuerdo con la decisión expuesta por la Sra. Vocal Dra. Blanc. En consecuencia, me
pronuncio en la misma forma. Por el resultado de la votación que antecede, previo Acuerdo, el
Tribunal Superior de Justicia, por intermedio de la Sala Laboral, R E S U E L V E: I. Rechazar el
recurso de casación deducido por la parte demandada. Con costas. II. Admitir parcialmente el
de la actora y modificar el pronunciamiento en cuanto se refiere a la imposición de costas,
disponiendo que las generadas por los rubros rechazados sean por el orden causado. Igual las
de esta instancia. III. Disponer que los honorarios de los Dres. R. A. G.; P. D. G., R. E. S. B.y A. J.
M., éstos últimos en conjunto, serán regulados por la a quo en un treinta por ciento para cada
representación de la suma que resulte de aplicar la escala media del art. 36, ley 9.459 sobre lo
que constituyó materia de discusión. Deberá considerarse lo dispuesto por el art. 27, CA. IV.
Protocolícese y bajen. Se deja constancia que el señor vocal doctor Luis Enrique Rubio ha
participado de la deliberación correspondiente a esta causa y emitió su voto en el sentido
expuesto, pero no suscribe la presente en razón de hallarse ausente, siendo de aplicación el
art. 120, 2° párrafo CPC por remisión del art. 114 CPT. Con lo que terminó el acto que previa
lectura y ratificación de su contenido, firman los señores Vocales, todo por ante mí, de lo que
doy fe.

También podría gustarte