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Son conciliables los asuntos y/o controversias particulares, sobre pretensiones económicas, de los
cuales pueda conocer la jurisdicción de lo contencioso administrativo, a través de las diferentes
acciones previstas en la Ley.
No son conciliables los conflictos en torno a derechos ciertos e indiscutibles, por ejemplo el derecho
a la pensión no es conciliable.
En caso de que la conciliación extrajudicial se lleve a cabo con posterioridad a la demanda, pero
antes de que se encuentre en firme el auto mediante el cual se rechaza la acción por no haberse
surtido el trámite prejudicial, se debe tener por cumplido el requisito exigido por el artículo 13 de la
ley 1285 de 2009.
El juez administrativo debe velar porque la conciliación respete la ley y no resulte lesiva para el
patrimonio publico, por tanto hasta que no se produzca la aprobación judicial, la conciliación no
produce ningún efecto y las partes pueden desistir o retractarse del acuerdo logrado.
Cuando solo existe un litigio, con una única parte demandante y demandada, y la responsabilidad
del estado ha sido objeto de conciliación, los efectos de la cosa juzgada del auto que aprueba la
conciliación impiden que el tema se trate nuevamente en el proceso judicial, bien sea porque este
siguió respecto de las personas llamadas en garantía o porque se continuo sobre pretensiones no
conciliadas.